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Facultad de Ciencia, Tecnología y Ambiente

DESARROLLO SOSTENIBLE Y MEDIO AMBIENTE

IMPORTANCIA DE LA BIODIVERSIDAD

Docente:
MSc. Jairo José Morales Mendoza

Managua, Nicaragua
Marzo, 2020

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ÍNDICE DE CONTENIDO

Página
2.1. Biodiversidad o diversidad biológica 3
2.1.1. Generalidades 3
2.1.2. Conceptualización del término biodiversidad 7
2.1.3. Importancia y beneficios que proporciona la biodiversidad 9
2.1.4. La diversidad cultural humana como parte de la 15
biodiversidad
2.1.5. Componentes/elementos/niveles de la biodiversidad 17
Diversidad ecológica/de ecosistemas/de espacios 18
Diversidad de especies/de organismos vivos/específica 19
Diversidad genética/intraespecífica 20
2.1.6. Valor de la biodiversidad 21
Valor no utilitario 22
Valor potencial o de opción 22
Valor de legado o herencia 22
Valor de existencia 22
Valor intrínseco 23
Valor monetario 23
2.1.7. Biodiversidad y bienestar humano 24
2.1.8. Relación entre empresa y biodiversidad 39
2.1.9. Diversidad biológica para el desarrollo sostenible 48
2.1.10. Riqueza biológica de Nicaragua 55
Lista de referencias 59

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2.1. Biodiversidad o diversidad biológica

2.1.1. Generalidades

En todos los países y regiones las riquezas pueden agruparse en tres formas:
riqueza material, riqueza cultural y riqueza biológica (biodiversidad).

En la Tierra habita una rica y variada gama de organismos vivos, cuyas


especies, la diversidad genética existente en los individuos que las conforman y
los ecosistemas que habitan constituye lo que se denomina biodiversidad (WRI,
2000; citado por INBio, 2007).

A menudo, cuando hablamos de biodiversidad vienen a nuestra mente imágenes


de osos panda, linces ibéricos o ballenas. Efectivamente, todos esos animales
forman parte de lo que entendemos por biodiversidad, pero este concepto es
mucho más amplio y va mucho más allá de lo que popularmente se interpreta
(Dorado, 2010).

Somos totalmente dependientes del capital biológico. La diversidad dentro y


entre las especies nos ha proporcionado alimentos, maderas, fibras, energía,
materias primas, sustancias químicas, industriales y medicamentos. Los
recursos bióticos también sirven para los fines del esparcimiento y turismo. Por
lo que se puede afirmar que tanto la biodiversidad como las actividades
relacionadas con el turismo que se realizan dentro de dichas regiones
contribuyen con cientos de millones de dólares anuales a la economía mundial
(http://www.ecoportal.net/content/view/full/21098).

La biodiversidad o diversidad biológica:

 Hace referencia a la amplia variedad de seres vivos sobre la Tierra y los


patrones naturales que conforma
(http://www.un.org/es/events/biodiversityday/biodiversity.shtml).

 Es el componente fundamental del patrimonio natural nacional que debe ser


conservado, ya que es esencial para la supervivencia humana, la cual
comprende la amplia variedad de seres vivos (plantas, animales y
microorganismos) sobre la Tierra y ecosistemas donde habitan.

 Representa la diversidad de organismos y ecosistemas existentes en


diferentes escalas, desde el tamaño de un gen hasta la escala de un bioma.

 Refleja el número, la variedad y la variabilidad de los organismos vivos.


Incluye la diversidad dentro de las especies, entre especies y entre
ecosistemas. El concepto también abarca la manera en que esta diversidad
cambia de un lugar a otro y con el paso del tiempo. Indicadores como el

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número de especies de un área determinada pueden ayudar a realizar un
seguimiento de determinados aspectos de la biodiversidad (de Selliers, 2005).

 Se encuentra en todas partes, tanto en tierra como en el agua. Incluye a todos


los organismos, desde las bacterias microscópicas hasta las más complejas
plantas y animales (de Selliers, 2005).

 Abarca la enorme variedad de formas mediante las que se organiza la vida


(Dorado, 2010).

 Incluye todas y cada una de las especies que cohabitan con nosotros en el
planeta, sean animales, plantas, virus o bacterias, los espacios o ecosistemas
de los que forman parte y los genes que hacen a cada especie, y dentro de
ellas a cada individuo, diferente del resto (Dorado, 2010).

 Es un tipo de riqueza que debe ser valorado en toda su dimensión; no es un


valor etéreo o intangible (http://www.inbio.ac.cr/pdf/memoria2007/memoria2007esp.pdf).

 Es un componente fundamental del capital natural (Martín-López, González,


Díaz, Castro & García-Llorente, 2007).

 Es un atributo esencial de la vida


(http://www.mma.gob.cl/librobiodiversidad/1308/articles-45545_recurso_1.pdf ).

 Se refiere a lo que podríamos llamar “la vida en la Tierra” (Sarukhán, 2006).

 Es la amplia variedad de plantas, animales y microorganismos existentes.

 Involucra todos los tipos de variedades biológicas.

 Es la base de la vida y de los servicios esenciales que brindan los


ecosistemas (http://todosobreelmedioambiente.jimdo.com/biodiversidad/).

 Es el fundamento de los medios de vida y el desarrollo sostenible de la


población en todas las esferas de actividad, incluidos los sectores económicos
como la agricultura, la silvicultura, la pesca y el turismo, entre otros
(http://todosobreelmedioambiente.jimdo.com/biodiversidad/).

 Es una caja de secretos que ha ayudado al ser humano; hemos descubierto


medicinas y curas a enfermedades con especies de plantas y animales
salvajes, es por este motivo que todo el ecosistema es importante para la vida
humana (http://todosobreelmedioambiente.jimdo.com/biodiversidad/).

 Es la variedad de la vida (http://todosobreelmedioambiente.jimdo.com/biodiversidad/).

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 Abarca a la diversidad de especies de plantas y de animales que viven en un
sitio, a su variabilidad genética, a los ecosistemas de los cuales forman parte
estas especies y a los paisajes o regiones en donde se ubican los
ecosistemas. También incluye los procesos ecológicos y evolutivos que se
dan a nivel de genes, especies, ecosistemas y paisajes
(http://todosobreelmedioambiente.jimdo.com/biodiversidad/).

 Es el resultado de la evolución de la vida a través de millones de años, cada


organismo tiene su forma particular de vida, la cual está en perfecta relación
con el medio que habita (http://todosobreelmedioambiente.jimdo.com/biodiversidad/).

 Debe tenerse en cuenta en la agricultura, la pesca y la silvicultura para lograr


su conservación; ya que estos sectores dependen directamente de ella e
influyen directamente en la misma
(http://todosobreelmedioambiente.jimdo.com/biodiversidad/).

 Se refiere a todos los aspectos de la diversidad biótica de manera colectiva


(Shahid et al., 1999).

El valor esencial y fundamental de la biodiversidad reside en que es resultado de


un proceso histórico natural de gran antigüedad. Por esta sola razón, la
diversidad biológica tiene el inalienable derecho de continuar su existencia. El
ser humano y su cultura, como producto y parte de la misma, debe velar por
protegerla y respetarla (http://todosobreelmedioambiente.jimdo.com/biodiversidad/).

Una de las características más sorprendentes de la biota de la Tierra es su


extraordinaria diversidad, que se estima incluye alrededor de diez millones de
especies diferentes (Shahid et al., 1999).

La diversidad biológica que observamos hoy es el fruto de miles de millones de


años de evolución, moldeada por procesos naturales y, cada vez más, por la
influencia del ser humano (http://todosobreelmedioambiente.jimdo.com/biodiversidad/).

La biodiversidad actual en todas sus manifestaciones (genes, organismos,


poblaciones, comunidades, ecosistemas) es consecuencia de los caminos
seguidos por la evolución biológica en cada lugar. Esta evolución, a su vez, es
consecuencia de la continuidad de los procesos ecológicos en los cuales -a
través de períodos muy prolongados- esos componentes han estado
interactuando como un todo funcional.

A lo largo del tiempo surgieron culturas humanas que se adaptaron al entorno


local, descubriendo, usando y modificando los recursos bióticos locales. Muchos
ámbitos que ahora parecen "naturales" llevan la marca de milenios de ocupación
humana, cultivo de plantas y recolección de recursos. La biodiversidad fue
modelada además por la domesticación e hibridación de variedades locales de
cultivos y animales de cría (Valdovinos, 2003a).

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Hasta la fecha, se han identificado unos 175 millones de especies, en su mayor
parte criaturas pequeñas, por ejemplo, insectos. Los científicos reconocen que
en realidad hay cerca de 13 millones de especies, si bien las estimaciones
varían entre tres y 100 millones.

La biodiversidad específica actual consta de 40 a 80 millones de especies


diferentes, cada una con variaciones en su información genética, que viven en
una variedad de comunidades biológicas. Se han clasificado y descripto
aproximadamente 1.5 millón de especies, es decir una muy pequeña proporción
del total.

Se estima conservadoramente que más de diez millones de especies de plantas,


hongos y animales habitan la Tierra, de las cuales se conocen sólo alrededor de
1.8 millones. Pese a este desconocimiento, tenemos en la actualidad un
panorama claro sobre la magnitud de la riqueza de la vida y su distribución en la
Tierra (Sarukhán, 2006).

En cuanto a su distribución, la biodiversidad no se reparte de manera uniforme a


lo largo del planeta. Existen lugares donde, en una superficie relativamente
pequeña (el 1.4% de las tierras emergidas), se concentra una diversidad
especialmente elevada de seres vivos (el 45% de las plantas vasculares y el
35% de los vertebrados terrestres). Estos lugares se reparten en torno a los
trópicos y cada vez reciben más atención debido a las posibilidades de
protección que supone su potencial como reservorios o bancos de biodiversidad.
Son los llamados puntos calientes de biodiversidad (Dorado, 2010).

Gran parte de los ecosistemas menos alterados en su biodiversidad de todo el


planeta se encuentran en Latinoamérica (Patagonia, Amazona, bosques
tropicales de montaña, las concentraciones de fauna marina Atlántica o del
Pacífico Sur y los Tepuyes a ellos debe sumarse además la Antártida).

En estos ámbitos naturales se encuentra una enorme riqueza genética, lo cual


motiva a los principales laboratorios del mundo, a que estén identificando
elementos vegetales y animales que den origen a nuevas producciones
farmacéuticas y alimenticias. Mueven inversiones millonarias, las que muy
probablemente serán compensadas por los valores millonarios de los nuevos
productos a lograr. Como ejemplo de lo anterior se puede mencionar que: De
una enredadera amazónica proviene un nuevo tratamiento contra la leucemia.
Algas del sur posibilitaron terapias para problemas cardiovasculares. Genes
latinoamericanos permitieron duplicar cosechas de granos europeos
(http://www.ecoportal.net/content/view/full/21098).

América es el continente que cuenta con más países ricos en


biodiversidad: Brasil, Colombia, Ecuador, México, Perú, Venezuela y Estados
Unidos de Norteamérica. Por su parte, en Asia los países con mayor
biodiversidad son China, Indonesia, India, Filipinas y Malasia. En África,

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Madagascar, República Democrática del Congo y Sudáfrica. Y, por último,
Oceanía cuenta con Australia y Papua Nueva Guinea. Estos países, albergan
en conjunto ¡más del 70% de la biodiversidad del planeta y su territorio
supone el 10% de la superficie global ( http://www.sostenibilidad.com/top-10-paises-
mayor-diversidad#1).

De todos los países del mundo, sólo 12 de ellos se consideran países


“megadiversos” (aquellos que concentran al menos un 70% de la biodiversidad
terrestre). Estos son: Australia, Brasil, China, Congo, Ecuador, Estados Unidos
de Norteamérica, India, Indonesia, Colombia, Madagascar, México y Perú.

En Latinoamérica se encuentran cinco de los 12 países “megadiversos”: Brasil,


Colombia, Ecuador, México y Perú. Estas regiones también presentan diferentes
tipos de ecosistemas únicos en el mundo, y de gran importancia a nivel global: el
Amazonas, la Cordillera de los Andes, variados ambientes boscosos, humedales
y arrecifes de coral del Caribe, entre otros (Iberdrola, 2006).

Aunque la biodiversidad pueda parecernos una preocupación alejada de la vida


diaria, es esencial para la evolución de la vida y supervivencia de todos los
organismos que habitamos en la Tierra. Actualmente, se considera la pérdida de
la biodiversidad como el problema medioambiental más importante en el planeta
Tierra.

Todas las especies, por insignificantes, repulsivas o dañinas que nos puedan
parecer, tienen una importante función dentro del equilibrio del ecosistema
terrestre. Debemos ser juiciosos respecto del uso de los recursos de la Tierra y
proteger incluso a aquellos que nos parezca que no tienen valor.

2.1.2. Conceptualización del término biodiversidad

En 1988, Edward O. Wilson (biólogo norteamericano), definió el concepto de


biodiversidad como la variedad biológica de una determinada zona del planeta
Tierra. El término es una contracción de la expresión "diversidad biológica" y ha
sido visto como un concepto demasiado amplio y difícil de definir de una manera
simple y operativa (Noss, 1990; citado por Martín-López, González, Díaz, Castro
& García-Llorente, 2007). Es un concepto amplio que se refiere no sólo a los
ecosistemas y a sus componentes vivos, sino también a los procesos ecológicos
y evolutivos que los mantienen en funcionamiento (Iberdrola, 2006).

El término biodiversidad es utilizado en un sentido amplio, tal y como se define


en el Convenio sobre diversidad biológica (CDB), para referirse tanto a la
abundancia y la distribución de los organismos, como a toda la jerarquía que
representa la variedad de la vida, desde las frecuencias génicas a los biomas,
pasando por las especies, las poblaciones, las comunidades y los ecosistemas
(Álvarez-Uría & De la Cruz, 2011).

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A continuación se presentan algunos conceptos del término biodiversidad.
 Variedad de especies animales y vegetales, en su ambiente (Diccionario de la
Real Academia Española).

 Conjunto de todas y cada una de las especies de seres vivos y sus


variedades sean terrestres acuáticos, vivan en el aire o en el suelo, sean
plantas o animales o de cualquier índole incluye la diversidad de una misma
especie, entre especies y entre ecosistemas, así como la diversidad genética”
(Artículo 5, Ley General del Medio Ambiente y los Recursos Naturales de la
República de Nicaragua).

 Variabilidad que existe entre organismos orgánicos cualquiera sea su origen,


por ejemplo, terrestre, marino o de otros ecosistemas acuáticos, y los
complejos ecológicos de los cuales forman parte. Incluye diversidad al interior
de especies y entre éstas, y también diversidad de ecosistemas.

 Variabilidad de organismos vivos de cualquier fuente, incluidos entre otras


cosas, los ecosistemas terrestres y marinos y otros ecosistemas acuáticos y
los complejos ecológicos de los que forman parte. Comprende la diversidad
dentro de cada especie, entre las especies y de los ecosistemas (Convenio
sobre diversidad biológica, 1992).

 Variabilidad que hay entre los seres vivos, sean cuales sean sus orígenes, ya
sean terrestres, marinos o de cualquier ecosistema acuático, y las estructuras
ecológicas que integran. Refleja la cantidad, variedad y variabilidad de los
organismos vivos (Green Facts, 2007).

 Diversidad de organismos y de ecosistemas existentes en diferentes escalas


espaciales, desde el tamaño de un gen hasta la escala de un bioama (Milán,
2010).

 Refleja la cantidad y la variabilidad de los organismos vivos dentro de


especies (diversidad genética), así como entre especies distintas y entre
ecosistemas. La biodiversidad no es en sí un servicio ecosistémico, pero
refuerza el suministro de estos servicios. El valor asignado a la biodiversidad
por sí misma está dentro del servicio ecosistémico cultural denominado
“valores morales” (Comisión Europea, 2009).

 Riqueza total en composición y número de manifestaciones de las formas de


vida en la naturaleza; incluye toda la gama de variación y abundancia de
genes, organismos, poblaciones, especies, comunidades, ecosistemas y los
procesos ecológicos de los que son parte (Sánchez y Gándara, 2011).

 Variabilidad entre los organismos vivientes, terrestres, marinos y acuáticos y


los complejos ecológicos de los cuales forman parte; esto incluye la

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diversidad dentro de las especies, entre especies, y dentro y entre los
ecosistemas (http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Biodiversidad).
 Diversas plantas, animales y microorganismos, y ecosistemas en los que se
dan éstos (Convenio sobre la diversidad biológica, 2010).

 Totalidad de los genes, las especies y los ecosistemas de una región (Wilson,
1988, citado por Valdovinos, 2003).

 Variedad de elementos vivos que existen en la biosfera


(http://www.javeriana.edu.co/blogs/gtobon/files/M%C3%B3d2_CONCEPTOS_BASICOS.pdf ).

 Todo aquello que contribuya a la variedad en el mundo viviente (Wilson, 1993;


citado por Iberdrola, 2006).

 Variedad de seres vivos, sus relaciones y sus interacciones con el ambiente


donde viven (Janetos, 1997; citado por Iberdrola, 2006).

 Conjunto de todas las especies de plantas, animales y microorganismos, y la


variación en ecosistemas y procesos ecológicos de los que forman parte”
(McNeely, 1990; citado por Iberdrola, 2006).

2.1.3. Importancia y beneficios que proporciona la biodiversidad

La importancia de la biodiversidad reside en que es la base de los servicios y


bienes que nos proporcionan los ecosistemas. Éstos incluyen, desde la provisión
de alimentos hasta la de fibras para confeccionar ropa, pasando por el filtrado
del aire o el agua, la protección contra desastres ocasionados por amenazas
naturales, la formación de un suelo fértil o la regulación del clima (Dorado,
2010).

Entre los aspectos que destacan la importancia de la biodiversidad figuran los


siguientes:

 Componente fundamental del patrimonio natural nacional que debe ser


conservado, ya que es esencial para la supervivencia humana.

 Provee servicios ecosistémicos como la regulación de la contaminación


atmosférica, regulación de los ciclos hidrológicos y climatológicos,
regeneración de la fertilidad de los suelos, descomposición de residuos,
absorción de contaminantes y polinización de cultivos.

 Brinda recursos de valor económico directo (madera, productos no


maderables, bases de la medicina tradicional y moderna, germoplasma
-fuente de variedades para la agricultura-) y de valor cultural, escénico y
turístico.

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 Rasgo estructural de los ecosistemas, y la variabilidad que existe entre los
ecosistemas es un elemento integral de la biodiversidad.

 Entre los productos que brinda se incluyen muchos de los servicios que
producen los ecosistemas (alimentos y recursos genéticos); por ello, los
cambios en la biodiversidad pueden influir en todos los otros servicios de los
ecosistemas.

 Cumple la importante función de proveer servicios de los ecosistemas, la


diversidad de especies orgánicas tiene un valor intrínseco, independiente de
toda consideración humana.

 Provee bienes y servicios ambientales que están relacionados con actividades


económicas de hombres y mujeres; los cuales sirven de base a industrias tan
diversas como la agricultura, cosmética, farmacéutica, industria de pulpa y
papel, horticultura, construcción y tratamiento de residuos, es decir
contribuyen al desarrollo de actividades productivas en los distintos sectores
de la economía nacional: industrial, agrícola y servicios.

 El caudal genético de las formas de vida ayuda al reciclamiento gratuito de


recursos, por ejemplo el agua y a los servicios de purificación y de control
natural de plagas (http://www.ecoportal.net/content/view/full/21098).

 Los bosques tropicales constituyen el almacén clave de la diversidad biológica


del mundo. El mismo fue desarrollado por 100 millones de años de actividad
evolutiva, (formando un banco genético irremplazable). Ocupan sólo el 6% de
la superficie terrestre, y viven en ellas más de la mitad de todas las especies
de la Tierra (http://www.ecoportal.net/content/view/full/21098).

 El ecosistema de bosque natural es una fuente de abastecimiento de


múltiples recursos, de los cuales muchas comunidades dependen. Muchos
indígenas han cosechado de manera sostenible muchos recursos del bosque
por generaciones. Al cosechar sólo los excedentes que el bosque produce, se
mantiene la productividad de éste para las generaciones futuras. Esto es
semejante a vivir de los intereses del capital, sin gastar la fuente que origina
los intereses. Además el ecosistema de bosque suministra un sistema de
captación y mantenimiento del agua. La cobertura del bosque intercepta la
lluvia, reduciendo su poder erosivo. Las raíces mantienen el horizonte
superficial en su sitio. El suelo del bosque permite la infiltración de la lluvia y
la libera gradualmente a los ríos. Sin la cobertura del bosque, los aguaceros
resultan en inundaciones, avalanchas y pérdidas de la calidad del suelo
(http://www.javeriana.edu.co/blogs/gtobon/files/M%C3%B3d2_CONCEPTOS_BASICOS.pdf ).

 Las especies silvestres se encuentran entre los principales recursos de que


dispone el ser humano, y los menos utilizados. Estas encierran enormes
reservas de productos valiosos sustitutos de fibras y de petróleo. Un ejemplo

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de esto es la palmera babassu (Orbingnya phalerata, Amazonas) una
plantación de 500 árboles produce 125 barriles de aceite al año
(http://www.ecoportal.net/content/view/full/21098).
 El potencial desconocido de los genes, de las especies y de los ecosistemas
constituye una frontera biológica inalcanzable de valor inestimable, pero
ciertamente elevado. La diversidad genética permitirá adaptar los cultivos a
nuevas condiciones climáticas (http://www.ecoportal.net/content/view/full/21098).

 Ofrece un gran número de bienes y servicios que sustentan nuestra vida


(http://www.un.org/es/events/biodiversityday/biodiversity.shtml).

 Forma la red vital de la cual los seres humanos somos parte integrante y de la
cual tanto dependemos (http://www.un.org/es/events/biodiversityday/biodiversity.shtml).

 Proporciona a través de los ecosistemas bienes y servicios que sostienen


nuestras vidas (Convenio sobre la diversidad biológica, 2007).

 Base de la vida y de los servicios esenciales que brindan los ecosistemas


(http://www.un.org/es/events/biodiversityday/).

 Fundamento de los medios de vida y el desarrollo sostenible de la población


en todas las esferas de actividad, incluidos los sectores económicos como la
agricultura, silvicultura, pesca y turismo, entre otros
(http://www.un.org/es/events/biodiversityday/).

 Contribuye a muchos aspectos del bienestar humano, por ejemplo al


proporcionar materias primas y favorecer la salud (de Selliers, 2005).

 Proporciona muchos beneficios fundamentales para el ser humano, más allá


del suministro de materias primas (de Selliers, 2005).

 Las especies silvestres y su variación genética contribuyen de manera


importante al desarrollo de la agricultura, la medicina, y la industria. Muchas
especies son la base del bienestar de la comunidad en las zonas rurales
porque de ellas se obtienen alimentos, combustibles y fibras. Tal vez más
importantes aún, muchas especies han sido fundamentales para la
estabilización del clima, la protección de las cuencas hidrográficas, la
protección del suelo y la protección de viveros y terrenos de cría. Es difícil
determinar el valor económico total de toda la gama de bienes y servicios que
se obtienen de la diversidad biológica
(http://www.javeriana.edu.co/blogs/gtobon/files/M%C3%B3d2_CONCEPTOS_BASICOS.pdf ).

 Papel esencial como “auxiliar de cultivos”: las parcelas agrícolas próximas a


zonas con alta diversidad biológica sufren menos los efectos de las plagas.
Esas áreas sirven de hábitat para predadores como aves, murciélagos,
reptiles e insectos, que ayudan a limitar la expansión de las plagas en los

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cultivos. Así, la biodiversidad contribuye a su control y reduce la necesidad de
recurrir a productos químicos (Dorado, 2010).

 Su importancia para el bienestar del ser humano se centra en su labor como


proveedora de productos de medicina natural, farmacéuticos y bioquímicos.
Es la base de la medicina natural en la que confía más del 60% de la
población mundial para sus cuidados básicos. Además, prácticamente a
diario, laboratorios de todo el mundo estudian plantas, animales, hongos y
microorganismos aparentemente inútiles, descubriendo nuevas sustancias
con importantes propiedades farmacológicas. Nueve de los diez
medicamentos más conocidos provienen de productos vegetales naturales,
obteniéndose de cada 125 plantas estudiadas relevantes sustancias
terapéuticas, mientras que, para los compuestos sintéticos, esa proporción es
de una por cada 100,000 (Dorado, 2010).

 Uno de los mayores beneficios indirectos suministrados por la biodiversidad


es el desarrollo de nuevas medicinas. Más de la mitad de las medicinas
usadas por la gente se derivan de plantas. En los últimos veinte años, 25% de
todas las prescripciones farmacéuticas contienen ingredientes extraídos de
plantas. Esto representa un valor de 8 billones anuales. Por lo tanto la
preservación de la biodiversidad por su valor sólo medicinal podría contribuir
con una ganancia de 20-30 billones de dólares
(http://www.javeriana.edu.co/blogs/gtobon/files/M%C3%B3d2_CONCEPTOS_BASICOS.pdf ).

 Enriquece la vida de la gente. En el mundo de la industria suministra el medio


de sobrevivir de los países no desarrollados. Las plantas y los animales se
usan por los individuos para comer, vestirse y, construir casas
(http://www.javeriana.edu.co/blogs/gtobon/files/M%C3%B3d2_CONCEPTOS_BASICOS.pdf ).

 La variabilidad genética entre diferentes especies y en una especie es la


materia prima para el desarrollo de cultivos con mayor rendimiento o con
mecanismos de defensa contra plagas. Un ejemplo específico del uso exitoso
de genes silvestres para mejorar un cultivo lo constituye el siguiente ejemplo:
un gen encontrado en una variedad silvestre de tomate permitió el desarrollo
de un nuevo híbrido de tomate con más mayor solubilidad en los líquidos,
mayor contenido de azúcar y mejor sabor. La ganancia para los productores
fue de ocho millones anuales por la nueva variedad
(http://www.javeriana.edu.co/blogs/gtobon/files/M%C3%B3d2_CONCEPTOS_BASICOS.pdf ).

 El desarrollo de plantas con defensas naturales contra hongos e insectos


reduce el uso de pesticidas costosos, los cuales dañan el medio ambiente. El
descubrimiento de plantas silvestres de maíz resistentes a un virus es un
ejemplo de este tipo de beneficio, el cual implicó una ganancia de 50 billones
de dólares (http://www.javeriana.edu.co/blogs/gtobon/files/M
%C3%B3d2_CONCEPTOS_BASICOS.pdf).

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 Elemento clave en el mantenimiento de los servicios de los ecosistemas que
sirven de soporte a la vida y, por lo tanto, al ser humano
(http://www.mma.gob.cl/librobiodiversidad/1308/articles-45210_recurso_2.pdf ).
 Forma parte de nuestra Madre Tierra y proporciona a los seres vivos
incluyendo a la humanidad, sus ecosistemas, la base de los alimentos,
medicinas, vestuarios, y materiales para el desarrollo sostenible de los
pueblos y garantizar la sobrevivencia en la Tierra
(http://www.marena.gob.ni/index.php/ejes-tematicos/biodiversidad ).

 Bien de valor inestimable para la supervivencia de las generaciones presentes


y futuras (Onaindia, 2010).

 Prerrequisito de la capacidad a largo plazo de los ecosistemas para producir


servicios ecosistémicos esenciales para nuestro bienestar (Swedish
Gobernment Inquiries, 2013).

 Constituye el patrimonio natural de la Tierra, y es además los cimientos de la


vida y la prosperidad del ser humano (Comisión Europea, 2008).

 Importante regulador de las funciones de los agroecosistemas, no sólo en el


sentido estrictamente biológico de su impacto sobre la producción, sino en el
de satisfacer una serie de necesidades de los agricultores y la sociedad en
general. Las personas que gestionan los agroecosistemas, incluidos los
agricultores, pueden aprovechar, mejorar y gestionar los servicios
ecosistémicos esenciales que proporciona la biodiversidad en favor de la
producción agrícola sostenible (http://www.fao.org/agriculture/crops/mapa-tematica-del-
sitio/theme/biodiversity/es/).

 Es necesaria para mantener las funciones fundamentales del ecosistema, su


estructura y sus procesos (http://www.fao.org/agriculture/crops/mapa-tematica-del-
sitio/theme/biodiversity/es/).

 Refuerza los servicios ecosistémicos porque los componentes que parecen


redundantes en un momento pasan a ser importantes cuando se producen
modificaciones (http://www.fao.org/agriculture/crops/mapa-tematica-del-
sitio/theme/biodiversity/es/).

 La diversidad genética de los cultivos desempeña una función crucial en el


aumento y mantenimiento de los niveles de producción y la diversidad
nutricional en todas las diferentes condiciones agroecológicas
(http://www.fao.org/agriculture/crops/mapa-tematica-del-sitio/theme/biodiversity/es/ ).

 Diversos organismos que contribuyen a la biodiversidad del suelo


desempeñan funciones vitales que regulan el ecosistema del suelo, como: la
descomposición de residuos y el ciclo de los nutrientes; la conversión del
nitrógeno atmosférico en una forma orgánica; la reconversión de éste en

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nitrógeno gaseoso; la alteración de la estructura del suelo
(http://www.fao.org/agriculture/crops/mapa-tematica-del-sitio/theme/biodiversity/es/ ).

 Es fundamental para la existencia del ser humano en la Tierra y usada de un


modo sostenible es una fuente ilimitada de recursos y servicios muy variados
(http://www.magrama.gob.es/es/biodiversidad/temas/conservacion-de-la-biodiversidad/ ).

 Entrega a la sociedad bienes y servicios, tiene un valor productivo, recreativo,


estético, ecológico, etc (Torres, Castro & Oliva, 2008).

 Es esencial para la evolución de la vida y supervivencia de todos los


organismos que habitamos en la Tierra.

 Garantiza una buena calidad de vida para el ser humano y es factor decisivo
para su misma supervivencia
(http://todosobreelmedioambiente.jimdo.com/biodiversidad/).

 La diversidad biológica de los ecosistemas puede contribuir al desarrollo


alentando el turismo basado en la naturaleza
(https://www.cbd.int/doc/publications/development/poverty-alleviation-booklet-es.pdf ).

 Es la base para alcanzar el desarrollo sostenible y es un componente esencial


del desarrollo humano (https://www.cbd.int/doc/publications/development/poverty-
alleviation-booklet-es.pdf).

 Es un recurso vital para las economías mundiales y locales


(https://www.cbd.int/development/doc/sdg-feb2014-info-es.pdf).

 Sustenta directamente importantes actividades y empleos en diversos


sectores económicos tales como agricultura, pesca, silvicultura, la industria
farmacéutica, pulpa de celulosa y papel, cosméticos, horticultura, construcción
y biotecnología (https://www.cbd.int/development/doc/sdg-feb2014-info-es.pdf ).

 Desempeña una función primordial en la mitigación del cambio climático al


contribuir con la captura de carbono a largo plazo en un conjunto de biomas
(https://www.cbd.int/development/doc/sdg-feb2014-info-es.pdf).

 Sustenta la resiliencia de los ecosistemas y cumple un papel fundamental en


la reducción del peligro de desastres y las estrategias de construcción de paz.
Los bosques, humedales y manglares son muy importantes para la reducción
de los efectos de fenómenos extremos tales como sequías, inundaciones y
tsunamis (https://www.cbd.int/development/doc/sdg-feb2014-info-es.pdf ).

 Los conocimientos tradicionales asociados a la diversidad biológica también


son importantes y valiosos no sólo para quienes dependen de ellos

15
cotidianamente, sino también para la industria y la agricultura moderna
(https://www.cbd.int/development/doc/sdg-feb2014-info-es.pdf).

 Resulta esencial para la mitigación y adaptación al cambio climático. Por


ejemplo, los bosques reducen la cantidad de dióxido de carbono en la
atmósfera, los manglares disminuyen las inundaciones y los cultivos
resistentes a las sequías ayudan a evitar el hambre
(https://www.cbd.int/doc/publications/development/poverty-alleviation-booklet-es.pdf ).

 Es directa e indirectamente el soporte de nuestra propia vida en la Tierra


(Pugnaire, 2006).

 Los elementos básicos que constituyen la biodiversidad (genes, especies,


hábitat y ecosistemas), juegan un papel fundamental para la configuración del
tejido de la vida y el suministro de servicios naturales de los que depende la
humanidad (Álvarez-Uría & De la Cruz, 2011).

 Desempeña un papel importante en el funcionamiento de los ecosistemas y


en los numerosos servicios que proporcionan. Entre estos, se encuentran el
ciclo de nutrientes y el ciclo del agua, la formación y retención del suelo, la
resistencia a las especies invasoras, la polinización de las plantas, la
regulación del clima, el control de las plagas y la contaminación. En el caso de
los servicios de los ecosistemas, lo que importa es no sólo el número de
especies presentes sino también qué especies son abundantes
(http://todosobreelmedioambiente.jimdo.com/biodiversidad/).

 Estabiliza el clima de la Tierra, renueva la fertilidad del suelo y provee bienes


y servicios que contribuyen a nuestro bienestar material
(http://todosobreelmedioambiente.jimdo.com/biodiversidad/).

2.1.4. La diversidad cultural humana como parte de la biodiversidad

La diversidad cultural humana podría considerarse como parte de la


biodiversidad; ya que cuenta con algunos atributos que podrían considerarse
soluciones a problemas de supervivencia en determinados ambientes (nómades,
rotación de cultivos). Además ayudan a las personas a adaptarse a la variación
del medio. La diversidad cultural se manifiesta en la diversidad del lenguaje, de
las creencias religiosas, de las prácticas de manejo de la tierra, en el arte, en la
música, en las estructuras sociales, en la selección de cultivos, en la dieta y todo
atributo de la sociedad (http://www.ecoportal.net/content/view/full/21098).

Valdovinos (2003a), destaca los siguientes aspectos relativos al hecho que la


diversidad cultural humana también puede considerarse como parte de la
biodiversidad:

16
La diversidad cultural humana también puede considerarse como parte de la
biodiversidad (Tyler-Miller, 1994). Al igual que la diversidad genética o de
especies, algunos atributos de las culturas humanas (por ejemplo, el nomadismo
o la rotación de los cultivos) corresponden a soluciones a los problemas de la
supervivencia en determinados ambientes. Por otra parte, al igual que otros
aspectos de la biodiversidad, la diversidad cultural ayuda a los humanos a
adaptarse a la variación del entorno. La diversidad cultural se manifiesta por la
diversidad del lenguaje, de las creencias religiosas, las prácticas del manejo de
la tierra, el arte, la música, la estructura social, la selección de los cultivos, la
dieta y en todo número concebible de otros atributos de la sociedad humana.

Los pueblos indígenas son los principales agentes de la diversidad cultural del
mundo. Sus diferentes formas de existencia varían considerablemente de un
lugar a otro. De las aproximadamente 6,000 culturas que existen en el mundo,
de 4,000 a 5000 son indígenas. Cerca de los tres cuartos de las 6000 lenguas
existentes son habladas por pueblos indígenas. Muchas de las regiones de la
más intensa diversidad biológica de la Tierra son habitadas por pueblos
indígenas. Los "17 biológicos", es decir, los 17 países que albergan más de dos
terceras partes de los recursos biológicos de la Tierra, son también los territorios
tradicionales de la mayoría de los pueblos indígenas (estos países son:
Australia, Brasil, China, Colombia, Ecuador, Estados Unidos de América,
Filipinas, India, Indonesia, Madagascar, Malasia, México, Papua Nueva Guinea,
Perú, República Democrática del Congo, Sudáfrica y Venezuela). Cuando se
examina distribución de los pueblos indígenas en el planeta, se observa que
existe una clara correlación entre las regiones de intensa diversidad biológica y
las regiones de gran diversidad cultural. Esta relación es particularmente
marcada en las zonas de selva tropical, entre ellas las que existen a lo largo del
Amazonas y en la América Central, África, el Asia sudoriental, Filipinas, Nueva
Guinea e Indonesia. De los nueve países en los que se habla el 60% de las
lenguas, seis albergan también cantidades excepcionales de especies vegetales
y animales que sólo se encuentran en estos lugares.

Es reconocido mundialmente que la diversidad biológica no se puede conservar


sin la diversidad cultural, y que la seguridad a largo plazo de los alimentos y las
medicinas depende del mantenimiento de esta relación compleja (Tyler-Miller,
1994). También es cada vez más evidente que la diversidad cultural es tan
importante para la evolución de la civilización como la biodiversidad lo es para
evolución biológica; en este contexto, la promoción de culturas homogéneas a
través de la globalización plantea una grave amenaza a la supervivencia
humana.

En la actualidad, la diversidad cultural también se considera incluida dentro de


un concepto amplio de biodiversidad, debido en parte al creciente entendimiento
del ser humano como parte integrante de los sistemas naturales, y de cómo los
grupos humanos han logrado adaptarse al ambiente, utilizando y modificando
selectivamente sus componentes (Iberdrola, 2006).

17
18
2.1.5. Componentes/elementos/niveles de la biodiversidad

La biodiversidad puede dividirse en tres niveles: genes (diversidad genética


dentro de las especies), especies (diversidad entre las especies) y ecosistemas
(diversidad de ecosistemas donde habitan las especies).

El nivel al que más usualmente alude el término biodiversidad o diversidad


biológica es el de las especies vegetales, animales o de microorganismos que
pueblan nuestro planeta, pero hay otros dos niveles que también expresan el
grado de variabilidad biológica presente en una región: el más elemental es el de
la variabilidad genética que una especie presenta en las poblaciones de las que
está compuesta y el más complejo es el de los ecosistemas (como un bosque de
pinos, una selva o un palmar), que están conformados por las especies de
plantas, animales y microorganismos que los habitan y las variables
fisicoquímicas con las que interactúan (Sarukhán, 2006).

La diversidad biológica incluye también las diferencias genéticas dentro de cada


especie, por ejemplo, entre las variedades de cultivos y las razas de ganado.
Los cromosomas, los genes y el ADN, es decir, los componentes vitales,
determinan la singularidad de cada individuo y de cada especie.

Otro aspecto adicional de la diversidad biológica es la variedad de ecosistemas,


por ejemplo, los que se dan en los desiertos, los bosques, los humedales, las
montañas, los lagos, los ríos y paisajes agrícolas. En cada ecosistema, los seres
vivos, entre ellos, los seres humanos, forman una comunidad, interactúan entre
sí, así como con el aire, el agua y el suelo que les rodea
(http://www.un.org/es/events/biodiversityday/biodiversity.shtml).

La biodiversidad puede ser descrita en términos de número, abundancia,


composición y distribución espacial de sus entidades (genotipos, especies, o
comunidades dentro de los ecosistemas), caracteres funcionales, así como las
interacciones entre sus componentes (Hooper et al., 2005; citado por Martín-
López, González, Díaz, Castro & García-Llorente, 2007).

Los componentes de la diversidad biológica son todas las formas de vida que
hay en la Tierra, incluidos ecosistemas, animales, plantas, hongos,
microorganismos y diversidad genética
(http://www.un.org/es/events/biodiversityday/convention.shtml ).

La biodiversidad se puede describir en términos de genes, especies y


ecosistemas que corresponden a los tres niveles fundamentales y jerárquicos de
organización biológica que describen diferentes aspectos de los sistemas
vivientes y que los científicos cuantifican de diferentes maneras (Magurran,
1989; citado por Valdovinos, 2003a).

19
A continuación se destacan aspectos relevantes sobre los tres niveles
fundamentales y jerárquicos de organización de la biodiversidad.
 Diversidad ecológica/de ecosistemas/de espacios

Corresponde a la variedad de bosques, desiertos, pastizales, corrientes de agua,


lagos, humedales, océanos y otras comunidades biológicas que se relacionan
unas con otras y con su entorno no viviente. Se refiere a los distintos hábitats,
comunidades bióticas y procesos ecológicos en la biosfera, así como la
diversidad en los ecosistemas.

Es más difícil de medir que la diversidad de las especies o la diversidad


genética, porque los límites o fronteras de las comunidades biológicas,
asociaciones de especies y de los ecosistemas, no están bien definidas. Sin
embargo, en la medida en que se utilice un conjunto de criterios coherente para
definir las comunidades y los ecosistemas, podrá cuantificarse su número y
distribución.

Incluye los ecosistemas como núcleo central. Éstos son conjuntos dinámicos de
plantas, hongos, animales, microorganismos y el medio físico que los rodea,
interactuando como una unidad funcional; por eso se les denomina ecosistemas.

Para entenderlo un poco mejor, podríamos comparar los ecosistemas con una
ciudad. Las relaciones de cada uno de sus colectivos, que equivaldrían en este
caso a las especies, entre ellos y con su medio físico, son las que hacen la
convivencia posible. En esta ciudad, la especie panaderos tendría como función
la fabricación de pan, y su hábitat sería la panadería. Necesitaría energía y un
suministro de harina, proporcionado por la especie agricultores, para ganarse la
vida, a la vez que el pan que ellos producirían serviría de sustento para otras
especies, cada una de las cuales aportaría su granito de arena al
funcionamiento de la ciudad.

Así, podríamos ver cómo todos los colectivos en la ciudad están relacionados
entre sí directa o indirectamente. Del mismo modo, en un ecosistema son las
relaciones de cada especie, entre ellas y con su medio físico, las que hacen
posible el mantenimiento del equilibrio dentro de él (Dorado, 2010).

Se refiere a los distintos niveles global (ecoregiones), regional (biomas


geográficos) y nacionales (zonas de vida) (Iberdrola, 2006).

Provee importantes servicios ecosistémicos, tales como:

 Secuestro de carbono
 Polinización de plantas
 Control de plagas por depredadores naturales
 Protección de cursos de agua y control de la erosión
 Mantenimiento de la fertilidad de los suelos y regeneración de pasturas

20
 Destrucción de residuos y contaminantes, etc
(https://www.cbd.int/doc/publications/development/poverty-alleviation-booklet-es.pdf ).

 Diversidad de especies/de organismos vivos/específica

Corresponde a la variedad de especies en la Tierra y en los distintos hábitats de


la misma. Son la población en la cual cada flujo de genes ocurre bajo
condiciones naturales.

Se entiende como la variedad de especies existentes en una región. Esta


diversidad puede medirse de muchas maneras y los científicos no se han puesto
de acuerdo sobre cuál es el método más adecuado. El número de especies de
una región, la denominada "riqueza de especies", es una medida que a
menudo se utiliza, pero una medida más precisa corresponde a la "diversidad
taxonómica", toma en consideración la estrecha relación existente entre unas
especies y otras. A modo de ejemplo, una isla en la que hay dos especies de
aves y una especie de lagartos tiene mayor diversidad taxonómica que una isla
en la que hay tres especies de aves pero ninguna de lagartos. Por lo tanto, aún
cuando haya más especies de escarabajos terrestres que de todas las otras
especies combinadas, ellos no influyen sobre la diversidad de las especies
porque están relacionados muy estrechamente. Asimismo es mucho mayor el
número de las especies que viven en ambientes terrestres que en ambientes
marinos, pero las especies terrestres están más estrechamente vinculadas entre
sí que las especies oceánicas, por lo cual la diversidad es mayor en los
ecosistemas marítimos que lo que sugeriría un conteo estricto de las especies
(Valdovinos, 2003a).

Incluye los seres vivos con características comunes. En este caso, la especie
constituye su núcleo. No obstante, abarca también otros grupos menores, como
sub-especies y poblaciones y, también, otros más amplios que agrupan especies
con características comunes en géneros, familias o clases.

Dentro de este elemento de la biodiversidad se encontrarían, por ejemplo, los


chimpancés como especie, pero, también, cada uno de los individuos de esta
especie que forman las poblaciones que se reparten por el planeta y, ampliando
nuestro campo de visión, incluiríamos los chimpancés junto con los orangutanes,
los lémures o los seres humanos dentro del grupo de los primates. A su vez,
éstos, junto con leones, ballenas, ornitorrincos o ratas, se encontrarían dentro de
la clase de los mamíferos, que, junto con aves, peces, insectos, corales o
esponjas, pertenecen al reino de los animales (Dorado, 2010).

Está relacionada con el número de especies en un ambiente dado, y


generalmente asociada a los indicadores de riqueza específica (Iberdrola, 2006).

Es el número de especies distintas que aparecen simultáneamente en un área


(Halfter et al., 2001; citado por Iberdrola, 2006).

21
Proporciona bienes que se pueden usar para la subsistencia, el trueque y el
comercio. Entre algunos ejemplos de estos bienes se incluyen:

 Alimentos tales como frutas, vegetales, granos, nueces, raíces, pescado y


carne, leche y huevos
 Fibras, cueros y pieles
 Plantas medicinales
 Leña y otros combustibles
 Materiales de construcción tales como madera para muebles, pastos y juncos
para canastos y techados, etc.

La diversidad de las especies a menudo contribuye al desarrollo proporcionando


materiales utilizados en las actividades de generación de pequeños ingresos,
tales como la venta de artesanías, alimentos locales o medicamentos
tradicionales (https://www.cbd.int/doc/publications/development/poverty-alleviation-booklet-
es.pdf).

 Diversidad genética/intraespecífica

Corresponde a las variaciones en el conjunto de genes (dotación genética) de


los individuos de una misma especie. Es la suma de la información genética
contenida en los genes de los individuos de plantas, animales y
microorganismos. Una especie que tiene pocos individuos es poco diversa y
tiene poca variedad de genes, lo que significa que posee menos información
para poder adaptarse a cambios en el medio, y al mismo tiempo tiene mayores
posibilidades de transmitir un gen adverso o defectuoso. Los seres humanos
conocemos problemas de disminución de la diversidad genética.

Se entiende como la variación de los genes dentro de las especies. Esto incluye
a diferentes poblaciones de una misma especie o la variación genética dentro de
una misma población. Hasta hace poco, las medidas de la diversidad genética
se aplicaban principalmente a las especies y poblaciones domesticadas,
conservadas en zoológicos o jardines botánicos, pero las técnicas se aplican
cada vez más a las especies silvestres (Valdovinos, 2003).

Incluye, por su parte, los componentes del código genético de cada organismo y
la variedad de éstos entre individuos dentro de una población y entre
poblaciones de una misma especie. Así, por ejemplo, la diversidad genética de
la especie humana abarcaría desde las variaciones entre los distintos grupos
étnicos, hasta las diferencias entre individuos (Dorado, 2010).

Es la variabilidad a nivel de la información genética de los seres vivos, de gran


importancia para el desarrollo de nuevos cultivos, variedades de animales y
productos farmacológicos (Iberdrola, 2006).

22
La diversidad genética contribuye a la capacidad de recuperación, dado que una
base genética amplia permite que los cultivos y los ganados se adapten a las
condiciones cambiantes. Por ejemplo, la diversidad genética permite a los
agricultores adaptarse al cambio climático proporcionando variedades de
cultivos y de ganado que puedan hacer frente a las condiciones nuevas, tales
como el aumento de la temperatura, la sequía y las inundaciones
(https://www.cbd.int/doc/publications/development/poverty-alleviation-booklet-es.pdf ).

Además de la diversidad de los ecosistemas, pueden ser importantes muchas


otras expresiones de la biodiversidad. Entre ellas están la abundancia relativa de
especies, la estructura de edades de las poblaciones, la estructura de las
comunidades en una región, la variación de la composición y la estructura de las
comunidades a lo largo del tiempo y hasta procesos ecológicos tales como la
depredación, el parasitismo y el mutualismo (Gaston, 1996). En forma más
general, para alcanzar metas específicas de manejo o de políticas, suele ser
importante examinar no sólo la diversidad de composición de genes, especies y
ecosistemas, sino también la diversidad de la estructura y las funciones de los
ecosistemas (Valdovinos, 2003a).

Estos tres elementos de la biodiversidad (espacios, especies y genes) han de


entenderse y tenerse muy en cuenta a la hora de proteger y cuidar la
biodiversidad, ya que, si nos concentramos en salvaguardar una determinada
especie olvidándonos de preservar el ecosistema o espacio al que pertenece,
estaremos haciendo sólo la mitad del trabajo. Volviendo a la hipotética ciudad,
sería como intentar preservar a la especie panaderos sin preocuparse por la
suerte de los agricultores o de sus clientes.

Para protegerlos eficazmente debemos incluir la ciudad en su conjunto con las


relaciones que la mantienen viva. Salvaguardando la diversidad de espacios y
los ecosistemas, protegemos, a su vez, la de especies, y manteniendo esos
espacios conectados entre sí, protegemos, también, la diversidad genética
(Dorado, 2010).

Entre los niveles propuestos, es posible distinguir aspectos de composición


(referidos a la identidad y variedad de genes, especies, poblaciones,
comunidades y paisajes), de estructura (que implica la forma de organización
de los componentes, desde la genética y demográfica de las poblaciones hasta
la fisonomía a nivel del paisaje) y de función, en el marco de los procesos
ecológicos y evolutivos naturales (que incluye el flujo genético, las interacciones
interespecíficas y el flujo de nutrientes) (Iberdrola, 2006).

2.1.6. Valor de la biodiversidad

Dorado (2010), destaca los siguientes aspectos en relación al valor de la


biodiversidad.

23
Cuando hablamos del valor de la biodiversidad no nos estamos refiriendo
solamente al valor monetario de ésta, sino, también, al papel que desempeña en
el mantenimiento del bienestar del ser humano. Tampoco podemos olvidar su
valor con independencia del uso que podamos darle. Es importante conocer el
valor de la biodiversidad y su vínculo con nuestro bienestar, ya que nuestros
esfuerzos para conservarla deberán estar en proporción al valor que ésta tiene y
a los servicios que nos presta.

 Valor no utilitario

El valor no utilitario de la biodiversidad es aquél que no está relacionado con la


explotación directa o indirecta de los recursos biológicos por parte del ser
humano. Podemos diferenciar los siguientes tipos de valor no utilitario:

 Valor potencial o de opción

Hace referencia al valor de la biodiversidad, tanto de la que permanece


inexplorada y desconocida para la ciencia, como de la que ha sido estudiada y
puede ser de importancia en el futuro si se le encuentran nuevas aplicaciones o
si se descubre su utilidad ante nuevos retos aún por llegar. A pesar de este
enorme potencial que guarda la biodiversidad, actualmente ésta se destruye a
un ritmo mucho mayor del que puede ser estudiada.

Es muy difícil saber qué nos deparará el futuro y cuáles serán las utilidades
posibles de los seres que nos rodean. Sin embargo, lo que sí podemos hacer es
un ejercicio de hipótesis y pensar, por ejemplo, cuánta gente hubiera muerto de
haberse extinguido el tejo pacífico, árbol que estuvo amenazado y del que se
extrae el taxol, un importante anticancerígeno; o cuánto dinero hubieran dejado
de ingresar a las empresas dedicadas a la observación de ballenas en las islas
Canarias, por ejemplo, de haberse extinguido éstas.

 Valor de legado o herencia

Está muy relacionado con el concepto de solidaridad intergeneracional: ser


solidarios no sólo con las personas que comparten con nosotros el planeta, sino,
también con las generaciones que vendrán y que tienen igual derecho que
nosotros a disfrutar de los beneficios que la biodiversidad nos proporciona.

Es la esencia del concepto de desarrollo sostenible recogido en la Declaración


de Río de 1992 y que se define como “el desarrollo que satisface las
necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades
de las del futuro para satisfacer sus propias necesidades”.

 Valor de existencia

24
Mucha gente valora a los seres vivos que comparten con nosotros el planeta por
el mero hecho de que cada especie es el resultado de un cúmulo de hallazgos
morfológicos, bioquímicos, ecológicos, de comportamiento, etc, que durante
miles de millones de años de duras pruebas han tenido que ser validados frente
al medio y frente al resto de las especies. El valor que los humanos otorgamos a
la biodiversidad, en este caso, es independiente de su utilidad para los seres
humanos. Buenos ejemplos son ciertas especies emblemáticas como el lince
ibérico, el oso panda o el tigre, que despiertan un sentimiento de empatía en
ciertas personas, pero que no son “útiles” (a simple vista) para las personas que
viven alejadas de sus hábitats.

Todos y cada uno de los valores descritos anteriormente son valores subjetivos,
asignados por el ser humanos a la naturaleza desde un punto de vista
antropocéntrico.

 Valor intrínseco

Existen ciertas corrientes filosóficas que defienden el valor objetivo de la


biodiversidad diferenciándolo del valor subjetivo que el ser humano le otorga.
Son corrientes que parten de la visión de que todos los seres vivos tienen
intrínsecamente valor por sí mismos, independientemente de la utilidad que
otros les den.

Esta forma de ver la naturaleza está presente también en numerosas


sociedades, culturas y religiones. Además, ha sido recogida en numerosos
Tratados Internacionales, como en el propio Convenio sobre diversidad
biológica.

 Valor monetario

La biodiversidad y los servicios de los ecosistemas son la base del 40% de la


economía mundial. No obstante, son bienes públicos y en su mayoría no
cuentan con mercados capaces de asignarles precio. Aunque podemos
averiguar el valor monetario de algunos servicios de los ecosistemas y la
biodiversidad, como, por ejemplo, la producción de alimentos, madera o
medicamentos, hay otros cuyo cálculo resulta imposible.

Valores como el de opción (dado que es imposible saber la utilidad futura de la


biodiversidad), la circulación de nutrientes, ciertos servicios culturales, como los
valores espirituales, religiosos o de inspiración, no pueden ser medidos.
Además, el asignar valor monetario a la biodiversidad puede ser incluso
discutible éticamente si reconocemos el valor intrínseco de ésta. Como dijo
Antonio Machado, “es de necios confundir valor con precio”.

Sin embargo, hay servicios y valores de la biodiversidad que carecen de


mercado, pero cuya traducción a euros, dólares o libras es posible y, desde un

25
punto de vista práctico, puede resultar incluso útil. Es el caso de servicios como
la depuración del agua, el tratamiento de residuos o la regulación de los
desastres ocasionados por amenazas naturales.

Hoy en día, al valorar un bosque nos fijamos únicamente en el precio de


mercado de la madera o del suelo donde se asienta. Esto puede llevar a talarlo,
olvidando su valor real como proveedor de servicios hídricos y de biodiversidad,
su valor paisajístico o el papel que desempeña en la reducción de gases de
efecto invernadero.

Los mercados no asignan un valor económico a los beneficios públicos que


aporta la conservación de la biodiversidad. Sin embargo, sí asignan un valor a
los bienes y servicios privados cuya producción daña los ecosistemas. Asignar
un precio de mercado a los beneficios que nos prestan los servicios de los
ecosistemas y la biodiversidad puede ser de utilidad a la hora de evaluar el valor
real de un ecosistema y de decidir la conveniencia de conservarlo intacto o
usarlo de una u otra manera.

2.1.7. Biodiversidad y bienestar humano

Shahid et al., (1999), destacan los siguientes aspectos relativos acerca de la


importancia de la biodiversidad para el bienestar humano:

Los organismos vivos de la Tierra contribuyen al bienestar humano en una gran


variedad de formas. En primer lugar, los humanos derivan de ellos bienes y
productos esenciales para la vida, incluyendo comida, medicina, productos
industriales, recursos genéticos para la propagación de cultivos, y servicios
naturales para el control de plagas. Tales beneficios pueden ser vistos como los
valores de mercado de la biodiversidad, ya que son rápidamente vinculados a la
economía y frecuentemente se les puede asignar un valor en dólares en el
mercado.

En segundo lugar, la biodiversidad tiene valores no comerciales que se pueden


expresar en términos como el conocimiento, la estética, valores de existencia y
otros. Estos valores no comerciales de la biodiversidad son difíciles de
cuantificar, pero son, para muchos, justificación suficiente para preservar la
biodiversidad, independientemente de su valor en el mercado.

Una tercera categoría de valor, lo constituyen los servicios ecosistémicos. Los


organismos que viven, crecen, se reproducen e interactúan dentro de los
ecosistemas ayudan a mediar local y regionalmente flujos de energía y
materiales. Flujos de energía, se refieren a la captura de energía lumínica por la
fotosíntesis de las plantas verdes o algas y su dispersión como energía química,
a través de la cadena alimenticia a animales que se alimentan de plantas o
algas, -depredadores y eventualmente los descomponedores-. Los flujos de
materiales involucran el reciclaje del carbono, nitrógeno, fósforo y otros

26
elementos entre organismos vivos y el aire, agua y el suelo. Estos flujos de
energía y materiales biológicamente mediados, contribuyen a muchos servicios
ecológicos que sustentan la vida y que mejoran el bienestar humano, tales como
la regulación de gases de efecto invernadero, el tratamiento de aguas, el control
de la erosión, el control de la calidad del suelo, y el crecimiento de plantas. Los
servicios ecosistémicos, pueden incluir también beneficios culturales, como los
religiosos, estéticos, recreacionales, o valores inspiracionales que los humanos
obtienen de los ecosistemas.

Determinar cuando la biodiversidad es importante per se, para el funcionamiento


de los ecosistemas ha sido difícil, en parte porque muchos de los factores, como
conversión de hábitat, que reducen la diversidad local, también afectan
directamente los procesos ecológicos, enmascarando los impactos más sutiles
en el funcionamiento que resultan de la pérdida de las especies. Estudios
recientes, sin embargo, han comenzado a generar claridad importante en el
tema. Estos estudios han mostrado que los ecosistemas son ciertamente
sensibles a cambios en los números y tipos de especies encontrados en sus
comunidades.

La humanidad obtiene beneficios de la biodiversidad en forma de: seguridad


alimentaria, mantenimiento de su salud, seguridad energética, agua, materias
primas, recreación, satisfacciones espirituales, inspiración artística, entre otros.
Podemos decir que la existencia de la biodiversidad garantiza una buena calidad
de vida para el ser humano y es factor decisivo para su misma supervivencia
(http://todosobreelmedioambiente.jimdo.com/biodiversidad/).

La biodiversidad es esencial para la vida y los seres humanos dependen de ella.


Nosotros utilizamos elementos de la biodiversidad en nuestra vida diaria para la
alimentación, medicina y construcción, entre otros. También nos presta
importantes servicios ambientales como la captura de CO 2, el control de la
erosión, la regulación hídrica, y el turismo. No menos relevante es su
importancia cultural y estética para pueblos alrededor del mundo. Desde nuestra
condición humana, la diversidad biológica también representa un capital natural.
El uso y beneficio de la biodiversidad ha contribuido de muchas maneras al
desarrollo de la cultura humana, y representa una fuente potencial para subvenir
a necesidades futuras. Así mismo, es garante de bienestar y equilibrio en la
biosfera. Los tres elementos (genes, especies, ecosistemas) que la componen
conforman verdaderas unidades funcionales, que aportan y aseguran muchos de
los servicios básicos para nuestra supervivencia
(http://todosobreelmedioambiente.jimdo.com/biodiversidad/).

Las relaciones entre biodiversidad y funcionamiento de los ecosistemas han sido


ampliamente tratadas en la literatura; sin embargo, sólo en los últimos años se
ha puesto de manifiesto la importancia de la biodiversidad en el mantenimiento
del bienestar humano (Martín-López, González, Díaz, Castro & García-Llorente,
2007).

27
En su sentido más amplio, la biodiversidad contribuye al bienestar humano
mediante la generación de una amplia variedad de funciones de los
ecosistemas. La seguridad, la salud, el acceso a recursos y medios de vida, la
libertad de acción y elección, entendidos como componentes esenciales del
bienestar humano, se ven así fuertemente influidos por la integridad de los
ecosistemas y su capacidad de generar funciones y proveer un flujo sostenido
de servicios(Martín-López, González, Díaz, Castro & García-Llorente, 2007).

El ser humano forma parte de la biodiversidad, y se beneficia de ella en muchos


aspectos. Entre los bienes y servicios fundamentales que proporciona la
biodiversidad al ser humano se encuentran cuestiones tan básicas como el
alimento, los productos forestales, la regulación de los ciclos naturales o la
capacidad de adaptación al cambio climático. También provee de beneficios
culturales, estéticos y espirituales y, además, tiene un valor intrínseco que debe
ser tenido muy en cuenta a la hora de planificar y gestionar la forma en que el
hombre se beneficia de la biodiversidad. En este sentido, conviene tener cautela
a la hora de utilizar los servicios que proporcionan los ecosistemas como
argumento de conservación de la biodiversidad, siendo necesaria una gestión
orientada al mantenimiento de un rango amplio y equilibrado de servicios,
incluido el valor intrínseco, y no orientada únicamente hacia los servicios de
aprovisionamiento (Álvarez-Uría & De la Cruz, 2011).

La biodiversidad y los recursos naturales son fundamentales para el


mantenimiento del bienestar humano, y para el desarrollo económico y social
(Onaindia. 2010). Está estrechamente ligada a la salud y al bienestar de las
personas y constituye una de las bases del desarrollo social y económico
(http://www.magrama.gob.es/es/biodiversidad/temas/conservacion-de-la biodiversidad/ ).
Contribuye directamente al bienestar del ser humano de muchas maneras, y
también es una base fundamental del sistema que sostiene la vida en la Tierra,
del que depende el bienestar de las generaciones presentes y futuras; ya que
proporciona beneficios que se pueden obtener a corto plazo pero otros pueden
llevar más tiempo, llegando a abarcar varias generaciones humanas.

Entre los beneficios que brinda la diversidad biológica y que contribuyen al


bienestar humano se destacan los siguientes:

 Proporciona productos básicos como los alimentos, la fibra, los combustibles


y los medicamentos.

 Sustenta las funciones de los ecosistemas y la prestación de servicios


(beneficios) a la gente, como por ejemplo purificación y suministro del agua,
polinización, regulación de las plagas y las enfermedades, ciclo de los
nutrientes del suelo y fertilidad del suelo.

28
 Proporciona resiliencia a los ecosistemas y contribuye a la capacidad de
respuesta a cambios globales y desastres ocasionados por amenazas
naturales imprevisibles

 Incluye la diversidad genética esencial para la adaptación de especies y


ecosistemas con el fin de superar retos presentes y futuros.

 Es valiosa por razones culturales, espirituales y religiosas, y proporciona


oportunidades para la investigación y la educación.

Los beneficios aportados por la diversidad biológica son importantes para todas
las personas. Algunos beneficios de la diversidad biológica son especialmente
importantes para los pueblos indígenas, para los pobres y para grupos
vulnerables. En muchos casos estos grupos, entre los que se incluyen los
pobres de las zonas rurales, dependen directa y principalmente de la diversidad
biológica y los ecosistemas. Para ellos, los bienes y servicios proporcionados
por los ecosistemas que sustenta la diversidad biológica suelen constituir redes
de seguridad social. Es posible que las mujeres y los hombres utilicen los bienes
y servicios de los ecosistemas de formas diferentes.

A continuación se destacan ejemplos de beneficios que brinda la diversidad


biológica y que contribuyen al bienestar humano:

 Casi mil millones de personas que viven en países en desarrollo dependen de


la pesca como fuente principal de proteína animal.

 Hasta un 80% de la población de zonas rurales de países en desarrollo


recurre a medicamentos tradicionales derivados de plantas para el cuidado
básico de su salud.

 Grandes poblaciones del sur y el este de Asia dependen de complejos agro-


ecosistemas de piscicultura en arrozales, en los que los peces y otros
animales acuáticos sirven de fuente de nutrientes a las comunidades locales y
proporcionan servicios esenciales para la productividad del arroz en los
campos inundados.

 Una serie de ecosistemas sirven de amortiguadores frente a peligros


naturales, proporcionando valiosos, aunque infrautilizados, enfoques de la
adaptación al cambio climático, mejorando la resiliencia natural y reduciendo
la vulnerabilidad de la gente ante, por ejemplo, las inundaciones y los efectos
de la degradación de las tierras. Estos servicios de los ecosistemas mejoran
la sostenibilidad y la eficiencia económica de la infraestructura creada, y son
cruciales para la sostenibilidad y la resiliencia de las zonas urbanas.

 El acceso a espacios verdes es un determinante importante de la salud física


y mental de muchas personas que viven en ciudades

29
(https://s3.amazonaws.com/km.documents.attachments/9c85/68e8/4d7002e3bc6345978ac1d
296?AWSAccessKeyId=AKIAI7FAKFTLBEQGAW3Q&Expires=1478266791&response-
content-disposition=inline%3B%20filename%3D%222401TST%20Issues%20Brief
%20Biodiversity_es.pdf%22&response-content-type=application
%2Fpdf&Signature=1kcZEu25a0Hf1KuS9mAGUEMqlS4%3D).

El 70% de los pobres del mundo viven en zonas rurales y dependen


directamente de la diversidad biológica para su supervivencia y bienestar. Los
pobres urbanos también dependen de la diversidad biológica, no sólo para la
producción de alimentos y otros bienes necesarios, sino también para servicios
de los ecosistemas, tales como el mantenimiento de la calidad del aire, el agua y
la destrucción de los residuos. El impacto de la degradación ambiental es más
grave para las personas que viven en la pobreza, porque cuentan con pocas
opciones alternativas para medios de vida alternativos.

La diversidad biológica dentro de las especies, entre las especies y proveniente


de los ecosistemas resulta esencial para la mitigación de la pobreza y el
desarrollo (https://www.cbd.int/development/about/whatdoesitmean.shtml). Es la base de
los medios de vida sostenibles. Los beneficios que proporciona son
especialmente importantes para los grupos pobres y vulnerables. Para muchas
personas, los bienes y servicios derivados de la diversidad biológica son sus
redes de seguridad social y pueden representar la diferencia entre la miseria y el
bienestar (https://www.cbd.int/development/doc/sdg-feb2014-info-es.pdf).

La especie humana forma parte de la biodiversidad, y se beneficia de ella en


muchos aspectos, de tal manera que los servicios que gratuitamente prestan los
sistemas ecológicos constituyen elementos esenciales del bienestar humano.
Por ejemplo, algunos de los descubrimientos más importantes sobre el
conocimiento acerca de nosotros mismos, de nuestras enfermedades y de la
forma de remediarlas se han llevado a cabo gracias a la existencia de la
biodiversidad. Otros ejemplos de bienes y servicios fundamentales que
proporciona la biodiversidad son el alimento, los productos forestales, la
regulación de los ciclos naturales o la capacidad de adaptación al cambio
climático. Pero no solo esto, sino que la biodiversidad también provee de
beneficios estéticos y espirituales y, además, tiene un valor intrínseco,
independientemente de todos los bienes y servicios que proporciona al ser
humano. Por ejemplo, un componente individual de la biodiversidad, como una
determinada especie comestible, puede ser valiosa como recurso biológico, pero
la diversidad de especies, por sí misma, es valiosa porque la existencia de una
alta variedad de especies aumenta la capacidad de un ecosistema para ser
resiliente a los cambios ambientales que puedan ocurrir, como el cambio
climático y, por tanto, contribuye a nuestra seguridad (Álvarez-Uría & De la Cruz,
2011).

Aparte de los recursos que la propia naturaleza proporciona en forma de frutos o


productos a la población local, la biodiversidad genera una serie de beneficios
“no visibles” que permiten la existencia de ecosistemas saludables y el

30
mantenimiento de los servicios críticos. Un ecosistema en buenas condiciones
es en esencia un seguro contra los desastres ocasionados por amenazas
naturales, las enfermedades, un entorno inestable y la inseguridad alimentaria
(Álvarez-Uría & De la Cruz, 2011).

En las últimas décadas los seres humanos hemos introducido cambios sin
precedentes en los ecosistemas para abastecer una demanda siempre creciente
de alimento, agua, fibra y energía. Estos cambios actualmente amenazan el
bienestar de la población mundial. Destacan como amenazas a nuestra especie:
la situación extrema en que se encuentran muchas especies de peces que son
objeto de pesca, la vulnerabilidad de billones de personas que viven en las
regiones secas, la falta de agua, el cambio climático y la contaminación
(Fundación Global Nature, 2012).

La pérdida de biodiversidad tiene grandes impactos para los humanos. Quince


de los 24 servicios de los ecosistemas que contribuyen directamente al bienestar
humano están en declive (http://www.humboldt.org.co/es/biodiversidad/que-es-la-
biodiversidad). Además, produce reducciones importantes en los bienes y servicios
de que están dotados los ecosistemas de la Tierra. Pensemos solamente en la
provisión de bienes generados por los recursos naturales: alimentos, materias
primas o medicamentos, o de servicios como los de la polinización o los del ciclo
de nutrientes. Todos ellos contribuyen a la prosperidad económica y al desarrollo
humano. En la mayoría de los casos, son fundamentales para nuestra
supervivencia.

Los cambios en la biodiversidad están repercutiendo directa o indirectamente


sobre el bienestar humano, ya que comprometen el funcionamiento mismo de
los ecosistemas y su capacidad de generar servicios esenciales para la sociedad
(Díaz et al., 2006; citado por (Martín-López, González, Díaz, Castro & García-
Llorente, 2007).

La pérdida de alguno de los componentes/elementos de la biodiversidad (genes,


especies, hábitat y ecosistemas) puede tener distintos efectos en el
funcionamiento de los ecosistemas y, por tanto, en el suministro de servicios
hacia la sociedad (Martín-López, González, Díaz, Castro & García-Llorente,
2007).

Las modificaciones humanas a la comunidad viviente dentro de un ecosistema


-así como a la biodiversidad global de la Tierra- pueden alterar las funciones
ecológicas y los servicios que sustentan la vida, los cuales son vitales para el
bienestar de las sociedades humanas (Shahid et al., 1999).

La relación entre biodiversidad y pobreza es un tema clave, pues si bien toda la


población se verá afectada por la pérdida de biodiversidad, serán los países
pobres los más vulnerables a este fenómeno.

31
Martín-López & Montes (2011), explican diferentes aspectos relacionados con la
relación entre biodiversidad y bienestar humano; los cuales se destacan a
continuación:

A pesar del creciente reconocimiento existente sobre la importancia de la


conservación de los ecosistemas y la biodiversidad que éstos albergan, su
degradación continúa incluso a gran escala. Por otro lado, la erosión de la
biodiversidad repercute, directa o indirectamente, sobre el bienestar humano ya
que comprometen el funcionamiento de los ecosistemas y su capacidad de
generar servicios esenciales para la sociedad. Como consecuencia, si bien en el
pasado buena parte de las iniciativas de conservación de la biodiversidad se
basaron casi exclusivamente en criterios éticos (valores intrínsecos), en los
últimos años han comenzado a cobrar fuerza argumentos de carácter más
pragmático (valores instrumentales), que toman en cuenta la contribución de la
biodiversidad a la calidad de vida y el bienestar de las sociedades humanas

Estudiar las relaciones entre naturaleza y sociedad implica analizar esta doble
vía: cómo el ser humano afecta a la integridad de los ecosistemas, y cómo éstos
repercuten en el bienestar humano. De esta manera, se reconocen los estrechos
vínculos existentes entre ecosistemas y bienestar humano, o lo que es lo mismo,
entre ecosistemas y sistemas sociales. De hecho, en un proceso de co-
evolución, los sistemas humanos y los ecosistemas se han ido moldeando y
adaptando conjuntamente, convirtiéndose en un sistema integrado de humanos
en la naturaleza denominado sistema socio-ecológico o socio-ecosistema. Los
sistemas sociales y los ecosistemas están estrechamente vinculados y, por
tanto, la delimitación exclusiva de un ecosistema o de un sistema social resulta
arbitraria y artificial. Los sistemas socio-ecológicos son sistemas complejos
adaptativos, jerárquicamente estructurados y auto-organizados, que gozan de
capacidad adaptativa. Las escalas de decisión de los sistemas sociales se
entrelazan con diferentes escalas de los ecosistemas. Por ejemplo, los cambios
de usos del suelo están determinados por decisiones en el sistema social, que
afectan directamente al estado de los ecosistemas. Dentro de la jerarquía de los
sistemas sociales, los diferentes grupos de individuos u organizaciones que lo
conforman tienen diferentes percepciones o visiones sobre cuál es el estado
deseado del socio-ecosistema, generando conflictos y desigualdades sociales
en el uso y gestión de servicios. De tal manera, que cualquier toma de
decisiones relativa a la gestión de los servicios de los ecosistemas, afecta a la
estructura y funcionamiento tanto de los ecosistemas como de los sistemas
sociales.

Debido a la complejidad inherente de los sistemas socio-ecológicos, existe una


ausencia de información básica sobre las relaciones existentes entre
biodiversidad, servicios de los ecosistemas, sistema socio-cultural y bienestar
humano. La complejidad de análisis de los sistemas socio-ecológicos dificulta
una aproximación metodológica de medida, cuantificación y evaluación de los

32
servicios de los ecosistemas, así como el análisis del efecto de los mismos en el
bienestar humano.

La aproximación a la biodiversidad desde los servicios de los ecosistemas viene


dada desde una perspectiva antropocéntrica o instrumental en la cual los
ecosistemas se vinculan directamente con el bienestar humano. Desde este
contexto antropocéntrico, los ecosistemas son entendidos como un capital
natural, es decir como aquellos ecosistemas con integridad ecológica y aptitud
para lidiar con las perturbaciones (resiliencia) y por tanto, con capacidad de
generar un flujo de servicios al ser humano, mediante el mantenimiento de sus
funciones. De esta manera, los ecosistemas contribuyen al bienestar humano
mediante su capacidad de proveer servicios que satisfagan a la sociedad, esto
es mediante el flujo de funciones. Esto implica que las interacciones
establecidas entre la estructura y los procesos ecológicos tienen la capacidad de
generar servicios a través de las funciones de los ecosistemas. Por tanto, las
funciones de los ecosistemas es un concepto intermedio entre los ecosistemas y
la biodiversidad y los servicios que generan. La principal diferencia entre
funciones y servicios es que las funciones existen independientemente de su
uso, demanda, disfrute o valoración social, traduciéndose en servicios sólo
cuando son usadas, de forma consciente o inconsciente, por la población. De
este modo, la traducción de una función en un servicio implica necesariamente
la identificación de los beneficiarios, del tipo de disfrute realizado, así como la
localización espacio-temporal de su uso.

La relación entre funciones y servicios por lo general no es lineal. Múltiples


funciones pueden ser necesarias para la generación de un servicio y una misma
función puede ser necesaria para la generación de distintos servicios. Este
esquema analítico trazado entre funciones y servicios no es rígido y pre-
establecido porque los servicios dependen de la perspectiva de los usuarios. Por
ejemplo, la función de regulación del ciclo del agua puede dar lugar a un servicio
de abastecimiento -p.e. consumo de agua potable-, a un servicio de regulación
-p.e. prevención contra riadas (crecida de un río)-, o a un servicio cultural -p.e. la
pesca recreativa en ríos-, en función del interés de los beneficiarios del socio-
ecosistema.

Diferentes autores reconocen la multidimensionalidad del valor de los servicios


de los ecosistemas, incorporando su valor biofísico o ecológico, socio-cultural y
monetario. Cada una de las dimensiones de los servicios de los ecosistemas se
relaciona con los diferentes componentes del marco conceptual de la cascada
de los servicios. De esta manera, la dimensión biofísica o ecológica de los
servicios se encuentra íntimamente relacionada con la biodiversidad y los
ecosistemas, y su capacidad de generar servicios (funciones) y, por tanto, no
depende de las preferencias humanas. La dimensión socio-cultural viene
determinada por las preferencias humanas basadas en cuestiones éticas,
tradiciones o en la identidad local y cultural de la sociedad, sin considerar
aspectos monetarios o demanda de servicios basada en los mercados. Por tanto

33
esta dimensión, se encuentra íntimamente ligada con los servicios per sé.
Finalmente, la dimensión monetaria viene determinada principalmente por los
beneficios que obtenemos de los ecosistemas, y que tienen un reflejo en el
mercado o su valor monetario puede estimarse con mercados hipotéticos (p.ej.
la disposición a pagar por disfrutar de un servicio). Esta dimensión se relaciona
con los beneficios. Las tres dimensiones generan información complementaria,
siendo esencial generar la información en función de la dirección de la cascada
de los servicios. Es decir, para generar información validada del valor monetario
de los servicios, previamente se debe conocer la información sobre la evaluación
socio-cultural, en la que se analiza cuestiones éticas, el comportamiento
ambiental, conocimiento local, o identidad local de los actores sociales. Previo a
la obtención de la evaluación socio-cultural, debería existir información sobre la
capacidad de los ecosistemas de generar servicios, es decir sobre la integridad y
resiliencia ecológica. Por tanto, para informar adecuadamente a los tomadores
de decisiones es necesario que previo a cualquier proceso de valoración
monetaria, se analicen las dimensiones ecológicas y socio-culturales de los
servicios. De esta manera, la base de la evaluación de servicios debe ser
biofísica y socio-cultural, pasando finalmente, si fuera necesario, por la
valoración monetaria.

Aunque la estructura general del marco conceptual y metodológico de la


cascada de los servicios y la clasificación de los mismos está generalmente
aceptada, la distinción entre función, servicio y beneficio continúa siendo tema
de debate. Por ejemplo, hay autores que usan la terminología de “servicios
intermedios” (p.e. productividad primaria, formación del suelo), “servicios
finales”’ (p.e. depuración de agua, protección de la costa frente a tormentas) y
“beneficios” (p.e. agua potable, reducción de la vulnerabilidad ante catástrofes
naturales, valores recreativos); o la terminología de “procesos ecológicos
esenciales” (p.e. producción primaria, descomposición, ciclos de nutrientes),
“procesos de los ecosistemas beneficiosos” (p.e. polinización, control de
plagas y especies exóticas), y ”beneficios” (p.e. alimento, agua potable, fibras).
Un análisis detallado de estas clasificaciones nos pone de manifiesto que
conceptualmente hay un determinado consenso en el marco de la cascada de
los servicios y clasificación de los mismos, ya que los servicios identificados
como servicios intermedios o procesos ecológicos esenciales son en gran
medida aquellos que la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio identificaba
como servicios de soporte, y los que actualmente se definen por problemas de
doble conteo como funciones de los ecosistemas. Igualmente, los servicios
identificados como procesos de los ecosistemas beneficiosos o servicios finales
hacen referencia realmente a los servicios de regulación.

El papel que juegan los ecosistemas y la biodiversidad en el suministro de los


servicios de los ecosistemas es uno de los retos académicos y científicos más
importante en el contexto de la evaluación de los servicios. Recientemente, han
existido diferentes intentos para clarificar las relaciones entre biodiversidad,
funciones de los ecosistemas y suministro de servicios, focalizado su atención

34
en determinar cómo los diferentes componentes de la biodiversidad contribuyen
al suministro de los servicios de los ecosistemas. Para evaluar en qué medida la
biodiversidad suministra un flujo diverso de servicios, primeramente, se requiere
reconocer cuáles son los procesos ecológicos que subyacen al suministro de
determinados servicios e identificar cuáles son los organismos o grupo de
organismos que controlan dichos procesos. Muchos estudios han tratado de
documentar el efecto que tiene la biodiversidad sobre el suministro de los
servicios de los ecosistemas, pero la mayoría de ellos se han centrado en
estudios a pequeña escala y experimentos a corto plazo, que no generan
información válida para la gestión de los ecosistemas y la biodiversidad. Por
ejemplo, diferentes estudios han tratado de determinar estos aspectos
identificando el papel funcional en el suministro de servicios de los polinizadores,
de determinadas especies de plantas como fijadoras de nitrógeno, de especies
ingenieras en la formación del suelo, de diferentes grupos de microorganismos y
de la fauna en la formación y fertilidad del suelo, y el papel de determinadas
especies de plantas acuáticas en la depuración y regulación hídrica.

Aquella componente de la estructura biológica de los ecosistemas con


capacidad para generar servicios se la ha denominado unidad suministradora
de servicios o proveedores de servicios. El término de unidad suministradora
de servicios se creó en el año 2003 para hacer referencia a las poblaciones de
especies que contribuían a suministrar servicios localmente. Posteriormente, en
el año 2005, se identificó el papel que tienen la diversidad funcional, las
poblaciones, comunidades y gremios en el suministro de servicios a la sociedad
bajo el concepto de proveedores de servicios. De hecho, ambos conceptos se
usan actualmente de manera conjunta para indicar las características requeridas
de una especie, comunidad o hábitat para suministrar servicios en función de la
demanda realizada por los beneficiarios.

La mayoría de los ecosistemas han sido transformados cambiando los usos del
suelo, con el fin de que el ser humano obtenga servicios de abastecimiento (p.e.
alimento). La gestión del territorio influye en la estructura y funcionamiento de los
ecosistemas, así como en la biodiversidad, elemento clave del suministro de
servicios. Un cambio en los usos del suelo o en la gestión del territorio supone
un cambio en el suministro del conjunto de servicios.

En general hay servicios que se relacionan y evolucionan positivamente. Es


decir, un aumento en el suministro de uno de ellos implica un aumento en el
suministro de los otros. Por ejemplo, el mantenimiento de la fertilidad del suelo
promueve el reciclado de nutrientes y la productividad primaria, lo que implica un
aumento en la capacidad de almacenar carbono y, por tanto, de regulación del
clima. Además, un suelo fértil implica menores tasas de erosión y, por tanto,
favorece la regulación hídrica y la calidad del agua. Todo ello supone una mejora
en la capacidad de suministrar, no sólo servicios de regulación, sino también
servicios de abastecimiento como madera o fibras vegetales. De esta manera,
se dan unas sinergias entre los diferentes servicios de regulación y entre éstos y

35
algunos servicios culturales (p.e. valores estéticos y/o valor de existencia) y de
abastecimiento (p.e. fibras vegetales y/o medicinas).

Por otro lado, hay servicios de los ecosistemas que se relacionan y varían
negativamente, ya que el aumento en el suministro y uso de uno de ellos
promueve la degradación en los otros. Por ejemplo, un aumento en la
producción de alimentos a través del aumento de la superficie de cultivo y el uso
de fertilizantes y pesticidas, reduce la biodiversidad y, por tanto, supone una
disminución de la capacidad de los ecosistemas para suministrar servicios de
regulación (p.e. control de erosión del suelo, regulación hídrica, depuración de
agua, control de plagas y de especies exóticas invasoras). Consecuentemente,
parece claro que existen unos compromisos entre ventajas y desventajas o
trade-offs (compensaciones) de diferentes servicios, principalmente entre los
servicios de abastecimiento y los de regulación.

El conocimiento de estas relaciones, tanto de las sinergias conjuntas de los


servicios como de los trade-offs entre servicios, es esencial para asegurar que la
toma de decisiones es efectiva en términos de asegurar un flujo variado de
servicios que satisfaga el bienestar humano.

En general, además de los trade-offs resultado de diferentes estrategias de


gestión del territorio, existen otros tres tipos de trade-offs: (1) temporales, (2)
espaciales e (3) interpersonales.

 Trade-offs temporales: que implican beneficios ahora y costos a largo plazo.


Este tipo de trade-off representa la piedra angular de la definición de
desarrollo sostenible del Informe Brudntland. En él se define el desarrollo
sostenible como "aquel que satisface las necesidades del presente sin
comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus
propias necesidades

 Trade-offs espaciales: que suponen un beneficio local, pero costes en otro


lugar, bien sean locales, regionales o globales. Este tipo de trade-off es típico
de los hidrosistemas, tanto superficiales como subterráneos. Por ejemplo, en
las cuencas hidrográficas, la conservación de los bosques en la cuenca alta
del río promueve que en la cuenca baja disfruten de buena calidad de agua,
generando un beneficio local en la cuenca baja debido a la conservación de la
cuenca alta, la cual lleva implícita unos costos. De manera similar, se produce
el caso contrario donde la contaminación de un río por una actividad agrícola
o industrial en la cuenca alta implica el deterioro de la calidad de agua en la
cuenca baja, suponiendo un beneficio local en la cuenca alta y un coste en la
cuenca baja.

Este trade-off está altamente relacionado con el análisis escalar espacial de los
proveedores de servicios, es decir de la estructura que subyace a la capacidad
de los ecosistemas de generar servicios, y de los beneficiarios de servicios, es

36
decir de los actores sociales que demandan, usan y disfrutan los servicios de los
ecosistemas. Como indican algunos estudios, el suministro y el uso del servicio
pueden coincidir en el espacio (servicio recreativo generado por un paseo en un
bosque) o puede que no. El flujo de servicios puede distribuirse en todas las
direcciones desde su origen (polinización de campos agrícolas), distribuirse
pendiente abajo en el caso de flujos hídricos (uso de agua), distribuirse en una
dirección (protección de humedales costeros frente a tormentas), o distribuirse
globalmente (el mantenimiento de un clima favorable es demandado
globalmente, mientras que los componentes ecológicos encargados de
mantener la función suministradora de este servicio pueden localizarse en una
escala regional, como la cuenca del río Amazonas).
 Trade-offs interpersonales: que supone un escenario donde unos individuos
ganan y otros pierden. Este tipo de trade-off es resultado de la
conceptualización del término servicio como dependiente de los actores
sociales que usan, valoran o disfrutan los servicios. De esta manera,
normalmente, el disfrute de un servicio por parte de determinados actores
supone que otro grupo de actores sociales no puedan disfrutar de este u otros
servicios, generando un escenario de ganadores-perdedores. Asimismo, la
diversidad de intereses por parte de los actores sociales de fomentar unos u
otros servicios genera conflictos sociales, ya que como se ha visto el fomento
de unos servicios se realiza a expensas de otros.

Martín-López, González, Díaz, Castro & García-Llorente (2007), expresan que


para comprender la relación entre biodiversidad y bienestar humano; es
importante entender el concepto de diversidad/biodiversidad funcional, al
respecto destacan los siguientes aspectos:

Los procesos ecológicos que operan en un ecosistema son, en gran medida,


consecuencia de los organismos que lo habitan. Sin embargo, muchos de los
procesos que regulan el funcionamiento de los ecosistemas son difícilmente
asignables a una especie particular, y a menudo no es posible determinar la
contribución relativa de cada especie a un proceso concreto. Durante décadas la
aproximación más común ha sido relacionar el funcionamiento de los
ecosistemas con la riqueza de especies, que es el componente de la
biodiversidad más fácil de medir en la mayoría de las situaciones. No obstante,
esta aproximación ha resultado insuficiente y, hoy en día, la atención se vuelca
hacia un enfoque más funcional, que trata de establecer relaciones causales
entre las características de los organismos presentes y los procesos y servicios
de los ecosistemas (Hooper et al., 2005 & Díaz et al., 2005). En este contexto,
las relaciones entre funcionamiento ecológico y biodiversidad han sido
abordadas desde distintas aproximaciones, si bien todas ellas coinciden en
estudiar el papel funcional de los organismos en un ecosistema. En algunos
casos, la atención ha recaído directamente sobre especies individuales
-especies clave (Paine, 1969) o especies ingenieras (Jones et al., 1994), y en
otros casos sobre grupos funcionales, que se definen como grupos de
especies que tienen un papel semejante en el funcionamiento del ecosistema o

37
respuestas similares a factores ambientales (Gitay & Noble, 1997). El concepto
de grupo funcional a veces ha sido usado como sinónimo de gremio (Root,
1967) en el ámbito de la ecología de comunidades; sin embargo ambos términos
tienen diferentes connotaciones. Mientras que gremio hace referencia al
conjunto de especies que explotan de manera similar los recursos ambientales,
en particular recursos tróficos, el concepto de grupo funcional tiene
implicaciones más generales (Blondel, 2003).

Recientemente, han existido intentos de redefinir las especies clave con el


objetivo de combinar ambos enfoques; sin embargo, incluso dentro de este
marco, existen distintas aproximaciones. Así, mientras Walker (1992) concluye
que los esfuerzos de conservación deben ir dirigidos hacia aquellas especies
clave que sean únicas representantes de grupos funcionales, Bengtsson (1998)
concluye que las especies clave deberían incluirse dentro de un grupo funcional
que además contenga otras especies. Por otra parte, Allison et al., (1996)
considera que las especies clave deberían ser las especies dominantes dentro
de un grupo funcional que contenga múltiples especies. Finalmente, Davic
(2003) redefine las especies clave como aquellas especies, cuyos efectos top-
down sobre la diversidad específica o procesos competitivos son relativamente
importantes en relación a su biomasa dentro de un grupo funcional. Más
recientemente, la atención teórica se ha desviado desde los grupos funcionales
hacia los caracteres y síndromes funcionales, debido a que cada vez resulta
más evidente que los grupos funcionales se definen de modo diferente según el
objetivo de estudio y en la naturaleza existen síndromes funcionales, más que
grupos rígidos. No obstante, la identificación de grupos funcionales sigue siendo
válida y útil para fines prácticos de manejo y conservación, y como herramienta
de comunicación entre científicos, gestores y población local. Díaz et al., (2002)
y Lavorel et al., (2007) ofrecen revisiones detalladas del concepto de grupos
funcionales y su reciente transición hacia el enfoque de caracteres o
síndromes funcionales.

La diversidad funcional ha sido definida de múltiples maneras. Por ejemplo,


Naeem & Li (1997) la definen como el número de grupos funcionales
representados por las especies en una comunidad; Martínez (1996), como la
variedad de las interacciones con los procesos ecológicos a diferentes escalas
espacio-temporales; Tilman (2001), como el rango y valor de los caracteres de
los organismos que influyen sobre el funcionamiento ecológico. Más
recientemente, Díaz et al., (2007a) incorporan la abundancia relativa de los
caracteres como componente clave, definiendo así la diversidad funcional como
“el tipo, rango y abundancia relativa de los caracteres funcionales presentes en
una comunidad”.

Aunque cada especie contribuye al funcionamiento de los ecosistemas, la


naturaleza y magnitud de sus contribuciones individuales varían
considerablemente en función del ecosistema o del proceso al que se haga
referencia. En este sentido, los mecanismos a través de los cuales la

38
biodiversidad puede influir en el funcionamiento de los ecosistemas están más
relacionados con algunos caracteres funcionales de las especies,

La biodiversidad funcional, al afectar a las propiedades y el funcionamiento de


los ecosistemas, repercute directa o indirectamente en los beneficios que las
sociedades humanas obtienen de ellos en forma de servicios (MEA, 2005; Díaz
et al., 2006). De esta forma, la biodiversidad puede ser entendida como un
componente fundamental del capital natural (Gómez-Baggethun & de Groot,
2007).

En su sentido más amplio, la biodiversidad contribuye al bienestar humano


mediante la generación de una amplia variedad de funciones de los
ecosistemas, las cuales son definidas como la capacidad de proveer servicios
que satisfagan a la sociedad (de Groot et al., 2002). Los términos
funcionamiento ecológico y funciones de los ecosistemas han sido
frecuentemente usados indistintamente (Boyd & Banzhaf, 2007). Sin embargo,
mientras que el funcionamiento ecológico, es decir el conjunto de los procesos
ecológicos, es inherente a las propiedades intrínsecas de los ecosistemas; las
funciones de los ecosistemas son entendidas desde una perspectiva
antropocéntrica como la potencialidad de generar servicios, implicando
necesariamente a la dimensión social. Por otro lado, las funciones existen
independientemente de su uso, demanda, disfrute o valoración social,
traduciéndose en servicios sólo cuando son usadas, de forma consciente o
inconsciente, por la población. De este modo, la traducción de una función en un
servicio implica necesariamente la identificación de los beneficiarios, del tipo de
utilización realizado, así como la localización espacio-temporal de su uso. Por
ejemplo, la capacidad de mantener un clima favorable para los seres humanos
(servicio) depende de la regulación climática (función), que en último término
dependerá parcialmente de la diversidad funcional y del mantenimiento de los
procesos ecológicos asociados a la misma. En este contexto, podemos hablar
de funciones suministradoras de servicios (Martín-López et al.,), como el
conjunto de grupos funcionales, especies, pool genético, etc., con potencialidad
para proveer servicios a la sociedad. En algunas revisiones recientes se habla
también de “unidades proveedoras de servicios” (Luck et al., 2003).

La seguridad, la salud, el acceso a recursos y medios de vida, la libertad de


acción y elección, entendidos como componentes esenciales del bienestar
humano, se ven así fuertemente influidos por la integridad de los ecosistemas y
su capacidad de generar funciones y proveer un flujo sostenido de servicios.

Si bien todos los componentes de la biodiversidad, desde el nivel de


organización genético hasta la escala de comunidad, desempeñan algún rol en
la generación de funciones y la provisión de servicios, existen evidencias que
apuntan a que sería la diversidad funcional el componente que mejor explica los
efectos de la biodiversidad en muchos de los servicios esenciales para el ser
humano (Díaz et al., 2006), ya sean éstos de regulación, abastecimiento, o

39
culturales. El caso más evidente y palpable quizá sea el de los servicios de
regulación, que aparecen mucho más estrechamente ligados al concepto de
diversidad funcional que a otras aproximaciones basadas en la riqueza de
especies.

Las estrechas relaciones entre biodiversidad y bienestar humano a las que nos
hemos estado refiriendo resultan especialmente patentes en el caso de las
poblaciones humanas más pobres y desfavorecidas del planeta. Éstas
frecuentemente dependen íntimamente de la fertilidad de los suelos, la
existencia de aguas limpias, o la presencia de flora y fauna silvestre como fuente
de proteínas y medicamentos, entre otros factores esenciales para su
subsistencia; siendo por ello, las más vulnerables a los cambios en la diversidad
funcional (Bass et al., 2006). Por lo general, las sociedades más desarrolladas
tienen acceso a una mayor variedad de servicios y pueden adaptarse con cierta
facilidad a los cambios en la disponibilidad de los mismos, dada su mayor
capacidad para adquirir servicios o sustituirlos cuando éstos se vuelven escasos
a través de la tecnología (MEA, 2005). Contrariamente, las comunidades rurales
de los países menos desarrollados, habitualmente carecen de acceso a servicios
alternativos y resultan por ello mucho más vulnerables a los cambios en la
integridad de los ecosistemas, que con frecuencia se traducen en pérdidas de
productividad agrícola, contaminación de las aguas, erosión y pérdida de
fertilidad de los suelos, o falta de capacidad de protección ante eventos
climáticos extremos o catástrofes naturales. La conservación de la diversidad
funcional, como garantía de la integridad y adecuado funcionamiento de los
ecosistemas es, pues, para ciertos países o sectores desfavorecidos de la
sociedad, no sólo una mera cuestión de opción sino de verdadera supervivencia.

Dado el importante papel que tiene la diversidad funcional en la generación de


funciones y en la provisión de servicios a la sociedad, resulta paradójico que sea
escasamente considerada en la toma de decisiones. Quizás ello se deba a que
ésta suele estar determinada principalmente por análisis coste-beneficio que no
incorporan aquellos valores de la biodiversidad no reconocidos en el mercado.
En este sentido, resulta esencial desarrollar técnicas que permitan una
adecuada valoración de las funciones y servicios de los ecosistemas de cara a
su incorporación en los procesos de toma de decisiones.

Cualquier proceso que pretenda una valoración integral de las funciones y


servicios de los ecosistemas debería incluir tres tipos de valor: ecológico,
socio-cultural y monetario. Mientras que los dos primeros están directamente
relacionados con las funciones suministradoras de servicios, y por tanto con la
diversidad funcional, el valor monetario está más vinculado con la demanda de
servicios por parte de la sociedad.

El valor ecológico atañe solamente a aquellos componentes puramente


ecológicos que no dependen de las preferencias humanas. La capacidad de
proveer servicios viene determinada por componentes ecológicos, como el

40
mantenimiento del funcionamiento de los ecosistemas. Por tanto, depende en
gran parte de la diversidad funcional, determinando así el resto de los valores en
la toma de decisiones.

Los valores socio-culturales aparecen relacionados con cuestiones éticas


hacia otras sociedades (p.e. equidad intra e intergeneracional) y hacia la
biodiversidad (p.e. valor intrínseco de las especies). En este caso, las
percepciones y preferencias sociales juegan un importante papel en determinar
la importancia de la biodiversidad (de Groot et al., 2002), y la importancia de las
funciones suministradoras de servicios.

El valor monetario ha sido tradicionalmente conceptualizado desde la


Economía Ambiental bajo el término de valor económico total (Pearce &
Turner, 1990), compuesto por el valor de uso y el de no-uso. El valor de uso
implica un beneficio obtenido de manera directa de la biodiversidad, mientras
que el valor de no-uso está asociado con la satisfacción personal derivada del
conocimiento de que determinadas especies o ecosistemas existen. El valor de
uso se compone a su vez del valor de uso directo (directamente relacionado
con los servicios de abastecimiento y servicios culturales), el valor de uso
indirecto (relacionado con distintos servicios de regulación) y el valor de opción
(relacionado con la importancia de mantener un suministro de servicios en el
futuro).

2.1.8. Relación entre empresa y biodiversidad

La relación entre empresa y biodiversidad es bidireccional: por un lado las


empresas presentan una dependencia de los servicios de los ecosistemas y a su
vez infringen dentro de la biodiversidad un determinado impacto. La clave está
en evaluar cuál es nuestra dependencia y nivel de impacto y una vez conocido
esto, definir qué tipo de relación tendremos con ella.

Las empresas ejercen una doble función dentro de la biodiversidad y el capital


natural, por un lado son consumidoras (en algún punto de su cadena de valor
necesitan del suministro de materias primas) y por otro son a su vez
suministradoras (tras un proceso de transformación ponen en circulación
productos para su consumo). Esta dependencia obliga a establecer una
estrategia para regular el impacto e implicarse en el compromiso con la
biodiversidad (http://www.foretica.org/tematicas/capital-natural-biodiversidad/ ).

Muchos sectores económicos dependen de la diversidad biológica y de los


servicios de los ecosistemas, comprendidos el suministro de agua, la agricultura,
la pesca, la silvicultura, la salud, la nutrición, la energía, el transporte y el
turismo. Por ejemplo:

41
 Las tres cuartas partes de los medicamentos de venta con receta más
importantes a nivel mundial (a una escala comercial) contienen componentes
derivados de extractos de plantas.

 La diversidad genética es fundamental para el sector de las semillas. Sus diez


empresas más destacadas tuvieron unas ventas de semillas comerciales de
15,000 millones de dólares americanos en 2006.

 Se calcula que los insectos y otros animales que llevan el polen de un cultivo
a otro, sobre todo frutas y verduras, tienen un valor superior a 200,000
millones de dólares americanos anuales para la economía alimentaria
mundial.

 La pesca da empleo aproximadamente a 200 millones de personas en todo el


mundo, proporciona alrededor de un 16% de la proteína consumida a nivel
mundial y tiene un valor estimado de 80,000 millones de dólares americanos.

 El ecoturismo genera un considerable volumen de empleo y su valor actual es


aproximadamente de 100,000 millones de dólares americanos al año
(https://s3.amazonaws.com/km.documents.attachments/9c85/68e8/4d7002e3bc6345978ac1d
296?AWSAccessKeyId=AKIAI7FAKFTLBEQGAW3Q&Expires=1478266791&response-
content-disposition=inline%3B%20filename%3D%222401TST%20Issues%20Brief
%20Biodiversity_es.pdf%22&response-content-type=application
%2Fpdf&Signature=1kcZEu25a0Hf1KuS9mAGUEMqlS4%3D).

Iberdrola (2006), destaca que las empresas están reconociendo cada vez más la
importancia de tener un compromiso visible con la conservación de la
biodiversidad, desarrollando una estrategia corporativa que pueda crear ventajas
competitivas a través de:

 Facilitar la obtención de permisos.


 Reducir los tiempos para obtención de las autorizaciones (p.e. Estudios de
impacto ambiental).
 Mejorar la gestión de riesgos.
 Prevenir/mitigar los impactos negativos en el ambiente.
 Mejorar la eficiencia en el uso de recursos.
 Permitir el acceso y retención de inversiones.
 Facilitar la cooperación y mejorar las relaciones con gobiernos, ONG’s,
organizaciones locales, grupos de comunidades, otras empresas, etc.
 Fortalecer la reputación e imagen corporativa.
 Fortalecer la credibilidad en debates públicos de carácter político.
 Mejorar la satisfacción de consumidores y accionistas.
 Permitir la atracción y retención del mejor grupo de colaboradores.
 Generar nuevas y mejores oportunidades de marketing.

Algunas de estas ventajas se explican a continuación:

42
 Distintos sistemas de evaluación del desempeño de las compañías incluyen la
gestión de la biodiversidad, como por ejemplo el Dow Jones Sustainability
Index (DJSI).

 Existe una tendencia creciente en las empresas de incluir como parte de sus
informes ambientales corporativos temas relacionados con la gestión de la
biodiversidad en sus operaciones, así como el apoyo a proyectos de
conservación.

 La biodiversidad se presenta como un riesgo para el negocio, en lo que


respecta a conflictos y confrontaciones con ONGs y la sociedad civil, así
como demandas legales, tales como litigios, denegación de permisos de
operación y costos operativos crecientes. Asimismo, existen distintos estudios
comparativos en relación a la gestión de la biodiversidad, realizados por
fondos de inversión, dado que los inversores ya consideran estos temas como
parte del riesgo financiero general de una compañía.

 Otorga a las empresas la licencia “social” o legitimidad para operar. En otras


palabras, les posibilita seguir creciendo, desarrollar nuevas infraestructuras,
etc., por la aceptación y confianza de las partes interesadas y de la sociedad
civil en general. Una empresa sin incidentes previos tiene más fácil poder
acceder a nuevos proyectos.

 Facilita el acceso a capital financiero a través de la atracción y retención de


inversionistas, clientes y socios de negocio, al igual que el acceso al capital
humano e intelectual. Por ejemplo, el correcto manejo de temas relacionados
con la conservación de la biodiversidad forma parte de las políticas
ambientales del Banco Mundial y de otros organismos internacionales de
financiación, así como de los “Principios de Ecuador” (principios de
observancia de los impactos ambientales y sociales en la financiación de
proyectos por una serie de bancos).

 Constituye un principio básico de la responsabilidad social de las operaciones


de una compañía, especialmente en el caso en que se desarrollen proyectos
u operaciones en áreas sensibles (bosques primarios, presencia de especies
endémicas, raras o amenazadas, “hotspots” de biodiversidad, etc).

 Mejora la reputación de la empresa: atrayendo consumidores leales,


fortaleciendo la marca, siendo la compañía una buena elección para
gobiernos, inversionistas, empleados, clientes y socios de negocios en
general.

 La biodiversidad está siendo descrita como “el siguiente cambio climático


(ISIS, 2004): “Es un tema ambiental de importancia global, que actualmente
todavía es difícil de medir y cuya relación con el sector corporativo es
débilmente entendida. Diez años atrás, el tema cambio climático no estaba

43
considerado por los inversores. Hoy en día, son pocos los inversores que no
consideran sus implicaciones cuando valoran compañías en sectores con
probada exposición al cambio climático. La biodiversidad está empezando a
entrar en la conciencia de inversionistas como un tema similar, pero con un
mayor rango potencial de significancia.”

El sector privado puede contribuir a la biodiversidad de manera significativa; por


ejemplo, incorporando determinadas prácticas agrícolas. Muchas empresas
muestran en la actualidad una mayor responsabilidad corporativa y preparan sus
propios planes de actuación en materia de biodiversidad
(http://todosobreelmedioambiente.jimdo.com/biodiversidad/).

Es importante que la empresa elabore y ejecute un plan de acción de


biodiversidad (PAB), el cual permitirá a la empresa contar con un plan de
acción que documente y sistematice los criterios y acciones a establecer
vinculados a la biodiversidad, de manera que pueda ser difundido de acuerdo a
las necesidades de la empresa.

El PAB debe incluir los planes de acción que se están implantando para los
hábitats sensibles y las especies en lugares específicos donde las compañías
tienen recursos biológicos dentro de sus áreas de trabajo, pero también pueden
abarcar una gama de otras iniciativas sobre biodiversidad de acuerdo al tamaño,
operaciones, objetivos y tipo de empresa.

El papel de la empresa es fundamental en el proceso de protección ambiental.


Su capacidad creativa debe desarrollarse al máximo a la hora de escoger los
procesos productivos y las tecnologías que hagan compatible un mayor
crecimiento económico con un adecuado tratamiento del entorno. En conjunto
con esto es importantísima la correcta aplicación del sistema de evaluación de
impacto ambiental, que consagra las normas respectivas (Martínez, 2015).

El sector empresarial puede hacer contribuciones esenciales para la


conservación de la biodiversidad. Las cuestiones relativas a la biodiversidad
están comenzando a formar parte de los planteamientos estratégicos
empresariales en materia de cooperación al desarrollo sostenible global, al igual
que ocurrió con el cambio climático hace unos años.

La empresa actual es consciente de que la inversión en conservación del


ambiente natural y biodiversidad ofrece el beneficio de mantener unos
ecosistemas saludables que son la base de la empresa sostenible y, por tanto,
de la perdurabilidad del sistema productivo (Álvarez-Uría & De la Cruz, 2011).

En el documento “Gestión empresarial de la biodiversidad”, el autor destaca los


siguientes aspectos relacionados con el binomio empresa-biodiversidad:

44
Toda actividad económica tiene un impacto en la naturaleza. La pérdida de
diversidad biológica -debido a la escasez de los recursos naturales, por ejemplo-
es un riesgo para el éxito empresarial. Sin embargo, hay una serie de
oportunidades para que las empresas no solo logren disminuir su impacto sobre
los ecosistemas, sino que también pueden lograr rentabilidad mediante su
aplicación. Entre estas se encuentran la innovación tecnológica en productos
inspirados en la naturaleza, la concienciación de consumidores sobre el impacto
ambiental, el mercado de carbono y el empleo de recursos genéticos

Las empresas dependen directa o indirectamente de los ecosistemas y de los


servicios que éstos les proveen a lo largo de sus operaciones y de toda su
cadena de valor.

Los ecosistemas y las empresas están ligados, pues, de forma irrenunciable.


Las actividades emprendedoras no sólo afectan a las especies y a los
ecosistemas, sino que casi siempre dependen de los recursos que,
aparentemente de forma gratuita, nos provee la naturaleza en forma de agua y
aire limpios, alimentos, madera, minerales, etc. Al mismo tiempo, las empresas
se benefician de la biodiversidad indirectamente, por ejemplo mediante
protección ante inundaciones o control de la erosión.

Aproximadamente el 40% de la economía mundial se basa en productos


biológicos. Las empresas se benefician directa o indirectamente de la variedad
de ecosistemas, de especies y de la diversidad genética, tanto a nivel de
extracción de materias primas y producción, como a nivel de distribución y
comercialización de productos; en este sentido es necesario que las políticas
empresariales marquen un nuevo modelo que valore la conservación de la
biodiversidad como una inversión o como un activo y no como un gasto.

La pérdida de diversidad biológica -debido a la escasez de los recursos


naturales, por ejemplo- es un riesgo para el éxito empresarial. Y si las empresas
administran eficazmente los riesgos relacionados con la biodiversidad en su
gestión empresarial pueden beneficiarse de una ventaja competitiva en el
acceso a mercados, capital y recursos

Existen ganancias derivadas de la conservación o la mejora de la biodiversidad y


los ecosistemas o los pagos por servicios de los ecosistemas. La biodiversidad
cuenta para las empresas:

 Basadas directamente en suministros constantes de recursos naturales (p.e.


pesca, madera, vino, alimentos…).

 Basadas indirectamente en bienes de la naturaleza (aire puro, agua limpia,


suelos fértiles, climas estables) como por ejemplo para todas las empresas
del sector turismo.

45
 Basadas en la ventaja competitiva de una innovación que se inspira en la
naturaleza (biotecnología, mimetismo, biónica). Ejemplos de esto son los
tejidos que imitan a las telas de araña (chalecos antibalas), los materiales que
imitan a la naturaleza para ganar en resistencia o adherencia (p.e. vidrios
super-resistentes imitando a moluscos, pegamentos, etc).

 Proveedoras de consumidores concienciados.

 Buscando ahorros por mitigación de su impacto a través de mercados


ambientales.

 Buscando oportunidades en la financiación e inversiones en biodiversidad.

 Que se enfrentan a cuestiones legales y de reputación y a peticiones para que


pongan de manifiesto el impacto de sus actividades en la biodiversidad.

Existen mercados para la biodiversidad:

 Compensaciones en biodiversidad: En estos mercados, de funcionamiento


similar a los de cambio climático (aunque más complejos), se llevan a cabo
proyectos de compensaciones en biodiversidad, que son intercambiados para
poner en balance las actuaciones que han comportado una pérdida de
biodiversidad.

 Agua: Asegurar un abastecimiento de agua de alta calidad y fiable, en el que


los que más utilizan el agua pagan por una gestión sostenible de las cuencas
hidrográficas de las que dependen.

 Carbono: En los mercados de carbono se protege la biodiversidad mediante


el secuestro de carbono en los ecosistemas. El comercio de derechos de
emisión forma parte de este mercado.

 Productos agrícolas y forestales certificados: Este mercado se despliega


alrededor del comercio de madera y otros productos certificados. La
trazabilidad del origen y cadena de producción de los productos certificados
aseguran, cada vez más, las correspondientes medidas de gestión de la
biodiversidad.

 Ecoturismo: Es el turismo que busca minimizar impactos sobre la naturaleza,


a la vez que asegurar los beneficios para los ecosistemas y poblaciones
locales que dependen de ella.

 Recursos genéticos/bio-prospección: El uso de los recursos genéticos por


parte de los sectores farmacéutico, de belleza y de salud.

46
Existen grandes oportunidades empresariales para la PYME en el ámbito de la
eficiencia de la energía y los materiales, reciclado de productos y residuos,
tecnologías limpias, conservación, restauración y uso sostenible de la
biodiversidad, acciones de innovación y desarrollo, educación en consumo y
producción responsables, y en general en el crecimiento económico verde.

Los empleos verdes en la agricultura ecológica, el turismo ecológico y las


explotaciones forestales, entre otros, muestran un ritmo de crecimiento
esperanzador.

Los “yacimientos emergentes” de empleo verde, o bien las “actividades con


potencial reconversión en actividades sostenibles”, incluyen las tecnologías de la
información y la comunicación, la rehabilitación-edificación sostenible, el turismo
sostenible, las actividades específicas relacionadas con la mitigación y
adaptación al cambio climático, la movilidad y el transporte sostenible, la
economía de la biodiversidad, los cultivos agroenergéticos, el sector del
automóvil y la ecología industrial.

Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) pueden estimular el


crecimiento económico, la competitividad, la creación de empleo y la cohesión
social. Hace posible el comercio electrónico, el desarrollo de la administración en
línea (e-administración), la teleformación y el teletrabajo. Las nuevas TIC
pueden suponer una mejora de la sostenibilidad mediante, sobre todo, un
descenso del consumo de energía, con un potencial de reducir las emisiones
mundiales de CO2, estimadas en un 15%. Por tanto las TIC y algunos sectores
concretos como las tecnologías de la información geográfica (TIG) constituyen
una importante fuente de empleos verdes.

Las proyecciones de Naciones Unidas apuntan a que el mercado mundial de


productos y servicios ambientales se duplicará para el año 2020.

Las energías renovables, solar, eólica, hidráulica, aprovechamiento energético


de la biomasa, biogás, o biocarburantes, implican un tejido empresarial que va
desde la fabricación de componentes, instalación y mantenimiento de equipos,
hasta el diseño de proyecto o generación de energía.

Las actividades específicas relacionadas con la mitigación y adaptación al


cambio climático y la transición hacia una economía baja en carbono presentan
grandes oportunidades para las empresas. Sectores como transporte,
construcción o energía, tendrán que adaptarse a modelos bajos en carbono.

El transporte y movilidad sostenibles es un sector clave tanto para el sistema


económico, como para nuestra calidad de vida. Las oportunidades vienen
ligadas a transportes colectivos, nuevos transportes ferroviarios y reconversión
de autobuses diesel, o introducción de autobuses eléctricos. Se incluye también
la producción de vehículos bajos en emisiones.

47
Los cultivos agroenergéticos (biomasa de origen agrícola, producida expresa y
únicamente con fines energéticos mediante las actividades de cultivo, cosecha y,
en caso necesario, procesado de materias primas recolectadas) es un sector
emergente que podría representar una oportunidad tanto para la reorientación
del sector primario, como para el fomento de las energía renovables. La
competencia con producciones destinadas a alimentación debe ser observada
(con su consiguiente encarecimiento, al reducirse la disponibilidad de tierras
cultivables para fines alimentarios); y su impacto ambiental es, sin embargo,
negativo para una economía sostenible. Los biocombustibles de segunda
generación (se recolectan como producto derivado, o “de deshecho”, de otros
procesos) tales como hojarasca o leña pequeña sobrante de una tala o clareo de
un bosque serían buenos ejemplos de biocombustibles compatibles con un
planteamiento de desarrollo sostenible a nivel social y ambiental.

La ecología industrial se basa en crear un sistema industrial que funcione con un


ciclo de materiales y energía lo más cerrado posible. Se busca la maximización
de la reutilización y del reciclaje del producto y que los residuos sean
gestionados como nueva “materia prima”. Este enfoque requiere relaciones de
cooperación: parques y redes eco-industriales. El potencial de creación de
empleo verde en este sector es muy importante.

Una etiqueta ecológica es una indicación o distintivo que identifica productos o


servicios en relación a su impacto ambiental, certificando que cumplen unos
criterios de “respeto ambiental”. Para la empresa suponen una forma de
demostrar su política de responsabilidad y compromiso con la protección del
ambiente.
La Organización Internacional de Normalización (ISO) ha establecido tres tipos
de eco etiquetados, agrupándolos en la familia de normas 14020:

 Eco etiqueta tipo I-conforme a la norma ISO 14024

Identifican y certifican de forma oficial productos o servicios que cumplen


estrictos criterios ambientales revisados por una entidad certificadora
independiente.

 Autodeclaración ambiental-ecoetiqueta Tipo II- conforme a la norma ISO


14021

Indicación ambiental avalada por el mismo fabricante o envasador y referida a


una fase del ciclo de vida o a un aspecto concreto del producto.

 Declaración ambiental de producto (EDP)-ecoetiqueta TIPO III- conforme


a la norma iso 14025

48
Proporcionan información cuantitativa basada en indicadores específicos. Son
verificadas por una tercera parte independiente. Enumeran los impactos
ambientales a lo largo del ciclo de vida de un producto y clasifican los productos
cuantitativamente proporcionando una puntuación ecológica sobre el
comportamiento ambiental de cada producto (consumos de energía, emisiones,
etc.). Se utilizan sobre todo en la comunicación empresa-empresa.

Cuando las empresas entienden el mensaje de que todos y todas podemos


evitar la pérdida de biodiversidad ofrecen un potencial enorme para involucrar
a los consumidores “vendiéndoles” la idea al igual que venden sus productos.
Los profesionales del marketing, de la publicidad, de las relaciones públicas,
también tienen un papel fundamental a la hora de transmitir este mensaje.
Aunque el entendimiento que existe del tema (incluso de la palabra)
biodiversidad es menor que el de otros aspectos de ambiente, no necesitamos
mejores científicos sino mejores comerciales.

Lo “natural” es sexy y resulta tentador usar la imagen inspiradora de lo natural


incluso cuando es irrelevante o engañoso, por eso mejorar la formación del que
comunica y tomar medidas para reducir la confusión que genera, a veces, la
publicidad respecto a términos como eco, bio, sostenible, etc, ayudará a evitar
una mayor desconfianza entre empresas y consumidores.

Las empresas son las mejores organizaciones del mundo persuadiendo a la


sociedad para que cambie el modo en el que se hacen las cosas, tanto si se
trata de comprar el último grito en tecnologías como de firmar por una causa. Si
se puede conseguir conservar la biodiversidad sea un cambio social relevante y
atractivo para la sociedad, a través de los productos que venden, el cambio
puede suceder más rápido de lo que cabría esperar.

Algunas ideas sencillas podrían partir del uso de soportes empresariales, medios
de comunicación, oficinas, etc, potenciando su relación con la sociedad y los
clientes como “escaparates” de mensajes pro-biodiversidad:

 Utilización de las TIC para comunicación: en las web de las empresas se


puede incluir un apartado sobre su acción en materia de biodiversidad. Las
empresas de telefonía podrían hacer campañas de comunicación a sus
clientes como por ejemplo: enviar un sms al mes con información de algún
aspecto de la biodiversidad (de una especie animal o vegetal).

 Utilización de espacios disponibles o de soportes de las empresas: para


lanzar mensajes a la sociedad, por ejemplo, en zonas de espera, vallas
publicitarias, ascensores…

En el documento “Catálogo de buenas prácticas empresariales en gestión de la


biodiversidad”, se destacan importantes aspectos relacionados con la gestión
empresarial a nivel de la biodiversidad y los ecosistemas:

49
La pérdida de biodiversidad y degradación de los ecosistemas es cada vez más
motivo de preocupación para las empresas ya que les afecta directa e
indirectamente a su actividad.

El respeto a la biodiversidad y a los ecosistemas debe situarse en un lugar


protagonista de la estrategia y la gestión empresarial y, por supuesto, de las
políticas públicas.

A través de la inclusión de la protección de la biodiversidad en la gestión


empresarial como algo habitual, existirá la posibilidad de frenar la pérdida de
especies, de ecosistemas, el agotamiento de materias primas o el deterioro de la
calidad ambiental.

En el documento final de la onceava Conferencia de las Partes del Convenio


sobre diversidad biológica se recomienda la promoción de la implicación activa
de los principales grupos de la sociedad, incluyendo colaboradores y sindicatos
en la protección y uso sostenible de la biodiversidad y los ecosistemas.

Es importante orientar a las empresas para, en primer lugar, reconocer que toda
actividad económica tiene un impacto en la biodiversidad, y en segundo lugar
mostrarles cómo introduciendo pequeños ajustes en sus políticas de compras o
de inversiones pueden reducir su impacto, o incluso equilibrarlo con un impacto
equivalente, pero en positivo
(http://www.ugt.es/Publicaciones/Guia_Estudio_Biodiversidad.pdf).

2.1.9. Diversidad biológica para el desarrollo sostenible

La importancia de la diversidad biológica para el desarrollo sostenible ha


figurado prominentemente en los procesos nacionales e internacionales de
consultas sobre la agenda de las Naciones Unidas para el desarrollo después de
2015. En la Cumbre sobre los objetivos de desarrollo del milenio (ODM) de 2010
y en la Conferencia Río+20 de 2012 los Estados miembros Naciones Unidas
establecieron el proceso de preparación para la agenda de desarrollo posterior a
2015 y los nuevos objetivos de desarrollo sostenible (ODS)
(https://s3.amazonaws.com/km.documents.attachments/9c85/68e8/4d7002e3bc634597 8ac1d29
6?AWSAccessKeyId=AKIAI7FAKFTLBEQGAW3Q&Expires=1478266791&resp onse-content-
disposition=inline%3B%20filename%3D%222401TST%20Issues%20Brief%20Biodiversity_es.pdf
%22&response-content-type=application
%2Fpdf&Signature=1kcZEu25a0Hf1KuS9mAGUEMqlS4%3D).

La diversidad biológica y los servicios de los ecosistemas contribuyen


directamente al bienestar de los seres humanos y a las prioridades para el
desarrollo. Cerca de la mitad de la población del mundo depende directamente
de los recursos naturales para la obtención de sus medios de vida. Muchos de
los pueblos más vulnerables dependen directamente de la diversidad biológica
para satisfacer sus necesidades de subsistencia diarias. La diversidad biológica

50
también es central para muchas actividades económicas, entre ellas las
relacionadas con la agricultura, la silvicultura, la pesca y el turismo. La
importancia de la diversidad biológica y de los ecosistemas se ve reflejada en
muchos de los ODS y de sus metas (https://www.cbd.int/development/).

La diversidad biológica es crucial para la reducción de la pobreza, debido a que


suministra bienes básicos y servicios de los ecosistemas. Estos incluyen la
provisión de alimentos, fibras y medicamentos, la formación del suelo, la calidad
del aire y regulación del clima, la regulación del suministro y de la calidad del
agua y el valor cultural y estético de ciertas plantas y especies.

Al proporcionar recursos biológicos y servicios de los ecosistemas, la


biodiversidad es un componente esencial del desarrollo humano.

Más de 3000 millones de personas dependen de la diversidad biológica marina y


costera, en tanto que la subsistencia de otros 1600 millones está vinculada a los
bosques y a los productos forestales no madereros. La degradación del hábitat y
la pérdida de la diversidad biológica están amenazando los medios de vida de
más de 1000 millones de personas que viven en las tierras áridas y
subhúmedas. Por consiguiente, hay que elaborar estrategias para proteger la
diversidad biológica con el fin de lograr la reducción de la pobreza y el desarrollo
sostenible.

En el mundo, la gente pobre cada vez puede beneficiarse menos de la


diversidad biológica. De hecho, la pobreza y el hambre están empeorando a
medida que los ecosistemas se desintegran y los recursos hídricos y del suelo
siguen sufriendo la alteración y la sobreexplotación.

A la integración sistemática de la diversidad biológica en los procesos del


desarrollo se le denomina "incorporación de la diversidad biológica", cuyo
objetivo general es que los principios de la diversidad biológica se incluyan en
todas las etapas de las medidas, planes, programas y ciclos de proyectos, sin
considerar quién los dirige (organizaciones internacionales, sectores de
negocios o gobiernos). Otro objetivo es ayudar a reducir los impactos negativos
que los sectores productivos ejercen en la diversidad biológica, especialmente
fuera de las áreas protegidas, y destacar la contribución de la diversidad
biológica al desarrollo económico y al bienestar de los seres humanos, a través
de la mayor colaboración con los sectores y actores ligados al desarrollo
(https://www.cbd.int/development/about/challenges.shtml ).

La biodiversidad también forma parte de los sectores clave para el desarrollo,


como la agricultura y la ganadería, la silvicultura y la pesca o el turismo. Más de
1300 millones de personas dependen de la diversidad biológica y de los bienes y
servicios básicos de los ecosistemas para sus medios de vida (disponibilidad del
uso de la tierra, agua, especies vegetales y animales).

51
Durante milenios, los seres humanos utilizaron la diversidad biológica y los
servicios de los ecosistemas y esto contribuyó al bienestar y al desarrollo
económico.

La diversidad biológica y el desarrollo están estrechamente vinculados: la


diversidad biológica sostiene el desarrollo y el desarrollo afecta a la diversidad
biológica, ya sea en forma positiva o negativa.

Entre algunos sectores de desarrollo clave y actividades económicas


relacionadas que dependen directamente de la diversidad biológica y que
pueden contribuir a la mitigación de la pobreza figuran las siguientes: agricultura
y ganadería, silvicultura, pesca y, en muchas zonas del mundo, construcción de
viviendas. A continuación se destacan estas relaciones:

 Agricultura y ganadería

La producción de alimentos depende de la diversidad biológica y los servicios


proporcionados por los ecosistemas. Existen miles de variedades diferentes de
cultivos y razas de animales que se basan en la riqueza de las reservas
genéticas de especies. La diversidad biológica también es la base de la fertilidad
del suelo, la polinización, el control de plagas y todos los aspectos importantes
para la producción de alimentos a nivel mundial
(https://www.cbd.int/development/doc/sdg-feb2014-info-es.pdf).

Los servicios de los ecosistemas, tales como la protección de las cuencas


hidrográficas, el control de plagas, el reciclado de nutrientes y la polinización
sostienen la productividad en los ecosistemas agrícolas. Por ejemplo, los
depredadores naturales de las zonas adyacentes a las tierras cultivadas
controlan más del 90% de los insectos que son plagas de los cultivos. La función
agrícola de los polinizadores, de los que se conocen más de 100,000 especies,
tiene un valor de más de $ 50,000 miles de millones dólares americanos por
año.

La diversidad de las especies también es importante para la agricultura: se


cultivan alrededor de 7000 especies vegetales en todo el mundo. La diversidad
genética permite la adaptación al cambio climático, las plagas y las
enfermedades y es, por lo tanto, importante para la seguridad alimentaria
mundial. El ganado es esencial para muchos aspectos de las estrategias de los
medios de vida rurales, tales como el consumo para la subsistencia de leche,
huevos o carne caseros, el uso de estiércol como fertilizante y la provisión de
mano de obra para las tareas agrícolas. Además, el ganado funciona como
ahorro y como activo para la gestión del riesgo de muchos de los pobres del
mundo.

 Silvicultura

52
Los medios de vida de más de 1.6 miles de millones de personas dependen de
los bosques y de los productos forestales. Comunidades de todo el mundo
dependen de los bosques para obtener bienes tales como alimentos,
medicamentos, leña y materiales de construcción, entre otros elementos
necesarios.

Los bosques también mantienen importantes servicios de los ecosistemas, tales


como secuestro de carbono, control de la erosión, protección de los cursos de
agua y reciclado de nutrientes, y proporcionan el hábitat para aproximadamente
el 80% de la diversidad biológica terrestre restante. La gestión de los bosques
debería asegurar que la madera se recoja de manera sostenible, a fin de
proteger la diversidad biológica y que sus bienes y servicios continúen estando
disponibles.

 Pesca

Los medios de vida de más de 3000 millones de personas dependen de la


diversidad biológica marina y costera, inclusive para muchas personas de países
en desarrollo para quienes la pesca es una actividad muy importante para la
subsistencia y el comercio. El 25% de las especies marinas se encuentran en
arrecifes de coral, que proporcionan medios de vida para más de 100 millones
de personas. La diversidad de especies acuáticas permite la adaptación al
cambio, por ejemplo, en la salinidad y temperatura del agua. El ambiente
acuático diverso y saludable es más productivo que los ecosistemas explotados
o degradados excesivamente, y por lo tanto proveen más recursos de pesca,
maderas de manglares y otros recursos a sus usuarios.

El funcionamiento de otros sectores de desarrollo depende de la diversidad


biológica, si bien no en forma directa. Algunos ejemplos son la salud y el
suministro de agua, el turismo, la protección contra las inundaciones y la
ordenación del agua. A continuación se destacan algunos aspectos importantes:

 Salud y suministro de agua

El suministro de agua limpia y segura también depende de la diversidad


biológica. Los ecosistemas funcionan como infraestructura natural de recursos
hídricos, y su costo es inferior al de las soluciones tecnológicas. Los bosques
protegen las reservas de agua, los humedales regulan las inundaciones y las
tierras saludables aumentan la disponibilidad de agua y nutrientes para los
cultivos. Además, ayudan a reducir los efectos de las actividades agrícolas.

La diversidad biológica y el funcionamiento de los ecosistemas proporcionan


bienes y servicios esenciales para la salud humana, tales como nutrientes, aire y
agua limpia y control de plagas y enfermedades transmitidas por vectores. Es
esencial para la regulación de la respuesta inmunológica. La biodiversidad es la
base de la medicina tradicional, y muchos de los principales medicamentos de

53
venta con receta médica contienen componentes derivados de extractos
vegetales (https://www.cbd.int/development/doc/sdg-feb2014-info-es.pdf).

Ecosistemas saludables, personas saludables: algunos factores determinantes


de la salud, tales como el agua no contaminada y el control de las enfermedades
transmitidas por vectores y otras enfermedades dependen de los procesos de
los ecosistemas.

Las especies vegetales y los suelos de los ecosistemas relacionados con el


agua, tales como los bosques y los humedales, desempeñan un papel esencial
en la retención y purificación del agua. La escasez de agua y la disminución del
acceso al agua potable son un problema mundial importante y cada vez mayor
para un promedio de 1000 a 2000 millones de personas en todo el mundo, lo
que produce reducciones en la producción de alimentos, la salud humana y el
desarrollo económico.

La diversidad biológica proporciona especies vegetales medicinales, que son


importantes para la medicina tanto tradicional como moderna. Las plantas
medicinales se utilizan ampliamente en los países en vías de desarrollo, tales
como Ghana, donde el 60% de las malarias infantiles se tratan primero con
medicamentos tradicionales a base de especies vegetales. Los compuestos de
especies vegetales también son la base del 50% de los medicamentos
recetados modernos.
 Turismo

Las caminatas a través de los bosques tropicales, el buceo, la observación de la


vida silvestre y muchas otras actividades turísticas dependen de la diversidad
biológica. Incluso cuando la diversidad biológica no es la principal atracción para
los turistas, éstos aprecian la vida silvestre y la flora de las regiones que visitan.
Las áreas protegidas, si se administran cuidadosamente, pueden contribuir al
desarrollo sostenible por medio de la provisión de importantes bienes y servicios
a los pueblos locales, así como por medio de las oportunidades de empleo que
crea el turismo. El turismo sostenible promueve la conservación, preservando la
diversidad biológica que atrae a los turistas, y proporciona al mismo tiempo
beneficios económicos para las economías locales y nacionales.

 Actividades de extracción y construcción de infraestructura

Algunos sectores de desarrollo y actividades económicas, si bien no dependen


de la diversidad biológica en forma directa o indirecta, ejercen una gran
influencia en la conservación y la utilización sostenible de los recursos naturales.
Tal es notablemente el caso de las actividades de extracción, tales como la
minería, el petróleo y el gas, o la construcción de la infraestructura necesaria
para el desarrollo económico, tal como caminos o autopistas, puertos, diques y
fábricas. Los responsables de las decisiones y los donantes tienen la importante
responsabilidad de orientar y supervisar estos sectores de desarrollo.

54
Los entornos artificiales de nuestras ciudades están vinculados a la diversidad
biológica y se ven afectados por ella. Las soluciones basadas en los
ecosistemas para el almacenamiento de agua y el tratamiento de aguas
residuales, el control del clima y otros desafíos pueden proteger la diversidad bi-
ológica y a la vez ser rentables. Las áreas verdes en las ciudades reducen la
violencia, mejoran la salud y el bienestar de las personas y fortalecen las
comunidades (https://www.cbd.int/development/doc/sdg-feb2014-info-es.pdf ).

Por lo tanto, no se puede alcanzar un desarrollo sostenible si la diversidad


biológica se ve comprometida a causa de los esfuerzos de desarrollo. Dado que
los pobres dependen especialmente de los bienes y servicios que proporciona la
diversidad biológica, las estrategias de desarrollo que pasan por alto su
protección socavan la mitigación de la pobreza y son, por ende,
contraproducentes. Por este motivo, resulta esencial que las estrategias y los
programas de desarrollo y mitigación de la pobreza den prioridad a la diversidad
biológica.

Pero los objetivos del desarrollo no finalizan en la reducción de la pobreza; la


sostenibilidad ambiental también es una meta fundamental. La biodiversidad y el
desarrollo están estrechamente ligados entre sí: la diversidad biológica es
sustento del desarrollo y el desarrollo impacta en ella, ya sea positiva como
negativamente. Aunque la diversidad biológica no contribuye de manera directa
a todos los sectores del desarrollo, el desarrollo sostenible no puede lograrse si
en los esfuerzos en pos del desarrollo se ve comprometida la biodiversidad.

Dado que los pobres son especialmente dependientes de los bienes y servicios
que suministra la diversidad biológica, las estrategias de desarrollo que ignoran
su protección socavan las posibilidades de mitigación de la pobreza y, por
consiguiente, son contraproducentes. Por esta razón, para el desarrollo y para la
mitigación de la pobreza son cruciales las estrategias y programas que dan
prioridad a la diversidad biológica (https://www.cbd.int/development/).

La diversidad biológica y el desarrollo sostenible están estrechamente


relacionados entre sí. La diversidad biológica y los servicios de los ecosistemas
conforman las bases de los sistemas que son sustento de la vida en la Tierra y
constituyen el respaldo de las vidas y el bienestar humano.

Un marco de desarrollo verdaderamente sostenible no solo debe reconocer la


función de la diversidad biológica en el desarrollo, sino que también debe
proporcionar las condiciones favorables para su conservación y utilización
sostenible, para una participación más equitativa en los beneficios y para la
reducción de los impulsores de la pérdida de diversidad biodiversidad
(https://s3.amazonaws.com/km.documents.attachments/9c85/68e8/4d7002e3bc6345978ac1d296
?AWSAccessKeyId=AKIAI7FAKFTLBEQGAW3Q&Expires=1478266791&response-content-
disposition=inline%3B%20filename%3D%222401TST%20Issues%20Brief%20Biodiversity_es.pdf

55
%22&response-content-type=application
%2Fpdf&Signature=1kcZEu25a0Hf1KuS9mAGUEMqlS4%3D).

El uso responsable de los recursos naturales es imprescindible para el desarrollo


sostenible. El reconocer la importancia de la biodiversidad permitirá lograr que
las necesidades de desarrollo y la protección del ambiente se apoyen
mutuamente (http://www.cinu.mx/comunicados/2016/05/la-biodiversidad-figura-como-u/ ),

Los ODM se establecieron cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas


adoptó la Declaración del Milenio en septiembre de 2000. Al inicio del nuevo
milenio, los líderes mundiales adoptaron un conjunto de ocho objetivos y metas
medibles y con límites temporales, para reducir la pobreza, el hambre y las
enfermedades. Aún cuando el objetivo siete de los ODM es el que buscaba
garantizar la sostenibilidad del ambiente, per se, la mayor parte de los ODM
aludieron de manera indirecta a la biodiversidad. Así, por ejemplo, el uso
sensato de los recursos biológicos y de los servicios de los ecosistemas es
importante para todo el abanico de las prioridades del desarrollo que abarcaron
dichos objetivos.

En el objetivo siete sobre sostenibilidad del ambiente, los ODM integraron la


meta sobre la diversidad biológica de 2010, para lograr en ese año una
reducción significativa del ritmo de pérdida de la diversidad biológica
(https://www.cbd.int/development/about/whatdoesitmean.shtml ).

El papel primordial de la diversidad biológica en el desarrollo sostenible fue


reconocido en las conclusiones de Río+20: “El futuro que queremos”, en cuyo
documento se destacan los siguientes aspectos:

Acápite Aspectos relevantes


197  La biodiversidad tiene valor intrínseco, valores ecológicos, genéticos, sociales,
económicos, científicos, educativos, culturales, recreativos y estéticos

 La biodiversidad desempeña un papel primordial en el mantenimiento de los


ecosistemas que prestan servicios esenciales que son bases fundamentales
para el desarrollo sostenible y el bienestar humano

 La pérdida mundial de la biodiversidad y la degradación de los ecosistemas


socavan el desarrollo mundial, afectan a la seguridad alimentaria y la nutrición,
el abastecimiento de agua y el acceso al agua, la salud de los pobres del medio
rural y de los pueblos de todo el mundo, incluidas las generaciones presentes y
futuras

 Es importante conservar la biodiversidad, reforzar la conectividad del hábitat y


consolidar la resiliencia de los ecosistemas

 Los conocimientos, innovaciones y prácticas tradicionales de los pueblos


indígenas y las comunidades locales aportan una contribución importante a la
conservación y uso sostenible de la biodiversidad y su aplicación más amplia
puede apoyar el bienestar social y los medios de vida sostenibles

56
 Los pueblos indígenas y las comunidades locales a menudo son los que más
directamente dependen de la biodiversidad y los ecosistemas, y por tanto,
frecuentemente son los más inmediatamente afectados por su pérdida y
degradación.
 Es importante emprender medidas urgentes para reducir, detener y revertir
efectivamente la pérdida de la biodiversidad.
198  Es importante aplicar el plan estratégico para la diversidad biológica 2011-2020 y
conseguir las metas de Aichi para la diversidad biológica adoptadas por la Conferencia
de las Partes en el Convenio en su décima reunión
 El acceso a los recursos genéticos y la participación en los beneficios que se deriven de
199 la utilización de la biodiversidad contribuyen a la conservación y uso sostenible de la
diversidad biológica, la erradicación de la pobreza y la sostenibilidad ambiental.
 Es importante incorporar la consideración de los efectos y beneficios
socioeconómicos de la conservación y uso sostenible de la biodiversidad y sus
componentes, así como los ecosistemas que proporcionan servicios esenciales,
en los programas y políticas pertinentes a todos los niveles, de conformidad con
la legislación, circunstancias y prioridades nacionales.

 Es importante la inversión, mediante incentivos y políticas apropiados, que


apoye la conservación y uso sostenible de la diversidad biológica y la
201
restauración de los ecosistemas degradados, en consonancia y armonía con el
Convenio sobre la diversidad biológica y otras obligaciones internacionales
pertinentes.

 Es importante alentar a una participación activa de todas las partes interesadas


en la conservación y uso sostenible de la biodiversidad, así como el acceso a
los recursos genéticos y la participación justa y equitativa en los beneficios que
se derivan de su utilización, con la visión de vivir en armonía con la naturaleza.
 Es importante el papel que desempeña la Convención sobre el comercio
Internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres, acuerdo
internacional en la intersección entre el comercio, el medio ambiente y el
desarrollo, que promueve la conservación y uso sostenible de la biodiversidad,
el cual debería contribuir a beneficios tangibles para los habitantes locales, y
203 asegura que ninguna especie comercializada a nivel internacional esté
amenazada de extinción.

 Reconocer los efectos económicos, sociales y ambientales del tráfico ilícito de


fauna y flora silvestres y la necesidad de tomar medidas más firmes respecto de
la oferta y la demanda.

La biodiversidad figura como una importante cuestión transversal en la Agenda


2030 para el desarrollo sostenible. En el objetivo 15 se reconoce explícitamente
la importancia de poner freno a la pérdida de la biodiversidad, y en otros
objetivos se reconoce la importancia de la biodiversidad para erradicar la
pobreza, suministrar alimentos y agua dulce, y mejorar la vida en las ciudades.
Es esencial que tengamos más en cuenta la biodiversidad y que consigamos
transformar el modo en que las sociedades la valoran y gestionan
(http://www.cinu.mx/comunicados/2016/05/la-biodiversidad-figura-como-u/ ).

En los 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS), se contemplan dos objetivos


que están estrechamente vinculados con la biodiversidad:

57
ODS 14: Conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los
recursos marinos para el desarrollo sostenible. Este ODS contempla diez metas.

ODS 15: Promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres,


luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de
las tierras y frenar la pérdida de la diversidad biológica. Este ODS
contempla 12 metas.

2.1.10. Riqueza biológica de Nicaragua

La información sobre la biodiversidad en Nicaragua presenta diferentes valores


sobre el número de especies en los diferentes taxones, dado que los científicos
nacionales no llegan a un consenso sobre las cifras.

Según el MARENA (2004), la riqueza biológica de Nicaragua conocida hasta la


fecha está representada por 6500 especies de plantas vasculares, donde se
incluyen helechos, gimnospermas y angiospermas, distribuidas en 223 familias.
No hay un registro de cuáles y cuantas especies se encuentran amenazadas o
en peligro de extinción, pero el fenómeno se está dando debido al avance de la
frontera agrícola y a las quemas anuales.

En el país se han identificado dos zonas de endemismo de flora, coincidiendo


con las zonas altas del país. Una de estas zonas es el área de Santa María de
Ostuma, entre Matagalpa y Jinotega, el Cerro de Peñas Blancas, la Laguna de
Miraflor y los Cerros Quisuca, Kilambé y Tepesomoto. El segundo sitio de
endemismo se localiza entre el Volcán Mombacho y la Isla de Ometepe. Se
estima que hay unas 60 especies endémicas (Estudio de país de biodiversidad,
2000).

En cuanto a la riqueza faunística, se reportan hasta la fecha un total de 1030


especies vertebradas, y se estima que la riqueza de invertebrados sea mayor a
10,000 especies, sobre todo los insectos.

Se reporta la existencia de 63 especies de peces de agua dulce, de las cuales


las familias Cichlidae, Characidae y Poecilidae son más abundantes y con mayor
distribución geográfica en el país. Algunas especies pudieran verse amenazadas
por la sobreexplotación del recurso pesquero, la contaminación de aguas dulce y
marina, la destrucción de ecosistemas por algunas artes de pesca, sobre todo
donde algunas especies cumplen sus ciclos de vida, y los altos niveles de
sedimentación.

Las principales especies de peces que están sometidos a una mayor presión
son: róbalo (Centropomus undecimalis), róbalo (Centropomus parallelus), tiburón
(Carcharinus leucas), pez sierra (Pristis pectinata), sábalo real (Tarpón
atlanticus) y gaspar (Lepisosteus cropicus). En cuanto a los crustáceos los más

58
presionados son: langosta (Panulirus argus), camarón (Panaeus spp) y el
camarón de río (Macrobrachium carcinus).

Los moluscos son el segundo grupo más diverso después de los artrópodos. Se
cuenta con unas 90 mil especies descritas, 65 mil vivientes y 25 mil fósiles. Para
el caso de Nicaragua 15 de estas especies son endémicas. En el rango de
amenas se encuentran 32 especies del hábitat continental y 15 especies de los
hábitats marinos y litorales, entre las más conocidas tenemos: conchas negras,
casco de burro, ostras y caracol.

En los anfibios, se reporta la existencia de 63 especies. Aunque en la mayoría


de las especies de anfibios no tienen uso alimenticio, la principal amenaza está
representada por la pérdida de su hábitat, derivada principalmente de la
deforestación que se está generando en las zonas ribereñas. Aunque se
desconoce las afectaciones por contaminantes, es importante tenerla en
consideración dado que no existen estudios científicos concluyentes para valorar
la incidencia y dimensión de esta amenaza.

En cuanto a los reptiles, se reporta la existencia de 164 especies. Algunas


especies han sido presionadas por el comercio interno e internacional para
mascotas y carne. Las especies de iguana verde (Iguana iguana), garrobos
(Ctenosauta similis), tortuga verde (Chelonia mydas), tortuga tora (Dermochelys
coriácea) y la tortuga carey (Eretmochelys imbricata). Los Crocodylidae como el
largarto cocodrilo (Crocodylus acutus) y cuajipal o caimán (Caiman crocodilos)
son sacrificados para obtener principalmente la piel y venderla en el comercio
informal.

Para los mamíferos se reportan la existencia de 176 especies. Los mamíferos


han sido utilizados por muchos años como fuente de alimento y mascotas.
Actualmente existe una lista amplia de mamíferos en peligro, especialmente los
de mayor talla, para consumo como: venado (Odocoileus virginianus), tapires
(Tapirus bairdii), guardatinaja (Agouti paca), chancho de monte (Tayassus
pecari), sahino (Tayassus tajacu), y otros que son muy sensibles a las
perturbaciones derivadas de la destrucción del bosque y a la cacería.

Se reporta la existencia de 69 especies de aves. Las aves constituyen el grupo


de vertebrados más diversos, muchas de ellas se encuentran presentes en las
listas de especies amenazadas, particularmente aquellas que son utilizadas
como fuente de alimento y como especies comerciales. La degradación de los
hábitats aunada a la cacería indiscriminada representa la principal amenaza de
las aves.

Para el grupo de los insectos, el museo entomológico de León reporta para


Nicaragua en el período 1997-1998 unas 10,000 especies. En los últimos 20
años se han identificado 100 especies nuevas para la ciencia. Sobre el
verdadero potencial de esta taxa el Doctor Janzen reporta 250,000 especies

59
potenciales para Costa Rica, por lo que se espera una cantidad probablemente
igual para Nicaragua.

En el grupo de las aves, los Psitácidos, están fuertemente presionados por el


comercio interno y el tráfico de especies como: lapa verde (Ara ambigua), lapa
roja (Ara macao), lora (Amazona spp) y chocoyo (Aratinga sp).

Las especies protegidas por la legislación nacional corresponden a 191 especies


de vertebrados. De acuerdo a CITIES (Comercio internacional de especies
amenazadas de flora y fauna silvestre) Apéndice I, II y III se protegen un total de
213 especies bajo diferentes grados de amenaza y vulnerabilidad; entre aves,
reptiles, anfibios, peces y mamíferos por la presión del uso comercial al que
están sometidos.

La exportación de fauna silvestre entre 1997-2001 con origen silvestre se


mantiene con una dinámica extractiva que varía entre 18,331 a 34,201
individuos, entre mamíferos, aves, reptiles y arácnidos; y con origen en
cautiverio entre 69,958 a 105,171 individuos, entre mamíferos, reptiles y
anfibios. En ambos casos presenta un incremento significativo en el
aprovechamiento del sistema natural y en cautiverio (aprovechamiento de
especies padrones del sistema natural). Las especies exportadas bajo
Apéndices CITIES registradas se estiman entre 42,469 exportada en 1997 a
21,889 en 2001, se observa un descenso significativo de aproximadamente el
50%.

Además, la exportación de especímenes de fauna silvestre muestra una


tendencia decreciente en el período 2002 al 2006. En este resulta ha influido el
desarrollo de mejores instrumentos legales y controles de los centros de acopio
y crianza, y la política aplicada desde 2004 de eliminar las cuotas de exportación
de especies extraídas del medio natural que no cuenten con un estudio
poblacional.

La perspectiva de la biodiversidad debe orientarse a la promoción de un sistema


de desarrollo balanceado entre el crecimiento económico y la conservación de la
biodiversidad, dando prioridad a la gestión preventiva. Es decir,
instrumentalizando los mecanismos de legislación ambiental.

60
LISTA DE REFERENCIAS

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