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Facultad de Ciencia, Tecnología y Ambiente

DESARROLLO SOSTENIBLE Y MEDIO AMBIENTE

PROTECCIÓN, CONSERVACIÓN Y USO


SOSTENIBLE DE LA BIODIVERSIDAD

Docente:
MSc. Jairo José Morales Mendoza

Managua, Nicaragua
Marzo, 2020

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ÍNDICE DE CONTENIDO

Página
2.1.13. Protección, conservación y uso sostenible de la 3
biodiversidad
2.1.14. Razones para conservar la biodiversidad 8
Económica 8
Ética 8
Ecológica 8
Estética 8
Espiritual 8
Científica 9
2.1.15. Políticas y objetivos de conservación de la biodiversidad 9
2.1.16. Medidas para conservar la biodiversidad 9
2.1.17. Gestión de la biodiversidad 12
2.1.18. Género en la conservación de la biodiversidad 13
Lista de referencias 15

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2.1.13. Protección, conservación y uso sostenible de la biodiversidad

Existe consenso en que la diversidad biológica de nuestro planeta se encuentra


globalmente en crisis, debido a su empobrecimiento y al hecho de que las
futuras generaciones probablemente no tendrán la misma opción de gozar de los
múltiples beneficios, servicios y recursos con que actualmente contamos. Por
esta razón, un modelo de desarrollo sustentable (crecimiento económico con
equidad social y conservación ambiental) necesario para mantener las
condiciones de vida de las futuras generaciones requiere pensar críticamente en
la conservación y protección de la biodiversidad actual (Torres, Castro & Olivas,
2008).

La protección de la diversidad biológica es un tema de interés, ya que los


recursos biológicos son los pilares que sustentan las civilizaciones. Los
productos de la naturaleza sirven de base a industrias tan diversas como la
agricultura, la cosmética, la farmacéutica, la industria de pulpa y papel, la
horticultura, la construcción y el tratamiento de residuos. Su pérdida amenaza
nuestros suministros alimentarios, nuestras posibilidades de recreación y turismo
y nuestras fuentes de madera, medicamentos y energía. También interfiere con
las funciones ecológicas esenciales. Es un reto colectivo que debe abordarse
desde una perspectiva global y con un enfoque integrador, considerando a todos
los actores sociales y sectores económicos
(http://www.magrama.gob.es/es/biodiversidad/temas/conservacion-de-la-biodiversidad/ ).

Nuestra necesidad de componentes de la naturaleza de los cuales una vez


hicimos caso omiso con frecuencia es importante e imprevisible. De vez en
cuando nos hemos precipitado de vuelta la despensa de la naturaleza para curar
nuestras enfermedades, o a las infusiones de genes resistentes procedentes de
plantas silvestres, para salvar nuestros cultivos de las incursiones de las plagas.
Es más, la amplia gama de interacciones entre los diversos componentes de la
diversidad biológica es lo que permite que el planeta pueda estar habitado por
todas las especies, incluidos los seres humanos. Nuestra salud individual, y la
salud de nuestra economía y de la sociedad humana, dependen del continuo
suministro de los diversos servicios que nos brinda la naturaleza, y que serían
sumamente costosos o imposibles de reemplazar. Estos servicios naturales son
tan variados, y prácticamente infinitos. Por ejemplo, sería casi imposible sustituir,
en gran medida, el control de plagas que cumplen diversas criaturas que
integran la cadena alimentaria, o la polinización que llevan a cabo los insectos y
las aves en su actividad cotidiana
(http://www.un.org/es/events/biodiversityday/biodiversity.shtml).

La conservación de la biodiversidad, el mantenimiento y la restauración de los


ecosistemas; son igualmente relevantes en la lucha contra el cambio climático,
uno de los principales retos ambientales que afronta la humanidad
(http://www.magrama.gob.es/es/biodiversidad/temas/conservacion-de-la-biodiversidad/ ).

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La conservación y la utilización sostenible de la diversidad biológica y la
erradicación de la pobreza extrema son dos de los principales retos a nivel
mundial de nuestros días. La comunidad internacional ha reconocido que estos
dos retos están íntimamente vinculados y exigen una respuesta coordinada. La
protección de la diversidad biológica es fundamental en la lucha por la reducción
de la pobreza y el desarrollo sostenible. El 70% de los pobres del mundo vive en
zonas rurales y depende directamente de la diversidad biológica para su
supervivencia y bienestar. Las repercusiones de la degradación medioambiental
son más acusadas para las personas que viven en la pobreza, porque tienen
pocas alternativas vitales para luchar contra ellas. El establecimiento de las
conexiones entre la diversidad biológica, la reducción de la pobreza y el
desarrollo es una tarea crucial (Convenio sobre la diversidad biológica, 2010).

La conservación de la biodiversidad, el mantenimiento y la restauración de los


ecosistemas; son igualmente relevantes en la lucha contra el cambio climático,
uno de los principales retos ambientales que afronta la humanidad
(http://www.magrama.gob.es/es/biodiversidad/temas/conservacion-de-la-biodiversidad/ ).

Como la biodiversidad guarda relación estrecha con las necesidades humanas,


su conservación debería considerarse como un elemento de seguridad nacional.
Una nación segura es fuerte, con una población saludable y educada, así como
un ambiente saludable y productivo.

La conservación de la diversidad biológica supone un cambio de actitud: desde


una postura defensiva (protección de la naturaleza frente a las repercusiones del
desarrollo) hacia una labor activa que procure satisfacer las necesidades de
recurso biológicos de la población al mismo tiempo que se asegura la
sostenibilidad a lo largo del tiempo de la riqueza biótica de la Tierra.

De la importancia de la biodiversidad, surge la necesidad de que la autoridad


competente de los países asuma la responsabilidad indelegable de su
conservación. Así como también, surge la necesidad de realizar acciones
conjuntas entre los distintos niveles políticos y económicos que tengan
intervención o intereses creados en la biodiversidad pudiendo ser estos
nacionales o locales, compartiendo las responsabilidades entre las distintas
jurisdicciones que intervengan, en respuesta a la falta de una armonización
geográfica natural y no por límites ya existentes, y a los requisitos o
características internacionales vigentes.

La preservación de la biodiversidad permite la productividad de la agricultura y el


ecoturismo, al igual que ella suministra los principios para muchas medicinas
(http://www.javeriana.edu.co/blogs/gtobon/files/M%C3%B3d2_CONCEPTOS_BASICOS.pdf ).

Tellería (2009), destacas los siguientes aspectos con respecto a la conservación


de la biodiversidad:

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La conservación de la biodiversidad es una actividad emergente y de gran
trascendencia social. Esto se debe a su deterioro a escala planetaria, con sus
secuelas de pérdida de información, recursos y funcionalidad de los sistemas
ecológicos. Hoy se trabaja para conservar la biodiversidad y garantizar el uso
racional y equitativo de sus recursos y servicios siguiendo los reiterados
mandatos de las Cumbres de Río de Janeiro (1992: Conferencia de las
Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo) y Johannesburgo
(Objetivos del Milenio, 2002 y siguientes). En este contexto, se pide de forma
recurrente la creación de mecanismos dirigidos a compatibilizar la actividad
conservacionista con el desarrollo económico y social. A tal fin ha sido útil el
desembarco de la economía en apoyo de los planteamientos conservacionista
porque está desmontando poco a poco la extendida idea de que la conservación
es una actividad socialmente excluyente (Pearce & Moran 1994).

La conservación de la biodiversidad a través de la gestión proteccionista de


determinados territorios, hábitats o especies genera unos determinados costos y
beneficios (externalidades) que hay que saber medir y gestionar.

Hoy en día existe la preocupación por la conservación de la biodiversidad que se


ha convertido en un paradigma de lo que tenemos y estamos perdiendo por
nosotros mismo los humanos que no hacemos conciencia de lo importante que
es la biodiversidad para nuestro planeta y en consiguiente para el beneficio de
cada uno de nosotros (http://todosobreelmedioambiente.jimdo.com/biodiversidad/).

Existen por lo menos tres razones básicas para justificar la conservación de


la biodiversidad: el mantenimiento de la estabilidad ecológica, la valoración
económica y la responsabilidad social ( http://www.bio-nica.info/biblioteca/ENB-
Biodiversidad.pdf).

El artículo 62 de la Ley general del medio ambiente y los recursos naturales del
país , establece que es “deber del Estado y de todos sus habitantes velar por la
conservación y aprovechamiento de la diversidad biológica y del patrimonio
genético nacional, de acuerdo a los principios y normas consignadas en la
legislación nacional, en los Tratados y Convenios Internacionales suscritos y
ratificados por Nicaragua”.

Conservar la diversidad de ecosistemas, especies y genes de nuestro país más


que un compromiso internacional y exigencia legal es una condición para
nuestra sobrevivencia. Aunque existen pocos estudios sistemáticos de la
evolución de nuestros ecosistemas, especies y genes, hay suficiente
conocimiento como para afirmar que hay cambios en nuestros ecosistemas, que
hay especies invasoras, extranjeras, que amenazan nuestras especies, que el
cambio climático comienza a modificar nuestro entorno, que la contaminación
afecta muchos de nuestros suelos, aire y agua y que algunas de nuestras
especies han sufrido o sufren de sobreexplotación.

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Se trata de factores que afectan nuestra biodiversidad y, lamentablemente, la de
todo el planeta. La convivencia con nuestra biodiversidad es una necesidad
urgente. Se trata de que el ser humano y el resto de los seres vivos de nuestro
país puedan sobrevivir con sus características esenciales, que ninguno se
extinga, ni especies, ni ecosistemas, ni genes.

Uso sostenible se refiere al empleo de los componentes de la diversidad


biológica en modo y ritmo que no se produzca a lo largo del tiempo ninguna
reducción de la misma, con lo cual se mantiene su potencial para satisfacer las
necesidades y aspiraciones de las generaciones actuales y futuras
(http://www.ecoportal.net/content/view/full/21098).

La conservación y el uso sostenible de la biodiversidad son elementos clave


para avanzar hacia un modelo de economía verde y un desarrollo sostenible,
que minimice el impacto de las actividades humanas y reconozca el valor y
relevancia que tienen los servicios de los ecosistemas para el desarrollo
sostenible y el bienestar humano
(http://www.magrama.gob.es/es/biodiversidad/temas/conservacion-de-la-biodiversidad/ ).

El gran valor que tiene la biodiversidad no está suficientemente reconocido, ni


por la sociedad en general ni por los encargados de tomar decisiones políticas y
de planificar la gestión de los recursos naturales. En gran parte, esto se debe a
que no se ha asignado aún un valor económico a la mayoría de los bienes y
servicios derivados de la biodiversidad.

Por otra parte, los beneficios de los servicios de los ecosistemas no se


distribuyen equitativamente entre las personas, sino que producen, en la mayor
parte de los casos, efectos perjudiciales sobre los más pobres, particularmente
sobre la población rural, que depende de forma más directa de la biodiversidad y
los servicios ecosistémicos y es, por tanto, más vulnerable a su degradación.
Los grupos de personas más ricas se ven normalmente menos afectados por la
pérdida de servicios de los ecosistemas debido a su mayor capacidad para
obtener substitutos o para paliar las pérdidas locales de servicios ecosistémicos
trasladando la producción a otras regiones (Álvarez-Uría & De la Cruz, 2011).

Dada su importancia para el bienestar humano, el mantenimiento del


funcionamiento de los ecosistemas debe ser incluido como una parte integral de
políticas nacionales e internacionales, diseñadas para conservar la biodiversidad
local y global (Shahid et al., 1999).

El desafío y la preocupación de nuestra sociedad debe centrarse en lograr la


conservación de la biodiversidad a través del diseño de políticas participativas
que permitan su utilización con un enfoque precautorio (Torres, Castro & Olivas,
2008).

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Comprender el valor de la biodiversidad para las personas, las comunidades y
las empresas es el primer paso hacia un compromiso adecuado y significativo
con el fin de desarrollar acciones de conservación de la naturaleza.

Mantener y mejorar la biodiversidad no sólo es clave para el funcionamiento de


los sistemas naturales en los que el ser humano se desarrolla, sino para
asegurar el suministro de las materias primas y las riquezas naturales que
utilizan las personas y las empresas. Aunque es difícil fijar un valor económico
para todos los productos y servicios que derivan de los recursos de la
biodiversidad (si bien se han realizado estudios económicos para estimar estos
valores), es claro que las funciones que proveen los sistemas naturales a la
economía global no son fácilmente reemplazables, si es que realmente pueden
ser reemplazadas. La conservación de la biodiversidad, por lo tanto, tiene un
sentido tanto económico como ecológico (Iberdrola, 2006).

En los últimos años se ha producido un cambio en la percepción de la


importancia de la biodiversidad, que se ha traducido en una significativa
modificación en la actitud de la sociedad en general. A medida que se han ido
comprendiendo las relaciones entre el ambiente natural y muchas de sus
actividades diarias, la sociedad ha comenzado a expresar sus opiniones en
público, planteando preguntas y demandando a los gobiernos y corporaciones
actuaciones encaminadas a conservar los recursos naturales y, en particular, los
recursos biológicos.

Como resultado de esta tendencia creciente, cada vez más gobiernos y


empresas están empezando a comprender que, en asociación con la industria y
el desarrollo, la diversidad biológica puede ser una inversión provechosa
(Iberdrola, 2006).

La conservación, restauración y utilización sostenible de la diversidad biológica


puede aportar soluciones para varios de los retos que debe afrontar la sociedad.
Por ejemplo, una parte esencial de la erradicación de la pobreza consiste en
proteger los ecosistemas y asegurar que los grupos pobres y vulnerables
puedan acceder a sus servicios. La reducción de la deforestación y la
degradación de los bosques así como la mejora de las reservas de carbono en
los bosques, tierras secas, pastizales y tierras de labor no solo es una forma de
mitigar el cambio climático que resulta eficaz en función del costo sino que
además aporta otros beneficios sociales y económicos. En muchos sectores
existen grandes oportunidades de inversión en la restauración de ecosistemas
degradados. El programa Working for Water (Trabajando por el agua) de
Sudáfrica, por ejemplo, ilustra cómo los programas de obras públicas pueden
conseguir diversos objetivos de conservación y restauración al mismo tiempo
que generan puestos de trabajo sostenibles, inclusivos y decentes que ayudan a
aliviar la pobreza. Otros ejemplos son el programa Socio Bosque de Ecuador y
la Alianza para el Clima, Comunidad y Biodiversidad dedicada a la repoblación
forestal de tierras degradadas en la India

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(https://s3.amazonaws.com/km.documents.attachments/9c85/68e8/4d7002e3bc6345978ac1d296
?AWSAccessKeyId=AKIAI7FAKFTLBEQGAW3Q&Expires=1478266791&response-content-
disposition=inline%3B%20filename%3D%222401TST%20Issues%20Brief%20Biodiversity_es.pdf
%22&response-content-type=application
%2Fpdf&Signature=1kcZEu25a0Hf1KuS9mAGUEMqlS4%3D).

2.1.14. Razones para conservar la biodiversidad

Existen muchas razones para conservar nuestra riqueza natural, entre las que
se destacan las siguientes:

 Económica

Cuando el capital natural se deteriora perdemos valor y opciones. El capital


natural es el stock de ecosistemas naturales que proporciona un flujo de valiosos
bienes y servicios del ecosistema hacia el futuro. Por mucho tiempo hemos
disfrutado gratis de los productos de la naturaleza, ahora conocidos como
“servicios ambientales”, como el oxígeno, el agua limpia, el suelo fértil, la
polinización de flores que resulta en la producción de frutos, entre otros muchos.
Sin embargo, no les hemos dado el valor necesario, hasta ahora que empiezan
a ser escasos. En el lenguaje de los economistas, hemos externalizado los
costos.

 Ética

Ésta es una razón tan importante o más que la primera. Todas las especies
tienen derecho a permanecer en el planeta. La gran mayoría estaban aquí antes
que el ser humano. De hecho, nosotros somos los únicos que tenemos la
capacidad de darnos cuenta del estado del planeta, de los ecosistemas y de las
especies y tenemos la responsabilidad de asegurar su existencia.

 Ecológica

La conservación mantiene las funciones ecológicas de los ecosistemas. El


llamado “desequilibrio ecológico” es la afectación de las relaciones funcionales
entre las especies de un ecosistema.

 Estética

Una gran cantidad de especies enriquecen nuestra vida con sus formas,
texturas, colores, olores, comportamientos. Los bosques, selvas, estuarios y
ríos, en buen estado de conservación, proporcionan satisfacción a nuestra
necesidad de belleza.

 Espiritual

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Para muchas civilizaciones y personas, las plantas y animales y los fenómenos
naturales tienen significado religioso. El Sol es el generador de vida en el
planeta y transmite su energía a los organismos vivos. En las culturas indígenas
los fenómenos naturales, y los seres vivos forman parte integral de la
cosmovisión.

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 Científica

La naturaleza es una biblioteca que hemos ido descifrando a través de los


siglos. El entendimiento científico nos ha proporcionado innumerables beneficios
que van desde productos medicinales hasta una visión holística del lugar del ser
humano en la naturaleza (http://todosobreelmedioambiente.jimdo.com/biodiversidad/).

2.1.15. Políticas y objetivos de conservación de la biodiversidad

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) de las


Naciones Unidas ha trabajado activamente en políticas mundiales de
conservación de la biodiversidad y en la definición e implementación de cuatro
objetivos que considera básicos:

 La mantención de los procesos ecológicos básicos esenciales y de los


sistemas vitales de los cuales depende la sobrevivencia y el desarrollo de las
comunidades humanas. Por ejemplo: el reciclaje de los nutrientes para las
plantas, protección de los suelos, mantención de los ciclos del agua, entre
otros.

 La protección de la viabilidad de la biodiversidad genética sobre la Tierra: las


poblaciones de todas las especies, silvestres y domésticas, deberían
mantenerse a un nivel por lo menos suficiente para garantizar su
sobrevivencia; asimismo, se salvaguardarán los hábitats necesarios para este
fin. Incluye programas de cultivo y mejora de las plantas útiles, de animales
domésticos y de microorganismos.

 Los principios de conservación se aplicarán en todas partes del planeta


Tierra, tanto en la tierra como en el mar; se concederá especial protección a
aquellas especies de carácter singular, a los ejemplares representativos de
todos los tipos de ecosistemas y a los hábitats de las especies escasas o en
peligro.

 Los ecosistemas y los organismos, así como los recursos terrestres, marinos
y atmosféricos que son utilizados por el ser humano, se administrarán de
manera tal de lograr y mantener su productividad óptima y continua sin por
ello poner en peligro la integridad de los otros ecosistemas y especies con los
que coexisten. Con ellos se busca asegurar el desarrollo sustentable de los
Ecosistemas, especialmente los forestales, praderas, marinos y de fauna
silvestre, y de las especies que constituyen la base de sustentación
económica de muchas comunidades y de importantes industrias.

2.1.16. Medidas para conservar la biodiversidad

de Selliers (2005), destaca algunas medidas que se pueden adoptar para


conservar la biodiversidad:

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Los espacios protegidos/áreas protegidas son un aspecto clave de los
programas de conservación, pero no bastan por sí mismos para proteger la
biodiversidad en toda su extensión, y no siempre se respetan. Para obtener
resultados, es necesario escoger cuidadosamente el emplazamiento de los
espacios protegidos, asegurándose de que todos los ecosistemas de la zona
tengan una representación adecuada. Además, es necesario que estos espacios
estén bien diseñados y gestionados con eficacia.

Los instrumentos financieros, como el pago directo por los servicios de los
ecosistemas o la transmisión de la propiedad a particulares, pueden suponer un
incentivo económico a la conservación de la biodiversidad y el uso sostenible de
los servicios de los ecosistemas.

La prevención y la intervención temprana se han revelado como los métodos


más eficaces y rentables a la hora de enfrentarse a las especies invasoras. Una
vez se ha introducido una especie invasora resulta sumamente difícil y costoso
combatirla y, sobre todo, erradicarla, ya sea mediante productos químicos o
introduciendo otras especies (soluciones que no siempre dan resultado).

La biodiversidad debe tenerse en cuenta en la agricultura, la pesca y la


silvicultura para lograr su conservación. Estos sectores dependen
directamente de la biodiversidad e influyen directamente en ésta. El sector
privado puede contribuir de manera significativa; por ejemplo, incorporando
determinadas prácticas agrícolas. Muchas empresas muestran en la actualidad
una mayor responsabilidad corporativa y preparan sus propios planes de
actuación en materia de biodiversidad.

Es imprescindible contar a todos los niveles con organismos sólidos que


contribuyan a la conservación de la biodiversidad y al uso sostenible de
los ecosistemas. Los Acuerdos Internacionales deben prever medidas para
asegurar su cumplimiento y tener en cuenta los impactos sobre la biodiversidad
y las posibles sinergias con otros acuerdos. La mayor parte de las medidas
directas para detener o frenar la pérdida de biodiversidad deben tomarse a nivel
local o nacional. Las leyes y políticas adecuadas desarrolladas por las
administraciones centrales pueden habilitar a las administraciones locales para
que incentiven la gestión sostenible de los recursos.

Informar al conjunto de la sociedad sobre los beneficios que se derivan de la


conservación de la biodiversidad y plantear abiertamente y con visión de
conjunto las contrapartidas que surgen al favorecer unas opciones en detrimento
de otras, contribuye a optimizar los beneficios para la sociedad. Recuperar un
ecosistema es, por lo general, mucho más costoso que proteger el ecosistema
original, aunque está adquiriendo una importancia creciente a medida que
aumenta el número de áreas degradadas.

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Es necesario enfrentarse a los generadores directos e indirectos
desencadenantes de la pérdida de biodiversidad para una mejor protección
de la misma y de los servicios de los ecosistemas. Las posibles medidas
pueden consistir en eliminar subvenciones perjudiciales, fomentar una
agricultura intensiva sostenible, adaptarse al cambio climático, frenar el aumento
del nivel de nutrientes en el agua y los suelos, evaluar el valor económico total
de los servicios de los ecosistemas y hacer más transparentes los procesos de
toma de decisiones.

La comunidad internacional y los gobiernos han tomado cuatro tipos de


medidas para fomentar la conservación y la utilización sostenible de la
diversidad biológica:

 Medidas para proteger hábitats particulares, como parques nacionales,


reservas de la biosfera u otras zonas protegidas.

 Medidas para proteger especies o grupos de especies particulares frente a la


explotación excesiva.

 Medidas para fomentar la conservación ex situ de especies en jardines


botánicos o en bancos de genes.

 Medidas para contrarestar la contaminación de la biosfera


(http://www.javeriana.edu.co/blogs/gtobon/files/M%C3%B3d2_CONCEPTOS_BASICOS.pdf ).

Para conseguir avanzar más hacia la conservación de la biodiversidad será


necesario, aunque no suficiente, intensificar una serie de actuaciones enfocadas
fundamentalmente a la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad y los
servicios de los ecosistemas.

Las medidas que se centran principalmente en la conservación son entre


otras: los espacios protegidos (áreas protegidas), la protección de especies y las
medidas de recuperación para especies amenazadas, la conservación de la
diversidad genética, tanto en el medio natural como externo (por ejemplo en los
bancos de genes), y la recuperación de ecosistemas.

Las medidas que se centran principalmente en el uso sostenible son entre


otras: ofrecer incentivos económicos, tener en cuenta la biodiversidad en las
prácticas empresariales (por ejemplo en la agricultura, pesca y silvicultura), y
asegurarse de que las comunidades locales se benefician de la biodiversidad.

Las medidas que abordan tanto la conservación como el uso sostenible


son entre otras: aumentar la coordinación entre los Acuerdos Internacionales
que afectan a la biodiversidad y el uso de los recursos; aumentar la conciencia
pública, mejorar la comunicación y la educación; mejorar la capacidad para
evaluar las consecuencias de los cambios en los ecosistemas sobre el bienestar

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humano y aumentar la coordinación entre los diferentes ámbitos de actuación
(http://www.greenfacts.org/es/biodiversidad/l-2/8-evaluacion-ecosistemas-milenio.htm).

Entre una serie de acciones amplias que la comunidad internacional puede


llevar a cabo para revertir la pérdida y degradación de la biodiversidad; se
destacan las siguientes:

 Mantener la salud y productividad de los ecosistemas para suministrar


servicios de los ecosistemas que cubran las necesidades básicas a largo
plazo.

 Instar a que se promulguen leyes adecuadas para que haya un acceso justo y
equitativo a los ecosistemas.

 Instituir reglamentaciones en los mercados e incentivos económicos en todos


los niveles para construir una economía ecológica que se centre en el
crecimiento a favor de los pobres.

 Combinar los conocimientos científicos y tradicionales para crear las


capacidades para que las comunidades locales gestionen la diversidad
biológica de manera sostenible.

 Superar el individualismo nacional e institucional y construir el marco


internacional necesario para la gobernanza ambiental eficaz a nivel mundial
(https://www.cbd.int/development/about/challenges.shtml ).

2.1.17. Gestión de la biodiversidad

En la gestión de la biodiversidad intervienen diferentes actores gubernamentales


y no gubernamentales (de los ámbitos nacional, regional, departamental y
municipal). Por esto es necesario el abordaje desde una mirada que integre la
conservación y la utilización sustentable de la biodiversidad con inclusión social
y valores de equidad y solidaridad ( http://obio.ambiente.gob.ar/estrategia-nacional-de-
biodiversidad).

Los objetivos de gestión de la biodiversidad están establecidos en el


Convenio sobre diversidad biológica, estos son:

 Conservar la diversidad biológica: Se trata de mantener el patrimonio


natural a nivel ecológico, específico y genético.

 Utilizar de manera sostenible los componentes de la biodiversidad: Para


asegurar la provisión de bienes y servicios ambientales a las actuales y
futuras generaciones.

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 Mantener procesos ecológicos y sistemas vitales esenciales: Para
asegurar que el planeta Tierra sea apto para la existencia de los seres vivos,
incluyendo al ser humano. Los procesos ecológicos son el ciclo del agua,
ciclos de nutrientes, relaciones inter-específicas (por ejemplo predador -
presa), migraciones y otros, que modelan el clima, aseguran la pureza del aire
y el agua, regulan el caudal de las aguas, reciclan elementos esenciales
(como los nutrientes), crean y regeneran suelos y permiten a los ecosistemas
renovarse a sí mismos. Cuando estos procesos no son mantenidos dentro de
las reglas naturales se producen fenómenos de erosión, desertificación,
extinción de especies, aparición de plagas, etc. Estamos ante lo que
comúnmente se expresa como “se ha roto el equilibrio ecológico”. En otras
palabras, al mantener los procesos ecológicos se conservan los sistemas
sustentadores de vida.

 Participación justa y equitativa de los beneficios que proporciona la


biodiversidad: Significa que no debe haber discriminaciones en cuanto a la
distribución de beneficios, sino que cada uno debe recibir lo que en justicia le
corresponde.

2.1.18. Género en la conservación de la biodiversidad

La diversidad biológica es el pilar del trabajo, los sistemas de creencias y la


supervivencia diaria de muchas mujeres. La valoración económica de los
conocimientos de las mujeres y su función en la conservación y utilización
sostenible de la diversidad biológica puede asegurar su participación plena, y de
esta manera contribuir sustancialmente al desarrollo sostenible
(https://www.cbd.int/development/doc/sdg-feb2014-info-es.pdf).

Es importante incluir la perspectiva de género en la conservación de la


biodiversidad y la búsqueda de formas racionales de manejo de recursos
naturales, porque el género diferencia las relaciones que la gente establece con
los recursos naturales y los ecosistemas, con respecto al conocimiento, uso,
acceso, control e impacto sobre los recursos naturales, y las actitudes con
relación a los recursos y la conservación.

La conservación de la biodiversidad requiere la participación completa de los


miembros de las comunidades, incluyendo a hombres y mujeres. Sus intereses y
necesidades relacionadas a la naturaleza pueden ser muy diferentes, hasta
estar en conflicto. Sin embargo, frecuentemente, los intereses y voces de las
mujeres quedan silenciadas en los foros públicos y en los momentos en los que
se toman decisiones sobre los recursos naturales y su manejo. Esta tendencia
impide que sea completa la comprensión sobre los recursos naturales y su
conservación y manejo racional. Existe una fuerte corriente entre los que
trabajan con la conservación de reconocer la importancia de la participación
comunitaria en lograr una conservación duradera. Reconocen la diversidad que
existe en las comunidades entre los stakeholders o interesados (actores

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sociales) a distintos niveles y definiciones de comunidad. Género es central
para lograr el enfoque de conservación comunitaria de recursos naturales.
En el esfuerzo de entender las relaciones entre mujeres y hombres y el
ambiente, dos ideas principales resaltan:

 La primera se basa en la necesidad de dejar de percibir a las mujeres como


víctimas pasivas de la degradación ambiental y a los hombres solo como
destructores. La definición de las mujeres y de los hombres como actores
decisores con conocimientos e intereses distintos y posiblemente diferentes,
construye un nuevo balance social con mucho potencial en lograr la
conservación y manejo de recursos naturales.

 La segunda es alejarse de la noción que las mujeres son la solución o el


recurso no explotado para resolver preocupaciones externas a su medio. Si la
conexión entre mujeres y el medio ambiente se debe a condiciones
materiales, no debemos asumir que siempre serán las aliadas para la
conservación. Más bien, su relación con el medio ambiente debe ser
analizada en el contexto dentro de sus posibilidades y las presiones que el
sistema les ofrece. En el contexto de zonas de altura, las mujeres, debido a
los cambios en condiciones materiales, pueden estar en la primera línea de la
conservación, pero también pueden ejercer presiones negativas sobre estas
áreas. En este sentido, la clave para mejor entender la relación de mujeres y
hombres con su medio natural es analizar las situaciones en que se
encuentren.

La incorporación de una perspectiva de enfoque de género y el análisis


sistemático de género en el manejo y conservación de recursos naturales
optimiza los esfuerzos para avanzar más eficiente y equitativamente.

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LISTA DE REFERENCIAS

Álvarez-Uría Tejero, P., & De la Cruz Leiva, J.L. (Coords.). (2011). Biodiversidad
en España. Base de la sostenibilidad ante el cambio global. Madrid,
España: Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE), Ministerio de
Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Fundación Biodiversidad
&Fundación General de la Universidad de Alcalá.

Convenio sobre la diversidad biológica (CDB). (2010). Guía de buenas prácticas.


Agua potable, diversidad biológica y desarrollo. (2010). Recuperado de
https://www.cbd.int/development/doc/cbd-good-practice-guide-water-
booklet-web-es.pdf

Iberdrola S.A. (2006). Introducción al concepto de gestión de la biodiversidad en


la empresa. España: Autor. Recuperado de
https://www.iberdrola.com/wcorp/gc/prod/es_ES/sostenibilidad/docs/informe
_biodiversidad06.pdf

Tellería, J.L. (2009). Turismo y conservación de la biodiversidad en España.


Recuperado de https://www.ucm.es/data/cont/media/www/pag-
33471/2009_Turismo.pdf

Torres-Murra, J.C., Castro, S., & Olivas, D. (2008). Conservación de la


biodiversidad (2da. ed.). En Comisión Nacional del Medio Ambiente.
Biodiversidad de Chile, Patrimonio y Desafíos Santiago de Chile: Ocho
Libros Editores.

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