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El cuerpo
El material en que suelen estar construidos los clarinetes es ébano o granadillo. Estas maderas
son duras, resistentes y fáciles de mecanizar. Pero, como ocurre
con todas las maderas, éstas se ven afectadas por los cambios de
temperatura y la humedad. Por eso, en el caso del clarinete,
nuestra atención debería estar centrada en el cuidado de la
madera.
Es importante también secar cuidadosamente el interior del cuerpo cuando se acaba de tocar,
pues la humedad y la saliva que quedan al guardar el clarinete en su caja, pueden crear unas
condiciones que propicien la creación de fisuras o rajas. Para esta operación utilizad el escobillón o trapo
descrito, antes de guardar el instrumento.
Las zapatillas
Las zapatillas están compuestas de tres elementos, que son: cartón, fieltro y tripa. Cada uno de
ellos responde de una forma diferente ante la temperatura, la humedad y la presión. Esto hace que las
zapatillas se deformen y pierdan su capacidad de adaptación al oído u orificio. Para evitar en parte esto,
después de tocar, sería conveniente pasar un papel secante (Cleaning Paper) por las zapatillas. Para
realizar esta operación se debe colocar este papel entre cada una de las zapatillas y su oído
correspondiente y presionar la llave ligeramente, para que se absorba la humedad que contienen.
A menudo el sudor de las manos penetra en el espacio entre las llaves y los pilares produciendo
corrosión de los tornillos pasadores. La consecuencia de esto es que la llave se mueve lentamente o
incluso puede llegar a inmovilizarse. Para evitar esto, se debe aplicar aceite de llaves (Key Oil) en las
juntas entre la llave y el pilar, aproximadamente cada dos meses.
Esta operación proporciona, además del cuidado necesario, suavidad y ligereza al instrumento,
lo que afecta sensiblemente a la calidad de la interpretación.
Los oídos
Cada vez que se construye un nuevo modelo, el diseño y construcción de los oídos requiere un
estudio profundo y meticuloso en el cual las fábricas de clarinetes emplean mucho tiempo. Cualquier
modificación de la forma o dimensión de éstos, afecta al sonido de la nota que se emite por ese agujero
y del instrumento en general.
Así es lógico deducir que si los oídos están sucios, por la acumulación de grasa y sudor de las
manos o por una mala limpieza interior antes de guardar el clarinete, la cualidad del sonido habrá
variado debido al grosor añadido en él.
La forma de limpiar estos orificios es utilizar un escobillón fino (Tone Hole Cleaner) que se
introduce en el agujero y limpia la suciedad acumulada. Se debe tener especial cuidado de no utilizar
ningún objeto duro en esta operación, porque podría dañar el oído.
Cuidado exterior
La limpieza exterior debe ser mínima, limitándose a pasar un trapo suave (Polishing Cloth) por
la superficie de llaves y cuerpo, únicamente para quitar el sudor y la saliva que puedan haberse
acumulado. De esta forma evitaremos que estos elementos penetren en las juntas de las llaves con los
pilares y se creen oxidaciones.
No se debe dejar el clarinete montado de un día para otro, pues los corchos estarán
presionados durante demasiado tiempo y perderán su capacidad de sujeción.
Guardad siempre el clarinete desmontado, cuidando de que los corchos de las juntas estén bien
engrasados.
Guardar y transportar
Para resolver más dudas sobre instrumentos de viento se puede escribir a HAZEN, Carretera de
la Coruña Km. 17,200 Las Rozas, Madrid 28230 a la atención de Emilio Martínez, Servicio Técnico de
Instrumentos de Viento.
Emilio Martínez