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La Transitoriedad de La Vida

Todo regresa a su origen…

“Sale el sol, y se pone el sol, y se apresura a volver al lugar de donde salió”…

Eclesiastés 1,5

Buscando respuesta a uno de los interrogantes más desafiantes de la vida y

que a veces parece, para algunos, no tener sentido…

Por qué?… y para qué estoy aquí? Y es cuando la naturaleza transitoria de la

vida presente, se confronta con la búsqueda humana de un mejor vivir; o tal

vez… de un mejor sobrevivir. Y es cuando muchos seres humanos en su afán

por un mejor, o más llevadero presente, buscan atajos en los cuales son

sumergidos en los más oscuros desencantos… y es éste, el encuentro, con su

ácida realidad.

Cada persona busca la realización en su vida, pero, dónde esta se encuentra?

Está en la riqueza material?, en los placeres?, o en la inteligencia humana?

Todo será en vano si luchamos con las armas incorrectas; si luchamos y no

alcanzamos; si deseamos y no obtenemos; si tocamos a la puerta, pero ésta no

es abierta.

En vano trabajamos, si los que construimos, fuera del origen de la vida

estamos.

Cómo pretender formar, edificar, construir, levantar, cuando desanimado

mantengo?; cuando fuerzas no tengo, pero con tales para salir corriendo. Será
que es mejor huir a dónde el sutil y fuerte viento me arroje?... Si… Cuando me

arroje… a los más profundos abismos del desespero; y en medio de todos los

afanes de la vida… un respiro, un descanso, un nuevo aire, llegará para

refrescar en medio del duelo; si… en medio de la batalla de la vida, con todo y

aún en medio de sus desavenencias….

Oh! Dulce y cruel realidad; arduo trabajo lleno y cada vez más, al final, la

aflicción del espíritu llena…. porque más vale comer poco, pero tranquilo; que

con mucho pero aturdido. Y en saco roto, guardando espero.

De qué me sirve la riqueza, si disfrutarla no puedo? y aún así la disfrutara,

meramente, … no sería pasajero?; de qué me sirve toda la inteligencia

humana, si la espiritual no tengo?; de qué me sirve ganar el mundo entero, si

digno no soy de quien lo hizo!! De qué me sirve liderar la mejor empresa; si

para mi familia, no soy ejemplo? De que me sirve conducir el mejor auto, si el

timón de mi vida no manejo?... Sería todo aquello como instrumento que

suena, y como el viento, es pasajero.

Es así la dicha de vivir!! Desconcertante, desequilibrada, insegura, triste, e

impredecible, sin esperanza… para aquellos que en su conocimiento

creyeron… pero, maravillosa, grandiosa, alegre, audaz, cordial, dadivosa, y

positiva. Con Propósito, con Sentido, porque con todo y ello, al dador de la

vida llevo; al que fue, al que es, y al que ha de venir; al Dios de la vida, al Dios

eterno; al que todo lo sabe y que sabe, cómo me alegro; al que aún antes de

que mis labios abra, sabe, lo que decir quiero; porque así como el maestro,

es a su estudiante; como el carpintero a su madero; como la madre a sus hijos;

como el arquitecto a su diseño; así es El, a quienes hizo, a quienes formó

desde el vientre materno. El que sabe dar consuelo… Porque de El vinimos y al


El volveremos; el principio y el fin. El que conoce el tránsito de mi vida, y quien

la hizo; el que sabe el camino perfecto, quien nos ayuda a construir nuestras

vidas, dándole sentido… a la transitoriedad de la Vida…

Cómo me doy cuenta! que me ha hecho falta ser, un recipiente de tu amor! Y

dispuesto para ti,…para que seas derramado allí, y ser de bendición, a los

que llamados fuimos, …. a construir.

“Los ríos todos van al mar, y el mar no se llena; al lugar de donde los ríos

vinieron, allí vuelven, para correr de nuevo”… Eclesiastés 1, 7

Inspirada en el Libro de La Vida

Escrita por Bertha Murillo

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