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Según la Real Academia Española (R.A.E.), planificación significa “plan general, metódicamente
organizado y frecuentemente de gran amplitud, para obtener un objetivo determinado, tal como el
desarrollo armónico …” por ejemplo de un viaje.
En estos tiempos en los que viajar se ha convertido casi en una obligación para cualquier persona,
podemos utilizar este hecho como ejemplo, pues para que nuestros viajes no se conviertan en las
aventuras y desventuras vividas por Don Quijote, es necesario planificarlos de forma metódica y
organizada para llegar a nuestro destino en el momento deseado.
Una de las definiciones más célebres es la aportada por Mestre (1995), para quien planificar “es
prever con suficiente anticipación los hechos, las acciones, etc., de forma que su acometida se
efectúe de forma sistemática y racional, acorde a las necesidades y posibilidades reales, con
aprovechamiento pleno de los recursos disponibles en el momento y previsibles en el futuro.”
Si Don Quijote hubiese anticipado los hechos y hubiese actuado de forma sistemática y racional
acorde a las posibilidades de sus medios, podría haber obtenido mejor provecho de sus oxidadas
armas, escuálido caballo y pávido escudero.
En el ámbito deportivo, Bompa (2007) señala que “el proceso de planificación es un procedimiento
metódico y científico, para ayudar a los deportistas a lograr elevados niveles de entrenamiento y
rendimiento.”
Todo proceso de planificación requiere el desarrollo de una serie de fases, una de estas fases de la
planificación es la periodización, que consiste en secuenciar y temporalizar en los periodos
concretos, todas las actividades que se planean realizar, este concepto suele confundirse con el de
planificación, que se considera un proceso mucho más amplio (González y Gorostiaga 1995).
Los atletas que participaban en los Juegos Olímpicos debían realizar un entrenamiento sistemático
durante 10 meses más otro mes en el que realizaban una exhibición delante de una asamblea especial
que evaluaba sus capacidades competitivas.
Otro de los relatos de la época que muestra la sistematización del entrenamiento deportivo es el que
concierne a Milo de Cretona (558 a.C.) a quien se le atribuye el invento del incremento progresivo
de la resistencia. Este famoso luchador ganador de 6 JJOO, quiso levantar un toro y no pudo, ante
esta situación empezó a levantar de forma diaria un ternero hasta que se hizo un toro (Tous, 1999).
I.2.1.2.- Inicios de la Racionalización del Entrenamiento.
Será a finales del Siglo XIX con el resurgir de los JJOO. modernos cuando aparecen nuevos
planteamientos de autores que estudian y proponen la ordenación del entrenamiento como medio
para mejorar el rendimiento deportivo.
A continuación se expondrán de forma cronológica los autores y sus aportaciones más relevantes
relacionadas con la estructuración del entrenamiento deportivo siguiendo los escritos de García,
Navarro y Ruiz (1996).
e) Ozolin (1949) en “Das training der leichtathleten” hace una nueva estructuración en la
planificación del atletismo que se puede resumir en estos postulados:
El entrenamiento es un proceso de muchos años en el que se debe realizar un
desarrollo armónico y multilateral del deportista.
Pero solo mediante ejercicios especiales se pueden provocar adaptaciones específicas.
La duración de los periodos debe ser igual para todos los deportes, aunque con distinta
distribución.
Divide el periodo preparatorio en dos etapas de una duración de 6-7 semanas cada
una: general y especial.
Divide el periodo competitivo en seis etapas: competitiva temprana, competitiva, de
descarga, de preparación inmediata, conclusiva, y competición principal.
Establece que en el periodo transitorio se continúe entrenando, pero sin cambiar de
disciplina.
El descanso total solo será para casos especiales, con fines profilácticos, de 5 a 7 días.
El calendario de competiciones es la base de estructuración de las etapas de
entrenamiento.
Denominamos modelos tradicionales a aquellos que aunque tienen un origen antiguo, están vigentes
en la actualidad.
Figura 3. Esquema sobre los modelos de la planificación tradicionales (García y cols., 1996).
I.2.2.1.- Matveiev (1956).
Cuando habla del concepto de forma deportiva, lo fundamenta con las teorías del Síndrome de
Adaptación de Selye (SGA), en la cual se diferencian tres fases para obtener un estado óptimo de
forma deportiva: desarrollo (adquisición), conservación (estabilización) y pérdida temporal.
Estas tres fases de la forma deportiva son la base utilizada para dividir en tres grandes periodos la
temporada anual: el preparatorio, el competitivo y el de transición. Por otra parte Matveiev establece
una serie de principios que se deben cumplir a la hora de desarrollar una planificación:
El modelo de Aroseiev fue creado para modalidades de deportes de lucha con varias competiciones
importantes a lo largo de la temporada. Las principales aportaciones de este modelo son las
siguientes:
Es considerado por algunos autores como el precursor de la doble periodización. Las características
del modelo propuesto por este entrenador de halterofilia se pueden resumir en las siguientes:
100%
80%
La propuesta de Tschiene es similar a la de Vorobiev, pues se trata de una periodización con altas
cargas de trabajo y de acuerdo al modelo de adaptación biológica del deportista, sus peculiaridades
son las siguientes:
- Ondulaciones constantes de la carga, con cambios frecuentes de aspectos cuantitativos y
cualitativos.
- Alto volumen de trabajo con apenas una diferencia del 20% entre el periodo preparatorio y el
competitivo.
- Se realiza un trabajo continuo de elevada intensidad, con el uso de trabajo específico
mediante la participación controlada en competiciones.
- Debido a la alta calidad específica del entrenamiento se introducen intervalos profilácticos
para evitar la fatiga elevada.
- Intenta utilizar modelos de ejecución que se adapten a la propia competición (uso de aparatos
especiales).
Dentro de los denominados modelos contemporáneos es posible hacer una distinción entre aquello s
modelos que toman como base de la planificación las características del deporte o aquellos modelos
que toman como base las características de los deportistas, si bien se realiza una división entre los
modelos para los deportes individuales y los deportes colectivos.
- La planificación del trabajo tiene como base los principios de adaptación a las cargas de
entrenamiento buscando la individualización de las mismas.
- Concentración de cargas de trabajo de una misma orientación en cortos periodos de tiempo.
Esta situación aporta especial relevancia a las estructuras medias de planificación
(mesociclos). La concentración de cargas de una orientación hace que sea importante conocer
el efecto de dichas cargas sobre otras de orientaciones distintas.
- Desarrollo consecutivo de distintas capacidades que se favorezcan del efecto positivo del
trabajo anterior (efecto residual).
- Incremento del trabajo específico sobre el trabajo general, se piensa que el éxito en el deporte
moderno solo puede ser con el trabajo específico.
De este modelo se describirán los ejemplos de planificación que se consideran más representativos,
el “modelo por Bloques” de Verkhoshansky, y el “Modelo ATR” propuesto por Issurin y Kaverin y
desarrollado por Navarro posteriormente.
Este autor considera el proceso de entrenamiento en base a la teoría de los sistemas, y define
los procesos de “programación, organización y control”, rechazando la terminología de
“planificación del entrenamiento”.
El criterio base de esta teoría de bloques reside en el efecto retardado y de transferencia de las
cargas concentradas de trabajo, por esta razón, tras la aplicación de una carga concentrada de
fuerza se programa una fase de trabajo técnico.
De forma resumida Pérez y Pérez (2009) exponen las características del modelo de
Verkhoshansky:
Figura 9. Efecto de las cargas concentradas de fuerza propuesto por Verkhoshansky (García y cols., 1996).
b) El modelo ATR.
Se trata de una variante del modelo de bloques, Issurin y Kaverin en 1986 hacen la propuesta
de distinguir tres tipos de mesociclos, que representan bloques de trabajo concentrado:
o A – Acumulación.
o T – Transformación.
o R – Realización.
Este modelo es desarrollado y defendido por Navarro (1998) frente a los modelos
convencionales en el deporte de alto rendimiento. Las peculiaridades generales de este
modelo se basan en dos puntos:
o Concentración de cargas de trabajo sobre capacidades específicas u objetivos
concretos de entrenamiento.
o El desarrollo consecutivo de capacidades u objetivos en bloques o mesociclos de
entrenamiento especializado.
Mesociclos A T R A T R A T R A T R A T R A T R
Macrociclos I II III IV V VI
Meses IX X XI XII I II III IV V VI VII VIII
Figura 10. Estructura de planificación anual basado en el modelo ATR (Navarro, 1998)
b) 4 mese
b) Modelo cibernético
Con periodos competitivos tan largos, no es posible mantener la forma deportiva con el mismo
nivel, por lo que se establecen tres niveles de la forma deportiva que sea aceptable para participar
en todas las competiciones:
o Nivel de Forma General.
o Nivel de Alta Forma.
o Nivel de Forma Deportiva Óptima.
Figura 13. Ejemplo de planificación de deportes colectivos con los tres niveles de forma deportiva (Bompa, 1983. en
Tous, 1999)
b) Modelo Cognitivo (Seirul-lo).
Las características de este modelo las resume García y cols. (1996) de la siguiente forma:
- Se interesa por lo que sucede en el interior del deportista después de que éste analiza las
condiciones del entorno donde debe realizar su actividad competitiva.
- Modificando la organización de los acontecimientos y situaciones del entorno, se estimula al
deportista a elaborar nuevos comportamientos, producto de la interpretación personal de
aquellos acontecimientos.
- Lo que se intenta mejorar es la interpretación del sujeto para que ello modifique la
interpretación externa.
- Se logran actitudes motrices que son “esquemas motrices” aplicables a situaciones variables,
evitando los modelos cerrados de conductas.
- La evolución del aprendizaje está centrada en la capacidad que tenga el deportista para
analizar las señales del entorno, saberlas interpretar y tomar variadas soluciones motrices
cada vez más ajustadas a sus necesidades e intereses particulares.
- Se tiene mucho en cuenta las necesidades del deportista. La persona es preferente a la
actividad deportiva.
o Es más válido para los deportes en que las situaciones de competición no son estables
y existe gran interacción.
o Predomina en ello las motivaciones intrínsecas, la relación profesor – alumno,
entrenador – deportista, permiten optimizar a la persona que compite, no el modelo de
competición.
- El deportista se va auto formando en esa determinada especialidad según sus propios
intereses, no como lo entiende el entrenador.
En cibernética, la caja negra es una caja donde existen entradas que producen perturbaciones en
el interior, estas perturbaciones dan lugar respuestas o resultados hacia el exterior, pero no
sabemos con exactitud lo que ocurre dentro de esta caja negra. Por otro lado, los resultados
obtenidos pueden dar lugar a otras perturbaciones que provoquen nuevos resultados.
Figura 14. Esquema de un modelo cibernético.
El concepto de táctica para Viru se relaciona con el efecto que las distintas acciones tienen sobre
el organismo y las condiciones en las que se realizan, describiendo los factores en los que se
basa:
o La ejercitación sistemática
o El incremento de la carga
o La individualización del trabajo
o La utilización de las cargas máximas
o La organización cíclica del entrenamiento
El concepto de estrategia de entrenamiento lo relaciona con todos los aspectos que intervienen en
la formación del deportista para el alto nivel. Los principios que guían dicha estrategia son:
o La organización del proceso de entrenamiento a largo plazo debe basarse en las
peculiaridades del desarrollo ontogénico, teniendo especial atención en las fases
sensibles del desarrollo.
o La estructura anual debe estar integrada dentro de la estructura a largo plazo.
o Es necesario establecer una estructura cíclica de entrenamiento que incluya fases de
recuperación para permitir la adaptación del organismo a las cargas de trabajo.
o Hay que tener presente los límites de la intensidad de entrenamiento que permiten la
adaptación del organismo.
o Los periodos prolongados de entrenamiento deben estar divididos en otras estructuras
medias.
o El trabajo con deportistas de alto nivel debe ser con bloques concentrados si queremos
lograr nuevos niveles de mejora.
Tema I.3.- TIPOS DE PLANIFICACIÓN.
La planificación más larga que se puede plantear, es aquella que pretende diseñar toda la vida
deportiva de una persona. Hay que tener en cuenta que la actividad física o hacer deporte, es una
necesidad básica para el mantenimiento de una vida saludable, por lo tanto la planificación deportiva
a lo largo de la vida puede tener un doble itinerario, por un lado la planificación para la formación de
deportistas de élite y la mejora de marcas y rendimiento. Por otro lado también es posible desarrollar
una planificación de actividades deportivas con fines recreativos en busca del mantenimiento físico y
mejora de la calidad de vida.
Figura 15. Etapas en la planificación de actividad física a lo largo de la vida (Balyi et al., 2005)
Tabla 1. Etapas de ejercitación física a lo largo de toda la vida (Balyi, et al., 2005)
Fomento de la actividad física y el
Especialización deportiva Deporte recreativo
deporte para todos
Inicio a la actividad física Entrenar para el entrenamiento
o Chicos y Chicas (0-6 años) o Chicos (12-16 años)
o Chicas (11-15 años)
Fundamentos de la motricidad Entrenar para la competición Actividad física y salud o
o Chicos (6-9 años) o Chicos (16-23 +/-años)
para toda la vida
o Chicas (6-8 años) o Chicas (15-21 +/- años)
Aprendiendo a entrenar Entrenar para ganar
o Chicos (9-12 años) o Hombres (19 +/- años)
o Chicas (8-11 años) o Mujeres (18 +/- años)
Seirul-Lo (2005) hace una propuesta similar, estableciendo tres grandes etapas de una duración de 10
a 12 años, que después subdivide en 10 fases:
Esta propuesta está centrada en la formación del deportista para el alto rendimiento, las actuales
exigencias del deporte moderno hacen cada vez más necesaria una adecuada planificación de la
evolución del entrenamiento a largo plazo, siendo un elemento imprescindible para permitir a l
deportista llegar al alto rendimiento con garantías de éxito.
La estructura de la planificación a largo plazo ha sido estudiada por diversos autores, en la tabla 2 se
muestran algunos de los autores más relevantes y sus propuestas de ordenación del entrenamiento a
largo plazo.
Tabla 2. Estructuras de planificación a largo plazo por diversos autores (modificado de Delgado et al. 1997)
AUTORES - ETAPAS FORMACIÓN DEPORTIVA +
STEINER (1980) Formación básica amplia Selección Especialización Alto rendimiento
Profundización del
MARTIN (1982) Variada formación psicomotriz Inicio especialización
entrenamiento específico
Realización máxima de las
MATVEIEV (1983) Preparación básica Longevidad deportiva
posibilidades deportivas
PILA (1986) Iniciación deportiva Orientación deportiva Especialización deportiva
GROSSER et al. Entrenamiento Entrenamientos de Entrenamiento de Entrenamiento de alto
(1986), (1988) fundamentos construcción rendimiento rendimiento
VILTE/CARBALLO Formación Entrenamiento de Sistematización del
(1987)
Alto rendimiento
deportiva motora base entrenamiento
Entrenamiento Entrenamiento de Entrenamiento de
HAHN (1988) Alto rendimiento
básico desarrollo rendimiento
Entrenamiento de
WEINECK (1988) Entrenamiento de base Entrenamiento de construcción
alto nivel
Formación Iniciación: formación Iniciación Perfeccionamiento
PINTOR (1989) Especialización
motora básica multideportiva básica Consolidación básico
BOMPA (1990) Iniciación Especialización Alto rendimiento
Preparación
Preparación Preparación Realización máxima Mantenimiento de los
PLATONOV (1993) específica de
inicial previa de base de posibilidades resultados
base
DELGADO (1995) Fundamentos Iniciación Perfeccionamiento Máximo rendimiento
SEIRUL-LO (2005) Iniciación a la práctica Obtención de alto rendimiento Funcionalidad decreciente
En las estructuras de planificación a largo plazo se pretende respetar los niveles de maduración
biológica, sin precipitar la preparación del atleta y favoreciendo el desarrollo general y armónico del
mismo, es preciso renunciar al éxito inmediato en etapas tempranas. En esta ocasión se desarrollará
el planteamiento planteado por Platonov (1993 en Platonov, 2001) que distingue 5 etapas:
El objetivo de esta etapa radica en la preparación física general y multilateral, el uso del
juego y de múltiples disciplinas como medio de educación, aprendizaje y de desarrollo,
evitando entrenamientos monótonos. A nivel técnico se pretende iniciar el aprendizaje de los
gestos técnicos del deporte elegido, pero combinándolos con otros ejercicios de preparación
especial y auxiliares.
En esta etapa el trabajo sigue siendo muy variado, se pretende realizar un entrenamiento de
preparación física enfocado al fortalecimiento del organismo, creando las bases para la
prevención de lesiones a la vez que se pretende el desarrollo de hábitos motores específicos
de la disciplina deportiva elegida. Se debe realizar un largo periodo de preparación general y
corto competitivo, evitando entrenamiento de alta intensidad y respetando el desarrollo
morfológico de los jóvenes en crecimiento. Con respecto al trabajo técnico se pretende dotar
al deportista de una amplia base de patrones de movimiento globales, pero relacionados con
los modelos técnicos del deporte elegido.
En la primera fase de esta etapa predomina el trabajo general con el objetivo de mejorar las
posibilidades aeróbicas, que posibilitará el posterior incremento del volumen de
entrenamiento especial. Sin embargo el entrenamiento debe tener un carácter específico, así
para un futuro deportista de disciplina de resistencia debe procurar un aumento del volumen
de entrenamiento que provoque una mejora en las capacidades aeróbicas, sin embargo, un
futuro deportista de una disciplina donde predomine la velocidad y la coordinación, debe
tener cuidado con el trabajo aeróbico realizado, pues puede provocar adaptaciones en el tejido
muscular no deseadas.
En general el trabajo desarrollado en esta etapa debe permitir el tránsito al alto rendimiento.
En esta etapa se busca la preparación específica para obtener los máximos logros deportivos.
Se incrementa el trabajo de preparación especial y el número de competiciones en las que se
participa. En esta etapa es donde se realizan las cargas de trabajo más altas de toda la vida
deportiva, representada por altos volúmenes de entrenamiento y alta intensidad.
Esta etapa se caracteriza por la reducción inevitable del potencial del organismo, lo que
provoca la búsqueda de métodos y medios eficaces para mantener altos niveles de
rendimiento deportivo durante el mayor tiempo posible. Para lograr este objetivo el
entrenamiento debe individualizarse al máximo, reforzando los puntos débiles y afianzando
los puntos fuertes.
A nivel técnico es posible mejorar por la eliminación de errores específicos. A nivel táctico es
el momento en el que mayor rentabilidad se obtiene, fruto de la maduración y experiencia
deportiva.
En esta etapa, es preciso hacer una reducción del volumen de trabajo con el fin de evitar
sobrecargas y propiciar la estimulación del trabajo específico de calidad.
A modo de resumen, en la figura 16 se muestra la evolución del volumen total de trabajo anual y los
porcentajes de trabajo general, auxiliar y específico en cada una de las fases de preparación a largo
plazo.
Figura 16. Evolución del volumen total y porcentajes aproximados de preparación general, auxiliar y especial en el
proceso de entrenamiento a largo plazo (Platonov, 2001)
Por otra parte, es preciso señalar los factores que deben tenerse en cuenta antes de iniciar la
elaboración de un proyecto a largo plazo (Navarro, 1993; Bompa, 2006 pp264; Añó, 1997 pp.210):
Algunos autores estiman que para llegar al alto rendimiento es preciso cumplir la regla de los
10 años y 10.000 horas de formación (Simon y Chase, 1973; Navarro, 1994; Añó, 1995;
Baker et al., 2003; Bompa, 2007), sin embargo en función del tipo de deporte y su exigencia
en la maestría técnica, el número de años para llegar al alto rendimiento será diferente. Este
aspecto hay que tenerlo en cuenta para determinar con mayor exactitud la edad de comienzo
del entrenamiento específico.
Tabla 3. Relación de años necesarios para llegar al alto
rendimiento en distintos deportes (García et al., 1996)
Deporte Hombre Mujer
Acrobacias 7,2 6,4
Atletismo 5,8 5,5
Ciclismo en ruta 5,7 4,2
Ciclismo en pista 6,0 4,9
Fútbol 7,6
Gimnasia artística 7,7 6,8
Gimnasia rítmica 7,3
Halterofilia 6,9
Natación 5,3 4,4
Tenis 9 7,3
Voleibol 8,5 8
Remo 5,2 5,2
b) La edad media en la que los deportistas de dicha disciplina consiguen llegar al alto
rendimiento
10
8
Nº Atletas
0
20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31
Figura 17. Distribución de edades a la que se lograron las 50 mejores
marcas en la prueba de 100 metros hasta 1994. (García et al., 1996)
De forma general, se puede decir que los deportes en los que la velocidad es la capacidad
determinante, los altos resultados deportivos se obtienen entre los 20 y 24 años de edad,
mientras que en los deportes donde la resistencia o la fuerza es la capacidad determinante, la
edad de máximos logros se retrasa hasta los 25 y 28 años de edad (Añó, 1997, pp 211).
La planificación debe partir del estado inicial en el que encontramos al deportista, esto
significa que debería tenderse a la individualización y no planificar globalmente, aunque esto
es complicado en deportes de equipo.
Tabla 5. Edades límites para las distintas fases de entrenamiento a largo plazo en diferentes deportes (Platonov, 1995)
H M H M H M H M H M
Atletismo
10-12 10-12 13-15 13-15 16-20 16-19 21-25 20-23 26-29 24-28
(medio fondo)
Atletismo
11-13 14-16 17-22 23-30 31-35
(Fondo)
Esqui fondo 11-13 11-13 14-16 14-16 17-22 17-20 23-30 21-27 31-35 28-32
Ciclismo
11-13 14-16 17-19 20-23 24-27
persecución
Ciclismo
11-13 14-16 17-19 20-23 24-27
carretera
Canoa-
10-12 10-13 13-16 14-15 17-20 16-18 21-24 19-22 25-28 23-26
Kayack
Remo 10-12 13-17 18-21 22-26 27-29
Natación (100
8-10 8-10 11-12 10-12 13-18 12-16 19-22 17-19 23-25 20-22
y 200)
Natación
8-10 8-10 11-12 10-12 13-16 13-15 17-20 16-18 21-23 19-22
(400-1500)
Finalmente, en este largo proceso de preparación de los deportistas desde la iniciación hasta que
llegan al alto rendimiento hay que indicar los factores metodológicos que inciden en el transcurso de
su puesta en acción (Añó, 1995 pp. 213; Bompa, 2007 pp. 265):
Con planificación a medio plazo nos referimos a las estructuras creadas para deportistas de alto
rendimiento que se ponen objetivos a medio plazo, normalmente a 4 años coincidiendo con los ciclos
olímpicos o a 2 años alternando los campeonatos del mundo con los juegos olímpicos.
Las planificaciones del ciclo olímpico comienzan el año posterior a la celebración de los Juegos
Olímpicos, evitando que el año postolímpico se convierta en un año de reposo sin continuidad en
el trabajo. Existen dos estructuras generalizadas a la hora de organizar el ciclo olímpico ( figura
19). Una estructura monocíclica, en la que se produce un incremento escalonado y progresivo de
los distintos componentes del entrenamiento de un año a otro hasta llegar al año olímpico,
teniendo como inconveniente el aumento progresivo de la tensión y el estrés a medida que se
acercan los Juegos Olímpicos.
Esta organización bicíclica es más adecuada para deportistas consagrados, en cambio en deportistas
jóvenes se recomienda la estructura monocíclica.
a b
Figura 19. Progresión de la carga en un ciclo olímpico “a” monocíclico y “b” bicíclico (Bompa, 2007 pp 280)
b) Planificación bianual
Son planificaciones con objetivo a dos años, la mayor parte de ellos están integrados dentro
de los ciclos bicíclicos cuatrienales. Este tipo de planificación surge debido a la proliferación
de competiciones importantes que han surgido en los diferentes deportes cada dos años en las
que es preciso mostrar un buen nivel de rendimiento.
La estructura general consiste en un primer año con un alto volumen de trabajo pero baja
intensidad, mientras que en el segundo año se incrementa la intensidad y el trabajo se dirige
hacia un alto nivel de rendimiento en la competición planteada como objetivo principal.
Se consideran planificaciones a corto plazo aquellas que organizan una temporada, un año completo
de entrenamiento. Este tipo de organizaciones no tienen que ser estructuras aisladas de
planificaciones plurianuales.
La estructura de planificación anual dependerá de diversos factores, como pueden ser: el deporte
específico, el modelo de competición, el número de competiciones, la edad y características propias
del deportista. De forma general se habla de estructuras unicíclicas, bicíclicas, tricíclicas o bloques
concentrados.
a b c
Figura 21. Organización del entrenamiento anual “a” monocíclica; “b” bicíclica; “c” tricíclica (Platonov, 2001)
La planificación deportiva tiene por objetivo lograr el mejor estado de forma posible en el momento
de la competición para permitir al deportista las mayores garantías de éxito. Pero no todos los
deportes tienen el mismo modelo de competición, de forma general hablaremos de deportes con un
largo periodo competitivo y deportes con cortos periodos competitivos (García et al., 1996).
En los deportes individuales, no parece lógico hablar de planificación general, en estos deportes la
planificación tiene un carácter individual tal y como es el mismo deporte, orientada a las
características propias del deportista, del deporte y a los objetivos personales.
Por otra parte, la exigencia de la alta competición en deportes colectivos con largos periodos de
competición y la participación simultánea en varias competiciones, ésta haciendo que se realicen
dobles planificaciones por puestos específicos, es decir, ante la imposibilidad de mantener un alto
estado de forma durante todo el periodo competitivo, y la posibilidad de tener un mínimo de dos
jugadores por puesto de juego con altos niveles deportivos, se planifican estados de forma deportiva
sincronizados no simultáneos, con el fin de permitir la ondulación de la forma deportiva de cada
jugador, pero disponer siempre de uno de ellos en el estado óptimo.
Cuando los objetivos están focalizados en el proceso el deportista busca la mejora continua de sus
ejecuciones, la atención se centra en sí mismo en su propio aprendizaje y adquisición de habilidades
técnico-tácticas sin tener la presión por ganar o perder, el deportista obtiene mayor satisfacción al
comprobar su propia evolución y mejora.
El rendimiento deportivo depende de múltiples factores (técnica, táctica, preparación física…) que
pueden desarrollarse de forma aislada, es decir, se pueden abordar de forma independiente uno de
otros, con planteamientos reducidos y simplificados. Se pretende que el desarrollo individualizado de
cada elemento, incremente posteriormente el rendimiento en competición, donde todos los factores
actúan de forma conjunta (Santos, Viciana y Delgado, 1996).
Figura 22. Modelo esquemático de entrenamiento aislado (Santos, Viciana y Delgado, 1996)
Figura 23. Modelo esquemático de entrenamiento integrado (Santos, Viciana y Delgado, 1996)
De forma general, el entrenamiento aislado tiene como ventaja respecto al integrado la posibilidad de
lograr un mayor control y lógicamente mayor focalización del trabajo concerniente al aspecto
selectivo sobre el que se pretende incidir, y permite la individualización del trabajo, en cambio, el
inconveniente principal reside en desarrollar tereas poco reales y alejadas del juego, lo que puede
provocar dificultad de integrar en el juego de forma eficaz las mejoras logradas de forma aislada.
Una vez revisadas las fortalezas y debilidades de ambos modelos, Chirosa et al. (2002) proponen el
uso de los dos tipos de trabajos a lo largo de la temporada, priorizando el trabajo aislado en los
momentos alejados de la competición y el trabajo integrado en el periodo competitivo.
Figura 24. Periodización mediante el uso del modelo simple (aislado) y el modelo integrado a lo largo de la temporada
(Chirosa et al., 2002)
La planificación del trabajo deportivo sigue de forma tradicional la estructura de la figura 25,
inicialmente se realiza un amplio trabajo de preparación física general, posteriormente se efectúa un
trabajo de preparación física especial, cuyas mejoras se pretenden aportar para lograr un incremento
de las prestaciones técnicas de los deportistas, y en función de dichas capacidades se desarrollan los
sistemas tácticos de juego, que posteriormente se aplican en competición.
Opuesto a este modelo de programación encontramos el modelo inverso que parte desde la
competición como eje central de trabajo, donde el resto de factores tienen por objetivo pulir las
deficiencias encontradas durante la competición.
· Referencias bibliográficas.