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INCREMENTAR EL CONOCIMIENTO ACERCA DE LAS

NECESIDADES QUE LAS ADOLESCENTES DEL CENTRO


DE ACOGIMIENTO “ARCO IRIS” SATISFACEN A TRAVÉS
DEL SISTEMA DE RELACIONES QUE ESTRUCTURAN
COTIDIANAMENTE
CAPITULO I
ASPECTOS METODOLÓGICOS DE LA INVESTIGACIÓN

1.1. JUSTIFICACION

La presente investigación se fundamenta primero: en que el planteamiento se


inserta dentro de una de los campos del Trabajo Social que tradicionalmente ha
constituido una de sus principales esferas de actuación.

Segundo, dentro de la problemática de niños/niñas y adolescentes el Trabajo


Social enfrenta cada vez más, nuevos desafíos de intervención, en tanto las
situaciones que demandan su atención se encuentran en permanente dinámica.

El velar por la integralidad de la satisfacción de las necesidades, constituye en el


presente una de sus preocupaciones, toda vez que ella se relaciona con la
promoción del bienestar de este grupo poblacional.

Desde esa perspectiva, esta investigación contribuirá al establecimiento de


estrategias de intervención en la problemática de niños/as y adolescentes en
situación de acogimiento institucional, a partir del conocimiento de las necesidades
que se satisfacen a través de los sistemas relacionales que las adolescentes
construyen en su vida cotidiana.

1.2. EL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN


1.2.1. Planteamiento del Problema

Las definiciones acerca de la adolescencia, como etapa de trasformaciones


biológicas, psíquicas y sociales, están presentes en todas las elaboraciones que
tratan cuestiones relativas a los/las adolescentes; ellas reflejan los resultados de
los “dramáticos cambios” (PAPALIA; 1998; 283), de esa etapa del desarrollo
humano.
Como es posible discurrir, las consecuencias que se dejan sentir se producen en
la dinámica de la satisfacción de las necesidades, que en un sentido, se trata de la
vida misma de las personas, de las adolescentes.

En la presente investigación no se está hablando de adolescentes cuya vida


transcurre en una familia con todas las particularidades que presentan los hogares
tanto en su estructura como en su dinámica. Se considera que en esos casos,
también se presentan situaciones muchas veces conflictivas debido a las
condiciones que se generan en el proceso de desarrollo de los/las adolescentes.

En este estudio, los sujetos son adolescentes mujeres que se encuentran en un


hogar de acogimiento, que es como se llaman las instituciones que se
responsabilizan de niños/as y adolescentes que por diferentes motivos se
encuentran privados/as de desenvolverse al interior de un hogar, de una familia.

En la ciudad de La Paz, sede del Poder Ejecutivo, se localiza la mayoría de los


centros de acogimiento, Concentra 13 centros, entre los que se encuentran
aquellos de administración directa por el Estado así como aquellos que son
administrados por instituciones privadas a través del sistema llamado de
administración delegada. Más de 900 niños/as y adolescentes se encuentran en
acogimiento institucional. (Vice Ministerio de Asuntos de Género y
Generacionales; 2000; 22).
La satisfacción de necesidades de las adolescentes en acogimiento institucional,
preocupa tanto a los administradores como a los profesionales que desempeñan
funciones en estos centros y la conformación de un equipo multidiciplinario, es una
prueba de ello.

En el Ex Centro “Niñas Obrajes”, dependiente actualmente de la Fundación “Arco


Iris”, inquieta al equipo técnico conformado por el/la trabajadora social, el/la
psicólogo/a, el/la pedagogo/a, no sólo las necesidades que tienen que ver con la
subsistencia, sino también las del afecto, la seguridad, la identidad, la libertad, el
ocio, la participación, cuyos satisfactores difieren a los de otras adolescentes que
no se encuentran en condiciones de acogimiento.

Una de las técnicas que el equipo técnico mencionado ha utilizado, para


establecer requerimientos de su mundo subjetivo principalmente, es el de los
sistemas relacionales, que consiste en el establecimiento de unidades sistémicas
de relaciones que las adolescentes conforman en el centro de acogimiento.

Interesa al planteamiento de esta investigación, definir que tipo de necesidades


satisfacen las adolescentes a través de estos sistemas de relaciones, a fin de que
esa información oriente con mayor proximidad el trabajo de asistencia que se
desarrolla con las adolescentes en condición de acogimiento institucional.

1.2.2. Formulación del Problema

El problema de investigación plantea la siguiente interrogante:

¿Cuáles son las necesidades que las adolescentes, que se encuentran en el


Centro de Acogimiento “Arco Iris”, satisfacen a través de los sistemas relaciones
que se construyen en su interacción diaria?

1.3. OBJETIVOS

1.3.1. Objetivo General


Incrementar el conocimiento acerca de las necesidades que las adolescentes del
Centro de Acogimiento “Arco Iris” satisfacen a través del sistema de relaciones
que estructuran cotidianamente, a fin de que se constituyan en un insumo
empírico y metodológico para la formulación de estrategias de intervención, de
trabajadoras/es sociales particularmente.

1.3.2. Objetivos Específicos

* Describir las características de las adolescentes en situación de


acogimiento en el Centro “Arco Iris”.

* Analizar los elementos que componen las redes relacionales de las


adolescentes en sus cuatro sistemas: institucional, familiar, de pares y
escolar.

* Analizar los sistemas relacionales que construyen las adolescentes con


actores internos y externos al centro.

* Establecer las particularidades de la satisfacción de necesidades de las


adolescentes a partir de la construcción de sistemas relacionales.

1.4. HIPÓTESIS

1.4.1. Formulación de Hipótesis

 Las adolescentes que se encuentran en acogimiento institucional en el “Centro


Arco Iris”, satisfacen determinadas necesidades de Subsistencia, Afecto,
Protección, Identidad, Libertad, Ocio y Participación a través de la conformación
de sistemas relacionales.
1.5. ESTRATEGIA INVESTIGATIVA

1.5.1. Delimitación teórica y témporo espacial

a) Delimitación teórica

El carácter de esta investigación es de tipo cuali cuantitativo. El nivel que alcanza


es el de descriptivo analítico

b) Delimitación temporal

La investigación se realizó en el periodo de 2003 – 2004 (durante 15 meses).

c) Delimitación espacial

El estudio fue desarrollado en el Centro de Acogimiento “Arco Iris” de la ciudad de


La Paz.

1.5.2. Unidades de observación y análisis

Las unidades de análisis estuvieron constituidas por 20 sujetos de investigación,


que en el momento del estudio, correspondían al total de adolescentes en
situación de acogimiento en el Centro “Arco Iris”.

1.5.3. Técnicas de investigación

Las técnicas aplicadas en la presente investigación fueron :

 Observación participante.
 Encuestas.
 Entrevistas en profundidad.
 Mapas relacionales.
CAPITULO II

MARCO TEORICO

Las categorías seleccionadas y que en este estudio intervienen para aproximarse


al objeto de investigación son principalmente:

 la adolescencia como una fase del desarrollo humano con sus principales
características y efectos, y la adolescencia en situaciones especiales como
aquella que se encuentran en entidades de acogimiento;

 las necesidades humanas y de la adolescencia en particular; y finalmente

 las teorías sociológicas acerca de paradigmas que explican las relaciones


que se establecen entre los seres humanos y los instrumentos que permiten
establecer la configuración de dichas relaciones, ya sea como estructuras
de poder, sentimentales, etc. que se dan en colectividades pequeñas.

2.1. LA ADOLESCENCIA

Se considera importante referirse a un concepto acerca de la adolescencia relativo


a su definición a través de la historia.
Al respecto, Giddens precisa que, a pesar de que las diversas transiciones por las
que atraviesan los individuos a lo largo de su vida parecen estar determinadas
biológicamente, por su complejidad dichas etapas son tanto de naturaleza
biológica como social. “Están influenciadas por las diferencias culturales, así como
por las circunstancias materiales en las que vive la gente en determinados tipos de
sociedades”…“La existencia de “adolescentes” es un concepto específico de las
sociedades modernas. Los cambios biológicos experimentados en la pubertad (en
el momento en el que una persona es capaz de tener una actividad sexual adulta y
de reproducirse) son universales. Pero en muchas culturas esto no produce el
mismo grado de confusión e incertidumbre que entre los jóvenes occidentales de
hoy” (Giddens; 1995: 115 - 116).

Papalia por su parte, afirma que la adolescencia, como “periodo de transición está
tan integrado en nuestra cultura que es difícil darse cuenta de que el concepto de
adolescencia como etapa de desarrollo es un fenómeno reciente”. Menciona
diferentes ritos de las sociedades tradicionales como la de los apaches que
“señalan la madurez sexual de una niña con un ritual de cuatro días cantando
desde la aurora hasta el anochecer. Los judíos tradicionalmente dan la bienvenida
a los muchachos de 13 años a la comunidad adulta con la celebración del bar
mitzvah; en el siglo veinte una celebración parecida, el bas o (bat) mitzva se ha
instituido para las niñas”...“En las sociedades industriales modernas, ningún ritual
señala el paso de la infancia a la vida adulta. En lugar de esto, nosotros
reconocemos entre la infancia y la vida adulta una etapa de desarrollo de
transición conocida como adolescencia. (1999: 342).

2.1.1 Diferentes enfoques sobre la adolescencia

Tomando como base diferentes perspectivas en el abordaje de la adolescencia,


citaremos los enfoques a los que hacen referencia Benítez, Mereles y Roa (1996),
quienes mencionan cuatro enfoques: el fisiológico, el cognitivo educativo, el
psicológico y el antropológico.

El enfoque fisiológico considera como el núcleo central la importancia de las


transformaciones en la adolescencia como resultado de las secreciones
hormonales que producen una reacción fisiológica en cadena y que se evidencian
en transformaciones corporales de origen biológico.

El enfoque educativo cognitivo, se refiere a las transformaciones de las estructuras


cognitivas, la aparición de nuevas formas de inteligencia y de aprendizaje
necesarias para que el adolescente pueda integrar las modificaciones corporales,
afectivas y relacionales que se operan en él y su alrededor.

El enfoque psicológico propone que la adolescencia es un periodo difícil y crítico, y


que el desarrollo de la personalidad sería su contenido fundamental. Algunas
características que marcan el paso de la infancia a la edad adulta podrían tener su
referencia en lo físico, mental, social y en el área valórica, mediatizando la
conducta, la afectividad y las relaciones. Los autores se refieren al hecho de que
en la mayoría de los casos, los adolescentes deben enfrentar el “paso” de una
etapa a otra en condiciones desventajosa, donde el comportamiento adulto estaría
teñido de expresiones infantiles.

El enfoque antropológico destaca el papel esencial del entorno en la evolución del


adolescente, el lugar que cada cultura reserva a los adolescentes, los
condicionamientos a los cuales están sujetos para responder a las expectativas
sociales, el espacio que cada subgrupo social le deja, así como a las relaciones
entre sus pares que están determinadas por valores y anti-valores que define un
tipo de conducta como parte del proceso de construcción de su identidad. Se
plantea así la adolescencia como período “privilegiado” de aprendizajes sociales y
culturales.
Para Papalia, en la adolescencia tiene lugar un “dramático desarrollo físico e
intelectual durante los años comprendidos de los 12 hasta alrededor de los 20; se
producen cambios en la apariencia como resultado de los acontecimientos
hormonales de la pubertad; en el pensamiento a medida que desarrollan la
habilidad de hacer abstracciones así como en sus sentimientos. En aquella fase
del desarrollo de la personalidad, se produce el cambio más importante de la
adolescencia: el logro de la identidad, que incluye la identidad sexual; pues
“incorporan su nueva apariencia, sus desconocidas angustias y sus nuevas
habilidades en busca de su sentido de identidad”. Las relaciones con los padres y
con los grupos de su edad se constituyen en arena de prueba para las ideas de
los adolescentes acerca de la vida y de ellos mismos. (Ibid: 341)

Las modificaciones de tipo biológico se producen a través de un proceso


progresivo de maduración desde la pubescencia hasta la pubertad. Los cambios
biológicos que señalan el fin de la infancia son el rápido desarrollo fisiológico,
alteraciones en las proporciones del cuerpo, el cambio de voz en ambos sexos, el
desarrollo de los senos en las niñas, y el comienzo de la capacidad de eyacular
semen en los muchachos. Durante la pubescencia (dura más o menos dos años)
maduran las funciones reproductivas, se producen rápidos aumentos de talla y
peso, se agrandan los órganos sexuales primarios ovarios, (útero, vagina en
mujeres; y pene, testículos, escroto, vesículas seminales y glándula prostática en
varones) y aparecen las características sexuales secundarias. La pubescebncia
concluye en la pubertad, que remarca el momento en que una chica o chico
alcanzan total madurez sexual y están capacitados para reproducirse. (Ibid: 344).

El desarrollo intelectual alcanza en la adolescencia el más alto nivel, según


Piaget, el de las operaciones formales que se caracteriza por la habilidad de tener
un pensamiento abstracto. Para que se produzcan esa facultad en el desarrollo
cognoscitivo influyen cambios internos y externos en la vida del adolescente: las
estructuras de su cerebro han madurado y su ambiente social se ha ampliado
dándole más oportunidades para la experimentación. “Puesto que antes el
adolescente podía amar a su madre u odiar a un compañero, ahora puede amar la
libertad y odiar la explotación. El adolescente ha desarrollado un nuevo modo de
vida: lo posible y lo ideal cautivan tanto a la mente como a los sentimientos”.
(Gisnbur & Opper, 1979; citado por Papalia: 362).

La formación de la identidad se considera un elemento importante del desarrollo


de la adolescencia. Según Craig (1997: 438), al llegar a la adolescencia se
desarrollan nuevas capacidades cognoscitivas para el pensamiento operacional
formal las mismas que permiten analizar las diferentes funciones, que se
desprenden de ser hija, hermana mayor, amiga, estudiante, deportista, etc.,
descubriendo incoherencias y conflictos en algunas y reestructurándolas para
formar una identidad nueva. “A veces el proceso exige abandonar papeles viejos
y establecer nuevas relaciones con padres, hermanos y compañeros/as”.

Para formar esa identidad los/as adolescentes se sirven de grupos de referencia,


que pueden estar integrados por individuos cercanos a ellos/as o de grupos de
mayores con los que se comparte actitudes e ideales grupos religiosos, étnicos,
generacionales o de interés. Cada cual se compara con el grupo de referencia -
amplio o estrecho – y se encuentra con valores que acepta o rechaza. No siempre
se toman como patrón grupos o colectivos, en ocasiones sino de una sola
persona que se denomina otro significativo, que puede ser un amigo, un maestro
admirado, un hermano mayor o una estrella de cine o del deporte o cualquiera
cuyo criterio le sea valioso. Este proceso no es privativo de la adolescencia pero
es la etapa en la que cobra mayor importancia. Se encuentran rodeados de una
infinidad de grupos de referencia u otros significativos. Estos papeles deben ser
integrados en una identidad personal, y los contrapuestos han de ser reconciliados
o descartados. El proceso es más difícil si hay conflictos entre papeles
(pertenecer a un grupo o ser buen estudiante) o entre otros significativos (entre un
novio y una hermana mayor).
Craig cita el planteamiento de James Marcia (1980) cuatro diferentes modos o
estados de identidad: Exclusión, estado de aquellos que han hecho compromisos
sin pasar por una crisis de identidad; Difusión, estado de identidad de quienes no
han pasado por una crisis ni hecho compromisos; Moratoria, estado de los que se
hallan en medio de una crisis de identidad; Consecución de la identidad, estado de
quienes han pasado por una crisis de identidad y han hecho compromisos; Crisis
de identidad periodo de toma de decisiones sobre temas existenciales
importantes.

De acuerdo a investigaciones, el estado de identidad influye profundamente en las


expectativas sociales, la autoimagen y las reacciones al estrés del adolescente. “A
causa de sus decisiones no resueltas, la emoción dominante entre los jóvenes en
el estado de moratoria (los que se hallan en medio de una crisis de identidad) es la
ansiedad. Luchan con un mundo de valores y elecciones en conflicto, y de
continuo encaran cuestiones impredecibles y contradictorias. Con frecuencia estos
adolescentes están ligados a sus padres con lazos ambivalentes de amor y odio;
se fatigan por la libertad, más temen y resientes la desaprobación de sus
progenitores. Muchos universitarios se encuentran en este estado. Se trata de
gente que busca información activamente y toma decisiones” (Ibid: 440).

Los adolescentes en estado de exclusión sufren niveles mínimos de ansiedad; en


general se desenvuelven en un patrón de continuidad y estabilidad, aunque
pueden experimentar incertidumbre en ciertas áreas de la vida.

El estado de difusión se observa más a menudo en adolescentes que han sufrido


los rechazos o la negligencia de padres desapegados o des-interesado. Pueden
convertirse en marginados de la sociedad y entregarse al alcoholo o las drogas
como forma de eludir las responsabilidades.

Los adolescentes que han llegado a la consecución de la identidad poseen los


sentimientos más balanceados hacia sus padres y familia. Este estado se
incrementa con la edad. El estado de identidad también puede variar de acuerdo
con el aspecto de la vida que se considere; el estudiante puede encontrarse en el
estado de exclusión con respecto a las preferencias sexuales, en el de moratoria a
propósito de las elecciones vocacionales y en el de difusión, tratándose de
ideología política. (Ibid: 440).

La comunicación intergeneracional y las relaciones con la familia, presentan


una dinámica con ciertas paradojas. Por una parte, los padres exitosos dan a sus
hijos raíces y un sentimiento de seguridad que provienen de un medio en el que
los niños se sienten amados y aceptados. Por la otra, los animan a que sean
independientes. “Si bien en la superficie raíces e independencia parece
contradecirse, son en realidad los dos lados de la moneda; sólo una persona
segura puede ser independiente” (Ibid: 441).

La forma en que los padres se relacionan con sus hijos afecta de modo radical el
cambio del adolescente a adulto. Sus interacciones deben considerarse en el
contexto de un sistema familiar dinámico, en el que los cambios en la conducta de
uno de sus miembros influyen en todos los demás. Como la adolescencia es un
tiempo de transformaciones grandes y a menudo drásticas, la familia como
sistema social también se modifica, lo mismo que la comunicación
intergeneracional. Estos cambios pueden particularmente difíciles en las familias
de un solo padres; sin embargo, en cualquier caso la meta de los padres es
ayudar al adolescente a salir de la última etapa de la niñez, listo para asumir las
responsabilidades de adulto.

Las amistades y las relaciones íntimas, las camarillas y bandas, cobran en la


adolescencia una importancia básica, pues en esta etapa los/as adolescentes
buscan apoyo de otros para enfrentar las transformaciones físicas, emocionales y
sociales de su edad, y es sencillo comprender que traten de encontrarla entre
quienes se encuentran en las mismas circunstancias.
Tanto la evidencia empírica como diversos estudios (Ibid: 144) dan cuenta de que
los adolescentes pasan más tiempo con sus amistades que con sus padres y su
familia (una quinta parte).

Las redes de compañeros son esenciales para el desarrollo de las habilidades


sociales de los/as muchachos/as. La igualdad recíproca que caracteriza sus
relaciones también ayuda a fomentar respuestas positivas a las diversas crisis que
estos jóvenes encaran. “Los adolescentes aprenden de sus amigos y coetáneos
las conductas que la sociedad recompensa y los papeles que mejor les van. La
competencia social es un elemento capital en su habilidad para establecer nuevas
amistades y mantener las viejas”. (Ibid)

El proceso que desarrollan para definir la conducta que adoptarán y que la


sociedad recompensa se basa en la capacidad para hacer comparaciones
sociales. “La comparación social es el recurso que todos empleamos para evaluar
nuestras habilidades personales, conductas, rasgos de personalidad, apariencia,
reacciones y sentido general del yo frente a las características de otros, tiene una
enorme importancia en la adolescencia, durante la cual se modifica”.(Ibid) En el
contexto de amistades exploran quienes son y que quieren ser.

Las expresiones de los/las adolescentes en sentido que se sienten con toda


libertad para expresarse entre sus amistades y que ellas les comprenden, son
explicadas por los psicólogos en el hecho de que entre los 12 y los 17 años los
adolescentes desarrollan la capacidad de establecer amistades más cercanas e
íntimas. “Los jóvenes tienden a elegir a sus amigos basados en actividades
basados en actividades e intereses comunes, relación igualitaria, lealtad y
compromiso. De hecho la deslealtad es una de las principales razones que citan
para terminar un amistad”. (Ibid: 447). Los/as adolescentes consultan a sus
amistades más íntimas en aspectos como en que club inscribirse y son quién salir
de cita. No obstante recurren a los padres y/o la familia para asuntos como
educación, finanzas y planes vocacionales.
A medida que crece la intimidad con amistades del mismo sexo también aparecen
las relaciones con el sexo contrario, que en un principio tienen lugar entre grupos,
que es la instancia de aprendizaje para el relacionamiento con el sexo opuesto. El
comienzo de la adolescencia es una etapa para probar, imaginar y descubrir en
que consiste participar en grupos y parejas de educación mutua. “Les da a los
muchachos un periodo de prueba en el que pueden acopiar ideas y experiencias
para conformar sus actitudes básicas hacia los roles y la conducta sexual sin
sentir la presión de quedar demasiados comprometidos con alguien” (Ibid). El
relacionamiento con el sexo contrario se da con mayor anticipación en las mujeres
que en los hombres.

En esta etapa tienen lugar las citas que según Bruce Roscoe, citado por Craig
(Ibid: 449), tienen siete funciones:
 “Recreación: la oportunidad de divertirse con alguien del sexo opuesto
 Socialización: la oportunidad de que se conozcan miembros de los dos
sexos y adquieran técnicas de interacción adecuadas.
 Posición: la oportunidad de mejorar la posición en el grupo al ser visto
con alguien a quién se considera deseable.
 Elección de pareja: la oportunidad de tratar miembros del sexo opuesto
con el propósito de elegir marido o esposa.
 Sexo: la oportunidad de experimentar con la sexualidad o recibir
gratificación sexual.
 Compañía: la oportunidad de hallar un amigo del otro sexo con el cual
relacionarse y compartir actividades.
 Intimidad: la oportunidad de establecer una relación cercana y
significativa con un apersona del otro sexo”.

Se pueden diferenciar dos formas básicas de grupos de compañeros según su


tamaño: los más grandes de entre 15 y 30 miembros que se denominan bandas; y
los pequeños que pueden tener tan pocos como tres miembros que se denominan
camarillas.
Al comienzo de la adolescencia las camarillas tienden a ser sólo de hombres o de
mujeres; más tarde, también se forman con miembros de los dos sexos, cambio
que coincide con el inicio de las citas. Las pequeñas camarillas del mismo sexo se
funden o relacionan con otros grupos similares, se amplían para incluir a
miembros del sexo opuesto y al final resurgen como grupos que constan tanto de
hombres como de mujeres.

Los sentimientos

Los sentimientos son como un instrumento de que dispone el sujeto para la


relación (emocional, afectiva, además de la mera y fundamental relación cognitiva,
para la cual, la relación emocional es condición necesaria) con los objetos del
mundo exterior y consigo mismo, es decir, con los pensamientos, fantasías,
deseos, impulsos, etc. “Objetos”, unos y otros, en el amplio sentido del término
porque objeto es todo lo que podemos delimitar y juzgar; y el ser humano se
delimita a si mismo y se juzga en su totalidad o en parte. Los sentimientos mismos
se hacen objetos para el sujeto que los posee, y que puede “leerlos”, es decir,
describirlos, delimitarlos y juzgarlos también”. (Castilla del Pino; 2002: 14).

Los sentimientos sirven: 1) para la vinculación eficaz, “interesada”, con tales


objetos, para atarse a ellos mediante un lazo, precisamente afectivo; y 2) para la
organización jerarquizada de los valores, una organización singular, exclusiva de
cada sujeto, por tanto egocéntrica. Lo que confiere subjetividad al modo de
relación de cada persona con la realidad y con los objetos que la constituyen, así
como al valor que al objeto se le adjudica, es la singular relación afectiva para con
él. Sin la singularidad de los sentimientos de cada cual, con sólo el instrumento
cognitivo, la realidad entorno y la realidad entorno serían prácticamente análogas
en todos los seres humanos: se trataría de seres en última instancia a-sociales,
aunque con los mismos instrumentos censo perceptivos, representacionales y
mímicos: prácticamente robots, ordenadores, máquinas de Turing”. (Ibid: 20)

Además de instrumentos del sujeto para la relación con los objetos del entorno y
consigo mismo, los sentimientos, se ha dicho en las formulaciones clásicas, son
estados del sujeto, porque lo cualifican y lo modifican en cierto sentido. Son
estados del “Yo”.

El sentimiento hacia el objeto se acompaña de otro sentimiento del sujeto hacia sí


mismo. Así cuando uno se siente despreciable por odiar a alguien y haberle
reportado algún mal, algo del sentimiento del odio hacia el objeto parece revertir
sobre uno mismo. Sentir ante un objeto implica que el sujeto, que antes no sentía
ni hacia el objeto ni ante sí, se sabe afectado por el sentimiento de ahora: en eso
consiste la modificación que define al objeto que experimenta un sentimiento
concreto. No hay pues, contradicción, en la consideración de esta función plural
del sentimiento, y puede decirse que los sentimientos son al mismo tiempo
provocaciones del objeto hacia el sujeto y estados del sujeto suscitados por ese
sentir concreto ante el objeto.

“Sentir es un proceso que tiene dos partes: la experiencia cognitivo emocional que
el objeto provoca, y los efectos que dicha experiencia desencadena en el
organismo incluido ese subsistema que es el sujeto. Los sentimientos, pues,
“afectan” no solo al sistema del sujeto sino a la totalidad del organismo, que
reacciona con una serie de síntomas. No hay sentimientos sin síntomas, pues la
anhomeostasis provocada debe dar señales al sistema para que elabore la
respuesta ad – hoc, esto es, de adaptación. El conjunto de síntomas constituye un
síndrome, que aúna la experiencia mental y la experiencia fisiológica del
sentimiento. Cuando el síndrome desborda los límites de las posibilidades
adaptativas del organismo surge la crisis, el estrés”. (Ibid: 23)

2.2. TEORÍAS SOCIOLÓGICAS


2.2.1. Teoría Sistémica

Luhmann afirma que la teoría de sistemas no constituye aún un conjunto


consolidado de conceptos básicos, axiomas y proposiciones derivadas, pero no
por ello imposibilita investigaciones científicas, suscita experiencias con problemas
y contribuye a fundamentarlas conceptualmente. Tampoco es posible contar con
un informe de resultados ciertos.

a) Pero en tanto que la teoría no puede prescindir absolutamente de un


análisis sistémico-teórico, éste no puede partir si no planteando un
concepto paradigmático de sistema/ entorno.

No hay forma de establecer la relación entre sistema y entorno sino a través


del concepto de diferencia. La diferencia tampoco es una orientación
casual, sino estructural del sistema; la diferencia también viene a ser el
límite entre el sistema y su entorno, sin que ello signifique una ruptura entre
el sistema y su entorno. Sin este concepto tampoco sería posible la
existencia de otros sistemas.

La premisa es que el objeto de la teoría es un sistema, pero no en el


sentido ontológico tradicional del ser en sí, sino como un sistema de
relaciones consigo mismo y con su entorno. En tal relación donde una de
las formas es la dependencia pero no en el sentido de dominio de uno
sobre el otro, sino entre sistemas, bajo relaciones cambiantes.

b) La diferencia entre sistema y entorno como una relación de todo y parte


da lugar a la diferenciación sistémica como repetición de la constitución de
sistemas en el interior de sistemas, una repetición de diferenciaciones
desde diferente perspectiva, sin que se pierda la posibilidad de ser
contemplada como unidad múltiple, ”en cierto modo, la diferencia mantiene
unido lo diferente”.
La diferenciación sistémica como una construcción de su diferenciación
gana en sistematización, sea como serie o simple igualdad de sus
subsistemas o como diferencia de centro y periferie. Incluso la
diferenciación como jerarquía abre la posibilidad de los subsistemas lleguen
a diferenciar nuevos subsistemas. La jerarquización como diferenciación no
deja de ser una autosimplificación de un gran valor operativo, permitiendo la
observación.

c) El concepto de aceptación es otra forma de diferenciación entre sistema


y entorno que permite comprender la causalidad y la forma en que se
distribuye la causalidad entre sistema y entorno. El concepto de producción
permite destacar la importancia de la causalidad, en tanto, se requiere
causas seleccionadas para lograr determinados efectos. No tiene otra
explicación el proceso evolutivo si no es por el papel de la selección.

d) Otra diferencia constitutiva entre sistema y entorno es la diferencia de


unidad entre elemento y relación. Desde este punto de vista no se concibe
elementos sin conexión relacional, ni relaciones sin elementos; aquí la
relación de unidad entre sistema y entorno se sustituye por la unidad de
elemento y relación. A diferencia de la tradicional creencia la unidad de un
elemento carece de su cualidad óntica, es más bien una construcción de la
unidad a través del sistema. De este modo la unidad del elemento sufre un
proceso de “desontologización” y “funcionalización” del elemento.

2.2.2. Teorías sobre las Necesidades Humanas

Por el planeamiento de las necesidades se tomará en cuenta a tres autores


tomados de Zeballos y varios (2000: 26) que hacen referencia a la teoría de las
necesidades.
Héller y las necesidades insatisfechas. La teoría de las necesidades de Agnes
Héller, está estrechamente ligada a la evolución de su pensamiento; entre su
esfuerzo de enriquecer el concepto de necesidades planteado por Marx, el
abandono de la visión teológica de la historia y su planteamiento de las
necesidades insatisfechas.

Héller sostiene dos conceptos completamente diferentes sobre el tema; la primera


es marxista fundada en el paradigma social; la segunda caracterizada por la
ruptura con el marxismo en el marco posmodernista que Héller abraza sin
reticencias.

Para la segunda Héller, las necesidades radicales son ahora demandas que han
de ser reconocidas, demandas de valor cualitativo que apuntan a forma de vida
valiosa y no cuantificable cuya satisfacción depende más de un proyecto de vida
personal que de la articulación de un orden social determinado.

También,… para Héller la teoría de la Historia se centra en la insatisfacción y no


en las necesidades, en la motivación hacia la transformación social (tipifica a
nuestra sociedad como la sociedad insatisfecha los hombres y las mujeres en
nuestra condición de criatura sociopolíticas tendríamos necesidades)…el objeto de
las necesidades es diferente a cada persona.

Por tanto las necesidades tendrían doble sentido: deseo por un lado y carencia
como necesidades sociopolíticas de forma más específica escriben un tipo de
clase de necesidades que la sociedad atribuye o asigna a sus miembros.

“Este análisis considera tres momentos; las necesidades en cuanto a tales, el de


la relación subjetiva – psicológica con las necesidades y la relación social atribuida
con las necesidades”.
Las necesidades sociopolíticas también serian distribuidas socialmente lo mismo
que sus objetos de satisfacción, sin olvidar que la distribución por el mercado es la
más importante. Los grupos (clases, grupos, etnias, profesiones, corporaciones,
etc.) afirman tener como grupo ciertas necesidades y presiones para su
satisfacción. Por eso la presión se ejercería frente al estado, como la fuente última
de redistribución.

Es significativa la apreciación de Héller al señalar que las necesidades


sociopolíticas (carencias), también se podrían entender como permisos al igual
que los hechos. Lo cual supone que tales permisos tienen reconocimiento social.
En tanto no se haya satisfecho tal necesidad se puede reclamar como una
anomalía a subsanar. Por lo tanto la descripción aun gripo no modificaría en nada
que la necesidad sea personal, es decir hacer lo que esta permitido o no hacerlo
depende de la persona, de su autonomía y discreción.

Esta autonomía fundada en la libertad de la persona proclama por la sociedad


moderna, sériale derecho más preciado, desde lo que se considera como una
intolerancia que otros determinan en que ha de constituir la felicidad de uno.

El reconocimiento de las necesidades de la autonomía es crucial si es a partir de


ello de las necesidades se han de juzgar como reales y verdaderas en tanto la
promuevan o falsas e irreales las que la restituyan.

A la humanidad le correspondería necesidades abstractas y universales, por


cuanto el concepto de humanidad es abstracto.

Las dos necesidades abstractas atribuidas al universal llamado humanidad son la


vida y libertad. Estos valores considerados los más importantes de la sociedad
moderna están asignados a cada una de las personas de la especie humana
independientemente de las especificidades una cultura.
La Teoría de las Necesidades Fundamentales. Doyal y Gough, una teoría sobre
necesidades humanas deben inspirarse en el pensamiento liberal como en el
socialista.

Aquellos autores presentan las necesidades como un conjunto de “precondiciones


de la existencia humana” es decir, como prerrequisitos de una vida autónoma
dentro de sociedades que deberían tener objetos generales.

Sus postulados se fundamentan en el rechazo de las concepciones naturales


relativistas y culturales sobré necesidades.

Frente a estas posturas Doyal y Gough indican que las “necesidades humanas
son históricas, construidas socialmente y también unipersonales” definición que no
permiten el uso de las diferentes culturales como justificaciones de privación
objetiva que da lugar a diferencias entre pueblos pobres y ricos…Estos autores
afirman que las necesidades humanas tienen una aspecto “objeto” por cuanto su
especificidad teórica y empírica es independiente en la sociedad, las personas
tiene necesidades cuando carecen de los recursos necesarios para participar en la
economía.

Uno de los más importantes se identifica en la autonomía personal, “ser autónomo


consiste en poseer la capacidad de elegir opciones sobre lo que hay que hacer y
como llevarlo acabo”…y otro imprescindible se refiere a la salud física o a la
supervivencia que constituye una necesidad básica cuya satisfacción es prioritaria.

De esta manera, la supervivencia física y autonomía personal son condiciones


previas de toda acción individual en cualquier cultura, que constituye las
necesidades humanas más elementales que deben ser satisfechas para que la
gente participe de manera efectiva en su sociedad.
Iván Illich y el “Hombre Necesitado”. Este autor reflexiona sobre la categoría
indicando que las necesidades básicas son el legado más negativo que deja el
desarrollo moderno. Sería luego de la Segunda Guerra Mundial donde se produjo
el cambio del hombre común al hombre necesitado, donde el ser humano se
somete a la energía eléctrica…es decir esta sería una generación de hombres
necesitados (Illich: 1996: 159).

Según el autor, la condición humana ha llegado a ser definida por las necesidades
comunes de una u otra manera son imputados de unos a otros, dando lugar a
certezas sociales que resultan ser un hábito social adquirido en el Siglo XX.

Las necesidades en el desarrollo moderno habrían dejado de ser deseos y


carencias. Los deseos cambiarán su condición de tal maner5a que la esperanza
que se logre lo bueno hubiese sido reemplazado por la expectativa de tener la
posibilidad de convertirse en reclamos, de tal manera que “las necesidades
aparecen como al condición normal del homo miserabilis” (Ibíd.: 160) porque
paradójicamente, están lejos de estar al alcance de la mayoría de las personas.

El autor señala, refiriéndose a Mariame Gronmeyer, que las necesidades son una
manera de formular “hipótesis de escasez universal” (oboe: 170) de tal forma que
las potencialidades en una economía basada en carencias, llevaría
inevitablemente a paralizaciones sociales que ha sido cambiada por una economía
basada en las necesidades, que lo único que proporciona es legitimidad al control
social del hombre necesitado.

Al definir nuestra humanidad por necesidades comunes, se estaría reduciendo al


individuo a un nuevo perfil de sus necesidades, por lo cual, la gente aparecería
como unidades individuales con requerimiento de entrada, trasformado al homo
economicus en homo systematicus; “las carencias son transformadas en
requerimientos sistemáticos que ubican al hombre común en un sistema inmune,
frágil y que solo funciona provisionalmente, siempre al borde de la catástrofe”
(Ibid: 171). La condición humana seguirá dejando de ser definida por lo que los
hombres son, enfrentan o tienen, sino por lo que les falta y necesitan.

Las Necesidades y el Desarrollo a Escala Humana. La teoría sobre Desarrollo a


Escala Humana elaborado por Max – Neef y otros, presenta una filosofía del
desarrollo menos mecanicista y más humano pensando en las personas y no en
los objetos. De acuerdo con esta propuesta, el mejor modelo de desarrollo debe
permitir elevar la calidad de vida de la persona, lo cual está condicionando la
satisfacción adecuada de las necesidades humanas fundamentales (Neef: 1986 –
35); asimismo considera que el ser humano vive necesidades múltiples donde
éstas se interrelacionan e interactúan, complementándose, compensándose
simultáneamente.

Los autores proponen una definición de necesidades humanas como finitas,


pocas, clasificables, y que son las mismas en todas las culturas; la manera o los
medios para la satisfacción de las necesidades cambian a través del tiempo y de
las culturas ; las culturas determinan los satisfactores.

Por otro lado cada necesidad puede satisfacerse en niveles diferentes y con
distintas intensidades en tres contextos: en relación consumo mismo, en relación
con el grupo social, en relación con el medio ambiente.

Otro de los aportes importantes que plantean manifiesta que las necesidades
revelan “el ser de las personas” porque se evidencian en ellas una doble
condición: como carencias y potencialidades, porque si solo se les considerara
como carencias se estaría restringiendo la concepción en un ámbito puramente
fisiológico “pero en la medida que éstos componentes muestran y movilizan las
personas son también potencialidades, más aún pueden llegar a ser recursos
(Ibid: 34).
De esta manera, no se debe pensar que las necesidades se satisfacen o se
colman porque representan un momento dinámico, de tal manera que éstos se
viven y realizan de manera continúa y renovada.

A cerca de los satisfactores, esta teoría dice que no son solo los bienes
económicos disponibles sino todo aquello que “por representar formas de ser
tener, hacer, estar, contribuyen a la realización de las necesidades humanas”
(Ibid: 35) esto puede tener efectos distintos dependiendo de las culturas y de los
bienes que el medio los genera, de cómo los genera y organiza el consumo de los
mismos.

Por ello el satisfactor es el medio en que se expresaría una necesidad y los bienes
el medio por el cual el sujeto potencia los satisfactores para vivir sus necesidades.

La inclusión de los satisfactores en la comprensión de las necesidades, permite


que se reivindique lo supuesto trascendiendo las preferencias respecto de los
objetos y artefactos, tal como lo hace la economía tradicional.

2.2.3. Teoría de las Redes Sociales

El análisis de redes constituye una nueva forma de estudiar la estructura social,


desarrollada en los últimos años. La misma que sin abandonar al individuo como
objeto de análisis, vuelve su atención al sistema (Burgos; 2001: 45).
Los proponentes del análisis de redes, plantean explicar el comportamiento de los
individuos como resultado de su participación en relaciones sociales
estructuradas.

Las redes están formadas por elementos característicos que según su


naturaleza establecerán diferentes tipos de relación. Del mismo modo, diferentes
tipos de relación identifican a redes diferentes, siempre y cuando se impongan
sobre un conjunto idéntico de elementos
Estos elementos tienen atributos que los identifican como miembros de una clase
de equivalencia para así determinar la existencia de una red de relación entre
ellos. El análisis de redes debe tener en cuenta tanto las relaciones que existen
entre los miembros de una red, como aquellas relaciones que no existen entre los
actores, pues la configuración de la presencia o ausencia de lazos entre los
miembros de una red revelan la estructura específica de ésta. Según los
elementos que componen su estructura, la red variará desde la estructura más
aislada, en la que ningún actor está relacionado con los demás, hasta la estructura
saturada, donde todos los actores están directamente relacionados con todos los
demás. Las redes sociales más típicas son las formadas por estructuras
intermedias.

Los elementos que componen una red son básicamente cuatro: los actores;
los vínculos; la centralidad; y el tipo de relación (Rodríguez, 1995, cotado por
Burgos). Dos son elementos propiamente dichos, pues sin ellos la red no existe; y
dos se parecen más a características intrínsecas de las redes. Estas
características existen por el mero hecho de tratarse de una red. Los cuatro
elementos son:

• Los actores, ya sean individuales (individuos) o colectivos (familias, grupos,


organizaciones, etc.), que dentro de una red actúan principal mente como
emisores o receptores (de información, ayuda, consejos, medios materiales, etc.).
Son el elemento constitutivo de la red.

• Los vínculos o nexo de unión entre los diferentes actores. Son el elemento
relacional de la red. Actúan como canales de comunicación entre los miembros
que forman el sistema de red.

• La centralidad. No todos los actores tienen la misma fuerza de comunicación, es


decir, emisora o receptora (de información, ayuda, etc.), sino que ésta variará en
función de la localización que tenga el actor dentro de la red y del tipo de vínculo
existente con otros actores.
• El tipo de relación es el que determina, principalmente, la función particular de
una red concreta. Está definido por la clase de información que se traspasa entre
los actores. Una misma red puede tener varias funciones ya que a través de ellas
pueden circular varios tipos de información.

Uno de los elementos básicos de una "estructura de relaciones sociales" es la


ubicuidad del actor (entendida como localización). Así, para que los vínculos de
una red se mantengan, es necesario cierta proximidad espacio-temporal de los
actores implicados, de lo contrario difícilmente se pueden consolidar lazos
diferentes de los de parentesco. Las redes sociales necesitan para su
mantenimiento ciertas normas de reciprocidad e intercambio de favores, dones,
etc.

La estructura de las relaciones entre los acto res y la posición (o localización) de


éstos en la red tienen importantes consecuencias en la conducta, en la percepción
y en las actitudes, tanto para los individuos como unidad como para el sistema
como un todo.

Las redes sociales se pueden constituir en tipos diferentes según las


cualidades de los elementos que las integran. La principal tipología viene
determinada por la forma y el contenido de la relación. La forma se refiere a la
propiedad de las relaciones entre cada pareja de actores que existen
independientemente de un contenido específico. Los dos aspectos básicos de
forma de relación son: a) la intensidad o fuerza del vínculo entre dos actores, y b)
el nivel de compromiso en determinadas actividades. El contenido de una relación
está definido por la función instrumental que se considera que tiene una red. Una
lista de los tipos más comunes de contenidos de relación propone (Rodríguez,
1995):
• Relaciones de comunicación: los lazos entre los actores son canales por
los que se transmiten mensajes de un actor a otro dentro de un sistema.

• Relaciones de transacción: los actores intercambian control por medios


físicos o simbólicos; por ejemplo, dar regalos, relaciones de compra-venta,
etc.

• Relaciones instrumentales: los actores se contactan unos con otros para


proporcionarse básicamente información no redundante; por ejemplo, para
conseguir un empleo, dar un consejo político, ayudar a mantener alguna
causa social, etc. (las redes que trataremos mas adelante como
mecanismos de acceso a un puesto de trabajo, serán de este tipo).

• Relaciones de solidaridad: los actores vinculados en este tipo de red se


proporcionan mutuamente seguridad, bienes o servicios en un intercambio
recíproco de favores entre individuos que se consideran en el mismo nivel
social. El intercambio es más flexible cuando más cercanos son los vínculos
y no se limita al aspectomaterial; cada transacción es computada sobre
todo como ayuda o favor recibido, reforzando así un vínculo.

• Relaciones sentimentales: tal vez las redes más frecuentes. Según


algunas investigaciones, son aquellas en las cuales los individuos expresan
sus sentimientos de afecto, admiración, odio u hostilidad entre unos y otros.

• Relaciones de autoridad y poder: estas redes normalmente existen al


interior de organizaciones formales complejas. Indican los derechos y
obligaciones de los actores respecto a sus superiores y subordinados.

• Relaciones de parentesco y descendencia: constituyen un tipo especial de


redes que no sólo indican las posiciones de los miembros en la estructura
familiar, sino que ellas son compatibles con varios de los tipos enunciados
anteriormente.

2.2.4. Otras Teorías relativas al problema de investigación

Los sistemas relacionales en la Teoría de la Psicología Social de la Dinámica


de Grupos

Según Movim (1992: 96) entre las adolescentes se dan dos tendencias fuertes por
un parte se buscan las relaciones sociales y por otra se aíslan de ellas. Sus
contactos personales, son poco profundos, inestables y tienden a tener una
diversidad de amistades relacionanadose a grupos diferentes; hay una sed de
experiencias sociales. Sus comportamientos fluctúan entre la sociabilidad y el
aislamiento: a veces se preocupan sólo de sus pares, con quienes parecen tener
confianza y afecto exclusivo. Otras veces se retiran, porque los otros les producen
inseguridad, especialmente cuando se sienten rechazados o se encuentran con
personas de otro sexo.

También se refiere a la frecuencia con que se establecen las relaciones de


amistad con el amigo o amiga ”del alma”. Las amistades íntimas cumplen un papel
importante para el desarrollo personal y social de los adolescentes y la búsqueda
de amistad se da independientemente del interés por gente del otro sexo. Esta
amistad, como un espejo, los refleja y reafirma en el conocimiento de sí mismos y
en su proceso de independencia familiar. Les permite aprender junto a un
compartir sus vivencias, buscar comprensión y anticipar roles que tendrán que
desempeñar en el mundo en tanto hombre o mujer. Este proceso es fundamental
para su identificación con el propio sexo.

También buscan calmar su angustia intercambiando informaciones, compartiendo


críticas al mundo de los adultos, y el dolor que les producen las críticas de otros.
Además la amistad favorece el descubrir aspectos de sí mismos que de otra
manera les serían más difícil conocer y vivenciar, Comparten sus fantasías
sexuales, sus temores, sus incertidumbres sobre su futuro, la vida y el mundo.
Con la crecen y ejercitan su intimidad, aproximándose y separándose de “otro”
ajeno a la familia.

La sociometría y el sociograma.

La sociometría ha sido desarrollada principalmente por J. L. Moreno, (1966: 12);


quién establece una diferencia entre sociometría y movimiento sociométrico. “La
sociometría aparece entonces como la cristalización de más avanzada y más
ordenada de la tendencia a describir y a medir la dinámica de los grupos,
tendencia que ha sido la de las ciencias sociales en el curso de las dos últimas
décadas. Por el contrario, el movimiento sociométrico implica el influjo que, fuera
de sus límites estrictos, ejerció la sociometría en todas las ciencias humanas
particulares, como la antropología, la sociología, la psicología, la psiquiatría, etc.”.

Moreno aclara que cuando se refiere a movimiento sociométrico alude a; a) la


teoría de la espontaneidad y de la valoración de la espontaneidad, b) la teoría de
las relaciones interpersonales y la teoría de la acción; c) la revisión de la teoría
experimental en las ciencias sociales; d) la medida de las relaciones
interpersonales y la de los grupos; e) el estudio empírico y experimental de los
pequeños grupos; f) la creación de la microscopia social y de la microsociología; g)
la iniciación y el desarrollo de las investigaciones sobre la interacción social; h) la
aparición gradual de la sociología experimental; i) el enfoque experimental de los
roles sociales, conocido bajo los nombres de role playing, psicodrama y
sociograma; j) las investigaciones experimentales sobre la espontaneidad y la
creatividad.

Una de las piedras angulares de la sociometría es la doctrina de la espontaneidad


y de la creatividad. Ha introducido un método experimental aplicable a todas las
ciencias sociales: “se trata de la reforma sociométrica del método científico de las
ciencias sociales, gracias a la cual podrá paulatinamente edificarse una auténtica
ciencia de la sociedad. Confiere a sus sujetos un “estatus de investigador” y en
tanto es capaz de medir sus actividades. Trabaja sobre grupos constituidos o
grupos en formación y elabora técnicas utilizables en situaciones concretas” (Ibid:
15).

La sociometría tiene tres puntos de referencia: socius – el compañero metrum – la


medida, drama, la acción. De ahí resultaron tres campos de investigación:
investigaciones sobre los grupos, sobre la medición, sobre la acción. La
sociometría auténtica es siempre una ciencia de la acción. Las tres técnicas que
más han contribuido a instaurar la sociometría, a establecer sólidamente su
objetividad, completamente nueva, y su realismo social, son el psicodrama; el
sociograma, y el método de registro de sonido.

La sociometría tiene por objeto el estudio matemático de las propiedades


psicológicas de las poblaciones; a este efecto pone en acción una técnica
experimental fundada sobre métodos cuantitativos y expone los resultados
obtenidos mediante su aplicación.
La expresión “sociometría”, fue forjada sobre el modelo de algunos otros términos
científicos, comúnmente admitidos: biología, biometría; psicología, psicometría;
sociología, sociometría.

Los genogramas

“El genograma es un formato para dibujar un árbol familiar que registra


información sobre los miembros de una familia y sus relaciones durante por lo
menos tres generaciones”...“presentan la información en forma gráfica de manera
tal que proporciona un rápido gestalt de complejas normas familiares y una rica
fuente de hipótesis sobre como un problema clínico puede estar relacionado con el
contexto familiar y la evolución tanto del problema como del contexto a través del
tiempo” (Sluzki, Carlos: 1996: 17).

El autor del texto explica que no existe un acuerdo sobre la manera “correcta” de
realizar un genograma, los que la aplican no están seguros de la “información
específica que deben buscar, como registrarla y que quiere decir todo ello”. Pero a
los médicos clínicos les interesa porque son representaciones tangibles y gráficas
de una familia y permiten explorar la estructura familiar en forma clara, así como
observar y poner al día el cuadro familiar a medida que va surgiendo. Remarca la
utilidad de contar con una representación tangible y gráfica de una familia, en
términos de una lectura rápida e inmediata y la posibilidad de que la información
sobre la situación familiar no se extravíe de una historia clínica. Su estructura
comprende tres niveles: 1) trazado de la estructura; 2) registro de la información
sobre la familia y 3) delineado de las relaciones familiares.

La base de la construcción de los genogramas tiene un sustento interpretativo,


contenido que debe ser considerado de nuestro punto de vista.

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