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1.1. JUSTIFICACION
1.3. OBJETIVOS
1.4. HIPÓTESIS
a) Delimitación teórica
b) Delimitación temporal
c) Delimitación espacial
Observación participante.
Encuestas.
Entrevistas en profundidad.
Mapas relacionales.
CAPITULO II
MARCO TEORICO
la adolescencia como una fase del desarrollo humano con sus principales
características y efectos, y la adolescencia en situaciones especiales como
aquella que se encuentran en entidades de acogimiento;
2.1. LA ADOLESCENCIA
Papalia por su parte, afirma que la adolescencia, como “periodo de transición está
tan integrado en nuestra cultura que es difícil darse cuenta de que el concepto de
adolescencia como etapa de desarrollo es un fenómeno reciente”. Menciona
diferentes ritos de las sociedades tradicionales como la de los apaches que
“señalan la madurez sexual de una niña con un ritual de cuatro días cantando
desde la aurora hasta el anochecer. Los judíos tradicionalmente dan la bienvenida
a los muchachos de 13 años a la comunidad adulta con la celebración del bar
mitzvah; en el siglo veinte una celebración parecida, el bas o (bat) mitzva se ha
instituido para las niñas”...“En las sociedades industriales modernas, ningún ritual
señala el paso de la infancia a la vida adulta. En lugar de esto, nosotros
reconocemos entre la infancia y la vida adulta una etapa de desarrollo de
transición conocida como adolescencia. (1999: 342).
La forma en que los padres se relacionan con sus hijos afecta de modo radical el
cambio del adolescente a adulto. Sus interacciones deben considerarse en el
contexto de un sistema familiar dinámico, en el que los cambios en la conducta de
uno de sus miembros influyen en todos los demás. Como la adolescencia es un
tiempo de transformaciones grandes y a menudo drásticas, la familia como
sistema social también se modifica, lo mismo que la comunicación
intergeneracional. Estos cambios pueden particularmente difíciles en las familias
de un solo padres; sin embargo, en cualquier caso la meta de los padres es
ayudar al adolescente a salir de la última etapa de la niñez, listo para asumir las
responsabilidades de adulto.
En esta etapa tienen lugar las citas que según Bruce Roscoe, citado por Craig
(Ibid: 449), tienen siete funciones:
“Recreación: la oportunidad de divertirse con alguien del sexo opuesto
Socialización: la oportunidad de que se conozcan miembros de los dos
sexos y adquieran técnicas de interacción adecuadas.
Posición: la oportunidad de mejorar la posición en el grupo al ser visto
con alguien a quién se considera deseable.
Elección de pareja: la oportunidad de tratar miembros del sexo opuesto
con el propósito de elegir marido o esposa.
Sexo: la oportunidad de experimentar con la sexualidad o recibir
gratificación sexual.
Compañía: la oportunidad de hallar un amigo del otro sexo con el cual
relacionarse y compartir actividades.
Intimidad: la oportunidad de establecer una relación cercana y
significativa con un apersona del otro sexo”.
Los sentimientos
Además de instrumentos del sujeto para la relación con los objetos del entorno y
consigo mismo, los sentimientos, se ha dicho en las formulaciones clásicas, son
estados del sujeto, porque lo cualifican y lo modifican en cierto sentido. Son
estados del “Yo”.
“Sentir es un proceso que tiene dos partes: la experiencia cognitivo emocional que
el objeto provoca, y los efectos que dicha experiencia desencadena en el
organismo incluido ese subsistema que es el sujeto. Los sentimientos, pues,
“afectan” no solo al sistema del sujeto sino a la totalidad del organismo, que
reacciona con una serie de síntomas. No hay sentimientos sin síntomas, pues la
anhomeostasis provocada debe dar señales al sistema para que elabore la
respuesta ad – hoc, esto es, de adaptación. El conjunto de síntomas constituye un
síndrome, que aúna la experiencia mental y la experiencia fisiológica del
sentimiento. Cuando el síndrome desborda los límites de las posibilidades
adaptativas del organismo surge la crisis, el estrés”. (Ibid: 23)
Para la segunda Héller, las necesidades radicales son ahora demandas que han
de ser reconocidas, demandas de valor cualitativo que apuntan a forma de vida
valiosa y no cuantificable cuya satisfacción depende más de un proyecto de vida
personal que de la articulación de un orden social determinado.
Por tanto las necesidades tendrían doble sentido: deseo por un lado y carencia
como necesidades sociopolíticas de forma más específica escriben un tipo de
clase de necesidades que la sociedad atribuye o asigna a sus miembros.
Frente a estas posturas Doyal y Gough indican que las “necesidades humanas
son históricas, construidas socialmente y también unipersonales” definición que no
permiten el uso de las diferentes culturales como justificaciones de privación
objetiva que da lugar a diferencias entre pueblos pobres y ricos…Estos autores
afirman que las necesidades humanas tienen una aspecto “objeto” por cuanto su
especificidad teórica y empírica es independiente en la sociedad, las personas
tiene necesidades cuando carecen de los recursos necesarios para participar en la
economía.
Según el autor, la condición humana ha llegado a ser definida por las necesidades
comunes de una u otra manera son imputados de unos a otros, dando lugar a
certezas sociales que resultan ser un hábito social adquirido en el Siglo XX.
El autor señala, refiriéndose a Mariame Gronmeyer, que las necesidades son una
manera de formular “hipótesis de escasez universal” (oboe: 170) de tal forma que
las potencialidades en una economía basada en carencias, llevaría
inevitablemente a paralizaciones sociales que ha sido cambiada por una economía
basada en las necesidades, que lo único que proporciona es legitimidad al control
social del hombre necesitado.
Por otro lado cada necesidad puede satisfacerse en niveles diferentes y con
distintas intensidades en tres contextos: en relación consumo mismo, en relación
con el grupo social, en relación con el medio ambiente.
Otro de los aportes importantes que plantean manifiesta que las necesidades
revelan “el ser de las personas” porque se evidencian en ellas una doble
condición: como carencias y potencialidades, porque si solo se les considerara
como carencias se estaría restringiendo la concepción en un ámbito puramente
fisiológico “pero en la medida que éstos componentes muestran y movilizan las
personas son también potencialidades, más aún pueden llegar a ser recursos
(Ibid: 34).
De esta manera, no se debe pensar que las necesidades se satisfacen o se
colman porque representan un momento dinámico, de tal manera que éstos se
viven y realizan de manera continúa y renovada.
A cerca de los satisfactores, esta teoría dice que no son solo los bienes
económicos disponibles sino todo aquello que “por representar formas de ser
tener, hacer, estar, contribuyen a la realización de las necesidades humanas”
(Ibid: 35) esto puede tener efectos distintos dependiendo de las culturas y de los
bienes que el medio los genera, de cómo los genera y organiza el consumo de los
mismos.
Por ello el satisfactor es el medio en que se expresaría una necesidad y los bienes
el medio por el cual el sujeto potencia los satisfactores para vivir sus necesidades.
Los elementos que componen una red son básicamente cuatro: los actores;
los vínculos; la centralidad; y el tipo de relación (Rodríguez, 1995, cotado por
Burgos). Dos son elementos propiamente dichos, pues sin ellos la red no existe; y
dos se parecen más a características intrínsecas de las redes. Estas
características existen por el mero hecho de tratarse de una red. Los cuatro
elementos son:
• Los vínculos o nexo de unión entre los diferentes actores. Son el elemento
relacional de la red. Actúan como canales de comunicación entre los miembros
que forman el sistema de red.
Según Movim (1992: 96) entre las adolescentes se dan dos tendencias fuertes por
un parte se buscan las relaciones sociales y por otra se aíslan de ellas. Sus
contactos personales, son poco profundos, inestables y tienden a tener una
diversidad de amistades relacionanadose a grupos diferentes; hay una sed de
experiencias sociales. Sus comportamientos fluctúan entre la sociabilidad y el
aislamiento: a veces se preocupan sólo de sus pares, con quienes parecen tener
confianza y afecto exclusivo. Otras veces se retiran, porque los otros les producen
inseguridad, especialmente cuando se sienten rechazados o se encuentran con
personas de otro sexo.
La sociometría y el sociograma.
Los genogramas
El autor del texto explica que no existe un acuerdo sobre la manera “correcta” de
realizar un genograma, los que la aplican no están seguros de la “información
específica que deben buscar, como registrarla y que quiere decir todo ello”. Pero a
los médicos clínicos les interesa porque son representaciones tangibles y gráficas
de una familia y permiten explorar la estructura familiar en forma clara, así como
observar y poner al día el cuadro familiar a medida que va surgiendo. Remarca la
utilidad de contar con una representación tangible y gráfica de una familia, en
términos de una lectura rápida e inmediata y la posibilidad de que la información
sobre la situación familiar no se extravíe de una historia clínica. Su estructura
comprende tres niveles: 1) trazado de la estructura; 2) registro de la información
sobre la familia y 3) delineado de las relaciones familiares.