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TRABAJO COMUNITARIO: PRACTICA E INVESTIGACION

De Laurentis, Claudia - Beecher, Nora - Rossi, María Angélica

El objeto de nuestra ponencia es presentar una forma de trabajo desde Terapia


Ocupacional en y con la comunidad, basada en métodos y técnicas que posibilitan
el conocimiento y la intervención en la misma.
Los aspectos teóricos que sustentan nuestra práctica pertenecen al
conocimiento epidemiológico, que permite identificar los factores que componen el
ambiente físico, socio - cultural, sanitario, educacional, humano y sus interacciones.
Nuestra labor se enmarca en una estrategia de Red Comunitaria, que consiste
en la unión de personas y representantes de distintas instituciones de la comunidad
que interactuan para resolver problemas comunes del medio en que les toca actuar.
La misma funciona desde el año 1991, a partir de una disposición del Honorable
Consejo Deliberante de la Intendencia de General Pueyrredón, a fin de abordar la
temática de los menores de este municipio, especialmente los pertenecientes a
grupos de riesgo, con acciones que tienden a la prevención y promoción de la
salud. A partir de esta decisión se designa “área piloto de salud” a la comunidad de
Batán, lugar donde se desarrolla la tarea.
En dicha red, tiene su representación el Centro de Extensión Barrial de la
Universidad Nacional de Mar del Plata cuyo fin es responder a las necesidades de la
comunidad en su lugar de origen.
Esta línea de acción permite rescatar las demandas comunitarias para que sean
orientadoras de las actividades de investigación universitaria y simultáneamente
brindar propuestas técnico - científicas que permitan, a los grupos poblacionales,
manejar situaciones de la vida diaria. Es a partir de esta articulación que se
concreta el trabajo específico desde Terapia Ocupacional en comunidad.
La premisa que guía nuestra intervención, es la aceptación y el respeto por el
trasfondo antropológico, lo que nos ayuda a su vez, a comprender la concepción del
binomio salud - enfermedad, propio de cada comunidad.
En este contexto en particular, se nos hace imprescindible señalar algunas
características propias de Batán: se encuentra ubicada a 15 km. de la ciudad
balnearia de Mar del Plata, con una estructura social constituida por grupos
inmigrantes, trabajadores estacionales en condiciones riesgosas, por la presencia
en la zona de una Unidad Penal con la consecuente migración y asentamiento de
los familiares de los reclusos y ex-convictos, por la lejanía de centros de salud de
mediana y alta complejidad y la deficiencia en los transportes.

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¿Por qué y cómo se inicia nuestro trabajo?
A partir de un diagnóstico de situación realizado por la Red Comunitaria, desde
donde surge el objetivo de “Prevenir a la niñez en riesgo” y como respuesta a esta
demanda, proponemos la creación de un espacio donde los niños en adolescencia
temprana puedan manifestar y elaborar sus intereses, inquietudes y necesidades
interactuando con sus pares, a partir de la metodología “encuentro - actividad”.
Se convoca en las escuelas de educación primaria a niños de 10, 11 y 12 años
de ambos sexos, en forma personal y a través de los distintos medios de
comunicación social del lugar.
Las pautas establecidas entre las terapistas ocupacionales y los integrantes del
grupo que permiten delimitar el encuadre son:
- un espacio físico reconocido por la comunidad sin connotaciones educativas,
religiosas o políticas, una frecuencia de 2 veces por semana, con una duración de 2
horas por encuentro, con la modalidad de grupo abierto posibilitando un ingreso
permanente al mismo y con la articulación de tres momentos en cada encuentro:
apertura, desarrollo y cierre o puesta en común de los emergentes.
La elección del grupo etáreo -adolescencia temprana-, con el cual se trabaja,
surge a partir de considerar los siguientes aspectos:
1. la adolescencia como una etapa del ciclo vital y que como expresión de
procesos de crecimiento y desarrollo representa una síntesis de las etapas
previas y un pronóstico de las futuras;
2. las acciones de promoción y prevención tienden a “actuar con antelación” a
fin de fortalecer los factores protectores del sujeto, que le otorgan herramientas
al niño para enfrentar, evitar, controlar y/o superar situaciones de riesgo;
3. los datos que se obtuvieron a partir del diagnóstico de situación que revela
que el 50% de los niños entre 6 y 12 años de Batán tiene Necesidades Básicas
Insatisfechas.
El ofrecimiento de este espacio se torna significativo en la medida en que se
posibilita un marco de participación donde los niños interactuan con el medio físico
a partir de las propuestas ocupacionales que surgen y con el medio humano,
facilitando de esta forma la adaptación activa a su realidad.
Al converger el espacio y el grupo, se da la contención necesaria para
acompañar esta etapa del ciclo vital, potenciando el sentimiento de pertenencia y
operando como un referente de salud.
Sumamos a esto el desafío de identificar a nivel individual, las modalidades de
relación, las creencias, los valores, la forma particular de percibir la realidad de
cada grupo familiar.

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La conjunción de los aspectos que se enumeran logran su significación desde la
óptica de Terapia Ocupacional a partir de que el encuentro con el hacer sea
productivo, es decir, que se puedan detectar, plantear y elaborar los emergentes,
para originar nuevas experiencias, modificar modalidades de acción y reconocer y
construir proyectos de vida.
Algunos emergentes que se dieron en el “acontecer grupal”, tuvieron que ver
con la reactualización de modos vinculares característicos de la comunidad; por
ejemplo: la marginación en relación a los grupos étnicos y a la situación social de
pobreza, que al hacerse observable por los integrantes del grupo, generó un
sentimiento de culpa en los que marginaban y un sentimiento de inferioridad en los
marginados.
También debieron ser abordadas variables tales como la desestructuración
familiar, la utilización del tiempo libre, la relación con uno mismo, con los otros y
con los objetos.
Durante este período, se utiliza el modelo de evaluación no lineal, con
observación directa de conductas grupales e individuales y la evaluación del grado
de satisfacción individual por medio de encuestas personales.
Dada la respuesta que tuvo la convocatoria, el compromiso manifestado en los
encuentros, las conductas tanto grupales como individuales y el grado de
participación por parte de los niños, el espacio ofrecido surge como alternativa de
respuesta satisfactoria a la necesidad de los preadolescentes de relacionarse con
sus pares, donde la modalidad implementada facilita dicho proceso.
Modalidad en donde la heterogeneidad de las personas, ligadas entre sí por
constantes de tiempo y espacio, permiten que el encuentro - actividad adquiera
una dimensión enriquecedora, donde se superan situaciones de cambio y se
enfrenta un futuro que emerge del proceso mismo.
Luego de algunos meses de trabajo, observamos que el grupo se estabiliza, en
referencia a sus integrantes, favorecido esto por un mayor sentido de pertenencia y
una corriente de confiabilidad en las interacciones. A partir de esta evaluación del
proceso grupal, creemos conveniente realizar un abordaje de esta realidad con un
procedimiento reflexivo, sistemático y crítico, que nos permita plantear problemas,
indagar las posibles respuestas y consustanciar las acciones de promoción en
salud con lineamientos de prevención específica.
En esta etapa nos confrontamos con una necesidad y una problemática que
consiste en obtener datos que permitan identificar, analizar y describir los factores
del medio que potencian la vulnerabilidad de este grupo. Para ello nos proponemos:

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- determinar el nivel de Necesidades Básicas Insatisfechas de estos niños,
estableciendo el riesgo socio - ambiental;
- e identificar características del grupo familiar al que el niño pertenece.
Se adopta el concepto de “Riesgo” desde el punto de vista epidemiológico
definido “como un indicador de necesidad que identifica a los individuos y
poblaciones más vulnerables. Esta vulnerabilidad se debe a la presencia de ciertas
características biológicas, psicológicas, genéticas, ambientales, sociales o
económicas y la interacción entre ellas. Estas características se conocen como
“factores de riesgo”.1
Los mismos pueden ser estudiados según el elemento de la tríada
epidemiológica a la que pertenezcan.
Para cumplimentar los objetivos mencionados nos interesa la identificación de
aquellos factores de riesgo relacionados con el medio físico y social.
Esto nos permite, por un lado, corroborar la presencia de aquellos factores
relevados en forma global por la red comunitaria y que afectan particularmente a
este grupo. Por otro lado, identificar factores específicos relacionados con la
población de niños con la que trabajamos.
Los métodos y técnicas utilizados para nuestra investigación se basan en la
obtención de datos mediante la observación y entrevistas.
Las entrevistas fueron diseñadas especialmente para los niños que concurren al
grupo, representantes del grupo familiar e informantes claves de la comunidad.
Las variables consideradas se refieren a:
· datos sociodemográficos
· características socio - culturales
· datos sobre salud y enfermedad
· participación comunitaria
· organización comunitaria
· recursos de la comunidad
Algunas de estas variables pertenecen al método de las Necesidades Básicas
Insatisfechas. El criterio de las mismas se desarrolló por primera vez en la
Argentina en el año 1984 en un trabajo del Instituto Nacional de Estadística y
Censos. En esta metodología de trabajo se plantea la existencia de un núcleo de
necesidades básicas para el desarrollo de la vida humana que permitan identificar
“los hogares significativamente privados de los bienes, recursos u oportunidades
que posibilitarían la subsistencia y desarrollo en condiciones mínimas acordes con
la dignidad humana”. 2

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Esta metodología de trabajo se utilizó con algunas variantes que hacen a la
especificidad de nuestra investigación. Se tomaron como criterios de necesidades
básicas insatisfechas, a las variables: hacinamiento, tipo de vivienda, condición
sanitaria de la vivienda, nivel educacional y capacidad de subsistencia; que a su
vez nos permiten identificar el riesgo socio - ambiental.
Se define por lo antedicho como familia o grupo familiar en riesgo socio -
ambiental a aquellas que no satisfacen al menos una de las cinco variables
seleccionadas, determinándose los niveles mínimos en cada categoría.
A partir del análisis de los factores de riesgo que se logran identificar en este
grupo de niños y apoyados en un andamiaje conceptual propio de Terapia
Ocupacional, se pueden esbozar lineamientos a seguir, con el objetivo de realizar
promoción y prevención primaria en salud mental.
No se trata desde nuestra óptica de brindar recetas, que bien sabemos que no
existen, sino de señalar aquellos factores a tomar en cuenta en este grupo
específico y utilizar el bagaje de experiencias disponibles y recursos existentes,
para orientar un curso de acción ajustado al “aquí y ahora”.
El “hacer” en cada encuentro - actividad, es un hacer donde hay un compromiso
individual y grupal, donde se involucra el cuerpo, los objetos, los pensamientos, lo
que está latente... Crear y recrear en el “como sí” de un juego simbólico, “la
posibilidad de imaginar y llevar lo imaginado a la acción”, promoviendo
experiencias modificadoras en uno mismo, para planificar y de este modo
transformar la realidad, transfiriendo a la vida cotidiana, esta posibilidad de
cambio.
“La transformación de la realidad y de uno mismo como parte de ella es un
efecto de la capacidad de transgresión. Algo nuevo, cambiado, enriquecido,
expandido, siempre surge si uno se anima a ir más allá de lo habitual” (A.
Eidelberg).
Nos proponemos acompañar e incentivar una actitud activa en contraposición al
sometimiento. Si bien no podemos evitar o modificar directamente algunos factores
del medio, es posible propiciar el desarrollo de un adolescente activo y modificador
de su propia comunidad.
El trabajo en y con la comunidad nos enfrenta también con algunos obstáculos.
Entre otros: el acceso a ciertos recursos, la exigencia de una postura diferente a la
tradicional que tiende a lo puramente asistencial, el desafío y la dificultad de
consolidar la presencia en el barrio y que el espacio sea reconocido por otras
instituciones.

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Sin embargo, afirmamos que el trabajo en forma de red comunitaria, sostiene y
facilita nuestro accionar.
Creemos que desde la perspectiva en la que intenta colocarse este trabajo, la
Terapia Ocupacional se ve dinamizada por la articulación del aspecto práctico y la
tarea de investigación, y aporta la posibilidad de mejorar el nivel de salud en la
comunidad.

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1
Bibliografía
(Unicamente la citada en el texto)
“Temas de salud mental en la comunidad”. Serie PALTEX. OMS/OPS. 1992.
2
“Encuesta permanente de Hogares - Manual de instrucción para codificadores de ocupación”. INDEC (Instituto Nacional
de Estadística y Censos.

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