Está en la página 1de 3

El Arte De Mesopotamia Y Persia

Entre el séptimo milenio a. C. y el año 500 a. C. se sucedieron en torno a los cauces del Tigris y el
Éufrates sucesivas civilizaciones que, desde el punto de vista artístico, pueden englobarse en una misma
tradición: tales fueron los sumerios (3.500-2.000 a. C.), acadios (2.300-2.150 a. C.), babilonios (1.730-
1.530 a.C. y siglos VII-VI a. C.) y asirios (siglos XIV y IX-VII a. C.). En el siglo VI a. C. los persas
integraron Mesopotamia en su imperio y asimilaron su tradición artística, originando un arte creativo,
pero con influencias foráneas de las civilizaciones próximas.

La arquitectura mesopotámica
Tipos de construcciones:
 El templo: fue la construcción principal de las civilizaciones sumeria, acadia y asiria. De planta
rectangular, evolucionó desde estructuras simples, como las de los templos sumerios de Eridu,Tepe,
Gaura y Uruk, hasta formas de espectacular decoración externa, como el templo de la diosa Nimah,
construido por Nabucodonosor en Babilonia en el siglo VI a.C., en vísperas del fin de la civilización
mesopotámica.
 El zigurat: construcción específica de las civilizaciones mesopotámicas. Torre de ladrillo
formada por terrazas escalonadas y paredes ligeramente inclinadas. Su función era la de ofrecer
sacrificios a las divinidades, para propiciar buenas cosechas, la victoria en una guerra o la
longevidad del rey, mensajero de los dioses.
 Los palacios: arquitectura civil con notables manifestaciones, en especial en la civilización
asiria. Uno de los mayores, que albergaba tres templos y un zigurat, fue el palacio de Sargón II (m.
en 705 a. C.), en Durr Sharrukin, hoy Khorsabad.
El periodo de mayor auge de Babilonia, antes de la invasión persa, supuso un gran desarrollo del
urbanismo. En el siglo VI a. C. Babilonia contaba con 43 templos, el zigurat Etemenaki -la bíblica torre
de Babel-, una doble muralla con 350 torres, y el fastuoso palacio de Nabucodonosor II (605-562 a. C.),
de fachada enteramente decorada con ladrillos vidriados.

Reconstrucción de la Puerta de Isthar, de la muralla de Babilonia, siglo VI a. C.

 
Relieve de un genio alado, procedente del palacio de Sargón II, en Dur Sharrukin, hoy Khorsabad, siglo
VIII a. C. (Museo del Louvre, París).

La escultura mesopotámica
Junto con los sellos cilíndricos en huecorrelieve, destinados a la obtención de pequeñas bandas de
arcilla con relieves que representan animales, escenas religiosas o imágenes del rey, otra de las formas
escultóricas propias de Súmer y Acad fueron las esculturas de bulto redondo, estatuillas de sacerdotes
y reyes en actitud orante, cuya denominación deriva de la posición recogida de la figura.
En las culturas asiria y babilónica la estatuaria fue relegada a un segundo plano, en favor de los relieves,
que solían representar escenas de guerra y caza y que decoraban las paredes de palacios y templos:
alcanzaron su cima en los relieves cinegéticos del palacio de Assurbanipal, en los que el rey aparece
cazando leones.

  
Estatua de Gudea, patesi o gobernador de Lagash, h. 2141-2122 a. C. (Metropolitan Museum, Nueva
York).

El arte persa
La asimilación y la creatividad del arte persa tienen sus más importantes expresiones en los
grandes palacios de Persépolis y de Susa, capitales del imperio de verano e invierno respectivamente.
El primero destaca por su gran complejidad arquitectónica y el segundo por los relieves de ladrillo
vidriado que recubrían sus muros. El más celebrado de dichos relieves fue el «friso de los inmortales»,
que representaba a un ejército de mil arqueros a tamaño casi natural.
Los relieves persas se caracterizaron en esencia por el estatismo y rigidez ceremonial de las imágenes
representadas, en contraste con el gusto por las dinámicas escenas de caza y lucha, propias de los
relieves asirios.
Por otra parte, en Persia adquirió más entidad que en Mesopotamia la arquitectura funeraria, con
expresiones como la tumba de Ciro II (558-528 a. C.) en Pasargada, de una austeridad que contrasta con
la opulencia decorativa del arte persa.
 

Tumba de Ciro II en Pasargada, h. 529 a. C.

También podría gustarte