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Astrología – Nivel inicial

Hamida Eugenia Gabrielli

HEMISFERIOS Y CUADRANTES

HEMISFERIOS

Hasta ahora venimos viendo cómo la posición en el zodíaco de un planeta favorece o no al


funcionamiento del planeta (planeta en signo). En este último módulo veremos de qué manera la
posición mundana de las energías planetarias simboliza la orientación de éstas energías en la vida y
en la estructura psicológica de una persona. En qué ámbitos de la experiencia humana vamos a ver
actuar a esos emplazamientos. Esto son lo que llamamos CASAS.

LA IMPORTANCIA DE LA ANGULARIDAD

Yo les he ido comentando durante el curso que los planetas que están próximos a los ángulos (Asc,
Casa IV, Casa VII y Casa X) se los llama “planetas angulares” y se caracterizan por ser particularmente
fuertes en la carta. Esto es válido para cualquiera de los dos lados próximos al ángulo (tomando como
orbe 5° para cada lado). Cuanto más cerca estén los planetas del ángulo más fuertes son. Si no hay
planetas en los ángulos esto no indica una carencia determinada, pero cuando están tiñen toda la
personalidad del individuo y se los puede observar en casi cada forma de comportamiento o de
actividad que sea importante para la persona. Con frecuencia estos planetas indican la elección
profesional, pero sólo en el caso que la persona esté conectada con quién profundamente ES y no
esté adaptada a lo que la sociedad pretende de ella.

El horizonte divide a la esfera celeste en un hemisferio superior y otro inferior. En la carta natal este
límite está representado por una línea horizontal, el eje Ascendente-Descendente, que corta el
círculo de la eclíptica en dos partes iguales. En función de la posición mundana, esta es la división
fundamental entre sujeto y objeto. Por otro lado, el Meridiano divide la esfera celeste en un
Hemisferio Oriental (que contiene al Asc), el lado izquierdo de la carta y un Hemisferio Occidental
(que contiene al Descendente), el lado derecho de la carta.

A continuación el desarrollo de estos hemisferios:

1) EL EJE DEL HORIZONTE: es una línea que divide dos ámbitos. Por encima de él, los planetas
son visibles, por debajo, la masa de la Tierra impide que los veamos. Esto simboliza la escisión
que sentimos entre lo interior y lo exterior; lo subjetivo y lo objetivo.

a) HEMISFERIO SUPERIOR (Hemisferio Sur): el que contiene al MC.


Este Hemisferio comienza en la cúspide de la Casa VII y, en dirección contraria a las agujas del reloj,
termina en la cúspide de la Casa I. Su punto de estructuración básica es el MC.

Este Hemisferio se encuentra totalmente sobre el horizonte, simbolizando la experiencia consciente y


focalizada en el mundo. Aleja al individuo de su dominio interior, privado de impresiones subjetivas y
reprimidas, y lo impulsa hacia los asuntos más objetivos y activos de la sociedad. Esta parte de la arta
se asocia con aspectos de la vida que son menos personales y más sociales. Representa lo que no es
yo, los demás, el mundo social, la mente más consciente, el propio papel en la sociedad, tú, ellos y el
futuro.

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La personalidad estará sumamente volcada a los asuntos de carácter objetivo. Las actividades de
interés social, y sobre todo, las de índole profesional, aquellas en las que se decide o se construye el
destino.

En este Hemisferio se desarrolla el sentimiento de identidad pública a través del cumplimiento de


ambiciones y metas dirigidas hacia lo social. Se le presentan situaciones de vida impersonales, incluso
de índole universal, que ponen a prueba su habilidad para funcionar colectivamente. Se desarrolla
mejor si gravita hacia la vida pública donde puede relacionarse con las condiciones dinámicas y
externas de su medio social.

Posee un mayor sentido de participación social que una persona con énfasis en el Hemisferio Inferior
y funcionará mejor cuando se relaciona con muchas personas.

Uno de los problemas de un Hemisferio Superior enfatizado será que el individuo puede volverse
demasiado desapegado o alejado de sí mismo como para tratar con sus necesidades interiores. Le
cuesta encontrar las soluciones a sus problemas en su interior, tiende a buscarlas fuera de sí mismo.
Así, la persona intentará conocerse a través de sus logros mundanos externos.
Un Hemisferio Sur enfatizado sugiere que la persona tendrá una gran capacidad para manejar los
asuntos de la vida social fuera de sí mismo, pero fallará en contactar con las raíces de su naturaleza y
en verse desde una perspectiva más profunda.

Este hemisferio contiene 6 casas: a estas casas se las llama diurnas, son las que están por encima del
horizonte: son las casas XII, XI, X, IX, VIII y VII.

b) HEMISFERIO INFERIOR (Hemisferio Norte): se corresponde con el IC.


Este Hemisferio comienza en la cúspide de la Casa I y, siguiendo la dirección contraria a las agujas del
reloj, finaliza en la cúspide de la Casa VII. Su punto de estructuración básico se halla en el FC. La parte
que está por debajo del Horizonte es más personal y menos social.

Al encontrarse este Hemisferio totalmente por debajo del horizonte del horóscopo, simbolizará todo
aquello que es personalmente subjetivo, reflexivo, y que necesita de un foco interior (al menos al
comienzo de la vida). Los planetas ubicados aquí indican impulsos que requieren profundidad de
experiencia, antes que el individuo pueda utilizarlos abiertamente y con un propósito en el medio
externo. Tenderá a reprimir esos impulsos durante un tiempo antes de intentar dirigirlos hacia
asuntos de índole más social e impersonal. Su aproximación a la vida será introvertida (sin importar
que en la superficie parezca que participa activamente en los sucesos del mundo).

Crece mejor cuando asimila la experiencia de su vida y la relaciona con la realidad última de su
naturaleza interior. Se ve condicionado a intimar con su identidad subjetiva más que en ningún otro
Hemisferio. Deberá volverse consciente del propósito último de su ser (más allá de la autoexpresión
superficial) y necesitará en principio y especialmente encontrar un significado personal a su vida.

El individuo se inclina hacia la autorreflexión y la introspección, no le resulta por lo tanto cómodo


tratar continuamente asuntos mundanos que exigen una exposición pública directa o un compromiso
social abierto. La motivación impulsora será el logro de la seguridad interior, en vez de la seguridad
temporal que la sociedad puede ofrecer a través de una posición social y un estatu quo elevado.
Necesita encontrar su propia ancla subjetiva en la vida antes de establecerse en el mundo.

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Sin importar en cuánto contribuye a las necesidades mayores del mundo o qué hace por el progreso
social, psicológicamente no es una persona que dejará sus necesidades personales y viscerales de
lado. Estas necesidades deberán ser atendidas y calmadas antes de que pueda avanzar
ventajosamente en el potencial de su expresión mundana. El desapego no le resulta tarea fácil.

Este hemisferio contiene 6 casas: a estas casas se las llama nocturnas: son las que están por debajo
del horizonte: son las casas I, II, II, IV, V y VI.

Ascendente: cuando los planetas “salen”, cuando cruzan el horizonte en el este, están pasando del
ámbito interior al exterior. Es un punto de manifestación del yo, y por ello se le da al Ascendente,
entre otras cosas, el significado de simbolizar “la impresión que uno ejerce sobre el mundo” o el tipo
de acción que uno lleva a cabo en el mundo”. Aquí las energías emergen de la persona (hemisferio
inferior) y comienzan a afectar a los demás (hemisferio superior). Por eso tradicionalmente se ha
asociado al Ascendente con la personalidad, como lo que una persona “muestra” al mundo, el
aspecto más externo del yo. También se lo ha relacionado, junto con la totalidad de la primera casa,
con la morfología, la salud y el estado general del cuerpo físico.

Una mirada más moderna del Ascendente va más allá de definirlo como una manifestación del yo,
para darle un lugar más preponderante aún dentro del destino de una persona. Así, define el
Ascendente como un aprendizaje profundo y una energía potencial que cada uno de nosotros trae y
que el destino (en un principio) se encargará de mostrarnos a través de personas y situaciones que
traigan esa energía a nuestras vidas, con el propósito de que nos reconozcamos en esa energía.
Ampliaremos esto cuando veamos teoría de los Ascendentes y toda la matriz estructural que implica
cada uno de ellos.

El Descendente: es el punto en el que los planetas se “ponen”, es decir, donde cruzan el horizonte
por el oeste (equivale al signo zodiacal que se oculta en el horizonte en el momento del nacimiento),
pasando del ámbito de lo exterior al de lo interior. Es opuesto al Ascendente, y desde este punto de
vista se relaciona con la vivencia que uno tiene de las energías procedentes de los demás y del
mundo externo. Dicho de otra manera: el Descendente describe aquellos aspectos propios de los que
uno sólo tiene experiencia mediante sus relaciones con los demás.

2) EL EJE DEL MERIDIANO, que divide el mapa en el hemisferio oriental y el hemisferio


occidental.

a) HEMISFERIO ORIENTAL (Hemisferio del Ascendente, Hemisferio Este):


Este Hemisferio comienza en la cúspide de la Casa X y, en sentido contrario a las agujas del reloj,
termina en la cúspide de la Casa IV. Su punto estructural básico es el ASC. Se encuentra formado por
las casas X, XI, XII, Asc, II y III.

El Hemisferio se centra en la expresión de la autoidentidad y en el ejercicio de la voluntad. Este


hemisferio oriental está asociado con la autodeterminación, con ser la fuente de la mayoría de las
iniciativas y las más sometidas al control personal.

Una mayoría de planetas en este hemisferio describe una personalidad sumamente autocentrada,
que asume la acción por sí misma, capaz de liderar, y de tener control sobre el modelo de vida al que
aspira, pero también de quedar fácilmente atada a situaciones que ella misma creó.

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Cuando la mayoría de los planetas se ubican aquí, el individuo manifiesta mejor su potencial de vida
ejerciendo su voluntad e impulso para promover conscientemente sus asuntos personales o los
intereses que llaman su atención. Indicará mucha iniciativa y espíritu de empresa en su acercamiento
a la vida (particularmente cuando la mayoría de los planetas de este Hemisferio se encuentran en las
tres Casas bajo el horizonte). Robert Hand afirma es que este tipo de personas, que él las denomina
del tipo “actor”, tienden a actuar primero y a observar después y que esto no las hace
necesariamente más eficaces ni más dueñas de su vida, como se suele afirmar. Ya que para asumir el
control no alcanza con emprender la acción, también hay que observar a los demás.

Este individuo se siente inclinado a provocar sus situaciones de vida, ya que tiende a influir al medio
ambiente en vez de ser moldeado y marcado por el mismo. Este Hemisferio indica una entrada
kármica; el individuo es relativamente libre para actuar según su propio interés en la obtención de
objetivos con menos obstrucciones o interferencias de terceros. Sin embargo, debido a que no
solicita la colaboración de los demás, los otros no le ofrecerán la ayuda o la asistencia que podría
resultarle benéfica para las metas que él mismo creó. Preferirá perseguirlas solo y resistirá cualquier
tipo de asociación, ya que en este Hemisferio hay menos intercambio. Y, por lo tanto, el individuo
estará casi siempre solo en sus esfuerzos.

Si la mayoría de los planetas de este Hemisferio enfatizado se sitúan sobre el horizonte, la


localización del individuo se volverá más impersonal y universal. Pondrá mucha atención en los
asuntos más importantes de experiencia mundana y en el trabajo por el progreso social, pero
normalmente sólo seguirá su propia visión.

Posibles dificultades cuando hay muchos planetas aquí:


 La persona tenderá a enfatizar excesivamente su individualidad, al extremo de tener
dificultades para integrarse con los demás y sentirse igual, así como para funcionar
cómodamente como una entidad social.
 Al estar tan absorbido en sí mismo, no será capaz de percibir objetivamente a las personas
con las que entra en contacto. Sólo le interesa en primer término y en especial cubrir sus
necesidades personales. Quiere ser su propio patrón en todas las circunstancias, por lo tanto
rechazará aquellas influencias externas que no estén bajo su control, aunque sean
constructivas.
A tener en cuenta: si bien es cierto que una gran mayoría de planetas en este hemisferio puede dar
una personalidad de tipo “actor”, hay que prestar especial atención a cuáles son efectivamente esos
planetas, ya que si habláramos de Saturno por ej. tiende a frustrar la acción o como Neptuno, que
debilita la base sobre la que habría que actuar. Mientras más cerca del Asc. Estén estos planetas más
tiende a cancelar los efectos de la personalidad de tipo “actor”.
En cambio, los planetas como el Sol, Marte, Júpiter, Urano y Plutón tienden a reforzar esta
personalidad de tipo “actor”. Los planetas yin como la Luna y Venus también debilitarían esta
personalidad pero no tanto como Saturno y Neptuno.

b) HEMISFERIO OCCIDENTAL (o Hemisferio del Descendente, Hemisferio Oeste):


Este Hemisferio comienza en la cúspide de la Casa IV y, siguiendo la dirección contraria a las agujas
del reloj, termina en la cúspide de la X. Su punto estructural básico es el DESC. Se encuentra formado
por las Casas IX, VIII, VII, VI, V y IV.

Este Hemisferio se localiza en la percepción personal de lo social y en el reconocimiento de la


identidad del otro. Su tema básico se refiere a la expresión de la propia imagen reflejada. Esta mitad

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simboliza la parte del yo sobre la que se actúa, la que es pasiva y no está sometida al control
personal.

Cuando la mayoría de los planetas se sitúan en este Hemisferio, el individuo no posee tanta libertad
de acción como para determinar la dirección que tomará su vida; a menudo sus asuntos vitales y sus
intereses personales dependen más de los otros que de sí mismo. Así, parece tener menos control
sobre el modo de vida elegido, ya que suele quedar sujeta al movimiento de los otros. La cultura y lo
circundante influyen en su vida más notablemente que en otras personas.

Para esta persona será más difícil ser reconocida y aceptada por su propia y auténtica individualidad,
y es más factible que se convierta en una creación de su medio ambiente o en un producto de su
tiempo. Las relaciones serán esenciales para estimular la manifestación natural de su ser. Se
desarrollará mejor cuando aprenda a ajustarse adecuadamente a las necesidades de los demás. Las
acciones que lleve a cabo deberán ser ventajosas para todas las partes si quiere establecer un
equilibrio correcto.

Robert Hand denomina a la persona con mayoría de planetas en este hemisferio “el tipo
experimentador” en contraposición al “tipo actor”. Y él afirma que lo característico de estas personas
no es ser víctimas de los demás (como suelen afirmar muchos textos), sino que observan antes de
actuar. Son más propensas que las del tipo “actor” a tener en cuenta todas las circunstancias.

La persona estará más sintonizada con el proceso de compartir. Es probable que reciba atenciones de
parte de los demás, quienes serán instrumentos para ayudarlo a alcanzar sus objetivos.
Generalmente no se opondrá ni bloqueará la ayuda y la asistencia de los otros. Cuanta más
consideración y atención demuestre por los demás, más dispuestos estarán éstos a obrar en su favor
y a tenderle una mano.

Éste es el Hemisferio por donde el karma sale, el individuo se sentirá atraído por las experiencias de
vida que le exijan relacionarse con la gente. En esta vida, se verá condicionado a acercarse
directamente a los demás y a construir alianzas positivas. Rara vez se beneficia cuando quiere hacer
las cosas a su manera a expensas de los demás; en la mayoría de los casos no será capaz de actuar
así.
Posibles dificultades cuando hay muchos planetas aquí:
 La persona mostrará una expresión desequilibrada al volverse demasiado dependiente de los
otros a la hora de establecer su identidad social. Dejará que los demás controlen y manejen su
destino más allá de lo que podría beneficiarlo.
 Normalmente tendrá una mayor carencia de determinación y confianza en sí mismo. Esto
puede provocar que los demás abusen de él o le impongan sus puntos de vista con facilidad.
Especialmente si la mayoría de los planetas caen en las tres Casas que se sitúan por encima
del horizonte, ya que marcan una localización social y una actividad interpersonal mayores
que las tres Casas inferiores.
 Tendrá dificultades para relacionarse consigo mismo a niveles profundos, especialmente para
emprender acciones personales. Le resultará trabajoso tomar sus propias decisiones solo y se
apoyará demasiado en los demás para realizar aquello que debería abordar por sí mismo.

El eje del Meridiano es el eje formado por el Medio Cielo en un extremo y el Imum Coeli en el otro.
Este eje describe nuestra orientación en el mundo, tanto social como personal.

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El Medio Cielo (Medium Coeli): es un punto de máxima exteriorización del yo. Representa el mundo
social, lo más alejado de la vida personal e íntima. Se lo relaciona con la posición y el rol en la
sociedad, la dirección de la persona en términos sociales. Tradicionalmente se lo vincula con la
profesión, y esto es válido siempre y cuando uno se autodefina por lo que hace. Pero también hay
otros puntos en la carta vinculados con la profesión. Astronómicamente se sitúa sobre las doce del
mediodía del ciclo diario.

Bajo Cielo (Imum Coeli: la palabra viene del latín y significa el “Fondo del Cielo”. Es el punto más
personal e íntimo en el ciclo mundano (astronómicamente es el punto más bajo de la medianoche).
Representa los sentimientos más íntimos del nativo, sus raíces y su sentido del ser. Se relaciona con
la definición interna del yo. Por oposición al Medio Cielo, representa la base, la raíz de donde vengo
para luego poder ir a desplegar lo que simboliza el Medio Cielo.

Al interpretar, es importante considerar cuál Hemisferio está más enfatizado en la carta natal, porque
éste factor señala la orientación individidual básica hacia la vida externa. Un Hemisferio enfatizado
dependerá del número de planetas (más que de puntos sensibles) que se encuentren en él. Para que
un Hemisferio se considere enfatizado deberá haber en él seis planetas o más. Cuando los dos
Hemisferios tienen una cantidad igual de planetas (cinco cada uno), hay que ver en cuál de ellos se
halla el Sol, la Luna y el regente del ASC. Esto le dará relevancia, especialmente si un Hemisferio
contiene los tres. Pero si dos de ellos se hallan en un Hemisferio, y todavía resulta difícil de terminar
cuál tiene un peso mayor, entonces compruebe y vea cuántos planetas caen en Casas angulares
dentro de cada Hemisferio respectivo y están cerca de los ángulos. Quizás los signos y los planetas
ofrecerán un refuerzo adicional que sintetice todos los principios correlacionados.

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CUADRANTES

PRIMER CUADRANTE

Formado por las casas I, II y II. Es la intersección del Hemisferio inferior (Norte) y el hemisferio
oriental (Este).
Este cuadrante está muy enfocado en el yo. La persona acciona en pos de sus asuntos personales
Predomina así el impulso a satisfacer necesidades que resultan básicas para la persona. Una persona
con muchos planetas aquí actúa como si el mundo tuviese que adaptarse a lo que le resulta vital. La
acción es algo natural, no premeditada, visceral. No hay mucho margen para negociar con los demás.
La persona se concentra en sus necesidades, impone sus intereses, tiene carisma y le cuesta
cooperar. También intentara transmitir a los demás lo que cree que es.
El elemento inicial del Primer Cuadrante es el fuego y el elemento ausente es el agua. Esto nos da
indicios sobre la psicología del Cuadrante. El fuego simboliza el impulso espontáneo de expresarse
independientemente, pudiendo manifestar rasgos egocéntricos.
El único elemento que no se halla representado en este Cuadrante es el agua. El agua es un elemento
que se caracteriza por la empatía y la capacidad de asimilación interna de la experiencia y también
por su dependencia a los demás, rasgo que por supuesto no parecería estar presente en los nativos
con mayoría en este Cuadrante. Puede que la persona tenga que aprender a ser más compasivo y
comprensivo respecto de los demás. En general el individuo del Primer Cuadrante tiende más a
reaccionar que a reflexionar.
El polo opuesto de este Cuadrante es el Tercer Cuadrante. Cuando los temas de este Primer
Cuadrante crean un gran desequilibrio, podemos encontrar soluciones para esto en el Cuadrante
complementario (en este caso el Tercero).

SEGUNDO CUADRANTE

Formado por las casas IV, V y VI. Es la intersección del Hemisferio inferior (Norte) y el hemisferio
occidental (Oeste).

Aquí el interés comienza a ponerse en los otros y también se padecen dilemas en torno a la
dependencia de los demás y la necesidad de definir una identidad y expresarla. Por un lado, la
persona necesita ser reconocida, pero también necesita incorporar la percepción de un orden más
grande en donde no actúa solo. Hay necesidad de incorporar hábitos y cierto orden a fin de poder
desenvolverse mejor. Puede haber fricción entre los condicionamientos de su medio familiar y su
deseo de discriminarse.
El Hemisferio Norte nos dice que este Cuadrante también tiene como centro las experiencias
personales e íntimas de la persona, pero ahora también participa el Hemisferio Occidental lo que
implica que la persona también es afectada por la conducta de los que están a su alrededor (a
diferencia del individuo del primer cuadrante). Entonces aquí abra ya una motivación orientada a
encontrar la seguridad personal por medio de las relaciones, y esto implicará tener vínculos
subjetivos con los otros. Si tuviera planetas en el Oeste pero arriba habilitaría más objetividad para
evaluar a los demás, no así en este segundo cuadrante.
El elemento inicial del Segundo Cuadrante es el agua y el elemento ausente es el aire. El agua tiene
que ver con la aptitud para ser sensible a las corrientes emocionales y a lo sutil. La naturaleza
instintiva del agua permite ser empático con las necesidades de los otros. Así, la persona con mayoría
de planetas en este Cuadrante puede ser más receptivo a los impactos emocionales que se generan
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en la interacción con los demás y esto puede llevar a situaciones de dependencia psicológica y
emocional con los demás (situación que no está presente en el individuo con mayoría de planetas en
el Primer Cuadrante).
Puede haber una fuerte influencia de la herencia ancestral, del pasado, de las raíces.
El elemento que no está representado en este Cuadrante es el aire, que tiene que ver con la
objetividad y lo vincular. Por ello, costará ser imparcial e impersonal en las evaluaciones externas de
la vida y necesita practicar la capacidad de tomar distancia y poder ver desde una perspectiva más
objetiva. La ausencia de aire implica entonces que este Cuadrante no fomenta de manera innata un
carácter desapegado o desinteresado. Lo normal sería que el individuo se rija más por el corazón que
por la cabeza (sobre todo si esto está acentuado por el balance de elementos predominando el agua).
El polo opuesto de este Cuadrante es el cuarto Cuadrante. Las tensiones y los desequilibrios que se
crean en este segundo Cuadrante pueden resolverse asumiendo cualidades de este cuarto Cuadrante
superior y complementario a este segundo.

TERCER CUADRANTE

Formado por las casas VII, VIII y IX. Es la intersección del Hemisferio Superior (Sur) y el Hemisferio
Occidental (Oeste).
El énfasis aquí se centra en las relaciones con los otros, con todo la conflictividad que esto implica.
Las necesidades sociales están por encimas de las personales. Esto lleva a tener experiencias
compartidas con los otros, proyectos en común que impliquen ganancias compartidas y objetivos
orientados a lo social y grupal más que a lo individual. La inclinación de la persona es ocuparse de
realidades objetivas del entorno. Este es el único Cuadrante en el que no se destaca el contacto con
el yo personal, y esto se enfatiza aún más si los planetas están en el Hemisferio Superior de la carta.
Aquí se adquiere mayor conciencia de los otros como diferentes a uno y complementarios, así es
común con este Cuadrante predominante tender a mantener vínculos de todo tipo, tanto a nivel
personal e íntimo como en alguna causa social.
El elemento inicial de este Cuadrante es el aire y el que está ausente es la tierra. El aire es el
elemento que simboliza una clara perspectiva social y una capacidad para mirar objetivamente, para
perseguir fines más sociales, con ideas más abstractas a favor del progreso social. La persona será
atraída hacia vínculos y alianzas que persigan objetivos sociales, de justicia, de igualdad, etc.
El único elemento que no encontramos en este Cuadrante es la tierra, vinculado éste con la
estructura, la realidad práctica, la forma. El hecho de que aquí falte este elemento implica la
necesidad de encarar los ideales sociales desde un plano más pragmático y viable. Tener aptitudes
más metódicas y aceptar más rutinas para la consecución de los objetivos. Las ambiciones deben ser
razonables y realistas y no tan ideales e incalcanzables.
Hay riesgo en este Cuadrante de quedar muy dependiente de los demás, sin un centro estable y
propio ya que la atención no se centra en lo individual y personal. Es por ello que desplegar las
virtudes del Primer Cuadrante puede ayudar a equilibrar las tensiones creadas por un tercer
Cuadrante mal manejado.

CUARTO CUADRANTE

Formado por las casas X, XI y XII. Es la intersección del Hemisferio Superior (Sur) y el Hemisferio
Oriental (Este).
Aquí vuelve la influencia del Hemisferio Oriental, por lo que el enfoque hacia lo personal y a la
autodeterminación cobran protagonismo nuevamente, pero como ahora está el Hemisferio Superior
involucrado, la persona tiende a hacer grandes esfuerzos personales para una contribución en el
mundo, de manera colectiva. Así, a pesar de entregar todo el esfuerzo a una causa colectiva común,
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la persona no pierde su individualidad (como puede pasarle al individuo del Tercer Cuadrante). Esto
se refuerza aún más si el Hemisferio Oriental está enfatizado.
El tipo de cuarto Cuadrante destacado tiende a identificarse personalmente con alguna actividad más
grande que la vida. Quiere sentirse funcionando en una escala mayor en el ambiente externo, y a
menudo en un campo vinculado al servicio público o social. Es común un compromiso con la
comunidad, a través de algún cargo público o cumpliendo una función de servicio. El problema está
cuando quieren imponer sus condiciones como las únicas legítimas sin tener en cuenta otras miradas.
El elemento inicial de este Cuadrante es la tierra y el elemento faltante es el fuego. A la tierra le
interesa la productividad y una seguridad duradera. Quiere concretar sus esfuerzos, y su impulso es el
de construir y conservar estructuralmente las instituciones de la sociedad, para que perduren en el
tiempo. Esto puede llevar a empecinarse en los propios objetivos de cómo uno pretende ese aporte a
lo social sin tener en cuenta al resto (que no pasa en el tercer cuadrante) y así imponer a los demás
sus exigencias en pos de una causa ideal.
El único elemento que falta aquí es el fuego, que se traduce en una incapacidad de la persona de
verse como alguien separado del resto. Tal vez considera que sus propias necesidades y deseos son
las de todos los demás. Tiende a universalizar sus intereses personales e intenta relacionarse por
medio de situaciones colectivas más vastas. Le es más difícil reconocer su terquedad, puesto que a
menudo actúa en representación de los demás, de una manera aparentemente desinteresada y
humana.
Es importante para estas personas tomar contacto con lo espiritual, con todo lo que trasciende al ser
humano y también equilibrar cultivando cualidades del segundo cuadrante.

Bibliografía:
- I González, A. Lodi, H Steinbrum, “La carta natal como guía en el desarrollo de la conciencia”
(Editorial Kier).
- Robert Hand, “Los símbolos del horóscopo” (Editorial Urano).
- Bill Tierney, “Análisis dinámico de los aspectos astrológicos” (Editorial Kier).

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