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Introducción.
Entonces ¿Cuál es la ley que el Señor escribe en nuestro corazón y mente? (Leer 1 Juan
3:24)
1. LA LEY DEL AMOR. Juan 13:34 “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos
a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.”
a. En el Antiguo Pacto el amor a Dios y a las personas se exigía, era una
obligación: “Amaras a tu Dios con toda tu alma, con toda tu mente, con
todas tus fuerzas” (Mateo 22:37). Pero, en el Nuevo Pacto de la Gracia, el
amor es algo que se te imparte – “Como yo os he amado” – de la
abundancia de ese amor podemos amar a Dios y a los demás. (Juan 13:34, 1
Juan 3:14)
b. ¿O SEA, YO AMO A PESAR DE QUE NO LO SIENTA O QUIERA? ¿Cómo
sucede esto? Romanos 5:5 “y la esperanza no avergüenza; porque el amor
de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que
nos fue dado. Ahora podemos amar a Dios no porque tratamos en nuestra
fuerza sino porque él nos amó primero y nosotros le amamos a Él.
c. ¿Puedes ver la diferencia entre el antiguo pacto y el nuevo pacto?
i. En el viejo pacto, la ley era la regla para que hombres débiles
obedecieran. En el nuevo pacto la Ley es el Espíritu de Cristo que
nos ha sido dado, amándonos y amando a otros a través de
nosotros.
ii. En el antiguo pacto, tú amabas a otros porque temías al castigo. En
el nuevo pacto, tu amas, porque el Amor mismo (Dios es amor) vive
en ti y es su naturaleza amar.
iii. En el antiguo pacto, tenías que esforzarte para obedecer. En el
nuevo pacto te tienes que esforzar para desobedecer. Es una nueva
manera de vivir.
CONCLUSIONES.
- Comprender esto no es fácil para los que se glorían de sus logros, para los que
tienen su identidad en lo que hacen y no han entendido la obra perfecta de la cruz
– la gracia siempre será un golpe contra el orgullo humano.
- Jeremías dijo que aquellos que tuvieran la nueva ley escritas en sus corazones
conocerían al Señor y no tendrían necesidad de que nadie les enseñe. Esto está
describiendo tu unión con Cristo. Tu estas en El y él está en ti. Eres uno con El.
Ahora tienes su mente (1 Corintios 2:16) Su Espíritu te habita y te enseña todas las
cosas (Juan 14:26)
- Eres una nueva criatura con nuevos deseos y esperanza. Ya no quieres pecar. Tu
deseo es amar a Dios y a otros y ese deseo no tiene nada que ver con la antigua ley
que se escribió en tablas de piedra, tiene que ver con la nueva naturaleza que
ahora te ha sido impartida.
- ¿Qué debo hacer ahora?
o Alimenta la Vida que has recibido. Cuida la calidad de tus pensamientos (o
doctrina) y permite que la salvación que recibiste en Tu Espíritu alcance
cada día mas todos los aspectos de tu alma. (1 Timoteo 4:16)
o No insistas en querer mejorar lo que Dios decidió que muriera en ti: NO
necesitas ser una mejor versión de ti mismo, necesitas descansar y que lo
que se deposito en ti, simplemente fluya.
o El descanso del cual habla la Biblia no es falta de acción sino negarte a
confiar en ti mismo y que tus obras logran algo que Cristo no logro por ti.
Cuando entramos al reposo de Dios dejamos de confiar en nuestras
habilidades y echamos toda nuestra ansiedad sobre El. Con razón podemos
hacer tanto y no vivimos en el mismo nivel de estrés que vive el mundo.
Entrar al reposo de Dios no es “sentarte a esperar que todo suceda” o
“falta de acción”, lo que significa es que ya no lo tienes que hacer tu solo.
Puedes descansar en que el Señor está obrando en ti. Puedes descansar en
saber que cualquier obra que tengas que hacer Él la ha preparado para ti
desde antes de la fundación del mundo para que camines en ella.