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Jesús ora para que seamos UNO como Dios y Él son UNO.
Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado;
glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti; Y ya no estoy en el mundo; más
estos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu
nombre, para que sean uno, así como nosotros. Mas no ruego solamente por estos, sino
también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean
uno; como tú, oh, Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros;
para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para
que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos
en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos
como también a mí me has amado. Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer
aún, para que el amor con que me has amado esté en ellos, y yo en ellos.
Juan 17:1,11,20-23,26 RVR1960
La oración de Jesús de ser UNO no estaba basada en que alcancemos la perfecta unidad
en lo natural o en la carne, sino de que seamos perfectos en la unidad que surge de estar
unidos a un mismo Espíritu.
En Cristo el deseo de Jesús es una realidad por medio de la fe. Leer todo el contexto.
Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos
vosotros sois UNO en Cristo Jesús.
Gálatas 3:28 RVR1960
El apóstol Pablo nos deja bien claro de que ser UNO no tiene que ver con la nacionalidad,
ni con el género, ni con la condición social, sino que somos UNO por la fe en Cristo Jesús
Porque ser perfectos según efesios 4.13,14 tiene la connotación, espiritualmente hablando,
de ser maduros corporativamente, ósea, de ser perfectos en cuanto a la madurez del
carácter de Cristo. Es por ello por lo que necesitamos entrar en un proceso de madurez, de
ser conscientes de que sí queremos que la vida de Cristo crezca en nuestro interior,
debemos dejarnos perfeccionar por medio de la obediencia a la Palabra, que es
Cristo. Porque en la medida en que vamos madurando en el Señor, será la medida en la que
iremos experimentando esa perfecta unidad, que Jesús expresó al Padre, de ser UNO como
Iglesia Alcance Mundial - Participantes del propósito eterno 2020 19 de enero de 2020
el Padre y Él son UNO. La evidencia de que Jesús y El Padre eran UNO era la obediencia a
la voluntad de Dios, pues Jesús habló e hizo todo lo que oía y veía hacer al Padre.
Ahora bien, sabiendo que debemos crecer y madurar en el carácter de Cristo, para poder
llegar a la perfecta unida como iglesia, entonces debemos hacernos la siguiente pregunta.
El apóstol Pablo nos revela que el carácter de Cristo es un carácter justo, y que este carácter
(justicia) es el fruto visible que la salvación produce en nuestras vidas. El apóstol usa esta
alegoría del fruto para representar naturalmente que, el propósito del por qué se planta la
semilla de un árbol frutal es el alimento que se obtiene de su fruto, sino no tendría sentido
plantar el árbol. Ya que el fruto que da el árbol es el resultado de un proceso largo de cultivo,
cuidado y riego, que inicia desde que se siembra la semilla, hasta que se cosecha el fruto.
Este proceso de cuidado del árbol se hace con el fin de poder alimentarse y alimentar a otros
de su fruto, y el fruto es la evidencia de la madurez del árbol.
“Es por ello por lo que el maduro, espiritualmente hablando, es aquél del que otros
se alimentan.”
Todo lo que hemos recibido de Dios es como una semilla, y esa semilla debe ser
cuidada y crecer hasta dar fruto. Y el fruto que Dios espera en nosotros es el carácter
justo de Cristo, porque esto es le da mucha gloria a Dios. La madurez del carácter de Cristo
se ve en medio de las circunstancias adversas, porque es ahí cuando se ve, sí estamos
arraigados y cimentados en Cristo. Un hombre maduro espiritualmente es aquél que está
fortalecido en la fe en el Señor, es aquél que por revelación y experiencia ha desarrollado
una fuerte convicción e identidad en Cristo.
Ser mansos y humildes es una de las evidencias de estar creciendo y madurando en ser
UNO con Cristo. La humildad es la evidencia de un alma fundida (unida) a su Espíritu.
Iglesia Alcance Mundial - Participantes del propósito eterno 2020 19 de enero de 2020
Ser UNO es ser obedientes a la voluntad de Dios por causa del desarrollo de un
espíritu humilde, de un corazón dispuesto a obedecer al Señor.
Por eso lo que hace UNO a la iglesia es amar y obedecer a la misma verdad. Y Jesús se
proclamó así mismo como la verdad. Él dijo: ¡Yo soy la verdad! La humildad nos llevará a
abrazar la verdad y a renunciar al tener la razón.
Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que
fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los
unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la
paz; un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de
vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre
todos, y por todos, y en todos.
Efesios 4:1-6 RVR1960
La humildad nos lleva a vivir una vida digna del llamado de Dios.
Fuimos llamados a llevar una vida digna del llamado de Dios, y para ello debemos aprender
a vivir en humildad y mansedumbre, porque será así como podremos permanecer en un
mismo Espíritu. Ser perfectos es aprender a soportarnos unos a otros en amor. Porque
no podemos soportar a quien no amamos. Y para ello debemos aprender a amarnos como
Dios nos ama. La esencia interna de la humildad es mirar a los demás como superiores a
nosotros mismos, y la manifestación externa será la honra mutua. Sí mi hermano me ve
como superior, y yo lo veo como superior a mí, entonces nos honraremos mutuamente.