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Charles Spearman

Charles Edward Spearman (Londres, 10 de septiembre de 1863-Londres, 7 de


septiembre de 1945) fue un psicólogo inglés. Estudió en las universidades
de Leipzig, Wurzburgo y Göttingen y enseñó e investigó en la Universidad de
Londres (1907 - 1931). Formuló la teoría de que la inteligencia se compone de un factor
general y otros específicos. Creyó en la existencia de un factor general que interviene en todas
las fases de la conducta humana y atribuyó a las capacidades específicas papel determinante
en cada actividad. Escribió The Abilities of Man (1927), Creative Mind (1930) y Psychology
Down the Ages (1937).

Teoría Bifactorial

Realizó importantes aportes a la psicología y a la estadística, desarrollando el Análisis Factorial.


Gracias a él propuso la existencia de un factor general de inteligencia (Factor G), que subyace a
las habilidades para la ejecución de las tareas intelectuales.

A esta teoría de la inteligencia la denominó Teoría Bifactorial, ya que la inteligencia se


compondría tanto del 1) Factor general (G), que sería hereditario, e intentó comprobar que
correspondía a una propiedad específica del cerebro, una suerte de energía mental a nivel de
la corteza cerebral, que varía de un individuo a otro, pero se mantiene estable a través del
tiempo; así como del/los 2) Factor Especial (Special) (S), que representa la habilidad específica
de un sujeto frente a determinada tarea, que también tendría una localización específica en
el cerebro.

Por lo tanto si bien la inteligencia es hereditaria en cuanto a su Factor G, es posible que la


educación tenga importante incidencia el Factor S.

Si bien las personas poseemos diferentes fortalezas y debilidades cognitivas, todos nosotros
diferimos en el factor G, y las pruebas de cociente intelectual válidas nos pueden dar una
buena medida de esas diferencias individuales.

Contenido [mostrar]

El factor G y la Teoría Bifactorial de Spearman

Charles Spearman describió por primera vez la existencia de inteligencia general en 1904.


Según Spearman, el factor G es el responsable del rendimiento general en las pruebas de
capacidad mental. Señaló que si bien las personas ciertamente pueden sobresalir y, con
frecuencia, sobresalen en ciertas áreas cognitivas, las que obtienen buenas puntuaciones en
un área también tienden a hacerlo en otras áreas. Por ejemplo, una persona que tiene un buen
resultado en una prueba verbal, probablemente también puntuará alto en otras pruebas.

Desarrolló la teoría llamada Teoría Bifactorial, en la que la inteligencia se compondría de dos


parámetros fundamentales:

Factor general (G)

Se refiere a una característica personal eminentemente hereditaria, una propiedad específica


del cerebro que varía de un individuo a otro, pero se mantiene estable a través del tiempo.
Factor Especial (Special) (S)

Que representa las habilidades o aptitudes específicas de un sujeto frente a determinada


tarea, que varía dependiendo de la educación previa de la persona y no son generalizables a
otros ámbitos.

El análisis factorial de la Inteligencia General

Charles Spearman también ayudó a desarrollar una técnica estadística conocida como análisis
factorial. El análisis factorial permite a los investigadores medir las habilidades generales a
través de una serie de diferentes elementos de prueba.

Spearman creía que la inteligencia general representaba un factor de inteligencia subyacente a


las habilidades mentales específicas. De modo que, en las pruebas de inteligencia, todas las
tareas a realizar, ya sea las relacionadas con habilidades verbales o matemáticas, se ven
influenciadas por el factor G subyacente. Por ejemplo, las personas que obtienen buenas
puntuaciones en las preguntas que miden el vocabulario, también se desempeñan bien en las
preguntas relacionadas con la comprensión lectora.

Así, el concepto de inteligencia general lo podríamos comparar con el deporte. Una persona
puede ser una gran nadadora, pero esto no significa necesariamente que también sea una
excelente saltadora de obstáculos. Sin embargo, debido a que esta persona es atlética y está
en forma, es probable que se desempeñen mucho mejor en otras tareas físicas que una
persona menos coordinada y más sedentaria.

El factor G explica la mayoría de las diferencias individuales en el rendimiento en las pruebas


mentales. Esto es así independientemente de la capacidad específica que evalúe cada prueba,
del contenido de la prueba (ya sean palabras, números o figuras) y de la forma en que se
administra la prueba (en forma escrita u oral, individual o en grupo). Cada prueba concreta de
de habilidades mentales mide unas competencias determinadas, pero todas reflejan el factor
G en alguna medida. Por lo tanto, el factor G se puede extraer de las puntuaciones de
cualquier batería de pruebas diversas.

Muchas pruebas de inteligencia, incluida la de Stanford-Binet, miden algunos de los factores


cognitivos que se cree que conforman la inteligencia general. Estos incluyen procesamiento
viso-espacial, razonamiento lógico matemático, conocimiento, razonamiento fluido y memoria
de trabajo.

 El procesamiento viso-espacial incluye habilidades tales como montar rompecabezas y


copiar formas complejas.

 El razonamiento lógico matemático implica la capacidad de resolver problemas con


factores numéricos.

 El conocimiento se relaciona con la comprensión sobre temas de diversos tipos.

 El razonamiento fluido se basa en la capacidad de pensar de manera flexible y resolver


problemas.

 La memoria de trabajo implica el uso de memoria a corto plazo, así como la repetición


listas de varios elementos.
La teoría de las 7 aptitudes mentales primarias de Thurstone
Louis Leon Thurstone (29 de mayo de 1887, Chicago – 30 de septiembre de 1955, Chapel Hill)
fue un ingeniero mecánico y psicólogo estadounidense, pionero en los campos de
la psicometría y psicofísica. Creador de la ley del juicio comparativo, que consiste en
un sistema de ecuaciones que permiten estimar el valor de un conjunto de estímulos.
Además es reconocido por sus aportes al análisis factorial y por la creación de la escala
Thurstone para la medición de actitudes.

Aplicando el análisis factorial sobre las puntuaciones obtenidas en las pruebas de


inteligencia de un gran número de niños, Thurstone (1938) identificó siete factores
relativamente diferentes, a los que llamó habilidades primarias:

 la fluidez verbal (habilidad para recordar palabras rápidamente);

 la comprensión verbal (habilidad para definir palabras);

 la aptitud espacial (habilidad para reconocer una figura cuya posición en el espacio
había cambiado);

 la rapidez perceptiva (habilidad para detectar semejanzas y diferencias entre


distintos dibujos);

 el razonamiento inductivo (pensamiento lógico);

 la aptitud numérica, y

 la memoria.

Sus aportes ayudaron a comprender las diferencias intraindividuales observadas en el


desempeño frente a pruebas de inteligencia general, lo que permitió la construcción y
mejora de tests de inteligencia, de personalidad e intereses, entre otros aspectos
psicológicos.

La teoría de las 7 aptitudes mentales primarias de Thurstone, que apareció en la década de


1920, es uno de los modelos psicológicos sobre la inteligencia más importantes que existen. 

La característica diferencial de este autor en relación a otros de la época fue su focalización en


el carácter múltiple de las aptitudes intelectuales, oponiéndose así al factor g de Spearman.

La teoría de la inteligencia de Thurstone

Louis Leon Thurstone (1887-1955) es considerado uno de los autores más influyentes en el
campo de la psicometría. Su aportación principal es su teoría de las 7 aptitudes mentales
primarias, que se opuso a los modelos unitarios y jerárquicos de la inteligencia propuestos por
otros pioneros como Charles Spearman o P. E. Vernon.

De modo muy particular, Thurstone negaba la existencia de un factor general de inteligencia


(el célebre “factor g”) al que se subordinarían el resto de capacidades cognitivas. Para este
autor la inteligencia debía ser entendida como un conjunto de aptitudes mentales
primarias no reductibles a una única dimensión de nivel superior.

Junto con autores como Charles Spearman y Raymond B. Cattell, Thurstone es considerado
uno de los principales responsables del establecimiento de los métodos de análisis factorial
en la psicología. Estas pruebas matemáticas tienen el objetivo de identificar el número y la
estructura de los distintos factores que pesan en algún tipo de medida psicológica.

El objetivo de Thurstone era hallar una configuración de la inteligencia que fuera fiel a los
datos empíricos pero manteniéndose lo más sencilla posible; es decir, procuró explicar las
diferentes aptitudes que forman la inteligencia con unos pocos factores de orden superior.
Cada uno de ellos mantenía una fuerte correlación con un tipo concreto de pruebas
intelectuales.

La influencia de la obra de Thurstone ha sido muy notable en los desarrollos posteriores de la


psicología de la inteligencia. Así, podemos encontrar la inspiración del modelo de las aptitudes
mentales primarias en las versiones más recientes de pruebas tan importantes como las
Escalas de Inteligencia de Wechsler y la Escala de Inteligencia Stanford-Binet.

Las 7 aptitudes mentales primarias

Tras su primera investigación, para la cual se valió de 56 pruebas de inteligencia distintas,


Thurstone identificó 9 factores o aptitudes mentales primarias. 

Numerosos estudios posteriores han validado repetidamente 7 de estos factores, de modo que
podemos decir que el modelo de Thurstone tiene una capacidad de medición sólida.

1. Comprensión verbal (factor v)

El factor comprensión verbal se asocia con los conocimientos relativos al lenguaje en todas
sus manifestaciones; incluiría, por tanto, el vocabulario, la semántica, la sintaxis o la
pragmática. Las pruebas que ponderan en el factor v incluyen pruebas de comprensión lectora,
de ordenación de segmentos de texto, de ortografía, de analogías verbales, etc.

2. Fluidez verbal (w)

Esta aptitud se puede definir como la capacidad de una persona para emitir secuencias
verbales coherentes y estructuradas de forma rápida y natural. Para medirla se emplean
diversos tipos de test que implican la producción veloz del discurso; así, por ejemplo, se
podría usar la clásica prueba de dar nombres de animales que empiecen por una letra
determinada.

3. Aptitud numérica (n)

Las pruebas de aptitud numérica consisten principalmente en cálculos matemáticos básicos:


sumas, restas, multiplicaciones y divisiones. Aunque pueden ser más complejos, en el factor n
ponderan sobre todo las tareas de cálculo aritmético sencillas; los aspectos más relevantes
sonla velocidad de las operaciones y la precisión en las respuestas.

4. Aptitud espacial (s)

El factor s se manifiesta en la orientación espacial, en la representación de objetos en el


espacio o en las tareas de rotación; dado que se trata de capacidades muy amplias, con
frecuencia se divide la aptitud espacial en dos o tres factores secundarios. Los tests
relevantes implican la predicción de movimientos, la comparación de figuras desde distintas
perspectivas, etc.

5. Memoria asociativa (m)


Este factor se asocia a un aspecto específico de la memoria: la capacidad para retener
asociaciones de pares de elementos. De este modo, para medir la memoria asociativa se usan
pruebas que implican imágenes, palabras (en formato visual o auditivo), símbolos, etc.; se
pueden presentar en la misma modalidad o en combinaciones de más de uno de estos
materiales.

6. Velocidad de percepción (p)

En el factor p ponderan todas aquellas pruebas cognitivas que se basan en la comparación


entre distintos elementos o bien en la identificación de estructuras y secuencias. Por tanto, la
aptitud que Thurstone denominó “velocidad de percepción” hace referencia a la rapidez con
que encontramos las similitudes y diferencias entre varios ítems.

7. Razonamiento general (r) o inducción (i)

Algunas de las investigaciones que se han realizado en torno al modelo de Thurstone


distinguen en parte el factor r del factor i. Mientras que el segundo se corresponde con la
capacidad para el pensamiento inductivo (encontrar reglas generales con valor predictivo a
partir de series de elementos), “razonamiento general” tiene un peso matemático más
marcado.

Inteligencias fluida y cristalizada


Raymond Bernard Cattell (Hilltop, Inglaterra, 20 de marzo de 1905–Honolulu, EE. UU., 2 de
febrero de 1998) fue un psicólogobritánico afincado posteriormente en Estados Unidos. Cattell
teorizó sobre la inteligencia y la personalidad, proponiendo la existencia de una inteligencia
fluida y una inteligencia cristalizada. Se trata de uno de los psicólogos más famosos del siglo
XX, a lo que hay que unir su gran productividad literaria, lo que conllevó esa popularidad. Es el
autor o coautor de 55 libros y más de 500 artículos en revistas especializadas y de divulgación,
además de haber realizado o participado en la realización de al menos 300 pruebas
estandarizadas de uso común entre los psicólogos. Todo esto le convierte en un autor muy
influyente.

Como psicólogo, Cattell fue seguidor y defensor del método científico aplicado a la psicología,


siendo de los primeros en proponer el método de análisis de factores, en oposición a lo que
llamaba «verbal theorizing» (teorización verbal). Una de las aplicaciones más importantes del
análisis factorial de Cattell en la psicología fue la definición de 16 factores o rasgos
fundamentales que subyacían a la personalidad humana. A estos factores los llamó factores
fuente, pues pensaba que a partir de ellos se creaba la personalidad individual. Esta teoría de
los 16 factores y los instrumentos estandarizados usados para su medida, se conocen
colectivamente como 16PF o 16 factores de la personalidad (16 Personality Factors)

Los seres humanos hemos estado interesados en la inteligencia desde el principio de nuestra
historia escrita. Los primeros filósofos griegos fueron quienes empezaron a discutir la
naturaleza de la lógica y el conocimiento, el pensamiento y la memoria.

El desarrollo temprano del campo de la psicología se centró en gran parte en el estudio de la


inteligencia humana. Charles Spearman fue el primero en hablar sobre la concepción y la
evaluación de la inteligencia. La primera persona que fue verdaderamente experta en la
medición del constructo psicológico que es la inteligencia. Él creía que la inteligencia estaba
compuesta por distintas habilidades y quería medirlas utilizando los avances de la estadística.
Saber cómo esas se relacionaban entre sí.

Raymond Cattell hizo un estudio junto con Galton y Wissler en el cual no les permitió
encontrar relaciones estadísticamente significativas entre las pruebas mentales que
administraron, lo que parecía sugerir que no estaban midiendo una sola capacidad subyacente,
sino una amplia gama de habilidades.

Por otro lado, Spearman encontró correlaciones positivas entre todas las variables medidas
por las pruebas mentales y también encontró que esas puntuaciones se correlacionaban con
otras medidas de habilidad mental.

Este hecho lo llevó a ser capaz de demostrar que una fuente común de varianza explicaba las
correlaciones entre todas las pruebas mentales, y llamó a esto el factor general de inteligencia,
o g.

G era un factor común compartido entre la mayoría de las medidas mentales, y cada medida
también tenía un factor o factores específicos únicos para esa medida. Es decir, existía un
factor general de inteligencia. Durante las décadas siguientes, Spearman y muchos otros
investigadores realizaron investigaciones que apoyaron en gran medida la existencia e
importancia de g.

A partir de ese hallazgo se constituye el fundamento de muchas Teorías de la inteligencia


humana.

Por ejemplo la de Raymond Cattell quién fue el primero en hablar de la distinción entre


"inteligencia fluida" (Gf) e "inteligencia cristalizada" (Gc). Según él, Gf y Gc eran dos factores
independientes el uno del otro, aunque muchos autores han notado una aparente
interdependencia de los dos. Los factores de Charles Spearman se consideran una precuela de
esta idea (Spearman, 1927), junto con la teoría de Thurstone de las Habilidades Mentales
Primarias (Thurstone, 1947). En 1991, John L. Horn, un estudiante de Cattell, amplió el modelo
Gf-Gc para incluir 8 o 9 habilidades amplias (horn1994). Peró las principales teorías dónde
aparecen estas dos inteligencias son la teoría de John Bissell Carroll three-stratum y la teoría
de Catell-Horn-Carroll.

El modelo de CHC ha resultado de dos modelos teóricos prominentes formado por el modelo
de inteligencia de Cattell y Horn (Gf-Gc) (Cattell, 1943, Horn, 1985, 1988, 1991, 1994), que
posteriormente se incorporó a los tres de Carroll Teoría del estrato. Este modelo contempla
diferentes capacidades, en las cuales se encuentran la inteligencia fluida y la cristalizada.

Desde sus publicaciones, los conceptos de estas inteligencias se han establecido al campo de la
inteligencia, con lo que ya no han sido rutinariamente atribuidos a Cattell o a Horn. El gráfico
de sedimentación de Cattell se ajustó en la práctica del análisis del concepto del subconsciente
de Freud, encajado este en psicología y en las percepciones de la gente sobre la mente.

Inteligencia fluida (Gf)[editar]

La inteligencia fluida (gf) se refiere a las operaciones mentales que un individuo puede usar
para resolver problemas novedosos sin ningún conocimiento previo (no se pueden realizar
automáticamente). Es la capacidad de analizar nuevas tareas, razonamiento lógico, identificar,
relacionar, resolver y extrapolar conceptos. La gf está influida por el proceso madurativo, se
deteriora con la edad,a partir de los 20 años, ya que está determinada genéticamente. Esto es
imprescindible en los ámbitos científico, matemático y de resolución de problemas técnicos.
En el razonamiento fluido están incluidos los razonamiento inductivo y deductivo.

Inteligencia cristalizada (Gc)[editar]

La inteligencia cristalizada (gc) se refiere a la amplitud y a la profundidad de los conocimientos


adquiridos de una persona. Es decir, es la aptitud para usar métodos de resolución de
problemas previamente adquiridos y a menudo culturalmente definidos. Estos conocimientos
son principalmente verbales, basados en el lenguaje. Este tipo de inteligencia se adquiere a
través de la educación y las experiencias vividas. la gc se mantiene más o menos estable hasta
los 40 años donde puede incrementar o no, depende de los conocimiento adquiridos de cada
persona al largo de la vida.

Similitudes y diferencias de Gf y Gc[editar]

Las dos inteligencias (Gf y Gc) están bastante relacionadas entre ellas. Existe una elevada
correlación de 0.61 obtenido a partir del analisi del WAIS, dónde se aplicaron distintas pruebas
para medir las dos inteligencias. *(Las pruebas de vocabulario y la subescala verbal se
consideran buenas medidas de Gc)

Estos resultados han llevado a argumentar que Gf y Gc son simplemente distintos aspectos de
un factor de inteligencia (CI). Las pruebas para hallar este cociente intelectual (CI) tratan de
medir ambas variables. Existen distintas formas y escalas para evaluar estas inteligencias. Por
ejemplo, la Escala de Wechlsler de Inteligencia para Adultos mide la inteligencia fluida en la
escala de la actuación y la inteligencia cristalizada en la escala verbal. El resultado del cociente
intelectual se basa en una combinación de esas dos escalas.

Al decir que las dos inteligencias están relacionadas nos lleva a afirmar que no son
independientes entre ellas. Las diferencias individuales en Gc dependen del nivel de Gf.

Jerárquicamente Gf es superior a Gc. No es sorprendente que las personas con una alta
capacidad de Gf tienden a adquirir más conocimientos de Gc ya que presentan tasas más
rápidas. El proceso de adquisición de conocimiento factual se denomina a veces "inversión
cognitiva".

Las dos inteligencias aumentan con la edad pero a partir de la juventud sus procesos de
desarrollo se diferencian. La inteligencia fluida disminuye con los años mientras que la
inteligencia cristalizada aumenta. Eso puede explicar el hecho de que el rendimiento es
inferior en la gente mayor que en jóvenes.

Por otro lado encontramos las diferencias a nivel de variabilidad: la inteligencia fluida se
mantiene estable a lo largo de la vida y la cristalizada aumenta.

La inteligencia cristalizada, a diferencia de la fluïda que depende mucho de la genética,


depende de cada persona. Su desarrollo es distinto en cada individuo. La inteligencia
cristalizada es más susceptible de cambio, ya que se basa en conocimientos específicos
adquiridos. Al aprender nuevos hechos, el fondo de conocimiento de alguien se amplía. Pero si
la persona no adquiere conocimiento a través de la educación y la experiencia no podrá
aumentar su Gc.
La inteligencia fluida es la que se ve más afectada por lesión cerebral. Es evidente ya que esa
es la que incluye habilidades tales como reconocimiento de patrones, razonamiento abstracto
y resolución de problemas.

El deterioro del rendimiento en algunas tareas de medición de la inteligencia de fluidos y el


rendimiento mejorado en otros se encuentran en algunas medidas en los individuos con
trastornos del espectro autista, incluyendo el síndrome de Asperger.

Planteamientos jerárquicos[editar]

A partir de los planteamientos monolíticos (basados en un solo factor) y de los factorialistas


(basados en más de un factor) surgieron los denominados modelos jerárquicos, con una
pretensión integradora.

Sin embargo encontramos soluciones diferentes para crear las jerarquias. Autores como Burt
(1940) y Vernon (1965) tienden a incluir el factor “g” de Charles Spearman en el nivel superior
de la jerarquización de factores, mientras Raymond Cattell (1963) se centra en los factores
secundarios, sobre todo en los de la inteligencia fluida (innata, no influida por los aprendizajes
anteriores) y el correspondiente a la inteligencia cristalizada (determinada por los aprendizajes
anteriores). Ahora bien, uno y otro dependen del factor “g”.

Los modelos jerárquicos resultan más comprehensivos que los modelos factoriales, ya que la
organización de factores de distintos niveles produce una estructura mucho más rica y
compleja y también más cercana a los modelos explicativos actuales.

Genovard y Castelló (1990) afirman que en el ámbito de la inteligencia la excepcionalidad


puede ser definida según los citados modelos. Dada su relación con el instrumento de medida,
la definición que se deriva del enfoque monolítico se ajustará a criterios de carácter
cuantitativo. En consecuencia la inteligencia de un sujeto se correspondería con un punto
dentro de un continuo y las comparaciones se establecerían en términos de más o menos
inteligencia.

Sin embargo, desde los modelos factorialistas la capacidad intelectual se desglosa en múltiples
aptitudes, con lo que el perfil de cada sujeto, corresponde a diferentes tipos de inteligencia, en
función de las combinaciones de aptitudes, por lo que la perspectiva sería fundamentalmente
cualitativa, ya que concibe el intelecto como un conjunto de factores diferenciados que
guardan entre sí diversas formas de dependencia y organización según la teoría concreta en la
que nos situamos. Esta es también la razón por la que la teoría factorialista, a diferencia de los
enfoques monolíticos, es capaz de explicar el fenómeno del talento.

Castelló (1997) considera que a partir de cualquier teoría factorialista concreta es posible
realizar cierta estimación de los recursos mentales individuales siempre con limitaciones
instrumentales y metodológicas-, pero asumiendo en todo caso una estructura intelectual
compuesta por múltiples recursos diferenciados. De esta forma “el análisis intelectual se
realiza a partir de un perfil de recursos (aptitudes) y no sobre un valor único, tal como se
pretende desde el enfoque monolítico” .

Teoría de los tres estratos de la inteligencia de Carroll John B. Carroll es autor de una teoría
donde también habla sobre la inteligencia fluida y cristalizada. A comienzos de los años
noventa Carroll (1993) propuso un modelo en que utilizaba también técnicas de análisis
factorial para realizar estudios de relaciones entre habilidades mentales (Berk, 1998). Después
de realizar varios estudios, Carroll formuló la teoría de los tres estratos de la inteligencia, con
lo que extendía los modelos propuestos por Spearman, Louis Leon Thurstone y Cattell. Carroll
representa la estructura de la inteligencia como una pirámide en cuyo vértice superior se sitúa
el factor general de la inteligencia “g”,mientras que las habilidades se encuentran en un
segundo estrado, colocadas de izquierda a derecha en función de la relación con “g”. En un
estrado inferior aparecen las manifestaciones específicas de los factores del segundo estrado,
que resultan de la experiencia de tareas particulares. La Gf y la Gc se encuentran en el segundo
estrado con otras inteligencias

Semejanzas conceptuales entre Cattell y Horn

Las capacidades se organizan, en diferentes niveles de generalidad, y están interconectadas.


Plantean que no existe un factor G, lo cual ha sido criticado por otros autores ya que la
inteligencia fluida y cristalizada no son independientes y presentan una correlación del 05.
Ambos, desde diferentes medidas primarias, llegan al mismo resultado ( lo que lo valida ) de la
existencia de dos factores de inteligencia o de segundo orden ( Gf y Gc ) así como la existencia
de la inteligencia fluida y la cristalizada como factores de orden superior al resto de los del
segundo orden. Coinciden en que la edad influye en las aptitudes a lo largo del ciclo vital y en
los efectos de la inteligencia fluida sobre la cristalizada.

Diferencias conceptuales entre cattell y horn

El número de factores de segundo orden y el significado adjudicado a cada uno de ellos.


Horn, a los cinco factores de segundo orden identificados en un inicio, añadió otros cinco más.

La heredabilidad de GFy GC: Cattel consideraba que la " inteligencia fluida histórica " estaba
determinada genéticamente y la Inteligencia Cristalizada no; en cambio Horn afirma que
ambas están influidas genéticamente , y son heredables, pero con influencias diferentes.

La influencia de unas capacidades en el desarrollo de las demás: Cattel concibe que la


Inteligencia Fluida Histórica y la inversión de esta en experiencias de aprendizaje influyen en el
desarrollo del resto de aptitudes más elementales, de primer y segundo orden; en cambio
Horn entiende que son los procesos psicológicos más simples los que posibilitan, en la
madurez, el desarrollo de las capacidades más complejas.

PRINCIPALES APORTACIONES DE CATTELL Y HORN

Intento de integración de los modelos estructurales de la inteligencia. Aplicabilidad en el


ámbito de la evaluación y en la realización de tests. Utilidad en el ámbito neuropsicológico.
Presentación de un modelo evolutiva de inteligencia. Interés por los aspectos hereditarios de
la inteligencia.

Jerarquías integradoras más recientes: modelo de Carroll. Estas intentan integrar todos los
modelos estructurales existentes en uno sólo.
La teoría de la Inteligencia de Guilford
La inteligencia es un constructo complejo que a lo largo de la historia ha sido conceptualizado
de muy diferentes formas por diversos autores.

Desde una visión clásica que tratan la inteligencia como una capacidad única y unitaria a otras
que consideran que se trataba de un conjunto de capacidades independientes entre sí y
pasando por otras en las que se estipulaba la existencia de conjuntos de habilidades
organizadas jerárquicamente, han surgido una gran cantidad de teorías y modelos que
intentan explicar qué es la inteligencia, cómo se estructura y cómo actúa.

Una de estas teorías es la teoría de la inteligencia de Guilford.

La inteligencia como constructo

Tal y como se acaba de mencionar, existe un gran variedad de perspectivas respecto a qué
significa el término inteligencia, y las investigaciones llevadas a cabo han variado en gran
medida el enfoque de su estudio y análisis.

Sin embargo, de un modo general podemos considerar que se trata de la capacidad o conjunto
de capacidades mentales que permiten nuestra adaptación, permitiéndonos gestionar
nuestros recursos cognitivos de la manera más eficiente a la hora de hacer frente a diferentes
situaciones. 

Gracias a la inteligencia somos capaces de captar y analizar correctamente la


informaciónproveniente del medio o de nosotros mismos, establecer estrategias y maneras de
gestionar recursos y resolver problemas, planificar nuestra conducta y llevarla a cabo con
éxito.

La teoría de la inteligencia de Guilford

Joy Paul Guilford fue un psicólogo estadounidense cuyas aportaciones al estudio de la


inteligencia confluyen en una teoría de la inteligencia que supone junto a Raymond Cattell y
Thurstone uno de los modeles de las aportaciones más relevantes en lo que respecta a la
concepción de la inteligencia como un conjunto de habilidades.

El modelo de Guilford se basa en la consideración de la inteligencia como el proceso mediante


el cual el ser humano transforma la información del medio en contenidos mentales, de manera
que tiene una visión operativista de ésta. El autor establece tres dimensiones separadas e
independientes basadas en la percepción, transformación de la información y emisión de
respuesta. 

Concretamente habla de elementos de entrada o contenidos, operaciones y elementos de


salida o productos. Su modelo es pues tridimensional, y suele ser representado en forma de
cubo en el que las interacciones entre las tres grandes dimensiones se interrelacionan para
formar hasta 120 factores distintos.

Se trata de un modelo taxonómico que considera las diferentes capacidades como no


jerarquizadas, siendo las diferentes aptitudes independientes. La inteligencia es pues un
conjunto de aptitudes separadas entre sí que permiten nuestra adaptación al medio.

Las tres dimensiones de Guilford

Para la teoría de la inteligencia de Guilford las tres principales dimensiones de cada una de las
aptitudes que configura la inteligencia son tres: los contenidos o percepciones, las operaciones
que se llevan a cabo con ellas y por último los productos o resultado de elaborar las primeras.

1. Los contenidos

Por contenidos se entienden toda aquel conjunto de informaciones y datos recabadas, sean
del medio externo o provenientes del propio sujeto. Se trata principalmente de los datos, sin
que se haya realizado ningún tipo de trabajo sobre ellos. En definitiva, estamos hablando del
elemento básico desde el cual el organismo trabaja para elaborar contenidos a partir de
operaciones. 

Dentro de los contenidos, podemos encontrar diferentes tipos de información.

 Figural: se trata de la información visual que captamos, es decir las imágenes

 Simbólica: se trata de la información también visual, pero en este caso son elementos
empleados como signos de un lenguaje para representar un concepto o idea y que no
tienen sentido por sí mismos..

 Semántica: contenidos mentales vinculados al significado de los símbolos.

 Conductual o comportamental: todo aquel dato proveniente de la vinculación con el


medio o con otros individuos. Incluye gestos, deseos, intenciones o actitudes.

2. Los procesos u operaciones

Las operaciones se refieren al conjunto de procedimientos que el organismo realiza para


transformar las informaciones de entrada en otras de salida. Es decir se trata del
procesamiento de la información de los contenidos de manera que se generen unos productos
en forma de respuesta mental o física. 

Dentro de estas operaciones encontramos los siguientes procesos:

 Cognición: conciencia o comprensión de la información. Se basa en la capacidad de


extraer el significado de las informaciones captadas.

 Memoria: se basa en la retención de la información con el fin de operar en algún


momento con ella.

 Producción convergente: creación de posibles alternativas basadas en la información


obtenida anteriormente. Supone la aglutinación de informaciones previas para
seleccionar la respuesta apropiada.
 Producción divergente: se trata de un acto de creación de alternativas distintas de las
habituales y contenidas en la memoria.. Se basa en generar una respuesta novedosa a
partir de los datos obtenidos sin .

 Evaluación: realización de comparaciones entre los diferentes contenidos que permite


establecer relaciones.

3. Los productos

Los productos pueden entenderse como el resultado de las transformaciones


realizadasmediante las operaciones a los contenidos. Así, hace referencia a la expresión o
respuesta generada por éstos, sea bien conductual o mental. 

Dentro de los productos, la teoría de la inteligencia de Guilford considera la existencia de


varias tipologías.

 Unidades: respuestas simples y básicas. Una palabra, idea o acción elemental.

 Clases: conceptualizaciones u organizaciones de unidades semejantes en algún


sentido.

 Relaciones: se trata de la idea de una conexión entre las distintas informaciones


manejadas. Por ejemplo, se vincula el rayo al trueno.

 Sistemas: organizaciones de diversas informaciones que interactúan entre sí.

 Transformaciones: cualquier modificación llevada a cabo respecto a la información


captada.

 Implicaciones: establecimiento de conexiones entre informaciones sugeridas por algún


elemento concreto sin que dicha conexión aparezca específicamente como
información. Se establecen relaciones de causalidad o covariación entre elementos.

El pensamiento divergente y la creatividad

Independientemente de que la teoría de la inteligencia de Guilford sea más o menos válida,


una de las principales y más importantes aportaciones a la concepción de la inteligencia es la
incorporación del pensamiento divergente como elemento distintivo que forma parte de la
inteligencia. Anteriormente, no se consideraba que la creación de alternativas fuera indicio
de inteligencia, basándose el estudio de éste en la búsqueda de una única alternativa correcta.

A partir de Guilford, sin embargo, se comenzó a trabajar el estudio de la creatividad como


parte de la capacidad intelectual. La generación de nuevas alternativas de
respuesta igualmente eficientes entre ellas o incluso de mayor eficiencia que las
preestablecidas permiten realizar modificaciones y flexibilizar la actuación en situaciones
conocidas, pudiendo generar nuevos resultados. De hecho, hoy en día la presencia de
creatividad es un requisito básico para hablar de sujetos con superdotación intelectual.

En los años 50, Paul Guilford, en su modelo de estructura del intelecto incluye más de
ciento veinte factores (en una revisión posterior incluye ciento cincuenta) de la mente. De
acuerdo con Guilford, la inteligencia puede comprenderse en términos de un cubo que
representa la intersección de tres dimensiones: operaciones (procesos mentales),
contenidos (semánticos, simbólicos, visuales y conductuales) y productos (tipos de
respuestas requeridas o forma de tomar la información procesada).
La importancia sobre los estudios de J.P. Guilford es que fue el primero en que clasificó a la
creatividad como una característica independiente a la inteligencia (cociente intelectual).
Posteriormente, se introdujo la creatividad como cualidad de la inteligencia.

NUEVO “Acaso el énfasis más extremo puesto en las facultades específicas se nos presenta
en el modelo estructural de inteligencias propuesto por Guilford (1967). Este modelo
distingue tres componentes mayores de la inteligencia: operaciones, contenidos y
productos. Cada uno de estos componentes está representado por varios tipos. Los tipos de
operaciones que postula su modelo son la cognición, las operaciones convergentes, las
operaciones divergentes, las operaciones de la memoria y las operaciones evaluativas. Hay
contenidos conductuales, figurales, semánticos y simbólicos. Los productos son las
unidades, las clases, las relaciones, los sistemas, las transformaciones y las implicaciones.
Las 120 combinaciones posibles de las cinco operaciones, los cuatro contenidos y los seis
productos se exponen como representación de la “estructura de la inteligencia” completa. Y
se supone que cualquier actividad intelectual es reducible a una o más de esas
combinaciones” [Nickerson, R., Perkins, D. y Smith, E.  (1987). Enseñar a pensar.
Aspectos de la aptitud intelectual. Barcelona: Paidós. Pp. 33-34]
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Estructura del Intelecto


Joy Paul Guilford desarrolló un modelo de intelecto humano, basado en el desarrollo de las
habilidades de pensamiento. Este modelo implica 5 operaciones: captación de la
información, memoria, evaluación, solución de problemas y creatividad.
Su Modelo Estructura del Intelecto consta de tres dimensiones que representó por medio de
un cubo. Cada una de sus tres dimensiones representa tres aspectos distintos, cuya
combinación da lugar a lo que llama “factores mentales”:
OPERACIONES MENTALES: Proceso intelectual que el organismo realiza con la
información que recibe.
 Cognición: Descubrir, conocer o comprender ítems de información. Extracción de
significado de la información recibida.
 Memoria: Almacenamiento de la información en la memoria. Habitualmente, se da
un texto al sujeto que lo estudia y después de un intervalo corto de tiempo, el sujeto
deberá recordar todo aquello que pueda.
 Producción divergente: Creación de alternativas nuevas y lógicas. Esta actividad es
considerada por muchos autores como el auténtico núcleo cognitivo de la creatividad.
 Producción Convergente: Creación de información a partir de información dada.
Consiste en recuperar de la memoria un elemento (idea u objeto) que cumpla una
serie de requisitos.
 Evaluación: Operación por la cual decidimos “si” o “no”, o en qué grado acerca de
una determinada proposición.
CONTENIDOS: Tipos de información
 Figurativo: Información que se percibe directamente del exterior (o bien se
recupera de la memoria) en forma de imagen.
 Simbólico: Información que es tratada en forma de signos indicativos que no tienen
significado por sí mismos. Son informaciones que se manejan como monedas o fichas
que se pueden combinar entre si.
 Semánticas: Significados relaciones con símbolos principalmente contenidos en el
lenguaje verbal.
 Conductual: Información implicada en las interacciones entre individuos, en los
gestos o expresiones, intenciones, etc.
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PRODUCTOS: Todas las formas en que se puede expresar el individuo a partir de las


informaciones procesadas por distintas operaciones.
 Unidades: Una entidad como puede ser un objeto, una palabra, una idea, un dibujo,
etc.
 Clases: Es un producto formado por un conjunto de unidades que son similares, son
conjuntos de ítems que se agrupan, ya que comparten atributos entre ellos.
 Relaciones: Una conexión observable entre elementos, por ejemplo, dos nombres
que están ordenados alfabéticamente, la relación familiar entre parientes, etc.
 Sistema: Conjuntos de tres o más elementos de información organizados de forma
interactiva.
 Transformaciones: Cualquier cambio en un elementos de información ya dado.
 Implicaciones: Elementos de información que son sugeridos por otros elementos de
información dados.
Cuatro actitudes creativas, según Guilford
 Fluidez: cantidad, flujo de ideas o soluciones ante un problema.
 Flexibilidad: capacidad de reestructurar. Diferentes soluciones.
 Originalidad: respuestas o soluciones infrecuentes.
 Elaboración: no basta con tener una buena idea, hay que saber llevarla a cabo.
Operaciones intelectuales
Que el individuo es capaz de realizar

sobre la base de unos determinados

Contenidos informativos
=

Productos mentales

La teoría triárquica de la inteligencia de Sternberg


Esta concepción de la capacidad mental enfatiza la pluralidad de acciones que denotan
inteligencia.

La capacidad cognitiva del ser humano es uno de los aspectos más investigados por parte de
la psicología. El concepto de inteligencia ha ido variando a lo largo de la historia, si bien en su
mayor parte de ha considerado como la capacidad de resolver problemas y adaptarse de
manera eficiente al medio. 

Existen teorías que la consideran una única capacidad general, o bien un conjunto de
capacidades jerarquizadas y supeditadas a una capacidad básica, mientras que otros teóricos
ven que este concepto es un conjunto de capacidades más o menos independientes que nos
permiten adaptarnos exitosamente. Una de las teorías existentes que intentan explicar cómo
se estructura la inteligencia es la teoría triárquica de la inteligencia de Robert J. Sternberg.

Teoría triárquica de Sternberg: concepto general

La teoría triárquica de la inteligencia de Sternberg se basa en la concepción de éste de que los


modelos tradicionales y jerárquicos de la inteligencia no son exhaustivos dado que no dan
cuenta del uso que se hace de la inteligencia en sí, limitándose a conceptualizar su naturaleza y
funcionamiento sin observar cómo se vincula y aplica en un contexto real. 

Así, esta teoría considera que la medición de la capacidad intelectual se ha centrado


únicamente en un aspecto de la inteligencia, ignorando otros aspectos de gran relevancia que
forman habilidades cognitivas por sí mismas. En conclusión. Sternberg plantea que no es
suficiente con ver qué se hace, sino también cómo y por qué, a la hora de actuar.

Para Sternberg la inteligencia es toda actividad mental que orienta a la adaptación consciente
al entorno y a la selección o transformación de éste con el propósito de predecir resultados y
ser capaz de provocar activamente la adecuación de uno al medio o del medio a uno. Se trata
del conjunto de capacidades de pensamiento que se utilizan en la resolución de problemas
más o menos cotidianos o abstractos. 

La concepción de este autor se acerca a visión de la inteligencia como un conjunto de


capacidades en vez de un único elemento unitario e inmodificable. Es a partir de esta idea y de
la percepción de que otras teorías no establecen cómo se vincula la inteligencia al mundo real
que el autor establece su teoría de la inteligencia triárquica, cuyo nombre se debe a la
consideración de tres tipos de inteligencia.

Los tres tipos de inteligencia

Sternberg elabora una teoría según la cual considera la existencia de tres tipos de inteligencia
que explican el procesamiento de la información a nivel interno, externo y a nivel de
interacción entre ambos. 

Dicho de otro modo, considera la existencia de tres capacidades básicas que determinan la
capacidad intelectual. Concretamente establece la existencia de una inteligencia analítica, una
inteligencia práctica y una inteligencia creativa.

1. La inteligencia analítica o componencial

Para la teoría triárquica de la inteligencia de Sternberg, la inteligencia analítica supone la


capacidad de captar, almacenar, modificar y trabajar con la información. Es la más cercana a
la concepción unitaria de la inteligencia, refiriéndose a la capacidad de establecer planes y
gestionar los recursos cognitivos. Gracias a la inteligencia analítica podemos realizar
operaciones mentales tales como definir, tomar decisiones y generar soluciones.

En esta inteligencia podemos encontrar los componentes o procesos elementales


que permiten trabajar sobre las representaciones cognitivas de la realidad, modificarlas y
pasarlas por un procesamiento que permita dar una respuesta.

Estos componentes pueden dividirse en metacomponentes o procesos de control que


permiten tomar decisiones y marcar cómo pensar y actuar así como la planificación, los
componentes de rendimiento o realización los cuales se ponen en marcha a partir de los
metacomponentes y permiten llevar a cabo dichos planes establecidos por ellos y los
componentes de adquisición los cuales permiten el aprendizaje y obtención de la
información.

2. La inteligencia práctica o contextual

Este tipo de inteligencia hace referencia a la capacidad del ser humano de adaptarse al
entorno en el que habita. En primer lugar el organismo intenta sobrevivir a partir de lo ya
existente en el ambiente, aprovechando las oportunidades que ofrece para adaptarse. 

Sin embargo, si esto no es posible la persona deberá establecer otros mecanismos para lograr
adaptarse y sobrevivir. Estos otros procesos son la selección de ambiente y estímulos con el fin
de mejorar su situación y/o el moldeamiento del entorno en los casos en que no es posible
cambiar de ambiente, en este caso haciendo modificaciones en el propio ambiente para
ajustar mejor sus posibilidades.

Por ejemplo, una persona que tiene hambre puede seleccionar el ambiente y moverse a un
lugar donde haya abundancia de comida o aprovechar elementos presentes en el entorno que
anteriormente no formaban parte de su dieta para alimentarse, o bien puede decidir modificar
el entorno poniéndose cultivar en un huerto su propia comida. Se trata de aplicar las
habilidades cognitivas con un propósito adaptativo.

3. La inteligencia creativa o experiencial

Se considera a este tipo de inteligencia como la integración de la información obtenida del


exterior con nuestra psique. Dicho de otro modo, es aquel tipo de habilidad que nos permite
aprender a partir de la experiencia. También se vincula a la creatividad y a la resolución de
problemas no experimentados anteriormente.

En este sentido Sternberg observa que resulta de importancia el grado de novedad de las


experiencias y tareas. Lo ideal resulta que la tarea pueda resultar nueva en un grado
moderado, de forma que el sujeto pueda crear y reaccionar a estímulos nuevos a la vez que
posee alguna herramienta que le permita hacerle frente.

Otro aspecto relevante es la automatización, es decir, la capacidad de replicar una conducta o


conocimiento sin precisar de una esfuerzo consciente. Repetir las tareas en diversas ocasiones
permite dominarlas y disminuir su nivel de novedad y la necesidad de atención de cada
elemento básico que forma parte de ellas. Cuanto mayor nivel de automatización mayor nivel
de recursos disponible para afrontar otras tareas con éxito.
Modelo factorial jerárquico de Philip E.
Vermon
 
Entendió la inteligencia según tres tipos: A, B y C.
 
• Inteligencia A: potencial biológico, heredable (natural). No se puede
medir directamente, se relaciona con funciones bioquímicas del sistema
nervioso. No equivale a conocimientos ni a habilidades, no se aprende, es
genotípica.
• Inteligencia B: es fenotípica, es la que se muestra en la vida cotidiana,
se refiere a los conocimientos y aprendizajes realizados a lo largo del
proceso de maduración individual, así como a las influencias ejercidas
por el entorno, por eso es fenotípica. Refleja la inteligencia A en un nivel
práctico, ya que es de tipo social y tiene una difícil delimitación (mezcla
intereses, valores, rasgos de la personalidad y habilidades cognitivas).
Sin embargo, tiene una medición difícil y todavía no se ha descrito un
índice cuantitativo.
• Inteligencia C: es psicométrica y se puede medir según el rendimiento
en diferentes pruebas. Equivale al Cl obtenido en tests diseñados sin
influencias culturales, siempre entendiendo que el CI es un índice, no la
inteligencia del individuo en sí misma.
 

Alfred Binet: biografía del creador del primer test de


inteligencia
Repasamos la vida y obra de uno de los investigadores en Psicología más importantes de la
historia.

Hoy en día la mayoría de nosotros sabemos que es un test de inteligencia. Empleados en los
ámbitos de la clínica, la escuela y el mundo laboral, gracias a ellos podemos tener una medida
aproximada de la capacidad intelectual de cada uno, cosa que permite por ejemplo ajustar la
educación y formación a las necesidades específicas individuales de aquellos sujetos con un
nivel muy por encima o por debajo de la media. 

Sin embargo, los tests de inteligencia no siempre han estado ahí, siendo de hecho un invento
relativamente reciente. El primero de todos ellos fue creado por Alfred Binet; a continuación
repasaremos brevemente su biografía.

 Artículo relacionado: "Tipos de test de inteligencia"

Biografía de Alfred Binet

De padre médico y madre pintora, Alfred Binet nació en Niza durante el ocho de julio de
1857.

Sus padres se separarían pronto, trasladándose junto a su madre a París. Allí continuó su
educación en el Liceo Louis-le-Grand, donde terminaría secundaria. Una vez acabados dichos
estudios, y tal haría Piaget tiempo después, Alfred Binet decidiría estudiar la carrera de
derecho, en la Sorbona. Sin embargo, terminaría desarrollando cierto interés por la psicología,
en la que se iniciaría de forma autodidacta.

Binet se casó con 1884 con la hija del embriólogo Edouard-Gérard Balbiani, el cual le incitó al
estudio de las ciencias naturales, y posteriormente sería animado por Ribot a continuar sus
estudios de psicología.

 Quizás te interese: "Los 12 tipos de inteligencia: ¿cuál posees tú?"

Inicio e investigación en el área psicológica

Atraído por el trabajo psicológico sobre hipnosis y sugestión, temas de gran interés en la
época, acabaría trabajando junto con Charcot en la Salpêtrière en aspectos como la hipnosis,
la transferencia y la polarización perceptiva. Permaneció en ese hospital hasta el año 1891, en
que fue obligado a reconocer públicamente como propios una serie de errores metodológicos
cometidos por Charcot como director de la investigación durante la investigación con sujetos
supuestamente hipnotizados. Tras ello dejaría la Salpetriere y a su hasta entonces mentor, así
como la investigación sobre la hipnosis y la sugestión.

El nacimiento (en 1885 y 1888) y crecimiento de sus hijas le ayudaría a centrarse en otros
aspectos de la psicología, contribuyendo en gran medida a que centrara sus investigaciones en
el desarrollo evolutivo. Realizaría gran cantidad de observaciones respecto a su crecimiento,
que le llevarían a desarrollar un concepto de inteligencia e incluso a empezar a desarrollar
unas bases de cara al surgimiento de la psicología diferencial.

Con el paso del tiempo contribuyó a fundar el primer laboratorio de investigación psicológica


de su país en 1889. Llegaría a ser director de dicho laboratorio, ostentando el cargo hasta su
muerte.

Durante el año 1892 contactaría con él el psiquiatra Théodore Simon, que con el tiempo
colaboraría con el en la creación de las primera escala de inteligencia. Binet tutorizaría su tesis
doctoral respecto a niños con discapacidad intelectual.

Además de ello, en el año 1895 Binet creó la primera revista francesa de psicología, l'Année
Psychologique.

Midiendo la inteligencia
En aquella época el gobierno francés declaró la escolarización obligatoria de todos aquellos
infantes de entre seis y catorce años de edad. Sin embargo, el repentino surgimiento de dicha
ley provocó que se observara una gran diferencia en el nivel basal de conocimientos y
habilidades de los alumnos, con lo que la administración decidió que era necesario poder
clasificar a los alumnos que presentaran grandes dificultades para seguir una educación
formal.

Para ello, el gobierno galo organizó una comisión que estudiara de forma científica cómo
identificar a aquellos individuos con dificultades para seguir una educación ordinaria, así como
la manera en que podrían ser educados y las medidas que habría que tomar con ellos. Binet
formaría parte de dicha comisión, la cual terminó dictando que era necesario establecer un
método para identificar a los alumnos con retrasos educativos e/o intelectuales. Se
determinaría también la necesidad de separar a dichos alumnos de las clases ordinarias,
surgiendo la educación especial.

Si bien de cara a clasificar las capacidades de los alumnos era necesario emplear algún tipo de
mecanismo o instrumento, en aquella época las únicas mediciones psíquicas existentes se
basaban en el método biométrico de Galton, el cual obtenía datos a partir de la medición de
atributos físicos y fisiológicos. Sin embargo, la inteligencia es un constructo que no podía ser
medido del mismo modo, de modo que se solicitaría a Binet que desarrollara algún tipo de
instrumento con dicho fin.

 Quizás te interese: "La teoría de la inteligencia de Francis Galton"

La escala Binet-Simon

Con la ayuda de Simon, Binet desarrollaría en 1905 la primera escala de medición de la


inteligencia, la escala Binet-Simon. Dicha escala emplearia un criterio de tipo ejecutivo en el
que los niños debían emplear sus capacidades para resolver determinadas tareas. Dichas
pruebas iban desde lo más sensorial a pruebas más abstractas que forzaban el uso de la
capacidad intelectual. Se procura medir lo que tanto Binet como Simon entendían como factor
fundamental de la inteligencia, el juicio práctico o sentido común (basado en la capacidad de
comprender, juzgar y razonar correctamente).

Se elaboraron un total de treinta tareas, especialmente vinculadas al aspecto verbal y a la


resolución de problemas. El objetivo principal era ser capaz de distinguir a aquellos niños de
entre tres y trece años que tuviesen dificultades para seguir una educación normativa con el
fin de poder ofrecerles un refuerzo. Se tenia en cuenta la edad del sujeto, subiendo con la
edad la dificultad y el nivel de abstracción de las pruebas. No se pretendía una medición
precisa del nivel intelectual, de modo que en su versión original esta escala no incluye un
método de puntuación preciso.

Esto cambiaría en 1908, momento en que Binet realizaría una revisión de dicha escala en la
que incluiría el concepto de edad mental, entendida como la edad a la que la mayor parte de
las personas consideradas normativas son capaces de resolver un mismo número de
problemas. Ello permitió establecer si había retrasos más o menos significativos, así como
una mejor clasificación de los individuos.

Alfred Binet era contrario a la idea de que las capacidades intelectuales fuesen


inmodificables, planteando la necesidad de que aquellos niños con capacidades por debajo de
la media realizaran cursos de formación especial con el fin de aumentarlas. Consideraba que el
entorno tenía una importancia fundamental en el desarrollo de las capacidades, no creyendo
que las diferencias de inteligencia se debieran únicamente a causas biológicas.

Esta escala fue popularizada rápidamente debido a la necesidad de ella y a su facilidad de


aplicación. Binet continuaría realizando mejoras en ella, más poco después de publicarse su
tercera revisión murió debido a un derrame cerebral, en 1911.

El legado de Binet en la Psicología

Posteriormente a su muerte e incluso antes de ésta, otros muchos autores se interesaron por
la escala creada en colaboración con Simon. Un año antes de su fallecimiento Goddard
traduciría al inglés dicha escala e intentaría llevarla a Estados Unidos, si bien la presencia de
diferencias significativas entre la población francesa y estadounidense provocaba que
existiesen dificultades metodológicas.

Poco después, en 1912, Stern trabajaría sobre los resultados obtenidos de la escala y haria
incapié en que la presencia de retrasos concretos en diferentes edades tiene un significado
más relevante y supone mayor o menor alteración a determinada edad, creando el concepto
de Cociente de Inteligencia.

Consciente de las dificultades de aplicación debido a las diferencias poblacionales y en


conocimiento de los conceptos que otros autores como Stern elaboraban, Terman realizaría
una revisión de la escala de Binet, que recibiría el nombre de escala Stanford-Binet. En dicha
escala incluiria la medición del Cociente de Inteligencia de Stern, multiplicandolo por cien con
el fin de eliminar fracciones. Crearía pues el Cociente Intelectual que se conoce hoy en día,
permitiendo una medición más precisa del nivel de inteligencia. 

La escala Stanford-Binet sería la principal prueba de inteligencia durante décadas, hasta verse


aventajadas por el nacimiento de las escalas de Weschler.

En conclusión, las aportaciones de Alfred Binet a la psicología han sido de gran importancia,
siendo sus trabajos inspiración para muchos otros autores como Weschler o Piaget. Sin
embargo, su trabajo ha sido empleado en muchas ocasiones para separar, etiquetar y
disgregar a los niños con dificultades intelectuales, siendo su escala aplicada con un propósito
opuesto al pretendido por el autor (reforzar y ayudar a los niños con dificultades).

Otras aportaciones

Si bien Alfred Binet es principalmente conocido por ser el creador del primer test de
inteligencia, su obra no se versó exclusivamente en este aspecto.

Por ejemplo, Binet trabajó en la definición de lo que hoy en día consideramos fetichismo,


entendiéndolo como el producto del recuerdo de una excitación sexual aparecida durante la
infancia, siendo el objeto fetiche el elicitador de dicho recuerdo. Asimismo, también
propondría una diferenciación entre pequeño fetiche y gran fetiche, siendo la conducta
parafílica propia del segundo.

También realizó diversas aportaciones durante su época en la Salpêtrière, como diversos


estudios respecto a hipnosis y la sugestionabilidad, u otras aportaciones como algunas
referidas al estudio de la personalidad.

Otros trabajos de interés incluyen varios estudios sobre memoria visual e inteligencia, que
llevaría a cabo en base al juego del ajedrez. Si bien inicialmente se planteaba que el buen
jugador poseía una memoria visual elevada y ello inducía que fuera capaz de jugar
correctamente, las conclusiones del estudio mostraban que también era necesaria la
creatividad y la experiencia.

Por último, también resulta conocido su trabajo respecto a la grafología, o como la manera de
escribir de una persona nos puede proporcionar información sobre su manera de ser y
percibir.

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