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Modulo 6 1 Llanto Por Ignacio Sanchez Mejias PDF
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Breve cronobiografía
1935
Enero:
Septiembre-diciembre:
Estancia en Barcelona, donde vuelve a ver a Salvador Dalí. Estreno de Yerma en Barcelona, con
gran éxito. Asiste a la representación de Yerma en Valencia, en donde escribe varios de los
Sonetos del amor oscuro. En el teatro Principal Palace de Barcelona se pone Bodas de sangre y
el 13 de diciembre se estrena Doña Rosita la soltera o El lenguaje de las flores. Lee poemas del
Diván del Tamarit y da la conferencia «Cómo canta una ciudad de noviembre a noviembre».
Participa en un homenaje fúnebre a Isaac Albéniz. Representación especial de Doña Rosita la
soltera para las floristas de las Ramblas. Homenaje multitudinario en el hotel Majestic de
Barcelona. Por falta de tiempo deja la dirección de La Barraca. Aparecen los Seis poemas galegos
en la Editorial Nós de Santiago de Compostela, al cuidado de Eduardo Blanco-Amor.
1936
Primera edición de Bodas de sangre, en las Ediciones del Árbol de Cruz y Raya, que cuida José
Bergamín, y de Primeras canciones, en las ediciones de la revista Héroe, que cuidan Manuel
Altolaguirre y Concha Méndez. Participa en un homenaje a Rafael Alberti y María Teresa León.
Recital poético en la sociedad El Sitio, de Bilbao, en compañía de Margarita Xirgu. Febrero: el 16
y el 23 se celebran elecciones, con amplia victoria del Frente Popular, coalición de partidos de
izquierdas. Margarita Xirgu estrena Yerma en La Habana. Lee poemas en un acto de solidaridad
con el líder comunista brasileño Luís Carlos Prestes y participa en el homenaje póstumo a Valle-
Inclán. Marzo: estancia en San Sebastián, en cuyo Ateneo lee poemas del Romancero gitano.
Abril:
Lee en los micrófonos de Unión Radio una alocución sobre la Semana Santa granadina. Proyecta
viajar a México para unirse a la gira de Margarita Xirgu. Participa en los homenajes a Luis Cernuda-
por la publicación de La realidad y el deseo- y a Hernando Viñes. Mayo: adhesión al homenaje
que el Frente Popular brinda a los escritores franceses Malraux, Cassou y Lenormand. Junio:
participa, junto con Alberti, Cernuda, Altolaguirre, Aleixandre, Neruda y Serrano Plaja, en el recital
poético al aire libre que tiene lugar en el Paseo de Recoletos de Madrid. Concluye la redacción de
La casa de Bernarda Alba y escribe el primer acto de Los sueños de mi prima Aurelia.
Julio:
Firma un manifiesto contra el dictador portugués Salazar. Es entrevistado por Luis Bagaría para
El Sol, de Madrid. Día 12: lectura de La casa de Bernarda Alba en casa del doctor Eusebio Oliver;
asisten Jorge Guillén, Dámaso Alonso, Pedro Salinas y Guillermo de Torre. 13 de julio: visita las
oficinas de Cruz y Raya, donde, al no encontrar a José Bergamín, le deja una nota y el manuscrito
de Poeta en Nueva York que fue utilizado para las primeras ediciones póstumas del libro (Nueva
York y México, 1940). Rafael Martínez Nadal lo acompaña a la estación de Atocha, donde toma el
tren a Granada. 18 de julio: golpe militar contra el gobierno de la República. 20 de julio: es detenido
su cuñado Manuel Fernández Montesinos, alcalde socialista de Granada.
Lorca lo conoció en Nueva York, donde estaba con Encarnación López Júlvez, la Argentinita, con
quien más adelante (1931) grabó los discos de la «Colección de canciones populares antiguas».
En 1934 decidió volver a los ruedos. Lo cogió un toro en Manzanares el 11 de agosto; murió en
Madrid, de gangrena, el 13 de agosto. El ABC anunció la salida del duelo «a las cinco de la tarde».
A Lorca lo esperaban en la Universidad Internacional de Santander, donde iba a actuar La
Barraca. Llegó dos días más tarde de lo previsto, pendiente de la larga agonía.
Lorca se había acercado al mundo de los toros en su conferencia sobre el duende y en un Ensayo
o poema sobre el toro en España (1935): «La inmensa vaca celestial, madre continuamente
desangrada, pide también el holocausto del hombre y naturalmente lo tiene. Cada año caen los
mejores toreros, destrozados, desgarrados por los afilados cuernos de algunos toros que cambian
por un terrible momento su papel de víctimas en papel de sacrificadores». Esto es, conocía las
resonancias míticas y rituales de la fiesta.
Sin embargo, sobre la circunstancia real y el saber antropológico o etnográfico prevaleció la larga
tradición de los poemas que cantan una muerte, la elegía funeral, combinando esa nota con otra
de carácter épico, puesto que se llora a un héroe.
Las cuatro partes del Llanto (término que remite al planctus medieval, es decir, a la elegía
inmediata y personal) están organizadas, se ha dicho, como una sinfonía, cada una con un módulo
métrico diferente.
«La cogida y la muerte» se articula como un cantar con un estribillo obsesionante («A las cinco de
la tarde»), dividido en tres subsecciones, presagio-cogida-agonía, señaladas por marcas
temporales: «una espuerta de cal ya prevenida», «ya luchan la paloma y el leopardo». Lo más
notable es la fusión de la cogida y la muerte, en el solo proceso de la lucha de «un muslo con un
asta desolada» en que el toro penetra en el torero.
«La sangre derramada» se apoya otra vez en un estribillo brusco, marcado por un «que» narrativo
(«¡Que no quiero verla!») rodeado de silencios, para una estrofa arromanzada que se va
amplificando hasta los decasílabos y endecasílabos. En la división interna, la invocación de la luna
y de la «vaca del viejo mundo» abre el poema al mito de la luna que se lleva la sangre de los seres
terrestres, mientras la presencia del héroe, con su nombre («Por las gradas sube Ignacio/ con toda
su muerte a cuestas») se asimila a la víctima de las víctimas, Cristo. Por contraste, el panegírico
se queda en lo terrenal. Se articula sobre las virtudes épicas de la fortaleza y la prudencia:
nos remite necesariamente al texto con el que dialoga este Llanto dentro de la serie literaria: las
Coplas a la muerte de su padre de Jorge Manrique:
La última sección establece la diferencia insalvable entre el poema cristiano de Manrique, que
pone la vida eterna sobre la vida terrenal y la vida de la fama («partid con buena esperanza/ que
esta otra vida tercera/ ganaréis») y el desolado poema moderno («Pero ya duerme sin fin»).
En «Cuerpo presente», «Ignacio el bien nacido» está sobre la piedra insensible que toma la vida
y no la devuelve. La voz, con sus desplantes («Ya se acabó: ¿qué pasa? »), parece encarnar el
escándalo unamuniano ante la muerte. Todavía parece replicar a Manrique: «Duerme, vuela,
reposa: también se muere el mar».
«Alma ausente» repite un verso de trágica resonancia materialista, «porque te has muerto para
siempre», lo cual subraya la única redención posible, el testimonio y el consuelo de la memoria
poética: «yo canto para luego tu perfil y tu gracia».
Bibliografía
García Lorca, Federico, Primer romancero gitano. Llanto por Ignacio Sánchez Mejías. Romance
de la corrida de toros en Ronda, y otros textos taurinos, ed. Miguel García-Posada, Madrid,
Castalia, 1988.