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ACTIVADOR DE ANDERSEN

Los aparatos funcionales constituyen herramientas terapéuticas capaces de


modificar el esqueleto facial de pacientes en crecimiento, Sin embargo, estos
dispositivos estos dispositivos ortopédicos también ejercen efectos ortodónticos a
nivel dentoalveolar, por ello que su uso genera grandes controversias. Partiendo
del hecho de que la función e inherente a todas las células, tejidos y órganos, uno
de los principales objetivos de los aparatos funciónales consiste en aprovechar el
estímulo de las fuerzas naturales y transmitirlo a zonas específicas del complejo
craneofacial (musculo y tejido óseo) a fin de generar los cambios destinados.
Consta de una placa removible superior y otra inferior unidas entre si a nivel del
plano oclusal.
Estos aparatos se caracterizan porque obligan a propulsar la mandíbula
retrognatica hacia delante y abajo (excepto en el tratamiento de clases III)
activando la musculatura y estructuras circundantes.
La reacción es transmitida a la dentición a través del propio aparato ejerciendo
una acción de retrusión sobre la arcada superior y potenciando el crecimiento del
hueso mandibular.

DISEÑO DEL ACTIVADOR


Consta de una placa removible superior y otra inferior unidas entre sí a nivel del
plano oclusal. Constituye un bloque unido de acrílico que feruliza la relación
intermaxilar obligando a la mandíbula a desplazarse hacia delante. Va suelto en la
boca pero encaja sobre la bóveda del maxilar y la cara palatina de los dientes
superiores. Tienen en su porción anterior unas facetas, labradas en el acrílico que
forman tope sobre los incisivos inferiores. En la parte posterior hay también unas
huellas ajustadas a las caras linguales de los dientes bucales inferiores. El
activador, en su conjunto, ajusta lingualmente en la corona de todos los dientes
presentes obligando a la propulsión de la mandíbula para corregir la distooclusion.
Para su fabricación es necesario tomar una mordida constructiva. Por medio de
cera se toma directamente en boca de la relación intermaxilar en una posición
adelantada de la mandíbula. Se enseña al paciente a propulsar 3-4 mm la arcada
inferior hacia delante dejando una apertura vertical a nivel de los molares.
Registrada la posición mandibular en hiperprotrusión, se traslada al articulador la
relación entre ambas arcadas y sobre esta mordida constructiva se hace el
activador.

Se añade al activador una arco vestibular que abraza las caras labiales de los
incisivos superiores.

Si interesa hacer retrusión del frente anterior, se recorta el acrílico en la zona


lingual del mismo modo que se hace en una placa removible activa. En la zona
sagital media se añade en ocasiones un tornillo de expansión para incrementa el
diámetro trasversal de las arcadas. El mismo efecto tiene la incorporación de un
alambre en omega (tipo coffin) que llevan algunos activadores de expansión.

Puesto que el activador es de uso nocturno, no importa demasiado el volumen del


aparato. Si se usa durante el día es incómodo y mal aceptado por el paciente.
Para obviar este inconveniente y extender las horas de uso diario se han
propuesto dos modificaciones.

1. En el llamado activador abierto se elimina el acrílico en la región palatina y se


sustituye por un conjunto metálico que soporta la acción. Este aparato
denominado bionator fue diseñado por Blaters para facilitar el que el niño llevara el
aparato durante el día y prolongar la acción funcional.

2. En el modelador de Bimler, la placa superior e inferior se unen por alambres


metálicos en lugar de acrílico. El aparato pierde rigidez y permite mayor elasticidad
en la dinámica oral. El paciente puede mover la boca sagital y transversalmente,
con lo que supuestamente se gana en capacidad de estímulo del funcionalismo
estomatognático. El aparato es más cómodo de llevar y el paciente se acostumbra
pronto a hablar, superando así la limitación del uso nocturno exclusivo.

EFECTOS DEL ACTIVADOR A NIVEL MUSCULAR Y ORTOPEDICO


ACCION MUSCULAR
De acuerdo con la hipótesis de Andreasen y Häupl, el activador es efectivo para
estimular la actividad muscular y potenciar el desarrollo óseo.

La presencia del aparato induce una readaptación muscular que influye en el


crecimiento de los maxilares. La propulsión de la mandíbula obliga a una
hiperextension de los musculos elevadores, que es el origen del estímulo funcional
y de la acción muscular sobre el marco esquelético.

El efecto clínico más importante en el tratamiento de las clases II es la esperada


respuesta adaptativa a nivel de los cóndilos.
APLICACIÓN DEL TRATAMIENTO CON EL ACTIVADOR EN
MALOCLUSIONES DE CLASE II.

La morfogénesis de las maloclusiones de clase II no ha sido totalmente


comprendidas sin embargo estudios cefalométricos han demostrado que se
pueden conseguir ciertos objetivos:

1. Una inclinación anterior de la cabeza condilar.


2. Una mayor curvatura del conducto dentario inferior
3. Un borde mandibular convexo hacia abajo con una espesa capa cortical en la
parte anterior.
4. Una inclinación hacia atrás del eje sinficiano.
5. Un gran ángulo inter incisivo más vertical.
6. Grandes angulos interpremolares e interpolares.
7. Una compresión del tercio inferior de la cara con labios sobresalientes y un
profundo surco mentolabial.

CORRECCIÓN MALOCLUSIONES CLASE II, DIVISIÓN 1


Se realiza induciendo a las siguientes transformaciones:
1. Expansión del arco superior
2. Extrusión de incisivos superiores
3. Protrusión de incisivos inferiores en casos seleccionados
4. Reducción de la sobremordida profunda:
a. Intruyendo a los incisivos o al menos impidiendo su normal erupción
b. Estimulando la erupcion de los dientes posteriores, guiando simultáneamente
los dientes posterosuperiores hacia distal y los posteroinferiores hacia mesial
5. Posicionamiento anterior de maxilar inferior de una posición de una maloclusión
clase II total a una relación neutral clase I.

FABRICACIÓN DEL APARATO


Se elabora una mordida constructiva, se deben realizar los siguientes objetivos:
1. Llevar al maxilar inferior en una posición anterior tolerable con cada acción de
cierre.
2. Bloquear la mordida, a través de la inhibición de la erupción de los anteros
inferiores, mientras que al mismo tiempo se intenta estimular la de los sectores
posteriores.

1. Dispositivos bimaxilares: la forma básica de estos dispositivos bimaxilares es


el monobloque de
Robín (1926). En este grupo se encuentran:
· El activador según Andresen y Häupl.
· El bionator según baltors

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