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La Tolerancia De Jezabel En

Tiatira (apocalipsis 2:19-24)

Por Dr. Eli Lizorkin-Eyzenberg

19 ‘Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y paciencia, y


que tus obras postreras son mejores que las primeras. 20 Pero
tengo contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice
profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer
cosas sacrificadas a los ídolos. (Apocalipsis 2:19-20).

Los seguidores de Jesucristo en la congregación de Tiatira estaban


situados en un lugar muy interesante. A esta congregación en particular, el
mismo Cristo les dijo que conocía sus obras. Que Dios conociese al pueblo de
Tiatira podría haber sido un terrible comienzo cargado de un terrible castigo sin
compasión; en su lugar, esto justificó el elogio de Jesús. La lista de sus obras es
suficientemente larga y explícita. Jesús reconoció el amor, la fe, el servicio y la
perseverancia de la vida congregacional en circunstancias muy difíciles.
También les elogió por el aumento del nivel de compromiso en la honradez. Sin
embargo, el vs. 20, modera inesperadamente esta celebración con palabras de
severa advertencia.

La imagen de Jezabel es evocada y no es fácil de desenredar la cadena


de la lógica. Para los Israelitas, “Jezabel” era la palabra clave para los eventos
asociados con ella y con su marido Acab. Después de la división del reino de
Israel en Sur (Judá) y Norte (Israel) se nos dice: “ Y Acab hijo de Omri hizo lo
malo delante de los ojos del Señor, más que todos los que reinaron antes que
él” (I de Reyes 16:30). Él tuvo la distinción de haber sido el rey más malvado que
jamás reinó en Israel. Por conveniencia política y por su profunda incredulidad
en el Señor Dios de Israel, se casó con una hija del rey de Sidón – su nombre
era Jezabel, que en Hebreo irónicamente quiere decir algo parecido a “él
destrozará” (I de Reyes 16:31) la excesiva ambición de poder de Acab hacía
pareja con su extrema debilidad de cara a las estratégicas manipulaciones de su
esposa pagana. Aunque Jezabel aparece en varias historias, uno de los
mayores logros de su maldad fue la introducción de los cultos y adoraciones a
Baal y Astarté en el Norte de Israel con su entrega a programar una educación
religiosa y la construcción del templo bajo la supervisión de Acab, su poderoso
marido. Durante el reinado de Acab, todos los profetas fieles a Israel buscaron
refugio. Elías fue el único con coraje para oponerse a Acab y a Jezabel
públicamente, aún sabiendo que su vida estaba en peligro. El Señor protegió a
Elías y al pueblo de Dios, pero juzgó a Acab y a Jezabel con muertes violentas
y deshonrosas (I de Reyes 22:34; II de Reyes 9:33).
No es posible saber qué o a quién exactamente se refirió en este pasaje
del Apocalipsis. ¿Cuál fue la identidad de “Jezabel” que practicaba la crueldad
sin oposición o impedimento por parte de los integrantes de la congregación de
Tiatira? No obstante, de lo que se le acusaba era de seducir a la gente, (con sus
enseñanzas hacia una inmoralidad sexual y a consumir alimentos prohibidos)
esto cuadra perfectamente con todo lo negativo que anteriormente se había
dirigido a otras congregaciones en la carta del Apocalipsis y que ya hemos visto.
De paso (esto más tarde sería muy importante), la inmoralidad sexual y el culto
a los ídolos fueron, de acuerdo con las normas del Consejo de Jerusalén,
algunas de las mayores cosas prohibidas a los no-israelitas en Cristo (Hechos
15:28-29).

21 Le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere


arrepentirse de su fornicación. 22 He aquí yo la arrojo en cama,
y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se
arrepienten de las obras de ella”.

Es dudoso que aquí tengamos el caso de una mujer que era simplemente
promiscua sexualmente. Parece ser que la idea de promiscuidad sexual es
simbólico en la adoración a los ídolos. Lo vemos claramente en Oseas 1 –
cuando inmediatamente después del llamado de Oseas, el Dios de Israel le
ordena que cumpla con una simbólica acción profética: 2 Cuando el SEÑOR
primeramente habló a través de Oseas le dijo: “Ve, tómate una mujer fornicaria,
e hijos de fornicación; porque la tierra fornica apartándose del SEÑOR”. (Oseas
1:2). A partir de aquí vemos que la mujer prostituta de Oseas simbolizaba las
prácticas del culto a los ídolos por parte de los Israelitas en la época del ministerio
de Oseas. Igual que a Jezabel, en este pasaje del libro de Apocalipsis, con la
tentación de Israel a pecar, también se les da tiempo para arrepentirse (vs.21).
Igual que con Jezabel, la mujer a quien nos referimos (vs. 22) encontrará una
muerte violenta.

23 Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que


yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada
cual según sus obras.

Jesús también amenaza no solo con juzgar a la figura de Jezabel, sino a


todos aquellos que la siguen. Igual que en otros casos anteriores a este, parece
ser que el culto a los dioses greco-romanos está aquí en perspectiva junto con
la adoración al Dios de Israel en Cristo. Todos los que promovieron esta clase
de culto-Dios de Israel-en Cristo-plus-otro dioses-romanos-enfoque clave, serán
juzgados pública y rápidamente. Cada cual recibirá lo que se merece; tanto el
que obra bien como el que obra mal.

24 Pero a vosotros y a los demás que están en Tiatira, a cuantos


no tienen esa doctrina, y no han conocido lo que ellos llaman las
profundidades de Satanás, yo os digo: No os impondré otra
carga. 25 pero lo que teníais, retenedlo hasta que yo venga.
Parece ser que los “misteriosos secretos de Satanás” enseñados aquí por
la figura de Jezabel en Tiatira y las cosas que hemos comentado en el apartado
de los “nicolaítas” en Pérgamo y Éfeso (Apoc. 2:6-15) son esencialmente
iguales. Estos son, lo más probable, las formas literarias para referirse a los que
profesaban ser seguidores del Cristo Judío y que no están completamente
entregados al Señor Dios de Israel en el contexto del congestionado universo de
dioses del Imperio Romano.

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