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Newton
RBA
Pam Ernesto, un hijo maramlloso.
Ojalá tengas loda ¿o suerte que mereces.
Sumario
INTRODUCCIÓN
© 2016, José Muñoz Santor\ja por el texto capítulo 1 La revolueíon científica y las matemáticas
© 2016, RBA Contertidos Editoriales y Audiovisuales, S.A.U.
© 2017, RBA Coleccionables, S.A. capítulo 2 Las leyes matemáticas del universo .... ....
Realizaciónr EDITEC
capítulo 3 Una teoría luminosa.. ' ..103
Diseño cubierta: Uoreng Martí
Diseño interior: Luz de la Mora
capítulo 4 La renovación de las matemáücas .___t23
Infografías: Joan Pejoan
Fotografías: Album: 33, 95ad, 95b, 107; Archivo RBA: 19,24,
LECTURAS RECOMENDADAS ._______153
26,30,62, 64, 71,93,95ai, 109,119ad, 119b, 128,131,141,143;
Dreamstime; 21,28; Photoaisa: 119ai.
ÍNDICE .. . ... . ... . v.., T55
Reservados todos los derechos. Ningima parte de
esta publicaeión puede ser reproducida, almacenada
o transmitidapor ningún medio sin permiso del editor.
INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN 9
los mismoB que, máa tarde, le pemffieron demostrar sus ideas.
Cabe recordar que aicansó la celebridad con la construcc.on de
un telescopio que dtspertó la admiración de sus contemporaneos.
Su intelecto rayó a gian altura, no as. su personalidad. A su
puritanismo religioso y un sentímiento de culpa enfemuzo se le su-
maba su dificultad para entabiai amistad con los demas, asi como 1642 Nace el 25 de diciembre (4 de enero de 1604 Tras la visita del astrónomo Edmund
una cólera incontrolable cuando se sentía atacado. E1 lustonador 1643 según eJ calendario gregoriano) en Halley, retoma los estudios sobre el
estadounidense Richard S. WestfaU resalta su falta de contemplacio- Woolsihorpe, Lincolnshire, hijo póstumo movimiento celeste. Halley lo convence
de Isaac y Hannali, de soltera Ayscough. para que presente sus teon'as en un
nes a la hora de defenderee: «Cuando atacaba, agachaba la cabeza y
Esta, poco después de la muerte de su libro. Se trata del origen de los
cargaba>. Dicha ira pudieron vivirla en sus carnes personalidades niarido, vuelve a casarse y deja al Principia.
del siglo xvn como el científico Robert Hooke, el astrónomo John pequeño Isaac al cuidado de sus
Flamsteed o el filósofo y matemático Gottfried Wilhelm Leibniz. abuelos. 1687 Se publican los Philosophiae ■mturaMs
Por otra parte, tendió siempre a la soledad y el aislamiento. Solo en principUi mathematica (Princi.pios
1653 Su madre enviuda y regresa al hogar. matemálicos de laJUosofía naturaí).
su vejez, reconocido su genio y gozando de cargos institucionales,
Pronto, Newton ingresa en la escuela En esta obra Newton reordena los
se abrió un poco a los demás. de Granlham. Vive en casa deJ botieario conocimientos sobre mecánica celeste
Las aristas en la personalidad de Newton, lejos de desmentir Clark, cuya bíblioteca despierta su y gravitación universaJ y ofrece una
su genio, lo convierten en una figura aún más interesante. En las interés por la eiencia. explicación física a las mareas, la
próxiinas páginas se abordan todas las facetas de un personqje precesión de los equinoccios y otros
1661 Ingresa en el Trinity College de la fenómenos naturales. En definitiva,
uifiversal, que fue despedido por la sociedad inglesa con el boato
üniversidad de Cambridge. funda el sistema del mundo como lo
típico de un rey. Sin embargo, el verdadero protagonista será su conocemos hoy.
obra. En primer lugar, se hablará de la revolución del cálculo, que 1665 lina epidemia de peste asuela Inglaterra
se levantó sobre uno de los terrenos matemátlcos más sugerentes y Ia universidad cierra sus puertas. 1696 Es nombrado directorde la Casa de la
de la época: las series infinitas. A continuación, el libro se aden- Newton vuelve a su easa y, durante los Moneda.
dos años siguient.es, realiza sus grandes
trará en la contribución de Newton a la estructura del universo,
descubrimientos en óptica, astronomía 1703 Newton accede a !a presidencia de la
plasmada en su obra clave, los Principia, y que no varió hasta Ia y matemáticas. Este período es Royal Society, cargo que conservará
llegada de Einstein. El tercer capítulo, por su parte, se centrará conocido como atmus mirabüis hasta su muerte.
en su enorme contribución a la física, que no es otra que la teoría newtoniano.
de los colores. Por úJtimo, el capítulo cuarto relatará el descubri- 1704 Publica su Úptica, acerca de la luz y sus
1669 Es nombrado catedrático lucasiano propiedades, que incluye dos apéndices
miento del cálculo infinitesimal, que constituye otro de sus grandes
de matemáticas en el Trinity College, sobre matemáticas.
logros. Además, asistiremos a un completo retrato de Ias matemáti- en sustitución de Isaac Barrow. Escribe
cas de la época y de los decisivos cambios que se operaron en ella. De analysi. 1714 La Royal Society respalda a Newton en
la controversia sobre el descubiimiento
1672 Ingresa en Ja Royaí Society gracias a la del cálculo infinitesimal.
fama adquirida con su telescopio. Eim'a
a la sociedad un texto sobre su teorfa de 1727 Muere e! 20 de marzo (31 de marzo
los colores. Siu-gen las primeras según el calendario gregoriano). Es
acusaciones de plagio, que le enterrado con gran boato en la abadía
acompañarán toda la vida de Westminster.
I
i
INTROOUCCIÓN INTRODUCCIÓN 11
CAPÍTULO 1
La revolución científica
y las matemáticas
1
LA REVOLUCIÓN ClENTfFICA Y LAS MATEMÁTICAS
18 LA REVOLUCIÓN CIENTÍFICA Y LAS MATEMATlCAS
VUELTA A CASA
En 1659 la madre de Newtx>n decidió que su hijo no debía continuar EL CUADERNO DE MORGAN
|
sizar eran sirvientes que, a diferencia de los sizars7 debían cos-
deshacerse de sus desordenados compañeros y fomiar un equipo;
tearse su propia comida.
No está muy clara la razón por la que el heredero de una im- lo cual hiaeron tan pronto como tuvieron ocasión, manteniendo esta
ahanza tanto tiempo como n\i padre pennaneció en eJ coUege.
portante hacienda empezó sus estudios universitarios de esta for-
ma Es posible que la madre, no siendo muy partidaria de que su
Los temperamentos de ambos compañeros debieron de com-
hijo estudiara, mostrase su enojo restringiéndole la paga. Por otra
plementarse bien, pues no hay constancia de otros alumnos con
parte, cabe recordar que, debido a ias privaciones de su infancia,
los que Newton trabase una amistad profunda. De hecho, aunque
Hannah ejercía un riguroso controi sobre los gastos, con io que
más adelante el coUege les ofreció disponer de cuartos individua-
quizá pensó que su hyo no necesitase más. Otros historiadores
les, ellos prefirieron seguir compartiendo habitación.
apuntan que, tal vez, entrara como subsizar del propio Babington.
En todo momento, Wickins se mostró como un compañero
Lo cierto es que, para alguien que estaba acostumbrado a tener
solícito, que ayudó a Newton a realizar sus experimentos y redac-
sirvientes, pasar de la noche a la mañana a servir a otros debió de tar sus investigaciones.
significar un trauma, potenciando aún más su aislamiento. La re- A todos los alumnos nuevos se les adjudicaba un tutor, que se
lación con los compañeros no fiie muy distinta de la que man tuvo encargaba de orientar a los alumnos y, especialmente, de propor-
en primaria Newton tema un par de años más que el resto de los cionarles los libros de labiblioteca que necesitasen. En el caso de
alumnos e intereses que no coincidían con muchos de ellos. Los Newton, le correspondió el profesor de griego Bei\jamin Pulleyn,
estudiantes de la época eran, en ocasiones, más amantes de la quien, aunque supo ver el potencial del joven, no ejerció gran in-
juerga y la bebida que de los libros. No ayudaba el hecho de que íiuencia sobre él.
Cambridge estuviera repleto de tabemas donde se podía conseguir
fácilmente alcohol y entablar relación con mujeres de dudosa re-
putación. Aunque la universidad había promulgado edictos prohi-
biendo la visita a esos lugares, ni alumnos ni profesores se toma- LOS ESTUDIOS UNIVERSITARIOS DE NEWTON
ban muy en serio la prohibición. No es de extrañar que solo se
graduara, aproximadamente, una terceraparte de los alumnos que Newton empezó estudiando la licenciatura en Artes, que consta-
llegaban a Cambridge. ba de cuatro cursos. En el primero se trabajaba la lectura, la es-
Una anécdota explica cómo fue la relación de Newton con sus critura y la retórica (el arte de la elocuencia). Se hacía gran hin-
compañeros. Debido a su estatus universitario, se veía obligado a capié en las leriguas clásicas, sobre todo en el latín y el griego,
compartir habitación con otro aJumno. Sin embargo, no soportaba pero sin olvidar el hebreo. E1 resto del año se dedicabaal estudio
a quien le habían asignado, por lo que cambió en cuanto pudo: el de la Biblia y la obra de Aristóteles, completándose con otras
afortunado fue John Wickins, con quien sí congenió a laperfección. materias como historia o poesía. Los dos cursos siguientes se
E1 hijo de este último relató años más tarde cómo fue el encuentro: centraban en la dialéctica, con lo que prácticamente se comple-
taba ei denominado «trivio».
La intimidad de mi padre con él se produjo por puro accidente. E1 cuarto año se profundizaba en la filosofía, que incluía me-
E1 primer compañero de cuarto de mi padre era muy desagradable tafísicfi, ética, física y matemáticas. En esta úliima materia se im-
de trato. Un día se fue a los paseos, donde se encontró con Mr. New- partía el «cuadrivio», que comprendía la aritmética de Cardano, la
ton, solitario y abatido. Cuando empezaron a hablar, se dieron cuen- geometría de Euclides, la astronomía de Ptolomeo y, por último,
ta de que la razón del malestar de ambos era ia misma, y decidieron música.
LA CATEDRA LUCASIANA
t
cambió. Los astrónomos griegos, árabes y cristianos, en su ma-
tíerra inmóvü en el centro, y el Sol y los planetas girando, de
yoría, habían aceptado la cosmología aristotélica y la astronomía
forma circular, alrededor de ella. Todo el sistema se dividía en
de Ptolomeo. Esta última se encargaba principalmente del cálcu-
dos partes; la terrestre, que comprendía la Tierra y los planetas,
lo, y la cosmología indicaba las leyes generales que regían el uni-
y la celeste, correspondiente a una esfera que albergaba a las
verso. Para Aristóteles, el universo era cerrado y finito, con la estrellas íyas.
30
LA REVOLUCIÓN CIENTlFlCA Y LAS MATEMATICAS 31
LA REVOLUCIÓN ClENTlFICA Y LAS MATEMATICAS
teórica y razonada de los resultados. Más que emprender nuevas
investágaciones científlcas, se echó la vista alrededor para aplicar
la ciencia en el entomo, actitud que quedó reflejada en la siguien-
te frase de Descartes: «He decidido abandonar la geometría abs-
tracta, es decir, la considerarión de cuestiones que solo sirven para
ejercitar la mente, para estudiar otro tipo de geometría que tiene
por objeto la explicación de los fenómenos de la naturaleza».
En dos siglos se sucedieron todo tipo de avances científicos:
Galileo creó la nueva mecánica con su estudio del movimiento; el
físico y matemático neerlandés Christiaan Huygens (1629-1695)
definió la fuerza centrífuga y calculó la ecuación exacta del perío-
do de un péndulo, que le condujo al cálculo exacto del valor de ia
gravedad; la teoría de los colores prosperó gracias a las aportacio-
nes de Hooke y del propio Newton; se inventaron el microscopio
y el telescopio, y Galileo revolucionó la astronomía con la obser-
vación de los cielos; Andrés Vesalio (1514-1564) expuso en 1543,
por primera vez, la anatomía humana al completo, a partir de la
observación de cadáveres; Marcello Malpighi (1628-1694) descu-
brió con ayuda del microscopio los vasos capilares y los alveolos
en vísceras como los pulmones; Anton van Leeuwenhoek (1632-
1723) fundó la microbiología al estudiar los seres microscópicos,
y fue el precursor de la biología celular...
Las ciencias de La Tierra comenzaron a describir las caracte-
rísticas de la corteza terrestre, siguiendo su evolución a lo largo
del tiempo. Se dieron los primeros pasos para la fundamentación
de la cristaJografía por Stenon y Bartholin. Asimismo, se comen-
zaron a relacionar los fósiles con las capas sedimentarias. Hooke
vinculó especies de Inglaterra con ias de los trópieos. Y, a finales
del siglo xvn, John Ray definió el concepto de especie biológica. Retrato d* Isaac
Newton raallzado
Gracias a Robert Boyle (1627-1691), Ia química comenzó a por Godfray
desarrollarse como ciencia independiente, desiigándose de lame- Knellar (1646-
1723), artlsta que
dicina. Por su parte, la alquimia potenció el trab^Jo de laboratorio, fuo plntor en lai
cortes de varloa
especialmente el manejo de balanzas y el proceso de destilación. monarcas
Por último, en 1675, Lemery consolidó la literatura química. Ingleses.
En tsta oüra al
Las labores de investigación y experimentación, por tanto, cientffico contaba
con cuarenta
abrieron horizontes hasta el momento desconocidos. Los cien- y sels anos
tíficos estrecharon más sus relaciones e, intercambiando ei re- de odad.
I
* La fuerza de tes logarltmos para raalizar célculos sa basa en tres propiedades:
«
que verifican que x-y=-l, es decir, los puntos (-2, -1), (0,1), (1,2),
logaP° = qr-logap
etcétera. De esta forma, para trabajar con los problemas geom¿
1
Los logaritmos, pues. simplifican la operación que debe hacerse: los productos
y divisiones se convierten en sumas y restas, y las potencias en productos. De
« esta forma, para dividlr dos números basta buscar en las tablas sus logaritmos
y restarlos, para luego hallar el antllogaritmo de la solución. En el momento
de la creación de los logaritmos. cuando no existian las calculadoras. esto
tenia una gran importancia.
solución gráficamente, tal y como puede verse en Ia figura 2. En el caso de que r sea menor que 1 y calculemos la suma de infi-
nitos términos, la potencia rn'i se convierte en 0 y ia fórmula que-
da convertida en
i+íiY+riT+fiY+...=i+i+i+i+..,=i
2UJ UJ UJ 2 4 8 16
I fig ;
Los antiguos matemáticos griegos alcanzaron una gran per-
fección en geometría, pero trataron menos la aritmética y el álge-
1 bra, especialmente después de que Zenón de Elea (ca 490-430 aC.)
4 pusiera en entredicho la perfección de las matenráticas tras des-
cubrir los números irracionales y Ias paradojas al ínfinito. Estas
razones, entre otras, infundieron en ios matemáticos griegos mie-
do al mfinito y dejaron de estudiarlo. Solo Arquimedes lo trabqjó
Lrevemente, pues su método de exhaución implicaba un cierto
interpretadón
geométrica de I*
acercamiento al infinito. En su obra Sobre la cuadratura de la
1
serle geomítrlce
1
parábola, manejó la serie geométrica de base 1/4, fácil de calcular
tle base 1/2, en la 8
cual puede i 64 con la fórmula deducida anteriormente:
observarse que
es convergente, es
32
declr, su resultado
es flnlto.
128
L +
1
4
5SE=SSi===?r==
d > n.ie su mitad v de lo que queda otra magmtud mayor que
stfmrtad y se rep.te continuamente este proceso, quedará una magnitud me
nor que la menor de las magnitudes dadas. Para hallar G'areadel
inscribe un cuadrado (con superficie mayor que la mitad del circulo) y se le
resta su área al círculo. De los segmentos circulares. se construyen triangulos cambiando la base y el exponente de Ia potencia. Esta serie se
sobre el punto medio y. luego. se le restan esos tnangulos. Esto ultimo se convertía en infinito salvo que r fuese negativo, que seria lo mismo
vuelve a hacer con los segmentos circulares restantes, y asi. sucesivamente, que considerar la serie
se llega tan cerca del área del circulo como se desee, En las figuras se aprecia
que la operación consiste en insertar, cada vez. polígonos con mayor numero
de lados. y cuya érea se encuentre, en cada ocasión, más cerca de la buscada. y(I)r
Se razona igual desde un cuadrado exterior. De esta forma. se acota progre- Á\nJ
sivamente el valor del área circular por arriba y por abajo.
1111111
+ — + — -í-— -I—H-f-..
2 3 4 5 6 7 8
1/1 1W1 1 1 1\
2 \3 4/ \5 6 7 8)
1 7 533
” — +•-h-+...
2 12 840
coyo valor es
1 1 1
3 + 5 1^'"'
114-/.. 1
2 2
1+x
A parür de aquí, realizando operaciones se puede llegar a una
en una serie. A continuación, integraba término a término siguiendo
expresión como
el método del matemático inglés John Wallis (1616-1703). E1 proce-
so seguido podría ser el siguiente: se efectúa la división obtenién-
dose la serie
2 ^ yl2+J¿
—-l-x + x2-x9 +x4
1+x
E1 siguiente paso fue utilizar las series ilimitadas para aproxi- A continuación, se integra término a término, teniendo en cuenta
mar funciones. Anteriormente el matemático y astrónomo hindu que la integración de xn es
Madhavade Sangamagrama (1350-1425) ya había descubierto xn*1
muchas series infinitas, entre ellas las de las funciones trigono- n +1
métricas del seno y el coseno. También calculó la serie de la ar-
cotangente: Para n a 0, y así se obtiene la serie
r3 r6 r7 i n . x2 x3 x4
arctanar = x-+-——+
3 5 7'' ]nQl+x)‘X~Y+Y'T
Consiguló las cuadraturas de la función antenor cuamlo el ex- P-c2, Qm~j, w-12/n-2.
ponenteerafiraccionario y también generatoó las rundones ( U
v n -X)' Cuando intentó cuadrar el círculo, es decir. hallm el area
Aplicando el teorema, pudo desarrollar las funciones a las que
de la función Vuí5, ®u método le falló, Lo mismo le ocumo,
no liabia podido acceder Wailis. Así obtuvo
por otraparte, con Posteriormente, Newton conaguió ha-
Uai- la solución utilizando su teoreraa del binonuo.
X2 xA x6 X*
2 8 16 128
annus mirabius
dad en la superficie de la Tierra, y descubri que estas eran muy T
recidas. Todo esto corresponde al período 1665-1666, los aflos de la
epidemia Porque en aquel tiempo me encontraba en la plenitud de
Tras abandonar Cambridge a causa de la epidemia de peste, New-
mi ingenio, y las matemáücas y la fllosofia me ocupaban más de lo
ton regresó a su casa natal en Woolsthorpe. Allí paso dos años
que lo harían nunca después.
sumergido en una frenética creatividad. También se quedó una
temporada en Boothby Pagneil, un pueblo cercano a cargo de
A1 regresar a la universidad, Newton ya había descubierto las
cuya rectoría se encontraba su amigo Humphrey Babington.
tres teorías que colocarían su nombre en el altar de las divinidades.
Como el propio científico indicó, fue durante aquella estancia
Con solo veinticuatro años, había cambiado radicalmente la cien-
cuando calculó el área de la hipérbola con una precisión nunca
cia y ya no volvió a investigar más. E1 resto de su vida lo dedicó a
antes alcanzada.
perfeccionar y corregir sus resultados.
Newton regresó a Cambridge en marzo de 1666, pues, al pare-
cer, la plaga había remitido y ia universidad abrió de nuevo sus Curiosamente, nunca quiso dar publicidad a sus logros. Aun-
puertas. Sin embargo, un par de meses después, la peste rebrotó que era consciente de la importancia de estos, no consideraba que
y se cerró la universidad hasta la primavera del año siguiente. pudieran tener interés para otros. A lo largo de su vida, siempre
E1 bienio formado por 1665 y 1666 es conocido como «los años minusvaloró sus descubrimientos, y solo los defendió cuando otras
maravillosos», pues füeron Jos más fructíferos en la historia de la personas intentaron arrebatárselos. Su afán perfeccionista, por
ciencia. Newton modificó Jos cimientos de la matemática y la físi- otra parte, le impedía dar a conocer nada que no hubiera trabajado
ca e inauguró la era de la ciencia modema. É1 mismo explicó, en hasta la extenuación. Todo lo que publicó fue siempre por petición
una nota escrita cincuenta años después, cómo realizó aquellos de sus amistades y después de muchos ruegos.
cruciales descubrimientos:
LAS LEYES MATEMATICAS DEL UNIVERSO LAS LEYES MATEMÁTICAS DEL UNIVERSO
mercia de los cuerpos en movurüento. Mientras QUe ,
Ho^nnoce si el episodio es cierto o falso, varios de
„0 baldlo se limitaba a apuntar ideas que ie su^ el ^er-
„ g£££Z --—
john Conduitt (1688-1737):
10 relató'por *** " rtura, lo que anotaba ahora eran solv,ciones a i«* mante,a
‘1 de estudio altemativas. Así, desarrolió la iL? emas *
fue«ás en los impactos y perfeccionó lo que en el fute”!“
, , Y mientias meditaba en un jardín, le vino al pensanúento la idea
movimiento. las
IsuseitadB por la caida al soelo de una tnanzana- de que el poder ieyes «—
de laeravedad „ose Unntaba aunacierta distanciade laTierra, sino E1 estudio sobre los colores fue otro de
jyt»1''*-
sus fno™ ^
uc sUS lOCOS rto '
Ai parecer, tras estudiar ia obra sobre los colores de Rotnf”'
nue este poder debía extenderse mucho más aUá de lo que normal-
y la Micrographia de Robert Hooke, rechazó sus
mente se creía. «¿Por qué no hasta la luna?» Se djjo a st mismo. Y s¡
esto era así ese hecho deberia influir en su movimiento y, quúá, íanzó a formular una teoría diferente. Comenzó realizando IL1
retenerla en su órbita: lo que le llevó a ealcular cuál sería el eíecto rinientos con prismas y terminó planteando una teoría del cT,
que revoiucionó los conceptos vigentes en la época.
de esa suposición.
Sus investigaciones no le impidieron proseguir con su traba'
Newton contó esta historia cincuenta años después de haber- en la universidad. E1 2 de octubre de 1667 consiguió el título de
se producido, lo que hace sospechar que, tal vez, lo hizo para ali- mvnorfellow, nombre que recibian los becarios de investigación
mentar una imagen de genio que no necesitaba Ciertamente, no con baja especialidad. Ocho meses después alcanzó el nivel deTno-
parece propio de su carácter sacar conclusiones mjant.es después joi-feüow. Ese mismo año de 1668 obtuvo el título de Master of Arts
de una mera observación. Su método de trabajo se basaba en el que llevaba aparejada la obligación de ordenarse en la Iglesia angü-
rigor y la constancia, por lo que parece más probable que, tras cana en un plazo máximo de siete años. Esta situación le acarreó
observar la Luna durante meses, extrajese la hipótesis y luego la numerosos problemas, que casi le hicieron abandonar sus estudios.
demostrase mediante ecuaciones. Ya en 1664, según comentaba AI parecer, la relación con los compañeros, salvo con Wickins
Wickins, su compañero de cuarto, había pasado incontables no- siguió brillando por su ausencia. Resulta llamativo que, pese a vivir
ches en vela estudiando la aparición de un cometa, actitud que en el Trinity College durante veintiocho años, no dejara apenas
encaja mejor con la idea que tenemos de Newton. recuerdos en sus colegasfellmv. Posiblemente, mientras Newton
vivía obsesionado con sus investigaciones. Wickins contaba una
anécdota que da fe de la entrega de Newton: tenían un gato en la
habitación que llegó a engordar varios kilos solo con la comida
REGRESO A LA UNIVERSIDAD que el dentífico dejaba en el plato sin tocar.
64
LAS LFy'ES MATEMÁTICAS DEL UNIVERSO
LAS LEYES MATEMATICAS DEL UNtVERSO
ba y en ocasiones, diwúgaba sus resultados. Eran pocos los mve*.
beadores profesionales que pudiesen vwu de las matematrcas.
ferI1BI grupo de Mersenne acabó fusionándose con .
Cuando mucho. alguno conseguía una cátedra que le perm.tfa
formado por los bibliotecarios reales Herre y Jacques IW,,!'™11”
d^roUar su labor docente nuentras invesügaba sus prop.as teo-
Lón constituyo el germen de la Academia de laa
ritscomo le sucedió a Newton. Hoy en dia, inmersos en la era de
Zís Un caso parecido fue el del círculo inglés smL “ de
la información, en la que cualquier hecho que octure en un Lugar
de la Tierra puede ser inmediatamente conoc.do en la otra punta, Jtiácono alemán Theodore Haak (160M690), conotíZc^
nuede resultar eompücado iniaginar el aislanuento de un científico Grupo 1645, y que más tarde dio lugar a laRoyal SociL
del pasado mfienio. En ia actualidad, cualquier científico puede Otro círculo relevante se formó alrededor del filósofo v .«a?
trabajar codo con codo con compañeros que se encuentran física- ftancés Nicolas Malebranche (1638-1715), sacerdote delacon!?
mente muy alejados, pero en el siglo xvi no era así. gación del Oratorio de San FeUpe Neri. Este se reunía en la
por otra parte, algunos cientificos que no ansiaban reeonoci- congregación con figuras de la talla de Pierre Varignon, el mamufe
miento, como Fermat o Newton, se resistían a publicar sus descu- de L’Hópital o Johaim BeraoullL Malebranche no solo dio a conocer
brimieñtos. No fue el caso de Güles de Roberval (1602-1675), quien los descubrimientos de Newton y Leibniz en Europa, sino que editó
ocultó sus logros por razones más prosaicas. E1 matemático fran- la obra de L’Hópital, la primera que se imprimió sobre el cálcuio
cés, uno de los precursores del cálculo, ideó el llamado «método
de íos indivisibles», que servia para calcular la cuadratura de las
superficies y el volumen de los sólidos. Sin embargo, no divulgó
su haliazgo durante cuatro décadas para no perder la cátedra Ra- LAS SOCIEDADES CIENTÍFICAS
mus en el Collége Royal. Gracias a ello, cuando debía defender su
plaza frente a otros candidatos cada tres años, siempre podíapro- Aunque los círculos científicos ayudaron a expandir ei conodmien-
poner problemas que estaba en disposición de resolver. No obs- to, su verdadera difusíón Uegó con la contmuación lógica de estos:
tante, ai no pubiicar apenas nada en vida, la autoría de sus descu- las sociedades científicas. La primera de la que se tiene noticia se
brimientos quedó en entredicho. creó en Roma en 1603 y era conocida como Accademia dei Lincei
Esto explica que las teorías pudieran tardar meses o años en (Academia de los Linces). Fue auspiciada por el príncipe Federi-
ser conocidas por otros cíentíficos. Sin embargo, la situación co- co Cesi y su labor se prolongó hasta la muerte de este en 1630. La
menzó a cambiar en ese mismo momento. En primer lugar, empe- figura más prominente de la academia fiie Galileo Galilei. En 1623
zaron a surgir los círculos, en los que una serie de científicos se esta publicó una de las obras mayores de Galilei, El ensayador,
reunían para intercambíar información sobre cualquier descubri- que incluía una de sus frases más celebres: «Las matemáticas son
miento del que tuvieran noticia, fuese suyo o de otros, Uno de los el alfabeto con el que Dios ha escrito el universo».
más conocídos fue el Círculo de Mersenne, un grupo matemático En 1657 el duque de Toscana, Femando II, y el príncipe
que se reunía en tomo al sacerdote francés Marin Mersenne, teó- Leopoldo crearon en Florencia la Accademia del Cimento (Aca-
logo, matemático y descubridor de los números primos que llevan demia del eccperimen to). A eUa pertenecieron dos discípulos de
su nombre. En su celda del convento de L’Annonciade de París se Galileo: EvangeUsta ToiTicelü, inventor del barómetro, y el físico
congregaban de forma periódica una serie de matemáticos para y matemático Vincenzo Viviani, a quien se debe el teorema que
intercambiar ideas y conocimientos. Aunque no todos podían asis- ^hhncia que la suma de las distancias desde un punto a cada uno
tir físicamente a las reuniones, al círculo pertenecieron, entre e los lados de un triángulo equüátero es igual a la altura dei triáiv-
A diferencia de las anteriores, esta academia se preocupo tanto de Desde el principio, uno de los intereses de la Royal Societv
las ciendas como de las humanidades, y a eUa llegaron a pertene- fue el estudio y el desaiTollo de las ciencias más experimentales
eer Voltaire, Diderot o Immanuel Kant. Su filosofía se resumía en el lema de la sociedad: Nulluis in ver-
ba (En palabras de nadie). Esto significaba que, con independen-
ciadel prestigío del investigador, soio se aceptaría aquello que
pudíera ser demostrado. Se planteó que en cada reunión se pre-
LA ROVAL SOCIETY sentaran varios experimentos y se creó Ia. figura del curator para
planificarlos, cargo que recayó en Robert Hooke. Asimismo, se
Pero, sin duda, la sociedad científica más importante que se creó nombró bibliotecario a John Collins y secretarío a Henry 01-
en esa época, y que sigue vigente en la actualidad, es la Royal denburg. Este último, que ocupó el cargo hasta su muerte, realizó
Society. una labor primordial haciendo de nexo de unión entre los cientí-
A principios de la década de 1650, había siu'gido en Oxford un
ficos de toda Europa. Todas las cartas le Ilegaban a Oldenburg,
círculo filosófico alrededor del clérigo naturalista inglés John
quien, tras guardar una copia, Ias remitía a sus destinatarios. De
Wilkins (1614-1672), a la sazón director del Wadham CoUege. En
esta manera, quedaba constancia de quién trataba por primera
sus propias dependencias se reunían una serie de científicos inte-
vez un asunto determinado, evitando disputas posteriores sobre
resados en debatir sobre la nueva ciencia, especialmente sobre el su autoría.
método experimental. A ese círculo pertenecían, entre otros, John
Wallis, Robert Boyle, Robert Hooke o el filósofo y teólogo alemán
Henry Oldenburg. Mención aparte merece el matemático y arqui-
tecto Christopher Wren, quien diseñó algunos de los mejores edi-
L0s MEDIOS DE DIFUSIÓN
ficios londinenses tras ei gran incendio de Londres de 1666.
Tras la restauración de los Estuardo (1660), el círculo de Fn I
Oxford se disolvió y muchos de sus miembros se instalaron en pro reuniones *a Royal Society se realizaban experimentos
Londres, donde siguieron las reuniones de manerainformal. Varios per^116^08 ^°r ios m^em^ros 0 P°r propío encargado de ex-
entos, y se leían cartas y manuscritos de los socios que
68
LAS LEYES MATHMATICAS DEL UNIVERSO
69
LAS LEYES MATEMÁTICAS DEL UNIVERSO
informaban de avances o consultaban dudas. Pero a esas reU.
niones no podían asistir todos Igs socios, ya que muchos vivían robert hooke
74
LAS LEYES MATEMATICAS DEL UNIVERSQ
GresMiy diseñó su telescopio en 1663, pero no encontró a na.
die capaz de construirlo hasta diez años después. Quien lo hi20
posible fue Hooke, pero por entonces ya se habia dado a conocer
LENTES y aberración cromática
/1 Foco
r
ÜV
's'4 t—*
Lente convergente o biconvexa Lentedivergente ob¡cóncavaXsv
I1
I
estrella más y que el universo era infinito y homogéneo. En su obra La Tierra es un circulo que es medida de todo Cim
La cena de las cenizas, planteó el movimiento de la Tierra con dodecaedro. EI círculo que lo circunscriba será
argumentos físicos, que solo fue superado con la Uegada de Gafi- a Marte con un tetraedro, el círculo que comprenda ,/*CUI^
leo. Desgraciadamente, no pasó a la historia por sus logros, sino ter. Circunscribe a Júpiter con un cubo. El círcui0 ***
porque la Inquisición lo quemó en la hoguera. Aunque las acusa- este será Satumo. Ahora inscribe en la 'Herra u,
ciones fueron principalmente de índole reiigiosa, su herética con- culo inscrito en este será Venus. Inscribe en Venus «T, B cfr'
cepción del universo contiibuyó a su triste finaL clrculo inscrito en él será Mercurio. Tíenes la raaón Aa . Q
Otra de las figuras imprescindibles de la segunda mitad del los planetas. nwnerode
siglo xvi fue el danés Tycho Brahe (1546-1601), que realizó las
observaciones astronómicas más perfectas hasta el momento. El Kepler poseía una poderosa intuición y creaba exceientes ar
rey de Dinamarca financió la construcción de lo que se considera pótesis de trabajo, pero defendía que cualquier teoría debía ser
como el primer observatorio astronómico de la historia. En la isla metida a La práctíca, es deor, a los datos que confirmaran esa teoA
de Hven se levantó el palacio conocido como Uraniborg, que al- Por otra parte, en astrononua no era raro que se seleccionaran los
bergabainstrumentos astronómicos diseftados por Brahe. Pese a datos que corroboraban una teoría y que se desechara el resto
que en la époea no existían los teiescopios astronómicos, Brahe Kepler era un excelente teórico, pero un deflciente observa
alcanzó una precisión en sus observaciones nunca igualadas. Era dor. De hecho, su obra anterior se basó en datos que, en parte
un pésimo teórico, pero un excelente observador, y contribuyó a resultaron erróneos. En este sentido, fue una suerte qlje entrará
la destrucción del cosmos aristotélico. Y ello a pesar de no ser en contacto con Tycho Brahe, que era justo lo contrario que él
copemicano. Brahe oponía al enfoque de Copémico uno propio Kepler estaba ampüando su obra El secreto del universo, pero para
según el cual la Tierra permanecía fija rodeada por la Luna y el eorroborar sus teorías, a pesar de llevar veinte aflos haciendo ob-
Sol, y los restantes planetas giraban alrededor de este. Sin ernbar-
servaciones, necesitaba más datos. Convertíise en coiaborador de
go, desde el punto de vista de las matemáticas, su sistema era
Brahe le permitió, tras la muerte de este, acceder a toda la infor-
similar al de Copémico. Brahe fue el primero que planteó que las
mación que acumulaba el danés. De esta manera, por ejemplo, fue
observaciones debían ser sistemáticas, y no reducirse a fenóme-
como descubrió que las órbitas de los planetas se ajustaban a una
nos extraordinarios.
elipse en lugar de a un círculo, como se defendia desde la antigua
Pero la figura más destacada en la astronomía del siglo xvi es,
recia. También comprobó que los píanetas se movían más rápido
sin duda, el astxónomo alemán Johannes Kepler (1571-1630). Des-
cuando se hallaban próximos al Sol.
de su infancia se interesó por los fenómenos del cielo y, con solo
En 1609 publicó su obra Astronomia nova, en la que aparecen
cinco años, observó el cometa que cruzó los cielos en 1577. Estu-
sus dos primeras leyes acerca dei movimiento planetario. La pri-
dió con el astrónomo y matemático Michael Maestlin, quien lo
mem de ellas reza que los planetas se mueven formando elipses
introdujo en la teoría heliocéntrica En 1596 publicó un primer li-
' h or ^ol, el cual se encuentra en uno de los focos de esas
bro, El secreto del universo, en el que defendía la teoría copemi-
cana y relacionaba ia creación de Dios con los planetas. Creía que rectaT' e^^cas' cuanto a la segunda, establece que una línea
fL (*Ue Sol con un planeta recorrería áreas equivaien-
solo existían los seis planetas que se conocían en ese momento
tiempos equivalentes.
porque estaban relacionados con los sólidos platónicos. Constru-
yó un sistema en el que cada poliedro regular se encontraba dentro £je e^n imagen de la figura 4, el planeta tardaría el mismo
J^Po en ir desde A hasta B que desde C hasta D, y las zonas se-
de una esfera y lo expiicó de ia siguiente manera:
"^adaa tendrían la misma área.
L
Hn«ke aseguraba que muchas de las ideaa que aparec^ .hflexiones sobre la gravedad
to que Hooke aseg ^ dert0> pero solo en parte: Hooke haK
laobra.""0sibiUdades del movimiento planetario, pero ¡J
entrevisto las p denl0Stracl0nes y les otorgó erttídad.
NeT0nr,endo el temperamento del genio, es probable que su ra.uríiTÚentos que movían los
. . Tdera como uno de sus caideros alqumucos. No en van0 •“**> C¿«5«
Tpmnera reacción £ue abandonar la redacción del tercer libro nUe es de movinuento de Galilei. pier Y
1 ™ encontraba ya en proceso de revrsion. Afortunadamente * Tentras se encontrabaen Woolsthoppe, desarrolló la idea de
^ias a las táctícas diplomáticas de Halley, aceptó continUar 0Ue la Luna se veía atrTahaCla ,a TlelTa uue una manz»?
con el trabíyo. . ., Zm que I* distancia pahaba esa atracción tomándola casi inanre
A pesar de los problemas de fmanciacion que atravesaba en ^bie. Por la tnisma razon, esa fueraa de atracción debía de acer
ese momento la Royal Society, Halley consiguió el respaldo de Ia lospianetasaiSol.
sociedad para pubücar el Ubro. La única coridición fue que él nús- gstudiando las órbitas de los planetas concluyó también que
mo fuera quien se encargara de la pubUcación. Halley aceptó, con- „ fuerza se atenuaba en función del cuadrado de la distancia Para
virtiéndose
iéndose asi en eonui
editor uc los aPrincipia.
de iw ,— • Uegar a este resultado, partió de la fuerza centrifuga, es decir, la
— - de
En otoño j . tcoc. MnnrtAn hahía f’nru
1686 Newton había concluido el libro segundo, que provoca que un cuerpo en movimiento circular alrededor’de
en el que atacaba sin piedad las teorías cartesianas, sobi „„ objeto tienda a separarse de ese objeto. De esta forma, si se
filosofía natural. tiene un cuerpo de masa m que se mueve con velocidad v constan-
Halley tenía prisa en que el libro saliera a la venta porque era te alrededor de un centro, y sobre una circunferencia de radio r, k
consciente de la importante obra que tenía entre manos. Por este fuerza centrípeta es a la total (m • á) como el perímetro de la cir-
motivo, entregó el segundo tomo a un editor distinto para que cunferencia (2 • jt • r) es al radio. Como Ia aceleración es v/t, la fuer-
fuera editándose a la vez que el primero, operación que repitió za resultante es
cuando tuvo en su poder el tercer volumen.
Por fin, el 5 de julio de 1687, la obra vio la luz. Su grado de com-
■ ?- 71 r —» f
- ^ -2/m —.
plejidad excedía el de la media universitaria. Se cuenta que im estu-
mar t
diante, al cruzarse en Cambridge con Newton, comentó: «Ahí va el
hombre que ha eserito un libro que nadie, ni siquiera él, comprende». Como el tiempo t es el cociente entre el espacio reconido y
Halley presentó la obra final con una oda dedicada a Newton, lavelocidad,
en la que destaca esta apasionada estrofa:
. s 2 'Jt'T
t--m -,
Ala luz están los íntimos secretos del cielo revelado, v v
no se oculta ya la fuerza que hace girar el orbe más lejano.
En su trono ordena el Sol declinar en derredor el curso del universo, susütuyendo en la fuerza y simplificando llegamos a la fórmula de
pernutiendo que el rumbo de los astros, manifiesta su falsa derechura la fuerza centrífuga:
por el mmenso vacío, gire en órbitas certeras sobre su centro.
Se reveló ya la órbita curva de los terribles cometas, no nos asustamos
- m • v2
ya de estrellas barbadas.
TLmk ±
T* rf
LOS PRINCIP/A
Esto último conduce a la expresión anterior.
Considerada una de las obras más importantes de la historia de la
f , ”h~n r¡_ ciencia, los Philosophiae naturalis principia mathematica (.Prin-
/2 k-r* m2 r? ’ tipios matemáticos de lafllosofía natural) se componen de tres
übros y se basan en los piincipios de la filosofía experimentai, seña
De esto se concluye, sin considerar el cociente de las masas de identidad de la revolución científica. Así lo expuso Newton en
ni la constante de proporcionalidad, que las fuerzas son inversa- el tomo tercero:
mente proporcionales al cuadrado de las distancias medias de los
planetas al Sol.
bn la filosofía experimental debemos recoger proposiciones verda-
En realidad, Newton había ido gestando su teoría del movi- deras, o muy aproximadas, inferidas por inducción general a partir
miento planetano a lo largo de los años. Así, en el período de la
de fenómenos, prescindiendo de cualesquiera hipótesis contrarias,
90
LAS LEYES MATEMATICAS OEL UNIVERSO
LAS LEYES MATEMATlCAS DEL UN.VERSO
A
r
92
LAS LEYES MATEHATICAS DEL UNIVERSO
la iorma que deben tener los cuerpos para ofirecer menor resistenda,
el movuniento ondulatorio y una fórmula para la velocidad del soni-
FOTO SUPSRiOH
do en el agua. En alguna proposición, como la XXIII, intuyó una IZQUIEROA
Portada de la
teoría cinética de los gases. Asimismo, dedqjo la iey fimdamental de prlmera edlcldn
de los Prlnclpla tíe
la velocidad expresada por la raíz cuadrada de la elasticidad entre la Newton, publlcada
en lattn (en inglds
densidad, lo que le permitió distinguir entre tres tipos de fluidos: el |
no aparecló hasts
comprensible, el incomprensible y el viscoso. décedas més
tarde).
E1 título del tercer libro es muy descriptivo: El sistema del , FOTO SUPFRlOR
DtnECI-A:
rmmdo. E1 propio Newton explicó lo que pretendía en él: Modelo del
slstema solar
según e/ llbro
En el [libroj tercero derivo de los fenómenos celestes las fuerzas de I dei astrónomo
JonannesKepler
gravedad, por las cuales los cuerpos tienden hacia el Sol y los distin- j £1 secreto del
un/verso
tos planetas. Luego, de esas fuerzas, mediante otras proposiciones , (Mysterium
cosmographkum).
que son también matemáticas, deduzco los movímientos de los pla-
netas, los cometas, la Luna y el mar. ( FOTO 'MrERlOR:
Reorejentaelón
de isaac Newton
como «goómetra
En cierta forma, Newton apiicó lo que planteaba en el primer del unlverso»,
obra del poeta.
‘bro al movimiento de los cuerpos celestes y al infliyo de la Luna | plntor y grabador
Jnglés Wllllam
en la periodicidad de las mareas. BlaKe 0757-1827).
94
LAS LEYES MATEMÁ7ICAS DEL UNIVERSO
LAS LEYES MATEMÁT'ICAS D£L UNIVERSO
Por otro lado, dediyo que la Tierra estaba achatada p0r i
polos, loque contradecíaaRené Descartes, ya que el filósofo
defendíajusto lo contrario. La cuestión se dilucidó un sigi0 despuéS
En 1733, Ia Academia de las Ciencias de París envió dos expediciS' P^fuerza no influye a lanora de que los planetas desc
nes, una a Laponia y otra a Perú, para medir los dos meridian0s ^ Járbitaelíptica, ru tampoco enque los cuerpos cai¿
elias participaronj entre otros, los españoles Jorge Juan y Antorü
'l’ierra-
de Ulioa, y los franceses Charles Marie de La Condamine y l0uí?
Godin. Después de sufrir un sinfín de penalidades, corroboraron l0s
postulados de Newton. En este sentido, Voltaire le comentó a La
Condamine: «Usted lo ha encontrado después de largos ensayos lAs matemáticas en LOS PRINC/PIA
mientras que Newton lo encontró sin salir de su casa».
De hecho, no solo calculó con precisión los equinoccios, sino pefinitivamente, los Principia eran una obra difícil de entender.
también el radio entre el eje de la Tierra y su diámetro en el ecua- I £„ el último libro, el propio Newton reconocía que ese hermetismo
dor. Debido a la forma de la Tierra, Newton demostró que la atrac- , delaobraera deliberado:
ción no era constante en su superficie y calculó el movimiento
cónico del eje terrestre. Explicó cómo obtener el valor de la raasa Considerando que aqueUos que no hubiesen entendido correctamen-
del Sol y del resto de los planetas en función de la masa de la TiemL te los principios no podrían fácilmente discemir el aicance de las
Además, fue el primero que trabajó el moviiniento de los co- consecuencias, ni dejar de lado los prejuicios a los que habían esta-
metas como si fuesen planetas girando alrededor del Sol. do acostumbrados durante años, y para prevenir las disputas que
E1 haüazgo más destacado del tercer libro fue aplicar una fuer- podrían derivarse de ello, decidí reducir el contenido de este libro
za común a todos los fenómenos terrestres y celestes, que deno- en forma de proposiciones de corte matemático, las cuales solo po-
minó «ley de gravitación universal» y que deíinió así: dián ser leídas por aquellos que previamente hubiesen dominado los
principios establecidos en los libros precedentes.
Dos cuerpos cualesquiera se atraen con una fuerza que es propor-
cional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cua- Inicialmente, Newton había previsto que el tercer libro fuera
drado de la distancia entre ellas. más asequibie. Sin embargo, tras las discusíones con Hooke, de-
cidió complicar la parte matemática, quedando así fuera de las
Su expresión sería capacidades de este último. Aunque en sus descubrimientos em-
pleara el nuevo cálculo, las demostraciones de los Principia las
izo sirviéndose de la geometría clásica, que consideraba más
precisa y elegante. De todas formas, el segundo libro también
contiene aspectos anahticos.
donde G es la constante de gravitación universal. Fue calculada
Por descontado, los Principia albergan en sus páginas mu-
empíricamente por prímera vez en 1798 por el físico inglés Henry
a ^terctática. Destaca el estudio de las secciones cónicas,
Cavendish (1731-1810).
c-6 eseiíta dos maneras de generarlas por medio de intersec-
En el planteamiento de Newton de fuerza centrípeta, gracias
nna ^ móviles. Esto le conduce a la construcción de
a la cual, recordemos, los planetas no se salen de sus órbitas, no
C°úica que debe cumplir cinco condiciones: pasar por cinco
98 USLEVES
MATEMATICASDELUNIVERSO
LAS LEYES MArEMATlCAS DEL UNIVERSO
A.
rectángulo, dado que su anchura^ñ
üdades, que en cualquier tiempo ffiú' Lftieas pa™ demostrar que sus leyes enrn krefutables. Su cons-
to tienden continuamente a la igllai- LCión fue tan precisa que, hasta la Uegada de Einstein, todo se
dad, y antes de terminar ese tiempo jigió por las pautas establecidas por Newton. Pero no fue este su
se aproximan una a otra más qUe foia, logro. Además, el genio inglés revolucionó el mundo de las
ninguna diferencia dada, acaban ha- mateniáhcas gracias al cálculo mfinitesimal y planteó unateon'a
ciéndose en última instancia iguales» sobre ia luz que fue la prioritaria durante todo el siglo xvni.
Véase otro ejemplo tomado del
tercer libro, en este caso el lema n.
En él, se pide lo siguiente:
Cortar txes líneas rectas dadas en posición con una cuarta línea rec-
ta que pase por un punto dado en cualquiera de las tres de forma que
sus partes interceptadas estén en razón dada entre sí. Sean AB, AC,
BC las tres líneas rectas dadas en posición, y supóngase que D es el
punto dado en la línea AC. Trácese DG paralela a AB, encontrándo-
se con BC en G; ilevando GF a BG en la razón dada, trácese FDE, y
FD será a DE como FG a BG.
100
tAS LEYES MATEMÁTICAS OEL UNlvgRso
101
LAS LEYES MATEMATICAS DEL UMlVERSO
1
CAPÍTULO 3
UNATEORÍALUMINOSA
K>5
cientfflcos, liegó aJ convencumentó de que las Sagradas W
habían sido manipuladas entre los siglos m y iv por san Ata^>
y qUe el niisterio de la Santísima Trinidad era falso. dSl°, neWTOn en el parlamento
Alrededor de 1670, Newton se convirtió al arrianismo te 1689. gracias a su defensa de la auto- ^ ..
doctrina, fundada por el sacerdote alejandrino Arrio (260^ nnmía universitaria frente a las ínjeren-
defendía la unicidad de Dios y que Jesucristo, pese a haber SJ' as del rey Jacobo II. Isaac Newton fue (A I. /
%Q\do miembro del Pariamento bntá- ■.-& Jf.I
creado por Dios Padre, no era etemo ni procedía de la mis
jco A P©sar de su ^S'Stencra a varjas
sustancia. En el Conciüo de Nicea del año 325 fue considerada ^ sesiones parlamentarias. no tenía por f ri fcCTgM
herejía. costumbreparticiparen losdebates.Sín J 11
En inglaterra se prohibió a los seguidores del aniarüsmo ei embargo, su única intervención parla- «
mentaría acabó pasando a los anales de M
cer cargos públicos. Esto supuso un grave problema para Newto la historia- Sus biógrafos cuentan que el Yffm
Los feüowships como él debían tomar órdenes religiosas o abaí qenio se levantó durante una sesíón y.
donar el puesto a los siete años de su nombramiento. Newton en medio de un silencio expectante. rea- jtrM
estuvo a punto de renuncíar a su trabgjo como profesor en Cam
l,zó la siguiente petición: «Perdón, ¿po- IJFfi i ' i|
dr¡¿ algu«en cerrar aquella ventana? Hay 1 9
bridge, pero, posiblemente con el respaldo de Barrow, consiguió comente de aire y se me puede caer la BS Jfiil.l 5¡ W 7IJ
una dispensa que le permitió seguir con su labor sin ordenarse peiuca» Tras este episodio, nunca más
sacerdote. volvió a tomar la palabra. De todas for-
mas. su faita de ímplicación en los debates no ímpidió que más tardp f„ae
nomb,** Afasrer of the Mint,, es decir, director de la Casa dela MoneJa
DE CAMBRIDGE A LONDRES
uno de sus principales seguidores, David Gregory (1659-1708) ^ de n el astrónomo real Giovanni Cassi-
pescubrió un complot contra Guiller-
que recomendó para la cátedra Saviliana de Astronomía de Oxf0’J
™ de Orange que le abrió las puertas de
Lo hizo en detrimento de Halley, que también aspiraba al pUesto "Vnrte con lo que viajó a Inglaterra al
13'-u _i . n. a iií i_
Otro eientífico que trató por esas fechas a Newton fue WilJia^ scceóer al trono el rey Guiflermo. Alli in-
Whiston (1667-1752), que se convirtió en profesor acUunto dei aresó en la Royal Society y conoció a
fJewton. de cuya obra se convirtíó en
nio en la cátedra Lucasiana. Whiston posefa las rrusmas mclinacio- espeoal'Sta Tanto es asi. que trabajó en
nes religiosas que Newton, pero no fue tan discreto como él: tras un3 nuewa ed>c*ón de los Principia, pero
hacerpúblicas sus creencias, fue acusado de hereje y apanado de esra nynca iiegó a ver la luz. Mantuvo una
Astrecna re¡ac»ón con Newton durante
la enseñanza.
cas* un lustro No pocos historiadores
sub'ayan ei fue'te componente senti-
rr#r-x* Que ¡a caractenzó De hecho. cuando Fatio enfermó. Newton le ofreció
viv.r con e%. aonque no hay constancia de que este aceptara el ofrecimiento
EL ANNUS HORRIBILIS Pese a e¡¡o. y por razones desconocidas. en 1694 su amistad se truncóy los
dos matemat^cos se d«stancaron. Sin embargo. Fatio desempeftó un papel
^noorta^te en ¡e ooiénmca del cálculo No en vano. fue el prímero que reprochó
Tras una larga temporada dedicado en exclusiva a los Principia, a Le*ty>«2 aue no mencronara a Newton al publicar sus textos, llegando indu-
Newton retomó sus trabajos en el campo de la óptica y la alquimia so a acusar.o de olagio. Por desgracia. Fatio cayó bajo la influencia de una
Recopiló todos sus experimentos sobre la luz y los colores en un secta Drotestar>te Hamada Camisards que arruinó su prestigio científico, con
lo que muy pocos de sus escritos fueron publicados.
solo volumen. Sin embargo, ni siquiera trató de publicarlo, con lo
que hubo que esperar al siglo siguiente para que la obra viera la
luz. También escribió varios textos sobre aJquimia, induiclo el que
se considera su trabajo más importante sobre el asunto, titulado La primera. fechada el 13 de septiembre, iba dirigida a
Praxis.
Samuel Pepys, uno de los políticos que estaban gestionando su
Aunque las causas últimas no están claras, parece que en tor- futuro puesto administrativo, y con ella rompía varios meses de
no a 1693 Newton vivió una serie de acontecimientos que menos* silencio. En la misiva confesaba que se encontraba en un estado
cabaron su estado de ánimo. La tensión por la autoría del cálculo, e “gran turbación» y que no había comido ni dormido apenas
el trabajo de laboratorio extenuante que acarreaba su pasión por
^ os últimos meses, por lo que se sentía incapaz de «recuperar
la aiquimia y, sobre todo, la brusca ruptura de su amistad con
eza» de su «entendimiento». No menos preocupante resul-
Fatio condqjeron a Newton a una tensión psíquica que desembocó
es^ párrafo: «Creo que es mejor que abandone su amis-
en un estallido de locura. EJ episodio se refleja en un par de cartas
y fiue no vuelva a verle, rti a usted ni al resto de mis amigos,
escritas en el mes de septiembre. nunca más».
El EXPERIMENTUM CRUCIS
aguiero que dejase pasar solo parte de la luz refractada. Esa luz iba a dar a
otro tablero con un nuevo agujero. con lo que la luz resultante pasaba por un CÜaXm2 de 13 naturaleza dela luz y de los colores, el libro
segundo prisma que la refractaba y. finalmente, era proyectada en ia pared. *Ketton abordaba muy vanados asuntos: las lentes, la cons-
Girando ei primer prisma. Newton conseguia que fueran diferentes lo$ rayos
de luz que se refractaban. proyectándose en disttntos lugares de la pared. De eriór de SU telescopio, la vismn humana (recuérdese su e*
todo ello, dedujo que la luz consistia en rayos con distinta refrangibilidad. lento introduciéndose un punzón en el ojo), el nervio ópti’
¡¡fw reflejos o la difracción. Por último, no reparó en incluir
aspectos menos relacionados con la óptica como cuestio-
esfllosóflcas, historias bíblicas e, incluso, una interpretación
del sueño de los locos.
EI libro tercero lo completó con las preguntas antes citadas.
Enlaprimera, de un total de 31, planteó que los aspectos ópticos
exlgían una serie de fuerzas que actuaran a distancia, como la
gravedad: «¿Acaso los cuerpos no actúan a distancia sobre la Luz
y, con su acción, curvan los rayos; y acaso esta acción (caeteris
paribus) no es más fuerte a menor distancia?». En la úitima cues-
tíón, el genio llevaba más lejos que nunca sus especulaciones so-
bre estas fuerzas: «¿No poseen las pequeñas partículas de los
cuerpos ciertos poderes, virtudes o facultades con los que actúan
En 1704, cuando apareció su Óptica, Newton explicó en la adistancia no solo sobre la luz, reflejándola, refractándola e in-
introducción por qué, pese a haberla escrito años antes, no Ia había flexionándola, sino también unos sobre otros, para producir una
publicado hasta ese moraento: «He demorado hasta ahora la im- gran parte de los fenómenos de la naturaleza?». En palabras de
presión afinde evitar enzarzarme en disputas sobre estas cuestio- subiógrafo Westfall, este argumento constituye «el producto más
nes, y aún la habría demorado por más tiempo de no haber sido avanzado de laquímica teórica del siglo xvii».
por la insistencia de mis amistades». No fueron pocos los que le-
yeron entre líneas y sospecharon que las disputas a ias que hacía
referencia eran laque había mantenido con Robert Hooke, muerto
en el año anterior.
LAS MATEMÁTICAS DE LA ÓPT/CA
A diferencia de los Principia, se trata de un texto más ase-
quible, con gran profusión de experimentos y dibujos. Y es que,
foate° a^^nc^ces del übro de óptica, Newton incluyó dos textos
prescindir de complicados planteamientos mateniáticos, podía
^matiGQs. El primero, probablemente redactado una década
ser entendido por cualquier persona medianamente culta.
evaba por título De qu adratura curvarum, y en él desarro-
£;•«
rOTOSUPSRiOR
1Z0UÉR0A-
llustración que
muestra uno de
los etperlmentos
que con la luz
realizó Isaac
Newton.
FOTO SUPERIOR
OERECHA:
Pigina del diario
de isaac Newton
donde pueden
observarse sus
reflexlones sobre
la vhión humana
y el famoso
experimeoto
con el puzón.
R)TO iNPERiOR.
=9- ix
Dibujo realizado
por Newton que
muastra la
demostración de
la refracción de la
luz bianca a través
de unos prismas.
n9
ÜNA TEORlA LUMNOSA
T
y3 =x* -x2
120
UNA TEORlA LUWINOSA
121
unateor/auuminosa
CAPÍTULO 4
más rápidamente desde un punto a otro que no estuviera pCió al frente de la entidad casi cinco lustroa m-
niente debajo. Este dilema era conoe.do como el «probler¡^ l^iores presidentes, en general, no solian
baquistócrona». E1 ptoo ftado por Bemouü, expiró sin *1
rarecibido ningunasolución. Poco después, sin embargo , ub¡' 8Í()S' , anuellos días la sociedad se encontraba Pn
le escribió para informarle de que lo había resuelto. Tan.h;*11’1 P0,'s,Ütimas décadas, el número de socios se habtw,^38'
pedia que ampüara el plazo hasta Ia Pascua de 1697 para „ 1 * la entidad carecía de la seriedad cientffiS deí'-110
dieranparticiparcientíficosdeotrospaíseseittopeos AsUu' - volcó en cuento y alma en la
Bemoulli, que añadió otro problema encontrar una curva ° .rlugar, aswtio a todas las reuxuones mientras fue
propiedad de que cualesquiera que fueran los segmentos de°n ’
linea trazada para interceptarla, sumados y elevados a cuai ^
<,“* »• bi*r " rdr~“' ***££&
1 lció la figura del encargado de experimentos, puest0 2
potencia, fuese constante.. qui< £ ocupado Inicialmente Robert Hooke, nombrando a va^
La solución era una cicloide invertida y solo fue present paxa que los resultados presentados fuesen más diversos
correctamente por cinco personas: los hermanos BemouiU Let e interesantes-
niz, LHópital y un cientffico que mandó la respuesta de f0 ' Tambíén hizo limpicza de los miembros que no estaban al día
anónima. Ai leer esta última, Bemoulli exclamó: «por sus delas cuotas y promovió la incorporación de socios extraqjeros.
se conoce al león». Efectivamente, el autor de aquella contestai * por otra parte, no descuidó la vertiente diplomática, e invitó a la
era Isaac Newton. sociedad a muchos príncipes y nobles interesados en la ciencia.
Porúlwno, bajo su mandato se Uevó a cabo el traslado de la Royal
“ -— * gociety a su sede actual.
duimió hasta que lo hubo A1 año siguiente de baber sido elegido presidente de la Royal
Ia madrugada. Society, Newton presentó aüí su Óptica. E1 texto, gracias a la fama
Por derto, no parece casual que todos los que haUaron la so- alcanzada por Newton, tuvo una gran acogida. Su primera edición
lución poseyeran conocimientos de los nuevos métodos de cáicu- estaba escrita en inglés, con un lenguaje mucho más asequible que
lo aportados por Newton. los Piincipia. Basta decir que, durante la vida de Newton, se pu-
blicaron dos ediciones en francés y dos en latín, para que pudieran
leerla científicos de otros países.
A pesar de que seguía en contacto con sus colegas, Newton ape- NUEVOS FRENTES DE DISCUSIÓN
nas frecuentó la Royal Society mientras vivió en Londres. En una
de sus escasas visitas, mostró un sextante de navegación en el Los éxitos de Newton se sucedían, pero también las polémicas. E1
que había estado trabajando, Sin embargo, tras asegurar Hooke dentífieo inglés había contado con la ayuda del astrónomo real
que él ya había inventado uno similar treinta años antes, dejó de Flamsteed en la elaboración de los Principia. Como terua en
asistir.
mente revisar el libro y necesitaba más datos, le propuso a su
Cuando en 1703 murió Hooke, Newton fue elegido presidente c°lega mterceder ante el príncipe Jorge, miembro de la Royal So-
de la Royal Society, cargo que ocuparía hasta su muerte. Newton ciety> Para que se publicara su catálogo de estrellas. Flamsteed se
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U RENOVACIÓN OE LAS MATEMATICAS LA RENOVACIÓN D£ LAS MATEMATICAS
„rión de la obra, denunctó que el resultado estaba
negó porque no queria peixler el control sobre la obi^ p
l'^ lres. U desesperacion ante lo ocurrido le condmo
negativa. Newton. con el respaldo de la Royal Societ ? ^ a ^
'>ieZ0s los ejemplares que cayeron en sus manos. Más
comisuSn que revisó los papeles del astrónomo con la una
una postenor puWicación. eXcUsa ^ >',gr, ó en una segunda edición que se ajustaba a sus de-
>, irl,b,;i 0bra no vio la luz hasta seis años después de su
TodoeUo provoco que las relaciones entre Newton v Fl
pis. I,cf0
desembocaran en un auténnco enfrentamiento. No av h
¡¡ufde' en que Newton trató a John Flamsteed no pudo ser
1710. U reina Ana de Gran Bretaña nombrase una nueva ° qUe’en
Wforn cruel. Como ya hizo con Hooke, trató de restarle
dirigida por Newton. para supervisar el Observatorio
borrar su legado. Por ejemplo, eliminó casi todas
GreenwKh. con lo que Flamsteed vio fiscalizado todo su trah -^ ^
su mayor enemiijo. irabqj° p<jr ipipoi^101 . astrónomo en las posteriores ediciones de los
lfl5n?ferencia&
En 1712 se publicó por fin la Historia coetestis brit
ftindPia‘
{Historia brttánica de tos cieios). Flamsteed, al que excl071^0
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LA renovación DE las matemAticas 133
LA RENOVACIÓN DE LAS MATEMATlCAS
Antes de descubrir el cálculo, sin embargo, m,Jchnv .(mpica, el lanzador de martiUo da vueltas sobre sí m-
Kos estutUarou diversos aspectos de este, enfrentán^'1’»^.
^<{¡1 círCUl0 61T'"0 En CUant0 lanzador S
variados probtemas. Se a riiUy S,nosigne girando, smoquesaie volando en ladrp
^lÍtangente-Urectaque esperpendicular a la recí^
,No considero las magnitudes matemáticas comQ formadas de ‘ el punto de tangenaa se Uama «recta norinal, eI ''
en ópdca, pues cuando un rayo de luz toca e„ unaZ
por partes, por pequeñas que estas sean, smo descritas p0r
la ley de refracc.on debe tenerse en cuenta ei 2
un movimiento continuo.»
>f- ^Jficadvo, que es el que forma el rayo de iuz con la nomtal'
_ iíAiC NlflW. QGAMATV*A CVBVAMVM.
^mercer problema era el calculo de medidas, en concmto la
H rt de una IWea curva, el area btyo una ftmción y el volumen
E1 primero se encontraba directamente relacioiiado c l0,lgI Tuetpo. También se buscaba haliar el centro de gmvedad de
vimiento: cómo hallar la velocidad y aceleración en cualq^1 ^ así como Ia atracción gravitatoria de un cuerpo sobre
tante conociendo ia distancia que recorre un cuerpo en m T ^ # ^cular la longitud de trna cuiva era aplicable, por ejemplo, a
determinado. Si una persona hace un viaje y recorre, por eJempo ^hlemas físicos como hailar ia distancia recomda por un planeta.
225 kilómetros en dos horas y media, una simple divisiónl Pf0bantiguos griegos habían sido precursores, caiculando áreas y
que habrá circulado a una velocidad media de 225/ 2,5=gOkm/K9 enes de muchas figuras con el método la exhaución.
Pero eso no quiere decir que en todo momento haya ctfculadl/ V° Tl cuarto y úitimo problema consLstía en el cálculo de máxi-
esa veloddad de manera constante. Unas veces habrá ido más * y nunimos de una función. Este también tenía muchas aplica-
pido y otras, más lento. La dificultad estriba en calcular cuál ha sido ciones piácticas, como la posibilidad de estudiar la máxima y mí-
la velocidad instantánea en un determinado momento. nima distancia de un planeta ai Sol, o la máxima altura y distancia
Esto es imposible, ya que el cociente entre el espacio recorri- a ja qUe podía llegar un proyectil disparado por un cañón, proble-
do y el tiempo en un instante arrojaría el resultado 0/0, Iguai de maque resolvió Galileo. Pero existían, incluso, aplicaciones más
confiictivo esel problema inverso: conociendo la velocidad en un prácticas. Kepler publicó en 1615 un libro titulado Estereometría
instante y el tiempo del visye, tampoco se puede saber la distancia delos (xmeLes de vino, en el que abordó el problema de optunizar
recorrida, pues esa velocidad no es uniforme y varía a lo iargo laforma de un barril. Como curiosidad, el matemático alemán
del recorrido. La dificultad reside en que, para pasar de ia veloci- tuvo la idea de este estudio al comprar unos barriles para su boda
dad media, fácil de calcular, a la velocidad instantánea, es necesa- y comprobar que la medida del vino que conteman no guardaba
rio el paso al límifce, operación desconocida en aquellos momentos. relación con ia forma de los barriles.
E1 segundo gran problema es obtener la tangente a una curva
en un punto dado. Para los griegos, la tangente era una iínea recta
que tocaba en un solo punto a una curva y dejaba toda la función
a un iado. Esto servía para las secciones cónicas, pero como ei LOS PRECURSORES DEL CÁLCULO
panorama de las curvas se había ampliado considerablernente en
el siglo xvn, ese problemase había agudizado. Además, este cálcu* Más allá de los grandes nombres, fueron muchos los matemáticos
lo tenía aplicaciones directas en la física cotidiana. Es el caso de Pusieron su grano de arena en el desarroilo del cálculo. Por
un cuerpo cuando se encuentra en movtmiento: su dirección es ejemplo, el francés Pierre de Fermat inventó im método propio
siempre ia de la tangente a su recomdo. Por ejempio, en una corti' haliar tangentes o calcular máximos y mínimos. E1 problema
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LA RENOVACIÓN DE LA5 MATEMÁT1CAS
liHri por rectángulos de amplitud muy pequeña - .
áe rectángulos
nf0 de -; de —la misma anchura y
—micnura y partía
partíJriT *
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"l'gulos. Paraello, iba aumentando elnúmero
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LA RSNOVACtON
°E US MATEMATICAS 139
LA RENOVACIÓN DE LAS MATEMATICAS
0* + l2 + 22= Ami+1
La suma de los cuadrados de los números era ya cono^ 12 ” 3 12’
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LA R6NOVAQ6N DE LAS MATEmAt*CAS LA RENOVACló*< 06 LAS MATEHÁOCAS UJ
«oadcbboblcAlculo
LOS
En esa igualdad, se divide por o, y resulta Llamaré cantidades fluentes (...] a estas canfcidades que consídero
aumentadas gradual e indefinidamente; las representaré mediante
4 /„ .2.o_„2\ 4 las últimas letras dei alfabetoV,x, y,z. [...) Representarécon las
(3#2 + 3a;o + o2) = - x/2v+o v2
rriismas últimas letras coronadas por un punto v,x,y,z las velod-
dades con que las fluentes aumentan por el movimiento que las pro-
duce y que, por consiguiente, se pueden Uamar fluxiones.
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LA RENOVACtóN DE LAS MATGMÁTICAS
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Indice I
(NOICE 157