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El concepto de trabajo y la teoría social critica. José Antonio Noguera.

- En la actualidad se desarrolla en los países capitalistas occidentales una compleja discusión,


académica y política, sobre los cambios que se están produciendo en la realidad laboral; esta
discusión incluye temas sumamente variados, que hacen referencia al sentido del trabajo, la
supuesta «crisis de centralidad» del mismo, las formas no mercantiles de trabajo, los cambios en
el trabajo asalariado y en la organización social de la producción, las consecuencias de esos
cambios en la estructura social, las propuestas políticas de reducción del tiempo laboral o de
disociación de trabajo y renta, etc.- -142-

De esta discusión se extiende la necesidad de ampliar y repensar el concepto de trabajo.

A la pregunta porque abordar las implicaciones teóricas del concepto de trabajo a partir de la
teoría social de orientación marxista se responde 1. -se trata de la tradición que más ha
renunciado a cualquier tipo de esencialismo a histórico que decida de antemano sobre «la
naturaleza» de un fenómeno como el trabajo humano- -143- se inspira en valores emancipatorios
que pretenden lograr una trasformación social, que aumente la autonomía y la autorrealización de
los individuos. 2. -en segundo lugar, porque la tradición marxista es una de las menos estudiadas
por lo que se refiere al tema que nos interesa: los estudios teóricos e históricos sobre el concepto
de trabajo casi nunca la tratan de forma sistemática. - -143-

-las aportaciones más interesantes para el análisis del concepto de trabajo provienen sin duda de
lo que Perry Anderson (1973, 1976) o Martin Jay (1984) han denominado «marxismo occidental»,
como tradición contrapuesta a las versiones más «ortodoxas» y doctrinarias del marxismo. Son los
«marxistas occidentales» quienes han desarrollado visiones y elaboraciones críticas y originales
respecto de la obra de Marx, sin haberla fosilizado como un conjunto de «recetas» intelectuales
«listas para el uso»- -143-

Las discusiones se han desarrollado en torno a un rasgo inmerso en el trabajo.. las relaciones entre
trabajo y libertad humana. De allí se desprenden cuestiones en torno al sentido del trabajo, la
racionalización instrumental y la cosificación del trabajo. Estas cuestiones van a reunir a dos
grandes pensadores desde polo opuestos Marx y Habermas

Cuatro ejes teóricos para el estudio del concepto de trabajo.

a. Valorización versus desprecio del trabajo.

-se refiere a si el trabajo es dignificado y revestido de valor social y cultural positivo o si, por el
contrario, es despreciado como una actividad innoble; y esas dos posturas, la de valorización y la
de desprecio, reflejan las visiones contrapuestas que dominaban, respectivamente, en las
sociedades modernas y en las antiguas. - -144-

El grado extremo de valorización del trabajo corresponde a la glorificación del mismo, lo que
quiere decir que por medio del trabajo se va a concretar la realización humana, fuente de bien y
progreso. Ejemplos de esta glorificación se pueden encontrar en los discursos protestantes que
inspiraron la moderna –ética del trabajo- del capitalismo industrial.

Se debe tener cuidado con este eje pues -el eje valorización versus desprecio del trabajo
constituye ya, por tanto, un camino muy trillado y tradicional para estudiar el concepto de trabajo.
Además, tomar este eje como central en tal estudio conduce con frecuencia a no discriminar
suficientemente entre los diferentes tipos de valoración o desprecio del trabajo que se pueden
dar, y entre los diferentes motivos y filosofías que los impulsan. - -144-

b. Concepto amplio versus concepto reducido de trabajo.

Se denomina concepto amplio del trabajo –al que considera que una actividad laboral puede tener
recompensas intrínsecas a la misma, y que por tanto el trabajo no necesariamente consiste en una
actividad pura y exclusivamente instrumental, sino que puede ser (…) autotélica- -145- es decir
que en ella se encuentra su propio fin.

Por el contrario, el concepto reducido hace referencia a la obtención de recompensas extrínsecas


por la actividad laboral. Estas recompensas pueden tomar formas de dinero, reconocimiento social
o salvación religiosa. –según el concepto reducido el trabajo es una actividad puramente
instrumental, que no puede dar lugar a autorrealización personal alguna, y que supone
necesariamente una coerción para la libertad y la autonomía del ser humano. - -145-

Se deben observar las dimensiones de la acción, en este caso el trabajo, para determinar las
cuestiones que trastocan tanto el concepto amplio como el concepto reducido en la acción
humana. Estas dimensiones son: cognitivo-instrumental, practico-moral y estético-expresiva.

c. Productivismo versus anti productivismo en relación con el trabajo.

Este eje opone la posición productivista a la anti productivista. Se debe hacer una distinción en
cuanto al productivismo en cuanto esta puede tener sentidos muy diversos. Por lo tanto, el autor
considera la concepción del trabajo como productivista en cuanto se ciñe a los siguientes
supuestos teóricos:

a. asumir la producción de bienes como una finalidad en sí misma.

b. equipara toda actividad humana con la producción económica.

c. considera las actividades mercantiles como único modelo de producción de bienes y servicios.

Por lo tanto, el concepto de trabajo se inscribe dentro del productivismo en cuento es concebido
como una actividad únicamente dirigida a la producción, o también cuando esta actividad solo
obedece a los procesos mercantiles y por lo tanto el fin de esta es la producción, encerrando su
valor en productos mercantiles. Ahora bien, por el contrario, el trabajo entra en la esfera anti
productivista cuando en la actividad laboral no se involucran ninguno de los supuestos
anteriormente mencionados. Cabe aclarar que no se debe confundir producción con
productivismo pues: -la producción material siempre será necesaria y básica para cualquier
sociedad; el productivismo, la producción por la producción sin importar los objetivos, la
glorificación de la producción como tal, es un fenómeno cultural y social especifico de una
determinada etapa histórica. - -147-

d. Centralidad versus no centralidad del trabajo.

Cuando se habla de centralidad no se está haciendo referencia a la trivialidad que puede denotar
la palabra centralidad. Esto es, que la centralidad no hace referencia al trabajo como algo
necesario para la supervivencia, sino que hace referencia a lo social y cultural, lo que tiene que ver
con que hasta qué punto el trabajo tiene que ver con una instancia básica para la estructuración
de las instituciones sociales y la vida de los individuos. –hay que distinguir claramente, entonces,
entre la necesidad material del trabajo y su centralidad social y cultural. - -147-

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