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I
DIOS Y EL HOMBRE
-'i - i
DIOS Y EL HOMBRE.
ron
MADR1D:-1863. .
IMPRENTA DE J. ANTONIO ORTIGOSA,
Corredera baja, 22', bajo.
PRoLoco.
Dios : so existencia.
2
CAPÍTUL0 II.
Unidad de Dios,
cer tanto ó mas que otro cualquier país del globo, por
– 32 –
El hombre en S0iedad,
(1) At si plures erunt, dice esta ley bárbara, rei terliis mundinis par
tes secanto. Si plus minusve secuerint, sine fraude esto. Si volent, ultra Ti
verim peregrévenundanto.
– 44 —
*) Et quae si aequa non est, me libertas quidem est. Rep. lib. 1.º, pár
rafo 37.
—49 —
sentóá la Convencion Maximiliano Robespierre, se define
así á la libertad (art. 4"): "
" , 1,
, , , , ,
CAPÍTUL0 IX.
1) Eclesiastes,
«. 2.cap. 3,8.v. 12.
cap. . Lo propio
p p viene á decir en sus pro
p
– 55 –
– 70 –
i
(1) Levit. cap. 24, v. 22.
- 74 -
anta la ley, y sin embargo, me negais el voto por mi esca
sa fortuna, la facultad de escribir porque no tengo dinero,
la facultad de asociarme siendo pobie, me poneis por do
quier trabas para que no gane la vida, y para colmo de ig
nominia me llevais á diferentes tribunales que á otros aso
ciados... Sois unos déspotas odiosos.
¡Progresistas! Vosotros, que sois los mas afines á los
demócratas, me decis tambien que soy liberal, igual ante
la ley, apto para todos los cargos y empleos públicos, y no
me dais absoluta libertad de imprenta, ni unidad de fuero,
ni juicio por jurados, ni sufragio universal, porque conser
vais el censo, mas bajo, sí, que el de los doctrinarios, pero
que al fin. es censo, esto es, el privilegio de la riqueza , la
desigualdad, la injusticia, la tiranía... Teneis muchos re
sabios de los moderados .
¡Socialistas por el Estado! ¡Ah! Vosotros me halagais
con una libertad mentira, me prometeis hacerme rico por
la mutilacion de mis derechos inenagenables, es decir, por
medio de la esclavitud; casi sábio por ta omnipotencia del
Estado, que no es mas que el estúpido despotismo, y feliz
por la reglamentacion absurda de la industria, del comercio
y de las artes, que concluiría con la riqueza pública y hasta
con la moralidad social... Sois unos verdaderos tira
nuelos.
¡Comunistas! ¡oh! Vosotros no mereceis que discurra
mos, que raciocinemos un solo instante sobre vuestro siste
ma... Sois, queriéndole aplicar á la sociedad, unos ladro
nes filosóficos.
¡Soy demócrata! y con esto está dicho todo; soy libre
y digno; soy igual á otro hombre, y estoy asi en el pleno
ejercicio de mis derechos inalienables é imprescriptibles,
de esos derechos, que me dió Dios al criarme, que podrá
menoscabarme, asi un tirano, como la soberanía nacional,
– 75 ...—
Propiedad.
Requiere esta materia capítulo aparte, porque es hoy,
digámoslo así, la llave que puede abrir ó cerrar la puerta
de la sociedad, ó de su gobierno,á la idea democrática, á
la idea de libertad igual para todos.
Condenad la propiedad, y habreis hecho el mas solem
ne llamamiento á la barbarie; abolid la propiedad, y habreis
abolido la civilizacion; proscribid la propiedad, y habreis
proscrito la sociedad.
El derecho de propiedad puede, ha podido y debido
modificarse, nunca proscribirse; y porque ni puede, ni ha
podido ni debido proscribirse, por eso no se ha proscrito
jamás en ningun país del mundo antiguo ni moderno, ni
aun en la mas atrasada ranchería de salvajes.
Hemos dicho que el derecho de propiedad puede mo
dificarse; pero cuidado que al hacerlo no se olviden los
principios de libertad y de eterna justicia, porque entonces,
así como con la abolicion se proclamaria el comunismo,
para dar lugar al siguiente dia á la horrenda tiranía, con
la modificacion podria irse en derechura al socialismo mas
ó menos opresor y funesto del Estado. Aquí es donde han
claudicado superiores inteligencias; aquí es donde vemos
á Ciceron, que copió algunas veces á Platon, ó conservó en
su alma reminiscencias de la república estúpidamente co
munista del discípulo de Sócrates sentar con toda senci
llez, como si se tratase de la cosa mas natural del mundo,
las siguientes contradictorias frases: sino se QUIERE NIVELAR
– 77 –
(1) Su enim pecunias aequari non placet, etc. Cic. de Rep. lib. I pár
rafo ó cap.32.
(2) De patrimoniis tolerabile est, licetinjustus. Lact. Instituciones.
(3) Omnis dives aut iniquus aut liers iniqui. San Gerónimo en Jere
mias, 5,26
— 78 –
* ,, ,
,
CAPÍTULOxIII.
•-----
Gobierno,
(1) Para que se vea que no son originales, aunque no menos precio
sas por esto, las dos enunciadas disposicion s, observe el lector lo que
dijeron Horacio y Ausonio.At pueri ludentes Rex eris aiun, si recta fa
cies. (Y los muchachosjugandô dicen: «Serás rey si obras rectamente.
Horacio, libro 1. epist. áMécenas). Qui recta faciel,monqui dominatur, rex
erit. (Será rey,No EL QUE MANDA, sino el que obre rectamente. Ausonio,
libro de los Monosilabos.
– 105 –
(1) Aun entre los romanos, eso que sufrian la plaga de la esclavitud
tenia diferente significacion la palabra pueblo de la depopulacho. Esto lo
vemos clara y terminantemente en Ciceron, cuando nos dice en su Re
pública, lib. I, párrafo 45. Errege dominus, ex optimatibus (*: po
pulo turba el confusio (del rey al déspota, de los grandes á la oligarquia
facciosa, y del pueblo al populacho ó turbas y á lá anarquía).
Con mas razon, pues, que los romanos, podemos nosotros diferenciar
al PUEBLo del PoPULACHo.
Pertenece al pueblo el que trabaja;forma parte delpopulacho el ha
ragan y vicioso.
— 107 —
Sistemas varios.
– 128 –
(1) Consignado en los fueros de Nájera del año de 1076, que dice; si
– 134 –
-,
non potuerit (el habitante de Nájera) fideijusorem dare, non debet comiti
in carcere, set tuntum in palatio regis; el de Cuenca que dice: mando
quod quicunque hominem cum prohibitis armis incluserit pectet tre
centos solidos; et quod homines incluserit,tot trecentos pectel: el de Búr
que dice: neñgun (todo)home que prisiere á otro sin la justicia peche
00 florines; el de Escalona, que dice: homo qui fideijusores dederit, non
sit suspensus nec lrusus in carcere: el de Palencia, que dice: ommishomo de
Palentia, qui fideijusores dedit pro sua pede et sua bona, non sit prcso
corpus suum: el de Aurelia *: de Oreja) que dice: si alguno de los
pobladores de Aurelia oviere con su señor ó vecino, quel haya fecho algun
tuerto, no sea echado en la cárcel, si puede dar algun fiador de sus veci
nos; el deZamora, que dice: aquesté es elfuero é establecimiento que po
ne el concejo de Zamora, que valga por siemprejamas; que los yuices que
fueren, que non pasen mais de como mande el fuero: mengun yuiz men jura
do non sea osado porprender ne por encepará home que hobier valia de C.
maraveaís, como el fuero manda.
Idénticas disposiciones contenian los fueros de Toledo, Córdoba y
otra infinidad de poblaciones.
– 135 –
Comunistas.
¿Qué puedes decir aquí de los comunistas? nos dirá tal
vez algun amigo de ellos ¿No les has calificado ya de la
drones filosóficos? ¡Pobre de tí si llegara el triunfo del co
munismo! ¡Pobre de tí!
Me resigno anticipadamente, cual si fuera el mas fiel
creyente en las virtudes miraculosas del zancarron de Ma
homa, con mifutura suerte, mas que ella sea la de perder
el pescuezo en la guillotina óá manos de un robusto y fe
rocísimo comunista; pero esto no obsta para que, amigo
como soy ante todo de la justicia, dé á cada uno lo que es
suyo. Esa calificacion de ladrones filosóficos no se la doy
mas que á los que quieren imponer el sistema comunista á
la sociedad. Los que quieren el comunismo para ejercitarle
voluntariamente entre sí, sin pensar siquiera en imponér
sele á la sociedad, esos no son ladrones filosóficos, siendo
cuando mas unos infelices. .
Pero Platon pidiendo tierra y hombres al tirano Dio
nisio de Siracusa, para que estos viviesen segun su Re
pública, será, ademas de un soñador y partidariode la mas
inmunda tiranía, un verdadero ladron filosófico (1).
no a p
-
CAPÍTULO XVIII.
Socialistas,
(1) Véase como alaba Luis Blanc el proyecto de robo del gran ciu
dadano C. Teste.—«En mayo de 1833públicó un gran ciudadano, lla
mado Mr. Teste, un proyecto de constitucion que tenia por bases los
dos artículossiguientes:"Todos los bienes mueblès é inmuebles, situados en
el territorio nacional óposeidos fuera de élpor los miembros de la socie
dad,pertenecen al pueblo, al cual solo compete la facultad de distribuirlos.
El trabajo es una deuda que todo ciudadano valido tiene contraidacon laso
ciedad. La ociosidad debe ser reprendida (¿nadamas que reprendida?) como
un vicio, y como un inagotable origen de malas costumbres. Todas las dis
posiciones del proyecto llevaban el sello de este denodado y noble puri
tanismo. Mr.CárlosTeste establecía juntas de reformadores, encargadas
de velarpor las costumbres del pueblo y de hacer depender del cum
plimiento de los deberes del hombre de bien el ejercicio de los derechos
del ciudadano.» - -
¿Y con este?
¡Voto al chápiro! ¿Pues y este periodista, que no está
subvencionado por el gobierno...? ¿Qué quiere W., amable
jóven? -
«¿Pues cómo es, tal vez nos digan algunos socialistas, que
tan á menudo falta en algunos centros industriosos de la
Francia?». Atribuidlo ante todo al sistema fiscal de este
país, á su sistema tributario, á su sistema protector, fu
nesto yverdaderamente socialista.
«¿Y porqué falta en Inglaterra?». Atribuidlo á sus diez
mos y mayorazgos, á sus odiosos privilegios y á la amorti
zacion de la mayor parte del territorio mas qué á la guerra
y á otras calamidades. La Inglaterra es un magnífico pais,
goza de un sistema envidiable de gobierno... pero es para
los ricos.
«¿Y por qué falta en algunos puntos de Alemania?»
Atribuidlo principalmente á que allí tiene todavía el feu
dalismo profundas raices, á que allí la revolucion, en el
buen sentido de esta palabra, apenas se ha dejado sentir
sobre la superficie de la sociedad.
Reasumamos. La libertad en todo es la que proporcio
na trabajo, riqueza y comodidades á todas las clases so
ciales, empezando por las opulentas y concluyendo por las
pobres. La reglamentacion, la proteccion, la esclavitud,
en fin, no proporciona mas que envilecimiento, pobreza y
hambres.
La libertad hace milagros.
La esclavitud produce sus naturales y amargísimos
frutos.
¿Quién no vé lo que ha hechola libertad, menguada y
todo como es, entre nosotros?
¿Creeis, fabricantes de sociedades, que la humanidad no
marcha rápidamente por las vias del progreso cuando la
sirve de guia la libertad?
Estais ciegos, ó cuando menos obcecados, si tal despro
pósito sosteneis.
Desde 1833 á la fecha ha corrido la España mas que
– 175 -
haber sido quemados algunos herejes por el pueblo sin aguardar la decision
de ninguna autoriaad civil ni eclesiastica: se quemaron herejes, segun
uede verse en los histornadores eclesiásticos, por los concilios, no de la
glesia, sino provinciales ó locales, de Soisson de 1119, de Paris de 1201,
de idem de 1220, de Coñac de 1262, de Paris de 1310 y de otros hasta
que Cárlos IXy su madre Catalina de Médicis no quériendo hogueras,
por ser ellas un medio lentoy costoso de estermino, decretaron el hor
rendo degüello de la noche del 24 de agosto de 1572.
(1) La senda de los justos como luz que resplandece, va adelante y
crece hasta el dia perfecto.
Salomon. Prov. cap. 4°vers. 18.
— 183 -
Pero oigamos como discorren algunos predicadores del
terror.
«La mala yerba hay que arrancarla para que se desar
rolle convenientemente el trigo.»
¿Pues no conoceis que pueden aplicaros á vosotros la
misma calificacion de yerba mala?
«No importa: al que mas pueda.»
¡El derecho del mas fuerte proclamado á la faz del
cuerpo social! Pues en este caso... ¡á Dios libertad! ¡á
Dios justicia! ¡á Dios sociedad!
«Es que nuestro objeto no es otro que confundir, es
terminar á los malos.»
Es que, suponiendo que lo sean, y suponiendo que pu
dierais, saldría un vengador de sus huesos.
«Le mataríamos.»
En este caso tendríais que realizar lo que decían los
realistas en i 823: esterminaremos hasta la cuarta genera
cion... ¿Y sus partidarios? ¿Cómo os librarais de ellos? ¿O
ereis que Syla y Mario, por ejemplo, vengaron á sus pa
rientes>?
«No dejaríamos un partidario vivo.»
Considerad qne la injusticia y el terror hacen salir á mi
les los partidarios de entre los indiferentes.
«No tendríamos piedad de nadie.»
¡Qué atrocidad! ¿Pues no os llamais hermanos de todos
los hombres? ¿Pues no nos hablais todos los dias y á todas
horas de la ley de la solidaridad entre los hombres y los
pueblos?
«¿Y eso qué importa? Atropellaremos por todo, porque
nuestro objeto es purificar la sociedad» arrojar de ella cuan
ta maleza encierra, para que luego marche con toda regu
laridad y armonía, para que luego sea un delicioso y ver
dadero Eden.
- 184 -
¿Si...? ¡ea pues! la idea me va pareciendo magnífica;
pero veo es mas que ¡dea: es todo un invento. El hacer fe
liz á una sociedad, degollando antes á troche y moche en
nombre de un principio es en verdad un descubrimiento ad
mirable, portentoso, digno al fin de esa felicidad social que
pensais proporcionarnos, aun cuando ni á tiros queramos
tragarla.
¡A degollar! ¡á degollar!... Sepamos el santo y seña.
¿Adoptais el lema de los agermanados de Valencia contra
los nobles? ¿e.1 de Fuché y otros traidores de la Convencion
contra los aristócratas por aspirar ellos á ser tales aristó
cratas? ¿ó él ¡pink! ¡pank! ¡matadlo todo! del hermano
Tomás Munzer?
Con este, con aquel ó con el otro lema, ya puede em
pezar la degollacion, sino heródica, revolucionaria ó nea,
que tambien hay neos degolladores, terroristas y bebedo
res de sangre.
¡Pero caramba! ¿Quién se deja degollar, teniendo cin
co dedos en una mano y otros cinco en la otra?
¡No están presos ni tampoco atados los previamente
condenados á la dulce operacion del despescuezamiento! ¡Ni
siquiera tienen el cuello de la materia del nabo ó de la za
nahoria! ¡Enorme dificultad! ¡Ohl ¡si por fin no hubiera
otras!
«¿Y quién es el guapo que se acerca á mí? dice el
condenado á muerte, desenvainando un enorme espadon, ó
montando un rewolver de seis tiros: ¡atrás! ¡ó vive Dios
que abraso las entrañas, ó parto en canal al que se acer
que á mí!»
Y como la humanidad es buena en general y cada dia
irá mejorando mas y mas, los indiferentes y los pacíficos, y
los niños y las mujeres, y los ancianos y hasta los impe
didos, todos, todos, se ponen de parte de los condenados á
— 185 –
Gándara, en los que entraba hasta la buena fé, que para nosotros no es
mas que el crédito personal. Y tan exacto es esto, que el mismo Gánda
ra dice, como allí puede verse: de cuyo modo encontraban y tendran to
dos dinero de sobra para todo cuanto quieran emprender.
(1) Hé aquí lo que dice el preámbulo de la Constitucion de 1812:
26
Aquí casi todos, indistintamente , de este ó del otro
partido, hablan y escriben mucho de Smit y Say, muy po
cos ó ninguno de Zabala.
Muchos ensalzan y subliman hasta las nubes á los Luis
Blanc, los Considerant , los Leroux y demás mutiladores
de los derechos del hombre, demás absolutistas de nuevo
cuño; muy pocos á nuestros liberales.
Muchos iuvocan, ya para esto, ya para lo otro, la pro
teccion, muy pocos la libertad en todas sus manifestaciones.
Muchos hablan y vuelven á hablar de estos y los otros
derechos sin definir ninguno; muy pocos de la justicia, re1-
conocida en la única fuente que la produce, en Dios.
Muchos de franceses, ingleses y alemanes, muy pocos
de españoles.
¡Oh patriotismo sublime! ¡De lo que eres capaz cuando
estás supeditado á la noble pasion de la envidia!
No es nuevo á la verdad este mal entre nosotros. Aun
que no fuera mas que por esto no nos coge de susto; y
así es que, como si tal cosa sucediese, seguimos nosotros
nuestra marcha, sin miedo á nada ni á nadie, sin conside
racion tampoco hácia nadie ni hácia nada, y sin que nos
arredren estos ni los otros obstáculos. Buscando la verdad,
teniendo por norte la justicia y por fin la libertad, ¿cómo
hemos de sorprendernos, amilanarnos ni arredrarnos por
nada?
(1) Creemos muy del caso hacer aquí ver al lector cómo se esplicaba
Gándara contra la sopa de los conventos y sus consecuencias: «Mientras
haya sopa en los conventos, no faltarán mendigos en España.» (El bien
ei mal de España, cap. 43). «No hay cosa mas edificativa que la sopa
iaria que reparten las comunidades en sus porterías y la limosna que
hacen los obispos delante de sus palacios, mas tampoco hay mayor segu
ridad ni mas grande aliciente para echarse muchos á mendigos. El tra
bajar es cuesta arriba: el holgar y vagamundear con seguridad de sopa
aquí por la mañana, sopa allí nácia medio dia, sopa allá por la noche, y
sus cuartejos al paso para vino y tabaco es vida muy deliciosa.» (La
misma obra, cap. 88.)
Recomendamos estos y otros pasajes á los absolutistas, que creen que
solamente los liberales de ahora condenan la sopa de las porterías, tan
alabada por ellos, sin duda para tener envilecido y tiranizado el pueblo.
CAPÍTULO XXI.
(1) Libro de los Proverbios: cap. 8º: v. 11, 12, 18, y 19.
(2) Santiago: Epistóla católica,ºv. 1.° al 12.
3) . Epístola de San Pedro, cap, 5°v. 2.
San Mateo: cap. 7, v. 15.
– 211 –
su gloria es para confusion de ellos, QUE solo GUSTAN DE Lo
TERRENo (1). -
(1) Oigamos lo que dice el jesuíta Mariana: aSi los delitos eran de
mayor cantía (va hablando de los llamados de heregía y apostasia) des
pues de estar largo tiempo presos, y despues de atormentados, los quema
ban; si ligeros, penaban á los culpados con afrenta perpéfua de toda su
familia. A no pocos confiscaron sos bíenes, y los condenaron á cárcel
perpétua: á los mas echaban un sambenito, que es una manera de esca
pulario de color amarillo con una cruz roja al manera de aspa, para que
entre los demás anduviesen señalados y fuesen aviso que espantase y es
carmentase por la grandeza del castigo y de la afrenta..; Publicó el di
cho inquisidor mayor edictos en que ofrecía perdon á todos tos que de su
voluntad se presentasen: con esta esperanza dicen que se reconciliaron
hasta 17,000 personas entre hombres'y mujeres de todas edades y esta
dos: DOS MIL PErSONAS FUErON QUEMADAS, SIN OTRO MAYOR NÚMERO de IOS que
se huyeron en las provincias comarcanas.»
Uistoriu de España, lib. 24, cap. 17.
(2) El auto de fé en que fueron achicharrados el doctor Cazalla y
sus compañeros fué pedido y presidido por Felipe II, y en aquella oca
sion terrible pronunció este, segun todos los historiadores, las siguientes
crueles palabras. Si mi único hijo Cárlos no fuera buen católico , yo mis
mo llevaría sobre mis hombros leña para la hoguera que halria de devo
rarle. . . ...
– 213 –
Y dijéronle: Bien ves que tú eres ya viejo, y que tus hijos no andan
en tus caminos: Establécenos un rey que nos juzgue como lo tienen to
das las naciones
Desagradó á Samuel este razonamiento porque habian dicho: «Danos
U110 que nos juzgue.» Y Samuel hizo oracion al Señor. . • , •
Y dijo: Este será el derecho del rey que ha de mandar sobre vosotros.
Tomará vuestros hijos y los pondrá en sus carros,y los hará sus guar
dias de á caballo y que corran delante de sus coches.
Y losharásustribunos,y centuriones,y labradoresde sus campos, y
segadores de sus mieses y que fabriquen sus armasysus carros.
tambien á vuestras hijas sus perfumeras, sus cocineras y pa
D130162I'3.S,
28
– 218 –
" (1) Non est enim causa conversionis, ubi in suo quisque est gradu fir
miler colocatus; el non subert quo precipitet ae decidat (No existe causa
para una revolucion allí donde cada cada uno tiene seguridad en su gra
do ó clase, no vé de bajo de él abismos en que caer.
e
Ciceron. Rep. lib. 1.°45. -
– 221 –
— 233 –
nos dá un rey que reine, sino un rey que nos mande; una
relijion verdadera, sino desfigurada, y una patria libre y
digna, sino envilecida, esclava, socializada y presa de la
desigualdad de derechos, del monopolio y de la injusticia.
Libertad y órden. ¡Que hermosas palabras las que se
leen en la bandera del partido moderado! Debemos sin em
bargo advertir ante todo que sobra la última, porque la li
bertad produce el órden, y proscrita la libertad en un pue
blo, lo que le queda es el desorden, la irregularidad, la
perturbacion, el despotismo mas ó menos fuerte, mas ó
menos funesto.
Es cuando menos redundante el lema del partido mo
derado; pero esto podia pasar: con lo que no pueden con
formarse los pueblos es con su libertad, que es la libertad
mistificada,la libertad mutilada, la libertad concedida al
dinero y negada al talento y á la pobreza honrada y la
boriosa, esto sin perjuicio de hacer, ya brutal, ya hipócri
tamente, que el favorecido con esa libertad la ejerza águs
to ysatisfaccion de los imperantes; y menos pueden con
formarse los pueblos con el órden de los moderados, por
que en resumidas cuentas no es otra cosa que el silencio
del que obedece, mas que vea pesar la injusticia sobre su
cabeza.
El órden es el producto lójico, natural, imprescindible
de la libertad, porque esta es la armonía en la sociedad,
hija del ejercicio pacífico y libre de todos los derechos por
todos los asociados, y ella hace que la justicia reine como
soberana y con entera igualdad lo mismo sobre el pobre
que sobre el rico, lo propio sobre el sábio que sobre elig
norante, idénticamente arriba que abajo.
El órden significa regularidad, armonía, método, con-
cierto, perfecta y justa colocacion de las cosas. Ahora bien;
¿diríais que había método, concierto, armonía, verdadero
30)
– 234 –
>\ ' r
i.
♦
CAPÍTULO XXIII.
— 242 -
«Es preciso que el pueblo sea legislador directo, dicen
los novatores ó innovadores: ¿por qué se le ha de obligar á
que nombre representantes, si él puede representarse per
fectamente? ¿Por qué ha de nombrar diputados que le
vendando no le defiendan con toda fidelidad? ¿Por qué no
ha de hacer las leyes en derechura, y ha de compelérsele
á que nombre ó designe los que se las hagao, para venir á
parar al fin en que no se las hacen á su gusto?»
Concluid ante todo, tenemos que contestar á estos ami
gos de novedades, con la gran patria que se llama España,
Francia ó Inglaterra, y sustituidla con' el egoísta urbs, que
se llama Madrid, Paris y Londres, y despues que hayais
hecho esa buena obra, teneis que hacer otra no menos
buena; reducir la ciudad á su mas mínima espresion, por
que si en Roma populosa hubo comicios, dificultamos mu
cho que pudiera haberlos en Madrid de 350,000 almas,
cuanto mas en Paris y Londres de uno y tres millones res
pectivamente, mediante á que allí la idea de conquista
ahogaba, digámoslo así, los tumultos que aquí produciría
la aglomerada muchedumbre, desarrollándose mil con
trarias y vituperables pasiones, además de que la repre
sentacion, hija de la eleccion libre y llevada á cabo por di
versos distritos ó mesas, que alejen el atolondramiento, la
peligrosa seduccion por el fuego de la oratoria ó la intimi
dacion brutal de las turbas poco ilustradas, es conveniente
y mas que conveniente de todo punto necesaria á los gran
des pueblos: es la representacion, generalmente hablando,
mas ilustrada que lo representado, considerando á esto en
conjunto, mas serena para el consejo, mas cuerda para la
discusion, y ella ofrece mil veces mas garantías de acier
to, mas probabilidades de buscar la verdad, mas seguri
dad de encontrarla en bien de la patria que el sistema de
la plaza pública, que por lo regular no es mas que el sis
— 243 -
tema (si tal nombre puede dársele) del ruido, del estrépi
to y de la coaccion turbulenta y gritadora.
No combatiremos (y al hablar aquí de este modo, claro
es que hablamos en el vasto terreno de la ciencia política,
no refiriéndonos ni al sistema que hoy rige en España ni al
de cualquier otro país), á los que quieren que en determi
nadas circunstancias y para ciertas leyes ó medidas, se
apele de los representantes al pueblo, á fin de que este, por
medio de un si ó un no, dé su sancion ó dé su desaproba
cion; pero para esos casos y para todos los sistemas de go
bierno estamos mejor por la facultad que se reservaban
nuestros pneblos con voto en Cortes, de retirar los poderes
á sus procuradores cuando lo tuvieran por conveniente, y
de cualquier modo exigirles cuenta del uso que hubieran
hecho de ellos, porque esto indudablemente haria que los
representantes fuesen en todo y por todo el eco fiel de sus
representados, no los especuladores políticos para sí, ni los
agentes de diez ó doce intrigantes á quienes tengan pre
cision de contentar.
Convengamos, pues, en tres cosas: primera, en que el
sistema de la plaza pública, ó sea de legislar el pueblo di
rectamente no ofrece una novedad, como que en lo anti
guo, segun dejamos dicho, se practicó en Atenas, Roma y
otras partes, y hoy mismo se practica en los cantones pri
mitivos de la Suiza; segunda, en que ese sistema no puede
elevarse á la práctica á no ser en pueblos cuyo territorio
sea tan reducido como el del principado de Kinipausen en
Alemania junto á la república de Bremen, que solo cuen
ta con diez ó doce leguas cuadradas de superficie y su ve
cindario es tan pequeño como el de los Carabancheles ó
Guadarrama; y tercera, que ese sistema no ofrece las pro
babilidades de acierto que el de representacion, de suyo
mas imparcial y sereno y hasta mas exento de coaccion.
— 244 —
Es preciso sentar aqui una proposicion indubitable: un
buen sistema de gobierno, un sistema de libertad, no de
pende de que las leyes las haga el pueblo directamente ó
por medio de representantes; depende, sí, de que se reco
nozcan y se respeten, ya bajo de esta, ya bajo la otra for
ma, los derechos inenagenables del hombre. Un canton de
la Suiza de los que gozan del sistema representativo, tiene
con él tanta ó mas libertad que cualquier canton primitivo,
que puede tener el sistema directo, porque llevará á sus
asambleas dos ó tres mil legisladores á lo sumo: no es me
nos libre el pueblo noruego con su democrático Storthign, ó
Asamblea nacional, de dos Cámaras, que cualquier canton
suizo, sea de los primitivos ó de los que se confederaron
despues de las sangrientas batallas de Morgarten y de Mo
ral (1), y todo el mundo sabe que, aparte de la mancha de
la esclavitud que ennegrece el brillante cuadro qwtofrece
al mundo la república de los Estados-Unidos, estos gozan
de sistema representativo, así en Washington, capital de la
federacion, como en cada uno de los Estados que constitu
yen esta.
El pensar hoy en el sistema de la plaza pública de
Atenas ó de Roma, seria pensar en la disolucion de la pa
tria, llamada España, Francia y aun si se quiere Europa, y
pensar tambien en que la libertad fuese sustituida por el
producto natural, siempre funesto, de la gritería, de la
amenaza, de la bulla, de la coaccion y de las impresiones
del momento. ¡So hay que darlo vueltas: en los pueblos
pequeños tiene mas garantías la libertad con el sistema re-
V
- 260 –
CAPÍTULO XXV.
Mecanismo gubernamental para la sociedad. Equilibrio. Ad
ministracion naeional, provincial y municipal.
Partidarios ardientes y sinceros del gobierno ó sistema
representativo, el mas sábio sin disputa de todos los siste
mas, y el único conveniente y posible á los pueblos gran
des, vamos á dar una idea de su mejor mecanismo, dejan
do á salvo lo que podemos llamar la cúspide de toda la
obra, ya sea esa cúspide un monarca, ya lo sea uno que se
llame presidente de una república.
El mecanismo de ese sistema estriba en la marcha ar
mónica, y por consiguiente justa de un pais, manifestada
por la triple vida social, llamada:
Administracion nacional.
Administracion provincial.
Administracion municipal.
La primera representa los grandes intereses de la pá
tria; la segunda representa los de una comarca, en donde
los de los que la habitan son idénticos ó muy parecidos;y
la tercera representa los de localidad, los mas cäros sin
duda al hombre, porque son los que mas de cerca le ata
ñen y porque ve con ellos el cielo bajo el cual nació, la at
mósfera á cuya influencia se desarrolló y el suelo donde
generalmente reposan las sagradas cenizas de sus padres,
deudos y amigos, y donde generalmente tambien reposa
rán las suyas.
En el mecanismo ese está viviendo el pais arriba, aba
jo y en el medio; abajo por el municipio, en el medio por
.. – 271 –
(1) La que dieron las Córtes de aquel año para el régimen de los
ayuntamientos, diputaciones provinciales y gobiernos políticos.
—277 –
(1) En uno de los cantones suizos existia aun la bárbara prueba del
1Oeral,
to 1848, época en que fué abolida por los esfuerzos del partido
– 285 —
CAPÍTULO XXVII
Economistas. libre tambistas no liberales. Proteccionistas
liberales. De Gándara á Bastiat. (1)
ser demócrata; deja de ser esto desde el instante mismo en que se decía"
ra partidario del proteccionismo, porque este ataca la libertad de la in"
dustria, y por consiguiente el derecho de dedicarse el hombre al tráfico
que mas le convenga para ganar la vida , esto sin perjuicio de que el
proteccionismo uo es otra cosa que el monopolio á favor de unos pocos en
contra del cuerpo social, es decir, la injusticia permanente y escan
dalosa.
No negaremos nosotrosque en determinadas circunstanciaspuede Ter
se obligado un gobierno á decretar la proteccion para esta ó la otra indus
tria. inclusa la agrícola, pero será por aquello de snlus popkli suprema
lex cto, no como ley, como regla permanente en el Estado; será un re
medio á males pasajeros y para evitar otros mayores, como sucede con
las dictaduras, de las que no se puede prescindir en las crisis terribles
por que pasan algunos pueblos. .
– 301 —
edicto en que mandó, que las leyes detodas las aduanas, que no se ha
bian divulgado hasta èntonces, se escribieran públicamente, y que des
pues de pado un año nopudiesen pedir á nadie si algo hubiéran olvi
dado. (Eodem anno crebis populi flagitationibus. immödestiam publicano
rum arguentis, dubitabit Nero, an cuncta vectigalia omitti juberet itque
PULcHERRIMUM. DoNUM GENERI Molar.ALUM DAREr. Sea impetum ejus, multum
prius laudata magnitudine animi, attimuere senatores, disolutionem impe
rii docendo etc., ergo edicit princeps, ut leges cujusque pubtici oculta ad
id tempus proscriberentur, omissas petitiones non ultra annum resu
merent.
Tácito. Anales. Libro 13,50 y51.
- 303 -
rales respecto de las cosas y serviles respecto de las perso
nas, esos no son amigos de la libertad, y por consiguiente,
de la justicia; esos no pasan de ser unos egoístas, unos
partidarios vergonzantes del repugnante principio utilita-
rio, unos predicadores interesados de los bienes materiales,
cuyos frutos inevitables son ; halagar los sentidos y llevar
al alma por el camino de la inercia, para envilecerla y con
cluir por esclavizarla.
Proteccionistas liberales y libre- cambistas reaccionarios,
unos y otros representan en sus denominaciones lo antitéti
co, lo absurdo, lo contraproducente; unos y'otros están de
finidos perfectamente con solo denominarlos; unos y otros
no pueden llamarse propiamente partidarios de la libertad,
porque no lo son, y unos y otro= no tienen derecho á que
les llamemos amigos de la justicia, porque no lo merecen,
porque la desconocen en su esencia, porque se desen
tienden de ella en sus opiniones y la desprecian y vilipen
dian en sus escritos y discursos.
Acaso diga alguno al leer lo que llevamos dicho en este
capítulo, que nos encontramos en un terreno un tanto de
clamatorio; y como somos enemigos mortales de la decla
macion, por lo mismo que nos consideramos ardientes apa
sionados del razonamiento, vamos á ver si con razones, al
propio tiempo que probamos hasta la evidencia lo que de
jamos sentado, demostramos la justicia y con ella la conve
niencia de la libertad de comercio, parte inseparable, ca
pítulo que no puede desprenderse de ese don del cielo, de
esa cosa sin la cual el hombre ni es ni puede ser digno
ante el criador ni ante el hombre, de ese bien magnífico
que se llama libertad en todo y para todos.
Procuremos ante todas cosas dar una definicion exacta
del proteccionismo y del libre-cambio.
El libre -cambio consiste en no impedir que recorran
– 304 --
»No son tanto para ganar ochos ó dieces por ciento (in
teresillo que por sí solo no vale un bledo), cuanto para te
ner en ellas y en sus libros de asientos un tesoro de policía,
un depósito de luces,un conocimiento práctico, una prueba
esperimental y unapauta segura por donde se arreglan con
acierto los generosy frutos de estraccion y de introduccion.
» Esto es lo que produce, no ochos ni dieces por ciento,
… sino miles por uno. La avaricia de lo otro cierra los puer
tos de mar y estanca el comercio de tierra.
» No es preciso juro de heredad lo que se saca de las
aduanas. Son presentes voluntarios, que retira la mano del
conterciante en llegando á no hallar su cuenta.» (1)
No concluiremos de hablar de Gándara, sin consignar
aquí, que no solo defendió la mas ámplia libertad de co
mercio, así interior como esterior, sino que tambien pidió
resueltamente y con todo conocimiento de causa (admí
rense nuestros lectores) la libertad de imprenta con el es
tablecimiento de periódicos y puede decirse tambien que la
de enseñanza (2). ,
dosy gente de carrera, llamada científica, que no valen para nada, está
el muñdo lleno. El saber está en saber, y la ciencia de todas las cosas
consiste en haber nacido para ella y con las semillas en la cabeza. Para
quien quiere estudiar y sāber, todo el mundo es universidad y todo es
tudio es carrera. El hombre mas ápropósito y mas capaz de restablecer
la monarquía, que conozco yo hoy en España, nada inferior á los Pites,
jamáspisó losas de universidad,jamás concurrió á estudio ni á academia
alguna, nijamás saludó á los nominativos de la latinidad ni de otra len- "
gua ex-científica nivulgar.» El bien y el mal de España, 91.»
¡Quéideas mas hermosas emitidas en 1759! -
– 318 –
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CAPÍTULO XXVIII.
Milicia nacional.
turosa Suiza.
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CAPITULO XXIX
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(1) Salomon. Proverbios, cap. 19, ver. 18. En verdad que, viendo es
to, no comprendemos como Tacito asienta en sus historias líb. V, ha
blando de losjudios, que lo primero que entre ellos se enseñaba era á no
estimará sus padres, hijos y hermanos (parentes, liberos, fratres villia
habere),y mas nos estraña el juicio del historiador romano fijándonos en
el hermoso ver.26, del mismo capítulo delos Proverbios, que dice así:
«quien aflije al padre y ahuyenta á la madre Es INFAME é infeliz.»
(2) «Por el dicho de Dos ó TREs testigos perecerá el que fuese muerto.
A NADIE se le quite la vida siendo UNo sólo el que atestigue oontra él.
Deuteronomio, cap. 17, ver. 6.
(3) Sea 1GDAL la justicia entre vosotros,ya fuese estranjero ya ciu
dadano el que pecare;porque yo soy el Señor Dios vuestro. Levítico,
cap. 24, ver.22. "
— 351 —
padre puede matar al hijo, ¿no es cierto que la pena de
muerte debe prodigarse con una indiferencia atroz? Y don
de no se puede matar al hijo, ni intentar siquiera el hacer
lo, ¿no es «ierto tambien que la dignidad humana se halla
bastante respetada, y que con ello se tiene mucho adelan
tado, sino para proscribir el patíbulo, para hacerle menos
comun?
Evidente es que no estuvo abolida la pena de muerte
en Judea; pero de presumir es tambien que no se aplicó
con tanta frecuencia como en Atenas y en Roma, especial
mente hasta que en el Atica se puso en práctica la lejisla-
cion de Solon, y en la ciudad de Rómulo se promulgaron
primero la ley Valeria concediendo tan solo al pueblo la
facultad de decretar penas capitales, y segundo la ley
Porcia, por la cual se estableció que ningun ciudadano
romano sufriese pena de muerte, conmutándosela por la de
privacion del agua y del fuego, que no era otra que la del
ostrasismo, sufrido por unos fuera de Italia y por otros en
algunas de sus provincias.
Preciso es con todo tener en cuenta que si Roma logró
la ley Porcia, ley bieu pronto violada por Mario y Sila en
sus sangrientos consulados y odiosas dictaduras y (lo que
es mas de estrañar) por el jurisconsulto y guardador de
las leyes Ciceron, cuando la conjuracion de Catilina, no por
eso hay que creer que la pena de muerte por delitos co
munes, estuvo abolida un solo dia entre los dominadores
del mundo: la ley Porcia, que tanto honra al pueblo ro
mano, proscribió la pena de muerte por delitos políticos,
á fin de que el furor de los partidos y el inestinguible odio
entre la aristocracia y la plebe no ensangrentase el terri
torio de la república, pero de ninguna manera la abolió
para los delitos comunes, ya porque la ley de las doce tablas
contra los parricidas y otros grandes delincuentes siempre
— 352 –
(1) Montalembert
– 367 --
(1) Teodosio.
47
– 370 –
diente del Estado por lo que este pueda darla para su sos
tenimiento material, que ciertos documentos que emanan
del jefe visible de esa misma Iglesia, no puedan circularo
por España, Francia, Austria y otros paises, sin el evequa
tur del poder civil? ¿no se sonrojan en su calidad de cató
licos de que ese exequatur se pueda conceder ó negar? ¿no
se avergüenzan de que salga uno de esos pobres regalis
tas con su cabeza llena de estúpidas reminiscencias acerca
de lo que hizo Felipe lI con este Papa, ólo que dejó de
hacer Felipe V con el otro, para venirá parar en impedir
á un obispo que funcione dentro del círculo de sus atribu
ciones, eso que lo está haciendo porque asíse lo ordena el
vicario de Cristo, así se lo manda la religion y así se lo dic
ta su concencia? ¿y no se abochornan y hasta se encienden
en santa ira, por último, al ver que un senador ó un dipu
tado sube á la tribuna, y constituyéndose en acusador pú
blico sobre cosas que deben ser sagrada propiedad de la
Iglesia, truena porque esta en uso legítimo de sus faculta
des exige tanto por un bautizo, tanto por un entierro,
tanto por una boda, tanto por este servicio, tanto por el
otro, etc., etc.?
Sea libre la Iglesia, y así estará en la plenitud de su
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dignidad.
Sea independiente la Iglesia, y así estará en el lleno de
sus atribuciones. . .
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— 381 –
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CAPÍTULO XXXI.
Deberes de un pueblo para con los demás pueblos.
Al hombre, adorando al Criadór en su calidad de cria
tura, le gobiernan las leyes religiosas: al hombre, en sus
relaciones con la sociedad, le gobiernan las leyes políticas,
civiles y criminales: al hombre, colecciodado en pueblo,
le gobiernan, para entenderse con los demás pueblos, las
leyes llamadas internacionales, le gobierna, por otro nom
bre, el derecho de jentes. - -
. De pueblo á pueblo.
De nacional á estranjero, y vice-versa.
Los deberes de un pueblo para con otro pueblo, se en
cierran en la siguiente máxima: reciprocidad en todo lo que
sea útil y justo.
Los deberes de un nacional para con un estranjero los
abarca perfectísimamente esta sola palabra: hospitalidad.
Los deberes de un estranjero para con el pais en que
se halla, les espresa bien esta sencilla frase: respeto hasta la
relijiosidad á las leyes y costumbres del pais donde se vive.
El mundo marcha, la civilizacion cunde, y esta hace
que el derecho lleve en todas sus manifestaciones el sello
de la eterna justicia con mas pureza que en todos los tiem
pos que pasaron. - - -
(1) Goria fué un cantante francés, que habiendo tenido que abando
nar el teatro de Madrid por lo mal que desempeñaba sus papeles, acudió
á la prensa estranjera, tratando al público madrileño de ignoranteº
estúpido,y en todos conceptos indigno de poseeer un artista de su ele
vadísima talla.
– 389 –
bles) cuya fama póstuma será bien escasa, por mas que ha sido traduci
da átodas las lenguas con grandísimas ganancias de su parte, ha publi
cado unas Memorias de su vida en que trata á nuestro pais y á nuestros
mayores como pudiera hacerlo uno que acabára de llegar de la China y
entrase por primera vez en España, eso que asegura que visitó nuestro
suelo cuando jóven, sirviendo supadre en el ejército de Napoleon Bo
naparte.
— 391 —
i
ni o
CAPÍTUL0XXXII.
(1) Véase segun un documento del siglo nono l s servicios que cier
tas familias de Pravia, que eran de la propiedad de la Iglesia ú obispo
de Oviedo, tenian que prestará este. «La familia de Gormando, dice el
documento, está obligada á prestar el servicio de tener espeditos los ca
minos por donde hubiese de ir el obispo, limpiar las letrinas ó sitios in
mundos y hacer cuanto se la mandase (totum servitium facere): la fami
lia de Veremundo Ectar está obligada á pescar en el Nalon para elobis
po: las familias de Juan Flaginit y de Martin Villitit lo están á pescar
en el mar: la familia de Roman Nunniz lo estáá ocuparse en los traba
jos de carpintería: la de Velliti García ó Garcíaz tiene la obligºcion de
regar, trasportar nueces á Oviedo, estraer el aceite de ellas, arar y sacar
raices para quemar: la de Gomargo está obligada á hacer redes, salar los
pescados, etc.»
Causa verdadero rubor la sola lectura de estos documentos. Libro an
tiguo de testamentos en la catedral de Oviedo.
¿Si serán estos los tiempos que los neo-católicos llaman suyos, para
presentarlos á la sociedad actual como modelos
–407 —
(2) Otrosí: Tengo por bien que los judios que son idos á morar á
otros señorios, que vengan á morar cada unos á los mis señorios dó son
pecheros, émando que los concejos é oficiales que los amparen é los defien
dan, que non recibán tuerto ninguno.
Cortes deValladolid de 1325, reinando Alonso el onceno,
– 412 -
(1) Peticion 55
(2) Peticion 59.
(3) Peticion 6l.
(4) Es hasta no mas interesante al objeto que nos hemos propuesto
en este capítulo, trascribir aquí lo que los representantes del pueblo
djeron á Cárlos I en las cortes de Valladolid de 1518, segun el obispo
Sandoval, historiador que no podrán calificar de parcial los actuales
sistemáticos adversarios del réjimen representativö, Dice así: «Juntos
losprocuradores del reino en Valladolid hicieron un razonamiento muy
acordado al rey, respondiendo á lo que el obispo de Badajoz, presidente
- m -
Pero teninn que venir nuestros comuneros con sus ideé*
levantadas y grandes concepciones á probar que la liber
tad no era ni habia sido durante siglos una planta exótica
en E-|>aña; y si aquellos heroicos hombres sucumbieron en
I,i noble demanda á que se consagraron, ron su muerte nos
legaron dos tirulos gloriosos y de inmensísimo valor: l.°el
que nos coloca, aparte de la justicia que nunca prescribe
y siempre vale mas que todos los títulos, en el terreno his
tórico para pedir y sostener un gobierno representativo
wt — ... . ; f : ,
(1) Con esta conquista echaban los comuneros por el suelo todo el
sistema feudal referente al nombramiento de justicias por los llamados
señores de los pueblos, reemplazándoles por el sistema democrático.
54
– 426 –
(1) ¿No es una gran vergüenza para nosotros que los comuneros pi
dierán hace tressiglos y medio una administracion dejusticia mil veces
mejor en todos conceptos y en todos los terrenos que la que hoyte
nemos? -
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sueldos (1). . -
-------------------------
vesinos.»
El de Jaca está aun mas terminante sobre el asunto,
pues dice en su latin bárbaro: El quod nulos eco vobis se
deat captus (y ninguno de vosotros sea preso) dando fidan . - "
zas de vestro pede (1).
Porque, si cabe, está mas esplícito qne el de Jaca el
fuero de Palencia, volvemos á consignar aquí su disposi
cion: Omnis homo de Palentia qui fideijusores dedit pro sua
pede el suabona non sit preso corpus suum.
Las leyes generales para garantizar mas y mas la li
bertad civil del ciudadano de Castilla, se dieron durante
los reinados de Fernando IV y su hijo Alonso el onceno, en
las cortes de Valladolid en 1307 y 1325. " " -
¿Quereis encontrar bases para la libertad de la indus
triaº Pues las hay, entre otros varios fueros, en el citado
de Nájera, dado por D. Sancho de Navarra y confirmado
por Alonso VI de Castilla; dicho fuero dispone, que todo
hombre de Nájera pueda hacer en su heredad molinos,
hornos y cuanto quiera, asi como vender tierras, viñas,
huertos, etc., y dedicarse á comprar y vender pan, vino,
carnes, peces y toda clase de vituallas, todo lo cual, dice
el fuero, siempre tuvo facultad de hacer la plebe de Ná
jera (2). . . ... ".
.
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" " ,
, . ,
(1) Disposicion 10° del fuero de Jaca, otorgado en el año1064 por
el Rey Sancho Ramirez. "
(2) Homo de Nagara in sua hereditate faciat, et edificet molendinos,
furnos, turcularia, aut quodcumque voluerit sineulla ocasione. .
Et si ad hominem de Nagara necesitas evenerit, vendat quod volu
erit, domos, terras, vineas, hereditates, hortos, furnos, molendinos aut
quamlibet hereditatem suis vicinis sine ulla ocasione.
Et fuerum emendi vel vendendi panem, et vinum, et carnes, vel pi
ces, et omnia victualia, semperposuèrunt plebs de Nagara. -
"
- 438 —
, ¿Quereis fundamentos claros é indestructibles para
sostener la justicia igual para todos y con un solo fuero?
Pues en ninguna nacion encontrareis la gran máxima de
Moisés de «sea la justicia igual para todos aun para los es-
tranjeros» elevada á la práctica con mayores pruebas y
mas repetidos ejemplos que en la Iejislacion é historia es
pañola.: En el fuero tantas veces citado de Nájera se leen
las siguientes palabras del rey Alonso VI de Castilla: Ego
Alfonsus Imperator Hispanie, qui kanc cartam fien iussi
tafn christianis quam iudeis, etc. .. m-
El fuero de Cuenca, dado por Alonso el de las Navas,
reconoce la justicia igual así para el judio como para el
cristiano, y dispone lo que ya dejamos sentado, que cuan
do haya pleitos ó querellas entre ano y otro, den el fallo
dos alcaldes, uno cristiano y otro israelita. .'
,. . Los fueros de Salamanca y Alcalá contienen estas dis
posiciones, que no pueden ser ma9 esplícitas sobre la igual
dad de justicia y fuero: «Los judíos, dice el de Salamanca,
hayan foro como cristianos, que qui lo ferier ó matar, tal
homecio peche como si fuere cristiano ó vecino.de Salaman
ca.» «Todo judeo. d ice el de Alcalá de Henares, que ma-r¡-
tare ó firiera á cristiano, otra tal coloña peche como cris
tiano á cristiano.» . ..
El mismo espíritu que en las disposiciones anteriores
de los citados fueres resplandece en la ley de las cortes de
Valladblid de 1 351, celebradas durante el reinado de don
Pedro de Castilla. ' '
En cuanto á la unidad de fuero baste decir que no se
conoció el militar' en España durante muchísimos siglos, y
que no solamente los simples eclesiásticos, sino tambien los
obispos estaban sujetos á la. jurisdiccion real, ó sea á la de
los alcaldes ó magistrados superiores de la nacion, desco
nociéndose toda otra clase de jurisdicciones, toda otra clase
de fueros. Por esto, entre otros muchos ejemplos qne po
dríamos citar, vemos que el rey D. Alonso V hace justicia
de un obispo, traidor á la patria; que Alonso VI se la ad
ministra recta y cumplida al buen obispo de Astorga Os-
mundo; que el rey D. Sancho el Gordo depone, á causa de
sus delitos, del obispado iriense, al célebre Sisnando y lo
encierra en una prision; que el rey Bermudo !I1 depone
asimismo á otro obispo iriense, Vistuario, por" sus malas
costumbres; que el citado Alonso VI, no solo depone de la
silla episcopal de Astorga á Pedro, sitio que, para castigar
debidamente sus crímenes y en la idea de que otros es
carmienten, hace que se borre su nombre del catálogo de
los prelados asturicenses, y que, por último, el rey Alfonso
IX de Leon condena á dos años de destierro, fuera del rei
no, á Juan, obispo de Oviedo, convencido de haber obser
vado una conducta pecaminosa.
Hé ahí demostrado, habiéndolo hecho con citas' termi'-t
nantes de nuestras instituciones, para que no nos puedan
argüir en contrario (con fundamento se sópone) los adver
sarios de la libertad, que esta no es nueva en nuestra patria,
que el nuevo es el despotismo, y que para confundir á los
partidarios descarados y vergonzantes de este, lo propio
que para sostener en el terreno de la historia nuestros
principios, ni necesitamos pasar la plaza de novatores, ni
acudir tampoco al estranjero, del cual se debe tomar lo
bueno que no se tenga, nunca lo que afortunadamente se
posee, porque esto arguye desprecio de sí mismo ó una ig
norancia hasta no n;as vituperable. ' '
El despotismo es el nuevo en España; la libertad viejal.
Porque esta se eclipsase en Villalar, ¿os creeis con derecho
á proporcionarnos el absolutismo tudesco, que por poco no
concluye con nuestra nacionalidad, como concluyó con
nuestra ilustracion, nuestra prosperidad y nuestra honra?
– 440 —
-"
"
Ciceron. De República: libro I,párrafo ó capítulo 31, anteriormente
citado.
- •
tojo. , "
Una gefatura sin condiciones es realmente una especie
de dictadura de parte del que la obtiene y una especie de
servidumbre de parte del que la reconoce; la idea, que es
superior á todo, ha dejado su lugar al hombre, que es dé
bil y sujeto á error ópecado: por eso la gefatura ha de es
tar sometida á la idea, en cuyo caso es aquella no solo na
tural sino eminentemente racional y perfectamente lógica
y necesaria. ¿Eres gefe? ¿te han elevado tus méritos y ser
vicios, tu talento y buenas prendas al rango de caudillo?
pues tienes que serlo sin salirte jamás del círculo que te
trazan los principios de tu partido, de la línea de condúcta
que te marca la idea que profesas. ¿Abandonas esa idea?
¿menosprecias esos principios? pues nadie te oye ni te si-
gue; perdiste tu posicion de caudillo y ninguno de nos
otros te reconocerá ya por gefe, porque somos hombres
— 4&2 —
digno?, no siervos; porque somos disciplinados, pero no
ininteligentes; porque somos entusiastas de una idea, pero
no de un individuo; porque somos adoradores de un prin
cipio, pero no miserables fetichistas; porque somos ardien
tes partidarios. de esa dulcísima palabra que se llama li
bertad, pero no incensadores ciegos y miserables de ídolos
ridículos y estravagantes. . .
J. Es sabido que la libertad ha esperimentado terribles
eclipses en España por la gefatura casi incondional de Es
partero, á causa de considerarse este y considerarle la
mayoría de sus partidarios superior á los principios, y de
depositar en él la confianza servil del que no discurre,
aun cuando encierre dentro de su corazon un tesoro de
buena fe. . . ;
Una confianza ilimitada no debe depositarse en nadie,
porque solo la merecen los principios: la justicia no admite
contemplaciones, y la libertad no tolera esperanzas, que
puedán ser burladas, ni consiente, ni es posible que cpn-.
sienta que el hombre, que se dice su partidario, la ponga
á merced de otro sin condiciones de ninguna especie. .Yo
no puedo ceder ni prestar lo que no es mió: es mia la fin
ca que heredé ó compré; pero - no es mia la causa de la
humanidad: daré mi sangre y mi fortuna, pero no podré
dar á nadie mi confianza de eiudadano, sin estipular que
esa confianza tiene sus límites, que ella está por muy bajo
de los principios, que sobre ella y muy por encima de, ella
se halla la causa de la liber tad. . .
¡Uniste del partido que no tuviera caudillos, es decir,
hombres que le. guiaran en su desarrollo, en su marcha y
en sus racionales evoluciones! ¡Pero mas triste aun del par
tido que entrega sin condiciones, embriagado cofl. una con
fianza insensata, á esos mismos caudillos, á su nombre mas
ó menos esclarecido, á su historia mas ó menos preclara,
-453 — .
la suerte de la causa de la libertad! En el primer caso, el
partido caminaría siempre á ciegas, y jamás lograría lle
nar sus destinos: en el segundo, los caudillos dejan de ser
tales para convertirse en dictadores ó tiranos, si es que
ellos no se convierten en funestas nulidades, y queda pro
clamada la teoría de los hombres necesarios, que es la ne
gacion de toda fuerza y virtud de un partido, que es el
envilecimiento de los partidarios al lado de la sublimacion
del gefe, que es la deshonrosa anulacion déla colectividad
ante el individuo afortunado.
Pero de la teoría de los hombres necesarios, que se tra
duce en el terreno de ios hechos, ó por una inmunda tira
nía ó por una lamentable catástrofe, á la teoría de recono
cer caudillos, media un abismo; e! abismo insondable que
existe eutre el que trabaja por la disciplina de un partido,
precursora generalmente del triufo, y el que siembra la
zizaña en. ese partido, para enervar sus fuerzas y hacerle
de todo punto impotente.
Los que quieren gefaturas, esto es, caudillos sometidos
á las prescripciones del dogma, esos son los que quieren la
disciplina del partido y con ella su progreso y su triuufo:
los que se horripilan ó aparentan horripilarse de las gefa
turas; por la poderosísima razon de qu8 ellos no las tienen
ni piensan alcanzarlas, esos son los sembradores de la ziza
ña, i gente indómita y por todos los estilos perniciosa,
que nanea dejó de presentarse á ejercer su maléfica in
fluencia ni aun tratándose de las cosas mas veneradas y
santas. Por esto no qos cojen de sorpresa ai la conducta, ni
las ideas de ciertos hombres totalmente libres, completa
mente independientes. Si ya se quejó San Pablo amargamen
te de los falsos apóstoles; que tanto daño hacían á la doc
trina con su conducta encaminada á gozar tos bienes terre
nales, las dulzuras del vientre, con su hinchazon y sobej-
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bia, con sus malos ejemplos y consejos y su indisciplina,
¿cómo hemos de estrañar nosotros que en política se pre
senten les nuevos falsos apóstoles con la pretension insen
sata de anular á los verdaderos, eso que muchos de estos
pueden decir desgraciadamente, por lo que toca á sufri
mientos, con el apóstol; «de los judíos he recibido cinco
cuarentenas de azotes menos uno, tres veces fuí azotado
con varas, una vez fuí apedreado, tres veces padecí nau
fragio..... estuve en peligros en la ciudad, peligros en el
desierto, peligros en la mar, peligros de falsos herma
nos? (1)»
Estos ó muy semejantes á estos son los títulos de casi
todos losgefes del partido democrático en Espana y en el
resto de Europa. -
(1) San Pablo. Epist, segunda á los Corint, capítulo 11, versículos
24, 25 y 26,
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no puede dilatarse ya ni un solo instante la ejecucion de
nuestros designios. ¿Qué nos detiene, cuando contamos con
sobrados elementos para nuestro triunfo? El Piceno se le
vantará en masa, diez mil valientes vloscos y cinco mil
eqūos aguardan la señal convenida, mientras que la Sabinia,
el Samnio y la Etruria (1) están dispuestas á vomitar lejio
nes de bravos, deseosos de habérselas con toda clase de
tiranos, para confundirlos para siempre. ¿Qué es, pues,
lo que nos detiene? ¿la desaprobacion á nuestros planes de
parte de los gefes? Estos no sirven para el paso: débiles
unos, pasteleros otros, tímidos todos, creen que el triunfo
se les ha de meter en casa sin esfuerzos para conseguirle.
Encomendemos los destinos del partido á otras personas de
mas enerjía, de mas arranques, de mas resolucion que
ellos. No faltan hombres dignos y sobremanera apropósito
para sacar triunfante la causa de la humanidad; con dos ó
tres ciudadanos animosos, que dén la señal del combate,
el país, que padece de pletora de fuerza y brama de cora
je, hará una esplosion mas formidable que las del Etna, el
Hecla y el Vesuvio: si así no se hace, la situacion que atra
vesamos no vá átener fin, y esto es una cosa horrible,
porque el que espera sedesespera... ¡Oh! nosotros estamos
..- ya cansados de esperar, ya no queremos mas dilaciones...
venga, venga el dia grande, el dia deseado, el dia del
combate, y salgamos de una vez de situacion tan degra
dante, terrible y tristísima.»
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biles, son mas funestos aun que los impacientes: estos com
prometen, pero aquellos, no solo comprometen todos. los
diasy á todas horas la causa á que se dicen consagrados,
sino que la escarnecen riendo,y la venden creyendo acaso
hacerla un favor. En el partido democrático, que debe dis
tinguirse por una gravedad semi-espantana ejerciendo el
poder, no caben amables, no caben débiles de ninguna
manera, hallándose en un periodo de propagacion y lucha.
La propaganda exije espíritus activos y entusiastas; el
combate necesita corazones esforzados como el del leon y
ánimos firmes como la roca, inaccesibles al temor, despre
ciadores del ódio de los contrarios y dispuestos siempre á
arrostrarlo todo, injusticias, menosprecio, afrentas, perse
cuciones, alhagos, alabanzas y seducciones, en obsequio á
la causa que hayan abrazado. . -
Conclusion,
(". ""
«Al principio que se encargó del gobierno, gustaba (el rey Enrique
III) de residir en Burgos. Entreteníase en la cazá de codornices, á que
era mas dado que otro género de montería ó volatería. Avino que cierto
dia volvió del campo cansado algo tarde. No le tenian cosà alguna
aprestada para su yantar. Preguntada la causa, respondió el despense
ro, que no solo le faltaba el dinero, mas aun el crédito para mercar lo
necesario. Maravillose el rey de esta respuesta; disimuló empero con
mandalle por entonces, que sobre un suyo mercase un poco de
carnero con quey las codornices que él traia, le aderezasen la comida.
Sirviole el mismo despensero á la mesa, *: la capa en lugar de los
pajes. En tanto que comia, se movieron diversas pláticas. Una fué decir
que muy de otra manera se trataban losgrandes y mucho mas se rega
laban. Era así que el arzobispo de Toledo, el duque de Benavente, el
conde de Trastámara, don Enrique de Villena, el conde de Medinaceli,
Juan de Velasco, Alonso de Guzman; y otros señores, ricos hombres de
este jaez, se juntaban de ordinario en convites que se hacian unos á
otros como en turno. Avino que en aquel mismo dia todos estaban con
vidadospara cenar con el arzobispo, que hacia tabla á los demas. Llega
da le noche, el rey disfrazado se fuéáver lo que pasaba; los platos mu
chos en número, y muy regalados los vinos, la abundancia en todo.
Notó cada cosa con atencion, y las pláticas mas en particular que sobre
mesa tuvieron, en que por no recelarse de nadie, cada uno relató las
rentas que tenia de su casa,y las pensiones que de las rentas reales lle
vaba. Aumentose con esto la indignacion del rey, que los escuchaba;
determinó tomar enmienda de aquellos desórdenes: para esto el dia si
guiente luegopor la mañana, hizo corriese voz por la corte que estaba
muy dolientey queria otorgarsu testamento. Acudieron á la hora todos
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estos señores al castillo, en que el rey posaba. Tenia dada órden que co
mo viniesen los grandes,hiciesen salir fuera á los criadosy sus acompa
ñamientos. Hizose todo así como lo tenia ordenado. Esperäron los gran
des en una sala por gran espacio todos juntos. A medio dia entró el rey
armado y desnuda la espada. Todos quedaron atónitos, sin saber lo que
queria decir aquella representacion, ni en quépararia el disfraz. Le
vantáronse en pie, el rey se asentó en la silla y sitial con talante (á lo
que parecia) sañudo. Volvióse al arzobispo: preguntóle: «¿cuántos son
los reyes que habeis conocido en Castilla? La misma pregunta hizo por
su órden á cada cual de los otros. Unos respondieron «yo conocí tres, yo
cuatro, el que mas dijo cinco:»¿Cómo puede ser esto, (replicó el rey)
pues yo de la edad que soy, he conocido no menos que veinte reyes?
Maravillados todos de lo decia, añadió: vosotros todos, vosotros sois
los reyes en grave daño del reino, mengua y afrenta nuestra; pero yo
haré que el reinado no dure mucho, ni pase adelante la burla que de
nos haceis. Junto con esto en alta voz, llama á los ministros de justicia
con losinstrumentos que en tal caso se requieren, yseiscientos soldados
ue de secreto tenia apercibidos. Quedaron atónitös los presentes el de
como persona de gran corazon, puestos los hinojos en tierra y
con lágrimas pidió perdon al rey de lo en que errado le habia: lo mismo
or su ejemplo hicieron los demas: ofrecen la enmienda, sus personas y
d como su voluntad fuere y su merced. El rey desque los tuvo
* amedrentados y humildes, de tal manera les perdonó las vidas que
no les quiso soltar antes que se rindiesen y entregasen los castillos que
tenian á su cargo, y contasen todo el alcance que les hicieron de las ren
tas reales que cobraron en otro tiempo. Dos meses que se gastaron en
asentar y concluir estas cosas, los tuvo en el castillo detenidos. Notable
hecho con que ganó tal reputacion, que en ningun tiempo, los grandes
estuvieron mas rendidosy mansos: el temor les duró, por mas tiempo,
como suele, que las causas de temer. ,
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Estamos tocando ya el término de nuestra carrera, nos
hallamos en lo último de nuestro trabajo, en el remate de
nuestra obra.
Yo debo declarar aqui, que con gusto entrego mi libro
al juicio de amigos, adversarios é indiferentes. Solamente
pido, al hacerlo, que ese juicio sea hijo de una conciencia
recta. - - ·
Capítulos. Pajinas.
Capítulos. Pijinas
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100112.2363
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