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La timidez

Ser tímido no significa ni tener un defecto, ni ostentar una virtud en sí mismo.


Simplemente se trata de un rasgo de la personalidad que depende del
temperamento y del tipo de experiencias que se hayan vivido. Pese a esto,
muchos ven la timidez como un problema que hay que desterrar de raíz, sin más
alternativa.

Es cierto que quien es tímido experimenta diferentes limitaciones en las


situaciones sociales. No le resulta fácil romper el hielo para iniciar una
conversación, ni se siente cómodo hablando de sí mismo y esto puede repercutir
negativamente en sus relaciones con los demás.

La timidez nace de la falta de seguridad en uno mismo, de la sensación de no ser


merecedor de la atención o la consideración de los demás, o de sentir que no se
tiene derecho a ser reconocido. Así, el tímido siente vergüenza de sí mismo y le
da excesivo valor a la opinión de los demás.
La timidez es una condición ajena al corazón, una categoría, una dimensión que
desemboca en la soledad”.

–Pablo Neruda–

Sin embargo, esto no significa, de ningún modo, que quien sea tímido esté
condenado a fracasar. Que no se desenvuelva con soltura en las relaciones
sociales tiene muy poco que ver con lo que puede lograr en el ámbito intelectual,
laboral o afectivo. De hecho, hay ocasiones en las que ser tímido representa una
ventaja. Si no, que lo digan varios personajes de la historia que alcanzaron
grandes logros pese a su timidez.

Ser tímido: una característica de grandes personalidades


Se cuenta que Agatha Christie, la famosa escritora de misterio, n 1958 se preparó
una fiesta de honor en su nombre, en el sofisticado Hotel Savoy de Londres.
Cuando ella llegó a ese lugar, el portero no la reconoció y, por lo tanto, no la dejó
entrar.
Ella no se sintió capaz de contrariar a ese portero despistado y por eso, sin
musitar palabra, dio media vuelta y fue a sentarse en la sala de estar. Desde allí
escuchó la celebración en su honor. Para ese entonces, tenía 67 años de edad y
más de 60 novelas que ya le habían dado la vuelta al mundo.

Charles Darwin, por su parte, temblaba como una hoja cuando le tocaba hablar en
público. No se sentía capaz de enfrentar a un auditorio. El actor inglés Dick
Bogarde llegó a vomitar antes de salir al escenario, por temor a ser agredido
físicamente. Era espectacular en escena, pero muy tímido antes de enfrentarse al
público.

Timidez, introversión y tragedias


Hay tímidos y tímidos. Algunos lo llevan a un extremo insospechado. Por ejemplo,
el doctor Henry Heimlich, que inventó una maniobra de emergencia para salvarle
la vida a quien se está asfixiando, ha dicho que muchas personas mueren por ser
tímidas.

Cuando sienten que se ahogan, prefieren apartarse del grupo antes que pasar por
la pena de toser y llamar demasiado la atención.
A veces se piensa que ser tímido equivale a ser introvertido, pero no es así. La
persona introvertida simplemente disfruta de la soledad y no se siente cómoda en
las situaciones sociales. Pero, al mismo tiempo, no le importan tanto las opiniones
de los demás y no siente miedo de expresar las propias.

El tímido en cambio se llena de nerviosismo y muchas veces quisiera salir más de


sí mismo, pero no lo logra. Su sentimiento de vergüenza personal es tan fuerte
que asume como una impertinencia cada cosa que haga o diga cuando hay otras
personas presentes.

Las ventajas de ser tímido


Así como la timidez origina tragedias, también constituye un mecanismo de
preservación en muchas ocasiones. En la naturaleza, los ejemplares más osados
y temerarios consiguen las mejores presas y las mejores parejas. Pero también
son los que mueren más rápido y sufren heridas más atroces a lo largo de sus
vidas.
El tímido se ve obligado a desarrollar muchas destrezas para compensar su falta
de habilidad social. Por ejemplo, suelen ser personas que repasan una y otra vez
lo que dijeron y lo que escucharon. Esto hace que usualmente tengan mejor
memoria y mayor capacidad lingüística, aunque generalmente la expresan mejor
por escrito que de manera oral.
El tímido también es generalmente alguien que logra hacer todo de forma muy
metódica y con mayor concentración que los demás. Se siente tan inseguro del
resultado de sus actos y de sus labores, que los planea y los ejecuta con sumo
cuidado. Por eso es usual que en las tareas en las que no hay límite de tiempo
sean buenos ejecutores.

En todo caso, si ser tímido limita de manera severa la existencia, esto no se puede
ver como una ventaja. Lo que hay en esos casos es un sufrimiento innecesario
originado probablemente en una fobia social. Hay muchos tratamientos eficaces
para superar la timidez que bien vale la pena seguir cuando la timidez es sinónimo
de infelicidad.

Edith Sánchez
Graduada en periodismo de la Fundación de Educación Superior INPAHU de
Bogotá. Estudios de Licenciatura en Ciencias Sociales, en la Universidad Distrital
“Francisco José de Caldas” de Bogotá. Autora de los libros “Un duro –
Aproximaciones a la vida” y “Un río de mil brazos”. Co-autora de los libros “Humor
cautivo”, “Inventario de asombros”, “Impresos comunitarios” y “Seis historias para
ser contadas”, entre otros.

Ganadora de la beca en periodismo cultural, Ministerio de Cultura de Colombia


(1999). Ganadora de los premios de periodismo Semana-Petrobras (2011) y
Entrégate a Colombia-Servientrega (2012). Ganadora de las Pasantías Nacionales
en Literatura del Ministerio de Cultura (2009 y 2018). Ganadora en el concurso de
crónica “Ciudad de Bogotá” (2014). Mención de honor en el Concurso Nacional de
Crónica y Testimonio, Universidad Central (2017) y en el Premio Nacional de libros
de crónica (2010). Ganadora de la convocatoria “Leer es mi cuento” (2011), entre
otros.

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