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Aportes de las Ciencias de la Educación

a la comprensión de la realidad social y educativa

Aportes desde la Historia de la Educación

¿Por qué y para qué


la Historia de la Educación?
María Susana Mallo Gambetta | Profesora de Historia y Ciencias de la Educación (IPA).
Docente de Pedagogía e Historia de la Educación en IPA e IINN.

Introducción Una prueba de lo anterior la constituyen las


Cuando desde la Revista me plantearon es- distintas denominaciones por las que ha transi-
cribir un artículo sobre la disciplina Historia de tado: Historia de la Pedagogía, Historia de las
la Educación, acepté rápidamente porque me Ideas Pedagógicas, Historia de la Educación, en-
pareció muy oportuna la propuesta. tre otras. Estos cambios de denominación no han
Este campo disciplinar viene integrando el sido arbitrarios ni casuales, sino que responden a
currículo de los planes de formación docente un conjunto de concepciones (ideológicas, histó-
desde hace largo tiempo y con diferentes cargas ricas, sociales, etc.) diferentes acerca de los con-
horarias. tenidos, métodos y objetivos de la disciplina.
Quienes transitamos por algún Instituto de Nos proponemos, en esta instancia, aportar
Formación Docente (maestros o profesores) elementos que permitan comprender el valor
hemos tenido contacto con ella, pero segura- formativo de este campo disciplinar para los
mente pocas veces nos detuvimos a reflexionar profesionales de la educación. En la búsqueda
acerca de la razón de su presencia en nuestra de la mayor claridad posible, trabajaremos a
formación; en otras palabras, estudiamos His- partir de dos preguntas básicas:
FORMACIÓN DOCENTE

toria de la Educación sin detenernos a pensar


acerca de la importancia de su presencia. 1. ¿De qué hablamos cuando hablamos de His-
Por otra parte, a lo largo de su evolución, la toria de la Educación?; esto es, ¿cuál es la
disciplina se ha definido y ubicado en niveles naturaleza de esta disciplina?
de producción muy disímiles. Este hecho puede 2. ¿Por qué estudiar Historia de la Educación?;
tomarse como un indicador de los diferentes y en otros términos, ¿cuáles son las razones
obstaculizados procesos por los que ha pasado que justifican su presencia en los planes de
la constitución de este campo de estudio. formación docente?

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¿De qué hablamos cuando hablamos En las últimas décadas, en un proceso de

¿Por qué y para qué la Historia de la Educación?


de Historia de la Educación? redefinición de su objeto de estudio, el campo
Se trata ante todo de un campo disciplinar de se ha renovado. Se entendió que el anterior en-
naturaleza compleja, dinámico y en permanente foque, centrado en las transformaciones lega-
construcción. Integra el problemático terreno de les y administrativas, dejaba de lado aspectos
las Ciencias de la Educación e integra también importantes de la historia pedagógica.
el campo de la Historia. Una característica de este proceso renova-
Como disciplina se conformó en el siglo dor que se ha operado, es el creciente interés
XIX, como parte del proyecto educativo moder- por una mirada de tipo arqueológico sobre la
no, asociado a la escolarización de masas. Las educación, esto es, una mirada desde “aden-
necesidades de formación de docentes, a medi- tro”, desde las instituciones y sus actores,
da que la educación se sistematizaba y se ex- «sobre los restos físicos que durante tiempo
pandía, determinaron su inclusión en los planes se consideraron indignos de ser notados, ta-
de estudio de las Escuelas Normales. En esta les como los libros de texto y ejercicios de los
primera etapa, Héctor R. Cucuzza destaca que niños, el equipo y los muebles, y los edificios
la disciplina fue escrita «desde el discurso pe- escolares»4.
dagógico hegemónico»1 como parte del control Desde esta nueva perspectiva se entiende
estatal sobre la educación. que a las ideas pedagógicas y, por tanto, a los
Desde la instancia fundacional y durante lar- procesos educativos no se les puede analizar
go tiempo, la Historia de la Educación no ocupó aisladamente, sino que son parte de comple-
un lugar destacado dentro del quehacer historio- jos sistemas filosóficos, y también son parte
gráfico, fue la «cenicienta de la historiografía», de condiciones sociales, políticas, económi-
al decir de Cucuzza2. cas y culturales. Cada vez más se concibe que
El mismo autor señala que una de las cau- las instituciones educativas, sus actores y los
sas que explican el lugar secundario que ocupó procesos educativos en su conjunto son refle-
la disciplina se debió, entre otras razones, a su jo de escenarios socio-culturales complejos y
fuerte dependencia de la Historia de la Filosofía cambiantes.
y de la Historia de las Civilizaciones. Al respecto, Agustín Escolano Benito des-
Lo anterior condujo a la conformación de taca que el cambio hacia una Historia Social
una disciplina recortada en sus contenidos y en de la Educación ha sido acompañado por una
su objeto de estudio; más que una Historia de importante expansión de la investigación his-
la Educación, se trató de una historia de las ins- tórico-educativa; y agrega que existe un reno-
tituciones, de las políticas escolares, biografías vado interés «por la historia social y cultural,
de los destacados teóricos de la educación, efe- cuyo objeto de estudio (en particular men-
mérides escolares, y todo ello en el marco de un talidades y comportamientos) precisa de las
enfoque fuertemente legalista (leyes y decretos, contribuciones de la investigación histórico-
cambios administrativos, etc.). pedagógica para lograr una adecuada y com-
M. Seaborne señala al respecto que se trata- pleta explicación de los procesos»5.
ba de una mirada histórica sobre la educación, Para Héctor R. Cucuzza, la categoría “His-
realizada desde arriba y desde afuera, «desde el toria Social de la Educación” obedece a que
punto de vista de los políticos, los administra- las «cuestiones relativas a las relaciones entre
dores y otros estamentos fuera del sistema»3, y sociedad, Estado y educación recuperaron un
no desde el punto de vista de los actores de la espacio en el debate…»6.
FORMACIÓN DOCENTE

educación (alumnos y docentes).

1
H. R. Cucuzza (1996).
2
H. R. Cucuzza (1996:126).
3
M. Seaborne (1983).
4
M. Seaborne (1983:42).
5
A. Escolano Benito (1994:57).
6
H. R. Cucuzza (1996:125).

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Como puede apreciarse, la Historia de la Entre otras razones, es importante la presen-
Educación no ha sido ajena a los debates de la cia de la Historia de la Educación en los planes
historiografía en general; por el contrario, su de formación docente porque:
propia constitución y evolución posterior se ubi- 1. Es una disciplina formativa. Conjuntamen-
can en esta dinámica, ofreciendo una alternativa te con la Pedagogía, la Filosofía, la Socio-
para abordar el pasado al historiar los procesos logía y la Psicología constituyen campos de
y concepciones educativas. conocimientos que amplían el horizonte de
Hoy, hacer Historia de la Educación implica, acciones del educador para responder creati-
en la perspectiva de algunos autores, hacer una vamente a los problemas propios de su tarea
Historia más completa, implica hacer una lectu- que, como sabemos, tiene un fuerte conteni-
ra desde la educación, de los procesos sociales, do social y cultural.
económicos, políticos y culturales. 2. Permite superar posturas y concepciones
tecnicistas, favoreciendo el desarrollo de
¿Por qué estudiar Historia de la Educación? una conciencia crítica en el docente mos-
El papel estratégico que ha jugado la edu- trando, por una parte, cómo las relaciones
cación en los diferentes momentos de la his- escuela-sociedad son complejas y a veces
toria como instrumento de homogeneización conflictivas, y evidenciando, por otra, los
cultural, así como en la construcción de me- avances y retrocesos que siempre se operan
canismos de control político, ideológico y en los procesos de cambio educativo y de
social, parecería por sí solo razón suficiente modernización pedagógica.
para justificar el estudio del pasado en lo que 3. Como destaca A. Escolano Benito, todas
respecta a las relaciones entre educación, so- las situaciones a las que se enfrenta el do-
ciedad y cultura. cente responden a categorías histórico-cul-
El enfoque tradicional de que «la historia turales y no se pueden reducir únicamen-
es digna de enseñarse debido a las cualida- te a un análisis técnico. Temáticas como:
des intelectuales que fomenta (poder analíti- el currículo, los métodos, los desempeños
co, expresión verbal, etc.) puede aplicarse a docentes, los dispositivos institucionales
cualquier período o aspecto de la historia»7 y, de escolarización, la función social de la
por tanto, justificaría también el estudio de la educación, entre otros, son de naturaleza
Historia de la Educación. social y cultural, y por tanto, son tributarios
Ubicada en el terreno de los debates con- de una historia que los condiciona en su es-
temporáneos de la disciplina histórica, la His- tructura y evolución9.
toria de la Educación enriquece la compren- 4. Constituye una disciplina clave, la construc-
sión de la realidad social y cultural desde la ción de la identidad de los docentes como
compleja perspectiva de la educación en sus grupo social y profesional. En esta relación
más diversas manifestaciones. El pasado his- que los docentes en formación establecen
tórico, entendido como estructuras culturales, con el pasado, podría fundamentarse la bús-
justifica su presencia en los programas de es- queda de las raíces que han configurado la
tudio «en la medida en que ensanchan el cam- profesión a la cual van a acceder.
po de la conciencia histórica, extendiendo su 5. Por último, la Historia, en general, y la
horizonte cultural»8. Historia de la Educación, en particular, se
constituyen en un soporte necesario para la
construcción o legitimación de las teorías
FORMACIÓN DOCENTE

pedagógicas.

7
M. Seaborne (1983:51).
8
J. Mitre Saab (1996).
9
A. Escolano Benito (1994:57-58).

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Para finalizar
La ausencia de perspectiva histórica en el La educación es un proceso socialmente
análisis de lo educativo ha contribuido nota- construido e históricamente enmarcado, las
blemente a su empobrecimiento conceptual y concepciones acerca de su naturaleza y su
ha determinado -como señala Á. Díaz Barri- función son resultado de momentos histó-
ga- que nos encontremos «ante una situación ricos específicos que se engarzan a un de-
en la que es válido efectuar cualquier afir- terminado proyecto social; por lo tanto, su
mación sobre la educación, sin necesidad de análisis no puede separarse del contexto que
acudir ni a una fundamentación teórica, ni a le dio origen.
un conocimiento de los diversos momentos A partir de la Historia de la Educación,
por los cuales ha transitado lo educativo en los futuros docentes pueden desarrollar una
su azarosa constitución»10. visión histórico-cultural de los hechos a los
El análisis histórico del papel social de la que han de enfrentarse, desarrollar un pensa-
educación permite, por un lado, rastrear en el miento crítico sobre la realidad social y edu-
pasado los rasgos de constitución de los pro- cativa, identificar, apropiar y desarrollar los
cesos educativos, el cambio incesante de las conocimientos propios de su saber y de su
instituciones, los sujetos, los discursos y las quehacer, y reconstruir los rasgos definitorios
prácticas; y por otro, incorpora a la investi- de su propia identidad como grupo social y
gación y al conocimiento histórico, nuevas profesional.
fuentes y nuevas temáticas.

Bibliografía consultada
CUCUZZA, Héctor Rubén (1996): “Hacia una redefinición del objeto de estudio de la Historia Social de la Educación” en H. R. Cucuzza
(comp.): Historia de la Educación en debate, pp. 124-146. Buenos Aires: Miño y Dávila Editores.
DÍAZ BARRIGA, Ángel (1991): Didáctica. Aportes para una polémica. Buenos Aires: Aique Grupo Editor.
ESCOLANO BENITO, Agustín (1994): “La investigación histórico-educativa y la formación de profesores” en Revista de Ciencias de la
Educación Nº 157 (Enero-marzo), pp. 55-70. Madrid: Instituto Calasanz de Ciencias de la Educación.
FORMACIÓN DOCENTE

MARENGO, Roberto (1996): “La conflictividad interna de lo educativo. Algunos aportes metodológicos a la investigación en Historia de
la Educación” en H. R. Cucuzza (comp.): Historia de la Educación en debate, pp. 281-290. Buenos Aires: Miño y Dávila Editores.
MITRE SAAB, Jorge (1996): “Enseñar Historia, ¿para qué? Reflexiones acerca de los objetivos generales de la asignatura” en H. R. Cu-
cuzza (comp.): Historia de la Educación en debate, pp. 291-305. Buenos Aires: Miño y Dávila Editores.
SEABORNE, Malcolm (1983): “Historia de la Educación” en Ronald G. Woods: Introducción a las Ciencias de la Educación, pp. 40-60.
Madrid: Anaya.

10
Á. Díaz Barriga (1991).

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