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Apoyo y descarga

Sintiendo los pies en el suelo… haciendo un nº más… huella…


Los isquiones… La espalda contra la silla…
Como si pudiéramos percibir lo que hay detrás de nosotros…
Estamos pesando, no flotando…
La gravedad está perfecta… que suerte
Sintiendo el apoyo de la silla… el soporte… la seguridad que nos dá…
Y desde ahí vamos como quien no quiere la cosa moviendo todas las articulaciones…
Sin dejar de respirar…
Al mismo tiempo vamos haciendo muecas con la cara…
Se extienden a hombros… columna… todo el cuerpo
Dejando que el movimiento salga directamente del cuerpo, dejando que nos sorprenda…
Permitiendo que nuestro animal se desperece como quiera…
Concurso de bostezos, quien más volumen consiga, gana

Y vamos a ir recogiéndonos poco a poco en nuestro centro…

Introspección
Os propongo ahora ir cerrando los ojos…
Dejándonos tiempo para asentar todo lo que se ha movido…
Como si fuéramos un palo de lluvia que nos han dado la vuelta
Observando nuestra respiración...
Sin tener que cambiar nada...
Saboreando el placer de respirar...
Y así vamos volviendo a nuestra casa... a nuestro centro…
Reposando en nuestro interior...
Descansando un momento dentro de nosotros...
La respiración es un punto de apoyo, que nos estabiliza...
Y desde esa estabilidad, desde esa seguridad podemos encarar nuestra inseguridad…
Reconociendo la tensión interna, los nervios … la angustia quizás…
Mirando cara cara esta inquietud, sin rechazarla, sin ponernos de víctimas...
Es muy sanador abrir nuestro corazón a nuestra frustración, a nuestro desasosiego interno…
Moviendo las zonas más congeladas con nuestra respiración…
Respirando las áreas más inmóviles para que sigan vivas…
Podemos tratar a esa parte nuestra asustada como una madre que acuna a su hijo que está
inquieto o llorando.
Transmitámosle nuestra serenidad, nuestra esperanza, nuestro cariño…
Dándonos cuenta como desde nuestro adulto podemos nutrir a nuestro niño…
Os propongo sentir ahora todo el cuerpo a la vez. Eso nutre mucho y da mucha presencia y
plenitud.
Dándote cuenta de que estas vivo… la sensación de existir…
Dándote espacio para estar en silencio con tu ser…
Simplemente se…
Dándote cuenta como este simplemente ser es natural, y se da sin esfuerzo…
Diciendo sí a este momento presente; permitiendo que sea como es
Y desde ahí os voy a compartir tres preguntas a modo de introspección…
Para que las dejéis pasear por vuestro interior a ver que va apareciendo…
¿Qué me está aportando este confinamiento? […]
¿Cómo me está enriqueciendo? […]
¿Cómo me está transformando? […]
Tratando de dejar que las preguntas se queden en el cuerpo y esperando a ver que surge de
las entrañas…
¿Cuál podría ser el recurso que más me está sirviendo en estos momentos…

Y por último: ¿Cómo me está nutriendo este grupo de hombres?

Percatándonos de que formamos parte de este grupo
Dejándonos sentir en el cuerpo el agradecimiento o lo que sea que sintamos al pertenecer a
este grupo…
Y poquito a poquito vamos entreabriendo los ojos tratando de no perder este sentimiento…
Mirando a todos y cada uno…
Dejándonos descansar en las miradas de los compañeros …
Sosteniendo el silencio…
Sosteniendo la intimidad compartida…
Deja que tu corazón se empape de lo que está pasando
Respirando y dejándote conmover
Imaginando que nos damos un abrazo grupal…
Sintiéndolo en el cuerpo…

Os leo unas palabras de Eckhart Tolle de estos días: “Este es un momento de gran
oportunidad, pues, cuando el Ego llora por lo que ha perdido el Espíritu se regocija por lo que
ha encontrado"

Bien, ahora os voy a pedir que hagamos una ronda no muy larga, porque luego quiero hacer un
cierre compartiendo sobre todo esto que hemos visto de qué me está aportando este
confinamiento… Qué recurso me está sirviendo en estos momentos… Cómo me está
transformando (en el buen sentido)…

RONDA

CIERRE
y cómo me está nutriendo este grupo.

Conexión
Dejemos que el tiempo simplemente suceda y encontremos la sensación de vacío
Sintamos nuestra insignificancia.
Soltando la prisa.

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