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FACTOR HUMANO E IMPLEMENTACIÓN DE LA ESTRATEGIA.

La Administración de empresas es una actividad destinada a la organizar los


recursos empresariales, humanos y materiales. Para ello se elabora un plan
estratégico en miras de una misión o fin a largo plazo que la organización se
propone. Para planificar se deben tomar en cuenta las fortalezas y debilidades del
emprendimiento, y su relación con otras empresas, para lo que se requiere una
investigación del mercado que se trate.

Quien se ocupe de administrar la empresa debe producir como el mínimo costo el


máximo beneficio, siendo sus claves de acción, la eficiencia, eficacia, la
organización, la investigación, las ideas innovadoras y la toma de decisiones.

  ¿Qué es el factor humano?

Hablando desde el punto de vista organizacional, el factor humano forma parte del
conjunto de elementos que conforman a una empresa. Se le llama así a la mano
de obra, cualidades y desempeño que aportan las personas para lograr los
objetivos que la organización tengan. La importancia de este, depende si la
empresa es de servicio o de producción. En el caso de empresas de servicio la
motivación y los recursos humanos juegan un papel fundamental.

Nunca se debe olvidar la importancia del factor humano en el camino de la


excelencia. Es el capital más valioso, solo con una buena dirección de las
personas conseguiremos mejorar los procesos y la rentabilidad sostenida.

Es un hecho por todos conocidos que, si la personas está satisfecha en su ámbito


laboral, trabaja mejor, rinde más, aporta ideas, se implica el proyecto.

En el año 2017, la consultora internacional Kroll y realizada por The Economist


Intelligence Unit, se encuestó a 768 altos ejecutivos de todo el mundo, que
representaban una amplia gama de industrias y funciones, quienes dieron y
resumieron como mantener una buena organización y un cálido ambiente laboral,
se llegó a la conclusión que en esas empresas se aplican los siguientes
indicadores los cuales ayudan también a la implementación de estrategias dentro
de la empresa:
 Liderazgo y estrategia, evaluado como factor clave para el potenciamiento
y apoyo al desarrollo de competencias; revisión del método en la
delegación de tareas, responsabilidades y autoridad; revisión de la
definición de intereses estratégicos para la organización en prevención de
riesgos.

 Cooperación, evaluando el desempeño del trabajo en equipo y la


integración de los objetivos de grupo en los objetivos generales; así como la
participación activa a todos los niveles y la facilidad en las relaciones
funcionales e interdepartamentales.

 Comunicación, revisando cada uno de sus canales (vertical bidireccional y


horizontal), sus formas y la oportunidad de aplicación de nuevas
tecnologías; evaluar los medios de transmisión de la información, sus
tiempos y actualización.

 Organización y cultura, evaluando su flexibilidad y adaptabilidad al


cambio; revisando la estrategia de la gestión por procesos frente a la
gestión por funciones, para evitar que se solapen competencias
decisionales o funcionales; análisis del sistema de desarrollo y promoción
de las personas en la organización; mejora continua y toma de decisiones
por la persona más próxima (autonomía decisional).

 Formación, evaluando las actividades se facilita el compartir


conocimientos; los programas de aprendizaje continuo y estratégica de
aprendizaje.

 Tecnología, revisando la gestión de aplicación de nuevas tecnologías de la


información y su aprovechamiento para la generación y gestión del
conocimiento de los recursos humanos, y el cumplimiento legal y regulatorio
desde sus funciones laborales.

IMPLEMENTACION DE LA ESTRATEGIA.

La implantación de la estrategia se refiere al conjunto de actividades y decisiones


que son necesarias para hacer efectiva o poner en marcha una estrategia, de
modo que se consiga la misión y los objetivos estratégicos previamente
planteados. Siempre ha habido un mayor énfasis en los problemas de la
formulación, lo cual conducía a una escasa atención a los problemas de la
implantación y, por tanto, unos pobres resultados respecto de los objetivos
estratégicos planteados.
La implantación de la estrategia constituye un problema para el éxito de la
empresa y un problema complejo de abordar como consecuencia de la cantidad
de factores que influyen en el proceso de implantación. Según Alexander, el riesgo
de fracaso de una estrategia se debe a:

 Se necesita más tiempo para la implantación que el inicialmente previsto.


 Definición pobre de las tareas y actividades clave para la implantación e
ineficaz coordinación de las mismas.
 Insuficientes capacidades de los empleados implicados, así como un
escaso entrenamiento e instrucción de los empleados de los niveles
inferiores.
 Factores del entorno no controlables.
 Inadecuada dirección y liderazgo por parte de los directores de
departamento.
 Inadecuado seguimiento de las actividades por parte del sistema de
información.

Los anteriores factores de riesgo de fracaso de la implantación estratégica nos


conducen a la identificación y análisis de las principales actividades o tareas
necesarias para una adecuada implantación. Un esquema que integra los
diferentes factores que inciden en el éxito del proceso estratégico queda reflejado
en el esquema de las 7-S de McKinsey.

Existe un conjunto de factores que influyen en el cambio estratégico de una


empresa, lo cual supone reconocer la complejidad de dicho proceso de cambio.
Los siete factores están interconectados y es difícil o imposible conseguir
resultados significativos en un factor, sin que también se produzcan mejoras en los
resultados de otros factores.

Se pueden agrupar las actividades necesarias para la implantación de la


estrategia en cuatro categorías:

1. Diseño organizativo: Problemas relativos a la definición del tipo y


características de la estructura organizativa coherente con el tipo de
estrategia a la que debe servir de soporte.
2. Factor humano: Incluye los problemas relativos al factor humano que ha de
poner en marcha la estrategia (estilo de dirección y liderazgo y dirección de
recursos humanos).
3. Cultura empresarial: Define el conjunto de valores y creencias que imperan
en la empresa y puede facilitar o erigirse en una barrera invisible que
retrasa o impide el cambio estratégico.
4. Sistemas administrativos de apoyo: Son los sistemas de planificación y
control que permiten traducir el plan estratégico en planes operativos y
vigilar y reorientar su cumplimiento.

En la implantación habrá que tener en cuenta:

 Responsabilidad de implantar la estrategia: Mientras que la estrategia es


formulada por un número reducido de personas, generalmente de la alta
dirección, la implantación implica a todas y cada una de las personas que
pertenecen a la empresa en la medida en que las tareas que desarrollan en
sus respectivos trabajos condicionan al éxito de la estrategia.
 Definición del horizonte temporal: A medida que la necesidad de cambio
estratégico es más urgente y el horizonte temporal se reduce, la
implantación se hace más compleja como consecuencia de abordar de
forma simultánea varias de las actividades básicas. Un análisis del
horizonte temporal es necesario porque permite jerarquizar las tareas
(cuáles son prioritarias).

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