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DOCUMENTO DE CONSULTA PREPARATORIO PARA EL ENCUENTRO 4 DEL

CURSO DE “ECOLOGÍA AMBIENTAL E INDUSTRIA”

ASPECTOS DE PROPIEDAD INTELECTUAL Y VERSIONAMIENTO

LOPEZ, Iván Darío (2013). Ecología. Módulo didáctico. Cali: Institución Universitaria Antonio José
Camacho UNIAJC.

Para efectos de estudio del curso de “Ecología Ambiental e Industria” del periodo 2 del año 2013,
pertinente para la carrera de Salud Ocupacional de la “Institución Universitaria José Antonio
Camacho” en preparación del encuentro 3 de evaluación. Este documento considera aspectos de
material intelectual, los cuales el estudiante podrá verificar y profundizar.

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Tabla de contenido
UNIDAD 4. ANTECEDENTES INSTITUCIONALES DE LA PROBLEMÁTICA AMBIENTAL .......................... 3

TEMA 13. Historia y Factores Ambientales ..................................................................................... 3

TEMA 14. Estocolmo (1972) ............................................................................................................ 7

TEMA 15. Rio de Janeiro (1992) .................................................................................................... 13

TEMA 15. Gestión Ambiental en Colombia ................................................................................... 14

FORO .................................................................................................... ¡Error! Marcador no definido.

RUBRICA ............................................................................................................................................ 18

BIBLIOGRAFIA .................................................................................................................................... 19

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UNIDAD 4. ANTECEDENTES INSTITUCIONALES DE LA
PROBLEMÁTICA AMBIENTAL
Los procesos de alteración de los paisajes, de aprovechamiento de los recursos naturales, de
relación de las condiciones del entorno con variaciones sobre la salud humana, entre otras
acciones consideradas hoy en día como propias del campo ambiental, no son cuestiones que
aparecieron en los últimos años, ni preocupaciones exclusivas de ciertas áreas del
conocimiento. Existen registros que evidencian que, desde tiempos antiguos, las sociedades
tenían interés en estos asuntos, por ejemplo, siguiendo a Molak (1997), los antiguos griegos y
romanos ya habían observado correlaciones entre enfermedades y exposiciones ambientales.
En este sentido, Hipócrates (siglo IV a.C.) correlacionó la aparición de enfermedades con
exposiciones ambientales, Vitruvio (siglo I a.C.) dio cuenta de la toxicidad del plomo y Agrícola
(siglo XVI d.C.) dio cuenta de la correlación entre la exposición ocupacional a la minería y la
salud. No obstante, lo que hoy en día entendemos como el tema “ambiental”, derivado de
una preocupación casi global, fruto de investigaciones, estudios, encuentros y compromisos
institucionales y normativos, en un marco de desarrollo sostenible, es un tema
contemporáneo que ha tomado fuerza desde los años 60 y 70 del siglo XX. En este capítulo
recorreremos algunos de estos referentes que, en conjunto, han contribuido no sólo al
surgimiento de programas académicos como ingeniería ambiental o tecnología en
saneamiento ambiental, sino en general han sumadoesfuerzos para instalar el tema ambiental
y el concepto de desarrollo sostenible como aspectos de gran relevancia en nuestros días.

TEMA 13. Historia y Factores Ambientales

- Apuntes históricos de la preocupación por el agua

[Extraído y modificado de Kiely, 1999]

Edwin Chadwick, secretario de la Comisión Legislativa de los Pobres en el Reino Unido, esbozó
la “idea sanitaria” como una forma de promover una mejor salud entre la población, en el
informe de 1842 titulado “una encuesta sobre las condiciones sanitarias de la población
trabajadora en Gran Bretaña”; quizás uno de los primeros estudios que relacionan las
condiciones de pobreza con la calidad ambiental. Antes de esta época, los residuos
domésticos, líquidos y sólidos eran arrojados a las calles donde se esparcían y descomponían.
Chadwick pidió limpieza para las calles, viviendas con suministro de agua, mejoras en la
recogida de agua residual y, específicamente, estableció que para mejorar estas condiciones
se debería buscar ayuda en la ciencia de la ingeniería, no en la medicina. Así, Chadwick y sus
colaboradores médicos identificaron que las soluciones a los problemas médico-ambientales
vendrían de la ingeniería y no propiamente de la comunidad médica. Las soluciones de
ingeniería de Chadwick incluían:
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- Equipar a cada alojamiento con agua potable limpia
- Eliminar las aguas residuales de las viviendas y recogerlas en una red de tuberías
- Aplicar las aguas residuales recogidas al terreno agrícola, lejos de las ciudades.

Desde aquella época se reconoce que las mejoras en la idea sanitaria pueden traer consigo
adelantos en la salud, en relación con el agua potable, el agua residual y los residuos sólidos.
También en 1876 en el Reino Unido, la Ley de Contaminación de Ríos prohibió la descarga de
aguas residuales a los cauces y ríos, aunque no a los estuarios y mares.

En 1914, Arden y Lockett descubrieron que cuando se aireaba el agua residual orgánica en
tanques de “sedimentación”, después de algunos días el efluente del tanque pasaba por un
tratamiento que daba lugar a una demanda de oxígeno reducida. Este proceso, llamado lodos
activados, utilizaba microorganismos en suspensión, en un medio aerobio (es decir con
presencia de aire), para descomponer los residuos orgánicos. Alrededor de esta época (inicios
del Siglo XX), estaban teniendo lugar desarrollos similares en Estados Unidos, donde se
reconocía que el agua potable y la descarga de aguas residuales eran dos cosas diferentes. El
agua bruta para usos potables era, en la mayor parte de los casos, agua superficial extraída de
ríos, lagos y embalses, y su tratamiento no iba más allá de la sedimentación de los residuos
sólidos visibles. Por su lado, las aguas residuales se vertían sobre ríos, afectando así su
aprovechamiento potencial aguas abajo.

La preocupación por la conducción y tratamiento de las aguas residuales domésticas en el


Siglo XIX hizo que se ignorara la contaminación generada por aguas residuales de origen
industrial. El tratamiento de estas aguas es considerado un acontecimiento moderno, ya que
se dio después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).

Por último, la purificación del agua para beber se remonta a los filtros de arena en tiempos de
los romanos. En el Siglo XX, las zonas urbanas de algunos países europeos empezaron a tratar
el agua mediante filtros lentos de arena. La calidad de purificación de estos filtros era
sobresaliente, pero debido a las bajas tasas de producción se requerían grandes superficies de
terreno. Entre 1890 y 1900, los filtros rápidos de arena, con una mayor capacidad de
producción, comenzaron a sustituir los filtros lentos. Además, se añadió la cloración como una
etapa posterior de tratamiento para la purificación microbiológica.

Para el caso colombiano, vamos a señalar algunos aspectos de historia ambiental de la ciudad
de Bogotá. Hacia 1910, el crecimiento demográfico y físico repercutió en una creciente
necesidad de servicios públicos como la construcción del acueducto y alcantarillado. Para ese
entonces, los ríos que abastecían la ciudad eran: San Francisco, Arzobispo, San Agustín, San
Cristóbal, Tunjuelito y quebradas Las Delicias y La Vieja. Debido a la expansión urbana, las
existentes estructuras de alcantarillado eran insuficientes y, por lo tanto, la calidad del agua
de los ríos era muy baja, afectada, especialmente, por la presencia de bacterias asociadas a

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materia fecal. Entre 1910 y 1914 un particular le ofreció a la administración pública la
construcción de un sistema de acueducto, pero debido a la deficiente calidad del servicio, el
acueducto pasó a manos del municipio en 1914. Por otro lado, la construcción de alcantarillas
realizadas en 1884 fue una importante iniciativa para el saneamiento de Bogotá. La propuesta
de aquél entonces era cubrir el desagüe de la parte central de las calles y evacuar los desechos
de las alcantarillas con ayuda de agua potable captada de los ríos y riachuelos que bañaban la
parte alta de la ciudad. Estas obras fueron realizadas sin planos, sin perfiles de obra y sin
criterios técnicos. Los problemas ambientales asociados a la baja calidad del sistema de
alcantarillado estuvieron ligados a la salud pública y a la contaminación de las aguas que
consumían los habitantes de Bogotá. El uso del agua para el arrastre de las basuras que se
vertían sin control alguno sobre los ríos urbanos, constituyo una de las principales causas por
las cuales el servicio de alcantarillado no fue implementado técnicamente hasta la década de
1920 (Beltrán, Leal & Castañeda, 2005).

Para una aproximación a la historia del agua en la ciudad de Bogotá, ver el artículo “La historia del agua
en Bogotá: una exploración bibliográfica sobre la cuenca del río Tunjuelo, en el Siglo XX” [Ir al artículo] 
Para una aproximación a la historia ambiental en Colombia ver el siguiente link [Ir al link] 

- Apuntes históricos de la preocupación por el aire

La problemática de la contaminación del aire parece tener sus inicios en Europa, durante los
siglos XII y XIII, cuando la obtención de madera se hizo cada vez más difícil (como resultado de
su sobreexplotación), exigiendo el uso de otro combustible como el carbón, el cual, poco a
poco, se constituyó en una importante fuente de calor y energía. Su uso se hizo más
recurrente a mediados del Siglo XVIII, cuando tras la denominada Revolución Industrial
(fenómeno expandido gradualmente por todo el mundo) las industrias demandaban cada vez
más y más energía, lo que se traducía en cada vez más y más combustión de carbón. Según
Kiely (1999), el humo, producto de la combustión del carbón bituminoso, generó evidentes
alteraciones de la calidad del aire, emitiendo contaminantes que afectaban la salud humana,
la vegetación y los materiales. Algunos incidentes relacionados con la contaminación del aire
se presentan en el Cuadro 13.

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Además de la contaminación producida por el carbón, muchas industrias incluyeron procesos
químicos que generaron sus propios contaminantes tóxicos y, después de la Segunda Guerra
Mundial, se presentó un auge de la industria petroquímica y se abrió el camino para el
desarrollo de la industria nuclear, los cuales, sumados a los desarrollos del transporte, la
industria y la quema de combustibles fósiles, se convirtieron en las principales fuentes de
contaminantes atmosféricos de origen antrópico. Algunos autores afirman que, antes de
1945, la contaminación atmosférica de origen industrial no logró llamar suficientemente la
atención en países como Estados Unidos, debido a que durante las primeras décadas del Siglo
XX, una chimenea de una fábrica que emitía una gruesa columna de humo se consideraba,
según De Nevers (1997), un signo de prosperidad, a tal punto que algunas oficinas
gubernamentales la incluían dentro de sus símbolos oficiales.

Vale la pena mencionar que con el avance de la industria se extendían también los accidentes,
así, en 1976 se registró un escape de dioxina en Seveso (Italia) en una región ocupada por
37.000 personas. Estudios a largo plazo confirmaron casos de cáncer en la zona. Otros
incidentes de enormes repercusiones para la sociedad fueron los desastres en las plantas
nucleares de Three Mile Island en Estados Unidos (1979), Chernobyl (1986) y la explosión de
una planta química en Bhopal (India), eventos a partir de los cuales surgieron movimientos
sociales que rechazaron este tipo de actividades, así como innovadoras investigaciones que,
años más tarde, dieron cuenta de los trágicos efectos ecológicos y sanitarios desatados.

- Apuntes históricos del manejo de residuos sólidos

Para Tchobanoglous, Theisen & Vigil (1998), la obra “la evacuación de basuras municipales” de
Parsons, escrita en 1906, puede ser considerado como el primer libro que trata
exclusivamente el tema de los residuos sólidos, desde un punto de vista de la ingeniería.
Muchos de los principios que hoy en día conocemos como parte de la gestión integral de
residuos sólidos eran bien conocidos desde aquél entonces. Por ejemplo, aunque el camión
motorizado ha sustituido al “carro de tiro” en varios países del mundo (jalonado por un
caballo, como aún sucede en muchos municipios de Colombia), los métodos básicos de
recogida siguen siendo prácticamente los mismos.

Los métodos más utilizados para la evacuación final de residuos a principio de siglo, en
Estados Unidos, eran:

- Vertido en la tierra
- Vertido en el agua
- Enterrarlos, arando el suelo
- Como alimento para cerdos
- Incineración

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No todos estos métodos eran utilizados para todo tipo de residuos, por ejemplo, los residuos
orgánicos provenientes de desechos de comida eran destinados como comida de cerdos,
mientras las barreduras de las calles y otros residuos orgánicos eran comúnmente enterrados
en el suelo.

La gestión inteligente de los residuos sólidos, poniendo énfasis en el vertido controlado (es
decir, en lo que hoy en día conocemos como rellenos sanitarios), empezó en los años treinta
en el Reino Unido y una década más tarde en Estados Unidos. La ciudad de Nueva York fue
una de las ciudades pioneras que a gran escala implementó el método de vertido controlado.
Para el caso colombiano, la ciudad de Bogotá, hacia 1960, era ya una ciudad con una gran
producción de residuos sólidos, lo que generaba la preocupación de su administración. De
esta forma, en 1958 el distrito organizó la Empresa Distrital de Aseo y en 1960 incorporó,
mediante la conformación de la Empresa Distrital de Servicios Públicos (EDIS), otros servicios
además de la recoTEMA de basuras.

Para este entonces, los niveles de crecimiento de la ciudad demandaban pensar no sólo en las
problemáticas propias del saneamiento básico (agua potable, aguas residuales y residuos
sólidos domiciliarios), sino ahora enfrentaba problemáticas asociadas con los residuos
provenientes de los mataderos públicos, cementerios y plazas de mercado. Las alteraciones
ambientales del deficiente manejo de estos residuos generaban la aparición y propagación de
enfermedades y epidemias, lo que llevó a disponer los residuos sólidos en “rellenos
sanitarios”, que no eran otra cosa que botaderos a cielo abierto sin ningún tipo de manejo
técnico. Así, el primer relleno sanitario que cumplió las exigencias sanitarias de la época se
construyó a comienzos de la década de los años 80, al sur de la ciudad, y es conocido como el
relleno sanitario de Doña Juana (Beltrán, Leal & Castañeda, 2005).

TEMA 14. Estocolmo (1972)

No es sino hasta mediados del Siglo XX que el tema ambiental transciende las esferas locales y
nacionales, y se instala con gran ímpetu en el escenario internacional. De esta forma, entre
1975 y 1992 se celebraron las dos mayores cumbres ambientales del siglo XX en el contexto
de la Organización de las Naciones Unidas – ONU. La primera de ellas fue la Conferencia de
Naciones Unidas sobre Desarrollo Humano – CNUAH y la segunda la Conferencia de Naciones
Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo – CNUMAD. Esta última fue más conocida como
Río-92.

Antes de entrar en detalle en cada una de estas cumbres y en ciertos acontecimientos de


importancia que sucedieron en los 20 años que las separa, es pertinente señalar algunos
referentes históricos que fueron insumos claves para el desarrollo de estos grandes
encuentros:

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- En 1949 se realizó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Conservación de los
Recursos Naturales, convocada principalmente para intercambiar experiencias y proponer
recomendaciones para la reconstrucción de las áreas devastadas por la Segunda Guerra
Mundial. Una de las principales conclusiones del encuentro fue el otorgamiento de la
competencia sobre los asuntos ambientales a las Naciones Unidas

- Entre 1952 y 1972 fueron haciéndose cada vez más evidente las alteraciones ambientales
generadas por el desarrollo de las grandes ciudades, de la actividad nuclear y de la industria
en general. Ante esto, la naturalista estadounidense Rachel Carson y el sociólogo Murray
Bookchin publicaron, en 1962, dos libros: Primavera Silenciosa y Nuestro Ambiente Sintético,
respectivamente; ambos considerados como obras “fundacionales” de la conciencia ambiental
planetaria. El primero de ellos denuncia los peligros para la salud del uso de ciertos
plaguicidas (como el DDT) y otros productos químicos; mientras el segundo alertaba sobre una
crisis ecológica caracterizada por la comida cada vez más llena de químicos, el agotamiento de
los suelos, la contaminación del aire y del agua, y la radicación nuclear.

- En 1968, tras el gran evento de la llegada de la especie humana a la Luna, se revelaron las
primeras fotografías del planeta Tierra en su totalidad, mostrándola como una esfera
pequeña, frágil y única, lo que tuvo un gran efecto sobre la forma de entender el accionar
humano sobre la misma.

- Aparecen una serie de publicaciones científicas que tratan de analizar y encontrar las causas
del deterioro ambiental que se enfrenta en diferentes países. Algunos de estos autores son:
Barry Commoner, quien desde la década de los años 50 escribió varios libros sobre los efectos
ecológicos negativos de las pruebas nucleares, llegando a afirmar que todo se debía a un
descarrilamiento de la tecnología moderna y que urgía redefinir su naturaleza; Paul Ehrlich,
quien en su obra “la bomba demográfica” (1968) sostenía que el problema central emanaba
de la sobrepoblación y recomendaba fuertes controles de natalidad en los denominados
países del “tercer mundo”; e Ivan Illich, quien en su libro “energía y equidad” (1974), llamaba
la atención sobre el consumo voraz de energía necesaria para el desarrollo económico.

- En Estados Unidos se creó, en 1970, la Agencia de Protección Ambiental (EPA – Environment


Protection Agency) con el objetivo de proteger y mejorar el entorno, controlar y reducir la
contaminación del aire y agua, y regular la disposición de residuos sólidos y el uso de
plaguicidas, radiación y sustancias químicas.

- El 22 de abril de 1970 se celebró en Estados Unidos un evento sin precedente, en el que


participaron veinte millones de norteamericanos: el Día de la Tierra.

- En 1971 se creó el programa Hombre y Biosfera de la UNESCO, trazando como objetivo


alcanzar un equilibrio entre el desarrollo económico, la conservación de la biodiversidad y el
mantenimiento de valores culturales.

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- En 1971 surge el Informe Founex, donde se señala que los problemas de los países “en vía de
desarrollo” o de la “periferia” son diferentes de los países tecnológicamente avanzados, ya
que su prioridad está en reconocer que la mayoría de los problemas ambientales tiene sus
raíces en la pobreza y en la propia falta de desarrollo en sus sociedades.

- En vísperas de la reunión de la ONU en 1972, aparece un informe de gran importancia: Los


límites del crecimiento. Se trataba de una investigación apoyada por el Club de Roma que
modeló el futuro del planeta sobre cinco variables fundamentales: población,
industrialización, producción de alimentos, consumo de recursos naturales y contaminación.
El equipo estuvo encabezado por Dennis Meadows (del Massachusetts Institute of
Technology) y, debido a sus preocupantes resultados, fue un informe desacreditado en su
momento. Uno de los aspectos que resaltaba era que si las presentes tendencias de
crecimiento en la población mundial, industrialización, contaminación, producción de
alimentos y utilización de recursos naturales no se modifican, los límites del crecimiento del
planeta (límites físicos) se alcanzarían dentro de los próximos 100 años. Sin embargo, según
Grinberg (1999), los líderes de los países desarrollados, signados por la voracidad consumista
de sus sociedades, no vieron con buenos ojos la hipótesis de “parar la máquina”, mientras los
dirigentes de las naciones desarrollistas del mundo periférico, reclamaban su derecho a
contaminar tal como lo habían hecho, antes que ellos, las naciones tecnológicas avanzadas.

- Conferencia de Estocolmo (1972)

La Conferencia de Estocolmo se consolidó como el primer esfuerzo institucional global para


enfrentar los problemas ambientales tanto nacionales como transfronterizos, colocando el
tema en la agenda mundial y, por lo tanto, en la agenda de todos los países del planeta,
incluidos los de nuestra región. Este evento se llevó a cabo en un contexto de gran expectativa
por el tema ambiental, ya que los medios masivos de comunicación de casi todo el mundo
transmitían en ese momento una variedad de información sobre los efectos adversos
relacionados con el agotamiento de los recursos naturales, el impacto de la urbanización
descontrolada, la extinción de especies, el exceso de residuos, el uso intensivo de productos
químicos, así como la uniformidad de la vida industrializada, las irregularidades del desarrollo
económico, entre otros aspectos.

De esta forma, la “problemática ambiental” empezó a analizarse no solamente a la luz de


medidas técnicas o de ingeniería, sino fue relacionada con las leyes del crecimiento
económico, las metas del capitalismo, la sociedad de consumo, la centralización política, los
modelos de desarrollo, entre otros, develando así la complejidad que atraviesa al tema
ambiental.

Esta Conferencia contó con la participación de 113 países bajo el lema “una sola Tierra”,
dando como resultado la emisión de un documento (no se firmó ningún tratado) denominado
Declaración de Estocolmo sobre Medio Ambiente, compuesto por tres elementos: una
proclama, una lista de principios y un plan de acción. La proclama era general y reflejaba el

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contexto en el que se desenvolvía el encuentro; los principios eran 26 (ver Cuadro 14) y el plan
de acción constaba de 109 recomendaciones que pronto cayeron en el olvido y frente a los
cuales no se definieron plazos fijos de cumplimiento.

Si bien en términos concretos no se lograron mayores avances frente a las problemáticas


ambientales enfrentadas, este evento logró posicionar el tema ambiental a nivel institucional.
Por ejemplo, durante el periodo 1972 – 1992, surgió la necesidad de adoptar leyes orgánicas
que actuaran como prerrequisito para garantizar la existencia de un sistema jurídico
coherente con una política y gestión ambiental. En este sentido, se desarrolló en América
Latina, a partir de 1972, un proceso legislativo encaminado a promulgar las llamadas leyes
generales o leyes marco en el ámbito ambiental, abriendo las puertas para la aparición de una
nutrida reglamentación y normatividad técnica. En este periodo fueron formuladas en nueve
países de la región diferentes leyes «marco», de tal forma que en Colombia, en 1974, se
formuló el Código Nacional de Recursos Naturales Renovables y de Protección al Medio
Ambiente (Decreto 2811). Como lo analiza Brañes (2001), el contenido de estas leyes es más o
menos similar: política nacional ambiental, instrumentos jurídicos para su aplicación y, en
muchos casos, protección de ciertos recursos naturales.

Por último, es de destacar que, además de la Conferencia de Estocolmo, en 1972 se creó una
de las instituciones internacionales más importante para la difusión del tema ambiental: el

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Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Según información del
propio PNUMA, este programa tiene como misión dirigir y alentar la participación en el
cuidado del ambiente inspirando, informando y dando a las naciones y a los pueblos los
medios para mejorar la calidad de vida sin poner en riesgo los de las futuras generaciones. A
2010, el PNUMA tiene seis áreas prioritarias de trabajo: Cambio climático, desastres y
conflictos, manejo de ecosistemas, gobernanza ambiental, sustancias dañinas y eficiencia de
recursos.

- Informe Brundtland (1987) y el concepto de desarrollo sostenible


En la década de los años 80, la denominada conciencia ambiental continúa por buen camino,
como resultado, paradójicamente, de una serie de desastres que acontecen en diferentes
países. Algunos de ellos son el accidente nuclear en la central de Chernobil (Ucrania), el
derrame en una planta de Union Carbide en Bhopal (India) y el accidente del petrolero Exxon
Valdez (Estados Unidos); además de varios informes científicos que advertían sobre la
extinción de especies, el deterioro de la capa de ozono, la intensa pobreza en países de África
y América Latina, el crecimiento demográfico y, en general, el deterioro ambiental como
resultado del ritmo y desenvolvimiento económico y social impulsado.

De esta forma, cada vez era más evidente la importante relación entre el modelo de
desarrollo y el tema ambiental, por lo que su abordaje requería iniciativas globales y a largo
plazo que trascendieran las estrategias nacionales de conservación. Es por ello que en 1983 se
creó la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, presidida por la entonces
Primera Ministra de Noruega, Gro Harlem Brundtland. En 1984, esta comisión se reunió por
primera vez en respuesta a una solicitud de la Asamblea General de la ONU y, tras más de tres
años de encuentros tratando temas de desarrollo y problemática ambiental con líderes
gubernamentales de todo el mundo, en 1987 publicó el informe denominado Nuestro Futuro
Común (Our Common Future), más conocido como el Informe Brundtland, donde se plantea la
posibilidad de conseguir un crecimiento económico en armonía con la sostenibilidad
ambiental.

Una de las principales características de este informe es que definió el tan renombrado
concepto de desarrollo sostenible. A partir de ese momento, éste se hizo universal y
transcendió a todos los sectores de la sociedad. Por desarrollo sostenible se entiende aquel
modelo de crecimiento que “satisface las necesidades de la generación presente sin
comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias
necesidades” (Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo, 1988).

Este informe hace un especial énfasis en las necesidades humanas, otorgando una
importancia sustancial a las necesidades de los pobres. De acá se deduce que uno de los
principales aportes de este informe es señalar que la desigualdad creciente entre países
pobres y ricos es considerada como una de las primordiales causas (y consecuencias) de la
problemática ambiental contemporánea.

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Otro relevante aporte de este informe es resaltar que el desarrollo no necesariamente debe
significar crecimiento económico. Al postular que es deseable que el progreso humano debe
llegar a todos los países y regiones, y evitar que se limite a ciertos lugares, afirma que el
cubrimiento de las necesidades humanas debe orientarse ante todo a la satisfacción de las
necesidades básicas de todos por igual, lo que exige trabajar también en un sistema político
que asegure la participación ciudadana en la toma de decisiones.

Uno de los aspectos más llamativos e innovadores del concepto de desarrollo sostenible, es su
expresa preocupación por las generaciones futuras (idea ausente en los anteriores enfoques y
estrategias de desarrollo), pues propone que para pensar el desarrollo actual, es necesario
tener presente los límites físicos de los ecosistemas, de tal forma que las acciones
emprendidas hoy en día no pongan en riesgos las condiciones ambientales que le permitirían
a las generaciones futuras satisfacer sus propias necesidades. Esto lleva a fomentar una
actitud crítica hacia los modelos de desarrollo de las sociedades tecnológicamente avanzadas
(debido a su excesivo nivel de consumo y proporcional nivel de deterioro ambiental) y a incluir
dentro de las prácticas sociales una postura ética sobre la responsabilidad actual y futura con
las poblaciones menos favorecidas y las generaciones venideras.

En suma, esta comisión observó que los actuales niveles de desarrollo, promovidos por las
economías más fuertes del planeta, conducían a aumentos en términos de pobreza,
degradación ambiental, contaminación, extinción de especies, entre otros impactos. Por eso
propuso un nuevo concepto de desarrollo que, a largo plazo, permitiera asegurar los recursos
para sostener a la actual generación y a las venideras.

No obstante, el concepto de desarrollo sostenible no está libre de polémica y son muchos los
científicos, intelectuales y académicos los que han resaltado las limitaciones del mismo. Por
ejemplo, para el pensador ambiental Augusto Ángel Maya (2008), el Informe Brundtland
conserva una línea tradicional, inaugurada por Estocolmo: el dogma del crecimiento
económico como exigencia del desarrollo. A su parecer, este informe no se plantea la
posibilidad de modelos múltiples de desarrollo, ya que las reformas que se pretende
introducir son modificaciones del estilo actual, cuyas características tampoco se definen con
claridad, por lo que el presupuesto indiscutible parece ser el desarrollo homogéneo y
unidimensional. Bajo este esquema, parece que la única alternativa que se vislumbra para el
denominado Tercer Mundo es abrirse paso hacia el desarrollo propuesto por los países
industrializados en el contexto de un Nuevo Orden Económico Internacional, tal como se ha
definido en el seno de las Naciones Unidas desde 1974. De igual forma, tampoco se plantea
hasta qué punto el modelo homogéneo de desarrollo tecnológico es o no aplicable a los países
del trópico o hasta qué punto es indispensable redefinir el esquema en función de los
ecosistemas. Se parte presumiblemente del esquema de una tecnología neutra aplicable con
pequeñas modificaciones a las distintas circunstancias ecológicas o sociales y, por último, no
se percibe en alguna parte del Informe, la relación existente entre tecnología y estructura
cultural.

Para un análisis crítico del desarrollo sostenible ver el artículo [Ir al artículo]
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TEMA 15. Rio de Janeiro (1992)

Los primeros años de la década de los noventa se convirtieron en un momento álgido de


instalación del tema ambiental a nivel internacional, encontrando su punto más alto en la
denominada Cumbre de la Tierra, realizada en Río de Janeiro (Brasil) en 1992. Esta conferencia
ha sido uno de los eventos ambientales internacionales más grandes hasta ahora organizados,
contando con la asistencia de 176 gobiernos, más de 100 jefes de Estado, unos 10.000
delegados y 1.400 Organizaciones No Gubernamentales. Unas cifras realmente importantes
que deben sumarse a los cientos de eventos preparatorios realizados en diferentes países y a
las miles de personas que asistieron a la cumbre paralela desarrollada en la misma ciudad.
Dentro de los principales resultados de la cumbre se tienen los siguientes:

− La Declaración de Río sobre el medio ambiente y el desarrollo.


− El Programa 21, más conocido como Agenda 21, una estrategia para la promoción del
desarrollo sostenible.
− La redacción del Convenio marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático
− La redacción del Convenio sobre la diversidad biológica y
− La Declaración de principios para el manejo sostenible de los bosques.

La Declaración de Río sobre el medio ambiente y el desarrollo es un compendio firmado en


junio de 1992, que reafirma la Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el
Medio Humano (aprobada en Estocolmo el 16 de junio de 1972), a través de 27 principios por
medio de los cuales se reconoce la naturaleza integral e interdependiente del planeta [Ir a la
Declaración].

El Programa 21 (o Agenda 21), según información de la página oficial de las Naciones Unidas,
es una iniciativa que aborda los problemas acuciantes de hoy y también trata de preparar al
mundo para los desafíos del Siglo XXI. Refleja un consenso mundial y un compromiso político
al nivel más alto sobre el desarrollo y la cooperación en la esfera ambiental. Su ejecución con
éxito incumbe, ante todo y sobre todo, a los gobiernos ya que las estrategias, planes, políticas
y procesos nacionales son de capital importancia para conseguir esto, de tal forma que la
cooperación internacional debe apoyar y complementar tales esfuerzos nacionales. De esta
forma, el Programa 21 planteó a la comunidad internacional el reto de construir innovadores
caminos de financiamiento para apoyar el desarrollo local y sostenible de los países
económicamente más vulnerables [Ir al Programa 21]

El Convenio marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático fue el eje medular de la
Cumbre, ya que éste se veía como una amenaza real y de interés para toda la humanidad.
Según información oficial de la ONU, esta convención estableció una estructura general para

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los esfuerzos intergubernamentales encaminados a resolver el desafío del cambio climático. El
objetivo que se trazó era lograr la estabilización de las concentraciones de gases de efecto
invernadero en la atmósfera a un nivel que impida interferencias antrópicas peligrosas en el
sistema climático. Ese nivel debería lograrse en un plazo suficiente para permitir que los
ecosistemas se adapten naturalmente al cambio climático, asegurar que la producción de
alimentos no se vea amenazada y permitir que el desarrollo económico prosiga de manera
sostenible [Ir al convenio marco]. El convenio entró en vigor en 1994 y en 1997 se celebró en
Kyoto (Japón) una versión de la Convención marco de las naciones unidas sobre el cambio
climático (más conocido como Protocolo de Kyoto), donde se establecieron los objetivos
reales de reducción de las emisiones. El Protocolo de Kyoto, no obstante, entró en vigor hasta
2005, es decir, ocho años más tarde de su declaración y 13 años después de la conferencia de
1992 [Ir al Protocolo de Kyoto].

El Convenio sobre la diversidad biológica fue el primer acuerdo mundial de protección de


todos los aspectos de la biodiversidad. Este convenio es un convenio legalmente vinculante y
entró en vigor a finales de 1993. Según información del PNUMA, actualmente este convenio lo
conforman más de 185 países miembros. Dentro de sus principales metas están: proteger la
biodiversidad, usar los recursos biológicos de manera sostenible y compartir equitativamente
los beneficios de estos recursos [Ir a más información].
La Declaración de principios para el manejo sostenible de los bosques es un documento sin
fuerza jurídica obligatoria, de principios para un consenso mundial respecto de la ordenación,
la conservación y el desarrollo sostenible de los bosques de todo tipo. Este documento
plantea, entre otras cosas, que la cuestión de los bosques guarda relación con toda la gama de
problemas y oportunidades en el contexto de la relación desarrollo y ambiente, incluido el
derecho al desarrollo socioeconómico en forma sostenible [Ir a la declaración].

La Cumbre para la Tierra convino que la Asamblea General de las Naciones Unidas realizaría
un seguimiento de los avances de los acuerdos definidos en 1992 cinco años después. De esta
forma, del 23 al 27 de junio de 1997 se realizó, en la ciudad de Nueva York (Estados Unidos),
esta reunión denominada Cumbre de la Tierra + 5 (o Río + 5). De igual forma, del 26 de agosto
al 4 de septiembre de 2002 se realizó, en Johannesburgo (Suráfrica), una nueva reunión para
evaluar los avances de la Cumbre de la Tierra diez años después de su realización; evento que
se denominó Cumbre de la Tierra + 10 (o Río + 10). En estas reuniones, la constante ha sido un
balance poco motivante de los avances alcanzados para varias delegaciones de los países
europeos, de los países económicamente más débiles y de diferentes ONG ambientales de
diferentes regiones, puesto que no se han acordado compromisos concretos para el desarrollo
sostenible, lo que deja un sinsabor sobre los compromisos reales que tienen las grandes
potencias y los grandes grupos económicos en este tema.

TEMA 15. Gestión Ambiental en Colombia


Tal como se ha expuesto en las lecciones anteriores, a nivel internacional el tema ambiental
no tiene un único origen, ni es una cuestión propia de un área disciplinar o una región
14
geográfica, por el contrario, es un resultado de un sinnúmero de expresiones sociales,
culturales, populares, académicas, normativas, técnicas, científicas, mediáticas, políticas,
entre otras, que han emergido de diversas formas en múltiples regiones del planeta. Para el
caso colombiano, el panorama no es muy diferente, ya que, como afirma Tobasura (1997), las
raíces del ambientalismo colombiano deben rastrearse desde la Expedición Botánica, la
Expedición Corográfica, las luchas comunera, de nativos y de criollos por la independencia de
la corona española (en los Siglos XVIII y XIX); pasando por las luchas obreras, campesinas e
indígenas por la tierra y mejores condiciones laborales (de comienzos y mediados del Siglo
XX); hasta llegar a los vastos sectores de la sociedad colombiana que han librado iniciativas
(desde finales de los años 1960 y comienzos de los años 1970) para defender ecosistemas,
territorios sagrados, acceder a la tierra para cultivar valiosos y mejorar las condiciones de
saneamiento de la población.

Dentro de este gran espectro de problemáticas ambientales, se destacan (según Tobasura,


1997), la defensa del parque isla de Salamanca, la Sierra de la Macarena, el parque Tayrona, la
isla Gorgona, la defensa de ríos, lagunas, ciénagas y humedales, la lucha contra las siembras
de especies exóticas como pinos y eucaliptos, la oposición de ambientalistas y ciudadanos
contra la “plastificación” de la sabana de Bogotá por las empresas de flores, las luchas de los
indígenas Emberá-Katios y los U’wa en defensa de sus territorios sagrados y sus culturas
ancestrales, las luchas de los obreros de las minas en diferentes regiones del país, la pelea de
sectores urbanos por defender el espacio público, la resistencia de campesinos, indígenas y
comunidades negras por la permanencia en el territorio, la defensa de la seguridad
alimentaria y de nuevas formas alternativas de agricultura, los aportes reflexivos y técnicos
generados desde la academia en los ámbitos de la ingeniería, arquitectura, ecología, entre
otros, y, más recientemente, la defensa de los derechos humanos y de la vida como valor
supremo.

Para que estas expresiones se hubieran constituido en un aporte de lo que hoy en día
denominamos “la cuestión ambiental”, fueron determinantes las condiciones que a nivel
internacional que venían dando desde mediados del Siglo XX. De esta forma, las
movilizaciones sociales, los acontecimientos políticos y los informes científicos que vieron la
luz desde finales de los años sesenta, como resultado de la Conferencia de Estocolmo, el
informe Los Límites del Crecimiento, el Informe Brundtland, entre otros ya mencionados, tuvo
eco en nuestro país, motivando la formación del Instituto de Desarrollo de los Recursos
Naturales Renovables – INDERENA (1968) y la promulgación del Código de los Recursos
Naturales y Protección del Medio Ambiente (1974); eventos que fueron de suma importancia
para posicionar el tema ambiental en el ámbito institucional del país.

Así, pese a que en Colombia no ha existido un movimiento ambiental formalmente


constituido, es claro que todas las expresiones citadas (desde organizaciones campesinas
hasta técnicos en el campo ambiental), han logrado posicionar este tema en diferentes
instancias, incluso en las esferas gubernamentales, llegando a incorporar los principios
ambientales de la declaración de la Cumbre de la Tierra en los dos documentos que hoy en día

15
son el sustento de la normativa ambiental del país: la Constitución Política de 1991 y la Ley 99
de 1993 [Ir a la Ley 99/93].

En lo que respecta a los aportes técnicos y académicos del campo específico de formación del
área ambiental y sanitaria, la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Antioquia afirma que
el inicio del ejercicio de la Ingeniería en el campo del saneamiento, se dio en los años cuarenta
con la creación del Fondo de Fomento Municipal, entidad de tipo financiero que distribuía los
recursos a los departamentos y a los municipios, previa evaluación demográfica, presupuestal
y técnica. Una de sus funciones estaba orientada hacia proyectos de acueducto y
alcantarillado. Posteriormente, en la década de los cincuenta, el Fondo de Fomento Municipal
se suprimió y se creó el Instituto Fomento Municipal, que a su vez pasó a convertirse en el
Instituto Nacional de Fomento Municipal, con fisonomía de establecimiento público
descentralizado. Por estos años (1957), la Asociación Colombiana de Ingeniería Sanitaria y
Ambiental (Acodal) fue fundada por delegados de las Empresas de Servicios Públicos, las
industrias del sector y el gobierno colombiano.

En 1960, la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional revela un informe que muestra


la necesidad de Ingenieros Sanitarios para la solución de problemas de cobertura de
acueducto, alcantarillado y saneamiento básico. Esto genera que en 1962 surgiera la primera
carrera en la Universidad del Valle de esta naturaleza, mientras en la Universidad de Antioquia
fue creada en febrero de 1968. Esto refleja cómo la aproximación de la ingeniería frente a
cuestiones de la naturaleza (entendidos como ambientales) comenzó a transformarse con el
surgimiento del ambientalismo como un movimiento global que sea alimentó de la creación
de una conciencia pública sobre el imperativo de proteger el ambiente, frente a la
constatación de la existencia de graves problemas ambientales y la necesidad de actuar para
enfrentarlos (Rodríguez, 2007).

Así, por último, es importante hacer mención que los estudios de ingeniería sanitaria y
ambiental se desarrollaron, en sus inicios, a partir de la ingeniería civil y la salud pública,
enfocados hacia el saneamiento básico, la epidemiología, la salud pública, los acueductos y el
alcantarillado. Sin embargo, hacia 1978 se involucraron otras temáticas como la
contaminación atmosférica y el aseo urbano, y hacia fines de la década de los 90 se
introdujeron varias electivas que incluían temáticas sobre la gestión ambiental.

DEBATE

Después de finalizar la lectura del material, debe preparar el DEBATE para el encuentro 4, para
esto tenga en cuenta las siguientes preguntas.

16
1. ¿Cuáles, considera, son los aspectos más sobresalientes sobre el uso del agua, el aire y
el manejo de los residuos sólidos?.
2. ¿Qué cumbres se celebraron antes de Estocolmo 1972? ¿Cuál fue su importancia?
3. ¿Por qué existió la necesidad del Estocolmo 1972? ¿Cuáles fueron sus principios?
4. ¿Qué se creó?
5. ¿Cómo se formula el concepto de desarrollo sostenible?
6. ¿Qué debilidades cree, tiene el desarrollo sostenible, según sus críticos?
7. ¿Cuáles fueron los resultados de la Cumbre de Rio de Janeiro en 1992?
8. ¿Cómo se estructura el Sistema Ambiental en Colombia?

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RUBRICA

Rubrica de Evaluación

Máximo
Ítem Valoración Baja Valoración Media Valoración Alta
Puntaje
Realizo aportes aceptables y Se destacó por su interés por
Participación No participó en el debate
cuestionamientos. la respuesta a preguntas y 5
en el debate (Puntos O)
(Puntos=2) participación. (Puntos=5)
Realizó aportes de acuerdo al
Profundización Demostró investigación para
No demostró profundización material entregado sin mayor
de temática en profundizar en la temática 5
en la temática (Puntos= O) investigación
otras fuentes (Puntos= 5)
(Puntos= 3)
No respeta el uso de la Fue tolerante a la diferencia,
Sintió inconformidad pero se
palabra y la opinión diferentes demostrado el manejo del
Tolerancia mantuvo al margen. 5
a la individual. tema y aportando conceptos.
(Puntos 3)
(Puntos= O) (Puntos = 5)
Buenas conclusiones y
Aportes a las No concluye, no aporta Conclusiones aceptables. aportes mostrables por el
5
conclusiones (Puntos=O) (Puntos= 3) manejo de la temática
(Puntos=5)
Foro Tenga en cuenta los criterios de la agenda puntuación de 0 a 5. 5
TOTAL PUNTOS 25

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BIBLIOGRAFIA

Arellano, J. (2002). Introducción a la ingeniería ambiental. México: Alfaomega.

Deléage, J. (1993). Historia de la ecología. Montevideo: Editorial Nordan.

Henry, J. & Heinke, G. (1999). Ingeniería Ambiental. México: Prentice Hall.

Kiely, G. (1999). Ingeniería Ambiental. Madrid: McGraw-Hill.

Márquez, G. (2003). Ecosistemas Estratégicos de Colombia. Recuperado el 15 de octubre de 2010


de: [http://www.sogeocol.edu.co/documentos/07ecos.pdf]
Pabón, J. & Chaparro, R. (2001). Colombia en el ambiente global. En: El medio ambiente en
Colombia. Bogotá: IDEAM.

Sarmiento, F. (2000). Diccionario de ecología: paisajes, conservación y desarrollo sustentable para


Latinoamérica. Quito: Ediciones Abya-Yala.

Zaror, C. (2000). Introducción a la ingeniería ambiental para la industria de procesos.


Concepción: Universidad de Concepción.

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