Está en la página 1de 10

¿QUE ES LIDERAZGO?

liderazgo es el conjunto de habilidades gerenciales o directivas que un individuo tiene para influir en la
forma de ser o actuar de las personas o en un grupo de trabajo determinado, motivandolos y
comprometiéndolos hacia la acción y haciéndolos responsable por su desempeño haciendo que este
equipo trabaje con entusiasmo hacia el logro de sus metas y objetivos. También se entiende como la
capacidad de delegar, tomar la iniciativa, gestionar, convocar, promover, incentivar, motivar y evaluar
un proyecto, de forma eficaz y eficiente, sea este personal, gerencial o institucional (dentro del proceso
administrativo de la organización).

El liderazgo es la clave para que una empresa, departamento o proyecto de cualquier ámbito funcione.
Sin embargo, encontrar a personas que desarrollen su liderazgo de forma acertada en un equipo no es
una tarea fácil.

un líder también tiene la capacidad de tomar la iniciativa y proporcionar ideas innovadoras, y no solo de
dar órdenes.

El liderazgo tampoco equivale a una distribución desigual de poder. Y aunque sea el líder el que tenga la
última palabra, es el trabajo en equipo el que da los mejores resultados.

IMPORTANCIA DEL LIDERAZGO

La importancia del liderazgo es más que evidente en muchos ámbitos de la vida, incluso más allá del
liderazgo empresarial. Puesto que el líder es el responsable de la consecución de los objetivos de una
manera mucho más efectiva y rápida.

El liderazgo no es plano, y dependiendo del contexto en donde se desarrolle puede determinar la clase
de transformación social de la que es capaz. Tiene, por tanto, una función dentro de la organización,
comunidad o sociedad que destaca por su relevancia e influencia.

Es así como las organizaciones dependen para crecer y perdurar del liderazgo, he allí donde recae su
gran importancia. Un líder será capaz de establecer una buena comunicación y mejorar la capacidad de
integración de los miembros, todo con el fin de lograr un objetivo en común.

TIPOS PUROS DE LIDERAZGO:

Líder carismático: es el que tiene la capacidad de generar entusiasmo. Es elegido como líder por su
manera de dar entusiasmo a sus seguidores. Tienden a creer más en sí mismos que en sus equipos y
esto genera problemas, de manera que un proyecto o la organización entera podrían colapsar el día que
el líder abandone su equipo.
Líder tradicional: es aquel que hereda el poder por costumbre o por un cargo importante, o que
pertenece a un grupo familiar de élite que ha tenido el poder desde hace generaciones. Ejemplos: un
reinado.

Líder legítimo: El primero es aquella persona que adquiere el poder mediante procedimientos
autorizados en las normas legales, mientras que el líder ilegítimo es el que adquiere su autoridad a
través del uso de la ilegalidad. Al líder ilegítimo ni siquiera se le puede considerar líder, puesto que una
de las características del liderazgo es precisamente la capacidad de convocar y convencer, así que un
"liderazgo por medio de la fuerza" no es otra cosa que carencia del mismo.

CLASIFICACIÓN DE LIDERAZGO

Según su tipo de desarrollo

De acuerdo con esta clasificación, existen varios estilos de liderazgo:

Líder autócrata: asume toda la responsabilidad de la toma de decisiones, inicia las acciones, dirige y
controla al subalterno.

Líder emprendedor: adopta el estilo participativo utiliza la consulta para practicar el liderazgo. No
delega su derecho a tomar decisiones finales y señala directrices específicas a sus subalternos, pero
consulta sus ideas y opiniones sobre muchas decisiones que les incumben.

Líder liberal: delega a sus subalternos la autoridad para tomar decisiones.

Líder proactivo: promueve el desarrollo del potencial de las personas, de la forma que un jardinero
cuida y potencia su jardín.

Líder audaz: es capaz de relacionarse con muchas instituciones y personas, persuasivo, crítico, con
mirada positiva. Tiene la capacidad de consultar a las demás personas para luego tomar decisiones.

- Según la formalidad en su elección

Liderazgo formal: preestablecido por la organización.

Liderazgo informal: emergente en el grupo.

-Según la relación entre el líder, sus seguidores y subalternos.


Liderazgo dictador: fuerza sus propias ideas en el grupo en lugar de permitirle a los demás integrantes a
hacerse responsables, permitiéndoles ser independientes. Es inflexible y le gusta ordenar. Destruye la
creatividad de los demás.

Liderazgo autocrático: el líder es el único en el grupo que toma las decisiones acerca del trabajo y la
organización del grupo, sin tener que justificarlas en ningún momento. Los criterios de evaluación
utilizados por el líder no son conocidos por el resto del grupo. La comunicación es unidireccional: del
líder al subordinado.

Liderazgo democrático: el líder toma decisiones tras potenciar la discusión del grupo, agradeciendo las
opiniones de sus seguidores. Los criterios de evaluación y las normas son explícitas y claras. Cuando hay
que resolver un problema, el líder ofrece varias soluciones, entre las cuales el grupo tiene que elegir.

Liderazgo onomatopéyico: el líder, a la vez que reflexiona sobre la visión que ha de mover al grupo
liderado hacia su objetivo deseado, se expresa a través de simples onomatopeyas verbales que
favorecen notablemente el entusiasmo del grupo.

Liderazgo paternalista: no tiene confianza en sus seguidores, comúnmente toma la mayor parte de las
decisiones, entregando recompensas y castigos a la vez. Su labor consiste en que sus empleados
trabajen más y mejor con: incentivos, motivación e ilusión a posibles premios si logran el objetivo.

Liderazgo liberal (laissez faire): el líder adopta un papel pasivo, abandona el poder en manos del grupo.
En ningún momento juzga ni evalúa las aportaciones de los demás miembros del grupo. Los miembros
del grupo gozan de total libertad, y cuentan con el apoyo del líder sólo si se lo solicitan.

Liderazgo emocional: Las bases emocionales resultan cruciales para los diseños empresariales más
complejos en los que la organización coloca líderes para cada división de negocio de forma
descentralizada, y mantiene además un liderazgo central, esto a forma de una "federación". En estos
contextos, según como expone Warren Bennis en su trabajo "Convertirse en líder de líderes", el éxito de
los negocios depende de un balance de poderes entre el poder central y las divisiones de negocio, y del
desarrollo de un liderazgo emocional con una buena dosis de competencias conversacionales entre
todos los líderes. [4]

-Según el tipo de influencia del líder sobre sus subordinados

Liderazgo transaccional: los miembros del equipo reconocen al líder como autoridad y como líder. El
líder proporciona los recursos considerados válidos para el equipo de trabajo.

Liderazgo transformacional o carismático: el líder tiene la capacidad de modificar la escala de valores,


las actitudes y las creencias de los colaboradores.

principales acciones de un líder carismático son: discrepancias con lo establecido y deseos de cambiarlo,
propuesta de una nueva alternativa con capacidad de ilusionar y convencer a sus colaboradores, y el uso
de medios no convencionales e innovadores para conseguir el cambio y ser capaz de asumir riesgos
personales.
Liderazgo auténtico: es aquel líder que se concentra en liderarse en primer lugar a sí mismo. Es un líder
con mucho autoconocimiento, ecuánime, espiritual, compasivo y generoso. Solo una vez que se lidera la
propia mente se puede liderar a los demás.

Liderazgo lateral: se realiza entre personas del mismo rango dentro de una organización u organigrama
o también se puede definir como el proceso de influir en las personas del mismo nivel organizacional
para lograr objetivos en común con la organización.

Liderazgo longitudinal: también llamado "liderazgo piramidal", es el que se realiza entre personas
separadas por grados jerárquicos, de tal modo que la influencia del líder hacia los liderados se
fundamenta en la autoridad y conocimientos del líder. Este estilo es extensamente utilizado en política y
en algunos grupos milicianos.

Liderazgo en el trabajo: en los negocios se evalúan dos características importantes en los ejecutivos, con
la intención de verificar su capacidad de dirección: por un lado, la aptitud y, por otro, la actitud. La
primera se obtiene con el aprendizaje de nuevos métodos y procedimientos; por ejemplo, la capacidad
de construir un balance, un flujo de caja, distribución de planta o un plan de marketing.

LIDER

es una persona que actúa como guía o jefe de un grupo. Para que su liderazgo sea efectivo, el resto de
los integrantes debe reconocer sus capacidades.

El líder tiene la facultad de influir en otros sujetos. Su conducta o sus palabras logran incentivar a los
miembros de un grupo para que trabajen en conjunto por un objetivo común. De acuerdo a su forma de
ejercer la conducción del equipo, el líder puede ser considerado autoritario (toma las decisiones sin dar
explicaciones al respecto), democrático (permite que todos opinen y decide por consenso) o laissez faire
(es el líder liberal, aquél con una conducta pasiva que delega el poder en los demás).

SEGUIDOR

Un seguidor es alguien que recibe la influencia de un líder. Un seguidor puede ser administrador o
subordinado.

¿DIFERENCIA ENTRE SEGUIDOR Y EL LIDER?

Hay muchísimas personas que aunque no ostenten cargos de responsabilidad en una empresa, tienen
madera de líderes. Y personas que tienen a su cargo incluso a decenas de trabajadores sin tener ni una
sola dote de liderazgo “corriendo por las venas”.
Un seguidor siempre espera órdenes, un líder tiene iniciativa propia. Mientras el primero se sienta a
esperar que le digan qué es lo que tiene que hacer, el segundo está ya haciendo por cuenta propia todo
lo que puede. Este simple gesto no tiene porqué diferenciar un jefe o responsable de uno de sus
empleados, es cuestión de actitud ante el trabajo.

Al igual que un seguidor sólo mantiene la comunicación cuando le preguntan o es estrictamente


necesario, y un líder siempre busca un diálogo fluido y constante con todas las personas que tiene a su
alrededor. Sabe que la comunicación es poder y lo utiliza para su beneficio profesional.

Recuerda que mientras que un seguidor se conforma con lo que tiene, el líder se pone metas personales
y profesionales constantes. Y esa es una de las grandes diferencias. Una vida sin metas es una vida vacía,
por eso las personas con carácter y dotes de liderazgo saben tener siempre objetivos a la vista.

Además un seguidor siempre busca la aprobación del resto, sin embargo el líder busca su satisfacción
personal, sentirse bien consigo mismo y conseguir cada uno de sus objetivos. No quiere palmadas en la
espalda, quiere hacer las cosas de una forma eficiente y con una calidad extrema.

INFLUENCIA

la influencia es el acto con el que se puede convencer al punto de guiar a una persona por un camino
determinado. La influencia de la sociedad puede contribuir al desarrollo de la inteligencia, la afectividad,
la asertividad, el comportamiento y, personalidad Las razones por las que una persona caiga en la
influencia de otra o por una tendencia son de acuerdo al entorno en el que se desarrolla la situación, se
emplea para denotar la repercusión de algo en la función de una persona u objeto que pueda
manipularse. En el caso de los seres humanos, los cuales viven en una fluctuante sociedad la cual toma
diversas decisiones en pro del bienestar.

PODER

El poder se define como la capacidad que tiene un sujeto A para conseguir que el sujeto B haga algo, o
deje de hacer algo, que no lo haría de otro modo.

Así mismo, Chiavenato define el poder como el potencial de una persona para influir en otras, el cual
puede ser o no ejercido.

El poder es la capacidad para afectar y controlar las decisiones y los actos de otras personas aun cuando
éstas se nieguen a ejecutarlos.
Siempre, en el caso del poder, existe un dominante que ejerce la doblegación y un dominado o
subalterno que asume que se le gobierne o den ordenes.

TIPOS DE MANEJOS

El poder es relacional: dependiendo de las interrelaciones que se establecen entre las partes. Se observa
en poder de una persona a un grupo y viceversa.

El poder surge de la dependencia entre los recursos: es relacional, pues nace de la relación entre
diferentes partes, estableciendo una dependencia mutua.

El poder implica libertad de parte de quien reciba la orden: para que A pueda lograr que B lleve a cabo
una acción es preciso que B actúe con libertad.

El poder es potencial: tiene referencia a capacidad.

Bases del poder o tipos: implican potencialidad en el empleo de determinados recursos.

Poder informacional: se basa en la información o argumentación lógica para que se cambie la conducta.

Poder coercitivo: se amenaza para que el otro ejecute la acción.

Poder de recompensa: se basa en la capacidad del agente de poder para distribuir algo que el sujeto
valora. Si me obedeces yo te doy un premio a cambio de la ejecución de una buena acción.

Poder legítimo: se basa en el puesto que ocupa, el cual es ganado por sus capacidades y competencias.

Dentro de este tipo de poder existen:

Poder legítimo de reciprocidad: relacionado con las relaciones “yo hago esto por ti y tú haces eso por
mí”.

Poder legítimo de equidad: “tú me hiciste algo y debes compensarme por ello”.

Poder legítimo de responsabilidad: relacionado con la asignación de tareas.


Poder del experto: se basa en las capacidades y competencias de quien ejerce el poder. El único que
puede llevar ese proceso.

Poder referente: por concepto de otros se habla de que éste tiene determinadas características y se
cree en él.

AUTORIDAD

es el privilegio de primacía que se reconoce en la influencia, esta puede ordenar a otras personas que
hagan algo basándose en la razón y en la persuasión.

La autoridad es restringida por los medios y la capacidad física del subordinado y por las limitaciones
impuestas por la ley, la moral y las costumbres. En una organización la autoridad se muestra como un
representante legal, este desde lo formal ejerce autoridad y es mostrado como el jefe formal.

La autoridad y el liderazgo están por encima del poder y de la capacidad de gestión cuando se quiere
generar una sinergia en nuestro equipo de trabajo de forma sólida y sostenible”.

¿EL LÍDER NACE O SE HACE?

Existen diferentes enfoques para abordar la cuestión sobre si los directivos poseen ciertos rasgos
innatos que los definen como grandes líderes o, simplemente, se trata de profesionales que han
apostado por la formación y el desarrollo continuo de las habilidades de liderazgo (se han hecho a sí
mismos como directivos).

Los líderes nacen

Bajo esta perspectiva, existen personas más destinadas a asumir el rol de liderazgo y parecen tener una
cierta predisposición para ocupar cargos de Dirección dentro de las organizaciones. Según esta visión,
existen ciertos rasgos que las diferencian del resto:

Ambición y energía.

Deseo de dirigir.

Honestidad e integridad.

Confianza en uno mismo.

Inteligencia y conocimiento del entorno.


En todo caso, y más allá de estas características concretas, estas personas son referentes en su
organización y se manejan desde un liderazgo carismático, con el que se ganan la autoridad y desechan
el mando desde el poder.

Los líderes se hacen

En cambio, desde el otro extremo, se puede esgrimir que existe un cierto sesgo cuando se afirma que
estos directivos son “líderes de nacimiento”. Los argumentos pasan por defender que el liderazgo no es
una habilidad natural, ya que todos podemos serlo si nos lo proponemos (depende, básicamente, del
desarrollo del personal y de la actitud que se tome):

Muchos directivos que triunfan en determinadas organizaciones, fracasan en otras.

Existen personas que se convierten en líderes ante determinadas condiciones, cuando hasta el
momento no se habían identificado como tales.

Las capacidades del buen directivo pueden ser aprendidas, si existe la predisposición y la motivación
adecuadas.

Los líderes nacen y también se hacen

Las conclusiones a las que han llegado las investigaciones de las últimas décadas desvelan que, en
efecto, existen personas que, dado su carácter, muestran auténticas dotes de liderazgo. Sin embargo, la
mayoría de las personas necesitan aprender y experimentar para llegar a ser unos buenos directivos.
También es importante señalar que no existe una única forma de liderazgo eficaz, sino que pueden
encontrarse estilos de liderazgo diferentes e igualmente exitosos, en función de la organización en la
que estén.

CARACTERÍSTICAS DE UN BUEN LÍDER

No importa si estás en la cúspide de una gran empresa o si tienes por el contrario un grupo pequeño de
personas a tu cargo. Existen ciertas habilidades de un líder que no pueden ser desestimadas. Son estas
habilidades las responsables de potenciar y producir los mejores cambios en una organización.
liderazgo equipo

Es así como estas son las cualidades que todo gran líder debería demostrar para llevar su cargo al
máximo nivel de rendimiento:

Tener un pensamiento positivo: De todas las características de un líder quizás el ser positivo es una de
las más primordiales. Esto porque al comprender el potencial de la psicología positiva, se entenderá la
mejor forma de implementar un aprendizaje en cualquier situación que se presente.

Ser honesto: La verdad siempre debe ser la mayor arma de un líder. Si bien la realidad puede ser
muchas veces dolorosa o molesta, esconder ciertas cosas puede complicar muchas situaciones.

Saber delegar: Un líder no puede hacer todo solo. Pensar esto, es algo irrealista. Por lo que un buen
líder necesita dejar solos y confiar en sus colaboradores para que el trabajo en equipo sea eficiente.

Incentivar una buena comunicación: La falta de comunicación es la responsable del fracaso de muchas
operaciones en las empresas. Así que incentivar una de utilidad es una de las maneras más sensatas de
cultivar el éxito.

Inspirar al grupo: Un grupo estará desanimado si se encuentra frente a la falta de motivación. El rol del
líder está diseñado en parte, para inspirar y transmitir pasión a sus colaboradores.

Establecer estrategias para una vida equilibrada: Una persona que vive solo para trabajar, nunca dará
el 100% de lo que es capaz en el trabajo. Esto porque carecerá de energía. En cambio, aquellas personas
que logran un correcto equilibrio pueden aumentar su productividad a grandes niveles. Es así como un
líder debe asegurarse de que su equipo sea capaz de vivir un buen equilibrio entre su trabajo, vida
personal o social.

Alinear al equipo: Un equipo debe estar enfocado en una meta a largo plazo (misión), pero marcando
objetivos realizables a corto plazo. Es el líder nuevamente el encargado de esta tarea.

Dar créditos cuando corresponda: Las personas que hacen bien su trabajo o que alcanzan metas deben
ser recompensadas, dárles crédito para que se sientan motivadas y su confianza aumente.

Apreciar los logros: Para que un líder aprecie un logro no tiene que ser uno colosal, sino que también
aquellos logros pequeños deben ser reconocidos. Aunque sea pequeños o modestos es bueno hacer
esto.

Fomentar el crecimiento: Un buen líder debe fomentar el crecimiento y desarrollo profesional y


personal de sus colaboradores. Como resultado conseguirá aumentar la productividad del trabajo.

Ser el guía: Un líder nunca deberá actuar como un jefe, mucho menos ejercer influencia usando el poder
y la intimidación como herramientas principales. Hay que saber diferenciar entre guiar e imponer.
Fomentar los buenos hábitos: Para que un proyecto sea exitoso, hace falta que sus colaboradores
también sean felices y productivos, y la clave está en el fomento de los buenos hábitos de vida.
Ayudarlos a que tengan una vida más sana y estable siempre.

Mantener una posición neutral: Los favoritismos no deben existir en un ambiente sano de trabajo,
mucho menos por parte del líder. Es por esto que uno debe enfocarse siempre en demostrar que a
todos los colaboradores se les trata por igual, sin ninguna clase de distinción.

También podría gustarte