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CRISTIANA
Puede ser útil saber las características de cada uno de estos temperamentos,
para poder hacer la tarea de renovar nuestra mente y hacer morir estas
obras de la carne. Sí asumimos que pertenecemos a determinado tipo de
temperamento, podemos correr el peligro de desligarnos y desechar la
gracia. No desechando la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la
justicia, entonces por demás murió Cristo” Gálatas 2.21. Recordemos que
“Gracia” es el poder sobrenatural de Dios para llegar a ser lo que no
podemos ser en nuestras propias fuerzas. El justificar y adoptar tipos de
temperamentos basados en que “así nací” y “así soy yo”; serán causa de
muchos sufrimientos y aflicciones en cuanto a nuestras relaciones
interpersonales. No podemos ignorar que “El diablo, como león rugiente,
anda alrededor buscando a quien devorar.” I Pedro 5.8
Uno de los nombres de Satanás es “dedo acusador”. Cuando las personas
asumen ideas y pensamientos negativos todo el tiempo, tales como
sentimientos de odio, venganza, culpabilidad o pensamientos que
engendran desanimo; su final será caer en posos de amargura y odio en su
corazón.
El apóstol Pablo nos advierte muy enfáticamente en la carta a los Efesios:
“Airaos pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo. No deis
lugar al diablo”. Esa expresión “dar lugar”, viene de la raíz griega “topos”,
que denota ceder un lugar físico o terreno específico para ser ocupado por
el diablo; es decir, un espíritu inmundo que manipula nuestra mente y
emociones.
“Te has enlazado con las palabras de tu boca, y has quedado preso
en los dichos de tus labios.” Proverbios 6.2
“… y que escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a
voluntad de él” 2 Timoteo 2.26
“Sí estamos en Cristo, nueva criatura somos, las cosas viejas pasaron; y
ahora somos nuevos en nuestra mente”2 Corintios 5.17
Lo primero que tenemos que tener en cuenta, es que las palabras que
pronunciemos en el momento de la angustia, determinarán la
solución o gravedad del problema y la pronta victoria, o
prolongación de la aflicción.