En situaciones de crisis, reestructurar una empresa es la diferencia entre cerrar un
negocio o sobrevivir. En muchas ocasiones, el empresario tiene ciertos apegos emocionales que le dificultan en la toma de decisiones o, simplemente, no tiene los conocimientos necesarios para afrontar el proceso de reestructuración. Despedir personal no siempre es la solución, sino una forma de alargar la agonía. Reestructurar es una forma muy válida de emprender, tal y como te decíamos en el post sobre emprender reflotando empresas. Sea cual sea el motivo, las claves para afrontar el proceso con todas las garantías:
1. Analiza todos los procesos, ¿son realmente necesarios para la actividad?
¿Aportan valor para el cliente o sólo son una fuente de gastos e ineficiencias? EL criterio clave es cómo generar más con menos, es decir, cómo ser más productivos con lo que hacemos. 2. Agrupa actividades para eliminar las duplicidades y aquellas que no aporten nada. Muchas veces las empresas crecen y las tareas se duplican por la falta de comunicación o por el mero hecho de que el personal que se va incorporando hace las cosas a su manera. Las duplicidades son especialmente habituales con datos e información. Busca soluciones informáticas basadas en aplicaciones que evitan estos problemas. 3. Busca dentro de la empresa aquellos trabajadores polivalentes que puedan liderar y motivar al resto del equipo. 4. Crea una visión de futuro que motive y comparta toda la empresa, sólo así podrás crear la energía necesaria para que las empresas sean más creativas y den lo mejor de uno mismo para poder reestructurar una empresa que está en crisis. No menosprecies esta clave, porque como pasan en otros aspectos de la vida todo ocurre antes en nuestra imaginación que en la realidad. 5. Busca nuevas formas para aumentar las ventas, porque por mucho que reduzcas gastos siempre habrá unos mínimos.