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[1]

EMPRESAS DE PRODUCCIÓN
SOCIAL DE MANUFACTURA
DEL CAFÉ
LA CREACIÓN DE VALOR, DESDE EL
EMPRENDIMIENTO Y
EL DESARROLLO SUSTENTABLE

Marlene J. Naim L.

2020

[2]
AUTORIDADES UNIVERSITARIAS:

Prof. Alberto Quintero


Rector

Prof. (a) Coromoto del Pilar Sánchez


Secretaría General

Prof. (E.) Heriberto Rivero


Vicerrector de Servicios

Prof.(a) (E.) Yajaira Pujol


Vicerrectora de Planificación y Desarrollo Social

Prof. Héctor Montes


Vicerrector de Producción Agrícola

Prof. Gustavo Jaime


Vicerrector de Infraestructura y Procesos Industriales

Prof. (a) Marys Orama


Vicerrectora de Planificación y Desarrollo Regional

Prof. (a) Zoleida Lovera


Gerente de la Fundación Editorial

Prof. Ramón E. Azócar A.


Sub-Gerente de la Fundación Editorial-UNELLEZ-VPA

EMPRESAS DE PRODUCCIÓN SOCIAL DE MANUFACTURA DEL CAFÉ Y


LA CREACIÓN DE VALOR, DESDE EL EMPRENDIMIENTO Y EL
DESARROLLO SUSTENTABLE.
1ª edición
ISBN:
Edición Digital / Hecho en Venezuela
Ediciones FEDUEZ/ Colección WILMER REYES

[3]
Dedicatoria:
A Dios todopoderoso;
A mi querida madre, por estar presente
en todos los espacios de mi vida siempre.
Apoyándome y aconsejándome…
A mi esposo y compañero de vida, Ramón Eduardo,
agradezco a la vida por ponerte en mi camino,
Por esos hijos tan hermosos y proyecto de vida
que tenemos juntos, siempre en las buenas
y en las malas…
A mis hijos hermosos, Anshar y Alexander, los adoro.
A mi amiga Aleida López, una hermana
que me dio la ciudad Guanare y que emprendió este
proceso de formación conmigo…
A los que se fueron en forma prematura:
Mi padre, mi tío Mario, amigos Wilmer y Daniel,
los tengo siempre presente en mi corazón...

[4]
[5]
Índice

INTROITO ........................................................................................................7
QUESTIO ....................................................................................................... 12
DISPUTATIO (ARGUMENTOS A FAVOR Y EN CONTRA) ......... 37
RESPONSIO (SOLUCIÓN RAZONADA Y JUSTIFICADA) ........... 70
VELA SOLUTIO (DISPUTATIO, ARGUMENTOS A FAVOR Y EN
CONTRA, ELIMINANDO LAS RAZONES FALSAS) ....................... 87
CIERRE Y NUEVAS INCÓGNITAS ...................................................... 96
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ..................................................... 100

[6]
INTROITO

La ciencia, tomando ideas de Martínez (2009), es una


organización de conocimientos sobre un tema específico
que es comprobable y capaz de proporcionar predicciones
sobre lo que el hombre transforma y modifica en el
mundo. En este sentido, la economía es una ciencia
verdadera, porque toma en cuenta diferentes aspectos de
las relaciones de ese hombre en su transformación y
modificación del mundo, vinculadas a los procesos de la
economía. Ésta no se ajusta a la definición estricta de la
ciencia, debido a los problemas con los supuestos
económicos, la falta de verdaderos experimentos
controlados y la naturaleza poco realista de las
predicciones económicas.

Sin embargo, los que subdividen la ciencia en ciencias


blandas y duras, dan la respuesta que la economía se
considera como una ciencia blanda. Acá es importante
visualizar, como lo hace Martínez (ob.cit.), que la ciencia
es un método para comprender y predecir los

[7]
acontecimientos en el mundo real; si la economía es capaz
de ayudar a las personas a comprender los fenómenos del
mundo y de las leyes de los procesos que tienen que ver
con lo económico, ello la hace una ciencia verdadera.
La economía debe ir de la mano con la sostenibilidad
para mitigar las consecuencias sociales y ecológicas de las
actividades económicas.

En concreto, se trata de una economía sustentable,


como lo recalca Senge et.al. (2009), que logre un desarrollo
que integre los objetivos económicos, sociales y
medioambientales de la sociedad, con el fin de maximizar
el bienestar humano en el presente sin comprometer la
capacidad, tomando vínculo con la postura disciplinar del
derecho, de las generaciones futuras para satisfacer sus
necesidades.

En este sentido, la economía sustentable se presenta


cuando un número de personas y de bienes a su
disposición, se mantiene en un nivel constante, siendo
este nivel ecológicamente sostenible en el tiempo y con la
capacidad de satisfacer las necesidades básicas de las
personas.

[8]
En este sentido, abordar el objeto de estudio, las
empresas de producción social que manufacturan café,
implica visualizar los componentes ecológicos y de
sustentabilidad, relacionados con la sociedad y sus
interrelaciones, organizadas en el ámbito de las políticas
públicas que hacen efectiva y real la consolidación de un
pensamiento humano y trascendente.
Del mismo modo, la presente indagación
ontoepistemológica es acerca de un nuevo enfoque, desde
el punto de vista del emprendimiento, de cómo producir
y comercializar el café y su relación al concepto de
Empresas de Producción Social y el desarrollo local
sustentable.

En otro aspecto, es importante reconocer cómo se


presenta la adaptación al cambio, cuando se tiene una
visión de un emprendimiento con enfoque de producción
social, que sea flexible a los procesos de adecuación y a
los cambios con una formación analítica.
La resistencia al cambio es un aspecto necesario de
dilucidar para entender el comportamiento de las EPS, en
su creación de valores empresariales, tanto en lo

[9]
institucional como en las iniciativas de personas o grupos
de personas, por llevar la actividad de beneficio y
comercialización del café, hasta estándares de calidad y
excelencia, en el marco de la figura del desarrollo
sustentable y de la protección del medio ambiente.

Asimismo, la propuesta doctoral se concentra en


abordar desde la hermenéutica dialéctica, la descripción,
explicación e interpretación, del papel de las Empresas de
Producción Social (EPS) de Manufactura y
Comercialización de Café, en la experiencia del municipio
Sucre, del estado Portuguesa, y la creación de valor desde
el emprendimiento, en un contexto económico-social-
ambiental que haga posible la creación de una teoría
socio-crítica al plantear un modelo teórico de gestión o
constitución de las EPS.
En un aspecto concreto, el estudio doctoral es la
búsqueda de respuestas al sentido que tienen las EPS, en
el rubro café, y plantear la necesidad de abordar una
cartografía de categorías, que ayuden a visualizar dos
aspectos en lo inmediato: las Empresas de Producción
Social; y la producción de Café en espacios geográficos

[10]
definidos como de alto grado de rendimiento en la
siembra y cultivo de dicho rubro.

De igual forma, es una indagación descriptiva-


explicativa-interpretativa, desde un enfoque cualitativo,
que descifrando el discurso de los sujetos investigados, a
través de un modelo hermenéutico dialéctico, relaciona las
categorías EPS, Manufactura del Café y Creación de
Valor, en un contexto de voluntades hacia el
emprendimiento y la búsqueda de superación de la
emergencia económica actual, en proyección hacia
criterios de autoabastecimiento en términos de
sustentabilidad.

[11]
QUESTIO

¿Cómo llegamos al punto de estar quedándonos sin recursos que


sostienen nuestro estilo de vida?

Peter Senge

La presente investigación surge por la necesidad de


describir, explicar, interpretar y generar un modelo
teórico sobre el papel de las Empresas de Producción
Social (EPS) de Manufactura y Comercialización del Café,
en la experiencia del municipio Sucre, del estado
Portuguesa, República Bolivariana de Venezuela, y la
creación de valor desde el “emprendimiento”.

[12]
Entendiendo por emprendimiento, según Almoguera
(2009), voz que viene del francés “entrepreneur”, como la
idea que significa pionero, y se refiere, etimológicamente,
a la capacidad de una persona, o grupos de personas, de
realizar un esfuerzo adicional para alcanzar una meta.

Aunque en la actualidad, expresa Aguado (2008), se


limita su uso para referirse a la persona o grupo de
personas que inicia una nueva empresa o proyecto, y que
activa herramientas de dirección que le den innovación al
producto o servicio que prestan.

En el caso que ocupa, se ha observado, en experiencias


productivas de Colombia y Brasil, que la producción de
café ha estado impulsada por pequeños y medianos
productores, todos teniendo empatía hacia la visión de
innovación y emprendimiento, relacionado con el
procesamiento del café y la comercialización.

En la medida que el producto café se hallaba en un


contexto más competitivo, mayor el esfuerzo de los
emprendedores.

Por ello, visualizando un comportamiento similar en los


productores de café de la zona alta del estado Portuguesa,

[13]
específicamente el municipio Sucre, se ha pensado
resolver un problema que viene hilvanado desde la teoría
socio-crítica que propusiera Jünger Habermas (2002),
Alemania 1929, al comienzo de la década de los noventa
del siglo XX, y que aún ha prevalecido sin ahondar ni
descifrar en situaciones puntuales de experiencias socio-
productivas. Se trata de la formulación de una teoría de la
legitimación del sistema productivo en la realidad
capitalista y su vínculo con el sistema político
institucional.

Aquel se refiere, en el presente caso, al proceso de


industrialización y comercialización del café, y éste, el
sistema político institucional, a las Torrefactoras y
Centrales de Manufactura Ecológico, que coadyuvan con
los pequeños y medianos empresarios del café en la
creación de valor y en el estímulo al emprendimiento.

Esta visión teórica permitiría visualizar, desde el


desarrollo sustentable, toda una nueva cartografía
explicativa del comportamiento del productor de café ante
las nuevas condiciones del mercado local, nacional e
internacional, generando surcos por donde ir
implementando las políticas públicas.
[14]
Aplicados al campo de la economía, la ecología o el
desarrollo y responsabilidad social, el desarrollo
sostenible y el desarrollo sustentable son sinónimos, y
ambos términos pueden emplearse de forma indiferente,
si bien algunos organismos prefieren usar sustentable y
otros sostenible.

El desarrollo sustentable, según Gabaldón (2011), se


refiere “a la generación de una serie de condiciones y a la
implementación de múltiples planes y acciones
estrechamente vinculados entre sí en las áreas social,
económica, ambiental, política, cultural y ética” (pág. 5).
Y que busca como fin último, plantea nuevamente
Gabaldón (ob.cit.), “mejorar en forma substancial y
permanente el nivel de vida de los ciudadanos” (pág. 6).
En el concepto de sostenibilidad subyace una teoría que
en el presente va permeando la vida humana, dirigiendo la
mirada siempre hacia el futuro.

Estas acciones responsables frente al medio ambiente,


a la economía, a la cultura, a la política y al mundo de los
negocios son las forjadoras de un mundo más seguro y
más humano en el futuro.

[15]
La presente indagación ontoepistemológica es acerca
de un nuevo enfoque, desde el punto de vista del
emprendimiento, de cómo producir y comercializar el
café y su relación al concepto de Empresas de Producción
Social y el desarrollo local sustentable.

Desde la metacreatividad se parte de la idea de que se


puede desarrollar la creatividad si se crece como personas,
como grupos y como sociedad; al mismo tiempo se cree
que si se desarrolla adecuadamente existe la capacidad de
construir un mundo mejor.

En el mismo orden de ideas, plantea Lang (2013), que,


a nivel mundial, “el colectivo dominante no toma en
cuenta ni los límites físicos del planeta - y en
consecuencia su capacidad de absorción de
contaminación de desechos – ni la inevitable finitud de los
bienes naturales que el sistema capitalista tiene a
disposición” (pág. 16).
Con la economía verde, continua Lang (ob. cit.): “El
sistema ya trazó el camino hacía su próximo salto
modernizador: la mercantilización de la naturaleza misma
y su conservación, la venta de derechos de contaminación,

[16]
las inversiones en energías renovables o en tecnologías de
mitigación de daños, y en donde todo aquello promete
jugosas ganancias en los mercados del futuro” (pág. 17).

Según los estudios realizados por Martínez (2009), el


“…término desarrollo sustentable (sostenido o sostenible)
se empezó a utilizar con mayor frecuencia a partir de 1987
al publicarse el informe final de la Comisión Mundial del
Medio Ambiente y el Desarrollo de la ONU” (pág. 286).
Este documento, defiende la preservación y salvaguarda
de los recursos naturales del planeta y un crecimiento
económico continuado.

Del mismo modo, la sustentabilidad ambiental exige,


además, el aprovechamiento y transformación racional de
los recursos naturales y el medio ambiente preservándolos
para las generaciones futuras. Sin embargo, algo
importante ha ocurrido en esta última etapa de la era
industrial que la separa del pasado. Según Senge et.al.
(2009): “La globalización ha producido un nivel de
interdependencia entre países y regiones que nunca había
existido antes, junto a problemas verdaderamente
globales: niveles de desperdicio y toxicidad y las

[17]
crecientes demandas en una serie de recursos naturales no
renovables” (pág. 8).

Igualmente, al pensar en países en desarrollo, y de una


manera particular, en las comunidades más necesitadas,
se debe tener claro que una estructura requiere, para que
sea sustentable, que se ponga especial atención en unas
áreas que, según Martínez (ob.cit.), se plantean los
“…valores compartidos con la comunidad; los principios
que mueven la acción adecuada y sustentable y las
estrategias que guían la acción y la parte operativa
sustentable” (pág. 290).

Como respuesta a los planteamientos anteriores, en


principio, surgió a nivel local la propuesta de creación del
Distrito Motor del agua, vida y café, y constituye, según
documentos oficiales (Gobernación del estado
Portuguesa, 2013), la viabilidad política para ejecutar un
programa de desarrollo rural comunal endógeno y
sustentable en las cuencas de montañas asociadas al
estado Portuguesa, cuya direccionalidad parte de la
necesidad de: “…aumentar los niveles de ingreso de la
población, mejorar los sistemas de producción integral de
alimentos, protección de nacientes de agua y la
[18]
biodiversidad, eliminar el analfabetismo, supervisar el
desarrollo de la Gran Misión Vivienda y los servicios de
electricidad, acueducto, eliminación de excretas,
consolidación de la vialidad y de la atención sanitaria”
(Barbera, 2013, pág. 1).

Ahora bien, para la articulación de esta herramienta de


desarrollo local, o de esos potenciales Distritos Motores,
es necesario la consolidación de las empresas de
producción social, las cuales representan unidades
productivas comunitarias que tienen como objetivo
esencial la generación de bienes y servicios que satisfagan
las necesidades básicas de las comunidades, es decir:
alimentación, vivienda, educación, salud y vestimenta. En
este sentido, esta definición se sustenta en los artículos
70, 118 y 308, de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, CRBV, de 1999; haciendo
énfasis en la autogestión, la cogestión y las cooperativas
en todas sus formas; en una palabra, en el derecho que
tienen los venezolanos a organizarse en cooperativas de
cualquier tipo.
Las Empresas de Producción Social, o EPS, según
Álvarez y Rodríguez (2008), “…representan entidades
[19]
económicas dedicadas a la producción de bienes, obras y
servicios, en las cuales el trabajo tiene significado propio,
no alienado y auténtico” (pág. 60).

Estas EPS, continua Álvarez y Rodríguez (ob.cit.), se:


“…constituyen sin el germen de la discriminación social
en el trabajo y de ningún tipo de trabajo; no se aprecia la
existencia de privilegios asociados a la posición
jerárquica, con igualdad sustantiva entre sus integrantes,
basadas en una planificación participativa y protagónica y
bajo régimen de propiedad estatal, colectiva o la
combinación de ambas (pág. 61).

Ante cualquier anomalía, se exige fijar posición y crear


mecanismos de contraloría social que anticipe cualquier
acción mal canalizada en ese sentido, toda vez que la
corrupción es el mayor flagelo y amenaza que tienen las
EPS, y por ende los Distritos Motores.

A todas estas, Tenorio (2011), expresa que: “…El


tránsito hacia una economía social presenta una
característica muy particular; la coexistencia de empresas
del Estado surgidas en el marco del capitalismo de estado,
empresas privadas consolidadas mediante protección

[20]
estatal, empresas mixtas nacidas de la recuperación de
empresas y asociaciones estratégicas extranjeras y las
cooperativas generadas a raíz de las políticas de asistencia
microempresarial (pág. 15).
Es decir, se crea un valor que ya no es la diferencia entre
beneficios y costes, sino el concepto de construcción
social que la sociedad de personas realiza cuando se
organizan inteligentemente para procurarse la
satisfacción de sus necesidades (Tenorio, ob.cit., p. 24).

En razón de esta perspectiva se centra el objeto de


estudio, se parte con una propuesta del Distrito Motor en
todo el espacio geoestratégico del estado Portuguesa,
promoviendo las EPS, en el marco de políticas públicas de
desarrollo local sostenible que garantiza crecimiento y
progreso, sin el alto costo ecológico-ambiental que hasta
el presente ha tenido la era de la civilización industrial y
su técnica.
Las Empresas de Producción Social, EPS, surgen, en
el contexto venezolano, como una iniciativa del gobierno
nacional, con la intención de ir conformando nuevas
formas de relacionamiento productivo tendentes a la

[21]
socialización del trabajo como suprema expresión del ser
humano de manifestar sus capacidades creativas y como
hecho social que permite la consolidación de una
conciencia colectiva, que ha de conformarse luego en
“conciencia de clases”, tal como lo señalan los
precursores del socialismo científico, Marx y Engels, en
sus principales obras. (Álvarez y Rodríguez, ob. cit., p. 24).
Por otra parte, se trata de crear experiencias
productivas de bienes y servicios en áreas de carácter
estratégico para el desarrollo integral del país
especialmente en aquellos sectores económicos con rango
constitucional como la agricultura, la energía, el turismo,
la manufactura, entre otras, (Artículos 302, 303, 305, 306,
309, 310 de la Constitución); estas experiencias
productivas, bajo la modalidad de propiedad colectiva de
los bienes de producción, deberán satisfacer las
necesidades materiales y espirituales fundamentales de
los seres humanos y distribuir de manera justa la riqueza
material entre los actores que la generan y los colectivos a
los cuales se deben. En estas circunstancias, se hace
necesario revisar la conceptualización que desde la óptica

[22]
humanista se les da a las categorías de: propiedad, riqueza
y desarrollo.

Esto lleva a considerar, como punto de partida, que


algunas de las Empresas de Producción Social, necesitan
afianzar los valores de la solidaridad, la cooperación,
igualdad, justicia, el desprendimiento, la bondad; entre
otros, necesarios para poder llevar adelante su misión y
visión social en el ámbito de las políticas públicas
actuales.

Las EPS, tienen como base legal, antes que nada la


Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
(1999), en cuyo Preámbulo señala… “asegure el derecho a
la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia
social y a la igualdad...” En su Artículo 184 donde define
las diferentes formas de organización y participación del
pueblo en las actividades, tanto políticas como
económicas tal como lo reflejan los parágrafos 2, 3, 4 y 5
donde se expresan las transferencias de actividades de
servicios a las comunidades organizadas, su participación
en la economía social, en la gestión de las empresas
públicas y en la creación de empresas comunales.

[23]
Ahora bien, desde la perspectiva del procesamiento y
comercialización de café, rubro básico en los municipios
Sucre y Unda del Estado Portuguesa, la política que
maneja el Estado tiene una influencia directa en toda la
cadena del café, las decisiones de los actores directos y sus
estrategias. Según cifras oficiales del MPPAT (2009),
citado por Gozaine (2010), la producción de café sólo se
concentra en cinco (05) estados en un 82% y, en
Portuguesa, se produce el 15%. Influyen en la cadena de
comercialización las asociaciones de productores, las
Torrefactoras, los intermediarios, las políticas nacionales,
la negociación del producto, entre otros.

Igualmente, Gozaine (2010), expresa que: “…Los


elevados costos de producción, y los bajos precios
pagados al caficultor por cosecha han causado una
disminución progresiva en la producción y cultivo de café.
A esto se suma, la escasez de la mano de obra, la
descapitalización de los agricultores y la migración hacia
otros cultivos” (pág. 16).

Desde el punto de vista ambiental, parafraseando a


Gozaine (ob.cit.), se plantea que los cultivos de café se
caracterizan por tener una cobertura de sombra perenne
[24]
que contribuye a la conservación de los suelos,
preservación de la biodiversidad y los recursos hídricos,
pero la rentabilidad en la producción de este rubro ha
definido su permanencia en las zonas de montaña del país
y la migración hacia otros tipos de cultivos (pág. 18).

Al respecto, sobre la producción de café en Venezuela,


en acepción de Briceño (2019), se ha venido dando en
condiciones heterogéneas; ha “…habido cambios de uso
de la tierra buscando otras opciones como las ganaderías
o usos agrícolas diferentes a las plantaciones de café y eso
hace que la demanda del país no se vea satisfecha con la
producción nacional” (p.2). Esta situación hace necesario
que se recurra a las importaciones de este importante
rubro.

Según cifras de FEDEAGRO (2015), “…hoy en día se


producen 800 mil quintales de café al año y el consumo se
ubica en 2 millones de sacos de café a nivel nacional, para
lo cual se requiere de importar un 60% del consumo
nacional” (p.s/n). Por ello, es prioritario que, en zonas
productoras, como el caso de los municipios Sucre y
Unda, se implementen programas especiales, para
restablecer este rubro, en calidad, cantidad y en equilibrio
[25]
con el medio ambiente. Para finales del año 2018,
FEDEAGRO, citado por Gutiérrez (2019), plantea que la
cosecha nacional anual se ubicó en 22.000 toneladas con
una compra del exterior del 70%, para satisfacer el
consumo nacional.

A expresión de Gutiérrez (2019): “Nuestra caficultura se


caracteriza por presentar plantaciones viejas, se estima
que el 90 % de ellas posee más de 20 años de establecidas
y un grupo significativo están localizadas en tierras
marginales no idóneas para el cultivo del café, por lo que
debemos emprender dentro de un plan nacional para el
relanzamiento de este rubro un programa agresivo de
renovación de las siembras ya existentes, y de zonificación
agroecológica idónea de nuevas plantaciones,
garantizando un manejo sostenible de las cuencas
dedicadas a este cultivo” (pág. 2).

Así mismo, para incrementar la producción de café en


su totalidad, es primordial rescatar las empresas viejas con
las mejoras tecnológicas que requieran y la creación de
nuevas empresas procesadoras de café. En este sentido,
indica Gutiérrez (2019), que: “…Las deficiencias en
cuanto a la utilización de nuevas tecnologías hacen poco
[26]
eficiente el sistema caficultor nacional, con un
rendimiento promedio de alrededor de los 6 quintales,
muy por debajo de los rendimientos mostrados por países
vecinos como Brasil 23, Colombia 15 o Costa Rica 19 por
lo que debemos implementar programas eficientes de
transferencia de modernas tecnologías, introduciendo
nuevas variedades, de mayor productividad y resistencia a
plagas, enfermedades y al cambio climático” (pág. 2).

Esto permitirá un nivel de producción óptimo que


satisfaga la demanda y el consumo interno; en este punto,
en expresión de Aguado (ob.cit.), se hace necesario
reconocer las cualidades de emprendimiento que el
personal de las Torrefactoras y los Centrales de Beneficio
Ecológico, así como los pequeños y medianos
productores de café, dispersos en los municipios Sucre y
Unda, del estado Portuguesa, tienen desde su orientación
al logro, planteándose conseguir sus propias metas,
traduciéndose en una gran capacidad de trabajo y
perseverancia, para lograr los objetivos de producción y de
servicio; impulsar un comportamiento creativo e
innovador, mostrando un gran afán de superación y
consciente, no de lo que pueden saber cómo grupo
[27]
productor, sino de todo lo que les falta por aprender,
desarrollando la capacidad de guiar hacia valores
fundamentales en los mercados actuales, analizándolo
desde una visión de conjunto, atendiendo cualquier
modificación legislativa, social, tecnológica o de
consumo, que pueda afectar positiva, o negativamente a
su actividad productiva del café.
En otro aspecto, es importante reconocer cómo se
presenta la adaptación al cambio, cuando se tiene una
visión de producción social, siendo flexible los procesos
de promoción, y adecuándose al cambio con formación
variada y analítica. La resistencia al cambio es un aspecto
necesario de dilucidar para entender el comportamiento
de las EPS, en su creación de valores empresariales, tanto
en lo institucional como en las iniciativas de personas o
grupos de personas, por llevar la actividad de beneficio y
comercialización del café, hasta estándares de calidad y
excelencia, en el marco de la figura del desarrollo
sustentable y de la protección del medio ambiente.

En tal sentido, la propuesta doctoral se concentra en


abordar desde la hermenéutica dialéctica, la descripción,
explicación e interpretación, del papel de las Empresas de
[28]
Producción Social (EPS) de Manufactura y
Comercialización de Café, en la experiencia del municipio
Sucre, del estado Portuguesa, y la creación de valor desde
el emprendimiento, en un contexto económico-social-
ambiental que haga posible la creación de una teoría
socio-crítica al plantear un modelo teórico de gestión o
constitución de las EPS. La legitimación del modo de
producción capitalista en experiencias socio-
institucionales debe partir de una filosofía humanista en
la administración y determinación de las utilidades de las
EPS, minimizando la baja capacidad de producción o la
inactividad, en que la experiencia de las Torrefactoras y
Centrales de Manufactura Ecológico, en los municipios
Unda y Sucre, han mostrado en los últimos cinco años
producto de una merma de la actividad productiva en el
país y los efectos directos de una tasa de inflación elevada.
Según cifras del BCV (2019), la variación del INPC para
el año 2017 fue de 862,6%; el año 2018 se ubicó en
130.060%; y la acumulada entre enero y abril del 2019 es de
1.047%.

En esas instancias institucionales del municipios


Sucre, se encara la realidad de las EPS, específicamente
[29]
en el área de Manufactura y Comercialización, en la
experiencia de cinco (05) Centrales Ecológicas y tres (03)
emprendedores que procesan y comercializan el café,
ubicados en Biscucuy, Villa Rosa, La Concepción y Palo
Alzado del municipio Sucre; visualizando la realidad
desde la postura de tres (03) sujetos con rango gerencial y
con capacidad en la toma de decisiones, para comprender
cuál ha sido su tarea en la promoción de una red
productiva del café que partiendo de la generación de
valor, alcance, en el marco de la filosofía del
emprendimiento, espacios importantes en la
competitividad por dar un mejor servicio de atención en el
producto café a buena parte del mercado local, nacional e
internacional.

Según, Isenberg (2010), “un ecosistema emprendedor


está compuesto por cientos de elementos que, según su
papel o función, pueden clasificarse en seis categorías
generales” (pág. 41). Estas categorías generales,
parafraseando a Isenberg (ob. cit.), consisten en:
promover la cultura empresarial; impulsar y desarrollar
políticas para la promoción y el desarrollo de nuevas
empresas; proveer de un financiamiento apropiado;
[30]
contribuir con servicios profesionales e infraestructura al
nacimiento y el desarrollo del emprendedor; formar
capital humano y hacerlo apto para iniciar y desarrollar
empresas; y por último, probar y adquirir los servicios y
productos que los emprendedores desarrollan.

En un aspecto concreto, la búsqueda de respuestas al


sentido que ha venido teniendo las EPS, en el rubro café,
plantea la necesidad de abordar una cartografía de
categorías (o mapa de conceptos de las categorías), que
ayuden a visualizar dos aspectos en lo inmediato: las
Empresas de Producción Social; y la producción de Café
en espacios geográficos definidos como de alto grado de
rendimiento en la siembra y cultivo de dicho rubro. Es una
indagación descriptiva-explicativa-interpretativa, desde
un enfoque cualitativo, que descifrando el discurso de los
sujetos investigados, a través de un modelo hermenéutico
dialéctico, relaciona las categorías EPS y Manufactura del
Café, en contexto de voluntades hacia el emprendimiento
y búsqueda de superación de la emergencia económica
actual, en proyección hacia criterios de
autoabastecimiento total. Esto lleva a formular una
pregunta concreta: ¿Qué elementos vinculan a las
[31]
Empresas de Producción Social de Manufactura y
Comercialización del Café, municipio Sucre del estado
Portuguesa, y la creación de valor desde el
emprendimiento, en el marco de la visión de
sustentabilidad?

El propósito a despejar es generar un entramado teórico


de las Empresas de Producción Social de manufactura del
café y la creación de valor en el municipio Sucre, estado
Portuguesa, Venezuela, desde el emprendimiento y el
desarrollo sustentable.

El estudio asume la interdisciplinariedad como


orientación epistemológica; partiendo de la idea de
agrupar el conocimiento de disciplinas como la
sociología, la ciencia política, la agronomía, el derecho y
la administración, en torno a la idea rectora de la
economía como noción disciplinar de origen y desde
donde parte la visión sustentable y la metodología
correlacional, interactúan la búsqueda de la cauterización
integral de las EPS, relacionadas con el café. (Ver
Esquema Interpretativo Integral, Nº1)´

[32]
Esquema Interpretativo Integral, Nº1

Visión Epistemológica del estudio

Economía

Sociología Ciencia Política Agronomía Derecho y


Administración

Las EPS, profundizan el sentido técnico y organizacional del


nuevo modelo de desarrollo y producción socialista, como
herramienta gerencial sistémica, orienta los procesos
administrativos y crea condiciones adecuadas desde donde
impulsar la producción local, resguardando los intereses de
independencia y condición de potencia social, para albergar
como producto, organizaciones con alto nivel de conciencia y
responsabilidad social.

[33]
En este sentido, y dada la importancia del enfoque de
sustentabilidad en las empresas productivas, se destaca el
planteamiento de Martínez (2013), en el cual expresa que hoy
día, después de la ilusión del pasado y después de la amarga
experiencia de Hiroshima y Nagasaki, se sabe que la ciencia es
ambivalente y que ya dispone del arsenal nuclear suficiente para
convertir al planeta entero en un montón de cenizas y tan estéril
como los demás planetas del sistema solar. “Por ello, cobra
suma importancia el papel de los estudios de sustentabilidad del
medio ambiente y del papel que juega la Ética” (pág. 25).
Por otro lado, con la reactivación de las empresas que
procesan el café bajo en concepto de EPS, se fortalecerá aún
más la actividad cafetalera, ya que, el abandono de esta actividad
acarrea la deforestación de las montañas para la cría de ganado
vacuno, lo que produce el aumento de la temperatura y cambio
climático.
A todas estas, se asume la visión de sustentabilidad
(planteada por Senge, et.al., ob.cit.), como una vía de análisis
que atiende las necesidades de los sujetos investigados,
proponiendo prácticas basadas en los principios de un
desarrollo sustentable a largo plazo; avanzando hacia objetivos

[34]
y claros y con el compromiso de seguir mejorando los procesos
que se hacen en la organización objeto de estudio.
En concreto, la sustentabilidad representa un reto bastante
grande para muchas empresas del sector turístico de América
Latina, ya que el concepto mismo, aunque ha sido ampliamente
difundido, pocas veces se ha relacionado de forma clara y
precisa con la operación del sector cafetalero, limitando su
aplicación y sus beneficios como herramienta de gestión
empresarial.
En los municipios Sucre y Unda, las instancias de los
Gobiernos locales, han asumido el reto de convertir la
sustentabilidad en una herramienta totalmente operativa y
estrechamente relacionada con los procesos de mejora continua
de las empresas. Por ello, se incluye esta visión de la
sustentabilidad como indicador para una gestión eficiente que
ayude a cumplir los objetivos de producción y comercialización,
sin menoscabo del medio ambiente, así como a su vez que
muestre a estas EPS, con elementos importantes para ofrecer a
la colectividad y que las haga más competitivas.
Los municipios Sucre y Unda poseen gobiernos locales con
gran interés en promover la producción de café como elemento
motor de sus economías y en ellos se encuentran la base
[35]
informativa de la presente tesis doctoral. Sin embargo, el
ámbito de acción se concentra en el municipio Sucre, con base
en la realidad de las EPS, específicamente en el área de
Manufactura y Comercialización, desde la postura de tres (03)
informantes claves y en la experiencia de cinco (05) Centrales
Ecológicas, ubicados en Villa Rosa, La Concepción y Palo
Alzado del municipio Sucre.
El impacto del proceso investigativo es la presentación de
una teoría que partiendo de la generación de valor, alcance, en
el marco de la filosofía del emprendimiento y la sustentabilidad,
espacios importantes en la competitividad por dar un mejor
servicio de atención en el producto café a buena parte del
mercado local, nacional e internacional.

[36]
DISPUTATIO (ARGUMENTOS A FAVOR Y
EN CONTRA)

“En la vida no existe nada que temer, solo cosas que comprender”
Marie Curie

Con relación en los antecedentes generales de la presente


Tesis Doctoral, se parte de los estudios previos, es decir,
trabajos y tesis de grado o informe científico a nivel doctoral.
Según Arias (2012), los antecedentes “Reflejan los avances y el
estado actual del conocimiento en un área determinada y sirven
de modelo o ejemplo para futuras investigaciones” (pág. 106).
En este sentido, se encuentran los siguientes estudios
previos e investigaciones doctorales relacionados con el tema
de la investigación: “…A nivel internacional, los estudios
realizados por Ibarra (2018), titulado “Emprendimiento Social:
Una Definición Propuesta desde el Desarrollo Sostenible” del
Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente,
Departamento de Economía, Administración y Mercadología
de Ciudad de México, sociedad y gobierno continuamente
están señalando la importancia de que las empresas generen
[37]
Impacto Social Total (IST) (TSI, Total Societal Impact por sus
siglas en inglés). El IST no es una métrica, es una colección de
métricas y evaluaciones que capturan el impacto económico,
social y ambiental (positivo o negativo) de los productos,
servicios, operaciones, capacidades clave y actividades de las
empresas (Beal et al., 2017) citado por Ibarra (2018).
La orientación a la sostenibilidad (OS) interpretada desde la
triple cuenta de resultados (económicos, sociales y ambientales),
está siendo abordada por diferentes corrientes y movimientos
como la ventaja competitiva que las empresas presentes y
futuras necesitan priorizar en la arquitectura de sus
organizaciones y modelos de negocio. El emprendimiento
social y las empresas sociales tienen implicación obvia con la
corriente OS, y ante el debate académico para definir adecuada
o integralmente al emprendimiento social, la OS presenta una
alternativa pertinente al presente y con prospectiva futura.
Analizando 96 definiciones de emprendedor social y
emprendimiento social, se propone el rediseño de una
conceptualización que describa al emprendimiento social
destacando: 1) la orientación a la sostenibilidad como visión de
innovación organizacional en el largo plazo, así como 2) la
descripción del emprendimiento social como un proceso
[38]
convergente cuyo impacto transita de doble a triple resultado
conforme se consolida la empresa social. Lo anterior con la
finalidad de contribuir fomentar su desarrollo en un marco de
impacto sostenible y ética empresarial.
Con relación en el antecedente anterior, se vincula
directamente con la presente tesis doctoral al señalar categorías
como emprendimiento social y sostenibilidad, sin olvidar lo
económico, social y ambiental, como visión a una organización
innovadora. La presente tesis doctoral, bajo el tema de la
producción de café, es una visión de cómo la producción y el
ambiente pueden estar directamente relacionados, pero es
necesaria la figura del emprendedor y su visión social en el
proceso, es decir, que se base solamente en la obtención de
beneficios.
Igualmente, la tesis doctoral de Vallmitjana (2018), titulada
“La Actividad Emprendedora de los Graduados IQS”, de la
Universitat Ramón Llull de Barcelona – España, trata sobre el
emprendimiento o entrepreneurship es una disciplina científica
dedicada al estudio metodológico de los emprendedores, la
función empresarial y la creación de empresas. El crecimiento
de este tipo de estudios en los últimos años se debe a la
trascendencia que supone la creación de empresas para el
[39]
desarrollo tecnológico y económico de un territorio. Las
teorías sobre el emprendimiento han sido ampliamente
recogidas por la literatura académica desde sus inicios.
Dichas teorías incluyen una amplia diversidad de
definiciones y de criterios para el estudio del fenómeno
emprendedor. Por ello, un primer estudio de esta bibliografía
resulta imprescindible para la focalización del presente trabajo.
El objetivo de la tesis doctoral fue la evaluación del
emprendimiento de los graduados IQS. Se trató de un análisis
sobre la contribución de IQS a la creación de empresas por
parte de sus graduados. IQS es un centro universitario con más
de cien años de historia ubicado en Barcelona y dirigido por la
Compañía de Jesús. Forma parte de la Universitat Ramón Llull
impartiendo actualmente estudios de tipo científico‐
tecnológico y económico‐ empresarial.
La formación de sus graduados, más allá de los
conocimientos enseñados y aprendidos, incluye también la
adquisición de capacidades, habilidades y sobretodo valores. En
su conjunto conforman el carácter y la personalidad de sus
graduados y constituyen una base crítica ante cualquier toma de
decisión frente a la posibilidad de llevar a cabo una iniciativa
emprendedora. La identificación del máximo número de
[40]
emprendedores graduados IQS y de las empresas creadas por
su parte es uno de los retos a conseguir en este proyecto.
Sin embargo, lo que constituye el cuerpo más importante
del trabajo, es el estudio descriptivo de una muestra de los casos
más recientes, con el fin de obtener conclusiones sobre las
motivaciones de los emprendedores, las características de las
empresas creadas y la contribución de IQS. La metodología
utilizada se basa en el análisis de los datos obtenidos a partir de
un cuestionario a contestar por una muestra de los
emprendedores IQS identificados.
El modelo se basa en un estudio similar elaborado por el
MIT para evaluar el impacto emprendedor de sus graduados.
La evaluación de los resultados permite concluir que el número
de emprendedores IQS puede considerarse importante y que las
empresas que han creado cuentan con algunas de las
características propias de las de su entorno territorial mientras
que también responden a cualidades que se derivan de la
actuación de IQS.
La tesis doctoral de Vallmitjana se relaciona con el presente
estudio doctoral porque hace un estudio sobre las teorías de
emprendimiento y se basa en la formación emprendedora de los
graduandos de un centro universitario. Las motivaciones, los
[41]
valores y la formación universitaria como elementos para forjar
la iniciativa emprendedora de sus egresados.
El emprendimiento es la base para la formación de
empresas y promover ese aspecto, desde la figura del
emprendedor social y la sustentabilidad, es la base de la presente
tesis doctoral.
A nivel nacional, el estudio doctoral de Lourdes Moreno
(2015) de la Universidad Yacambú-Venezuela, titulado “Corpus
de proposiciones teóricas a la Gerencia participativa en el
contexto de la formación de líderes comunitarios”. El estudio
permite ahondar acerca de las categorías sociales que vinculan
los modos de producción con el colectivo trabajador, a través
de la figura de los líderes comunitarios.
La investigación trata acerca de los cambios hacia un nuevo
orden social, que han dado paso a una gerencia novedosa: la
Gerencia Participativa, la cual desde la perspectiva de las teorías
humanistas y de sistemas, coadyuva al planteamiento de la
gerencia organizacional que imprime el protagonismo de las
personas inmersas en el ámbito comunitario; trae así, el
surgimiento de un nuevo liderazgo que plantea su acción en ese
contexto. Para dar respuesta a ello, se generó en esta
investigación un corpus de proposiciones teóricas a la gerencia
[42]
participativa en el contexto de la formación de líderes
comunitarios.
La autora aborda en el escenario de los comités de
educación de los ciento siete (107) Consejos Comunales de la
Parroquia Unare, Municipio Caroní del estado Bolívar, para el
año 2010, allí, partiendo de una ontología realista, coherente
con el racionalismo crítico de Popper como enfoque
epistemológico, alcanza derivar desde un análisis científico de la
teoría del conocimiento positivista las perspectivas y acciones
gerenciales en la formación de líderes comunitarios bajo la
gerencia participativa. La investigadora alcanza demostrar que
las acciones gerenciales asumidas por lo líderes comunitarios,
no se corresponden con los nuevos enfoques de la gerencia
participativa.
Es decir, no utilizan estrategias gerenciales; adolecen de
condiciones para asumir un liderazgo participativo; existe una
precaria participación; no se estimula ni recompensas el trabajo
comunitario; la comunicación no es asertiva, entre otros
aspectos, lo que se traduce en poca o ninguna integración y
ausencia de promoción de aprendizajes de habilidad para
obtener conocimiento.

[43]
La relación del estudio doctoral de Moreno (2015), con la
tesis doctoral , es la gerencia participativa y el desarrollo local
que son elementos básicos del emprendimiento, bajo la figura
de una EPS, que se desea desarrollar como propuesta teórica y
que toma como base la creación de valor y el desarrollo
sustentable.
El estudio de Ruth Illada García, Carlos Zambrano
Heredia, y Florángel Ortiz Zabala (2015), con auspicios de la
Universidad de Carabobo Valencia, estado Carabobo,
Venezuela, titulado “Sujeto, empresa, universidad y contexto
social: Espacios de interacción”, es una propuesta de
aproximación teórica para fundamentar, desde una perspectiva
multidimensional, la evidente existencia de un circuito
tetralógico: sujeto-empresa-universidad-contexto, en el que se
construye el conocimiento.
Es de este modo, como se plantea, desde una plataforma
heurística, un discurso basado en la interacción de los
subsistemas, para lo cual los autores, pertenecientes a la línea de
investigación postdoctoral sociedad del conocimiento, hacen
una revisión teórica y de experiencias precedentes que muestran
las diferentes perspectivas de vinculación, construyendo un

[44]
escenario base en el que se relaciona el accionar del sujeto, la
empresa y la universidad dentro de una realidad contextual.
En este punto se vincula la investigación con el objeto de
estudio, vislumbrando los sistemas, empresarial y universitario,
como actores colectivos que se definen como un compuesto de
relaciones sociales, entre los cuales se admite la existencia de un
intercambio e influencia recíproca.
Así mismo, el planteamiento central de las ideas de los
investigadores va aún más allá, el circuito formado cuando se
evidencia la intervinculación entre sujeto-empresa-universidad-
contexto, es el espacio de acción y retroacción que se da en un
universo particular, en el que el sujeto es el fin último y el medio
a través del cual se materializa el producto de su interaccionar,
el conocimiento.
Dicho sistema, es en sí mismo, recalcan los investigadores,
una entidad o especie colectiva, compuesta a su vez por
relaciones entre los diferentes individuos, quienes están dotados
de competencias particulares, subjetividad, autonomía y
capacidad para actuar, y que necesitan hacer consciente ese
espacio organizacional en el que se transforma, produce, reúne
y mantiene las interrelaciones entre las partes, de tal manera,

[45]
que a través de ellas se manifiesta el todo puesto no es necesario
unir lo que está unido.
Asimismo, la tesis doctoral de Alida Rivas (2019), titulada
“Práctica de la Gerencia desde la Sociedad Líquida”, doctorado
en Gerencia Avanzada de la Universidad Fermín Toro. Esta
investigación Doctoral, buscó como propósito “Construir
teorías que definen el papel de la gerencia en las nuevas
relaciones de la denominada sociedad líquida, desde la figura de
los sujetos investigados en la experiencia de las Empresas de
Producción Social del municipio Guanare, estado Portuguesa”
de allí, su importancia en cuanto a describir y cifrar el
comportamiento de la práctica de la gerencia, en el contexto de
una sociedad donde las personas permanecían atadas
sólidamente, bajo la influencia de valores débiles definidos, pero
ahora, se ha dado paso a una colectividad calificada de líquida,
mudable, efímera; constituida sobre la novedad, el cambio, la
dimensión positiva que, indica permanencia, flexibilidad, frente
a la rigidez de una práctica gerencial obsoleta que es necesario
renovar y reinterpretar en el marco de la modernidad. Las ideas
de Zygmunt Bauman, constituyen la fundamentación teórica de
estas ideas y su contraste con los sujetos investigados.

[46]
La investigación es de corte cualitativo, dado que, el
mismo fue seleccionado por las características que presenta el
fenómeno a estudiar; circunscrito desde el paradigma
interpretativo, y se usó el método fenomenológico, donde el
interés está puesto en los significados que los sujetos
investigados construyen, es decir, cómo toman sentido de su
mundo y las experiencias que tienen de él. Se seleccionaron tres
(3) informantes clave, para la apropiación de la información se
utilizó la observación directa y las entrevistas en profundidad;
para luego analizar las mismas se procedieron con la
triangulación siguiendo el esquema representativo de la opinión
especializada de los sujetos investigados.
Lo significativo del estudio fue develar cómo la gerencia de
las empresas de producción social se comporta en el plano de
una sociedad líquida marcada por las economías capitalistas
globales, con su privatización creciente de servicios y la
revolución de la información.
En este sentido, todas las investigaciones abordadas como
antecedentes guardan estrecha relación con el presente estudio,
el cual busca instrumentar un nuevo concepto social,
económico y ambiental a través de las empresas de producción

[47]
social en su tarea de impulsar el emprendimiento, la
sustentabilidad y el desarrollo local.
¿Cómo llegamos al punto de estar quedándonos sin
recursos que sostienen nuestro estilo de vida (tales como
petróleo) y otros (aire limpio y agua potable)? ¿Y cómo es que
industrias enteras, tales como la pesca y la agricultura, están
ahora en problemas, producto de un agotamiento de las
reservas pesqueras y a una pérdida histórica del suelo fértil?
Según Senge y otros (2009) “La respuesta es sencilla, fue el
éxito alcanzado por el hombre, un éxito superior a lo que nadie
esperaba ni en sus más locos sueños” (pág. 14).
De los Hallazgos obtenidos en la Interpretación de Mujica
y Rincón (2010) en su artículo “El concepto de desarrollo:
posiciones teóricas más relevantes” Revista Venezolana de
Gerencia, se llega al siguiente análisis: “…en la concepción del
Desarrollo, Banco Mundial (2000), asume una postura
autocrítica, que contrasta con la perspectiva que
tradicionalmente había sostenido, habitualmente centrada
alrededor del crecimiento económico, la libertad de mercado y
el Estado mínimo. El debate sobre el Desarrollo debe
abandonar la discusión sobre la función del Estado y el mercado
y la búsqueda de soluciones de políticas globales y únicas, para
[48]
profundizar en otros aspectos más relevantes, como el
conseguir mejoras sostenibles en la calidad de vida de las
personas…”
En el artículo se analiza el concepto de desarrollo según las
posiciones teóricas de mayor relevancia durante la segunda
mitad del siglo XX y comienzos del XXI, planteando el enfoque
de Desarrollo desde el enfoque económico, el sustentable, el
humano y el de las libertades.
Se plantea que, durante los 25 años posteriores a la II
Guerra Mundial, la combinación de las ideas keynesianas con el
capitalismo generó una enorme expansión económica. Todos
los países capitalistas, también aquéllos que perdieron la guerra,
lograron un crecimiento constante, con bajas tasas de inflación
y crecientes niveles de vida.
Sin embargo a principios de la década de 1960, la inflación
y el desempleo empezaron a crecer en todas las economías
capitalistas, en las que las fórmulas keynesianas habían dejado
de funcionar. La menor oferta de energía y los crecientes costos
de la misma (en especial del petróleo) fueron las principales
causas de este cambio. Aparecieron nuevas demandas, como
por ejemplo la exigencia de limitar la contaminación
medioambiental, fomentar la igualdad de oportunidades y
[49]
salarial para las mujeres y las minorías, y la exigencia de
indemnizaciones por daños causados por productos en mal
estado o por accidentes laborales.
En tal sentido, la temática ambiental surge en la década de
los ’70 como consecuencia del acelerado crecimiento
económico registrado en los países industrializados durante la
etapa de postguerra. Esta expansión económica, tras los
beneficios que supuso, trajo aparejados una serie de problemas
ambientales que comienzan a ser percibidos con preocupación
por parte de los estados en particular y la comunidad
internacional en general.
Desde el enfoque económico, para los estructuralistas, el
concepto de desarrollo es el resultado de la evolución de un
conjunto ideas que diferentes tendencias económicas han dado
a los problemas específicos del capitalismo.
Al concepto de desarrollo se debe incorporar su
distribución y redistribución como mecanismo de equidad, el
cuidado del medio ambiente, el fomento a la innovación y el
progreso técnico, la satisfacción de las necesidades humanas
espirituales y materiales, la promoción y creación de
oportunidades sociales y la garantía de las libertades básicas que
permitan fomentar las capacidades de los individuos, con el
[50]
objetivo fundamental de mejorar la calidad de vida de las
personas.
En cuanto al término sustentabilidad, desde los Hallazgos
obtenidos en la interpretación de Martínez (2013), acerca de la
Sustentabilidad en su libro “Nuevos Paradigmas de la
Investigación”, se llega al siguiente análisis: “La incorporación
de la sustentabilidad ambiental en los paradigmas de desarrollo
es un asunto de esencial importancia para la supervivencia de la
humanidad. Para ello es necesario conjugar el crecimiento y el
desarrollo económico y social con una administración eficiente
y racional de los recursos naturales que permita a la población
tener acceso a niveles crecientes de bienestar y calidad de vida.”
El comienzo se dio con la Conferencia Internacional sobre
Medio Ambiente, en 1972, en Estocolmo; allí el objetivo fue
analizar el impacto del desarrollo en la naturaleza; se acordó
llevar a cabo un monitoreo a la situación ambiental, a través de
este tipo de reuniones que si bien no venían a ser más que
reuniones de buenas voluntades, fuera estímulo para despertar
el interés colectivo en el destino inminente de la humanidad si
no ponía control a su trato desproporcional al medio ambiente.
La Comisión Mundial (citado por Martínez ob. Cit.), define
el desarrollo sustentable como: “El desarrollo que satisface las
[51]
necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la
capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias
necesidades” (pág. 286).
A todas estas, las denominadas Cumbres del Medio
Ambiente, no estaban dando su fruto, es por tal razón que las
Naciones Unidas deciden abordar el problema desde otras
convocatorias internacionales que por la vía de pactos formales
obligara a las naciones del mundo a ceñirse a un protocolo de
salvación de la humanidad ante su evidente indiferencia en lo
que al riesgo medio ambiental se refiere.
Hoy en día el término “desarrollo sustentable” se encuentra
cada vez más ligado a su desarrollo general y a la investigación
para conocerlo mejor. El desarrollo sustentable en su máxima
expresión se refiere a la calidad de vida para cada uno de los
seres humanos.
En términos generales los seres humanos tenemos la
responsabilidad de salvar la vida humana y por ende el planeta,
por ahora los esfuerzos y los aportes de la ciencia han sido de
gran importancia para contribuir al desarrollo eco-económico a
nivel mundial. Sin embargo, se debe aclarar que no hay
desarrollo local sin desarrollo sostenible y que no hay espacio

[52]
para dudar que la educación sea fundamental para lograr la
sustentabilidad.
En lo concerniente al desarrollo local, los Hallazgos
obtenidos en la Interpretación de Romero (2009), en su artículo
“Análisis de Desarrollo Local a escala humana “, se analiza lo
siguiente: “Si se parte del significado de Desarrollo local, se
toma en consideración, que son los recursos naturales que
existen en el presente ya sea de una comunidad, lugar, espacio
o territorio, motivado a que permite mejorar su economía,
haciendo el uso racional de los recursos locales con los que
cuenta la comunidad y por ende llevarlos a la escala humana,
que no es más que satisfacer sus necesidades pero sin deteriorar
los recursos con los que cuenta”.
Lo local es el espacio de vida, trabajo, socialización y
convivencia de los individuos. Es, por tanto, un espacio
privilegiado para la concienciación y aprendizaje de buenas
prácticas, así como el plano por excelencia en la solución de
problemas ecológicos y sociales y participación en la acción
colectiva.
De allí la importancia de la educación, los valores
familiares, la cultura, sus costumbres, entre otros, que vienen a
jugar un papel muy importante en el desarrollo local, debido a
[53]
que la misma comunidad es quien debe tomar la iniciativa de
buscar esa economía ecológica y sustentable.
Queda claro que el desarrollo sustentable busca una nueva
manera de satisfacer las necesidades humanas desde una
perspectiva, económica, social, política, educativa, y ambiental,
que abarca el desarrollo de territorio y comunidad que es una
forma de entender el desarrollo local, que resalta la importancia
de la participación de todos los miembros de una comunidad
para mejorar su calidad de vida.
El desarrollo local, solo será eficaz cuando de manera
responsable los actores hagan el uso adecuado de sus recursos
locales y tengan la capacidad de enfrentar los factores externos.
(Exógenos) y los factores endógenos (contexto sociocultural).
Se puede hablar de sentido de sostenibilidad cuando se esté
convencido de que es la única forma de salvar la vida humana y
preservar el planeta.
En lo que respecta a la idea emprendimiento y desarrollo
local, según la Interpretación de Formichella (2004), en su
trabajo monográfico “El Concepto de Emprendimiento y su
Relación con la Educación, el Empleo y el Desarrollo”, se
analiza y extrae lo siguiente: “La diferencia entre el
emprendedor y el individuo común la establece su actitud. El
[54]
emprendedor es una persona con capacidad de crear, de llevar
adelante sus ideas, de generar bienes y servicios, de asumir
riesgos y de enfrentar problemas. El emprendedor ve
oportunidades donde otros ven problemas.”
En resumen, parafraseando a Vásquez (2003), que, el
desarrollo local es humano, porque además del progreso
material busca el progreso espiritual de los individuos
particulares y de toda la comunidad. Territorial, porque crece
en un espacio que opera como unidad. También es
multidimensional porque abarca diferentes esferas de la
comunidad y es integrado, porque articula diferentes políticas y
programas verticales y sectoriales. El desarrollo local es
sistémico, porque supone la cooperación de actores y la
conciliación de intereses de diferentes ámbitos. Es sustentable,
porque se prolonga en el tiempo.
Desarrollar el concepto de emprendimiento y del
emprendedor, tanto como creador de nuevas empresas, como
de actor dentro de una empresa existente. Analiza cómo ha
evolucionado el concepto a lo largo de la historia. Se destacan
los aportes de Adam Smith, Alfred Marshall, Joseph
Schumpeter, Peter Drucker, Howard Stevenson, entre otros.

[55]
La relación entre educación y emprendimiento es estrecha.
Considera que la educación puede influir en la conducta
emprendedora. Destaca el rol del Estado en este proceso. La
existencia de emprendimientos en una localidad disminuye el
desempleo. Las actitudes emprendedoras contribuyen
positivamente en el desarrollo de un proyecto y a su vez, en el
desarrollo de una comunidad.
En este aspecto, propone como teoría, la creación de un
Círculo Virtuoso que, se resume de la siguiente forma: mayor
educación en emprendimiento trae el aumento de la dotación
social de cualidades emprendedoras (creación de empresas,
crecimiento de las ya existentes, generación del autoempleo,
disminución del desempleo, formación de redes sociales,
generación de proyectos sociales, entre otros), mayor desarrollo
local de la comunidad, mejores niveles de educación en la
comunidad, y así se retroalimenta el círculo.
Entorno a la idea de empresas de Producción Social, desde
una visión sustentable, son apreciadas inmersas como
herramienta de impulso en los Distritos Motores, se
fundamentan en los hallazgos del análisis realizado a Arendt
(2002), que denominó: “homo est naturaliter politicus, id est, sociales”
(el hombre es político por naturaleza, esto es, social); Santo
[56]
Tomas de Aquino (citado por Arendt, ob.cit.), expresó que el
hombre era un “animal sociales (animal social)”, con
capacidades innatas, intrínsecas que asume la vida con un
conjunto de condicionantes que están definidas por la labor, el
trabajo y la acción, que juntas definen la condición de vida
privada y vida pública que determina esa condición social del
ser humano, y que el trabajo, a diferencia de la labor, como
expresión de dominio y perpetuidad del hombre sobre la
naturaleza (Arendt, ob.cit.), y como expresión de las máximas
capacidades creadoras del hombre (según expresara Marx,
citado por Arendt, ob.cit.), el trabajo es “la condición básica y
fundamental de toda la vida humana… debemos decir que el
trabajo ha creado al propio hombre” (Arendt, ob.cit.); en tal
sentido adquiere para nosotros una importancia muy especial
que nos obliga abordar desde las ciencias sociales en forma
conjunta o combinada, cualquier acción que tienda a “alterar” o
“fortalecer” esa condición propia de los seres humanos.
En términos más puntuales, volviendo a Arendt (ob.cit.),
“la consagrada dignidad de la agricultura deriva de que el cultivo
del suelo no solo proporciona los medios de subsistencia, sino
que en este proceso prepara también a la tierra para la
edificación del mundo…” (pág. 159). Esta reflexión estimula a
[57]
la procura de una respuesta en el ámbito de la gerencia que haga
realidad esa frase de “edificación del mundo”.
Por otra parte, el esquema de gestión y la esencia de las
Empresas de Producción Social como instrumentos para la
transición hacia la construcción del socialismo del siglo XXl, no
obedece a una formula rígida o a una ecuación inalterable que
la defina como tal, sino que, propone algunas características que
recogen los principios básicos del socialismo científico de Marx
y Engels, como la propiedad colectiva de los bienes de
producción, el sistema de valores centrado en la solidaridad,
cooperación, responsabilidad, desprendimiento, la justa
distribución de la riqueza, entre otros, y procura adecuarse a la
realidad socio cultural del entorno y a la naturaleza del sector
productivo al cual ha sido destinada, de forma tal que pueda dar
respuesta a un “desarrollo humano a partir del reconocimiento
y respeto de las diferencias raciales, culturales, religiosas,
políticas, ideológicas y de género entre las personas.
Se quiere hacer ver que el “hombre es lobo del hombre” y
de “naturaleza conflictiva” (como expresara Hobbes, en su obra
“El Leviatán”, citado por Arendt, ob.cit.) y que por tanto
requiere de un ser superior que sea capaz de armonizar su
convivencia. Ese poder recayó sobre el Monarca o Soberano;
[58]
luego la evolución de la sociedad, la depositó en el Estado como
institución administradora del poder y de la violencia para
contener o regular las relaciones armónicas de la sociedad o
definir sus conflictos a través de las leyes y distintas estructuras
de opresión (instituciones, procesos) y de esta manera mantener
un sistema de explotación y de represión.
Esta creencia, que tiene su origen en una visión de marcada
individualidad del ser humano, que como individuo define su
privacidad, es contraria a las posiciones de quienes sostienen el
carácter social del ser humano, desde sus orígenes en la
conformación de la familia como institución social, hasta su
evolución como sociedad civil y sociedad política en la
conformación de los “estados – nación” y de esa sociedad como
generadora del poder que soporta al Estado como institución.
En tal sentido han de estar presente en él, los sentimientos de
afecto y valores intrínsecos que permiten su “sociabilidad”, el
conocimiento y la cultura, entendida esta como expresión del
ser humano ante la vida.
Sostiene Marx, según los hallazgos obtenidos de Coraggio
(2009), en su visión del Estado como superestructura de
opresión al servicio de una clase dominante (burguesía), que la
naturaleza de esa opresión, que genera conflicto de clases, está
[59]
dada por la propiedad de los medios de producción en manos
de la clase capitalista burguesa que controla y se apropia de la
riqueza generada por el valor agregado de la fuerza de trabajo
del obrero. En tal sentido, se hace necesario “socializar” los
bienes de producción (maquinarias, equipos, procesos, entre
otros.) y colocarlos en manos de la clase trabajadora
(explotados) para lograr su emancipación y con ello la supresión
de los conflictos de clases. Se destaca entonces el carácter social
y político del ser humano en el marco de las Empresas de
Producción Social; el carácter “socializador” del trabajo, la
acción humana como expresión sustantiva del ser humano, y la
necesidad de “socialización” o “colectivización” de los medios
de producción.
A diferencia de un modelo de producción socializador, se
plantea de acuerdo a los hallazgos obtenidos de Álvarez (2011),
que “la naturaleza de la empresa capitalista se guía por la
maximización de la ganancia. Por lo tanto, registra como costo
cualquier inversión en la corrección o prevención del impacto
ambiental” (pág. 21).
Es decir, la empresa mercantil, al estar centrada en la
maximización de sus beneficios, ve reducida sus inversiones en
la adopción de medidas que tiendan a reducir o eliminar
[60]
emanaciones de gases tóxicos, desechos sólidos o líquidos que
genera la actividad industrial que desarrollan y que afectan
directamente al medio ambiente.
Igualmente, Álvarez (ob.cit.), explica que “La lógica del capital
se opone no sólo al desarrollo humano sino también a la
conservación de la naturaleza. Induce a explotar al máximo
tanto a los trabajadores como a los recursos humanos” (pág.
21). Esto es debido a la preocupación por la rendición de
resultados económicos – financieros y no por rendir cuentas
sobre el impacto social y menos, por el impacto ambiental que
puede producir las actividades de producción que las empresas
capitalistas desarrollan.
En consecuencia, afirma Álvarez (ob.cit.): “…hablamos de
un nuevo modelo productivo radicalmente diferente a través del
cual impulsar el desarrollo endógeno de las potencialidades
nacionales (…) Se trata de una nueva forma de producir bienes
y servicios que se requieren para satisfacer las necesidades
básicas y esenciales del pueblo en armonía con el cuidado del
ambiente” (pág. 31).
En otro orden de ideas, y al partir del hecho que la actividad
agrícola es el centro de gravitación de todas las áreas
operacionales de una empresa, y que esta no debe verse como
[61]
una simple actividad de labranza sino como un conjunto
complejo de actividades técnicas, operacionales y humanas que
ha de requerir procesos de integración social y capacitación
técnica.
A todas estas, desde una percepción legal, se tiene que el
bienestar de un país se reparte entre cuatro bloques principales
determinados por la “curva de demanda” de la microeconomía
clásica, usando un promedio de la economía nacional: Los
integrantes de los empleadores (capitalistas y trabajadores); Los
consumidores con capacidad de pago (los incluidos); y Los
consumidores sin capacidad de pago (los excluidos).
La intención de la nueva política económica es lograr una
mejor redistribución obligando a los contratistas en
determinadas modificaciones a las normas de funcionamiento,
de modo de restringir la remuneración de las empresas a favor
de los consumidores excluidos, y dentro de las empresas en
contra del capital y a favor de los trabajadores, incluso llegando
a los términos de la “propiedad colectiva.
A todas estas, las “Empresas de Producción Social” son las
entidades económicas dedicadas a la producción de bienes o
servicios en las cuales el trabajo tiene significado propio, no
alienado y auténtico, no existe discriminación social en el
[62]
trabajo y de ningún tipo de trabajo, no existen privilegios en el
trabajo asociados a la posición jerárquica, con igualdad
sustantiva entre sus integrantes, basadas en una planificación
participativa y protagónica y bajo régimen de propiedad estatal,
propiedad colectiva o la combinación de ambas. En el marco
del nuevo modelo productivo, las empresas de producción
social se insertan en la construcción de la Economía Social
como parte del Nuevo Modelo Productivo. El modelaje de este
nuevo esquema productivo está inserto en la Ley del Plan de la
Patria (2019-2025), (2019), Tercer Plan de Desarrollo
Socialista, sobre todo en el primero, cuarto y quinto Objetivo
Histórico.
Desde el aspecto jurídico de estas empresas, está el Acuerdo
Marco de Promoción, Estímulo y Desarrollo de las Empresas
de Producción Social (2005), así como el Decreto N° 3.895
sobre Desarrollo Endógeno y Empresas de Producción Social
de manera similar definen a esta figura empresarial como
unidades de producción comunitaria, constituidas bajo
cualquier figura, que tienen por fin generar bienes y servicios,
tendientes a satisfacer las necesidades esenciales de la
comunidad, dándole prioridad de inclusión a los hombres y
mujeres de las misiones sociales. En dichas empresas,
[63]
prevalecen los valores de la solidaridad, cooperación,
complementariedad, reciprocidad, equidad y sustentabilidad,
ante el valor de la rentabilidad o de ganancia, con la obligación
de invertir en el entorno socio ambiental en forma sustentable
y sostenible.
En la actualidad, existen empresas privadas con sus distintas
figuras jurídicas, entre las cuales subsisten las Compañías o
Sociedades Anónimas, por lo tanto en el momento no existe un
criterio definido de cuál deba ser la denominación jurídica de
las Empresas de Producción Social.
También está el artículo 201, ordinal 3, del Código de
Comercio (1955), el cual define la sociedad anónima, como
aquella compañía en la cual las obligaciones sociales están
garantizadas por un capital determinado y en la que los socios
no están obligados sino por el monto de su acción.
Esta concepción jurídica destaca dos notas esenciales de la
sociedad anónima: la de ser de una sociedad de capitales y la de
limitar la responsabilidad de los socios por las deudas sociales.
El aporte en las sociedades de capitales no puede ser de
industria, el trabajo, debido a la imposibilidad de determinación
del monto, en ese sentido, a los accionistas no se le establece
limitación en cuanto al capital mínimo o máximo.
[64]
Las empresas de producción social, a todas estas, no encajan
dentro de la forma de las sociedades anónimas, ya que se ven
desnaturalizadas en la constitución de las mismas, por poseer
algunos elementos inherentes que difieren este tipo de sociedad,
por lo cual recomienda a los legisladores venezolanos
determinar cuál debe ser la figura jurídica aplicable correcta y
armonizar las disposiciones de carácter mercantil, permitiendo
el ingreso de cualquier figura societaria sin afectar ni resquebrar
su naturaleza y esencia propia.
La Asamblea Nacional (AN) aprobó en el 2009, la “Ley
Orgánica de las Comunas” (2010), la cual consolidará el Poder
Popular en el país, al reconocer la capacidad o fuerza social y
colectiva organizada que tiene el pueblo soberano como
máxima autoridad. En la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela (CRBV), se inicia un proceso de
cambio político, que abarca todos los ámbitos estructurales para
la transformación del país desde un capitalismo dependiente
hacia un socialismo de contenidos socioeconómicos y
geopolíticos innovadores". Tal como lo señala la exposición de
motivos de la “Ley de las Comunas”. Para contribuir con la
refundación del Estado, la “Ley de las Comunas”, tiene entre
sus directrices fundamentales cuatro principios, como son: a) el
[65]
desarrollo sustentable, b) el desarrollo endógeno, c) la
diversificación de la economía, y d) la participación ciudadana.
Esta última, enfocada como un derecho y un deber que,
además de profundizar la democracia, permita la interacción
entre el Estado y la sociedad, a través del Poder Popular, para
desarrollar el principio de responsabilidad como derecho
ciudadano. Para el desarrollo de estas directrices se requiere de
una nueva institucionalidad (la Comuna), basada en la
construcción de un espacio geográfico socialista, una
territorialidad reconocida por la apropiación y el asentamiento
mismo de su población y en lugares que generen sentimientos
de pertenencia e identidad geográfica pero que, además,
expresen el contenido político del modelo socioeconómico
legitimado por el Estado.
La Ley está basada en tres grandes premisas
constitucionales: la primera, contenida en el artículo 173, de la
Carta Magna: "…la creación de entidades locales dentro del
territorio municipal; la segunda, inherente al modelo
democrático participativo y protagónico que la transversaliza, y
la tercera, referida en el artículo 158, en cuanto a que "La
descentralización, como política nacional, debe profundizar la
democracia, acercando el poder a la población y creando las
[66]
mejores condiciones, tanto para el ejercicio de la democracia
como para la prestación eficaz y eficiente de los cometidos
estatales".
En la estructura y contenido de la Ley, conformada por 10
títulos, 67 artículos y 5 disposiciones, encontramos que se
establece un espacio socialista, definido por la integración de
comunidades vecinas con una memoria histórica compartida,
rasgos culturales, usos y costumbres, reconocidos en el
territorio que ocupan y en las actividades productivas que le
sirven de sustento, y sobre el cual ejercen los principios de
soberanía y participación protagónica como expresión del
Poder Popular.
La Comuna, en su estructura, cuenta con una organización
institucional, cuya acción se define en tres grandes áreas:
planificación, coordinación y del gobierno en la comuna.
Igualmente, la Comuna contará con un plan rector para la
acción y con propósitos claramente definidos a través de La
Carta Comunal, de la cual surge el Plan Político Estratégico
Comunal.
El instrumento jurídico establece la actividad planificadora
de la Comuna a través del Plan Comunal de Desarrollo, en el
cual se establecerán los proyectos, objetivos, metas, acciones y
[67]
recursos dirigidos a darle concreción a los lineamientos
plasmados en el Plan de Desarrollo Económico y Social de la
Nación, el Plan Regional de Desarrollo y los lineamientos del
Consejo Federal de Gobierno. En la “Ley de las Comunas”, se
pretende abrir las compuertas para la construcción de un
espacio geográfico socialista, con modalidades diferentes de
gestión de políticas públicas, y tendrán expresión directa los
actores sociales organizados y cohesionados en torno a
unidades territoriales equivalentes a sus competencias, y a
jurisdicciones inherentes a una territorialidad reconocida por la
apropiación y el asentamiento mismo de la población,
legitimado por el Estado.
El Plan de la Patria 2019-2025 (2019), Venezuela Potencia,
plantea, partiendo de lo anterior, transformar la economía
nacional rentista a una economía independiente haciendo que
cada Estado fortalezca sus potencialidades productoras y aporte
el desarrollo económico nacional.
El Modelo de Producción, plantea fomentar en Venezuela
la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones que
ponen en marcha en la Nación; en el mismo se ejecuta una
fuerte inversión económica y humana en políticas sociales
(salud, educación, vivienda, alimentación entre otros), un
[68]
principio que se aplica de forma constante es la solidaridad con
el más desasistido. El Modelo debe buscar el desarrollo de las
potencialidades económicas y productivas que posee el país,
con el objetivo de lograr conseguir otras fuentes de ingresos
económicas diferentes a las que genera la renta petrolera.
No es un Modelo que rechaza la inversión privada, siempre
que reporte beneficios a la mayoría de la población y se respete
las reglas del comercio justo; busca la modernización del país,
la independencia tecnológica del mismo y el desarrollo de la
industria Nacional a través de la colaboración de países amigos
que transfieran tecnología.

[69]
RESPONSIO (SOLUCIÓN RAZONADA Y
JUSTIFICADA)

“Ningún dispositivo de conocimiento permitirá distinguir la


alucinación de la percepción,
el sueño de la vigilia, lo imaginario de lo real,
lo subjetivo de lo objetivo”
Edgar Morin

El emprendimiento, o como es conocido en las buenas


prácticas empresariales como “emprendedorismo” procura la
promoción de las iniciativas empresariales para desarrollar una
cultura emprendedora, la creación de empresas, generación de
nuevos empleos y consecuentemente el desarrollo
económico de un país (Bóveda, Oviedo, & Yakusik, 2015).
Del mismo modo, para generar emprendimiento con mayor
bienestar a la sociedad venezolana, surge el enfoque de las
Empresas de Producción Social (EPS), que a criterio de Álvarez
& Rodríguez (2008), permiten “El fortalecimiento de las
capacidades tecnológicas para aprovechar las ventajas
comparativas del territorio, agregando valor a las materias
primas, sustituir importaciones y aumentar la oferta exportable”
(pág. 49). Asimismo, parafraseando a Álvarez & Rodríguez
[70]
(ob. cit.), con las EPS se puede corregir el impacto ambiental y
garantizar la sustentabilidad al tener un enfoque orientado a
proteger la salud de los trabajadores, procesos productivos en
armonía con los recursos naturales y la garantía del desarrollo
para las generaciones futuras.
Según la Comisión Mundial de Medio Ambiente y
Desarrollo, citado por la CEPAL (1991) "El desarrollo
duradero (sustentable) es el desarrollo que satisface las
necesidades de la generación presente sin comprometer la
capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias
necesidades” (pág. 21). Sin embargo, los procesos de desarrollo
económico pueden afectar significativamente la calidad del
medio ambiente. Tal es el caso de la contaminación del agua y
del aire, que disminuyen la capacidad de los ecosistemas para
entregar a la comunidad importantes bienes y servicios
(Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL), 1991).
La categoría de la sostenibilidad, en el marco de estas ideas,
parte de su base la sustentabilidad. Algunas literaturas insisten
en indicar que sostenibilidad es sinónimo de sustentabilidad,
algo que realmente no es así. La sustentabilidad es según
Martínez (2009), citando a la primera Ministra Noruega Gro
[71]
Harlem Brundtland, “Desarrollo que enfrenta las necesidades
del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones
futuras para enfrentar sus propias necesidades” (pág. 289).
Asimismo, expresa Martínez (2009), que tres áreas son la base
de la sustentabilidad: los recursos ambientales, renovables y no
renovables; el recurso humano, quien interviene en la
producción de bienes y servicios; y el desarrollo económico el
cual es logrado por cada comunidad.
Ahora bien, aunque unas posturas plantean que
sustentabilidad y sostenibilidad son sinónimos porque se
refieren a un mismo concepto o definición, la Organización de
las Naciones Unidas (ONU), ha señalado que el desarrollo
sostenible como el proceso que trata de satisfacer las
necesidades económicas, sociales, culturales y ambientales de la
actual generación, sin arriesgar a las generaciones futuras. Y en
contraparte, sostiene que el desarrollo sustentable es el proceso
por el cual se preservan, conservan y protegen solamente los
recursos naturales para el beneficio de las generaciones
presentes y futuras sin considerar las necesidades sociales,
políticas ni culturales de los seres humanos (Ibarra Baidón,
2018, pág. 2).

[72]
En el mismo orden de ideas, surge la dimensión del
desarrollo endógeno como un modelo de desarrollo que parte
de priorizar las potencialidades internas de una comunidad,
sector o localidad, y que estos, a la vez, permitan potenciar a esa
sociedad y su economía, de lo interno a lo externo, con criterios
de sustentabilidad y sostenibilidad.
Lo endógeno, es definido por Mas (2007), como el “poder
sustentado en la capacidad de crear, transformar, asimilar,
racionalizar, maximizar y descubrir los trazos esenciales del
valor que fundamentan las claves para alcanzar el desarrollo”
(pág. 51).
De allí, surgen los modelos empresariales que sustentan lo
endógeno como lo es el enfoque del Emprendimiento Social.
Según Ibarra (2018), es el “Proceso de innovación
organizacional sostenible a través del cual llegan al mercado
soluciones que establecen equilibrios justos, cuyo impacto
puede ser analizado en términos de triple resultado -económico,
social y ambiental- o de impacto social total” (pág. 12).
Las empresas de producción social son esquemas de
emprendimiento cuyas prioridades son la producción de bienes
y servicios con base en las potencialidades de la localidad, sin
obviar los criterios de la sostenibilidad.
[73]
La creación de valor, bajo el concepto de las empresas de
producción social, es satisfacer las necesidades de los
consumidores en aquellos bienes y servicios que surgen de las
potencialidades locales, sin que este esquema empresarial sea un
problema para el medio ambiente. La acumulación de capital no
es la prioridad, sin embargo, el emprendimiento local debe tener
la capacidad de auto sustentarse y mantenerse, es decir, ser
eficiente y eficaz en sus procesos productivos. Otro elemento
que se adiciona es el acompañamiento que deben realizar las
autoridades locales, a través políticas públicas, para contribuir
al desarrollo de este tipo de emprendimientos.
Otros elementos a considerar son los procesos
agroecológicos. Se debe ver el proceso productivo de las EPS
como un todo integrado, hacia delante y hacia atrás, en toda la
cadena de dicho proceso. La visión holística en la cadena de
integración vertical, la plantea el término de agroecología y
según Restrepo, Angel & Prager (2000): “…Incorpora ideas
sobre un enfoque de la agricultura más ligado al medio ambiente
y más sensible socialmente; centrada no sólo en la producción
sino también en la sostenibilidad ecológica del sistema de
producción. A esto podría llamarse el uso normativo o
prescriptivo del término agroecología, porque implica un
[74]
número de características sobre la sociedad y la producción que
van mucho más allá de los límites del predio agrícola” (pág. 6).
Los procesos agroecológicos son diferentes a los
tradicionales. En ellos se plantean elementos y conceptos que
buscan adaptar las buenas prácticas agrícolas que no atenten
con el medio ambiente, donde se aprovechen las
potencialidades naturales de la localidad, desde una visión
holística del proceso de producción: campo-empresa-
comercialización-consumidor final.
Del mismo modo, otra categoría que se identificó de los
informantes clave es la tecnología y según Mas Herrera (2007),
“se concibe como acciones intencionales y preestablecidas,
marcadas por una racionalidad inmanente, que se nutre del
conocimiento científico y que evoluciona en razón del
desenvolvimiento del límite máximo de este tipo de
conocimiento (pág. 43)”.
La tecnología sustentable debe estar enfocada al desarrollo
de procesos productivos que contribuyan a la preservación del
medio ambiente. El hacer uso racional de los recursos naturales
apoyado en las diferentes áreas del conocimiento. El desarrollo
socio-económico debe partir de una base sustentable, se pueden

[75]
producir bienes y servicios sin atentar con la calidad de vida de
los seres humanos ni al medio ambiente.
Asimismo, a juicio de Mas (2007), la condición tecnológica
para el desarrollo debe ser endógena; ésta es la que abre la
posibilidad de generar un entramado de redes y relaciones que
permitan intercambiar la tecnología a la economía global y hacer
del desarrollo una posibilidad hecha realidad.
Igualmente, se presentan las dimensiones de la tecnología en
lo social, económica y ambiental de forma tal que se
retroalimentan. Parafraseando a Mas (2007), la interrelación de
la tecnología es la siguiente: de lo tecnológico a lo social provee
de confort en cuanto a todos los elementos presentes en la vida
urbana; de lo social a lo tecnológico se provee de la creatividad
y la fuente de inspiración.
En el aspecto económico, la tecnología le aporta la máxima
eficiencia en todas las actividades de producción, distribución,
marketing, mercados virtuales; la economía aporta capital y
financiamiento para reproducir la base de la sustentabilidad.
Asimismo, la tecnología proporciona al ambiente nuevas
formas de protección para bajar la contaminación; información
y procesamiento eficiente.

[76]
Ahora bien, esos procesos tecnológicos que facilitan la
producción de bienes y servicios con criterios sostenibles, van
de la mano de quien los dirige: el emprendedor. En este sentido,
el acto de emprendimiento según Ibarra & Castrillo (2014), es:
“…transformar los recursos tangibles e intangibles con miras a
crear cualquier tipo de riqueza, licita o ilícita; social, altruista o
lucrativa, etc. También emprender es el arte o técnica para
transformar una idea en realidad. Es la capacidad de
compromiso por encontrar soluciones sencillas a problemas
complejos. Es la aptitud de buscar los diferentes recursos
necesarios para crear, inventar, descubrir o innovar nuevas
formas de solucionar problemas de su entorno específico (pág.
53).
Asimismo, el emprendimiento ha sido objeto de muchas
posturas y teorías. Por ejemplo, la visión de Peter Drucker,
citado por Sánchez Murillo (2006), sobre las organizaciones y el
papel de quién las emprende, es que ésta poseerá mayor
potencia, mayor riqueza, mejor capacidad de alcanzar sus
objetivos, en la medida que logra favorecer a los individuos que
en ella trabajan y estos puedan crecer como personas; la
integridad y coherencia de la organización y de su emprendedor
es el mejor entorno para el desarrollo personal.
[77]
Igualmente, afirma Sánchez Murillo (2006), al analizar las
obras de Peter Drucker, que estas han superado la prueba del
tiempo y ayudan al empresariado actual a afrontar con
innovación y responsabilidad social los retos de una sociedad
compleja y globalizada, además de reinventar sus empresas en
tiempos difíciles y de mucho caos.
Otro punto a considerar, es la propuesta de Bóveda, Oviedo
& Yakusik (2015), sobre la necesidad del ecosistema
emprendedor. En el mismo, se debe: “…Crear un ambiente
donde los emprendedores puedan validar sus ideas, simular el
modelo de negocio, encontrar el soporte confiable y solidario
para convertir sus emprendimientos en empresas sustentables.
Las universidades forman un eslabón clave en la articulación del
ecosistema emprendedor, vincular a los emprendedores con el
sector académico, empresarial y sectores públicos; mediando
intereses y expectativas, las convierten en actores estratégicos
en el desarrollo del ecosistema” (Bóveda, Oviedo, & Yakusik,
2015, pág. 14).
En resumen a la postura sobre el ecosistema emprendedor,
según Isenberg (2011), surgen los siguientes elementos: en
primer lugar, el mercado, el cual debe existir para que pueda
desarrollarse la nueva empresa y en él convergen los clientes y
[78]
las redes de emprendedores; las políticas orientadas al apoyo en
la creación de empresas, tal es el caso, de los organismos,
autoridades públicas y un marco legal que se oriente a la
promoción de nuevos emprendimientos y su expansión; tener
acceso al financiamiento, privado o público, a los inversionistas
que apoyen, impulsen y acompañen la creación de nuevas
empresas; la cultura, la cual debe orientar valores de
responsabilidad social y sostenibilidad, es decir, adquirir
compromisos con sus trabajadores y con el medio ambiente al
llevar a cabo los procesos productivos, además de la tolerancia
al riesgo y al fracaso que garanticen su permanencia en el
mercado; un soporte de infraestructura y asesoría legal –
financiera - contable, organizaciones que apoyen las actividades
emprendedoras; y por último, el capital humano que con su
talento y constante capacitación apoyen la iniciativa
emprendedora y a la vez desarrollen competencias que a futuro
les permita independizarse.
En el tema de emprendimiento, surge el concepto de cultura
emprendedora, que según Bóveda, Oviedo & Yakusik (2015),
es entendida como: “…La presencia de nuevas oportunidades,
los medios de capitalizar esas oportunidades y la creación de
estructuras adecuadas para aprovecharlas. La estrategia y la
[79]
planificación son las bases de la cultura emprendedora, para
disminuir las incertezas en las oportunidades de negocios, lo
que está en conformidad con las actitudes del emprendedor que
siempre busca calcular los riesgos de manera premeditada” (pág.
18).
Es ahí donde surge, el concepto del emprendedor social, en
esta categoría existe una variedad de emprendedores que
combinan los emprendimientos sin fines de lucro, se
diferencian en el especial cuidado que tienen al gestionar sus
procesos productivos y los impactos sociales y ambientales que
estos puedan generar. También, en este grupo de
emprendimientos, se tienen los proyectos con fines de lucro,
que están bien apalancados económicamente y
profesionalmente gestionados. Acá se busca el apoyo con
socios capitalistas, pero se caracterizan por incorporar en sus
estrategias y políticas, estándares de transparencia, prácticas
laborales que no violen las leyes, construcción de buenas
relaciones en la comunidad en la que operan, así como el
respeto por el medioambiente, potenciando un modelo de
negocios con un enfoque sustentable (Bóveda, Oviedo, &
Yakusik, 2015, pág. 13).

[80]
Los emprendedores sociales surgen de la dinámica actual
donde los procesos productivos deben prestar especial interés
en minimizar impacto al medio ambiente. En el caso de las
empresas de producción social que manufacturan café, se busca
que, en la integración vertical y horizontal del proceso
productivo, se minimice el impacto ambiental al sembrar,
cuando se evita el uso de fertilizantes químicos y se hace uso de
material orgánico; al cosechar y beneficiar el café, al
contrarrestar el impacto del mucílago y contaminación del agua
en ese proceso; y en la torrefacción, aprovechando al máximo
la selección y proceso del café hasta el empacado final y venta
del producto.
Todos estos elementos, deben ir acompañados de políticas
públicas que favorezcan los emprendimientos sociales. Según
Parker (2014), las políticas públicas “han sido planteadas como
la principal acción institucional de carácter público orientada
hacia la mejora de las condiciones del bien común en cada
sociedad” (pág. 2). También, pueden definirse, continúa Parker
(ob.cit.), citando a Dye, Lahera y otros 2009, como “el sistema
de cursos de acción – generalmente administrativos- de los
gobiernos y parlamentos enfocados hacia los temas de una
agenda pública, definidos por esas entidades como susceptibles
[81]
de ser regulados, normados, o financiados en el marco legal
vigente” (pág. 2).
Sin embargo, la dinámica de las políticas públicas se ha
visto desvinculada de lo académico, de lo tecnológico, de la
dinámica productiva empresarial y del séptimo objetivo del
desarrollo del milenio que es garantizar la sostenibilidad
ambiental.
Es por ello que se observa un mundo académico que produce
conocimiento en forma aislada, es decir, investigadores que
producen ideas en forma individual y estas no salen del claustro
universitario; empresarios que no consiguen el apoyo de
quienes pueden realizar aportes y contribuir a criterios de
producción más sostenibles, es decir, amigables con el medio
ambiente; igualmente, en materia de políticas públicas, el
concejal, el alcalde, el legislador o cualquier otro funcionario
que se encarga de discutir y promover leyes, se mantiene aislado
de quienes se verían afectados con las decisiones que en esta
materia se presenten y aprueben. ¿Qué se requiere para mejorar
este escenario? Universidades donde se socialice el
conocimiento, es decir, grupos de investigación que
contribuyan y se vinculen con la comunidad, con los hacedores
de leyes, los que legislan y generan escenarios o entornos que
[82]
sean favorables para los emprendedores; estos, a su vez, que
produzcan bienes y servicios con un mínimo impacto
ambiental y social.
De ahí, el término de emprendedor social, como aquel
empresario cuyos valores son diferentes a los tradicionales
(producir riqueza individual); que se vincula con las políticas
públicas, el medio ambiente y el mundo académico; que
produce bienes y servicios preocupado, no solamente por
satisfacer necesidades individuales sino también las colectivas y
ambientales.
Además de la subcategoría emergente de emprendedor
social, se debe analizar una categoría vinculada con la
investigación y que surgió de los informantes clave cómo es el
ecosocialismo. Según Bansart (2012), el ecosocialismo es “una
doctrina y praxis políticas mediante las cuales se integran el ideal
socialista de justicia social y la preocupación por unas relaciones
equilibradas del ser humano con la naturaleza de la cual forma
parte” (pág. 206). El ecosocialismo es visto desde las
dimensiones de la economía y la ecología.
El ecosocialismo, a juicio de Christal (2018), plantea un
nuevo enfoque al momento de llevar a cabo los procesos
productivos. En este sentido, se trata de socializar la producción
[83]
al considerar lo siguiente: en primer lugar, la humanización en
la producción de recursos materiales y no materiales; carácter
endógeno en la producción, que surja de lo interno de la
sociedad, de cada localidad; una producción en la medida de lo
posible autosuficiente, cuya base primaria son sus propias
fuerzas y recursos y en su medio ambiente natural y cultural;
que sea ecológicamente solvente, al hacer una utilización
racional de los recursos naturales, con conciencia de los
ecosistemas locales con los límites externos, locales y globales;
por último, transformaciones estructurales en las relaciones
sociales de producción y en la economía.
Asimismo, el ecosocialismo se plantea como un modelo
alternativo, pero a su vez implica profundas transformaciones
en las cuales están inmersas el renunciar a determinadas
necesidades creadas el modelo productivo de generación de
riquezas tradicional y trascender o avanzar hacia una
planificación social, ecológica y democrática que implica, según
Christal (2018): “…La creación de nuevos modos de
producción en función de las necesidades comunitarias, sus
potencialidades y la preservación del ambiente; igualmente,
requiere generar cambios de los estilos de vida, desarrollar
energías alternativas, transformar las relaciones sociales e
[84]
impulsar y democratizar la propiedad colectiva de los medios
de producción” (pág. 5).
Dentro de lo que es las nuevas relaciones sociales, surgen
las subcategorías emergentes: Organización Comunal y la
Equidad en la producción y distribución de bienes y servicios.
Para el logro de los objetivos de las políticas económicas y
ambientales planteadas por la Cepal (1991), se deben:
“…Elevar los niveles de conciencia de la población es una
condición necesaria para el éxito de cualquier gestión del
desarrollo. Si no existe suficiente comprensión acerca del papel
que desempeña la naturaleza en el bienestar de los individuos y
la comunidad, las acciones ambientales tenderán al fracaso. Es
en la conciencia nacional -esa amalgama de las conciencias
individuales- donde se establecen las opciones y fijan las
prioridades más importantes para el desarrollo y el medio
ambiente. Una conciencia social fuerte apura los consensos,
compromete más a todos los agentes del desarrollo, y favorece
una mayor participación de la ciudadana” (pág. 26).

En ese sentido, las organizaciones comunales, son una


alternativa para fomentar la participación de la población y la
toma de conciencia a nivel comunitario; a través de ellas, se
[85]
pueden lograr los objetivos de desarrollo sostenible que los
mismos organismos bilaterales o multilaterales no han sido
capaces de alcanzar.
A juicio de Bebbington (2019), “el éxito de las
organizaciones comunitarias depende mucho del contexto en
que operan y de la medida en que, en este contexto, se
intensifiquen o disminuyan las fuerzas generadoras de
vulnerabilidad para dichas organizaciones” (pág. 17).
De nuevo, las políticas públicas desempeñan un papel
importante para definir la calidad del contexto en que se
encuentran inmersas las organizaciones comunales. Por otro
lado, los diseñadores de las políticas públicas deben revisar
hasta qué punto sus propias prácticas y tomas de decisiones
generan vulnerabilidades dentro de las organizaciones
comunitarias (Bebbington, 2019).

[86]
VELA SOLUTIO (DISPUTATIO,
ARGUMENTOS A FAVOR Y EN CONTRA,
ELIMINANDO LAS RAZONES FALSAS)

“No podemos resolver los problemas empleando el mismo modo de


pensar que usamos cuando lo creamos…”

Albert Einstein

El modelo de la sostenibilidad/sustentabilidad, está


relacionado con el desarrollo de las EPS; se aborda la
sustainability como sostenibilidad, que a su vez, se traduce como
sustentabilidad, con respecto a la aplicación de mecanismos de
gestión interna que se vinculan con las acciones de progreso y
desarrollo endógeno. Darle forma a un modelo de desarrollo
sustentable para su implementación en políticas y proyectos, es
hacer alusión a generar criterios de negocio que en su
satisfacción de las necesidades no comprometa los recursos
naturales y el equilibrio del hábitat a las generaciones futuras.
El desarrollo sostenible le da al equilibrio del manejo del
Planeta en tres ámbitos: ambiental, social y económico; en este
sentido se toma en cuenta que ningún recurso renovable deberá
[87]
utilizarse a un ritmo superior al de su generación, y se evitará
accionar situaciones contaminantes que pudieran producir un
cambios en el ritmo de las relaciones humanas y laborales en la
experiencias de las EPS.
Otro aspecto que abarca el modelo de desarrollo sustentable,
como un proceso integral que exige compromisos y
responsabilidades al aplicar mecanismos económicos, políticos,
ambientales y sociales, es la elaboración de patrones de
consumo, los cuales vienen a ser determinados por la calidad de
vida, requiriendo el manejo de recursos naturales, humanos,
sociales, económicos y tecnológicos, garantizando una vida con
aseguramiento y calidad, sin afectar el bienestar de las
generaciones futuras.
En un aspecto puntual, el sustainable development, ha de
entenderse como un proceso de desarrollo económico, humano
y medioambiental, que no depende de asistencia externa para
mantenerse, un desarrollo sostenible en el tiempo. El desarrollo
sostenible solamente se mantiene en la línea de estándares
permitida, mientras que el sustentable, es aquel que crea o
genera una mejor calidad de vida.
Las EPS, necesitan impulsar este tipo de desarrollo,
avanzando a través de decisiones gerenciales que hagan posible:
[88]
eliminar las rigideces y obstáculos acumulados; identificar y
proteger la base de conocimientos y experiencias acumulados
que son importantes como los cimientos para avanzar; sostener
las bases sociales y naturales de adaptación y renovación, e
identificar y acrecentar la capacidad necesaria de renovación que
se ha perdido; y estimular la innovación, la experimentación y
la creatividad social.
Ahora bien, el modelo teórico de las EPS, en su creación de
valor, desde el emprendimiento y el desarrollo sustentable,
asume la explicación de la realidad desde la base de un proyecto
económico, tecnológico, administrativo o social; el modelo
consiste en representar un objeto real con las variables que la
afectan, cuyo resultado en la simulación pueda recrearse en la
realidad. Al ser una representación de un objeto, sistema o idea,
de forma diferente a la entidad misma, su propósito es ayudar a
explicar, entender o mejorar un sistema; el desarrollo busca
experimentar lo que debe suceder y permite un espacio para el
desenvolvimiento de la teoría como herramienta necesaria que
permite simular acontecimientos de la vida real y cuyo resultado
debe replicarse al ponerlo en práctica.
Si este modelo se lleva al ámbito de la gerencia de las EPS,
se inicia por establecer un ideal de economía fundamentado en
[89]
el trabajo colectivo, la toma de decisiones y la construcción de
esquemas que incluyan en las decisiones propias de carácter
vinculantes de las EPS, el poder popular, por lo tanto, es un
modelo que promociona las comunas que representan una
estructura económica-alternativa, que tenga una concepción
capitalista concebida para beneficiar al ser humano como objeto
y mercancía, y no convertirlo en mercancía y ganancia para
pequeños subgrupos.
En un aspecto concreto, el modelo de desarrollo sustentable,
se caracteriza en tres (3) aristas: una política, que busca activar
el movimiento popular como poder comunal de autogobierno;
otra económica, que busca la conformación de EPS por la vía
de préstamos recuperables que otorgan empresas del Estado; y
por último, el social, donde los miembros de la comunidad
puedan asumir el ejercicio real del poder popular, es decir,
poner en práctica las decisiones adoptadas por la comunidad a
través de la capacitación como un recurso humano calificado.
El modelo de desarrollo endógeno, a todas estas, se presenta
como el galante de la cooperación entre los miembros de la
comunidad y la EPS, que permitan construir las nuevas
relaciones sociales de producción; reinvertir las ganancias en la
producción social, ya que su finalidad no es la generación de
[90]
lucro. En este sentido se activa el modelo económico
productivo socialista, basado en el desarrollo de las fuerzas
productivas sociales, estableciendo como perfil operativo
mantener que no se busca la rentabilidad de las empresas, sino
su servicio a la sociedad, y la creación de estructuras de
inversión y autogestión que le den rentabilidad a las EPS, a
pesar de su marcada tendencia a no interesarse mucho en la
rentabilidad, en este modelo se valora la rentabilidad pero para
mantener el servicio y producción de la empresa, no para el
lucro personal de una burocracia empresarial comunitaria.
El paso de una economía de mercado a una economía
planificada constituye, la propuesta socialista a nivel de la
organización de la vida material, cuya finalidad es impulsar la
transformación del sistema económico hacia un socialismo,
alternativo al modelo rentista petrolero.
A todas estas, en la denominada “Carta de la Tierra” (2000),
se constituyó en una declaración de principios fundamentales
para la construcción de una sociedad global justa, sustentable y
pacífica en el siglo XXI; esta Carta destaca como principios
para ser engranados en el desarrollo sustentable: el respeto y
cuidado de la comunidad de vida; la integridad ecológica; la
justicia social y económica; la democracia, no violencia y paz.
[91]
La declaración exploró, desde los indicadores de
sustentabilidad, la reducción de los impactos que tiene la
actividad humana sobre el medio ambiente; la falta de capacidad
para monitorear adecuadamente los recursos naturales y
ecosistemas; la integración de los objetivos a largo plazo
económicos, sociales y ambientales; y la necesidad de preservar
la diversidad biológica, cultural y económica. Se hace necesario
impulsar el equilibrio y la eficiencia, distribución y fomento de
actividades en pequeña escala y control de los efectos
secundarios y de una política de largo plazo basada en valores
que alcancen modelar un comportamiento ciudadano, que
erradique el comportamiento individualista, propio de la
sociedad industrial de consumo.
Las nuevas tecnologías de la información, a todas estas, han
revitalizado el sector de las EPS; a través de la incorporación de
drones, ha sido posible escanear extensiones de tierra que luego
han entrado en los proyectos de planeación agrícola para
mejorar la productividad; los datos recogidos son proyectados
en 3D para que los trabajadores especialistas de las EPS, puedan
compartir la información sobre el avance de las obras en tiempo
real.

[92]
En este aspecto se ha venido consolidando la construcción
inteligente enlazada con los procesos de visualización que opten
por transferir la riqueza y crear criterios de socialización para
una distribución equitativa del conocimiento y las experiencias.
Los avances tecnológicos nos han permitido mejorar la calidad
de vida, más allá de los recursos económicos y sociales, la
tecnología nos permite un desarrollo global sustentable.
Los sistemas y herramientas concebidos a través de las
técnicas de información y comunicación, permiten una mejora
de la eficiencia energética y a una gestión inteligente de la
energía. Las EPS, buscan productos eficientes apoyados en
equipamientos sostenibles. Entre las tecnologías más
destacadas nos encontramos con: realidad Virtual, internet, Big
Data, Inteligencia Artificial, y nuevos sistemas cloud.
Las nuevas tendencias hacen alusión a ir moldeando ciudades
inteligentes o Smart Cities. El objetivo principal es incrementar
la eficiencia y la calidad de los servicios, reducir el gasto público,
favorecer la innovación y ofrecer información a tiempo real.
En cuanto a las ventajas del desarrollo sostenible, este se
mejora del impacto medio ambiental, a través de la
consolidación de la idea principal es potenciar el crecimiento
de la economía sin comprometer a la naturaleza. El desarrollo
[93]
de nuevas tecnologías para dar solución a los problemas de
forma inteligente y eficiente., generando nuevas políticas de
responsabilidad social organizacional, para crear acciones que
dominen los recursos naturales para que las generaciones
futuras puedan tener una mayor calidad de vida.
En lo referente al emprendimiento, esta es una acción
creadora que se vale del talento y las herramientas adecuadas de
gerencia endógena para potenciar el papel de las EPS. En un
plano internacional, nacional y local, el emprendimiento aborda
la realidad productiva de las EPS, y la dinamiza, las proyecta. Su
modelo, como propuesta teórica estructural, recoge los vacíos,
factores de éxito y sugiere un cambio en la estructura
conceptual y de manejo de la gestión de las EPS, valiéndose de
los mecanismos de promoción digital modernos y las nuevas
tecnologías para el procesamiento de materias primas, todo
conjugado con un concepto innovador productivo que le dé al
colectivo la satisfacción de sus ya viejas o nuevas necesidades
existentes.
La principal ventaja que tiene un modelo sobre
emprendimiento, es que trabaja bajo el principio de que se goza
de todos los medios propios para tomar decisiones en función
de llevar a cabo los objetivos y metas productivos, no
[94]
necesitando consultar a entes externos o al gobierno nacional
para su implementación. Es un criterio de autogestión y
autonomía total, donde solamente haya espacio para la
profundización de los saberes y la consolidación de la capacidad
de respuestas de las EPS, a las exigencias de las comunidades en
el mercado de productos y servicios.

[95]
CIERRE Y NUEVAS INCÓGNITAS

El presente discurso doctoral parte de un propósito general


que es generar un entramado teórico a las Empresas de
Producción Social de manufactura del café y la creación de
valor en el municipio Sucre, estado Portuguesa, Venezuela,
desde el emprendimiento y el desarrollo sustentable. En este
sentido, se parte de las ideas generales que dan base a la
investigación, desde la importancia del emprendimiento como
el acto de crear valor; línea de investigación: el desarrollo
sustentable, visto desde lo económico, lo político, lo social,
ambiental y cultural; las empresas de producción social que
procesan y comercializan café en el municipio Sucre, su
situación y problematización; todos estos elementos vistos en
forma holística y totalmente vinculados a lo largo del proceso
de investigación.
En un aspecto concreto, para una primera etapa de la
investigación, se realizó la búsqueda de respuestas al sentido que
han tenido las EPS, en el rubro café, así como la necesidad de
abordar un mapa de conceptos de las categorías, que ayudaron
a visualizar dos aspectos en lo inmediato: las Empresas de
[96]
Producción Social; y la producción de Café en espacios
geográficos definidos como de alto grado de rendimiento en la
siembra, cultivo y procesamiento final de dicho rubro.
Igualmente, se realizó una indagación descriptiva-explicativa-
interpretativa, desde un enfoque cualitativo, que descifrando el
discurso de los sujetos investigados, a través de un modelo
hermenéutico dialéctico, relacionó las categorías EPS y
desarrollo sustentable del Café, en contexto de voluntades hacia
el emprendimiento y la creación de valor.
A través del logro de cada propósito en específico se alcanza
interpretar las características de la unidad de análisis. Al inferir
el significado de las Empresas de Producción Social de
Manufactura y Comercialización del Café en el municipio Sucre
y la creación de valor desde el emprendimiento, se hizo uso de
la observación directa, descripción y explicación de cómo está
funcionando la unidad objeto de estudio en vinculación con el
contexto, y toda esta información fue vista durante el desarrolla
del Capítulo I; al vislumbrar los aspectos significantes de la
creación de valor desde el emprendimiento en las EPS, se
realizó la exploración en las unidades de análisis, su estructura,
organización y su factor humano, para establecer criterios
conductuales acerca de filosofía de acción que tiene la
[97]
organización, la búsqueda de antecedentes y teorías
relacionadas con el emprendimiento, el desarrollo sustentable,
el desarrollo local, las empresas de producción social y el marco
legal que las rige, todo visto desde el capítulo II.
Asimismo, al construir un corpus teórico de desarrollo de
las EPS de manufactura y comercialización del café, se
establecen los criterios de vinculación entre la unidad objeto de
estudio y sus diversos componentes, humanos y materiales, en
el contexto de la visión de sustentabilidad, pero destacando la
postura al respecto de los sujetos entrevistados. En este
sentido, se levantó la información a tres sujetos clave
relacionados con el área, triangulada con la postura de los
teóricos y del propio investigador. De los informantes clave se
generaron las siguientes categorías: emprendimiento,
sustentabilidad/sostenibilidad, tecnología y ecosocialismo.
Igualmente, de las categorías surgieron las dimensiones:
desarrollo endógeno, la tecnología desde lo social – económico
– ambiental, el emprendimiento desde la dimensión social –
económica – cultural – política -ambiental, la ecología y la
economía. Las subcategorías emergentes son: las empresas de
producción social, los procesos agroecológicos, la tecnología
sustentable, la sistematización de lo productivo-social-
[98]
ambiental, el emprendedor social, las políticas públicas, la
organización comunal y la equidad en la producción y
distribución de bienes y servicios.
A todos las categorías, dimensiones y subcategorías
emergentes se les realizó todo un razonamiento teórico,
apoyado en teorías y aportes investigativos de expertos en el
área y acuerdos logrados en las convenciones mundiales
desarrolladas, para tratar los temas medioambientales y la
importancia de lograr acuerdos orientados hacia la
sustentabilidad y sostenibilidad en los procesos productivos;
además se destacó la importancia y vinculación de cada uno de
ellos, para lograr así la obtención de los productos teóricos que
se analizaron en el capítulo V.
Los productos teóricos develados en el proceso
indagatorio e investigativo es el siguiente: el desarrollo
sostenible/sustentable endógeno; el emprendedor social
sostenible; la tecnología sustentable endógena; y el
ecosocialismo endógeno. En resumen, del modelo teórico de
producción debe nacer la promoción de empresas de
producción social, en el marco de políticas públicas de
desarrollo local sostenible que garanticen crecimiento y

[99]
progreso, sin el alto costo ecológico-ambiental que hasta el
presente ha tenido la era de la civilización industrial y su técnica.

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