Está en la página 1de 4

TECNOLÓGICO NACIONAL DE MÉXICO

INSTITUTO TECNOLÓGICO DE TEHUACÁN


DEPARTAMENTO DE CIENCIAS ECONÓMICO -ADMINISTRATIVAS
CARRERA: “CONTADOR PUBLICO”
ASIGNATURA: CONTABILIDAD GUBERNAMENTAL
PERIODO: ENERO – JUNIO DE 2020

ANÁLISIS DE LA PELÍCULA “LA LEY DE HERODES”

Estudiante:
PEÑUELA AGUILAR VICTOR NATIVIDAD

Tehuacán, Pue., a 20 de marzo de 2020


Antes de comenzar con esta crítica y o análisis, me gustaría contextualizar un
poco sobre la película, es importa resaltar que su locación principal se llevó a cabo
en la comunidad de Zapotitlán Salinas, la cual es perteneciente a Tehuacán, lo
malo está en que a pesar de que fue filmada en 1999 el pueblo pareciera ser de
los años 40 lo que nos dice que es una zona que ha sufrido de marginación y
olvido por parte de los gobiernos.
El director fue Luis Estrada, quien es además de ser director fue el actor principal
de la película, además este actor es reconocido por sus incesantes críticas a los
gobiernos y una manera de hacerlo es a través de sus películas.
Esta película es un referente sobre el nivel de corrupción que se vive en los tres
niveles de gobierno, y la historia hace un énfasis en el municipal donde retrata de
cuerpo entero, al partido hegemónico con todos sus vicios y lacras, defectos y
contradicciones.
Una película con mucha creatividad, siempre enmarcando un espacio y
temporalidad inexistente, pero con poder de veracidad y similitud, al mencionar un
municipio tal y una época no descrita, lo cual no es relevante pues lo que
realmente interesa es la temática que se plantea durante la trama.
Maneja una sola vertiente o línea de argumento que se va conjugando con las de
los personajes secundarios. Juan Vargas que es el personaje principal con un
objetivo definido, empieza a mover los eslabones de lo que es la causa y efecto
para llegar a un determinado fin.
En la trama se maneja la clásica artimaña o la vieja usanza del priismo, en donde,
para dar solución a una problemática, en este caso la muerte de un alcalde
municipal, se valen de un “títere”, o como en política se maneja, la persona más
baja de la cadena de mando dentro del partido, que podría servirles como pelele
para el manejo más cómodo de la situación; en ocasiones se sirven hasta de un
chivo expiatorio para dar fin tal embrollo.
El film un lenguaje coloquial clásico del mexicano promedio, que siempre hace uso
exagerado de las palabras altisonantes. Ese es nuestro lenguaje, duele
reconocerlo, pero así es, un habla excesivamente vulgar, usado a diario. Así es
como nos pintan, así es como nos pintamos nosotros mismos, podríamos decir
que ya casi forma parte de nuestra cultura, como también lo conforman la
delincuencia, la corrupción, la explotación, y la violación de nuestros derechos.
“La ley de Herodes” es un espejo de nosotros mismos como mexicanos, como
sociedad, como individuos, pues, ¿Quién de nosotros podría atreverse a asegurar
que no ha corrompido a alguien o se ha dejado corromper? Nos es más fácil
gastar 150 pesos de mordida a un oficial de tránsito que pagar 350 de multa por
una infracción, que sabemos de sobra la cometimos. El mexicano cometiendo una
y otra vez la misma falta, sin pena de sanción, nos refugiamos bajo la molesta
frase mexicana: “El que no transa no avanza”, a decir verdad, siempre nos
justificamos por cada acto corrupto que realizamos, haciendo alusión de que los
demás también lo hacen.

Muchas veces hemos soñado con que nuestro México algún día no muy lejano,
por fin esté libre de la maldita corrupción, cuántas veces hemos anhelado un país
sin delincuencia, ¿cómo cambiarlo, si no hacemos nada por cambiarnos a
nosotros mismos? siempre queremos que el otro cambie, que nuestros políticos
cambien, ¡que México cambie! pero… ¿nosotros qué? Si no cambiamos nuestra
forma de comportarnos ante los demás, nuestra forma de pensar, jamás veremos
por ese cambio que deseamos.

La película nos da una descripción muy amplia de lo que es delinquir apoyados de


la ley, misma que “según” debería estar en contra de todo esto, pero no es así,
pues las mismas leyes son creadas por los mismos delincuentes, (Los de cuello
blanco) hasta se diseñan blindajes para no ser sometidos a juicio, o llevados a la
cárcel en caso de cometer una sanción. Pueden robar hasta millones de pesos sin
que nadie les diga nada, ¿por qué? Porque tienen un escudo que los protege
ampliamente llamado “fuero político” que, a mi parecer, con lo anterior este ya es
sinónimo de “impunidad”
Esta es la protección que todo político tiene, estas son las libertades que un
funcionario público de alto nivel tiene. Para hacer y deshacer de lo que les venga
en gana, esto es delinquir con las leyes en la mano.
Si analizamos la historia del film, caeremos en cuenta que todo esto le acontece a
Juan Vargas, se vale de todo esto para conseguir sus planes maquiavélicos. Su
arma la ley, su escudo, la ley, sus derechos y privilegios la misma ley.
Ahora solo queda hacer una reflexión y empezar a cambiar como sociedad, pero
más importe como familia, con el fin de algún día poder alcanzar la estabilidad
política y social que nos merecemos y nunca más volver a decir:
 ¡Te tocó la ley de Herodes, o te chingas o te jodes!

También podría gustarte