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FUNDAMENTACIÓN Y
DIFUSIÓN DE LA
DEMOCRACIA
DESARROLLO Y
INSERCIÓN DE LOS
DIFUSIÓN DE LA
SUJETOS EN EL MUNDO
CULTURA
Especialmente a partir del siglo XVIII, bautizado el siglo del método por la
convergencia de las obras de Kepler, Galileo, Descartes, Bacon y Comenio, la
diversidad creciente que provocó la empresa modernizadora se manifestó en las
ciencias y en las lenguas. Se comenzó a forjar una ciencia de cara al sol que
intentaba leer en el libro de la naturaleza y, en un proceso que había comenzado en
el Renacimiento, empezó a diluirse el monopolio del latín como lengua culta
fomentándose la legitimidad de las lenguas vulgares o vernáculas que eran los
genuinos códigos de comunicación en los distintos pueblos y que contribuirían a la
construcción de una conciencia nacional.
vocación y conducta abnegada, un ser sublimado capaz de vivir con el sólo sustento
de su Fe.
A pesar de que las aulas jesuitas eran numerosas (podían llegar a convivir
entre 200 y 300 alumnos) el principio de individualización fue llevado al extremo. En
los colegios de internados, los alumnos vivían con sus maestros. Durante toda su
vida colegial eran vigilados y dirigidos por los “decuriones” o ayudantes que eran
alumnos avanzados que elegía el docente para recolectar los trabajos y controlar el
cumplimiento de los deberes por parte de los estudiantes de la fila (decuria) que
tenía asignada. Con frecuencia, pasaban luego a ser maestros.
todos los profesores comparten la responsabilidad de la dimensión religiosa del centro. Sin
embargo, el factor integrador en el proceso del descubrimiento de Dios y de la comprensión
del verdadero significado de la vida humana es la teología, presentada mediante la educación
religiosa y espiritual. La formación religiosa y espiritual se integra dentro de la educación
jesuítica; no es algo añadido al proceso educativo o separado de él.
36.(...) El desarrollo intelectual, imaginativo y afectivo, creativo y físico de cada estudiante,
junto con el sentido de admiración que es un aspecto de cada asignatura y de la totalidad de
la vida de la escuela, todo puede ayudar a los alumnos a descubrir a Dios activo en la historia
y en la creación.
37. Respetando la integridad de las disciplinas académicas, preocupación de la educación
jesuítica es la preparación para la vida, que es en sí misma preparación para la vida eterna. La
formación de la persona no es un fin abstracto; la educación jesuítica está también
preocupada por la manera en que los estudiantes aprovecharán su formación dentro de la
comunidad humana, en el servicio a los demás ‘para alabar, hacer reverencia y servir a Dios’.
El éxito de la educación de la Compañía no se mide en términos de logros académicos de los
estudiantes o de competencia profesional de los profesores, sino más bien en términos de la
calidad de su vida”. (Características de la Educación de la Compañía de Jesús. 1986:151-154)
(Las referencias entre paréntesis corresponden a la edición electrónica de “Ratio Studiorum”
y otros documentos corporativos anotada en fuentes)
humana?(…) Por lo cual, así como es indispensable la piscina para los peces y el vivero
para los árboles, así las escuelas son precisas para la juventud”.(1983:59-60; fin Cáp. VIII)
“Todos, por lo tanto, han de ser preparados de tal modo que, instruidos sabiamente en las
letras, la. virtud y la religión, puedan atravesar útilmente esta vida presente y estar
dignamente dispuestos para la futura” (1983:61)
“No existe ninguna razón por la que el sexo femenino (y de esto diré algo en especial) deba
ser excluido en absoluto de los estudios científicos (ya se den en lengua latina, ya en
idioma patrio) (…) Sin embargo, no se ha de llenar de un fárrago de libros (como a la
juventud del otro sexo; lo que hay que deplorar que hasta ahora no haya sido más
cautamente evitado) sino libros en los que, al mismo tiempo, que adquieren el verdadero
conocimiento de Dios y de sus obras, puedan perpetuamente aprender las verdaderas
virtudes y la verdadera piedad”. (1983:62-63)
“Desde luego, y sin excepción, hay que tender a que en las escuelas, y después toda la
vida gracias a ellas: I. Se instruyan los entendimientos en las artes y las ciencias. II. Se
cultiven los idiomas. III. Se formen las costumbres con suma honestidad. IV. Se adore
sinceramente a DIOS” (1983:65)
“Llamo escuela, que perfectamente responde a su fin, a la que es un verdadero taller de
hombres; es decir, aquella en la que se bañan las inteligencias de los discípulos con los
resplandores de la Sabiduría para poder discurrir prontamente por todo lo manifiesto y
oculto (como dice el libro de la Sabiduría, 7.17); en la que se dirijan las almas y sus afectos
hacia la universal armonía de las virtudes y se saturen y embriaguen los corazones con los
amores divinos de tal modo que todos los que hayan recibido la verdadera sabiduría en
escuelas cristianas vivan sobre la tierra una vida celestial. En una palabra; escuelas en las
que se enseñe todo a todos y totalmente
Pero ¿hay alguna escuela que se haya propuesto llegar a este grado de perfección, cuanto
menos que lo haya conseguido? Para que no se nos diga que perseguimos ideas
platónicas o que soñamos una perfección que no existe y que tal vez no podamos esperar
en esta vida, vamos a demostrar con otros argumentos que las escuelas deberían ser como
dejamos dicho, y no como son hasta ahora” (1983:70; principio del capítulo XI)
“...a Sagrada Escritura debe ser el principio y el fin en las escuelas cristianas” (1983:195;
Cáp. XXIV)
“Doy el nombre de ‘Escuelas Públicas’ a los colegios donde la juventud de la aldea, de la
ciudad entera, o de la región entera se ejercita en común hacia el dominio de las letras y las
artes, modales honestos, y piedad verdadera, bajo la inspección de los más estimados
varones (o matronas); por medio de éstos ha de lograrse que en todas partes haya cosecha
de gente bien culta. Para que esto se comprenda mejor, voy a presentar una explicación
más detallada.
Digo la juventud de toda la aldea, de toda la ciudad, de toda la región o provincia, para que
se comprenda que en todos los sitios donde vive una comunidad de familias, ha de
establecerse un instituto semejante para la educación de la juventud. Las razones para
instituir estas escuelas son graves. Primero, que los padres por sí mismos no bastan para
dedicarse a la debida educación de sus hijos. Muchos de ellos no saben hacerlo, siendo
ellos mismos, sin educación. Otros no quieren educar a sus hijos, porque son padres de
afectos corruptos: los ricos y susceptibles; finalmente, otros no pueden porque viven muy
ocupados: los laboriosos. Si a nadie, pues, en ninguna parte ha de dejarse en descuido, es
necesario tomar una medida común estableciendo escuela públicas para que todos tengan
derecho y posibilidad de enviar allí a sus hijos, si son obligados a ello. Segundo, si se
ejercitan en común muchos alumnos, eso lleva no solamente el ahorro de trabajo, sino que
se adquiere también alacridad tanto para los maestros como para los alumnos, al mismo
tiempo que con un éxito más rápido y más firme (debido a los ejemplos permanentes y a la
emulación mutua). Finalmente iguales razones por las cuales introdujo Dios las
comunidades eclesiásticas, y la sabiduría humana introdujo las reuniones de ciudadanos,
éstas mismas valen también en cuanto a nuestro objetivo, para las escuelas como prólogo
de la Iglesia y comunidad cívica; es decir, que todos han de ir acostumbrándose a las
relaciones santas y mundanas, a la concordia mutua, y a guiarse por las leyes. Sea, pues,
reconocido como verdad, que han de establecerse escuelas en todos los sitios, como alivio
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para la vida económica y, sin embargo, como bases para la Iglesia y el Estado”(1996:213;
Pampaedia)
“Todo es perfecto al salir de manos del hacedor de todas las cosas; todo degenera
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Entre sus escritos podemos citar las siguientes frases relacionadas con la
función social de la educación:
“Lo que se propone la educación elemental es, por la totalidad y coincidencia de todos sus
medios, elevar el corazón, la mente y la mano a lo más excelso y noble de que es capaz
nuestra naturaleza”. (2001:101)
“Nuestro ensayo de una educación elemental para la industria no es otra cosa que una
aplicación de los principios generales de la educación humana a las necesidades de las
clases trabajadoras. No es nada más que el intento de asegurar el fin de una dignificación
humana dando al pueblo una educación que le permita ganarse el pan, y esto con la misma
fuerza con que el espíritu de la educación elemental asegura ese mismo fin en el aspecto
moral e intelectual”. (2001:163)
“El dualismo que hay en el hombre es la disputa de la carne contra el espíritu y la disputa
de nuestra naturaleza simple y espontánea contra una sociedad que nos culturaliza y
refrena la satisfacción de nuestros impulsos espontáneos mediante nuestra necesidad de
culturalizarnos”. (2001:197)
“Las dificultades de la educación suelen surgir de la preponderancia de las pretensiones
egoístas y sensitivas de nuestra naturaleza animal sobre las de los fundamentos morales y
espirituales de nuestra humanidad”. (2001:198)
“El hombre no consigue dignificarse realmente por su educación intelectual si ésta no se
funda en una cumplida educación de su corazón”. (2001:201)
“Estoy convencido de que los bienes humanos para nuestra época sólo pueden ser
conseguidos por medio de un grande y firme progreso del sistema educativo”.
“La justicia pública no puede tener otra base sólida que la de una buena educación cívica”.
“La educación nacional del pueblo para el orden, la moderación y la justicia en los asuntos
domésticos debe siempre derivar de los principios básicos de la educación general de las
personas para la sabiduría y la virtud”.(2001:204)
“En la clase media está la fuerza; en la clase media debe buscarse lo que requiere
capacidad y lo que tiene capacidad, y es posible que, a través de las instituciones
educativas en las que se formen como educadores y educadoras niños salidos de esta
clase social y que se distinguen por sus capacidades de inteligencia y de corazón, pueda
ejercerse una acción que repercuta de un modo benéfico y elevador sobre esta propia clase
social y que, a través de los medios educativos creados por dichas instituciones, pueda
remediarse la temible situación de dicha clase social, que en tantos Estados se halla
hundida hasta el colmo”.
“El pobre ha de aprender a ayudarse a sí mismo; de otro modo ni nadie podrá ayudarlo ni
nadie lo ayudará. Unas limosnas que no elevan su corazón no le sirven de nada”.
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(2001:205)
“La educación del hombre vulgar para la piadosa sabiduría de una vida familiar pura y
doméstica es el único medio para la eliminación de los delitos del pueblo”. (2001:207)
“El ciudadano oprimido no es, en su abyección, causa del deterioro nacional; está
sufriendo, en su miseria moral y doméstica, de una corrupción que actúa de arriba abajo, y
cuyas fuentes hay que buscar en la descomposición interna de nuestra Constitución”.
(2001:211)
“La falta de formación en la vida familiar no puede ser reemplazada por una formación
científica, en ningún aspecto del ‘savoir-faire’, ni de las ciencias humanas.
La sabiduría familiar es para la formación del hombre como el tronco de un árbol, en el cual
deben injertarse todas las ramas del saber humano, de las ciencias y de las profesiones;
allí donde el tronco carezca de savia, se sacarán los injertos (…)
Toda la vida terrena del hombre es una fase de su educación en la cual, según la voluntad
del Creador, sus facultades deben ser desarrolladas con miras a su eternidad”(Citado en
De Hovre;1950:273)
Una gran innovación que introdujo son los materiales para estimular la
natural tendencia a la actividad del niño, denominados “dones” o “regalos” a los
cuales atribuyó importancia simbólica. Los dones procuraban, mediante el juego, la
ejercitación sensorial y el desarrollo del lenguaje y la sociabilidad. Eran once pero
sólo los siete primeros fueron íntegramente creados por Fröebel pues falleció antes
de haberlos concluido.
ideas, el carácter más poético que científico de su exposición así como el excesivo
énfasis en la espontaneidad del niño y en las actividades recreativas.
sistema viendo qué lugar ocupa en él cada hecho. Por ejemplo, luego de
establecida una regla aritmética (Sistema) el niño debe ejercitar su conocimiento de
ella en nuevos casos.
“La educación por la instrucción considera como instrucción todo aquello que se presenta al alumno
como objeto de estudio, comprende la disciplina misma a la cual se somete, y ésta influye más
eficazmente por el ejemplo de una energía que mantiene el orden que por la represión inmediata de
los defectos” (1910:63)
“…no se domina la educación si no se sabe establecer en el alma infantil un gran círculo de ideas
cuyas partes se hallen enlazadas íntimamente y que tenga fuerza suficiente para vencer los
elementos desfavorables del medio, para absorber los favorables y para incorporárselos. Sólo una
educación privada, realizada en circunstancias favorables, puede proporcionar seguramente ocasión
para ello al arte del educador” (1910:72)
“La humanidad misma se educa incesantemente por el círculo de ideas que produce. Si en este
círculo queda sin relacionar lo vario, ejerce entonces como totalidad una débil acción, y las cosas
aisladas que predominen, por absurdas que sean, provocan la intranquilidad y la violencia. Si lo vario
se contradice, se originan disputas inútiles, que, sin darse cuenta, abandonan la fuerza de lo que se
discute a los deseos groseros. Sólo por el acuerdo de las personas reflexivas que piensan puede
triunfar lo racional, y sólo por la unanimidad de los mejores puede vencer lo mejor” (1910:72-73)
“El hombre adulto y educado racionalmente acaba por emprender la tarea de gobernarse a sí mismo.
Pero hay hombres que nunca llegan a realizarlo; la sociedad los tiene en perpetua tutela; los designa,
en su mayor parte, con el nombre de imbéciles y pródigos. Hay otros que desarrollan realmente en sí
una voluntad antisocial; la sociedad está con ellos en lucha inevitable y suelen acabar por someterse
a lo que, contra ellos, es justo. Pero la contienda es un mal moral para la sociedad misma; para
evitarla hay varias disposiciones, que es preciso tomar; una de ellas es el gobierno en los niños”
(1910:78)
“Se ve que el fin del gobierno de los niños es múltiple: trata, ya de prevenir el mal, tanto para los
demás como para el niño mismo, para ahora, como para después; ya de evitar la lucha que en sí es
un estado molesto; ya, finalmente, de impedir la colisión, que forzaría la sociedad a la lucha, sin que
fuese absolutamente autorizada para ellos.
Todo ello concurre a afirmar que este gobierno no tiene que alcanzar ningún fin en el espíritu del
niño, sino únicamente establecer el orden” [1910:78]
“La unidad del fin pedagógico no puede derivarse de la naturaleza misma de la cosa, precisamente,
porque ha de partir de esta sola idea: el educador se representa en el niño el hombre futuro; por
consiguiente, tiene que encaminar sus esfuerzos presentes a los fines que el discípulo se pondrá
después por sí mismo como hombre; y ha de preparar de antemano a estos fines una interna
facilidad (…) siendo múltiples las aspiraciones del hombre, tiene que ser múltiples los cuidados de la
educación” (1910:94-95)
“Pero esto no quiere decir que no puedan subordinarse fácilmente los múltiples elementos de la
educación a uno o algunos conceptos capitales formales. Antes bien, el imperio de los fines futuros
del discípulo se divide para nosotros inmediatamente en dos provincias: primero, la de los fines
puramente posibles, que acaso algún día podrían emprender y perseguir con la extensión que les
plazca, y segundo, la de los fines necesarios –completamente separado de aquélla- que no
perdonará nunca haber descuidado. En una palabra: el fin de la educación se divide en fines de
elección (no del educador, ni del niño sino del hombre futuro) y en fines de moralidad. Estas dos
rúbricas principales se presentan inmediatamente a cualquiera que recuerde las más conocidas
ideas fundamentales de la moral” (1910:95)
“Lo que nos ocupa aquí no es, pues, un número determinado de fines particulares (que no podemos
conocer de antemano), sino la actividad en general del hombre que se desarrolla- el quantum de su
íntima e inmediata vivificación y actividad – cuanto más grande sea este quantum- cuanto más
completo, extenso y armónico consigo mismo- tanto más perfecto y tanto más seguridad ofrecerá a
nuestra breve valencia” (1910:96-97) (…) “Por esta causa consideramos como primera parte del fin
pedagógico la multiplicidad del interés que es preciso diferenciar de su exageración, de la
multiplicidad de ocupación”.(1910:97)
“La educación moral tiene, pues, por fin hacer que las ideas de la justicia y del bien en todo su rigor
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y fuerza, lleguen a ser los objetos propiamente dichos de la voluntad, y que se determine conforme a
ellas el valor intrínseco, real del carácter, la esencia profunda de la personalidad” (1910:99)
“La pedagogía, como ciencia, depende de la filosofía práctica y de la psicología. Aquella muestra el
fin de la educación, ésta, el camino, los medios y los obstáculos” (1946:26)
“El concepto fundamental de la pedagogía es la educabilidad (Bildsamkeit) del alumno” (1946:25)
“El educador tiende a lo general; pero el alumno es un individuo particular” (1910:100)
“… la individualidad ha de resaltar para que el ejemplar de la especie no parezca insignificante junto
a la especie misma y no se desvanezca como una cosa indiferente; sabemos, por fin, cuán
conveniente es para los hombres el que para las distintas ocupaciones se preparen y destinen
personas diferentes” (1910:100-101)
“De todo ello resulta, en cuanto al fin de la educación, una regla negativa tan importante como difícil
de observar, a saber: que es preciso dejar tan intacta como sea posible la individualidad. Por esto es
necesario, ante todo, que el educador distinga bien sus propias contingencias y observe
exactamente los casos en que él quiere una cosa y el alumno hace otra, sin que haya de una y otra
parte una ventaja esencial. En estos casos ha de ceder al instante el propio deseo, ha de reprimirse
hasta su misma expresión en cuanto sea posible”. (1910:101)
“Llenar el espíritu, tal es, antes de precisar más distintamente, el objeto general que, como resultado
debe surgir de la instrucción. La humanidad educada, necesita siempre, en su estado artificial, del
arte; una vez adquiridas las comodidades, acumulados los tesoros, satisfechas las necesidades de
la naturaleza, es preciso dar ocupación a la fuerza y no dejarla inactiva”. (1910:200-201)
“El fin de la educación es la virtud. Virtud es la unión de la intención (Einsicht) con la voluntad
correspondiente” (1910:316)
“Gobierno, instrucción y disciplina son, pues, los tres conceptos primordiales en vista de los cuales
se ha de tratar toda la teoría de la educación. Realizar la primera de las tres funciones nacidas de
ésta será bastante más fácil para aquel que sepa andar con niños, en cuanto haya concebido bien el
concepto de ella; no puedo ahora detenerme más en este asunto. Mayores dificultades surgen en la
teoría de la instrucción. Ella no puede dividirse conforme a las facultades del alma por educar, pues
éstas no son más que quimeras, ni tampoco conforme a las ciencias por enseñar, pues éstas aquí
son sólo medios para un fin, que ha de usarse, como los alimentos, según las disposiciones
naturales y las circunstancias, y que han de disponerse, como una material completamente maleable
en vista de los propósitos pedagógicos” (1910:319-320)
Durante gran parte del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX el
evolucionismo, el positivismo y el marxismo dejaron una impronta casi
omnipresente. Fueron años convulsionados por profusas luchas sociales,
revoluciones burguesas y proletarias, guerras de independencia y civiles que
alcanzaron su generalización con las dos Guerras Mundiales. Este belicismo tuvo el
trasfondo de las contradicciones propias del capitalismo, sus inevitables ciclos de
crecimiento y recesión así como la aceleración de la tecnificación del desarrollo
económico, la consolidación del poder de la burguesía y la consiguiente
acentuación de la desigualdad social.
“Los hechos primarios e ineluctables del nacimiento y la muerte de cada uno de los
miembros constitutivos de un grupo social determina la necesidad de educación. De una
parte, se halla el contraste entre la inmadurez de los miembros recién nacidos- sus únicos
representantes futuros- y la madurez de los miembros adultos que poseen el conocimiento y
las costumbres del grupo. De otra parte, existe la necesidad de que estos miembros
inmaduros no sólo sean conservados físicamente en número suficiente, sino también que
sean iniciados en los intereses, propósitos, informaciones, destrezas y prácticas de los
miembros maduros: en otro caso cesará el grupo su vida característica” (1982:10-11)
“La verdadera naturaleza de la vida consiste en luchar por continuar siendo. Puesto que esta
continuación sólo puede asegurarse por renovaciones constantes, la vida es un proceso de
autorrenovación. Lo que la nutrición y la reproducción son a la vida fisiológica, es la
educación a la vida social. Esta educación consiste primordialmente en la transmisión
mediante la comunicación. La comunicación es un proceso de compartir la experiencia hasta
que ésta se convierte en una posesión común. Modifica la disposición de las dos partes que
participan en ella (…). A medida que las sociedades se hacen más complejas en su estructura
y recursos, aumenta la necesidad de la enseñanza y el aprendizaje sistemático o intencional.
A medida que la enseñanza formal y la formación ganan en extensión, existe el peligro de
crear una separación indeseable entre la experiencia obtenida en las asociaciones más
directas y la que se adquiere en la escuela. Este peligro no ha sido nunca más grande que en
los tiempos presentes a causa del desarrollo en los últimos siglos del conocimiento y las
formas técnicas de destreza” (1982:17-18)
“Nosotros nunca educamos directamente sino indirectamente a por medio del ambiente
(1982:28)
“Hablando groseramente, las escuelas nacen cuando las tradiciones son tan complejas que
una parte considerable del caudal social se confía a la escritura y se transmite mediante
símbolos escritos. (…)
Este modo de asociación tiene tres funciones suficientemente específicas, en comparación
con las asociaciones ordinarias de la vida, para ser observadas. En primer lugar una
civilización compleja es demasiado compleja para ser asimilada en su totalidad. Ha de
fragmentarse en partes y asimilarse en porciones de un modo gradual y graduado (…) La
primera misión del órgano social que llamamos escuela es ofrecer un ambiente simplificado
(...)
En segundo lugar, es misión del ambiente escolar eliminar, hasta donde sea posible, los
rasgos perjudiciales del medio ambiente existente para que no influyan sobre los hábitos
mentales (...)
En tercer lugar, es misión del ambiente escolar contrarrestar los diversos elementos del
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ambiente social y tratar de que cada individuo logre una oportunidad para liberarse de las
limitaciones del grupo social en que ha nacido y para ponerse en contacto vivo con un
ambiente más amplio” (1982:28-30)
“Los impulsos naturales o congénitos de los seres jóvenes no concuerdan con las
costumbres del grupo en que han nacido. Tienen, por consiguiente, que ser dirigidos o
guiados. Este control no es de la misma naturaleza que la coacción física; consiste en centrar
los impulsos actuando a la vez sobre algún fin específico y en introducir un orden de
continuidad en el sucesión de los actos (....) El control básico reside en la naturaleza de las
situaciones en que el joven toma parte. En las situaciones sociales, el joven tiene que referir
su modo de actuar a lo que otros están haciendo y adaptarse a ello. Esto dirige su acción a un
resultado común, y da una inteligencia común a los copartícipes. Pues todo significa la
misma cosa aun cuando estén realizando actos diferentes. Esta inteligencia común de los
medios y de los fines de la acción es la esencia del control social. Es indirecta o emotiva e
intelectual, no directa ni personal. Además, es intrínseca a las disposiciones de la persona,
no externa y coercitiva. Alcanzar este control interno mediante la identidad de los intereses y
de la inteligencia o comprensión, es el asunto de la educación” (1982:49-50).
“El criterio de valor de la educación escolar es la medida en que crea un deseo de
crecimiento continuado y proporciona los medios para hacer efectivo, de hecho, el deseo”
(1982:63)
“La educación puede concebirse retrospectiva o prospectivamente. Es decir, puede ser
tratada como un proceso de acomodar el futuro al pasado, o como una utilización del pasado
como un recurso para desarrollar el futuro. (...) La idea de la educación adelantada en estos
capítulos se resume formalmente en la idea de la reconstrucción continua de la experiencia,
idea que es distinta de la educación como preparación para un remoto futuro, como
desenvolvimiento, como formación externa y como recapitulación del pasado”. (1982:90-91)
“Un fin denota el resultado de todo proceso natural traído a la conciencia y convertido en un
factor para determinar la observación presente y la elección de los modos de actuar.
Significa que una actividad ha llegado a ser inteligente. Especialmente significa la previsión
de las consecuencias alternativas que se producen al actuar de diferentes modos en una
situación dada y el uso de lo que se anticipa para dirigir la observación y el experimento. Un
fin verdadero es así opuesto en todo punto a un fin que se impone por un proceso de acción
desde fuera. Este último es fijo y rígido; no es un estímulo para la inteligencia en una
situación dada, sino que es una orden dictada externamente para hacer tales y cuales cosas
(…) En la educación, la circulación de estos fines externamente impuestos es responsable de
la importancia asignada a la idea de la preparación para un futuro remoto y de convertir en
mecánica y servil la labor del maestro tanto como la del alumno” (1982:123)
“Los fines generales o globales constituyen los puntos de vista para estudiar los problemas
específicos de la educación (...) Pero la eficacia social como propósito educativo debe
significar el cultivo de los poderes para gozar libre y plenamente en actividades compartidas
o comunes. Esto es imposible sin cultura aun cuando aporte una recompensa de cultura,
porque no se puede participar en el intercambio con los demás sin aprender -sin obtener un
punto de vista más amplio y sin percibir cosas que, de otro modo, se ignorarían. Y no hay
quizá mejor definición de la cultura que la de considerarla como la capacidad de ampliar
constantemente el radio de acción y la precisión de la propia percepción de significados”.
(1982:136-137)
“El propósito de la educación ha sido siempre para todo el mundo, en esencia, el mismo: dar
a los jóvenes las cosas que necesitan con el fin de desarrollarlos de un modo ordenado,
sistemático, como miembros de la sociedad” (1965:148)
“Lo que hace falta es escapar de toda clases de dictado personal y de todo control
meramente personal. Cuando se da la mayor importancia a tener experiencias que posean un
valor educativo, el centro de gravedad pasa se pasa del factor personal y se lo encuentra
dentro de la experiencia desarrolladora en que participan por igual alumnos y maestros. El
maestro por su mayor madurez y amplitud de conocimientos, es el director natural en la
actividad compartida y así se le acepta naturalmente, pero lo fundamental es encontrar los
tipos de experiencia que merezcan la pena de realizarse, las actividades que invocan, los
horizontes más amplios que abren mejores perspectivas” (1965:115-116)
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"¿Qué ocurriría si los maestros se hicieran lo bastante valientes y emancipados para insistir
en que educar es crear una mente discriminativa, una mente que prefiera no engañarse ni
engañar a los demás? Evidentemente, tendrían que cultivar los hábitos de suspensión de
juicio, de escepticismo, de deseo de pruebas concluyentes, de la discusión antes que el
prejuicio, de la observación antes que el sentimiento. Cuando esto ocurra, las escuelas serán
las avanzadas peligrosas de la civilización humana. Pero al mismo tiempo serán lugares
supremamente interesantes. Porque entonces resultará que la educación y la política se
habrán convertido en una y la misma cosa, ya que la política tendrá que ser en realidad lo que
ahora pretende ser: la dirección inteligente de los asuntos sociales." (Dewey;1965:91)
“Si los maestros son trabajadores que están unidos por lazos comunes con todos los demás
trabajadores ¿qué acción necesitan tomar? La respuesta es breve y evidente. Aliarse con sus
amigos contra su enemigo común, la clase privilegiada, y en esta alianza desarrollar el
carácter, la destreza y la inteligencia que son necesarias para convertir en realidad un orden
social democrático” (1965:166-167)
especie de función cuyo ejercicio tiene por sí mismo su propia satisfacción, inclusive
si requiere fatiga o sufrimiento. Como el trabajo escolar debe hallarse a la medida
del niño es un trabajo-juego. En aquellas ocasiones en que no es posible, Freinet
propone derivarlo a actividades que tienen las apariencias y virtudes del trabajo y
que el niño realiza en su medio infantil a las que denomina juego-trabajo pero, en
todos los casos posibles, su opción se inclina por eliminar la artificialidad
pedagógica y la separación entre la vida escolar del resto de las experiencias
sociales del niño.
“Existen otras formas de inteligencia, que varían según las incidencias del tanteo
experimental que les ha servido de base: la inteligencia de las manos, procedente de las
virtudes con las que actúa sobre el medio para transformarlo y dominarlo; la inteligencia
artística; la inteligencia sensible que desarrolla el sentido común; la inteligencia especulativa
que constituye el talento de los investigadores científicos y de los grandes maestros del
comercio y de la industria; la inteligencia política y social que forma a los hombres de acción
y a los conductores de masas. El pueblo siempre ha honrado a estas diversas formas de
inteligencia. (...). Nuestra pedagogía apela a ello y, en este campo, ocupa todavía un puesto
de audaz vanguardia. Sin embargo, estamos lejos de ganar la partida. Los “intelectuales”
defienden y defenderán todavía durante mucho tiempo sus privilegios confirmados por
exámenes y diplomas” (Freinet;1996:245)
educativo. Razón de más para que los educadores estén iluminados siempre por una clara
visión del ideal al que, a veces, serán ellos los únicos que se consagren” (1996:27-28)
“El trabajo será el gran principio, motor y filosofía de la pedagogía popular, la actividad a
partir de la cual se desarrollarán todas las adquisiciones.
En la sociedad del trabajo, la escuela regenerada y encauzada de este modo se integrará
perfectamente al proceso general de la vida ambiental, constituyendo una rueda del gran
mecanismo del cual hoy se ve apartada demasiado arbitrariamente” (1996:29-30)
“Si conseguís cambiar el clima de vuestra clase; si dejáis que se desarrolle la libre actividad,
si sabéis calentar un poco los corazones con un rayo de luz que suscite la confianza y la
esperanza, superaréis el trabajo de soldado y vuestro trabajo rendirá al ciento por ciento.
Este rayo de luz es todo el secreto de la Escuela moderna” (1996:134)
“Es absolutamente necesario que, con los niños, abandonéis la manía de la autoridad y de
sus instrumentos: el castigo y la recompensa, que colocan al niño en la obligación técnica y
moral de hacer lo que ordena el maestro.
Vosotros sois demócratas – un educador es siempre demócrata-. Pensáis muy sinceramente
que los individuos han de gobernarse por sí mismos. Aprobáis la autodeterminación en el
terreno político. Incluso hacéis huelgas para afirmar vuestros derechos. Y está muy bien.
Pero no reconocéis ninguno de estos derechos a vuestros alumnos. Vosotros sois los
maestros; vosotros decís, quizás para justificaros: son demasiado jóvenes para regirse y
actuar libremente. Lo mismo se decía de los esclavos y se dice todavía hoy.
Sin embargo, nosotros os podemos dar la seguridad experimental de que los niños son al
menos tan aptos como los adultos para vivir en comunidad”. (1978:152)
“Invariante pedagógica Nro. 26: La concepción actual de los grandes conjuntos escolares
conduce al anonimato de maestros y alumnos; por este mismo hecho es siempre una
equivocación y un obstáculo. (…) La construcción de escuelas de cinco o seis clases, las
dispersión de los grandes grupos en unidades pedagógicas de cinco o seis elementos, nos
parecen las medidas indispensables para la modernización y el éxito de la escuela”
(1996:254)
“Invariante pedagógica Nro. 27: La democracia de mañana se prepara con la democracia en
la escuela. Un régimen autoritario en la escuela no podría formar ciudadanos demócratas”
(1996:255)
“Invariante pedagógica Nro. 28: Sólo se puede educar dentro de la dignidad. Respetar a los
niños, debiendo éstos respetar a sus maestros, es una de las primeras condiciones de la
renovación de la escuela (1996:255)
“Invariante pedagógica Nro. 29: La oposición de la reacción pedagógica, elemento de la
reacción social y política, es también una invariante con la cual tendremos que contar por
desgracia, sin que esté en nosotros la posibilidad de evitarla o modificarla (…) No os
extrañéis por ello. Sabed anticipadamente que es preciso contar con esta invariante, que es
el precio que tendréis que pagar por vuestras conquistas, y que las mismas dificultades y los
mismos sufrimientos jalonan siempre el camino de los que quieren ponerse a la cabeza, ya
que se esfuerzan en ser educadores auténticos, formadores generosos de hombres”
(1996:256)
“Invariante pedagógica Nro. 30: Por fin una invariante que justifica todos nuestros tanteos y
autentifica nuestra acción: es la esperanza optimista en la vida” (1996:257)
refuerzo contingente a cada respuesta que da. Fue utilizada en todos los niveles
educativos y diversas materias incluso la formación de conceptos, creatividad y
solución de problemas, es decir, el dominio de las capacidades más complejas
donde los conductistas han mostrado mayores debilidades. Skinner sostuvo la
superioridad de este tipo de materiales respecto de los tradicionales libros de texto y
las ayudas audiovisuales en varios puntos: intercambio continuo entre el programa
y el estudiante, individualización de la enseñanza acorde al progreso del alumno,
aporte de alusiones, indicaciones, sugerencias, etc. que lo guían, retroalimentación
inmediata de la conducta del alumno que contribuye a mantener su atención e
interés.
cosas portentosas de un niño y sin embargo lo dejamos en manos de gente cuyos errores se
escalonan desde el abuso a la protección excesiva y al derroche del afecto cuando la
conducta no es la apropiada. (...)Todo esto presenta un cariz completamente diferente
cuando los niños, desde el principio de su vida, forman parte de una comunidad más amplia
(...) Las comunidades reducidas constituyen el marco ideal para un nuevo género de
educación, liberada de la interferencia de administradores, políticos y asociaciones
docentes”. (1985:10-11)
“Posiblemente los asuntos sociales y políticos han desempeñado un papel más importante
de lo que parece, y algunos de ellos se han manifestado de modo palpable recientemente. La
idea de que es poco o nada lo que se debe al ambiente ha influido en la educación. Los
estudiantes se clasifican principalmente en aquellos que no necesitan que se les enseñe y
aquellos a quienes no se les puede enseñar, y la doctrina de la educación universal se
combate con el argumento de que hay niños a los cuales por esencia no se les puede
enseñar. Pero los papeles de la herencia y el ambiente se deben descubrir por medio de la
observación, no se deben asignar de acuerdo con una creencia política” (1994:200)
“En Walden Dos tenemos un objetivo diferente: Hacer de cada hombre un hombre de valor.
Todos vencen los obstáculos. Algunos necesitan más preparación que otros, pero todos los
vencen. El modo tradicional de combatir la adversidad es elegir al fuerte. Nosotros, en
cambio, controlamos la adversidad para crear fortaleza”. (1985:108)
“En nuestra comunidad casi podemos decir que la escuela es la familia, y viceversa.
Podemos adoptar los mejores métodos educativos, y evitar, al mismo tiempo, todo el
mecanismo administrativo que las escuelas necesitan con el fin de adaptarse a una
estructura social desfavorable. No tenemos que preocuparnos por seguir programas
oficiales con el fin de permitir a los alumnos pasar de una escuela a otra, ni valorar o
controlar la actividad de colegios particulares. Tampoco exigimos de nuestros niños que
todos desarrollen las mismas habilidades o talentos. Ni ponemos especial interés en un
grupo de asignaturas determinado” (1985:113)
“Ahora, tras la experiencia reciente de Walden Dos, vi. que esto no podía seguir así. Pero
también comprendí que los propios educadores no podían resolver la situación por sí
mismos. Las causas eran demasiado profundas, demasiado remotas. Implicaban toda la
estructura de la sociedad. Lo que hacía falta era un nuevo concepto del hombre, compatible
con nuestro conocimiento científico, el cual podría conducir a una filosofía de la educación
que tuviera alguna repercusión en las prácticas educativas. Pero para conseguir esto, la
educación tendría que abandonar las limitaciones técnicas que se había impuesto a sí misma
para introducirse en un ámbito superior de la ingeniería humana. Esto sólo sería posible
mediante una revisión total de la cultura”(1985:276)
(Los números entre paréntesis corresponden a las páginas en las ediciones electrónicas de
“Sobre el conductismo”(1994) y “Walden Dos”(1985) anotadas en el apartado de fuentes)
“Aunque una tecnología de la enseñanza tenga sobre todo por objeto el comportamiento del
estudiante, hay en el mundo de la educación otras figuras a las que se ha de aplicar un
análisis experimental. Necesitamos un mejor conocimiento no sólo de los que aprenden, sino
también de: 1) los que enseñan; 2) los que se dedican a la investigación; 3) los que
administran los centros docentes; 4) los que dirigen la política educativa, y 5) los que
sostienen la educación. Todas estas personas están sometidas a contingencias de
reforzamiento que tal vez hayan de modificarse para que la educación, como institución,
mejore y progrese” (1979:227)
“El ideal sería que un sistema de educación maximizase las posibilidades de que la cultura
no sólo se planteara y resolviera sus problemas, sino que aumentara rápidamente su
capacidad de hacerlo. Para plantear tal sistema tendríamos que saber: 1) qué problemas se le
presentarán a la cultura; 2) qué tipos de comportamiento humano contribuirán a su solución,
y 3) qué tipos de enseñanza generará ese comportamiento. A una tecnología de la enseñanza
le compete la última de estas cuestiones; la segunda cae dentro del alcance de un análisis
experimental del comportamiento. En cuanto a la primera cuestión, es de un orden
enteramente diverso (…) La cultura que con más exactitud prevea los problemas que se le
vayan a presentar y más efectivamente acierte con el tipo de comportamiento idóneo para
solucionarlos, será, a buen seguro, la que mejor pondrá a punto una tecnología de la
47
enseñanza” (1979:231-232)
“A la larga, el principal servicio que puede prestar una tecnología de la enseñanza es el de
aumentar la productividad del profesor. Sencillamente, porque le permite enseñar más: más
de una materia determinada, más materias y a más estudiantes. Y no se quiera ver aquí
ningún asomo de explotación industrial en cierne, pues el ser más productivo no significa
trabajar más. Por el contrario, significa trabajar en mejores condiciones y por una
compensación más proporcionada al mayor fruto” (1979:254)
En retrospectiva, Bruner evalúa que las escuelas tal como están constituidas,
no son tanto la solución al problema como parte del mismo y, por lo tanto, es
necesario examinar cómo las escuelas expresan el programa de la sociedad y cómo
los traducen las escuelas. En prospectiva, Bruner defiende que la psicología del
futuro debe enfocarse tanto en lo biológico como en lo cultural y hacerlo prestando
atención adecuada a cómo esas fuerzas conformadoras interactúan en la situación
local. Dentro de las fuerzas culturales destaca las actividades con herramientas
duras y blandas y el lenguaje como medio que permite la construcción y
elaboración de una “red de expectativas mutuas” que es la matriz sobre la que se
construye la cultura.
problema de la indigencia, la pobreza y los privilegios lleva incluso a los críticos más
benevolentes a censurar sus actitudes. Tampoco sostengo que la cultura de los
desfavorecidos no sea rica y variada dentro de sus límites. Con todo, lo cierto es que en la
medida en que una subcultura representa una reacción ante la derrota y en la medida en
que se vea dominada por un sentido de impotencia, tiende a anular los recursos de quienes
viven en su seno, desalentando cualquier iniciativa de resolución de problemas”
(1988:125-126)
“...cada generación tiene que definir de nuevo la naturaleza, la orientación y los objetivos
de la educación para asegurarse que la generación siguiente pueda disfrutar de la mayor
libertad y racionalidad posible (...) en este sentido, la educación se halla en un proceso
continuo de invención” (1988:135)
“Mi trabajo sobre la educación y clase social en los primeros años, por ejemplo, me ha
convencido de que el sistema escolar es, en efecto, nuestra forma de mantener un sistema
clasista (…); por lo que a los niños de la parte más baja de los niveles socioeconómicos se
refiere, es un sistema que mutila su capacidad de participar con plenos derechos en la
sociedad, mutilación que lleva a cabo de manera efectiva y a una edad muy temprana”.
“Una teoría de la educación es una teoría política en el sentido de que deriva de una serie
de decisiones relativas a la distribución del poder dentro de la sociedad… Los psicólogos o
educadores que formulen teorías pedagógicas que no tomen en consideración las bases
políticas, económicas y sociales de la educación caen en la trivialidad”.
La cultura necesita recurrir a la educación formal como instrumento para consolidar las
habilidades” (1988:138)
“En la medida en que se produzca cualquier innovación en materia de herramientas o de su
empleo, el sistema educativo queda como el único medio de difusión, o, si se prefiere,
como el único agente de evolución” (1988:139)
“A medida que nuestra tecnología se vuelva cada vez más compleja, tanto en la maquinaria
como en la organización humana, el papel de la escuela se va haciendo más vital para la
sociedad, no sólo como agente de socialización sino también como transmisora de
habilidades básicas” (1988:141)
“La educación no es una isla, sino parte del continente de la cultura” (1997:29)
“Puesto que los límites de nuestras predisposiciones mentales inherentes se pueden
trascender recurriendo a sistemas simbólicos más poderosos, una función de la educación
es equipar a los seres humanos con los sistemas simbólicos que se necesitan para
hacerlo. Y los límites impuestos por los idiomas que usamos se expanden incrementando
nuestra ‘conciencia lingüística’, entonces otra función de la pedagogía es cultivar esa
conciencia. Puede que no tengamos éxito en trascender todos los límites impuestos en
ambos casos, pero seguro que podemos aceptar el objetivo más modesto de mejorar a
través de ello la capacidad humana para construir significados y realidades. En suma,
entonces, el pensamiento sobre el pensamiento, debe ser el ingrediente principal de
cualquier práctica capacitadora de la educación” (1997:37-38)
“A medida que la educación se institucionaliza en el mundo desarrollado, se comporta
como hacen y a menudo deben hacer las instituciones, y sufre de ciertos problemas
comunes a todas las instituciones. Lo que la distingue de otras es su papel especial de
preparar a los niños para tomar una parte más activa en otras instituciones de la
cultura”(1997:47)
“Cualquier sistema de educación, cualquier teoría de la pedagogía, cualquier ‘gran política
nacional’ que empequeñezca el papel de la escuela de nutrir la auto-estima de sus alumnos
fracasa en una de sus funciones primarias. (…) No es que las escuelas sencillamente
equipen a los críos con habilidades y auto-estima o no. Están en competición con otras
partes de la sociedad que pueden hacer esto, pero con consecuencias deplorables para la
sociedad” (1997:57)
“Un sistema de educación debe ayudar a los que creen en una cultura a encontrar una
identidad dentro de esa cultura. Sin ella, se tropiezan en sus esfuerzos por alcanzar el
significado. Solamente en una modalidad narrativa puede uno construir una identidad y
encontrar un lugar en la cultura propia. Las escuelas deben cultivarla, nutrirla, dejar de
darla por supuesto” (1997:62)
51
Por ejemplo, otra idea de Illich fue organizar bancos educativos (depositarios
del capital necesario para la educación de cada individuo) o dotar a cada recién
nacido de un capital para educarse que pueda utilizar libremente a cualquier edad y
en este tipo de iniciativas encontró afinidad con sectores conservadores como
Milton y Rose Friedman con su proposición, llevada a la práctica en algunos
lugares, de mercantilizar la educación a través de un sistema de vales o bonos
emitidos por el Estado a los padres para que solventen con ellos las escuelas que
elijan.
“La educación universal por medio de la escolarización no es factible. No sería más factible si
se la intentara mediante instituciones alternativas construidas según el estilo de las escuelas
actuales. Ni unas nuevas actitudes de los maestros hacia sus alumnos, ni la proliferación de
nuevas herramientas y métodos físicos o mentales (en el aula o en el dormitorio), ni,
finalmente, el intento de ampliar la responsabilidad del pedagogo hasta que englobe las vidas
completas de sus alumnos, dará por resultado la educación universal. La búsqueda actual de
nuevos embudos educacionales debe revertirse hacia la búsqueda de su antípoda
institucional: tramas educacionales que aumenten la oportunidad para que cada cual
transforme cada momento de su vida en un momento de aprendizaje, de compartir, de
interesarse (...) Mi análisis del currículum oculto de la escuela debería poner en evidencia que
la educación pública se beneficiaría con la desescolarización de la sociedad, tal como la vida
familiar, la política, la seguridad, la fe y la comunicación se beneficiarían con un proceso
análogo”.(1985: introducción)
“No sólo en Argentina, sino también en México o en Brasil, el ciudadano medio define una
educación adecuada según las pautas estadounidenses, aun cuando la posibilidad de lograr
esa prolongada escolarización esté restringida a una diminuta minoría. En estos países la
mayoría ya está enviciada con la escuela, es decir, han sido "escolarizados" para sentirse
inferiores respecto del que tiene una mejor escolaridad. Su fanatismo en favor de la escuela
hace posible el explotarlos por partida doble: permite aumentar la asignación de fondos
públicos para la educación de unos pocos y aumentar la aceptación del control social de
parte de la mayoría (...) La escuela se apropia del dinero, de los hombres y de la buena
voluntad disponibles para educación y fuera de eso desalienta a otras instituciones respecto
53
a asumir tareas educativas. El trabajo, el tiempo libre, la política, la vida ciudadana e incluso
la vida familiar, dependen de las escuelas, en lo concerniente a los hábitos y conocimientos
que presuponen, en vez de convertirse ellos mismos en los medios de educación”.
(1985:capítulo 1)
“La búsqueda de alternativas en educación debe comenzar por un acuerdo acerca de lo que
entendemos por "escuela". Esto puede hacerse de varias maneras. Podemos comenzar por
anotar las funciones latentes desempeñadas por los sistemas escolares modernos, tales
como los de custodia, selección, adoctrinamiento y aprendizaje. Podríamos hacer un análisis
de clientela y verificar cuál de estas funciones latentes favorece o desfavorece a los
maestros, patronos, niños, padres, o a las profesiones. Podríamos repasar la historia de la
cultura occidental y la información reunida por la antropología a fin de encontrar
instituciones que desempeñaron un papel semejante al que hoy cumple la escolarización.
Podríamos finalmente recordar los numerosos dictámenes normativos que se han hecho
desde el tiempo de Comenius, o incluso desde Quintiliano, y descubrir a cuál de éstos se
aproxima más el moderno sistema escolar. Pero cualquiera de estos enfoques nos obligaría a
comenzar con ciertos supuestos acerca de una relación entre escuela y educación. Para
crear un lenguaje en el cual podamos hablar acerca de la escuela sin ese incesante recurrir a
la educación, he querido comenzar por algo que podría llamarse una fenomenología de la
escuela pública. Con este objeto definiré "escuela" como el proceso que especifica edad y se
relaciona con maestros, y exige asistencia a tiempo completo a un currículum obligatorio”.
(1985:capítulo 2)
“En otras palabras, las escuelas son fundamentalmente semejantes en todos los países,
sean éstos fascistas, democráticos o socialistas, grandes o pequeños, ricos o pobres. La
identidad del sistema escolar nos obliga a reconocer la profunda identidad en todo el mundo,
del mito, del modo de producción y del método de control social, pese a la gran variedad de
mitologías en las cuales encuentra expresión el mito”. (...)
“El desescolarizar los artefactos de la educación haría necesario poner a disposición los
artefactos y procesos -y reconocer su valor educativo (...) Si las metas de la educación ya no
estuviesen dominadas por las escuelas y los maestros de escuela, el mercado para los
aprendices sería mucho más variado y la definición de "artefactos educativos" sería menos
restrictiva” (1985:capítulo 6)
(Las referencias entre paréntesis corresponden a la edición electrónica del libro de Illich “La
sociedad desescolarizada” anotada en el apartado de fuentes)
“La escuela se ha convertido en la iglesia universal de la sociedad tecnológica, incorporando
y transmitiendo su ideología, moldeando el espíritu de los hombres para que acepten esa
ideología, y confiriendo status social proporcionalmente con la aceptación de la misma. No
se trata de que el hombre rechace la tecnología. El problema radica en la adaptación, la
dirección y el control de la misma. Puede que no reste mucho tiempo, y parecería que la
única esperanza estriba en la educación – la verdadera educación de hombres libres capaces
de dominar a la tecnología en lugar de ser esclavos de ella; o de otros, en nombre de ella”
(Reimer;1976:26).
Puede ser que la postura rogeriana aparezca como muy tajante en cuanto a
la no directividad, de hecho el mismo autor relata en sus libros las dificultades con
que se enfrenta quien pretende conducir grupos con esta modalidad, especialmente
en el inicio de la tarea y con aquellos que no quieren una coordinación libre. Para
éste último caso Rogers propone que se respete su libertad de elección porque a
nadie se le puede imponer el deseo de ser libre, por eso se le dará la enseñanza
tradicional a aquellos grupos que opten por ella. En la enseñanza primaria las
experiencia de no directividad no han tenido éxito, pues es muy difícil que los niños
pequeños se organicen sin ayuda de un adulto y de unos modelos que los guíen.
Desde la izquierda se lo ha criticado que no pretendiera poner en entredicho las
estructuras sociales ni las condiciones políticas sino adaptar al individuo a dichas
estructuras y condiciones manteniendo el orden establecido.
Dentro del ideario de Rogers podemos destacar las siguientes frases de las
que se infiere su adhesión al concepto rousseauniano de educación negativa.
“Según mi experiencia, no puedo enseñar a otra persona cómo enseñar. Y cualquier intento
es, a largo plazo, fútil.
Pienso que todo lo que se puede enseñar a otra persona es relativamente incoherente o no
tiene influencia significativa sobre la conducta. Esto suena tan ridículo que no puedo sino
cuestionarlo al mismo tiempo que lo expreso.
Gradualmente advierto que sólo me interesa el aprendizaje capaz de modificar la conducta.
Es posible que esto sea sólo mi idiosincrasia.
He llegado a la conclusión de que el único tipo de aprendizaje que tiene influencia sobre la
conducta es el autodescubierto y autoasimilado.
Este tipo de aprendizaje autodescubierto extraído y asimilado en la propia expreriencia, no
puede ser transmitido directamente a otra persona. Tan pronto como un individuo trate de
comunicar la vivencia de modo directo, a menudo con un entusiasmo muy natural, se
convierte en enseñanza y pierde su coherencia. (…)
Como consecuencia de lo antedicho, me doy cuenta de que ya no me interesa ser maestro.
57
Cuando trato de enseñar, aún lo hago en algunas ocasiones, me espantan los resultados, que
parecen un poco menos incoherentes porque el maestro ha logrado un éxito aparente. Se
hace mucho daño cuando esto sucede porque el alumno pierde confianza en su propia
experiencia y ahoga el aprendizaje más significativo. Por lo tanto, he llegado a la conclusión
de que los resultados de la enseñanza son triviales o perjudiciales.
Cuando recuerdo los resultados de mi práctica de enseñanza en el pasado, llego a la misma
conclusión: o fue perjudicial o no ocurrió nada importante. Esto sinceramente me perturba.
Como consecuencia, sólo me interesa aprender, preferentemente cosas importantes, y que
lleguen a tener alguna influencia sobre mi conducta.
Me resulta gratificante aprender en grupos, en relación con una persona como terapia, o solo.
He descubierto que uno de los mejores modos de aprender, y también el más difícil, es no
estar a la defensiva, por lo menos temporariamente, y tratar de comprender cómo vive su
experiencia la otra persona.
Otro modo de aprender que he descubierto es plantear mis propias incertidumbres, tratar de
esclarecer mis problemas y así conocer el significado que tiene la experiencia.
Todas estas experiencias y sus significados me han lanzado a un proceso que es a la vez
fascinante y temible. Parece como si dejara que mis experiencias me llevaran en una
dirección que me condujera hacia delante, hacia objetivos que no puedo definir claramente, a
medida que trato de entender por lo menos el sentido actual de mi vivencia(…) Para
expresarlo claramente diré que si las experiencias de los otros se parecen a las mías y si han
extraído las mismas interpretaciones, las consecuencias podrían ser:
a) Esa experiencia implicaría que tendríamos que abandonar la enseñanza. La gente
habría de reunirse para aprender
b) Eliminaríamos los exámenes. Sólo miden un tipo de aprendizaje trivial.
c) Eliminaríamos las calificaciones y recomendaciones por la misma razón.
d) Eliminaríamos los niveles como medida de competencia por la misma razón. Otra
razón es que los niveles marcan el fin o el comienzo de algo, y el alumno sólo está
interesado en la continuación del proceso de aprendizaje.
e) Eliminaríamos la exposición de conclusiones, puesto que sabemos que nadie
aprende de ellas cosas significativas.
Pienso que es mejor detenerme aquí. No quiero parecer demasiado extravagante. Sólo deseo
saber si alguna parte de mi pensamiento interior, tal como traté de describirlo, habla a alguna
parte de sus experiencias vividas en el aula; y si es así, cuáles son los significados de sus
experiencias” (1980:124-125)
“En un ambiente de libertad, la educación es como debe ser, una empresa emocionante, una
búsqueda y no una acumulación de datos que pronto perderán vigencia además de olvidarse.
Estos estudiantes se convierten en personas que evolucionan, capaces de vivir un constante
cambio. De todos los aprendizajes, creo que este clima de libertad que puedo llevar de alguna
manera conmigo y a mi alrededor, es una de las partes más valiosas de mí mismo” (1980:175)
“Todo individuo vive en un mundo continuamente cambiante de experiencias de las cuales
es el centro” (1977:410)
“El mejor punto de vista para comprender la conducta es desde el propio marco de
referencias del individuo” (1977:419)
“La escuela-cuartel se inicia en las grandes ciudades, a través de los nuevos centros
escolares construidos para atender a la cada vez más masificada población escolar, fruto de
las corrientes migratorias del campo a la ciudad. Es lo que se ha denominado el paso de la
“escuela-tugurio”, o escuela pobre, miserable, generalmente unitaria, a la “escuela-cuartel”
(Fernand Oury citado en Colom;2001:139)
“¿Qué entendemos por instituciones? La simple regla que permite servirse del jabón sin reñir
es ya una institución. Y el conjunto de reglas que determinan aquello que se hace y aquello
que no se hace en tal o cual lugar o en tal o cual momento, esto es, aquello que designamos
las leyes de la clase, también es una institución.
60
Pero llamamos además institución aquello que nosotros instituimos, esto es, la definición de
los lugares, de los momentos, de los estatutos de cada uno según sus posibilidades, las
funciones (servicios, cargos, responsabilidades), los papeles (presidencia, secretariado), las
diversas reuniones (jefes de equipo, clases de nivel), los ritos que aseguran su eficacia, etc.
Cuando en 1957 los maestros aceptaron la posición del Dr. Oury de designar como
pedagogía institucional el conjunto de técnicas educativas (diario, correspondencia, consejo,
etc.)que transforman la clase primaria, reconocieron la analogía con las técnicas de
renovación y transformación de los hospitales psiquiátricos, técnicas de psicoterapia
institucional (...). En 1965 definíamos provisionalmente la pedagogía institucional como un
conjunto de técnicas, de organización, de métodos de trabajo y de instituciones internas
nacidas de la práctica de clases activas, que coloca a niños y adultos en situaciones nuevas
y variadas que requieren de cada uno compromiso personal, iniciativa, acción y
perseverancia (...) En forma muy simple, los niños y el maestro hablan de su vida escolar
cotidiana y se esfuerzan por mejorarla. Tal vez esto sea lo primordial: el hecho de hacerse
cargo de su propia administración, de tomar en sus manos su presente y su porvenir.
Las actividades motivadas, la apertura hacia el mundo, la organización precisa del trabajo, de
los grupos, y la diferenciación de los lugares y de los momentos, todo esto crea un universo
de trabajo racional, eficaz, eminentemente formativo” (Vasquez y Ouri;1979:71-72)
“La pedagogía institucional se define, pues, por una parte por la ausencia de poder en un
grupo dado y, por otra, por la posibilidad dada al grupo de encontrar para sí instituciones
satisfactorias, gracias a las iniciativas divergentes de los participantes” (Lobrot;1971:280)
“es un sistema que consiste en la abolición de todo poder en el seno de la clase”
(Lobrot;1971:198)
“No reducimos la autogestión a la ‘gestión’ en el sentido administrativo del término. Esta
palabra nos parece útil porque va más allá de los términos no-directividad o cooperación (...)
Creemos que tales conceptos son insuficientes. Es necesario, en efecto, que la clase, y que
el grupo escolar llegue a una conducta unificada que permita el trabajo en común, una
organización, un plan y la utilización del monitor que se pone a su disposición.
Esto va más lejos y llega, en efecto, al surgimiento de nuevas instituciones que llamaremos
‘instituciones-clase’. De ahí llegamos a las instituciones. Lo que nos distingue de los
partidarios de la dinámica de grupo es que pretendemos ir más allá del ‘grupo de
diagnóstico’ e introducir la no directividad en los grupos naturales, incluidos en una
‘institución externa’, entregados a un trabajo social. Esto cambia un tanto las cosas. El
alumno no puede entregarse a cualquier actividad, padece todavía las presiones de la
jerarquía externa. Sin embargo como el docente no hace nada para reflejar, por su parte, esas
obligaciones, el alumno queda liberado a su propia responsabilidad, y si prepara el examen,
es porque así lo quiere. En este marco que se podría llamar ‘límite’, todas las interacciones,
las iniciativas, las confrontaciones, y las experiencias se vuelven posibles. En él se
reintroducen la vida y la actividad” (Lobrot;1971:40-41)
“Para que la humanidad tome al fin conciencia de las virtualidades prodigiosas que posee en
sí misma es necesario que revise enteramente su sistema educativo y que se reestructure
sobre nuevas bases. A la desconfianza es necesario que oponga confianza; a la opresión, la
libertad; a la burocracia, un auténtico espíritu democrático; a la separación de los individuos,
las relaciones humanas”
“Por esto pensamos que hoy los más importante no es crear otros sindicatos, otros partidos
políticos, otros grupos de presión, sino introducir dondequiera que sea posible la
autogestión pedagógica con el objetivo de educar al conjunto de la población y formar
individuos autónomos, inventar nuevos modelos de funcionamiento de los grupos,
adecuados al ser humano y suscitar una opinión que favorezca un nuevo humanismo”
(Lobrot;1971:229)
“El beneficio esencial de la autogestión reside en el hecho de que cada uno de los
participantes parte de sí mismo y se apoya en otro. Partiendo de sí mismo, está sin cesar
implicado, y apoyándose en otro, está sin cesar ayudando. La dialéctica entre el yo y el otro
se realiza al máximo”.(Lobrot;1971:287)
“ La autogestión pedagógica no es sino una preparación para la autogestión social. Esta
constituye el propósito final” (Lobrot; 1971:329)
61
Las influencias que recibió Paulo Freire (1921-1997) son diversas y él las
integró de una manera ecléctica y heterodoxa. Junto a la filosofía de Hegel y la
teología de la liberación: de un lado el existencialismo cristiano, el personalismo de
Mounier y la sociología de Mannheim, y, del otro, el pensamiento de Marx y de
neomarxistas como Gramsci, Fromm, Lukacs, Marcuse, Mao Tse-Tung y Sartre,
aparecen como las teorías que más notoriamente incidieron en su pensamiento y
acción. En el plano pedagógico también reconoció el influjo de algunos
representantes de la Escuela Nueva, particularmente de Freinet y el Plan Jena, éste
último para la organización de los Círculos de cultura. Freire aclaró las razones del
cambio de vocabulario: quitar las connotaciones de pasividad y “donación” de
algunas palabras: así se pasó de “escuela” a “círculos culturales”, de “profesor” a
“coordinador de debates”, de “aula discursiva” a “diálogo”, de “alumno” a
“participante de grupo”, de “puntos” y programas alienados a “programación
compacta”, “reducida” y “codificada” en unidades de aprendizaje. La selección y
capacitación de los coordinadores que implementaban los programas fue cuidadosa
en atender a que manifestaran una actitud abierta al diálogo genuino alejada del rol
docente transmisor e invasor de la pedagogía tradicional.
no existe pensar crítico que afronta la realidad como un proceso, que la capta en su
constante devenir y no como algo estático. El conocimiento es una búsqueda con
los demás. El papel del educador liberador no es hablar al educando de su propia
visión del mundo ni intentar imponerla, sino dialogar con él sobre su visión y la del
educando porque es conciente de que nadie educa a nadie, así como tampoco
ninguno se educa a sí mismo, sino que los hombres se educan en comunión
mediatizada por el mundo. Mientras la educación bancaria domestica y forja al
educando como objeto, la educación verdaderamente creadora debe recuperar la
solidaridad entre las personas y desarrollar a los educandos como sujetos. La
educación es la toma de conciencia crítica de la realidad para transformarla; no es
neutra, siempre es un acto político.
“La pedagogía del oprimido, como pedagogía humanista y liberadora, tendrá, pues, dos
momentos distintos aunque interrelacionados. El primero, en el cual los oprimidos van
descubriendo el mundo de la opresión y se van comprometiendo, en la praxis, con su
transformación y, el segundo, en que una vez transformada la realidad opresora, esta
pedagogía deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de
permanente liberación”. (1984:53)
“En verdad, no sería posible llevar a cabo la educación problematizadora, que rompe con los
esquemas verticales característicos de la educación bancaria, ni realizarse como práctica de
la libertad sin superar la contradicción entre el educador y los educandos. Como tampoco
sería posible realizarla al margen del diálogo.
Es a través de éste que se opera la superación de la que resulta un nuevo término: no ya
educador del educando; no ya educando del educador, sino educador-educando con
educando-educador.
De este modo, el educador ya no es sólo el que educa sino aquel que, en tanto educa, es
educado a través del diálogo con el educando, quien, al ser educado, también educa. Así,
ambos se transforman en sujetos del proceso en que crecen juntos y en el cual “los
argumentos de la autoridad” ya no rigen. Proceso en el que ser funcionalmente autoridad,
requiere el estar siendo con las libertades y no contra ellas.
Ahora, ya nadie educa a nadie, así como tampoco nadie se educa a sí mismo, los hombres se
educan en comunión mediatizados por el mundo”.(1984:90)
“No hay palabra verdadera que no sea une unión inquebrantable entre acción y reflexión y,
por ende, que no sea praxis. De ahí que decir la palabra verdadera sea transformar el
mundo”.(1984:103-104)
“Nuestro papel no es hablar al pueblo sobre nuestra visión del mundo, o intentar imponerla a
él, sino dialogar con él sobre su visión y la nuestra” (1984:116)
“Los hogares y las escuelas, primarias, medias y universitarias, que no existen en el aire,
sino en el tiempo y en el espacio, no pueden escapar a las influencias de las condiciones
estructurales objetivas. Funcionan, en gran medida, en las estructuras dominadoras, como
agencias formadoras de futuros ‘invasores’. Las relaciones padres-hijos, en los hogares,
reflejan de modo general, las condiciones objetivo-culturales de la totalidad de que
64
En los años 70, cuando Howard Gardner se asoció con David Perkins,
compartiendo la dirección del Proyecto Cero, las investigaciones tomaron una
dirección más plenamente psicológica y, en los últimos años, un giro claro hacia la
educación. Más de la mitad de los estudios que realizan actualmente se orientan a
aplicar sus análisis e intuiciones a programas en escuelas, desde el nivel preescolar
hasta el universitario, constituyendo a la Escuela para la Comprensión en un
Movimiento pedagógico que se está profundizando e implementando en distintas
partes del mundo. Con reconocidas influencias de Dewey y de Bruner, David
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El diseño de mi escuela ideal del futuro se basa en dos hipótesis. La primera es que no todo
el mundo tiene los mismos intereses y capacidades; no todos aprendemos de la misma
manera. (Y ahora tenemos las herramientas para empezar a abordar estas diferencias
individuales en la escuela). La segunda hipótesis puede doler: es la de que en nuestros días
nadie puede llegar a aprender todo lo que hay que aprender. (…) Por lo tanto, la elección se
hace inevitable, y una de las cosas que quiero argumentar es que las elecciones que
hacemos para nosotros mismos, y para la gente que está a nuestro cargo, pueden ser
elecciones informadas. Una escuela centrada en el individuo tendría que ser rica en la
evaluación de las capacidades y de las tendencias individuales. Intentaría asociar individuos,
no sólo áreas curriculares, sino también con formas particulares de impartir esas materias. Y
después de los primeros cursos, la escuela intentaría también emparejar individuos con los
diversos modelos de vida y opciones de trabajo que están disponibles en su medio cultural
(1998:27)
“Es de la máxima importancia que reconozcamos y alimentemos toda la variedad de
inteligencias humanas y todas las combinaciones de inteligencias. Somos tan diferentes
entre nosotros, en gran parte, porque todos tenemos diferentes combinaciones de
inteligencias (…) Si podemos movilizar toda la gama de las habilidades humanas, no sólo las
personas se sentirán más competentes y mejor consigo mismas, sino que incluso es posible
que también se sientan más comprometidas y más capaces de colaborar con el resto de la
comunidad mundial en la consecución del bien general. Tal vez, si podemos movilizar todas
las inteligencias humanas y aliarlas a un sentido ético, podamos ayudar a incrementar la
posibilidad de supervivencia en este planeta, e incluso quizá contribuir a nuestro bienestar”
(1998:30)
“Una inteligencia implica la habilidad necesaria para resolver problemas o para elaborar
productos que son de importancia en un contexto cultural o en una comunidad determinada”
(1998:33)
“Concentrarse de forma exclusiva en las capacidades lingüísticas y lógicas durante la
escolaridad formal puede suponer una estafa para los individuos que tienen capacidad en
otras inteligencias. Un repaso de los roles adultos, incluso en la sociedad occidental
dominada por el lenguaje, muestra que las capacidades espacial, interpersonal o
cinético-corporal, a menudo desempeñan un papel fundamental” (1998:47)
“Según la teoría de las inteligencias múltiples, una inteligencia puede servir tanto de
contenido de la enseñanza como de medio empleado para comunicar ese contenido”
(1998:49)
“No se puede empezar a evaluar la eficacia de las escuelas a menos que se clarifiquen las
ambiciones que se tienen con respecto a la escuela. En lo que viene a continuación, destaco
un único criterio para la educación efectiva – una educación que coseche una importante
comprensión en los estudiantes (1993:150)
“Según mi modo de ver, el debate político, en último término, se centra –o, como mínimo,
debería centrarse- en los conceptos opuestos de finalidades y objetivos de la educación (…)
la perspectiva del ‘examen formal estándar’ alberga un concepto de la educación como una
colección de piezas individuales de información que tienen que aprenderse y después
vomitarse en un entorno descontextualizado. Según esta ‘visión-contenedor’, se espera que
los individuos que adquieren una cantidad suficiente de dicho conocimiento sean unos
miembros efectivos de la sociedad.
La ‘visión evaluadora’ valora el desarrollo de las habilidades productivas y reflexivas,
cultivadas en proyectos a largo plazo. El impulso que la anima intenta salvar la brecha
existente entre las actividades escolares y las actividades extraescolares, con la idea de que
los mismos hábitos mentales y la misma disciplina puedan ser útiles en ambos tipos de
empresa. Se presta especial atención a las fuerzas de cada uno. Según esta visión, la
evaluación debería tener lugar de la manera más discreta posible a lo largo de las actividades
diarias” (1998:194-195)
“A medida que nos acerquemos hacia la construcción de estos entornos, existirá menos
necesidad de exámenes formales y de espaldas al contexto, porque la distancia entre lo que
los estudiantes harán y lo que deberán (o querrán) hacer en la sociedad se habrá estrechado
mucho” (1998:195)
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“Cuando me ví involucrado por primera vez en esfuerzos de reforma educativa, creí que la
clave se encontraba en la evaluación. Estimaba que la alternancia en los tipos de evaluación
que tienen que llevarse a cabo, emitiría un potente y efectivo mensaje a través de todo el
panorama educativo (…) Pronto aprendimos que el enigma de la reforma educativa era
mucho más intrincado, que la reforma de hecho depende por un igual de cuatro nódulos
diferentes: evaluación, currículo, educación del educador y apoyo de la comunidad.
Se puede contar con la mejor evaluación imaginable, pero a menos que el currículo
correspondiente sea de calidad, la evaluación no tiene utilidad. (…) Sin embargo, a menos
que los educadores lo acepten y no sólo crean en él sino que incorporen sus preceptos a su
modo de enseñar, el mejor de los currículos y de los modos de evaluación tiene poco valor.
Así pues, la formación y el desarrollo del educador se convierten en algo que es intrínseco a
cualquier reforma educativa (…)
Incluso una combinación de buenos educadores, currículos ejemplares y poderosas y
auténticas evaluaciones no es algo que en sí mismo sea suficiente. Las escuelas no
funcionan –y probablemente nunca han funcionado- en el vacío. En cualquier clase de
régimen educativo la comunidad es un participante esencial, representada por muchos
individuos que van desde la gente mayor respetable hasta los poderosos hombres de
negocios y los funcionarios elegidos a nivel local o nacional. (…)
Una participación de la comunidad como la que se plantea presupone ‘exigir el máximo’ a
ambos extremos; los educadores tienen que compartir su enfoque con los miembros de la
comunidad, y estos ciudadanos a su vez tienen que querer tener en cuenta prácticas
escolares y procedimientos de evaluación alternativos” (1993:253-254)
3. Fuentes.
a. Bibliografía que puede ser utilizada para ampliar los ejes temáticos.
www.insumisos.com/lecturasinsumisas/Diccionario%20enciclopedico%20de%20E
ducacion.pdf
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www.ibe.unesco.org/fileadmin/user_upload/archive/publications/ThinkersPdf/tabas.
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http://www.ibe.unesco.org/fileadmin/user_upload/archive/publications/ThinkersPdf
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http://www.ibe.unesco.org/fileadmin/user_upload/archive/publications/ThinkersPdf/frobels
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