Jesús cumple la voluntad de Dios al morir en la cruz, destruyendo la muerte y restaurando la vida. Al decir "todo está cumplido", Jesús anuncia que ha completado su misión de redimir a la humanidad del pecado. Si aceptamos la redención de Jesús y lo seguimos, todo lo que Dios prometió se habrá cumplido para nosotros también.
Jesús cumple la voluntad de Dios al morir en la cruz, destruyendo la muerte y restaurando la vida. Al decir "todo está cumplido", Jesús anuncia que ha completado su misión de redimir a la humanidad del pecado. Si aceptamos la redención de Jesús y lo seguimos, todo lo que Dios prometió se habrá cumplido para nosotros también.
Jesús cumple la voluntad de Dios al morir en la cruz, destruyendo la muerte y restaurando la vida. Al decir "todo está cumplido", Jesús anuncia que ha completado su misión de redimir a la humanidad del pecado. Si aceptamos la redención de Jesús y lo seguimos, todo lo que Dios prometió se habrá cumplido para nosotros también.
En esta palabra se resume todo cuanto ha realizado Jesús, desde el
momento que se hace carne en el seno de la Virgen María hasta el ultimo momento que vive entre nosotros. Jesús cumple con la voluntad de Dios, hasta la muerte en la cruz, su alimento fue hacer la voluntad del Padre. Es Cristo que se somete al dolor anunciado por los profetas que tiene pleno cumplimiento en su pasión, muriendo destruyo nuestra muerte y resucitando restauro nuestra vida, Cristo sale del padre y vuelve a Él con la consciencia y confianza de haber cumplido la voluntad de Dios, en plenitud en todos los momentos de su vida. Todo está cumplido: con firme voz anuncio Jesús, ensangrentado que del hombre y del pecado la redención consumó. Y cumplida su misión, ya puede Cristo morir y abrirme su corazón para en su pecho vivir, quien pudiera decir al final de su vida estas mismas palabras: ¡misión cumplida! Aquello para lo que me diste la vida, para lo que me trajiste a este mundo, esta cumplido. No hay manera mas hermosa de morir que esta. Si hoy me preguntara si estoy cumpliendo esa misión que Dios me ha encomendado para mi vida, quizás tuviera que decir que la he cumplido bastante mal o no del todo bien, pero si amamos a Dios con todo el corazón, a través de la escucha de su palabra, la oración y buenas obras en forma permanente, en ese momento diremos: ¡Qué bien que tome aquella estupenda decisión de convertirme y de cambiar mi vida! Si todo se ha cumplido, se ha realizado la redención del ser humano, ya no hay nada más, que Dios, pueda hacer por sus hijos, su amor nos amo hasta el extremo, que nos mandó a su hijo, en carne mortal, para que viviera como nosotros, se asemejara a nosotros en todo, menos en el pecado, ya nos lo dio todo, todo se cumplió, desde la primera hasta la última promesa de Dios. Ya solo nos queda aceptar su redención, dejarnos bañar por su amor y seguir sus huellas. Todo se ha cumplido, significa que hay un amplio camino recorrido para nosotros y listo para dejarnos salvar, ya Jesús nos redimió. Aceptémoslo. Todo se ha cumplido, significa que el evangelio es la mejor de todas las buenas noticias para darnos vida eterna. Es ahora cuando nos corresponde a nosotros actualizar en nuestras vidas y a diario vivir , el mandamiento del amor y salvación. Hacerla visible por medio del verdadero amor. Los invito a que hoy nos propongamos confiar en el Señor y que dejemos a un lado las preocupaciones y los sufrimientos que nos marcan las cruces y con una decisión firme permanezcamos con El aprendiendo a sobrellevarlas. Estoy seguro que Dios que tanto nos ama y que nos entregó a su único hijo por nuestro rescate nos ayudará y nos hará cada vez hombres nuevos y renovados. Con Cristo todo tiene sentido, ya no hay callejones sin salida, ya no hay rutas oscuras.