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Cuando llegó María adonde estaba 9.

PROFESIÓN DE FE Arquidiócesis de Portoviejo


Jesús, al verlo, se echó a sus pies y le dijo: Año de la Comunión
«Señor, si hubieras estado aquí, no habría 10. ORACIÓN UNIVERSAL
muerto mi hermano». Jesús, al verla llorar Pre­si­den­te: Agradecidos con Dios
y al ver llorar a los judíos que la acompaña- por tantas bondades, presentémos-
ban, se conmovió hasta lo más hondo y le nuestras plegarias diciendo: Señor, vivo y
preguntó: «¿Dónde lo han puesto?». Le presente entre nosotros, escúchanos. Semanario Litúrgico • Director: P. Naún Tapia, sdb. • N.º 2969 •Tiraje: 350 000 29 de marzo de 2020
contestaron: «Ven, Señor, y lo verás». Asam­blea: Señor, vivo y presente entre Edita: Centro Salesiano de Publicaciones Pastorales José Ruaro
Telf.: 02-250-6248 opción 3 o ext. 30151 / 22201 / 22202 / 02-250-6251 Cel.: 098 351 6617 V DOMINGO DE CUARESMA
Jesús se puso a llorar y los judíos comen- nosotros, escúchanos. correo-e: luzdeldomingo@salesianos.org.ec Ciclo A
Impresión: Editorial Don Bosco-Imprenta LNS. Cuenca
taban: «De veras ¡cuánto lo amaba!». 1 Para que apoyemos y defendamos siempre la vida
Algunos decían: «¿No podía este, que en todas sus manifestaciones. Oremos al Señor.
abrió los ojos al ciego de nacimiento, hacer
2 Para que siempre se mantenga viva en noso-
¿Qué se hace en los funerales?
que Lázaro no muriera?».
Jesús, profundamente conmovido toda- tros la esperanza en la resurrección y transmi- prueba del Purgatorio. Todas las oraciones de la Li-
vía, se detuvo ante el sepulcro, que era tamos esta buena noticia a todas las personas. turgia de Difuntos tienen este sentido: «Señor, que
Oremos al Señor. estás siempre dispuesto a compadecer y perdonar,
una cueva, sellada con una losa. Entonces recibe el alma de tu hijo y perdónale sus pecados,
dijo Jesús: «Quiten la losa». Pero Marta, la 3 Por los jóvenes, para que superando el temor o la
vergüenza a ser criticados por los demás, no re- para que, libre de los lazos de la vida terrena, goce
hermana del que había muerto, le replicó: desde ahora de la vida eterna».
«Señor, ya huele mal, porque lleva cuatro nieguen de su fe y vivan, sobre todo esta Semana
Santa, con fe y esperanza. Oremos al Señor. Por ello no es adecuado afirmar, como a veces
días». Le dijo Jesús: «¿No te he dicho que si se hace, que el difunto «con toda seguridad ya goza
crees, verás la gloria de Dios?». Entonces Pre­si­den­te: Padre, estas plegarias y las que cada
de la presencia de Dios», o querer usar el color blan-
quitaron la piedra. uno de nosotros tenemos en nuestro corazón, te co de triunfo y resurrección en lugar del morado de
Jesús levantó los ojos a lo alto y dijo: las presentamos por Jesucristo, nuestro Señor. espera y penitencia. Porque se estaría privando al
«Padre, te doy gracias porque me has escu- Asam­blea: Amén. difunto de la oración de intercesión de toda la Igle-
chado. Yo ya sabía que tú siempre me escu- sia, lo que sería un perjuicio espiritual. Hay que re-
chas; pero lo he dicho a causa de esta conocer, con humildad, que todos saldremos de este
muchedumbre que me rodea, para que crean Liturgia de la Eucaristía mundo con alguna mancha de pecado, y que nece-
que tú me has enviado». Luego gritó con voz sitaremos más de los sufragios de la Iglesia que de
11. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS palabras de exaltación.
potente: «¡Lázaro, sal de ahí!». Y salió el
muerto, atado con vendas las manos y los Escúchanos, Dios todopoderoso, y por acción de En las exequias se puede revestir el féretro con
pies, y la cara envuelta en un sudario. Jesús este sacrificio, purifica a tus siervos, a quienes has un manto morado y poner encima un crucifijo, para
les dijo: «Desátenlo, para que pueda andar». iluminado con las enseñanzas de la fe cristiana. significar la participación en la muerte de Cristo; y, al
Por Jesucristo, nuestro Señor. Asamblea: Amén. lado, el cirio pascual, para indicar la esperanza de la
Muchos de los judíos que habían ido a Queridos hermanos en el Señor:
resurrección. Se inciensa el cuerpo como oración de
casa de Marta y María, al ver lo que había 12. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN La muerte es un momento decisivo en nues- la Iglesia para alejar a los demonios, que querrían su
hecho Jesús, creyeron en él. Te pedimos, Dios todopoderoso, ser contados siem- tro camino como hijos de Dios, ya que nos abre perdición; y se rocía con agua bendita para renovar
Pa­la­bra del Señor. pre entre los miembros de Cristo, con cuyo cuerpo al encuentro definitivo con Jesucristo, Salvador su bautismo salvífico. El sacerdote suele recibir al di-
Asam­blea: Gloria a ti, Se­ñor Je­sús. y sangre hemos comulgado. Él que vive y reina por y Juez misericordioso. Por ello la Iglesia procura funto en la puerta de la iglesia y acompañarlo al lugar
los siglos de los siglos. Asamblea: Amén. que todos sus fieles tengan exequias cristianas, de la sepultura, para destacar que la Iglesia, que nos
de modo que puedan contar tanto con el benefi- acogió en el bautismo, nos acompaña hasta el final.
Tiempo Litúrgico: II Semana del Tiempo de Cuaresma Liturgia de las Horas: II Semana cio espiritual del sacrificio eucarístico ofrecido por
su alma, como con las oraciones de la comunidad En la muerte no estamos solos; Cristo, muerto y
SANTORAL LECTURA DIARIA PALABRA DE FE cristiana. resucitado, nos acompaña. Pero también la Iglesia,
nuestra familia, nos asiste a lo largo del camino, has-
L 30 SAN JUAN CLÍMACO Dan 13,1-9.15-17.19-30.33-62/Sal 22/ Jn 8,1-11 Nada temo, Señor, porque tú estás conmigo. Los funerales o exequias cristianas, especial- ta el encuentro con el Señor.
M 31 SAN BENJAMÍN Num 21,4-9/ Sal 101/ Jn 8,21-30 Señor, escucha mi plegaria. mente la celebración de la misa, tienen como fi-
nalidad encomendar el alma del fiel difunto a la Con afectuoso saludo y paternal bendición.
M 1 SAN HUGO Dan 3,14-20.49-50.91-92.95/ Sal: Dan 3,51-56/ Jn 8,31-42 Bendito seas para siempre, Señor.
misericordia de Dios, para que sea acogida en la
J 2 SAN FRANCISCO DE PAULA Gen 17,3-9/ Sal 104/ Jn 8,51-59 El Señor nunca olvida sus promesas. +Eduardo Castillo Pino
gloria celestial, superando, si fuese necesario, la
V 3 SAN RICARDO Jer 20,10-13/ Sal 17/ Jn 10,31-42 Sálvame, Señor, en el peligro. Arzobispo de Portoviejo
S 4 SAN ISIDORO Ez 37,21-28/ Sal Resp: Jer 31/ Jn 11,45-56 El Señor cuidará a su pueblo. CAMINANDO CON NUESTRO PLAN DE PASTORAL DIOCESANO
D 5 DOMINGO DE RAMOS Is 50,4-7/ Sal 21/ Fil 2,6-11/ Mt 26,14-27,66 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? CAMINANDO CON NUESTRO PLAN DE PASTORAL DIOCESANO
Estructuras a nivel diocesano
Xxx
La Iglesia para comunicar el Evangelio requiere de unos medios y una organización que posibiliten dicho cometido, a estos
medios y organización llamamos estructuras que no son un fin a sí mismo, sino que están en función de la misión de la Iglesia.
Xxx.
Entre las estructuras tenemos las de propuesta, las de consulta para la decisión, las de coordinación y las de actua-
ción e implementación.
29 de marzo de 2020 Domingo V de Cuaresma - Ciclo A

º Ritos iniciales Liturgia de la Palabra Her­ma­nos: Los que vi­ven en for­ma de­sor­ apedrearte, ¿y tú vas a volver allá?». Jesús les
de­na­da y egoís­ta no pue­den agra­dar a Dios. contestó: «¿Acaso no tiene doce horas el día?
Guía: Bienvenidos, a esta celebración del Guía: Las lecturas nos invitan a experimentar Pe­ro us­te­des no lle­van esa cla­se de vi­da, El que camina de día no tropieza, porque ve la
último domingo de Cuaresma. Jesús es la desde ahora y por la acción del Espíritu, la si­no una vi­da con­for­me al Es­pí­ri­tu, pues­to luz de este mundo; en cambio, el que camina
fuente de agua que nos lleva hasta la vida vida nueva y esperanza que viene de Dios. que el Es­pí­ri­tu de Dios ha­bi­ta ver­da­de­ra­ de noche tropieza, porque le falta la luz».
eterna. Encontrándonos ya a las puertas de Él no es un Dios de muertos, sino de vivos. men­te en us­te­des. Dijo esto y luego añadió: «Lázaro, nues­
la Semana Santa, el Señor nos sigue lla­ Jesucristo nos dirá: Yo soy la resurrección y Quien no tie­ne el Es­pí­ri­tu de Cris­to, no es tro amigo, se ha dormido; pero yo voy ahora
mando a su promesa de ofrecernos una vida la vida... Los cristianos debemos respetar y de Cris­to. En cam­bio, si Cris­to vi­ve en us­te­ a despertarlo». Entonces le dijeron sus dis­
nueva que está más allá de esta vida tem­ confiar en que la muerte no es un fracaso, sino des, aun­que su cuer­po si­ga su­je­to a la muer­ cípulos: «Señor, si duerme, es que va a
poral. Nos ponemos de pie y con el canto un paso para la resurrección. Escuchemos la te a cau­ sa del pe­ ca­
do, su es­ pí­
ri­
tu vi­
ve a sanar». Jesús hablaba de la muerte, pero
iniciamos nuestra celebración. Palabra de Dios con atención. cau­sa de la ac­ti­vi­dad sal­va­do­ra de Dios. ellos creyeron que hablaba del sueño natu­
1. RITO DE ENTRADA Si el Es­pí­ri­tu del Pa­dre, que re­su­ci­tó a ral. Entonces Jesús les dijo abiertamente:
Pre­si­den­te: La paz, la caridad y la fe de 4. PRIMERA LECTURA Ez 37, 12-14 Je­sús de en­tre los muer­tos, ha­bi­ta en us­te­ «Lázaro ha muerto, y me alegro por ustedes
parte de Dios Padre y de Jesucristo, el Señor des, en­ton­ces el Pa­dre, que re­su­ci­tó a Je­sús de no haber estado ahí, para que crean.
Lec­tor: Lec­tu­ra del li­bro del pro­fe­ta Eze­
estén con todos ustedes. de en­tre los muer­tos, tam­bién les da­rá vi­da a Ahora, vamos allá». Entonces Tomás, por
quiel.
Asam­blea: Y con tu es­pí­ri­tu. sus cuer­pos mor­ta­les, por obra de su Es­pí­ri­ sobrenombre el Gemelo, dijo a los demás
Es­to di­ce el Se­ñor Dios: «Pue­blo mío, tu, que ha­bi­ta en us­te­des. discípulos: «Vayamos también nosotros,
2. RITO PENITENCIAL yo mis­mo abri­ré sus se­pul­cros, los ha­ré Pa­la­bra de Dios. para morir con él».
Pre­si­den­te: El Señor ha dicho: «el que esté sa­lir de ellos y los con­du­ci­ré de nue­vo a la Asam­blea: Te ala­ba­mos, Se­ñor. Cuando llegó Jesús, Lázaro llevaba ya
sin pecado, que tire la primera piedra». tie­rra de Is­rael. cuatro días en el sepulcro. Betania quedaba
Reconozcámonos, pues, pecadores y perdoné­ Cuan­do abra sus se­pul­cros y los sa­que cerca de Jerusalén, como a unos dos kiló­
7. ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
monos los unos a los otros desde lo más íntimo de ellos, pue­blo mío, us­te­des di­rán que yo metros y medio, y muchos judíos habían ido
soy el Se­ñor. En­ton­ces les in­fun­di­ré a us­te­ Asam­blea (can­tan­do): Ho­nor y glo­ria a ti,
de nuestro corazón (momento de silencio). a ver a Marta y a María para consolarlas por
des mi es­pí­ri­tu y vi­vi­rán, los es­ta­ble­ce­ré en Se­ñor Je­sús.
Pre­si­den­te: Tú que has puesto la salvación Yo soy la re­su­rrec­ción y la vi­da, di­ce el Se­ñor; la muerte de su hermano. Apenas oyó Marta
del género humano en el árbol de la cruz: su tie­rra y us­te­des sa­brán que yo, el Se­ñor, que Jesús llegaba, salió a su encuentro;
lo di­je y lo cum­plí». el que cree en mí no mo­ri­rá pa­ra siem­pre.
Señor, ten piedad. pero María se quedó en casa. Le dijo Marta
Pa­la­bra de Dios. Asam­blea: Ho­nor y glo­ria a ti, Se­ñor Je­sús.
Asamblea: Señor ten piedad. a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, no
Pre­si­den­te: Tú que padeciste por nosotros para Asam­blea: Te ala­ba­mos, Se­ñor. 8. EVANGELIO Jn 11, 1-45 habría muerto mi hermano. Pero aún ahora
que sigamos tus huellas: Cristo ten piedad. † Lec­tu­ra del san­to Evan­ge­lio se­gún san Juan. estoy segura de que Dios te concederá
Asamblea: Cristo ten piedad. 5. SALMO DE RESPUESTA Salmo 129 cuanto le pidas». Jesús le dijo: «Tu hermano
Asam­blea: Gloria a ti, Se­ñor.
Pre­si­den­te: Tú que, cargado con nuestros Sal­mis­ta: Per­dó­na­nos, Se­ñor, y vi­vi­re­mos. resucitará». Marta respondió: «Ya sé que
pecados, subiste al leño para que nosotros, Asam­blea: Per­dó­na­nos, Se­ñor, y vi­vi­re­mos. En aquel tiempo, se encontraba enfermo resucitará en la resurrección del último día».
muertos al pecado, vivamos en la justicia: Des­de el abis­mo de mis pe­ca­dos cla­mo a ti; Lázaro, en Betania, el pueblo de María y de Jesús le dijo: «Yo soy la resurrección y la
Señor, ten piedad. Se­ñor, es­cu­cha mi cla­mor; su hermana Marta. María era la que una vez vida. El que cree en mí, aunque haya muer­
Asamblea: Señor ten piedad. que es­tén aten­tos tus oí­dos ungió al Señor con perfume y le enjugó los to, vivirá; y todo aquel que está vivo y cree
a mi voz su­pli­can­te. R. pies con su cabellera. El enfermo era su her­ en mí, no morirá para siempre. ¿Crees tú
Pre­si­den­te: Dios todopoderoso, tenga mise­
ricordia de nosotros, perdone nuestros peca­ mano Lázaro. Por eso las dos hermanas le esto?». Ella le contestó: «Sí, Señor. Creo
Si con­ser­va­ras el re­cuer­do de las cul­pas, mandaron decir a Jesús: «Señor, el amigo a firmemente que tú eres el Mesías, el Hijo de
dos y nos lleve a la vida eterna. ¿quién ha­bría, Se­ñor, que se sal­va­ra? quien tanto quieres, está enfermo». Dios, el que tenía que venir al mundo».
Asamblea: Amén. Pe­ro de ti pro­ce­de el per­dón, Al oír esto, Jesús dijo: «Esta enfermedad Después de decir estas palabras, fue a
3. ORACIÓN COLECTA por eso con amor te ve­ne­ra­mos. R. no acabará en la muerte, sino que servirá buscar a su hermana María y le dijo en voz
Presidente: Te pedimos, Señor Dios Con­fío en el Se­ñor, para la gloria de Dios, para que el Hijo de baja: «Ya vino el Maestro y te llama». Al oír
nuestro, que, con tu ayuda, avancemos ani­ mi al­ma es­pe­ra y con­fía en su pa­la­bra; Dios sea glorificado por ella». esto, María se levantó en el acto y salió
mosamente hacia el aquel mismo amor que mi al­ma aguar­da al Se­ñor, Jesús amaba a Marta, a su hermana y a hacia donde estaba Jesús, porque él no
movió a tu Hijo a entregarse a la muerte por mu­cho más que a la au­ro­ra el cen­ti­ne­la. R. Lázaro. Sin embargo, cuando se enteró de había llegado aún al pueblo, sino que estaba
la salvación del mundo. Por nuestro Señor que Lázaro estaba enfermo, se detuvo dos en el lugar donde Marta lo había encontrado.
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en días más en el lugar en que se hallaba. Los judíos que estaban con María en la
la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los 6. SEGUNDA LECTURA Rom 8, 8-11
Después dijo a sus discípulos: «Vayamos casa, consolándola, viendo que ella se
siglos de los siglos. Lec­tor: Lec­tu­ra de la car­ta del após­tol otra vez a Judea». Los discípulos le dijeron: levantaba y salía de prisa, pensaron que iba
Asamblea: Amén. san Pa­blo a los ro­ma­nos. «Maestro, hace poco que los judíos querían al sepulcro para llorar ahí y la siguieron.
29 de marzo de 2020 Domingo V de Cuaresma - Ciclo A

º Ritos iniciales Liturgia de la Palabra Her­ma­nos: Los que vi­ven en for­ma de­sor­ apedrearte, ¿y tú vas a volver allá?». Jesús les
de­na­da y egoís­ta no pue­den agra­dar a Dios. contestó: «¿Acaso no tiene doce horas el día?
Guía: Bienvenidos, a esta celebración del Guía: Las lecturas nos invitan a experimentar Pe­ro us­te­des no lle­van esa cla­se de vi­da, El que camina de día no tropieza, porque ve la
último domingo de Cuaresma. Jesús es la desde ahora y por la acción del Espíritu, la si­no una vi­da con­for­me al Es­pí­ri­tu, pues­to luz de este mundo; en cambio, el que camina
fuente de agua que nos lleva hasta la vida vida nueva y esperanza que viene de Dios. que el Es­pí­ri­tu de Dios ha­bi­ta ver­da­de­ra­ de noche tropieza, porque le falta la luz».
eterna. Encontrándonos ya a las puertas de Él no es un Dios de muertos, sino de vivos. men­te en us­te­des. Dijo esto y luego añadió: «Lázaro, nues­
la Semana Santa, el Señor nos sigue lla­ Jesucristo nos dirá: Yo soy la resurrección y Quien no tie­ne el Es­pí­ri­tu de Cris­to, no es tro amigo, se ha dormido; pero yo voy ahora
mando a su promesa de ofrecernos una vida la vida... Los cristianos debemos respetar y de Cris­to. En cam­bio, si Cris­to vi­ve en us­te­ a despertarlo». Entonces le dijeron sus dis­
nueva que está más allá de esta vida tem­ confiar en que la muerte no es un fracaso, sino des, aun­que su cuer­po si­ga su­je­to a la muer­ cípulos: «Señor, si duerme, es que va a
poral. Nos ponemos de pie y con el canto un paso para la resurrección. Escuchemos la te a cau­ sa del pe­ ca­
do, su es­ pí­
ri­
tu vi­
ve a sanar». Jesús hablaba de la muerte, pero
iniciamos nuestra celebración. Palabra de Dios con atención. cau­sa de la ac­ti­vi­dad sal­va­do­ra de Dios. ellos creyeron que hablaba del sueño natu­
1. RITO DE ENTRADA Si el Es­pí­ri­tu del Pa­dre, que re­su­ci­tó a ral. Entonces Jesús les dijo abiertamente:
Pre­si­den­te: La paz, la caridad y la fe de 4. PRIMERA LECTURA Ez 37, 12-14 Je­sús de en­tre los muer­tos, ha­bi­ta en us­te­ «Lázaro ha muerto, y me alegro por ustedes
parte de Dios Padre y de Jesucristo, el Señor des, en­ton­ces el Pa­dre, que re­su­ci­tó a Je­sús de no haber estado ahí, para que crean.
Lec­tor: Lec­tu­ra del li­bro del pro­fe­ta Eze­
estén con todos ustedes. de en­tre los muer­tos, tam­bién les da­rá vi­da a Ahora, vamos allá». Entonces Tomás, por
quiel.
Asam­blea: Y con tu es­pí­ri­tu. sus cuer­pos mor­ta­les, por obra de su Es­pí­ri­ sobrenombre el Gemelo, dijo a los demás
Es­to di­ce el Se­ñor Dios: «Pue­blo mío, tu, que ha­bi­ta en us­te­des. discípulos: «Vayamos también nosotros,
2. RITO PENITENCIAL yo mis­mo abri­ré sus se­pul­cros, los ha­ré Pa­la­bra de Dios. para morir con él».
Pre­si­den­te: El Señor ha dicho: «el que esté sa­lir de ellos y los con­du­ci­ré de nue­vo a la Asam­blea: Te ala­ba­mos, Se­ñor. Cuando llegó Jesús, Lázaro llevaba ya
sin pecado, que tire la primera piedra». tie­rra de Is­rael. cuatro días en el sepulcro. Betania quedaba
Reconozcámonos, pues, pecadores y perdoné­ Cuan­do abra sus se­pul­cros y los sa­que cerca de Jerusalén, como a unos dos kiló­
7. ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
monos los unos a los otros desde lo más íntimo de ellos, pue­blo mío, us­te­des di­rán que yo metros y medio, y muchos judíos habían ido
soy el Se­ñor. En­ton­ces les in­fun­di­ré a us­te­ Asam­blea (can­tan­do): Ho­nor y glo­ria a ti,
de nuestro corazón (momento de silencio). a ver a Marta y a María para consolarlas por
des mi es­pí­ri­tu y vi­vi­rán, los es­ta­ble­ce­ré en Se­ñor Je­sús.
Pre­si­den­te: Tú que has puesto la salvación Yo soy la re­su­rrec­ción y la vi­da, di­ce el Se­ñor; la muerte de su hermano. Apenas oyó Marta
del género humano en el árbol de la cruz: su tie­rra y us­te­des sa­brán que yo, el Se­ñor, que Jesús llegaba, salió a su encuentro;
lo di­je y lo cum­plí». el que cree en mí no mo­ri­rá pa­ra siem­pre.
Señor, ten piedad. pero María se quedó en casa. Le dijo Marta
Pa­la­bra de Dios. Asam­blea: Ho­nor y glo­ria a ti, Se­ñor Je­sús.
Asamblea: Señor ten piedad. a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, no
Pre­si­den­te: Tú que padeciste por nosotros para Asam­blea: Te ala­ba­mos, Se­ñor. 8. EVANGELIO Jn 11, 1-45 habría muerto mi hermano. Pero aún ahora
que sigamos tus huellas: Cristo ten piedad. † Lec­tu­ra del san­to Evan­ge­lio se­gún san Juan. estoy segura de que Dios te concederá
Asamblea: Cristo ten piedad. 5. SALMO DE RESPUESTA Salmo 129 cuanto le pidas». Jesús le dijo: «Tu hermano
Asam­blea: Gloria a ti, Se­ñor.
Pre­si­den­te: Tú que, cargado con nuestros Sal­mis­ta: Per­dó­na­nos, Se­ñor, y vi­vi­re­mos. resucitará». Marta respondió: «Ya sé que
pecados, subiste al leño para que nosotros, Asam­blea: Per­dó­na­nos, Se­ñor, y vi­vi­re­mos. En aquel tiempo, se encontraba enfermo resucitará en la resurrección del último día».
muertos al pecado, vivamos en la justicia: Des­de el abis­mo de mis pe­ca­dos cla­mo a ti; Lázaro, en Betania, el pueblo de María y de Jesús le dijo: «Yo soy la resurrección y la
Señor, ten piedad. Se­ñor, es­cu­cha mi cla­mor; su hermana Marta. María era la que una vez vida. El que cree en mí, aunque haya muer­
Asamblea: Señor ten piedad. que es­tén aten­tos tus oí­dos ungió al Señor con perfume y le enjugó los to, vivirá; y todo aquel que está vivo y cree
a mi voz su­pli­can­te. R. pies con su cabellera. El enfermo era su her­ en mí, no morirá para siempre. ¿Crees tú
Pre­si­den­te: Dios todopoderoso, tenga mise­
ricordia de nosotros, perdone nuestros peca­ mano Lázaro. Por eso las dos hermanas le esto?». Ella le contestó: «Sí, Señor. Creo
Si con­ser­va­ras el re­cuer­do de las cul­pas, mandaron decir a Jesús: «Señor, el amigo a firmemente que tú eres el Mesías, el Hijo de
dos y nos lleve a la vida eterna. ¿quién ha­bría, Se­ñor, que se sal­va­ra? quien tanto quieres, está enfermo». Dios, el que tenía que venir al mundo».
Asamblea: Amén. Pe­ro de ti pro­ce­de el per­dón, Al oír esto, Jesús dijo: «Esta enfermedad Después de decir estas palabras, fue a
3. ORACIÓN COLECTA por eso con amor te ve­ne­ra­mos. R. no acabará en la muerte, sino que servirá buscar a su hermana María y le dijo en voz
Presidente: Te pedimos, Señor Dios Con­fío en el Se­ñor, para la gloria de Dios, para que el Hijo de baja: «Ya vino el Maestro y te llama». Al oír
nuestro, que, con tu ayuda, avancemos ani­ mi al­ma es­pe­ra y con­fía en su pa­la­bra; Dios sea glorificado por ella». esto, María se levantó en el acto y salió
mosamente hacia el aquel mismo amor que mi al­ma aguar­da al Se­ñor, Jesús amaba a Marta, a su hermana y a hacia donde estaba Jesús, porque él no
movió a tu Hijo a entregarse a la muerte por mu­cho más que a la au­ro­ra el cen­ti­ne­la. R. Lázaro. Sin embargo, cuando se enteró de había llegado aún al pueblo, sino que estaba
la salvación del mundo. Por nuestro Señor que Lázaro estaba enfermo, se detuvo dos en el lugar donde Marta lo había encontrado.
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en días más en el lugar en que se hallaba. Los judíos que estaban con María en la
la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los 6. SEGUNDA LECTURA Rom 8, 8-11
Después dijo a sus discípulos: «Vayamos casa, consolándola, viendo que ella se
siglos de los siglos. Lec­tor: Lec­tu­ra de la car­ta del após­tol otra vez a Judea». Los discípulos le dijeron: levantaba y salía de prisa, pensaron que iba
Asamblea: Amén. san Pa­blo a los ro­ma­nos. «Maestro, hace poco que los judíos querían al sepulcro para llorar ahí y la siguieron.
Cuando llegó María adonde estaba 9. PROFESIÓN DE FE Arquidiócesis de Portoviejo
Jesús, al verlo, se echó a sus pies y le dijo: Año de la Comunión
«Señor, si hubieras estado aquí, no habría 10. ORACIÓN UNIVERSAL
muerto mi hermano». Jesús, al verla llorar Pre­si­den­te: Agradecidos con Dios
y al ver llorar a los judíos que la acompaña- por tantas bondades, presentémos-
ban, se conmovió hasta lo más hondo y le nuestras plegarias diciendo: Señor, vivo y
preguntó: «¿Dónde lo han puesto?». Le presente entre nosotros, escúchanos. Semanario Litúrgico • Director: P. Naún Tapia, sdb. • N.º 2969 •Tiraje: 350 000 29 de marzo de 2020
contestaron: «Ven, Señor, y lo verás». Asam­blea: Señor, vivo y presente entre Edita: Centro Salesiano de Publicaciones Pastorales José Ruaro
Telf.: 02-250-6248 opción 3 o ext. 30151 / 22201 / 22202 / 02-250-6251 Cel.: 098 351 6617 V DOMINGO DE CUARESMA
Jesús se puso a llorar y los judíos comen- nosotros, escúchanos. correo-e: luzdeldomingo@salesianos.org.ec Ciclo A
Impresión: Editorial Don Bosco-Imprenta LNS. Cuenca
taban: «De veras ¡cuánto lo amaba!». 1 Para que apoyemos y defendamos siempre la vida
Algunos decían: «¿No podía este, que en todas sus manifestaciones. Oremos al Señor.
abrió los ojos al ciego de nacimiento, hacer
2 Para que siempre se mantenga viva en noso-
¿Qué se hace en los funerales?
que Lázaro no muriera?».
Jesús, profundamente conmovido toda- tros la esperanza en la resurrección y transmi- prueba del Purgatorio. Todas las oraciones de la Li-
vía, se detuvo ante el sepulcro, que era tamos esta buena noticia a todas las personas. turgia de Difuntos tienen este sentido: «Señor, que
Oremos al Señor. estás siempre dispuesto a compadecer y perdonar,
una cueva, sellada con una losa. Entonces recibe el alma de tu hijo y perdónale sus pecados,
dijo Jesús: «Quiten la losa». Pero Marta, la 3 Por los jóvenes, para que superando el temor o la
vergüenza a ser criticados por los demás, no re- para que, libre de los lazos de la vida terrena, goce
hermana del que había muerto, le replicó: desde ahora de la vida eterna».
«Señor, ya huele mal, porque lleva cuatro nieguen de su fe y vivan, sobre todo esta Semana
Santa, con fe y esperanza. Oremos al Señor. Por ello no es adecuado afirmar, como a veces
días». Le dijo Jesús: «¿No te he dicho que si se hace, que el difunto «con toda seguridad ya goza
crees, verás la gloria de Dios?». Entonces Pre­si­den­te: Padre, estas plegarias y las que cada
de la presencia de Dios», o querer usar el color blan-
quitaron la piedra. uno de nosotros tenemos en nuestro corazón, te co de triunfo y resurrección en lugar del morado de
Jesús levantó los ojos a lo alto y dijo: las presentamos por Jesucristo, nuestro Señor. espera y penitencia. Porque se estaría privando al
«Padre, te doy gracias porque me has escu- Asam­blea: Amén. difunto de la oración de intercesión de toda la Igle-
chado. Yo ya sabía que tú siempre me escu- sia, lo que sería un perjuicio espiritual. Hay que re-
chas; pero lo he dicho a causa de esta conocer, con humildad, que todos saldremos de este
muchedumbre que me rodea, para que crean Liturgia de la Eucaristía mundo con alguna mancha de pecado, y que nece-
que tú me has enviado». Luego gritó con voz sitaremos más de los sufragios de la Iglesia que de
11. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS palabras de exaltación.
potente: «¡Lázaro, sal de ahí!». Y salió el
muerto, atado con vendas las manos y los Escúchanos, Dios todopoderoso, y por acción de En las exequias se puede revestir el féretro con
pies, y la cara envuelta en un sudario. Jesús este sacrificio, purifica a tus siervos, a quienes has un manto morado y poner encima un crucifijo, para
les dijo: «Desátenlo, para que pueda andar». iluminado con las enseñanzas de la fe cristiana. significar la participación en la muerte de Cristo; y, al
Por Jesucristo, nuestro Señor. Asamblea: Amén. lado, el cirio pascual, para indicar la esperanza de la
Muchos de los judíos que habían ido a Queridos hermanos en el Señor:
resurrección. Se inciensa el cuerpo como oración de
casa de Marta y María, al ver lo que había 12. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN La muerte es un momento decisivo en nues- la Iglesia para alejar a los demonios, que querrían su
hecho Jesús, creyeron en él. Te pedimos, Dios todopoderoso, ser contados siem- tro camino como hijos de Dios, ya que nos abre perdición; y se rocía con agua bendita para renovar
Pa­la­bra del Señor. pre entre los miembros de Cristo, con cuyo cuerpo al encuentro definitivo con Jesucristo, Salvador su bautismo salvífico. El sacerdote suele recibir al di-
Asam­blea: Gloria a ti, Se­ñor Je­sús. y sangre hemos comulgado. Él que vive y reina por y Juez misericordioso. Por ello la Iglesia procura funto en la puerta de la iglesia y acompañarlo al lugar
los siglos de los siglos. Asamblea: Amén. que todos sus fieles tengan exequias cristianas, de la sepultura, para destacar que la Iglesia, que nos
de modo que puedan contar tanto con el benefi- acogió en el bautismo, nos acompaña hasta el final.
Tiempo Litúrgico: II Semana del Tiempo de Cuaresma Liturgia de las Horas: II Semana cio espiritual del sacrificio eucarístico ofrecido por
su alma, como con las oraciones de la comunidad En la muerte no estamos solos; Cristo, muerto y
SANTORAL LECTURA DIARIA PALABRA DE FE cristiana. resucitado, nos acompaña. Pero también la Iglesia,
nuestra familia, nos asiste a lo largo del camino, has-
L 30 SAN JUAN CLÍMACO Dan 13,1-9.15-17.19-30.33-62/Sal 22/ Jn 8,1-11 Nada temo, Señor, porque tú estás conmigo. Los funerales o exequias cristianas, especial- ta el encuentro con el Señor.
M 31 SAN BENJAMÍN Num 21,4-9/ Sal 101/ Jn 8,21-30 Señor, escucha mi plegaria. mente la celebración de la misa, tienen como fi-
nalidad encomendar el alma del fiel difunto a la Con afectuoso saludo y paternal bendición.
M 1 SAN HUGO Dan 3,14-20.49-50.91-92.95/ Sal: Dan 3,51-56/ Jn 8,31-42 Bendito seas para siempre, Señor.
misericordia de Dios, para que sea acogida en la
J 2 SAN FRANCISCO DE PAULA Gen 17,3-9/ Sal 104/ Jn 8,51-59 El Señor nunca olvida sus promesas. +Eduardo Castillo Pino
gloria celestial, superando, si fuese necesario, la
V 3 SAN RICARDO Jer 20,10-13/ Sal 17/ Jn 10,31-42 Sálvame, Señor, en el peligro. Arzobispo de Portoviejo
S 4 SAN ISIDORO Ez 37,21-28/ Sal Resp: Jer 31/ Jn 11,45-56 El Señor cuidará a su pueblo. CAMINANDO CON NUESTRO PLAN DE PASTORAL DIOCESANO
D 5 DOMINGO DE RAMOS Is 50,4-7/ Sal 21/ Fil 2,6-11/ Mt 26,14-27,66 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? CAMINANDO CON NUESTRO PLAN DE PASTORAL DIOCESANO
Estructuras a nivel diocesano
Xxx
La Iglesia para comunicar el Evangelio requiere de unos medios y una organización que posibiliten dicho cometido, a estos
medios y organización llamamos estructuras que no son un fin a sí mismo, sino que están en función de la misión de la Iglesia.
Xxx.
Entre las estructuras tenemos las de propuesta, las de consulta para la decisión, las de coordinación y las de actua-
ción e implementación.

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