Comisión Episcopal de Liturgia del Perú Domingo 27 de junio de 2021

Palabra de
Dios
DOMINGO XIII
DEL TIEMPO ORDINARIO

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Reunidos en torno al altar del Señor, dispongámonos a celebrar el misterio de nuestra salvación. De manera
especial, en este domingo, renovemos nuestra fe en el amor de Dios y pidámosle que nos ayude a reconocer su

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presencia en nuestros hermanos más necesitados. (de pie)

Oración Colecta Salmo responsorial 29, 2 y 4. 5-6. 11 y 12a y 13b

Oh, Dios, que por la gracia de la adopción has querido
hacernos hijos de la luz, concédenos que no nos
veamos envueltos por las tinieblas del error, sino que R. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado.
nos mantengamos siempre en el esplendor de la
verdad. Por nuestro Señor Jesucristo.

Primera Lectura (sentados)

Dios nos creó para vivir; fue el pecado el que

introdujo la muerte en el mundo. Pero Cristo hará
que la vida triunfe sobre la muerte. Escuchemos.
Lectura del libro de la Sabiduría 1, 13-15; 2, 23-24
Dios no hizo la muerte ni goza destruyendo a los
vivientes.
Todo lo creó para que subsistiera; las criaturas del
mundo son saludables: no hay en ellas veneno de
muerte, ni el abismo impera en la tierra. Porque la
justicia es inmortal.
Dios creó al hombre para la inmortalidad y lo hizo a
imagen de su propio ser; pero la muerte entró en el
mundo por la envidia del diablo, y la experimentan
quienes le pertenecen.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
Te ensalzaré, Señor, porque me has librado
y no has dejado que mis enemigos se rían de mí.
Señor, sacaste mi vida del abismo,
y me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa. R.
Toquen para el Señor, fieles suyos,
den gracias a su nombre santo;
su cólera dura un instante;
su bondad, de por vida;
al atardecer nos visita el llanto;
por la mañana, el júbilo. R.
Escucha, Señor, y ten piedad de mí;
Señor, socórreme.
Cambiaste mi luto en danzas.
Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre. R.
Palabra de Dios N° 31 #MeCuidoparaCuidarte

Segunda Lectura (sentados)

El apóstol san Pablo anima a las comunidades pudientes, a ser generosos con las comunidades más
necesitadas. Escuchemos este mensaje que es para nosotros ahora.

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 8,7.9.13-15

Hermanos: Ya que ustedes sobresalen en todo: en la fe, en la palabra, en el conocimiento, en el empeño y en el cariño
hacia nosotros, distínganse también ahora por su generosidad.
Porque ya saben lo generoso que fue nuestro Señor Jesucristo: siendo rico, se hizo pobre por ustedes para que ustedes
se hicieran ricos con su pobreza.
Pues no se trata de que por ayudar a otros, ustedes pasen necesidad; se trata más bien de que haya igualdad. Que la
abundancia de ustedes remedie en este momento la pobreza de ellos, para que un día la abundancia de ellos remedie la
pobreza de ustedes; así habrá igualdad.
Es lo que dice la Escritura: «Al que recogía mucho nada le sobraba; y al que recogía poco nada le faltaba».

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
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Monición antes del Aleluya.
Jesús ama la vida de cada hombre porque no solo da vida sino salvación. Es lo que nos narra este
evangelio.

Aleluya Cf. 2Tm 1,10 (de pie)

Nuestro Salvador Jesucristo destruyó la muerte

y sacó a la luz la vida, por medio del Evangelio.

Lectura del santo Evangelio según san Marcos 5, 21-43

R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús atravesó, de nuevo en barca, a la otra orilla; una gran multitud se reunió a su
alrededor, y se quedó junto al mar. Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y, al verlo, se
echó a sus pies, rogándole con insistencia: —«Mi niña está en las últimas; ven, pon las manos sobre ella,
para que se cure y viva». Jesús se fue con él, acompañado de mucha gente que lo apretujaba.
Había una mujer que padecía flujos de sangre desde hacía doce años. Muchos médicos la habían
sometido a toda clase de tratamientos, y se había puesto peor. Oyó hablar de Jesús y, acercándose por
detrás, entre la gente, le tocó el manto, pensando que con sólo tocarle el vestido se curaría.
Inmediatamente se secó la fuente de sus hemorragias, y notó que su cuerpo estaba curado. Jesús,
notando que había salido fuerza de él, se volvió en seguida, en medio de la gente preguntando: —«¿Quién
me ha tocado el manto?». Los discípulos le contestaron: —«Ves como te apretuja la gente y preguntas:
“¿Quién me ha tocado?”».
Él seguía mirando alrededor, para ver quién había sido. La mujer se acercó asustada y temblorosa, al
comprender lo que había pasado, se le echó a los pies y le confesó todo. Él le dijo: —«Hija, tu fe te ha
curado. Vete en paz y con salud». Todavía estaba hablando, cuando llegaron de casa del jefe de la
sinagoga para decirle: —«Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?». Jesús alcanzó a oír
lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga: —«No temas; basta que tengas fe».
No permitió que lo acompañara nadie, más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago.
Llegaron a casa del jefe de la sinagoga y encontró el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a
gritos. Entró y les dijo: —«¿Qué alboroto y qué lloros son éstos? La niña no está muerta, está dormida».
Se reían de él. Pero él echó fuera a todos y, con el padre y la madre de la niña, la cogió de la mano y le
dijo: —«Talitha qum» (que significa: «Contigo hablo, niña, levántate»). La niña se levantó inmediatamente
y comenzó a caminar; tenía doce años. Y se quedaron totalmente admirados. Les insistió en que nadie se
enterase; y les dijo que dieran de comer a la niña.

Palabra del Señor.

R. Gloria a ti, Señor Jesús.
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Palabra de Dios N° 31 #PrimeroMiSalud

Comentario Biblico

“Tu fe te ha curado... basta que tengas fe” (cf. Mc 5,21-43)

La inmortalidad: El libro de la Sabiduría (cf. Sb 1,12s) nos deja un tema claro: A Dios no le agrada la
muerte, ni Él es su causante. Si ésta existe es por alguien totalmente ajeno a DIOS: “la envidia del
diablo”. Hoy las lecturas nos invitan por tanto a tener conciencia del fundamento de la muerte y su
alcance.

En el Evangelio (cf. Mc 5,21-43), san Marcos nos presenta justamente a la muerte con el papel de
perseguidora acérrima. Por un lado, una hija cuyo padre se encuentra en la más dura impotencia; ¡su
corazón está terriblemente angustiado! La muerte es una partida perdida para él. Todo se vuelve más
desesperante cuando recibe la noticia que es demasiado tarde.

Por otro lado, vemos a una mujer que ha gastado todos sus bienes materiales para enfrentar también
una muerte lenta; pero la riqueza, el dinero, han proclamado su derrota definitiva. Es un cuadro muy
típico por desgracia de nuestro mundo, en cualquiera de sus puntos cardinales: ¡Ahí está la muerte!,
¡el luto es parte de nuestra historia! Es inevitable y hasta desearíamos que ni se le haga mención.

Sin embargo, nos encontramos con el Maestro que nos enseña a mirar de frente a esta realidad;
nunca a darle las espaldas. En los casos mencionados, Jesús curó, hizo atrás la muerte. Y lo ha
seguido haciendo. Pero, nos muestra algo más importante, porque Él también tendrá que atravesar
ese túnel. Nos deja claro que DIOS ama, que por eso mismo es el DIOS de la vida; por eso, ninguna
muerte provocada tiene justificación. ¡Sólo el amor auténtico es capaz de dar vida, o de dar la vida por
el que se ama!

Por otro lado, nos enseña a afrontar la muerte temporal, poniendo los ojos en la inmortalidad que Él
sembró en cada alma. De hecho, aquí la muerte sólo se ha detenido. Pero nos deja claro que se puede
vencer definitivamente: “¡Tu fe te ha curado!”, “¡sólo cree!” Es decir, aquel que vive radicalmente su fe
vencerá definitivamente la muerte (Por eso mismo, no hay cupo a la desesperación). La fe tiene un
poder, el del amor. Es lo que Cristo nos enseña: ¡no le asusta la muerte! Más aún, es capaz de morir,
¡porque nos ama! ¡Y este amor es el que nos da la vida eterna! Y justamente tenemos a nuestro
alcance el sacramento del Amor: ¡la Eucaristía!

Pbro. Rafael Joaquín Vargas Martínez

Párroco de la Iglesia San Juan Bautista (Macusani - Puno)
Prelatura de Ayaviri
Palabra de Dios N° 31
Profesión de Fe (de pie)
Creo en un solo Dios,
Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado, de la misma naturaleza
del Padre, por quien todo fue hecho;
que por nosotros, los hombres, y por nuestra
salvación bajó del cielo
(todos se inclinan)
y por obra del Espíritu Santo se encarnó de
María, la Virgen, y se hizo hombre;
y por nuestra causa fue crucificado en tiempos
de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado,
y resucitó al tercer día, según las Escrituras,
y subió al cielo, y está sentado a la derecha del
Padre;
y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos
y muertos,
y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo recibe una misma
adoración y gloria;
y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y
apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo para el
perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos
y la vida del mundo futuro. Amén.
Plegaria Universal
Oremos, a Dios Padre todopoderoso, por Jesucristo, su
Hijo, en la unidad del Espíritu Santo, y presentemos
nuestras oraciones con fe diciendo: SEÑOR, ESCUCHA
NUESTRA ORACIÓN.
1. Por la Santa Iglesia de Dios, para que sepa guiar a los
fieles al encuentro con Cristo, sea animadora de la fe, y dé
siempre testimonio creíble. Oremos.
2. Por los gobernantes de las naciones más poderosas y
desarrolladas, para que compartan también sus bienes con
los países más necesitados. Oremos.
3. Por los que sufren en el mundo, especialmente los
enfermos, para que la Palabra que hoy hemos escuchado
incremente en ellos la fe y puedan ser sanados de sus
enfermedades físicas y espirituales. Oremos.
4. Por todos nosotros aquí reunidos, para que recibamos
hoy la gracia de acrecentar nuestra fe y permitir que Dios
obre en nuestra vida. Oremos.
5. Para que todos los que sufren las consecuencias de la crisis
sanitaria encuentren una mano solidaria y no pierdan la fe.
Oremos.
#PrimeroMiSalud
Escucha, Padre del amor, las plegarias que como
comunidad cristiana te hemos presentado, y también
todas las que cada uno de nosotros lleva en su corazón.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
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Oración sobre las ofrendas
Oh, Dios, que actúas con la eficacia de tus sacramentos,
concédenos que nuestro ministerio sea digno de estos
dones sagrados. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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Antífona de comunión Sal 102, 1
Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su
santo Nombre.
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Oración de la Comunión Espiritual
Creo Señor mío que estás realmente presente en el
Santísimo Sacramento del altar. Te amo sobre todas las
cosas y deseo ardientemente recibirte dentro de mi alma;
pero, no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, ven
al menos espiritualmente a mi corazón. Y como si te
hubiese recibido, me abrazo y me uno todo a Ti; Oh
Señor, no permitas que me separe de Ti. Amén.
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Oración después de la comunión
La ofrenda divina que hemos presentado y recibido
nos vivifique, Señor, para que, unidos a ti en amor
continuo, demos frutos que siempre permanezcan.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
La Palabra de cada día
28 LUNES rojo
SAN IRENEO, obispo y mártir (MO)
Gn 18,16-33; Sal 102; Mt 8,18-22
28 LUNES rojo
MISA VESPERTINA DE LA VIGILIA (S) PRECEPTO
Hch 3, 1-10; Sal 18; Gá 1, 11-20; Jn 21,15-19
29 MARTES rojo
SAN PEDRO y SAN PABLO, apóstoles (S) PRECEPTO
Hch 12,1-11; Sal 33; 2Tm 4,6-8.17-18; Mt 16, 13-19
30 MIÉRCOLES DE LA XIII SEMANA verde
Gn 21,5.8-20; Sal 33; Mt 8,28-34
Se puede celebrar la memoria de los santos
Protomártires de la santa Iglesia Romana (rojo).
1 JUEVES DE LA XIII SEMANA verde
Gn 22,1-19; Sal 114; Mt 9,1-8
2 VIERNES DE LA XIII SEMANA verde
Gn 23,1-4.19; 24,1-8.62-67; Sal 105; Mt 9,9-13
3 SÁBADO rojo
SANTO TOMÁS, apóstol (F)
Ef 2, 19-22; Sal 116; Jn 20, 24-29
4 DOMINGO XIV DEL TIEMPO ORDINARIO verde
Ez 2,2-5; Sal 122; 2Co 12,7b-10; Mc 6,1-6