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Su composición
arquitectónica, todavía muy
sencilla, empieza a adquirir
rasgos propios que le
distinguen de los edificios
que le rodean, dando lugar a
una arquitectura
diferenciada que se ha
interpretado por parte de
algunos autores como el
reflejo de una sociedad
jerarquizada, en la que el
templo constituye el punto
de referencia de la
Principales ciudades de la Baja comunidad y el foco esencial
Mesopotamia del poder. El templo se
convierte así en el centro de
la ciudad.
Los templos elevados
o templos sobre plataforma:
el ziguratt
Los primeros templos sumerios fueron definiendo una tipología de edificio
religioso llamado a pervivir durante toda la historia de la arquitectura
mesopotámica: el ziguratt o torre escalonada, que se convirtió en la
tipología básica del templo mesopotámico.
Reconstrucción hipotética
de la ciudad de Eridú, con su templo elevado
Principales fases de la evolución
• El templo de Eridú
(h. 5.000 a.C. Etapa prehistórica)
• El ziguratt de Ur
(h. 2125-2025. Período Neosumerio)
Los templos elevados o templos sobre plataforma: el ziguratt
1. El Origen: La fase de Eridú (h. 5000 a.C.)
1. La estructura primitiva.
Mosaico de conos de
arcilla procecedente del
Yacimiento de Uruk
2. La fase de Uruk (3500-3200 a.C).
Planta
del
Templo
Blanco
de Uruk
3. El modelo de la Tercera Dinástía de Ur
Imagen y
reconstrucción del
ziguratt de Ur-Nammu,
en Ur
El ziguratt de Ur-Nammu, en Ur,
Según las teorías más aceptadas, la elevación del templo parece estar
relacionada con el significado trascendente que los sumerios otorgaban a
la montaña, a la que veían como una representación de la tierra, en cuyo
interior residía el origen de la vida y de los ciclos de la Naturaleza. A la Gran
Madre se la llamaba Ninhursag, que podemos traducir como “Señora de la
Montaña”. Era lógico, por tanto, que la montaña fuese el lugar de
manifestación de lo divino, punto de encuentro entre los dioses y los
hombres y lugar especialmente adecuado para la ubicación del templo,
pues constituía un espacio sagrado en sí mismo. Según H. Frankfort (Arte y
Arquitectura del Oriente Antiguo (1992), p. 22), el templo construido sobre
una montaña artificial era concebido como una especie de sala donde se
esperaba la manifestación del dios.