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Schmitt, Carl. - La Tirania de Los Valores (2009) PDF
Schmitt, Carl. - La Tirania de Los Valores (2009) PDF
Schmitt, Cari
La tiranía de los valores / con prólogo de Jorge E. Dotti
Ia ed. - Buenos Aires: Hydra, 2009.
164 p ., 21 x 15 cin
© Hydra
Von Wernicke 3083, 1" B
1642 San Isidro, Buenos Aires, Argentina
editorial@hydracapacitacion.com.ar
Cari Schmitt
La tiranía
de los valores
H Y D R A
3 \000^
Indice
Introducción (1967)..................................... 91
La edición privada de 1960......................... 125
Nota complementaria:
Schmitt lee a Borges,
por Jorge E. Dotti 149
Filio que. Una tenaz apología
de la mediación teológico-política
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1. Interpretación más que presentación, quizás quepa leer estas páginas luego
del breve y sugestivo ensayo de Schmitt; leerlas como un epílogo más que
como un prólogo.
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bajos (le los años 1934-37, sobre todo dirigidas contra el «espíritu judío» en
el Derecho, y que recurren a términos y fórmulas con connotaciones racia
les, pero que no dejan de resultar ambiguos y no calman las objeciones y sos
pechas de los ideólogos nacional-socialistas. La crítica al judaismo en traba
jos de 1938 a 1943 (iiiayoritariamente dedicados a la dimensión internacional
de lo político) se inscribe en el tipo de antijudaísmo de impronta metafísica,
teológico-política, al que estamos haciendo referencia.
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12. Sin embargo, Marx entiende también que, inclusive cuando la revolución
haya liquidado la sociedad burguesa, pero sin que todavía encuentre plena
realidad la comunista, o sea en la sociedad dictatorial de transición bajo el
control y la administración del Partido, sigue rigiendo la ley del valor-tra
bajo contenido.
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13. Valga como ejemplo: ¿ijué elemento del valor político es el más importante:
la institucionnlidad, la cupacidnd decisoria en las crisis, la recepción positiva
de las críticas públicas, etc.? En lo relativo al valor religioso, entendemos que
la fe es el elemento superior, y coincidimos con Hobbes y Schmitt en que, si esa
fe no conlleva obediencia a los mandamientos y preceptos divinos (y la angus
tia culposa por su violación puede ser una parte peculiar de esta obediencia),
a la par que una actitud de respeto hacia las normas civiles (que incluye un com
promiso patriótico y cívico no simplemente utilitario), resulta sometida a un va
ciamiento de sentido. Este último aspecto es, por cierto, altamente discutible.
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14. El Jurist no aceptaría esta genealogía, pero creemos que la filiación puede
sostenerse: Rousseau veía en el gesto de compararse con el otro el origen de
la injusticia.
15. En plena Depresión (1932), Hollywood proporciona la teatralización más
popular del estado de natui’aleza liberal con el famoso «Me Tarzan, you
Jane» y confirma la opinión de Adam Smith sobre el fundamento de la di
visión del trabajo en la propensión esencial del ser humano al intercambio,
evidente en el lenguaje mismo (1763 circa: «a certain principie or propen-
sity in human nature [ ...] common to all men, and to be found in no other
race o f animáis, a propensity to truck, barter, and exchange one thing for
another»). Ya Turgot, a mediados de siglo, había asociado com unicabili
dad lingüística y dineraria.
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Nota del traductor
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del «‘-«pañol que «len cuenta «Irl sentido mentado cii el texto. Animismo, en los
casos en los «pie fue posible, intentamos reponer un ciptivulentc de los jue
gos de pulnhrns en alemán. Hemos traducido aufwerten (aumentar el valor
«le nlg«i) por üaiorúí«r; ahwerten (disminuir el vulor de algo) por desualori-
za r; tuerten (valorar, emitir valoraciones) por valorar; finalmente, hemos
vertido uenverten, el término «le lejos más com plejo, como a) revulorizar o
b) pon er en valor, seguí» el eontéxto. En el texto, el uso de dicho término
alude a) a la rcutilización eventual «le una mercancía que parece hallarse
Fuera del circuito «le la producción y el intercambio y b) al proceso contem
poráneo de transformación «le to«la clase «le entidad en un candidato a ocu
par una ubicación en el sistema y la lógica «leí valor y, por ende, a volverse
intercambiable. Hemos traducido los términos Hoherwertigkeit y Minder-
ivertigkeit -qu e sólo aparecen en el apartado V—por supravalencia e infra-
valencia respectivamente, para evitar confusiones con el término técnico mar-
xiano Mehrivert, plnsvalor. [N. del T.]
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«•n alguno» supuestos: rumo ejemplo, ru los rasos en tpie t-1 valor «Ir la pro-
pinlail «i el bien va ostensiblemente mayor til del propio sintió. [N. «tal T. j
9. Estas frases se encueiilnui mi lo» páginas finetas «ta La cuestión judía (11114),
respuesta de Karl Marx a las conclusiones de L)ie Fühigkeit cler heutigen Judcn
uttd Christen,frei zu iverde n . escrito en 1843 por Bruno B aile i\ Marx acusa a
Baner de tratar la cuestión tle la «auancipacion como un prolilcimi exnlnsivii-
U1 en te religioso y no romo un problema político-social. Esto último rripiiere «pie
s«* descubra el futo lamento profano «le la religión judía, «pie Marx ubica en el
interés egoísta. En tiste contexto «'lirón tramos las citas que utiliza Sehmitl: «El
dinero es el celoso Dios «le Israel, ante el cual ningún otro dios pinole subsistir.
El dinero mancilla a todos lo» dioses del hombre y los convierte en una mer
cancía. El dinero es el valor general, constituido para sí, de todas las cosas.
Ha robado por eso su valor peculiar al inundo entero, tanto al mundo humano
como a la naturaleza. El dinero es para el hombre la esencia extrañada de su
trabajo y de su existencia, y esta esencia extraña lo «loiuína y él la adora». La
cita corresponde a Karl Marx, Zur judenfruge, en: Karl Marx, Friedricli En-
gels, Werke. H erausgegeben vota Instituí fi'tr Marxismits-Leninisimis beim ZK
der S E D , Berlín, Dietz, 1956, tomo I, pp. 374-375. [N. «tal T.]
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1U. Con «tasas de indemnización (Wehrgeld Taxén) del derecho pemil pri
mitivo», Sdmiitt se refiere a lu palahra compuesta por Geld%«dinero» y Wer1
del latín t;ir, «hom bre», esto es. el precio de un hombre, la reparación que
en el antiguo derecho germano estaba obligado a efectuar un asesino en la
forma «le una compensación económica para aquellos afectados por el cri
men. Una porte se pagaba al príncipe como compensación por la perdida de
un súbdito y lu ruptura del orden público y otra parle se destinaba al fami
liar masculino más próximo de la víctima. Se aplicaba sin embargo también
como una forma de reparación «le otro tipo de actos criminales y dejó de
utilizarse en el siglo XII. En el antiguo derecho penal inglés tenía un nombre
similar, Weregdd. La oposición nietnlico/hillcte traduce los términos alema
nes Substanzgekl/Chartalgeld. [N. del T.]
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14. Cf. Gesammelte TFer/ce, tomo VIII, 2da. edición, Bern/München, 1960,
pp. 430 ss., 481.
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15. W e h e r e je m p lific a a p a r t ir d e l c a s o en q u e u n h o m b r e le d ic e a su m u
j e r : «e n u n p r in c ip io n u e stra r e la c ió n e r a s ó lo p a s io n a l, a h o r a es u n v a lo r »
(e n el e n s a y o s o b r e el s e n tid o d e la p r e s c in d e n c ia v a lo r a t iv a , Gesammelte
Aufsatze zur Wissenschaftslehre , 1951, p p . 492 s s .; v é a s e la e d ició n fra n cesa
d e P ió n , a c a r g o d e J u lien F r e u n d , p p . 4 2 6 s s .).
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20. Schinitt se refiere aquí al libro escrito por el jurista Karl Binding junto
al psiquiatra Alfred Hoche: Die Freigabe der Vernichtung lebensuniverten
Lebens. Ihr Mafi und ihre Form, Leipzig, Félix Meiner Verlag, 1920, ya men
cionado en el apartado «Ejecución no mediada y legalmente mediada del
valor» de la edición privada de 1960. [N. del T.]
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21. Schmitt se refiere aquí al ensayo (le Ortega y Gasset llamado «¿Qué son
los valores? Iniciación en la estimativa», publicado originalmente en la Revista
de Occidente en 1923. Desde 1947 en adelante, el texto figura bajo el título de
«Introducción a una estimativa. ¿Qué son los valores?», en la edición de las
Obras Completas (tomo Vi) del filósofo madrileño. Ortega sigue a Scheler en
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semántica del término: «¿Ha sorteado la transición hacia las doctrinas objeti
vas del valor uf|ue.l abismo que separa lu cientificidad prescinden le de valores
(ivertfrcic Wissensclwfllichkcit) de la libertad humana de decidir (menschliche
Entscheidungsfreilicit)?*. [N. deiT .]
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29. Martin Heidegger, «Nietzsches Wort “ Gott ist tul” » , en Holzwege, Frank-
furt ain Main, Vitlorio Klostennann, 1950, pp. 209-210.
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30. Max Weber, «Wisscusrliaft ais Beruf», 1919, impreso en los Gesammelte
Schriften sur Wissenschafstlehre, 2da. edición, al cuidado de Johannes Win-
ckelmann, Tiihingen, 1951, p. 558; Gesammelte politische Schriften, 2da.
edición, editado por Johannes Winckelmann, Tiibingen, 1958, pp. 547-548
(conclusión de la conferencia «Politik ais Beruf»), Sobre la «lucha de los
ordenamientos «le valor», consúltense las paginas de los Gesammelte Schrif
ten zar Wissenschaftslehre, mencionadas por Johannes Winckelnuinn en el
índice analítico (pp. 150, 153 ss., 490, 491 ss., 503, 587 ss., 592).
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El punto de ataque
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de Amérioo Castro se habla una y oLra vez de valores. Sin embargo, el sentido
lingüístico de la palabra latina v a l o r no es idéntico til Wert [valor] del alemán;
al respecto véase mi contribución ul Fvstschrift zxt Ehren von Prof. Legaz y
Lacanxbra. Santiago de Com póstela, 1960.
35. Hainer Specbl buce esta distinción en el artículo «Zur Slruktnr formal*
material geliaulei* Rcchtspliilosopliirn». en A r c h i v / i t r l i r r h t s - u n d S o s itU -
I t h ilo s o p h ifí , tomo XI.IV/4, Nemvied & iicrlin, Lueliterhund, 1950, pp. 475-
493. Es claro qilit la jittsirión de uitu proposición no «rs lo mismo, lili
punto de vista conceptual, que la posición de uu estatuto (de una ley), látiro
aquella jio.hícíóii insiste en llegar a realizarse. Cuán rápido pueden los dic
tados de la razón conducir por este camino a la dictadura de los sujetos por
tadores de valores y sensibles a éstos, es figo <pie enseña la historia de las
revoluciones modernas; los legisladores y los tiranos eran ya en la Antigüe
dad vecinos cercanos. Las agudas distinciones de Ruiuer Specbl no han de
ser por ello refutadas, sino untes bien completadas a partir de nuestras con
sideraciones. Specht incluso comen la que «la tesis no está simplemente ex
puesta, sino que produce efectos», y continua: «en cierto sentido, el carác
ter tético modifica el núcleo por él alee Indo, en cuanto, por así decirlo, hace
de un mero noerna un d i k a i o m a . Ednnind Husserl se ha referido una y otra
vez a situaciones análogas» (p. 484). Correctísimo. Pero ¿qué significa que
este carácter tético. este carácter ponente no sólo «está ex-puesto», no sólo
se suma y no sólo «acompaña» al valor? Significa que no es sólo «en cierto
sentido» que tienen lugar modificaciones a partir del carácter tético-ponente,
como dice Ramer Specbl; antes bien, la lógica del poner c imponer es inhe
rente a la esencia del valor y pertenece inextricablemente a la lógica misma
del valor.
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39. Nicolai Hartmann, Eí/ii/c, 1926, pp. 524 ss. En la obra del teólogo cató
lico Werner Schollgen, Aktuelle Moralpróbleme, Düsseldorf, Patinos, 1955,
p. 144, la expresión de Nicolai Hartmann sobre la tiranía de los valores es ci
tada en efecto con vivida aprobación, sin que de ello se extraigan en princi
pio argumentos para la crítica de la filosofía del valor misma.
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42. Johann Wolfgang von Goethe, Mttximen und Reflexionen, IX, §536. Al
pasaje que cita Srlmiíll lo antecede un piirngrufa que trata acerca de cómo
los pueblos pedantes e incapaces se molestan ante cada gran idea que, como
un Evangelio, ingresa al mundo; su pedantería o incapacidad hace justamente
que la tomen como una gran tontería (IX, §535). En este contexto dice Goe
the que «una Idea siempre hace su aparición como un huésped extraño:
cuando comienza a realizarse, apenas se distingue de la fantasía y lo visio
nario». [N. del T.]
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