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caer en
sanciones
fiscales
(declaración
anual) de la
sastrería y
uniformes luz-
ginneth?
JUSTIFICACION
DECLARACION ANUAL
En abril de cada año las personas físicas contribuyentes tenemos
la obligación de presentar nuestra declaración anual, relativa al
ejercicio fiscal inmediato anterior, la cual además de ser un
resumen de lo que ya se declaró a lo largo del año a través de los
pagos provisionales (a excepción de las personas físicas que solo
perciben ingresos por sueldos y salarios y asimilados que no
tienen dicha obligación), nos permite agregar a nuestros gastos
las deducciones personales tales como:
Honorarios médicos, dentales y hospitalarios.
Gastos funerarios.
Donativos.
Intereses reales efectivamente pagados por créditos
hipotecarios para casa-habitación.
Aportaciones complementarias de retiro, a planes personales
de retiro o la subcuenta de aportaciones voluntarias.
Primas de seguros de gastos médicos.
Transportación escolar de los descendientes en línea recta,
cuando esta sea obligatoria.
Colegiaturas.
Y si bien es cierto que a partir de 2014 se ha establecido un límite
para algunas de estas deducciones, también es cierto que en
muchos de los casos al presentar nuestra declaración anual nos
permitirá eventualmente obtener un saldo de ISR a nuestro favor.
Como tip, si consideramos que tal declaración puede ser
presentada durante todo el mes de abril, debemos aprovechar la
ventaja de presentarla dentro los primeros días a fin de obtener la
devolución de manera inmediata. También tenemos que tomar en
cuenta que si el saldo a favor obtenido es superior a $10,000.00,
la Declaración deberá ser presentada con la Firma Electrónica
(FIEL), la otra opción que se puede señalar es la compensación,
en cuyo caso el saldo de ISR a nuestro favor lo utilizaremos contra
impuestos futuros. Debemos incluir también algunos ingresos que
la propia Ley del Impuesto sobre la Renta considera como
exentos, tales como viáticos, enajenación de casa-habitación,
herencias y legados, los cuales dejan de tener el carácter de
exentos cuando no se manifiestan en dicha declaración, así como
reportar datos informativos de préstamos, donativos y premios
obtenidos durante el ejercicio que en lo individual o en conjunto
excedan de $600,000.00.
Al momento de elaborar nuestra declaración anual, aplicamos el
criterio de la autodeterminación, el cual se encuentra plasmado en
las propias leyes fiscales, es decir, los contribuyentes proceden a
determinar su propio crédito fiscal, sin embargo, la autoridad tiene
la facultad discrecional para comprobar que la autodeterminación
se llevó a cabo de acuerdo con las disposiciones fiscales aplicables
y en su caso podrían determinar impuestos omitidos y sus
respectivos accesorios.
El hecho de omitir el pago del Impuesto sobre la Renta del
ejercicio no es razón suficiente para considerar que un
contribuyente incurrió en el delito de defraudación fiscal, sin
embargo, cuando la omisión también se dé como consecuencia de
engaños o el aprovechamiento de errores, se correrá el riesgo de
ubicarse en el delito de defraudación fiscal, el cual puede ser
sancionado con prisión que va desde los tres meses hasta los
nueve años, dependiendo del monto de lo defraudado y cuando no
sea posible determinar el monto de lo defraudado la sanción será
de tres meses a seis años de prisión, además de lo antes señalado
existen otros supuestos que son tipificados como defraudación
fiscal, tales como:
Consignar en las declaraciones deducciones falsas o ingresos
acumulables menores a los reales o realizar erogaciones
superiores a los ingresos y no se compruebe ante la autoridad el
origen de la discrepancia.
Beneficiarse de un subsidio o estímulo fiscal sin derecho a
ello.
Omitir por más de doce meses las declaraciones que tengan
el carácter de definitivas, así como la de un ejercicio fiscal.
No debemos olvidar que en caso de que el monto de las
erogaciones (gastos, adquisiciones de bienes y depósitos en
cuentas bancarias, en inversiones financieras o tarjetas de crédito)
realizadas en un año calendario sean superiores a los ingresos
declarados por el contribuyente, las personas físicas podrán ser
objeto del procedimiento de discrepancia fiscal por parte de las
autoridades fiscales, el cual tiene como propósito fundamental la
determinación de impuestos a cargo del contribuyente para su
posterior liquidación.
Las citadas erogaciones se presumirán ingresos tanto para
personas físicas que no estén inscritas en el Registro Federal de
Contribuyentes, o que estándolo, no presenten las declaraciones a
las que están obligadas, o bien que las declaraciones presentadas
reporten ingresos inferiores a las citadas erogaciones, en el caso
de las personas físicas inscritas en el régimen de sueldos y
salarios y que no estén obligadas a presentar dicha declaración, se
considerarán como ingresos los declarados por el retenedor.
Derivado de lo antes comentado, es necesario tomar en cuenta
que hoy en día no basta con vigilar que nuestras deducciones
cumplan con los requisitos fiscales que impone la autoridad, sino
también vigilar que todas las transacciones que realicemos a lo
largo del año no nos hagan caer en supuestos de la autoridad que
eventualmente nos pudieran llevar a ser motivo de la citada
discrepancia fiscal, por lo tanto operaciones tales como prestamos,
donativos, ventas de automóviles entre otros, debemos de
analizar su efectos fiscales antes de realizarlas.