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ASIGNATURA:

ENSAYO: IMPORTANCIA DEL FARMACÉUTICO CLÍNICO EN


ELSERVICIO DE URGENCIAS EN EL HOSPITAL

ALUMNO:
LUIS ERNESTO SOLANO PATERNINA

DOCENTE:

PROGRAMA: REGENCIA EN FARMACIA

SEMESTRE V

UNIVERSIDAD DE SUCRE
Sincelejo Febrero 26 de 2020
“IMPORTANCIA DEL FARMACÉUTICO CLÍNICO EN EL SERVICIO DE
URGENCIAS DEL HOSPITAL”

Pese a que la presencia del farmacéutico en los Servicios de urgencia en el


Hospital (SUH) se remonta a los años 70, inicialmente sus funciones estaban limitadas a
la gestión y distribución de los medicamentos. Afortunadamente, en los Últimos años se ha
observado una evolución hacia un perfil de farmacéutico clínico, capaz de ofrecer una amplia
gama de servicios. Esta incluye: adecuación de tratamientos a la guía farmacoterapéutica de
cada centro, atención farma céutica a pacientes, obtención de anamnesis farmacoterapéutica,
garanti zar la continuidad en las transiciones asistenciales, resolución de consultas, revisión de
prescripciones, asistencia en casos de intoxicación, formación de residentes y estudiantes,
etc.
La implantación y liderazgo de programas de conciliación es otro de los campos
desarrollados por los farmacéuticos. Se ha estimado que prácticamente la totalidad de los
pacientes presentan discrepancias en sus listas de medicación habitual. El farmacéutico ha
demostrado la capacidad de obtener una anamnesis farmacoterapéutica correcta y completa,
identificando un mayor nÚMero de fármacos habituales por paciente respecto al médico,
probablemente debido a la posibilidad de dedicar un mayor tiempo a la entrevista con el
paciente o familiar. Asimismo, es frecuente detectar errores de conciliación en un elevado
porcentaje de los pacientes tratados en el SUH, siendo la causa principal la omisión de un
tratamiento necesario para el paciente. La aceptación de las intervenciones farmacéuticas por
parte de los Urgenciólogos es elevada y más de la mitad de los errores de conciliación
detectados se consideran clínicamente relevantes. En población de edad avanzada se ha
demostrado que la conciliación de la medicación, realizada mediante la incorporación de un
farmacéutico especialista, es capaz de reducir los PRM en los pacientes ancianos con alto
riesgo de padecerlos que son atendidos en una unidad de corta estancia vinculada a un SUH.

En varias ocasiones hemos hablado de la importancia de seguir correctamente


los tratamientos prescritos por el profesional de la salud para conseguir así los
mejores resultados, haciendo énfasis en los enfermos crónicos. En las
instituciones hospitalarias, estudios realizados en el seguimiento de los
tratamientos dan a conocer que no sólo los pacientes son responsables del
bajo cumplimiento, sino que también debíamos buscar soluciones en los
profesionales sanitarios.
Así, en el caso del farmacéutico la Organización Mundial de la Salud destaca el
importante rol que desempeña este profesional sanitario por sus conocimientos
y por situarse como el más accesible a la población. Por este motivo, y para
hacer frente al problema del incumplimiento terapéutico, el farmacéutico debe
informar y aconsejar a los pacientes sobre los fármacos que está ingiriendo,
realizar el monitoreo de los tratamientos y detectar posibles problemas
relacionados con los medicamentos, colaborando siempre con los pacientes y
el resto de profesionales sanitarios.
Se hace referenciado muchas veces la importancia de la Atención
Farmacéutica para mejorar la calidad de vida del paciente y mejorar los
resultados de salud. Para ello se describen los aspectos que incluye la Atención
Farmacéutica, como pueden ser la educación e información al paciente para
conseguir los máximos beneficios y seguridad terapéutica o el seguimiento de
los tratamientos para que los pacientes cumplan correctamente y se eviten
posibles problemas asociados a su uso.
En todos los niveles de la atención de salud, la prestación de asistencia es
multiprofesional. Por tanto, el equipo de atención de salud, que
inevitablemente tiene interés por el uso de medicamentos, debe incluir al
farmacéutico. Eso se ha demostrado ampliamente en el enfoque de equipo para
la atención clínica en hospitales y centros de salud.
El farmacéutico de un hospital o una institución:
tiene la oportunidad de interactuar con la persona que prescribe y, por tanto,
fomentar la prescripción y el uso racional de medicamentos;
en las farmacias de los grandes hospitales e instituciones hay más de un
farmacéutico y, por tanto, tiene una mayor oportunidad de relacionarse con
otros, especializarse y adquirir mayor experiencia práctica;
al tener acceso a historiales médicos, puede influir en la selección de
medicamentos y regímenes de dosificación, vigilar la observancia del
tratamiento por parte de los pacientes y la respuesta terapéutica a los
productos administrados y reconocer y notificar las reacciones adversas a los
medicamentos;
puede evaluar y vigilar los patrones de uso de medicamentos con mayor
facilidad que el farmacéutico de la comunidad y, por tanto, recomendar
cambios cuando sea necesario;
participa en los comités encargados de formular políticas, incluidos los que se
ocupan de la selección de medicamentos, el uso de antibióticos y las infecciones
nosocomiales (Comité de Medicamentos y Terapéutica) y, por tanto, influye en
la preparación y composición de una lista o un formulario de medicamentos
esenciales;
está en mejores condiciones de enseñar a otros profesionales de salud el uso
racional de medicamentos;
participa con mayor facilidad en estudios para determinar los efectos
beneficiosos o adversos de los medicamentos y en el análisis de medicamentos
en los humores corporales;
puede controlar la fabricación y venta de medicamentos en el hospital para
garantizar la oferta de productos de alta calidad;
participa en la planificación y ejecución de ensayos clínicos.

En resumen, en los ÚLtimos años el rol del farmacéutico clínico en los SUH ha evolucionado
hasta constituir un miembro más del equipo multi- disciplinar, valorado favorablemente por el
resto de profesionales. Entre un amplio abanico de funciones destaca su participación en la
revisión y optimización de tratamientos, así como su papel en la prevención de error de
medicación. Desde la perspectiva del médico de urgencias, la figura del farmacéutico
clínico en urgencias constituye sin duda una valiosa ayuda, pues los SUH son un área de
especial riesgo de eventos adversos relacionados con los tratamientos farmacológicos, por lo
que en este entorno de alto riesgo la labor de salvaguarda del farmacéutico clínico pueda
ser coste beneficioso.
Por ello, siga estrechamente las recomendaciones de su médico y de su
farmacéutico. La acción conjunta y coordinada de estos dos profesionales
sanitarios producirá unos resultados óptimos con el tratamiento. Y no dude en
preguntarles cualquier duda que tenga sobre su salud y cómo preservarla o
recuperarla.
No lo olvide: Pregunte siempre a su farmacéutico. Él le informará sobre éstas y
otras cuestiones relacionadas. Y recuerde que la intervención farmacéutica
supone una elevada garantía en el proceso global de adecuación, efectividad y
seguridad de los tratamientos con medicamentos.

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