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Afectos
Sobre pasiones y figuras retóricas en la
música
Pequeña monografía escrita que pretende hacer un breve compendio de lo que significa
esta teoría de los afectos y su estrecha relación con la retórica. Se resumen los
postulados de importantes teóricos como Monteverdi, así como las principales figuras
retóricas con las cuales se da práctica a esta doctrina.
“Cada una de las pasiones del ánimo, como la ira, el amor, el odio, etc., y
especialmente el amor o el cariño.” Definición de Afecto, según la RAE.
Es, entonces, el nombre de esta teoría nacido de la traducción del concepto utilizado por primera
vez por los musicólogos alemanes con el nombre de “Affektenlehre” que se refiere a la relación
entre las diversas manifestaciones del sentimiento humano y las posibilidades de expresión de
estas pasiones mediante la música.
1
En su obra ‘avvertimenti ai discreti lettori’
Historia: Del ideal clásico de provocar emociones con la música y
con la palabra.
Puede decirse que es el Renacimiento el momento en el que la humanidad, representada por las
élites intelectuales del Humanismo italiano, siente la necesidad de mirar hacia su pasado para
recobrar un cierto rumbo artístico e intelectual que había llegado a perderse a lo largo de los siglos
de la Edad Media – realidad no muy ajena a estos días, como apreciación personal -. Dentro de
estos círculos intelectuales tienen lugar toda clase de intentos por rememorar y recrear cualquier
aspecto de la idealizada cultura clásica de los griegos y los romanos, desde los objetos de
cerámica encontrados en las excavaciones de las ruinas romanas, hasta su arquitectura, su
literatura o su filosofía. A partir de entonces, el sueño del Humanismo renacentista consistirá, en
buena parte, en “conseguir equiparar las lenguas y las culturas vernáculas con las
extraordinariamente ricas y flexibles lenguas clásicas”, un empeño que terminaría extendiéndose,
además, a otras manifestaciones de la cultura, inclusive a la escultura y la música.
El redescubrimiento de dos manifestaciones más de la cultura de los clásicos vendrá a mover a los
círculos académicos de la Italia de la época para profundizar en este empeño: como consecuencia
del estudio de las lenguas clásicas, los humanistas entran en contacto con las artes de la retórica y
del teatro. La primera de ellas pone a los intelectuales del Renacimiento en contacto con la idea
de conseguir refinar el lenguaje hasta tal punto que, siguiendo unas técnicas y unos modelos
expresivos determinados, fuera posible mover los ánimos de un auditorio. En cuanto al teatro, el
estudio y la fascinación que los círculos cultos del Renacimiento sienten por las representaciones
clásicas pronto les plantearán el reto de crear un tipo de arte escénica que consiga imitar los
antiguos modelos de representación escénica. De este proyecto nace la ópera primitiva, así como
un estilo musical y un tipo de discurso escénico que tanto los compositores como los hombres de
letras acogen: el denominado ‘stile rappresentativo’. Con esta nueva manera de decir los textos
apoyándose en la música, los poetas y los músicos de la época creen haber encontrado el antiguo
modo de recitar cantando que empleaban los griegos y los latinos en sus representaciones
escénicas. A partir de entonces, todos los esfuerzos se ven encaminados a lograr tal refinamiento
en la elaboración de los textos, tal adecuación entre la música y la palabra y tal perfección en la
dicción y en la interpretación de dicha música, que termine por hacer posible el viejo sueño de
transmitir los afectos contenidos en las obras, así como el de provocar otros nuevos en el
auditorio que atiende a la representación.
Sobre lo postulado por los teóricos
Ya algunos teóricos primitivamente se refieren a esta voluntad de los compositores de conseguir
despertar las emociones gracias a su música. Un buen ejemplo es Gioseffo Zarlino, quien anima a
los compositores a "muover l´animo e disporlo a varij affetti".2 Otros autores de la época, como
Vincenzo Galilei, discípulo del anterior y miembro de la Camerata Fiorentina del conde Bardi,
dedicaron su atención al estudio y redescubrimiento de la música de los clásicos, así como a las
posibilidades de equiparar la música contemporánea con la supuestamente ideal música de las
civilizaciones griega y romana. En los años posteriores, Giulio Caccini, maestro de canto, además
de cantante él mismo, afirma que la meta de todo cantante debería ser la de "muovere l´affetto
dell´animo". 3
2
en su tratado ‘Le Istitutione Harmoniche’
3
en su libro ‘Le nuove musiche’
4
Monteverdi y la ‘seconda prattica’
5
en su obra titulada ‘Syntagma musicum’
6
en su obra ‘Discorsi musicali’
7
en su obra ‘Msurgia universalis sive ars magna consoni et dissoni’
Sobre la Retórica
Así pues, tanto la idea de mover el ánimo humano mediante la música y las palabras como el estilo
musical con el que los artistas del Renacimiento pretendían conseguirlo, el denominado ‘stile
rappresentativo’, tienen mucho que ver con la raíz del pensamiento humanista: “la consideración
del hombre como un microcosmos que expresa a escala reducida el orden mismo de la creación, la
armonía universal. Cobra así sentido toda manifestación artística que exprese la esencia del
individuo, así como cualquier método que encauce los limitados recursos con los que cuenta el
hombre para comunicarse de tal manera que éste pueda servirse de su lenguaje (sea este la
música o la poesía) en la seguridad de que va a responder a sus fines de la mejor manera posible.
Si el fin último de todo lenguaje es el de la comunicación, las reglas de la retórica o las de una
disciplina paralela aplicada a la expresión musical lograrán su fin cuando consigan esa
comunicación suprema que es la empatía (término que procede directamente del griego pathos):
La transmisión, no ya de las ideas o del discurso de los hechos, sino de las emociones, es decir, de
los afectos.”
Los compositores se dedicaron a perfeccionar la capacidad de sus obras para mover los ánimos del
público al que se dirigían, contribuyendo así considerablemente a la creación y desarrollo del
género operístico, así como al perfeccionamiento de aquel ‘stile rappresentativo’ con el que los
músicos y poetas renacentistas pretendían imitar la técnica interpretativa practicada por los
actores del teatro clásico. Pero además, en su empeño por transmitir al auditorio los afectos
presentes en el texto, a lo largo de los siglos XVI y XVII tuvo lugar la creación de toda una técnica
representativa que no solamente se refería a la música o a los textos poéticos, sino también a
aspectos como la utilización deliberada de suspiros, respiraciones agitadas, diversos tonos de voz y
otros artificios que probaban la capacidad de un intérprete para transmitir al público unas
determinadas emociones.
Con el tiempo fue desarrollándose todo un conjunto de técnicas y de estéticas asociadas a los
diferentes instrumentos musicales, que tenía por objetivo el revelar la capacidad expresiva propia
de cada uno de ellos para lograr el mismo fin de comunicar los diferentes afectos a los auditorios
que ya se pretendía desde mucho tiempo atrás en el campo de la interpretación musical propia de
la voz humana. El teórico Johann Mattheson retomó en 1713 la teoría de los afectos para
aplicarla a los instrumentos musicales y a sus diferentes timbres, llegando incluso a “atribuir un
determinado color emotivo a cada instrumento”. 8 Este es también el objetivo último que revelan
diversos tratados de interpretación instrumental, como el titulado ‘Versuch einer Anweisung die
Flöte traversiere zu spielen’ (Ensayo de un método de enseñanza para tocar la flauta travesera),
compuesto por el flautista Johann Joachim Quantz.
8
en su obra Das Neu-Eröffnete Orchestre,
Segunda Parte: Retó rica Musical
La teoría puesta en prá ctica
Por Daniel Aedo
Desarrollo.
“La “doctrina de los afectos” consiste en racionalizar las pasiones para poderlas
imitar (en un sentido aristotélico)” 9. Esta frase nos explica resumidamente lo que
principalmente consiste esta doctrina, la cual, desarrollaremos a lo largo de
nuestro trabajo.
Hay que destacar que este este uso de la emociones en el arte, es completamente
opuesto al uso del Romanticismo, debido a que en esta época, las emociones o
sentimientos que expresaban los artistas eran espontaneas, subjetivas, bajo la
propia emoción del creador, intentando emitir sus propios sentimientos a los
demás por parte de su experiencia y sus expresiones propias. La doctrina de los
afectos es totalmente objetiva, ya que las emociones están sutilmente
estructuradas bajo un predeterminado movimiento musical.
Plan Retorico.
9
La Retórica Musical y la Doctrina de los Afectos – Prof. Juan Francisco Sans. Universidad Central de
Venezuela. PDF. Pág. 2
El plan retórico consiste en el uso de la retórica y de la estructura del discurso
empleada en las obras musicales de los artistas barrocos, “El plan retórico
representan los pasos metodológicos a seguir, que permiten crear y organizar de
forma sistemática el discurso.”10
Los cuatro niveles del plan retorico son: Inventio, Elaboratio, Decoratio y Elucotio.
1.- Inventio.
Es el primer paso para la creación de una obra con figuras retoricas. En este
segmento se idealiza o se piensa cual es el mensaje que se quiere transmitir a la
sociedad, cual es la idea y la forma de la creación musical. Se establecen las
ideas centrales y su principal mensaje, para esto, los compositores empleaban el
uso de los tópicos, los cuales racionalizaban las fórmulas de uso común y las
ejecutaban en sus respectivas obras.
2.- Elaboratio.
3.- Decoratio.
10
Ibíd. Pág. 3
11
Ibíd. Pág. 4
12
Ibíd. Pág. 5
Tercera Parte: Conclusió n y Ocaso de la
Teoría de los afectos
Si a lo largo de los siglos fueron muchos los teóricos de la música que intentaron organizar en una
especie de gramática de "figuras" los medios de los que se habían servido los compositores para
perfeccionar su música según el objetivo de lograr la transmisión de las pasiones humanas, lo
cierto es que el considerar la existencia de una teoría de los afectos no quiere decir que los
compositores barrocos tuvieran en su mente toda una codificación de "figuras" musicales
equivalentes a las figuras retóricas, en función de las cuales compusieran sus obras. La expresión
de los afectos en música se encontraba en la época y ha permanecido desde entonces dentro de
unos límites mucho más difusos que los que han marcado los contornos de la expresión retórica
– o al menos eso señalan los libros estudiados -.