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M. NICHOLI, JR.
LA CUESTIÓN DE DIOS
EDICIONES RIALP, S. A.
MADRID
La cuestión de Dios es un libro a la vez
profundo
leerlo.
Índice
Prólogo
Freud y C. S. Lewis
2. EL CREADOR: ¿Hay una Inteligencia
por
realidad?
objetivo?
sublimado?
del sufrimiento?
Epílogo
Bibliografía
Agradecimientos
Prólogo
cultura y lenguaje.
significativo en la secularización de
nuestra cultura. En el siglo diecisiete la
Freud atacaba.
* * *
diametralmente opuestos: el de un
creyente y el de un no creyente. (Freud
considerar».
* * *
de los estadounidenses.
PARTE PRIMERA
LOS PROTAGONISTAS
3
entendían ese término» .
Antecedentes de Freud
8
«neurosis obsesiva universal» . Puede
haber sido también la primera
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de nuevo a Roma» .
13
Querido hijo:
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dice la gente que es jesuita, lo que no
puedo creer... » .
Entonces
Freud
hizo
un
asombroso
cuasi-reconocimiento:
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educación médica.
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profundamente asentados.
El objeto de su libro, escribió Feuerbach,
era «la destrucción de toda
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afirmaciones de Feuerbach.
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encontrar resistencia .
profundamente
defectuosos...
predispuestos
numerosas
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del comienzo de mi práctica médica» .
Muchos investigadores hacen notar
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desprecio .
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monopolizar. Determinadas
observaciones nos muestran a qué
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la creencia en Dios.
Antecedentes de Lewis
C. S. Lewis, en su autobiografía
Cautivado por la alegría, describe a su
familia de forma sucinta. Aunque nacido
en Irlanda, su padre era galés y su
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«añorar» . Después de haber rechazado el
ateísmo, miró hacia atrás y se
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empezó a extenderse... » .
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un grosero, en un “snob”».
50
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suficiente» .
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imaginación» . Lewis no se dio cuenta
entonces de que MacDonald estaba
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mantenido al margen...» .
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amigo» ; «mi madre enferma» ; «mi
anciana madre» .
61
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resultaba muerto» .
* * *
Las primeras experiencias vitales de
Freud y Lewis muestran un
EL CREADOR
63
«apartando» de «las fábulas religiosas» .
«El mundo no es una guardería»,
mutuamente excluyentes.
* * *
64
cosmovisión es desacreditar su
alternativa. Así, Freud se empeñó en un
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contradicciones, revisiones y
falsificaciones»; decía que ninguna
persona
creyentes.
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de la humanidad» . Se preguntaba si
«Jesucristo... no es una creación
69
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* * *
Durante los treinta primeros años de su
vida, Lewis compartió el
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interés en ello» .
y claridad.
enemigo».
* * *
72
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entre ellos» .
Muchos estudiosos han reconocido que el
argumento de Freud refleja la
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esencialmente el pensamiento de la
Ilustración del siglo XVIII, renovado y
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muy específica.
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pequeño» .
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sentía seguro» .
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religión».
* * *
de desesperación y dolor y no es
ciertamente algo que uno desearía.
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o eco, o espejismo».
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caminar» .
* * *
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él.
Tanto Freud como Lewis, de adultos,
experimentaron gran dificultad
quede satisfecho.
101
fuertemente su existencia.
* * *
cuidadosamente el fundamento de su fe y
lo encontraron intelectualmente
102
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autoridad paterna» .
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psicoanálisis infantil» , siguió siendo uno
de sus amigos más cercanos a lo
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psicópata.
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tal» .
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psicológicamente enfermos?
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CONCIENCIA
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científica» .
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ha construido» .
existencia de Dios.
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permanecen firmes.
cultura.
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practicado? »
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instancia
psíquica
continúa
las
funciones
que
anteriormente
desempeñaron... [los padres]: observa al
le imparte órdenes, lo corrige y lo
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bíblico tradicional .
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un discurso en el banquete de la
Academia de jóvenes diablos, Escrutopo,
postura de soy-tan-bueno-como-tú.
144
aceptar» .
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conciencia.
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coerción social podrá evitarlo» .
desaparecerían la rigidez y la
inmutabilidad de todos estos
mandamientos».
157
actitud más amistosa ante ellos» .
158
ateísmo» .
159
Orgullo» .
«imposible».
al concedérsele satisfacciones
ocasionales, se atenúa, por lo menos
160
transitoriamente» .
161
naturaleza».
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LA GRAN TRANSICIÓN
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la luz de la historia? »
169
contradicciones procedentes de su
profunda ambivalencia hacia la
cosmovisión espiritual.
170
historia de la organización.
171
humana?
no existiera.
Lewis escribió en una carta que el cambio
que transformó su vida fue
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dirección equivocada?
175
mantenerla cerrada».
176
toda Inglaterra» .
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algo así» .
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es Cristo» .
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mi caso!» .
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encajando.
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las causas humanas inmediatas de mi
conversión» . «Las conversiones
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incluso, peligroso» .
198
fe.
199
a la vida» .
PARTE SEGUNDA
FELICIDAD
vida?
contraste es fascinante.
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nuestras vidas?
202
experimentamos un sentimiento de
culpabilidad que nos hace sentirnos
superyó.
203
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felicidad» , la gente tiende a buscar su
felicidad sobre todo en relaciones
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humor ansioso».
condenado a la decadencia y a la
aniquilación, ni siquiera puede prescindir
208
más doloroso que cualquier otro» .
209
tal» .
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una a la otra».
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sino aumentadas» .
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hambre eternamente» .
* * *
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231
realiza enseguida todas sus amenazas» .
Mucho más tarde, en una carta a
232
233
mucho. Si se tratara de otro diagnosticaría
depresión senil» .
sentimientos de desesperanza y
desamparo, una interpretación negativa
de
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liberación?»
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desgracia» .
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perdido perdiéndola» .
Lucrecio:
Si Dios hubiera creado el mundo, no sería
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atragantaba en mi garganta» .
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«encontrarse a sí mismo».
250
escritos.
Felicidad y ambición
malo».
La necesidad de reconocimiento
proporcionó una fuerte motivación a
Freud, y a Lewis antes de su transición.
Freud había expresado siempre
todo».
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caerían» .
Cuando uno de sus colegas tuvo éxito y
recibió reconocimiento, Freud
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lo mismo a través del poema, como si
fuera el tema de una fuga» .
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ni la fama, ni el talento.
* * *
265
depresión.
inutilidad?
La experiencia de la conversión trajo
consigo un cambio en el
267
destrucción y muerte» . En su Preface to
Paradise Lost, Lewis cita a
gratificantes.
6
SEXO
sexualidad.
* * *
En su último trabajo expositivo,
Compendio del psicoanálisis, escrito
sexualidad:
órganos genitales.
268
procreación» .
«De acuerdo con la concepción
corriente», añade Freud, «la vida sexual
269
270
271
provocarlas de inmediato? La agresión es
la mejor defensa, creo yo» .
272
secreto.
273
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un prolegómeno de la conformación
definitiva que adoptará la vida sexual,
275
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de cada día.
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misma, y aceptar con calma la inevitable
resistencia» .
280
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grilletes de su sexualidad» .
Freud se opuso persistentemente a
cualquier contacto físico entre el
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hacerlo».
implicados en la práctica de la
psicoterapia psicoanalista, el terapeuta
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generales» .
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recientes.
inmoral.
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tal» .
embarazos extramatrimoniales,
enfermedades transmitidas sexualmente,
y
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las de antes» .
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pedir» .
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promesa.
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Boston.
Sabemos muy poco de los ensueños
románticos de Freud o de sus
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judía... » .
el hogar.
esposa» .
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esta última» .
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movimientos masturbatorios
abandonados» .
330
que se casó.
Sin embargo, no le faltaron deseos.
«Experimenté un violento ataque de
331
fantasías
sexuales,
incluida
alguna
de
sadomasoquismo,
su
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cosa» .
impulsos.
sin habla».
sufrido Lewis.
divorciado.
340
en un momento. Y Dios entró» . Los
escritos de Lewis la habían influido
historia de amor.
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final».
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necesitará una gran dosis de control» .
AMOR
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“amistades”» .
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Humanidad en general» .
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y el filial—dejan un depósito de
sentimientos hostiles, que precisa, para
desaparecer, del proceso de la represión».
Lo advertimos claramente
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* * *
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humanas.
amores.
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feliz, a darle comodidades, protección y,
si es posible, riqueza» .
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que son» .
365
este sentimiento» .
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gato» .
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individualidad» .
sexual.
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erótico».
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compañía».
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debajo» .
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rompen a él».
tener jamás» .
* * *
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a ti» .
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naturaleza humana» .
hacerlas o no.
387
* * *
Viena).
388
venganza, o alguna otra clase de
animosidad» .
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necesidad de su compañía» .
La intensidad del odio y amargura de
Freud hacia Jung, su sensación de
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Papas» .
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necesariamente la bondad. Yo no
coincido con Sócrates y Putnam en que
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solapadamente a esta o aquella o a
ninguna doctrina moral» . Y un par de
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Cabeza» . Lewis era muy crítico con el
sistema inglés de las escuelas
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DOLOR
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se quería expresar en público» .
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impresionado desagradable y
siniestramente, debido sin duda a que
evoca
la temida castración».
431
torturarla.
432
todas partes» .
433
sus ocupaciones» .
* * *
sufrimiento.
imaginó la verdad.
434
informó de su operación.
436
años de su vida.
437
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439
destino humano» .
* * *
C. S. Lewis también experimentó
increíbles sufrimientos, afectivos y
pacífica y dichosa.
440
y amenazador» .
441
el terror de estar en
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“Esto es la guerra. Sobre esto es sobre lo
que escribió Homero” » .
447
la Universidad de Cambridge no le
ofreció a Lewis una cátedra de
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451
horno» .
Lewis tenía dos hijastros que, tratando de
hacer frente a la pérdida de su
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me separo un poco de ello. Así es como
justificaría mi caso...» .
igual».
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entiendes”» .
464
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misericordia» .
* * *
Si finalmente Lewis reconcilió el
sufrimiento y la fe, Freud no pudo. El
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demonio:
Tratemos de ver
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no puede hacerlo» .
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483
* * *
su esposa.
484
intrínsecamente posible, no lo
intrínsecamente imposible. Podemos
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misma» .
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albedrío» .
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nada de Él».
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es un espíritu perverso» .
500
MUERTE
numerosas esquelas.
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filosofía de la vida.
En La interpretación de los sueños, Freud
revela que ya de niño empezó
503
una muerte a la Naturaleza]» .
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juguete e instrumento de nuestros
impulsos y emociones» .
505
primordial» .
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«supersticiosa y obsesiva».
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muerte» .
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enteramente propicia» .
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mundo.
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reconocía un deseo.
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que ya no podrá ser curada» .
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fundamentalmente, todo ha perdido su
significado para mí...» «Tampoco
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* * *
penosamente.
530
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poder».
532
Anna.
Después de informar a Anna, el Dr. Schur
inyectó a Freud dos
* * *
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suicidios...» .
sino más» .
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12).
542
543
544
545
546
547
548
el siguiente en la lista» .
549
verano» .
550
551
552
553
554
menudo» .
555
verdad?» .
556
Dickens y Trollope» .
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558
559
560
562
llegar? » .
tranquilidad...».
Epílogo
564
placentera» .
comportamiento humano.
565
terrores de la muerte» .
prolíficas publicaciones.
* * *
Creador.
indicadores.
566
iconoclasta» .
567
Bibliografía
Assens).
de la Milla).
Ballesteros y de Torres).
José L. Etcheverry).
Ballesteros y de Torres).
Ardid).
Ballesteros y de Torres).
Etcheverry).
Etcheverry).
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L. Etcheverry).
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Gay, P., Freud. Una vida de nuestro
tiempo, Paidós, Barcelona 1989 (trad.
Jorge Piatigorsky).
Baltimore 1993.
Francisco 1986.
Barco).
Antonio Urbina).
Barco).
Lewis, C. S., Dios en el banquillo, Rialp,
Madrid 2002, 3a ed. (trad. José
1993.
Fernández Muro).
de la Cueva).
Barco).
London 1962.
York 1979.
Agradecimientos
se hubiera escrito.
Notes
[←1]
[←2]
Barondes, Mood Genes, p. 25.
[←3]
los T.)]
[←4]
[←5]
[←6]
[←7]
Ibid., p. 222s.
[←8]
[←10]
Ibid., p. 449.
[←11]
[←12]
[←13]
[←14]
[←15]
[←16]
Ibid., p. 272 (epílogo de W. Boehlich).
[←17]
Ibid., p. 117.
[←18]
Ibid., p. 147.
[←19]
Ibid., p. 156.
[←20]
Ibid., p. 156.
[←22]
Ibid., p. 165.
[←23]
[←24]
[←26]
[←27]
[←28]
[←30]
[←31]
[←32]
Freud, Autobiografía, p. 9.
[←33]
Freud, La interpretación de los sueños, c.
6, t. 2, p. 40.
[←34]
[←35]
[←36]
Ibid., t. I, p. l53s.
[←37]
Ibid., t. I, p. 154.
[←38]
Ibid., t. I, p.160.
[←39]
[←40]
[←41]
[←42]
Freud, Esquema del psicoanálisis, p. 16.
[←43]
[←44]
[←45]
[←46]
Ibid., p. 68.
[←47]
Ibid., p. 69.
[←48]
Ibid., p. 71.
[←49]
Ibid., p. 39.
[←50]
Ibid., p. 117.
[←51]
Ibid., p. Il4s.
[←52]
Lewis, They Stand Together, p. 53.
[←53]
[←54]
[←55]
Ibid., p. 154.
[←56]
[←57]
Lewis, Cautivado por la alegría, p. 203.
[←58]
[←59]
[←60]
Ibid., p. 15.
[←61]
[←62]
[←63]
[←64]
[←65]
Freud, En torno de una cosmovisión, p.
154.
[←66]
Ibid., p. 155.
[←67]
[←68]
Ibid., p. 26.
[←69]
p. 87.
[←70]
[←71]
[←72]
[←73]
Ibid., p. 173.
[←74]
Ibid., p. 180.
[←75]
[←76]
[←77]
[←78]
[←79]
Ibid., p. 60.
[←80]
[←81]
[←82]
Ibid., p. 150.
[←83]
Ibid., p. 151.
[←84]
[←85]
Ibid., p. 167.
[←86]
[←87]
[←88]
Lewis, The Problem of Pain, p. 9.
[←89]
[←90]
[←91]
[←92]
[←94]
[←95]
[←96]
[←97]
Freud, Sobre la psicología del colegial, p.
153.
[←98]
[←99]
[←100]
[←101]
Lewis, Cautivado por la alegría, pp. 122-
123.
[←102]
[←103]
[←104]
[←105]
[←107]
[←108]
Ibid., p. 10.
[←109]
[←110]
[←111]
[←112]
[←113]
[←114]
[←115]
[←116]
[←117]
[←118]
[←119]
[←120]
[←121]
[←123]
[←124]
[←125]
[←126]
Lewis, La abolición del hombre, p. 48.
[←127]
[←128]
[←129]
[←130]
agosto de 1910.
[←132]
[←133]
[←134]
Freud, ¿Por qué la guerra?, p. 196.
[←135]
de noviembre de 1913.
[←136]
[←137]
[←139]
[←140]
[←141]
[←143]
[←144]
[←145]
[←146]
[←147]
[←148]
[←149]
Ibid., p. 77.
[←151]
[←152]
[←153]
[←154]
Freud-Abraham, Correspondencia, p.
167.
[←155]
[←156]
[←157]
Ibid., p. 186.
[←158]
[←159]
[←160]
[←161]
[←162]
[←163]
[←164]
[←165]
[←166]
[←168]
[←169]
[←170]
Ibid.
[←172]
[←173]
Ibid., p. 195
[←174]
[←175]
Ibid., p. 233.
[←177]
[←178]
[←179]
Ibid., p. 241.
[←180]
Lewis, Miracles, p. 139, nota 1.
[←181]
[←182]
[←183]
[←184]
[←186]
[←187]
[←188]
[←189]
Lewis, Dios en el banquillo, p. 95s.
[←190]
[←191]
[←192]
[←193]
Ibid., p. 447.
[←195]
[←196]
[←197]
Lewis, Cautivado por la alegría, p. 12.
[←198]
[←199]
[←200]
[←201]
Ibid., p. 21.
[←203]
[←204]
[←205]
p. 46.
[←206]
Ibid., p. 27.
[←207]
Ibid., p. 24.
[←208]
Ibid., p. 21.
[←209]
Ibid., p. 26.
[←210]
[←211]
Freud, El malestar en la cultura,, p. 20.
[←212]
[←213]
[←214]
[←215]
[←217]
[←218]
Ibid., p. 227.
[←219]
Lewis, El problema del dolor, p. 55.
[←220]
p. 59.
[←221]
Ibid., p. 60.
[←222]
[←223]
Ibid., p. 254S.
[←225]
[←226]
Ibid., p. 140.
[←227]
[←228]
Ibid., t. 1, p. 92.
[←229]
[←230]
[←231]
[←232]
[←233]
[←234]
[←235]
[←236]
[←238]
[←239]
[←240]
Ibid., p. 72-74.
[←241]
Ibid., p. 72.
[←242]
Ibid., p. 73.
[←243]
Ibid., p. 123.
[←244]
Ibid., p. 123.
[←245]
Ibid., p. 124.
[←246]
Glover, C. S. Lewis, pp. 32-33.
[←247]
[←248]
[←249]
Ibid., p. 477.
[←250]
[←252]
Ibid., p. 156s.
[←253]
Ibid., p. 145.
[←254]
[←255]
Ibid., t. II, p. 418.
[←256]
[←257]
[←258]
[←259]
[←261]
[←262]
[←263]
[←264]
Lewis, Letters, C. S. Lewis-Don
Giovanni Calabria, pp. 31-33.
[←265]
1998) 536-92.
[←266]
[←267]
Lewis, The Letters of C. S. Lewis to
Arthur Greeves, p. 49.
[←268]
[←269]
[←270]
[←271]
Freud-Jung, Correspondencia, p. 63.
[←272]
[←273]
[←274]
Ibid., p. 122.
[←275]
Ibid., p. 123.
[←276]
[←277]
[←278]
[←279]
[←281]
[←282]
247.
[←283]
[←284]
[←285]
[←286]
XII, p. 173.
[←288]
[←289]
[←290]
[←292]
[←293]
[←294]
[←295]
[←297]
[←298]
[←299]
Ibid., p. 103s.
[←300]
Ibid., p. 104.
[←301]
Ibid., p. 104.
[←302]
Ibid., p. 106.
[←303]
Ibid., p. 108.
[←304]
Ibid., p. 107.
[←305]
[←307]
[←308]
[←309]
Ibid., p. 111.
[←310]
Lewis, Mero Cristianismo, 1. III, c. 6, p.
122.
[←311]
[←312]
[←313]
Ibid., p. 214.
[←314]
Jones, Vida y obra de Sigmund Freud, t. I,
p. 187.
[←315]
[←316]
Ibid., t. I, p. I44s.
[←317]
Ibid., t. I, p. 123.
[←318]
Ibid., t. I, p. 113.
[←319]
[←320]
[←321]
Ibid., p. 157s.
[←322]
[←323]
Freud, Sobre algunos mecanismos
neuróticos en los celos, la paranoia y la
[←324]
[←325]
IX, p. 178.
[←326]
[←327]
[←328]
[←329]
Freud, Fragmentos de la correspondencia
con Fliess, en Obras completas, t.1, p.
309.
[←330]
[←331]
[←332]
Ibid., p. 424.
[←334]
Ibid., p. 424.
[←335]
[←336]
[←337]
[←338]
Ibid., p. 221.
[←339]
[←340]
[←341]
[←343]
Ibid., p. 269.
[←344]
[←345]
[←347]
Ibid., p. 47.
[←348]
[←349]
[←350]
Ibid., p. 29.
[←351]
Ibid., p. 29.
[←352]
Ibid., p. 39.
[←353]
Ibid., p. 40.
[←354]
[←356]
[←357]
[←358]
[←359]
Ibid., p. 27s.
[←360]
Ibid., p. 41.
[←361]
[←362]
[←363]
Ibid., p. 46.
[←364]
Ibid., p. 46.
[←365]
Ibid., p. 45s.
[←366]
Ibid., p. 44.
[←367]
Ibid., p. 55.
[←368]
Ibid., p. 56.
[←369]
Ibid., p. 54.
[←370]
Ibid., p. 65s.
[←371]
Ibid., p. 68.
[←372]
Ibid., p. 70.
[←373]
Ibid., p. 70s.
[←374]
Ibid., p. 73.
[←375]
Ibid., p. 79.
[←376]
Ibid., p. 83s.
[←377]
Ibid., p. 95.
[←378]
[←380]
Ibid., p. 56s.
[←381]
Ibid., p. 62.
[←382]
[←383]
Ibid., p. 52s.
[←384]
Ibid., p. 54.
[←385]
Ibid., p. 55.
[←386]
Ibid., p. 56.
[←387]
[←388]
Wortis, J., «Fragments of a Freudian
Analysis», American Journal of
[←389]
Freud-Ferenczi, Correspondencia
completa, p. 160.
[←390]
[←391]
[←393]
[←394]
Freud-Ferenczi, Correspondencia
completa, p. l36s.
[←395]
Freud-Abraham, Correspondencia, p.
214.
[←397]
[←398]
[←399]
[←401]
Ibid., p. 74.
[←402]
[←403]
Ibid., p. 55.
[←404]
[←406]
Ibid., p. 115.
[←407]
[←408]
Ibid., p. 24.
[←409]
Ibid., p. 71.
[←410]
Ibid., p. 73.
[←411]
Ibid., p. 85.
[←412]
Ibid., p. 91.
[←413]
Ibid., p. 91.
[←414]
Ibid., p. 92.
[←415]
Ibid., p. 108.
[←416]
Ibid., p. 419.
[←417]
[←418]
[←419]
[←420]
[←421]
Ibid., p. 129s.
[←422]
Freud, Autobiografía, p. 9.
[←424]
[←425]
[←426]
Freud-Abraham, Correspondencia,, p.
71s.
[←427]
[←428]
[←429]
[←430]
[←432]
[←433]
[←434]
[←436]
(1956) 279-83.
[←437]
[←438]
[←440]
[←441]
Ibid., p. 27s.
[←442]
[←443]
Lewis, Cautivado por la alegría, p. 200.
[←444]
Ibid., p. 200.
[←445]
[←446]
Ibid., p. 201.
[←447]
[←448]
Lewis, Una pena en observación, p. 9.
[←449]
Ibid., p. 9.
[←450]
Ibid., p. 9.
[←451]
Ibid., p. 10.
[←452]
Ibid. p. 16s.
[←453]
Ibid., p. 17s.
[←454]
Ibid., p. 31.
[←455]
Ibid., p. 75.
[←456]
Ibid., p. 60.
[←457]
Ibid., p. 80.
[←458]
Ibid., p. 12s.
[←459]
Ibid., p. 64.
[←460]
Ibid., p. 15.
[←461]
Ibid., p. 67.
[←462]
Ibid., p. 86.
[←463]
Ibid., p. 95.
[←464]
Ibid., p. 74.
[←465]
[←466]
[←467]
[←469]
[←470]
[←471]
Ibid., p. 154s.
[←472]
Lewis, Mero Cristianismo, 1. II, cap. 3, p.
62.
[←473]
[←474]
[←475]
Ibid., p. 65.
[←476]
[←478]
[←479]
[←480]
[←481]
Vitz, Sigmund Freud’s Christian
Unconscious, p. 149; y Bakan, Sigmund
Freud
[←482]
[←483]
Ibid., p. 70.
[←484]
Ibid., p. 36.
[←486]
Ibid., p. 39.
[←487]
Ibid., p. 42.
[←488]
Ibid., p. 47.
[←489]
Ibid., p. 52.
[←490]
Ibid., p. 54.
[←491]
Ibid., p. 93.
[←492]
Ibid., p. 74.
[←493]
[←494]
Lewis, El problema del dolor, p. 97.
[←495]
[←496]
[←497]
Ibid., p. 723.
[←498]
[←499]
[←500]
[←501]
[←502]
[←503]
Freud, La interpretación de los sueños, c.
6, t. 2, p. 49s.
[←504]
[←505]
[←506]
Ibid., p. 125.
[←507]
Freud, Ibid., p. 116.
[←508]
[←509]
[←510]
[←511]
Freud-Andreas-Salomé,
Correspondencia,, p. 52.
[←512]
[←513]
[←514]
[←515]
[←516]
Freud, Cartas a Wilhelm Fliess, p. 193.
[←517]
[←518]
[←519]
[←520]
Ibid., p. 213s.
[←522]
[←523]
[←524]
[←525]
[←526]
[←527]
[←528]
[←529]
[←531]
[←532]
[←533]
[←534]
Lewis, Cartas del diablo a su sobrino, p.
91.
[←535]
[←536]
[←537]
[←538]
[←539]
[←540]
[←541]
[←542]
[←544]
Ibid., p. 137.
[←545]
[←546]
[←547]
Ibid., p. 20.
[←549]
Ibid., p. 72.
[←550]
[←551]
Ibid., p. 80s.
[←552]
Ibid., p. 111s.
[←553]
Ibid., p. 114.
[←554]
[←555]
[←556]
[←558]
[←559]
[←560]
[←562]
[←563]
[←564]
[←565]
[←566]
[←567]
Lewis, Si Dios no escuchase. Cartas a
Malcolm, p. 88.
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255
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