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• Continuemos con la descripción de la historia del “libro de la verdad”. Dan. 10:28; 11:2.
En este tema, la Palabra de Dios nos revela la transición histórica de Roma pagana Imperial a Roma cristiana
Papal. Veremos que estos tres versículos (29 al 31) encierran una gran riqueza histórica al resumir en tan
pocas frases acontecimientos históricos muy importantes y abarcantes.
Versículo 29
“Al tiempo señalado volverá al sur; mas no será la postrera venida como la primera.” Daniel 11:29.
El versículo nos habla de un “tiempo señalado” en el cual Roma “volverá al sur”, pero con menos éxito que
en su primera venida. ¿De qué “tiempo señalado” nos habla este verso? Tiene que referirse a un tiempo
profético que la misma profecía mencionó anteriormente. Y ciertamente encontramos en el versículo 24 la
mención de “un tiempo” profético que fue asignado a Roma. Recuerde la parte final del tema 106, donde
estudiamos en detalle que ese tiempo profético representaba 360 años durante los cuales el Imperio Romano
formó sus designios desde su fortaleza, la ciudad de Roma, contra las demás fortalezas.
Los versículos 25 al 27 describían el punto de partida de esta profecía de tiempo, que fue el año 31 a.C.
cuando Roma anexó la totalidad del ex Imperio Griego al Imperio Romano, gracias a la victoria en la batalla
de Accio. El versículo 27 decía que “el plazo aún no había llegado”, pudiendo referirse solamente al finalde
este tiempo profético. Pero ahora en el versículo 29 llegamos finalmente “al tiempo señalado”, es decir al
El versículo menciona que al final del aquel tiempo profético, Roma “volverá al sur; mas no será la postrera
venida como la primera”. ¡Ya nada sería igual, pues esta postrera venida sería su última contra el sur! El
texto da a entender que el tiempo para Roma Imperial estaría por terminarse y que entraría en su fase final.
Se anuncia la cercana transición a Roma Papal que se dará en el subsiguiente versículo como veremos más
adelante en este tema.
• Profundicemos estos aspectos. La descripción dice que “la postrera venida” al sur ya “no será como
la primera”. ¡Pues después del año 330 d.C. todo cambiaría para Roma!
La primera parte del siguiente versículo sigue describiendo su decadencia y caída progresiva relacionada a
su ”postrera venida” desastrosa.
• La suerte del Imperio Romano está cambiando. Ahora “se contristará [otras traducciones dicen: “se
desanimará”], y volverá” porque perdió contra esas “naves de Quitim”. En unos instantes veremos el
significado de esas naves de Quitim.
Es fácil identificar en la historia romana los problemas principales que llevaron ese Imperio a su caída
inevitable, siendo estas 1) la división del Imperio Romano, 2) la invasión de las tribus bárbaras (sobre todo
las arrianas) y 3) su gran apostasía y decadencia que obligó a Dios retirar su “bendición” y protección.
Todas estas circunstancias las encontramos descritas directa e indirectamente en estos tres versículos que
estudiamos en este tema.
• Constancio se quedó con el Oriente y Constante con Occidente, después de definir a su favor una
pelea con Constantino II.
La ciudad de Lárnaca, (en griego: Λάρνακα, en turco: Larnaka) en la costa oeste de Chipre, era conocido en
la antigüedad como Kition, o Citio (en latín: Citium). Sobre esta base, Flavio Josefo (c. 100 d.C.) identificó los
Kittim con Chipre http://es.wikipedia.org/wiki/Quitim
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Ahora Dios utiliza el símbolo de “Quitim” para representar el mediterráneo y el sur, desde donde partieron
las naves de los vándalos contra el Imperio Romano, que perdió finalmente la lucha contra esta poderosa
tribu bárbara con su impresionante fuerza naval. Así fue que Roma perdió finalmente su control sobre el
norte de África y sobre el mediterráneo.
Permítame citar algo de la historia de los vándalos en su guerra naval desde el sur contra el Imperio Romano.
Recuerde que fueron justamente estos los tres “cuernos arrancados” por Roma en su segunda fase papal, tal
como estudiamos en Daniel 7:8, 20, 24 en los temas 19 y 20 de este seminario. Estas “trompetas” sonaron
e hicieron caer a Roma pagana Imperial. Luego, tras la transición a Roma cristiana papal, estas “trompetas”
fueron calladas por el Vaticano, al ser eliminadas.
• De esta manera, en los versículos 29 y 30, los vándalos (del sur) representan proféticamente a todas
las tribus bárbaras que se levantaron contra Roma, pero más específicamente a las tribus arrianas en
su lucha contra el catolicismo romano.
La segunda parte de este versículo nos revela aún más acerca de la decadencia romana que la llevó
finalmente a su caída, además de la transición de Roma pagana hacia Roma papal.
Recuerde que en el versículo 28 había aparecido casi la misma descripción: “su corazón será contra el pacto
santo; hará su voluntad”. Esa anterior vez se refirióa las fuerzas del pagano Imperio Romano conquistando a
Judea y destruyendo a Jerusalén y al templo, bajo el general Tito en el año 70 d.C.
• Y ahora nos encontramos en la segunda parte del versículo 30 con casi la misma descripción: “… y se
enojará contra el pacto santo, y hará según su voluntad”.
Como veremos a continuación, ahora la pagana Roma Imperial se convierte al Cristianismo y vuelve a destruir
simbólica y espiritualmente “al santo pacto”.
”El pacto santo” se refiere al pacto que Dios estableció con Abraham
para la bendición de todas las familias de la Tierra. Jesucristo fue la
Descendencia de Abrahán prometida en dicho pacto. Vea Génesis
22:18 y Gálatas 3:16.
El “nuevo pacto” del Nuevo Testamento se refiere al pueblo de Dios, que llegó a conocerse como “cristianismo”
y que se compuso primero por judíos y luego por gentiles que aceptaron a Jesucristo como su Mesías,
formando de esta manera “la Iglesia de Dios”, el “Israel espiritual”.
Por lo tanto “el pacto santo” mencionado aquí, en la segunda parte del versículo 30, ya no es una alusión al
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pueblo israelita de la carne, que desafortunadamente rechazó al Mesías, sino una alusión al pueblo cristiano.
Pues tal como en el “rey del norte” hay una transición de Roma pagana Imperial
a Roma cristiana Papal, también en “el pacto santo” hay una transición del
“pueblo hebreo” del pacto antiguo al “pueblo cristiano” del nuevo pacto.
La regla bíblica para entender las profecías de la Palabra de Dios correctamente es la siguiente:
Cuando las profecías mencionan a “Israel”, “los judíos”, “Jerusalén”, “la tierra gloriosa”, “el pacto santo”,
etc. en relación al tiempo ANTES de la muerte del Mesías, entonces esos términos se refieren al “Israel en
la carne”, es decir a los judíos del pacto antiguo, y son aplicados literalmente, ¡sin importar si aparecen en
el Antiguo o en el Nuevo Testamento!
Pero cuando estos mismos términos son utilizados en las Sagradas Escrituras al tiempo DESPUÉS de la
muerte y resurrección del Mesías, entonces se refieren al “Israel espiritual de Dios”, es decir al pueblo de
Dios del nuevo pacto (los cristianos) conformado por todos aquellos que aceptaron a Jesucristo como su
Mesías ya sean judíos o gentiles, y son aplicados simbólicamente, ¡sin importar si aparecen en el Antiguo
o en el Nuevo Testamento!
• Si el estudiante de la Biblia no toma en cuenta esta regla sencilla, entonces se confunde y llega a
malinterpretar las profecías de la Palabra de Dios completamente.
¿De qué manera Roma se enojó contra “el pacto santo”del nuevo pacto?
• Para entenderlo correctamente hay que analizar ¿de qué manera Roma comenzó a oponerse al
verdadero cristianismo del nuevo pacto después del año 330 d.C.? Recuerde que los eventos de los
versículos 29 al 31 están relacionados con la etapa histórica final del tiempo profético de los 360
años, asignado a Roma Imperial.
Veamos algunos hechos históricos que nos abrirán la mente al entendimiento de este pasaje profético tan
importante.
La “conversión” del
emperador romano
Constantino al Cristianismo
El emperador romano Constantino, con
el cual la profecía de los 360 años de la
soberanía del Imperio Romano llegó a su fin,
al trasladar la capital del Imperio de Roma a
Constantinopla, se “convirtió” al Cristianismo.
Como demuestra la historia, su “conversión”
no fue sincera, sino tan solo una maniobra
política con el intento de fortalecer el Imperio
y fomentar su unidad. Pues tras su supuesta
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“conversión”, siguió como máximo jefe pagano e hizo asesinar a algunos familiares. Estos hechos demuestran
que su “conversión” no fue nada verdadera.
“Durante la dedicación de Constantinopla, en el año 330, una [ceremonia] mitad pagana, mitad cristiana
fue realizada. El carruaje del dios sol fue puesto al centro de la plaza y sobre su cabeza, fue puesta la cruz
de Cristo, mientras que cantos paganos de fidelidad eran cantados. Poco antes de su muerte, Constantino
confirmó los privilegios a los sacerdotes de los dioses antiguos.” (Artículo, Constantino el Grande).
La gran apostasía y
decadencia de Roma
La “conversión” de Constantino inició un proceso de
unificación de la Iglesia Cristiana con el Estado del
Imperio Romano.
La fornicación apocalíptica
En los temas 15 y 23 de este seminario analizamos el
hecho que “la mujer” (símbolo de la Iglesia) fornicó
con “los reyes de la tierra” (la política mundial). Ap.
19: 7, 8; 17:1, 2, 5. Para Dios (el marido simbólico), su
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Iglesia le traicionó y le fue infiel, convirtiéndose en una “gran ramera”. En vez que busque su ayuda y sostén
en Dios, lo abandonó y tuvo relaciones ilícitas con “otros”, buscando los favores y beneficios de las potencias
temporales. El fruto de este amor prohibido fue un “hijo bastardo” que nació de la relación prohibida entre
la Iglesia y el Estado. San Pablo lo llama en 2 Tes. 2:3“el hijo de perdición”, tratándose del ¡Papado del
Vaticano, que nació como consecuencia de la unificación de Iglesia (religión) y Estado (política)! Es por eso
que las Sagradas Escrituras la llaman en la profecía del Apocalipsis 17 “La Gran Ramera”.
• 380 d.C. se proclama el cristianismo como religión oficial del Imperio Romano, mediante el edicto de
Tesalónica.
La manera como el papado del Vaticano llegó a nacer de esa unión ilícita ya la hemos estudiado en detalle
en los temas 19 y 20 de este seminario.
Fue el 7 de marzo del 321 d.C. cuando Roma, mediante Constantino, emitió la primera “ley dominical”, que
en realidad era una ley imponiendo a los cristianos el “día del sol” del dios sol, porque la palabra “domingo”,
para designar un día de reposo, aun no existía. He aquí la ley:
“Que todos los jueces, y todos los habitantes de la ciudad, y todos los mercaderes y artesanos descansen el
venerable día del sol. Empero que los labradores atiendan con plena libertad al cultivo de los campos; ya que
acontece a menudo que ningún otro día es tan adecuado para la siembra del grano o para plantar la viña;
de aquí que no se deba dejar pasar el tiempo favorable concedido por el cielo.” Codex Justinianus, lib. 3, tít.
12, párr. 2 (3).
El Diccionario Enciclopédico Hisp.- Amer., art. Domingo, dice: “Una ley posterior del año 425 prohibió la
celebración de toda clase de representaciones teatrales, y finalmente en el siglo VIII se aplicaron en todo su
rigor al domingo cristiano las prohibiciones del Sábado judaico.”
• 321 d.C. el emperador romano Constantino emitió la primera ley cristiana respecto al día de reposo,
estableciendo el primer día de la semana, el pagano día del sol, como el día venerable para la
cristiandad que debe ser observado.
• 364 d.C. se dio el Concilio de Laodicea en el cual se incluía en el canon 29, el no descansar el día de
Shabat (sábado).
• 388 d.C. el emperador romano Teodosio cambió el nombre de “dies solis” (día del sol) en “dies
dominicus” (día del Señor - domingo), para que no suene tan pagano.
• 451 d.C. el Concilio de Calcedonia aprobó el canon del Concilio de Laodicea del año 364 d.C., haciendo
de éste un canon ecuménico.
Vea el tema 22 de este seminario para obtener más información acerca del cambio que Roma hizo en sus
dos fases, del día de reposo “sábado” al “día del sol” (domingo).
El versículo que estamos estudiando dice en relación al enojo de Roma “contra el pacto santo”, que: “hará
según su voluntad”.
Cuando Roma era pagana, crecía y prosperaba durante siglos, pues NO tenía la luz de la verdad de la Palabra
de Dios. Si la unión del Cristianismo con el pagano Imperio Romano hubiese sido una cosa buena, entonces
Dios hubiese bendecido a Roma. Pero ocurrió justamente lo contrario.
Dios tuvo que retirar su protección y bendición, cuando se fusionaron el cristianismo apóstata con el
paganismo romano en la “fornicación apocalíptica” mediante Constantino y Teodosio. Al unirse la Iglesia
con Roma (“el enemigo” del pueblo de Dios), se convirtió en “la gran ramera”. Recuerde el tema 19 de
este seminario. Pues esta unión ilícita, tuvo como resultado la absorción de una gran cantidad de errores y
engaños del paganismo al cristianismo, que llegó a pervertirse.
Como consecuencia Dios permitió una serie de castigos, azotes y juicios contra el “cristiano” Imperio
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Romano, mediante ¡la invasión de las tribus
bárbaras! Roma comenzó a desintegrarse y
cayó finalmente en el año 476 d.C.
Pues fue Roma Oriental que colaboró para destruir a las tribus bárbaras de la “herejía” arriana, mediante sus
emperadores católicos Zenón y Justiniano.
De esta manera los emperadores católicos de Oriente elevaron esa gran apostasía del obispo de Roma (el
hombre de pecado), al trono de Roma e Italia, que antes ocupaban los godos arrianos.
El preámbulo de la novena las “Novellae” del código de Justiniano, declara que “como la Roma más antigua
era fundadora de las leyes, no se debe poner en duda que en ella se hallaba la supremacía del pontificado.”
Y la 131, sobre los títulos y privilegios eclesiásticos, cap. II, declara: “Decretamos, por lo tanto, que el
santísimo Papa de la Roma más antigua es el primero de todo el sacerdocio, y que el beatísimo arzobispo
de Constantinopla, la segunda Roma, ocupará el segundo puesto después de la santa sede apostólica de
la Roma más antigua.” Jorge Croly, “The Apocalypse of St. John,” (El Apocalipsis de San Juan) páginas 170,
171.
Más adelante, Roma papal que se había enojado “contra el santo pacto” y que actuó “según su voluntad”,
prohibió las Sagradas Escrituras que fueron despreciadas como “libro peligroso” y persiguió a millones de
cristianos que no se sometieron a su autoridad y que protestaron contra los abusos que cometía. Recuerde
los temas 19 al 22 de este seminario.
• Este es el versículo paralelo de Daniel 8:11, 12 y de Daniel 12:11, que ya hemos estudiado en los temas
24 y 31 de este seminario y que recomiendo repasar, donde dice:
“Aun se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos, y por él fue quitado el continuo sacrificio,
y el lugar de su santuario fue echado por tierra. Y a causa de la prevaricación le fue entregado
el ejército junto con el continuo sacrificio; y echó por tierra la verdad, e hizo cuanto quiso, y
prosperó.” Daniel 8:11, 12.
“Y desde el tiempo en que el sacrificio perpetuo [continuo] sea abolido y puesta la abominación
de la desolación, habrá mil doscientos noventa días.” Dan. 12:11. (La Biblia de las Américas).
Recuerde que hemos tachado la palabra “sacrificio”, ¡porque no aparece en el original hebreo! Solo ha
sido añadida por los traductores en su intento de hacer estos versículos más comprensibles. Al añadir esta
palabra, los traductores oscurecieron la comprensión de estos versículos. Usted puede tomarse la libertad y
tachar en su Biblia esta palabra añadida.
• Ya vimos en el tema 24 que “el continuo” es el paganismo, refiriéndose en el contexto sobre todo al
pagano Imperio Romano, y que ”la abominación desoladora” es el papado del Vaticano. Por favor
vuelva a repasar ese estudio que es muy importante. Además estudiamos en ese tema, el versículo
que desenmascaró los diversos santuarios del paganismo y su caída en manos del cristianismo
apóstata, con las siguientes palabras: ”el lugar de su santuario fue echado por tierra”. Y ahora
encontramos la descripción paralela de ese versículo, con las palabras: “profanarán el santuario y la
fortaleza”. Profanar o echar por tierra es en este contexto lo mismo. Lo que la Palabra de Dios desea
comunicarnos es sencillo: ¡La fortaleza del paganismo con todos sus santuarios fue reemplazada
(“bautizada”) por el cristianismo apóstata y SU fortaleza romana papal!. Por favor vuelva a repasar
ese estudio que es muy importante.
Este versículo nos muestra el ascenso de Roma papal al poder mundial, tomando el lugar de la Roma pagana.
Recuerde el tema 42 de este seminario. Con este versículo 31 se completa la transición de Roma pagana a
Roma papal que había comenzado y madurado en los dos versículos anteriores.
El primero ocurrió en su fase pagana cuando Roma Imperial tuvo que conquistar tres áreas para establecerse
en el “trono del mundo”. Fue el sur (Egipto), el oriente (Babilonia/Asiria) y la tierra gloriosa (Palestina).
Recuerde Daniel 8:9; 11:16, 17 y los temas 24 y 105 de este seminario.
Luego la profecía nos presentó a Roma papal en su primera fase (de 538 d.C. a 1798 d.C.) donde también
tuvo que conquistar tres áreas para sentarse en el “trono del mundo”. Fueron las tres tribus arrianas (los
tres “cuernos”) que arrancó, pues se oponían a la soberanía papal. Recuerde Daniel 7:8, 20, 24 y los temas
19 y 20 de este seminario.
Más adelante en este estudio, en los temas 111 y 112 (cuando analicemos los versículos 40-43 de Daniel
11), llegaremos a la descripción de la última transición. Aquella transición de Roma papal de su primera
fase a Roma papal de su segunda fase (tras 1798 d.C. y la sanación de su “herida mortal”). Ahí veremos que
el patrón, de tener que conquistar tres áreas para establecerse nuevamente en el “trono del mundo”, se
repetirá una última vez.