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 INTRODUCCIÓN

En el presente trabajo desarrollaremos que se entiende por bienes muebles y


como es de suma importancia el registro de los mismos en la entidad
competente como es la SUNARP con el fin se le otorgue seguridad jurídica
cuando se dé su transferencia.
A su vez, desarrollaremos cuáles son los trámites que se deben de realizar
para concretar el cambio de propietario de un vehículo; ya que como veremos
son las transferencias vehiculares las transferencias de bienes muebles por
excelencia en los contratos de bienes muebles en las notarías.
Es necesario precisar la recomendación que toda transferencia vehicular debe
hacerse en una notaría, la misma que indagará que el auto no posee ningún
gravamen; es decir, que no cuente con orden de captura ni multas pendientes
de ningún tipo. Este es el primer paso a realizarse. Posteriormente se
comprobará la identidad de las personas involucradas en la transacción. Ello
será mediante el sistema de identificación biométrica. Luego se desarrollará la
recopilación de información del auto, del precio si es un bien de compraventa y
una serie de datos, que en el presente trabajo se desarrollará; cuya información
la notaría se encargará de elevarla a los registros públicos.
Sin más pasaremos a desarrollar los puntos expuestos a continuación.

Actas de Bienes Muebles y Transferencias Vehiculares. 20


 LA TRANSFERENCIA DE BIENES MUEBLES

 BIENES MUEBLES
Los vehículos terrestres de cualquier clase son considerados como bienes
muebles por el artículo 886 del Código Civil, que contiene su descripción que
ha sido complementada por el artículo 4 de la Ley de Garantía Mobiliaria 28677
que considera como bienes muebles objeto de otorgamiento de garantía
mobiliaria entre otros, los vehículos terrestres de cualquier clase, incorporando
también dentro de esta categoría a las naves y aeronaves que han sido
clasificadas como bienes muebles. En la Sexta Disposición Final de esta norma
se han modificado los incisos 4, 6 y 9 del artículo 885 del Código Civil que
consideraba como bienes inmuebles, entre otros, a las naves y aeronaves. La
ubicación de los vehículos como uno más de los otros bienes señalados en sus
23 incisos, no permite distinguir su naturaleza especial.
Bajo la denominación de bienes muebles, la norma ha considerado de manera
general a todos los bienes que no cumplen con los requisitos para ser
considerados bienes inmuebles – que es la clasificación tradicional común para
los bienes – vigente-, aunque sujeta a cuestionamiento cada vez más por la
doctrina.
La calificación de los bienes se inicia con el reconocimiento de los derechos del
hombre. La necesidad de que otros reconocieran los derechos exclusivos de un
sujeto frente a las otras cosas es lo que fue generando toda la teoría jurídica
acerca de la propiedad de los bienes cuya primera clasificación fue de los
vinculados el suelo (bienes inmuebles) y los otros que son los muebles, para de
ahí derivar las formalidades de su transferencia.
En el aspecto económico desde un principio los bienes inmuebles eran los más
preciados por el hombre, los que le permitían ostentar mayor poder económico
y de influencia con respecto a los que tenían una propiedad menor, como era el
caso de los bienes muebles considerados como de menor valor, lo que
determinó un menor interés en su reglamentación.
Con la evolución de la tecnología, los bienes muebles se han convertido en
más sofisticados y refinados en sus características lo que ha permitido mayor
aprovechamiento del sujeto del derecho respecto de ellos, y el reconocimiento
de los derechos que se pueden ejercer respecto de él. Como consecuencia de
ello, se ha promulgado legislación especial que regula los derechos y
obligaciones del sujeto del derecho respecto a algunos de los bienes muebles.
De manera particular el reconocimiento en algunos muebles que por sus
características se diferencian respecto de los otros bienes muebles,
encontrando inclusive en alguno de ellos características más parecidas a los
bienes inmuebles, lo que ha llevado al legislador a reconocerle características
especiales.

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La clasificación actual de los bienes muebles es variada en las legislaciones.
Algunas legislaciones han aceptado distinguir entre bienes muebles
registrables y los no registrables.
Los bienes muebles registrables tienen en común su posibilidad de ser
individualizados y por tanto identificables, lo que responde al mayor valor o
significación en el otorgamiento de derechos a su titular y que además le aporta
la posibilidad de ingresar al tráfico jurídico para ejercer distintos derechos como
los de garantía, similares a la hipoteca para los bienes inmuebles. La
consecuencia que trae esto consigo es la importancia de la titularidad del
propietario del bien y la necesidad de la inscripción de la transferencia, para
que el registro proporcione la garantía de la publicidad que se deriva de ella y
las principales situaciones jurídicas relativas a los bienes inscritos.
De otro lado, los bienes muebles registrables por ser bienes utilizados para la
circulación, no siempre son conducidos por sus propietarios, esto es el uso no
es exclusivo de los titulares, y su facilidad de traslado les permite circular
ostentando una posesión que no necesariamente coincide con la calidad de
propietario, lo que permite incidir en la necesidad de que estos bienes
requieran además de la tradición para el traslado del dominio la inscripción
registral.
En un sistema de registro pleno de bienes muebles, los bienes ingresan al
registro por medio de su inmatriculación o primera inscripción de dominio, con
lo que se les abre una partida de folio real en mérito al elemento identificador
del vehículo. A continuación, se inscriben las siguientes transferencias de
propiedad y otras situaciones jurídicas de trascendencia real.
Los bienes muebles que acceden al registro tienen en común la riesgosa
posición en la que se encuentran expuestos si resultara de aplicación en ellos
la presunción de propiedad sobre la posesión de los bienes muebles. Puede
concluirse que la sola posesión en estos bienes alienta el fraude por la falta de
exactitud de la realidad con la publicidad posesoria. En estos bienes la
posesión coincide cada vez menos con la propiedad.
 TRANSFERENCIA DE BIENES MUEBLES
El artículo de nuestro Código Civil que define la forma de transferencia de los
bienes muebles es el artículo 947, el mismo que señala lo siguiente:
"Artículo 947.- La transferencia de propiedad de una cosa mueble determinada
se efectúa con la tradición a su acreedor, salvo disposición legal diferente."
Podemos extraer del citado artículo dos requisitos para que opere la
transferencia de propiedad de un bien mueble, en primer lugar, en tanto exige
la existencia de un acreedor, se extrae que debe existir un contrato previo, es
decir un título. En segundo lugar, luego del contrato, debe hacerse tradición
(entrega) del bien al acreedor.
Pasemos ahora a analizar mediante el desarrollo del siguiente ejemplo:

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Imaginemos en primer lugar a Jorge, dueño de un reloj, que Miguel está
interesado en adquirir, Lo primero que necesita saber Miguel es si el
bien es de propiedad de Jorge, aquí tenemos una primera restricción,
pues el dueño del bien tendría que probar tal condición, lo que podría
ser difícil.
Este problema, al que podríamos llamar de información pre-contractual se
encuentra salvado, pues en virtud del artículo 912 Miguel podrá asumir que
Jorge es el propietario del reloj por el sólo hecho que sea poseedor del mismo.
Esta norma evita, en cada caso, que los propietarios tengan que probar su
titularidad, lo que puede ser muy complicado sobre todo tratándose de bienes
difícilmente identificables.
Por lo que a manera de conclusión se infiere que, conforme a lo prescrito en el
artículo 947 del Código Civil, la transferencia de propiedad de una cosa mueble
determinada se efectúa con la tradición a su acreedor, salvo disposición legal
diferente, por lo que, en consecuencia, al estar demostrado que los bienes
embargados han seguido en poder de la demandada, el derecho de propiedad
de la actora no está probado, en aplicación de la citada norma.
Sin embargo, podríamos preguntarnos, qué pasa si el derecho le dice a los
potenciales adquirentes que confíen en que el poseedor de un bien es su
propietario, y esto no es así, es decir, qué pasa si a partir de esta norma el
adquirente es inducido a un error por el propio derecho. Felizmente, este
problema está resuelto nuevamente por nuestra legislación, que en su artículo
948 dispone lo siguiente:
"ARTICULO 948.- Quien de buena fe y como propietario recibe de otro la
posesión de una cosa mueble, adquiere el dominio, aunque el enajenan te de
la posesión carezca de facultad para hacerlo. Se exceptúan de esta regla los
bienes perdidos y los adquiridos con infracción a la ley penal."
Así, complementando los artículos 912 y 948, podemos decir que el interesado
en adquirir un bien como el reloj, estará en principio protegido en su
adquisición, siempre que adquiera el bien de aquel que es poseedor del mismo.
Esto nos parece acertado, pues, se provee a las transferencias de la seguridad
necesaria y se facilitan las mismas1 utilizando el medio jurídicamente más
idóneo para estos casos; la posesión2.
Como se podrá apreciar, existen en virtud del propio artículo 948, dos casos en
los que el tercero adquirente de buena fe no se verá protegido por el derecho;
si se tratan de bienes perdidos o adquiridos con infracción a la ley penal 3. A
nuestro parecer, si bien el legislador ha tenido las mejores intenciones, en este
punto ha cometido un grave error. Así, se castiga al tercero que adquiere de
buena fe, cundo en primer lugar, él no ha cometido ninguna infracción, y en
1
Pues el enajenante de un bien no tendrá que probar su propiedad, sino que esta se asumirá por el
hecho de ser poseedor.
2
La posesión es el mejor medio de información tratándose de bienes no identificables (no registrables).
3
Se excluye de este supuesto el caso del depositario infiel, siendo pues este supuesto solamente
aplicable a los casos de robo o hurto del bien.

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segundo lugar, si hemos dicho que la posesión es la mejor información sobre la
propiedad de un bien, cómo le podemos exigir al tercero que sepa que el bien
que le es ofrecido por parte de su poseedor, es un bien perdido o adquirido con
infracción a la ley penal. Nótese que lo anterior puede neutralizar los beneficios
generados por los artículos 912 y 948, por ejemplo:
Miguel está interesado en adquirir un reloj, digamos que hasta en un
precio de S/1504, por su parte Jorge propietario de un reloj, desea
venderlo en por lo menos S/130, en principio lo lógico sería que la
transferencia opere, sin embargo, Miguel no tiene forma de saber si el
bien fue adquirido con infracción a la ley penal o se trata de un bien
perdido, en ese sentido, Miguel no podrá tener seguridad en su
adquisición5.
Hemos dicho anteriormente, que el derecho debe incentivar el trafico
económico, brindando seguridad y facilitando las transferencias, sin embargo,
el último párrafo del artículo 948, neutraliza todo lo bueno hecho por ese mismo
artículo y por el 912 introduciendo una dosis de incertidumbre y castigando a
los adquirentes a pesar de poder tener buena fe.
En nuestro siguiente ejemplo consideraremos un bien mueble registrable, por
ejemplo; un automóvil, Miguel interesado en adquirir el automóvil, deberá
averiguar en primer lugar quién es el propietario del bien, por lo que
volveremos a recurrir al artículo 912 del Código Civil. Dicho artículo señala que
la presunción de propiedad del poseedor no puede oponerse al propietario con
derecho inscrito, aquí podemos ver que se reconoce al registro como un medio
de información más fuerte que la posesión, incluso tratándose de bienes
mueble6. Así, Miguel deberá cuidarse que quien le ofrece el bien conste como
propietario en el registro. Sin embargo, para que Miguel adquiera la propiedad
del automóvil, este deberá serle entregado, previa celebración de un contrato
en el que se acuerde la transferencia. En nuestra opinión, lo anterior constituye
un error, pues como se ha señalado anteriormente, la transferencia de un bien
debe operar de tal forma que se informe a el resto de la colectividad que esta
ha ocurrido, ya hemos visto que para el caso de los bienes no registrables este
objetivo se logra con la tradición del bien, pues al ver al adquirente como
poseedor, se deberá presumir que es el propietario. En cambio, tratándose de
un bien registrable, existe un medio más idóneo para dar información a los
terceros, dicho mecanismo es el registro. Es más, en virtud de los artículos 912
y 948, si el transferente conserva la posesión del bien 7, y enajena éste a un
tercero, podría considerársele como propietario en virtud del artículo 948 8.

4
Por lo que se asume que valora el bien por encima de los 150.
5
Salvo que en virtud del artículo 1542 del CC, adquiera el bien en 1a tienda, (donde el precio sería
presumiblemente mayor).
"'ARTICULO 1542.- Los bienes adquiridos en tiendas o locales abiertos al público 110 son reinvindicables
si son amparados con facturas o pólizas del vendedor. Queda a salvo el derecho del perjudicado para
ejercitar las acciones civiles o penales que correspondan contra quien los vendió indebidamente.
6
Pues en ningún momento el artículo excluye a estos bienes.
7
En virtud por ejemplo de un cambio de título posesorio que lo convierta en arrendatario (art. 901 inc.l)

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Nótese pues que existen graves contradicciones dentro del Código Civil, éstas
se deben a que se intenta dar un mismo tratamiento a bienes con
características esenciales diferentes como son los bienes muebles registrables
y los bienes muebles no registrables, adelantamos aquí como conclusión, que
las normas sobre transferencia de propiedad deberían dictarse en virtud de si
los bienes son registrables o no 9. La transferencia de propiedad de una cosa
mueble determinada, se efectúa con la tradición a su acreedor y se acredita el
perfeccionamiento del acto traslativo de dominio mediante documento privado,
el que produce eficacia jurídica desde la presentación del mismo ante el notario
público para que certifique la fecha o legalice las firmas.
 Otorgamiento de la escritura pública.
Cuando el artículo 1549 del Código Civil establece que es obligación esencial
del vendedor perfeccionar la transferencia de la propiedad del bien materia de
la venta, se entiende que la transferencia del dominio se ha realizado
plenamente y lo que se persigue es la elevación a escritura pública con fines
registrales. Es decir, se trata de un acto jurídico válido que simplemente se
pretende formalizar. Por lo que, el documento privado que contenga el contrato
de compraventa por el cual se transfiera la propiedad de un bien será suficiente
para amparar la demanda de otorgamiento de escritura pública, no siendo
necesario que el comprador cancele el precio del bien, pues el vendedor
mantiene su potestad de reclamar su pago o plantear la resolución de contrato.
- Si el bien es entregado, pero aún no se formaliza la transferencia
¿puede resolverse el contrato?
De acuerdo al precepto contenido en el artículo 1549 del Código Civil, es
obligación esencial del vendedor, perfeccionar la transferencia de propiedad del
bien vendido, que en el caso de un bien mueble registrable se efectuará
mediante la inscripción de la transferencia en el registro correspondiente. Por lo
tanto, y no obstante que el bien haya sido entregado al comprador y el precio
pagado al vendedor, la obligación de perfeccionamiento seguirá pendiente y su
incumplimiento podrá ser invocado por el comprador como causal de resolución
del contrato de compraventa.
 Concurrencia de acreedores sobre bienes muebles
El artículo 1136 del Código Civil dispone lo siguiente en lo referente a la
concurrencia de acreedores de bienes muebles;
"Artículo 1136.- Si el bien cierto que debe entregarse es mueble y lo
reclamasen diversos acreedores a quienes el mismo deudor se hubiese
obligado a entregarlo, será preferido el acreedor de buena fe a quien el deudor
hizo tradición de él, aunque su título sea de fecha posterior. Si el deudor no

8
Este tema 1~ desarrollaremos con mayor amplitud en el capítulo siguiente, sin embargo, podemos ir
adelantando que esta interpretación se encuentra en contradicción con lo dispuesto por el artículo
1136.
9
En ese sentido, la transferencia de bienes registrables operaria mediante la inscripción de la
transferencia en el registro y la de no registrables mediante su tradición.

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hizo tradición del bien, será. preferido el acreedor cuyo título sea de fecha
anterior; prevaleciendo, en este último caso, el título que conste de documento
de fecha cierta más antigua."
Obsérvese que nuestro Código Civil, da preferencia a aquel acreedor al que se
le hubiese hecho tradición del bien, es decir, a aquel al que el titular entregó la
posesión del bien, en ese sentido, la norma reconoce como el signo de
oponibilidad a uno de los dos mecanismos de reconocibilidad a los que hemos
hecho referencia anteriormente, de inmediato analizaremos mediante algunos
ejemplos, la pertinencia de dicha decisión legal.
Por ejemplo, supongamos, que A es propietario de un fino reloj de
colección, que es muy valorado entre los conocedores. Aprovechando lo
anterior, A vende el reloj a B, con la promesa de entregárselo
posteriormente, luego, en tanto conserva la posesión del bien, vende el
mismo reloj a C, con quien celebra además una escritura pública, Por
último, aprovechando que no ha hecho tradición del bien vende por
tercera vez el mismo a O, a quien hace entrega del reloj.
En virtud del artículo 1136, O podrá oponer su derecho a los demás
adquirentes por lo que conservará la propiedad del mismo, nótese que en
ningún momento A o B adquirieron la propiedad del reloj en tanto jamás
cumplieron con el requisito del artículo 947, pues no se les hizo tradición del
mismo. Nótese que en este caso el mecanismo que da oponibilidad a la
adquisición de un derecho (la posesión), es el mismo que nuestro
ordenamiento utiliza para resolver el problema de la transferencia, por lo que
consideramos que la decisión legal es pertinente. Imaginemos ahora lo
siguiente, A es propietario de un automóvil y decide vendérselo a B, con quien
decide celebrar un contrato por el que vende el referido bien,
comprometiéndose a entregarlo luego de realizar algunos arreglos en el mismo,
posteriormente A celebra ahora con C, un segundo contrato de compra venta
sobre el mismo auto, procediendo a inscribir el mencionado contrato en el
registro respectivo. Luego de los dos contratos anteriores, A vende por tercera
vez su automóvil ahora en favor de O, a quien hace entrega del mismo. Nos
preguntamos, ¿Cuál de los adquirentes debe ser protegido por el derecho?
Una simple lectura del artículo 1135 nos da una clara respuesta, O será el
amparado por el derecho, en virtud de haber recibido la posesión del automóvil,
pues el artículo protege a aquel acreedor de un bien mueble al que se le
hubiera hecho tradición del bien. Sin embargo, consideramos que quien debe
estar protegido es C, pues en este caso se debe aplicar, el artículo 2014, que
protege al adquirente registral de buena fe, además la supremacía del registro
sobre la posesión como formas de publicitario de los derechos, es de alguna
manera un principio que atraviesa todo nuestro sistema jurídico patrimonial, sin
embargo, reconocemos que esta interpretación es por lo menos discutible a
partir de un criterio de especialidad de las normas.
También se señala que el referido artículo 1136 está pensado sólo para los
bienes muebles no registrables y que no habiendo norma expresa debe

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aplicarse al caso de bienes muebles registrables las normas del artículo 1135,
con lo que nuevamente seria C quien estaría protegido en su adquisición. En
nuestra opinión, es, difícil sostener que el artículo 1136 del Código Civil solo
debe aplicarse a los casos de concurrencia de acreedores de un bien mueble
no registrado, en tanto del artículo en análisis no se desprende dicha
interpretación.
Como se puede ver, tenemos hasta tres distintas interpretaciones sobre un
artículo con tanta importancia para el tráfico jurídico de los bienes, peor aún, la
interpretación más directa del artículo, nos hace pensar en una solución que no
cumple con las condiciones que hemos venido señalando que debe tener un
sistema jurídico, pues no reconoce la supremacía del principal medio de
oponibilidad de derechos que es el registro y termina, nuevamente de manera
equivocada dando un mismo tratamiento aún automóvil que a un lapicero, más
allá de tener una importancia económica abismalmente distinta y poseer cada
uno distintos mecanismos de oponibilidad.
Peor aún, una lectura de todos los artículos referidos a la concurrencia de
acreedores, nos indica que el legislador ha tenido claro que los más
importantes medios de oponibilidad de derechos son la posesión y el registro 10.
Sin embargo, comete dos claros errores, continúa agrupando s los bienes en
virtud de su movilidad, aparentemente considera que el registro sólo sirve como
medio de oponibilidad para los bienes inmuebles y la posesión sólo para bienes
muebles.
 EL VEHÍCULO DE TRANSPORTE VEHICULAR DENTRO DE LA
CLASIFICACIÓN DE LOS BIENES MUEBLES
Dentro de Registro de Bienes Muebles, el Registro de Propiedad Vehicular es
el más importante por su significativa demanda. Este registro también lo
integran:
- Registro Mobiliario de Contratos.
- Registro de Naves y Aeronaves.
- Registro de Embarcaciones Pesqueras y Buques.
El vehículo automotor, entendido como bien mueble de transporte terrestre ha
tenido transformaciones en cuanto a su creación y relación con el sujeto de
derecho y con la sociedad en su conjunto, lo que ha determinado que este
tenga un tratamiento legal y registral diferente, respecto de los demás bienes
muebles.
Varias de las características especiales que se encuentran en los vehículos
automotores son compartidas por otros bienes muebles como son las naves y
aeronaves conforme señalamos en una breve síntesis a continuación:
- Son bienes muebles creados, elaborados, fabricados por el hombre, no
se encuentran en la naturaleza de manera espontánea. Con el desarrollo

10
La posesión para los bienes muebles y el registro para inmuebles.

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de la tecnología, estos bienes pueden fabricarse en serie y con
características casi idénticas.
- Son bienes que tienen un contenido patrimonial significativo que algunas
veces es bastante superior a lo que puede alcanzar un bien inmueble.
Aun en el caso de los vehículos en nuestra realidad ocurre que la
mayoría de las veces este es el primer bien de importancia pecuniaria
que adquiere un sujeto antes de adquirir un bien inmueble.
- Son bienes no perecederos, de utilización continua y por un tiempo
prolongado, en contradicción absoluta con los bienes perecederos o
consumibles.
- Son bienes que físicamente resultan de tal dimensión que resulta difícil
su ocultamiento o destrucción inadvertida.
- Son bienes sustancialmente inalterables en sus características
principales.
- Su finalidad principal es el transporte. Son creados para desarrollar a
circulación del hombre, entendida esta como uso personal, de transporte
de otros bienes o de transporte público. El sujeto de derecho puede
desarrollar con su uso una actividad personal o de servicio público.
- Para cumplir con sus objetivos requieren el uso de las vías de transporte
comunes a toda la sociedad; circulan en vías privadas
excepcionalmente. El transporte de los vehículos automotores, naves y
aeronaves se desarrolla en las carreteras, el mar o las vías fluviales y el
espacio aéreo, que por su naturaleza son administrados por el estado
quien determina las reglas para su circulación.
- El estado se ve obligado a realizar una inversión pública para permitir el
desarrollo de la actividad de estos bienes.
- La utilización de estos bienes se encuentra regulada en forma detallada
por normas administrativas y su cumplimiento es verificado y sancionado
por las respectivas entidades designadas para ello.
- Son considerados bienes de alto riesgo. El uso del vehículo por el
propietario o por un tercero puede ocasionar serios daños a los
ocupantes o a terceros, lo que salvo el caso de las armas de fuego, solo
ocurre ocasionalmente con otros bienes muebles. En el caso de los
vehículos, el grado de siniestralidad es tan alto y el costo social
imposible de ser atendido, lo que ha determinado entre otras cosas el
establecimiento del Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito. En el
caso de las naves y aeronaves no existe un seguro idéntico, pero sí
normas especiales que regulan la contratación de seguros para cubrir
los daños que pudieran ocasionar a sus ocupantes en caso de un
siniestro.
- La legislación y la jurisprudencia se han ocupado de determinar las
responsabilidades administrativas, civiles y penales en que pueden
incurrir los conductores y propietarios de estos bienes. El uso de estos
bienes genera responsabilidades jurídicas en los tres ámbitos legales
antes mencionados.
- El dinamismo de las transferencias de propiedad en especial de los
vehículos de transporte terrestre, que también son los de más alto grado

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de riesgo por daños a terceros, exige la identificación individual de cada
uno de estos bienes, lo que resulta conveniente para el propietario y
para el estado en su rol de vigilancia del desarrollo de la actividad que
haga el hombre de estas vías donde circulan por ser vías públicas. Esta
característica incide directamente en el tema de la inscripción de estos
bienes en un registro que garantice la autenticidad de su correlato con la
realidad. Estos registros deben tener una casi perfecta coincidencia con
el titular del bien y las características que este tenga para que obtengan
la aplicación de los principios de oponibilidad y fe pública registral.
El Registro de vehículos motorizados se presenta en la segunda mitad del Siglo
XX coincidiendo con el uso de las calles y los caminos utilizados por la
creciente cantidad de vehículos motorizados que invadieron las ciudades al
desarrollarse la fabricación de los vehículos de transporte terrestre 11. Es por
tanto un registro de la vida moderna, que recae sobre bienes muebles en
particular.
La definición de vehículo motorizado utilizada por Fernando Fueyo Laneri
señala: “Es un bien mueble, que adquiere diversidad de formas, accionado
(generalmente) por una fuerza propia, bajo la dirección del hombre, que
permite transportar personas o cosas por las diversas vías públicas de
circulación.
A diferencia de las naves, aeronaves y objetos ultraterrestres con variada
denominación, el automotor circula sobre la corteza terrestre.”
 REGULACIÓN LEGAL DE LA INSCRIPCIÓN REGISTRAL DE LOS
VEHÍCULOS AUTOMOTORES
La inscripción registral de la propiedad vehicular ha sufrido serias
modificaciones por lo que resulta conveniente desarrollar sus antecedentes y
evolución para después interpretar las disposiciones legales que la regulan y
los efectos jurídicos de ésta.
No existe en el Código Civil norma alguna que disponga en forma expresa y
directa que dicha inscripción requiere para su validez la inscripción previa en
los registros públicos. Sin embargo, encontramos diversas normas que
contienen disposiciones legales referidas a la inscripción de los vehículos de
transporte terrestre que nos permiten concluir que dicha inscripción es
condición obligatoria para la validez de la transferencia de la propiedad
vehicular; lo que permite afirmar que la inscripción de las transferencias
vehiculares es constitutiva.
Ello sucede en otros países. Tal es el caso de Chile en que por ejemplo la
legislación establece que “el dominio de los automotores obligatoriamente debe
formalizarse por instrumento público o privado y solo producirá efectos entre
las partes y con relación a terceros desde la fecha de inscripción en el Registro
de la Propiedad del Automotor”.
11
FUEYO LANERI, Fernando. “Teoría General de los Registros”. Editorial Astrea de Alfredo y Ricardo
Depalma. Buenos Aires. Año 1982. Pág. 45.

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El artículo 26 del mismo decreto dispone que la falta de inscripción de la
transferencia del dominio de los automotores presumirá la responsabilidad de
la persona a cuyo nombre figura inscripto el vehículo. 12
Siendo la inscripción constitutiva en la transferencia de propiedad automotor, la
legislación chilena modificó desde hace dos años las formalidades requeridas
para la inscripción. Establece la obligación del Notario que interviene en la
formalización, de inscribir el contrato de transferencia, sea cual fuere su
intervención en tal acto.
La legislación chilena contempla dos formas de formalización notarial del
documento legal de transferencia. Una de ellas es el documento privado con
firmas autenticadas y la otra forma es mediante un acta que no es escritura
pública ni se protocoliza, pero que el notario está obligado a extender
otorgándole número correlativo de registro. Adicionalmente, está obligado a
llevar un índice; conservar copia del documento de la transferencia, y, llevar un
Libro de Repertorio en el que se consigna el nombre de los contratantes,
número de motor del vehículo, tipo de vehículo, patente y la copia del
comprobante del pago de impuesto automotor, en los casos en que éste haya
sido requerido, de lo cual además tiene que dejar constancia en el documento
presentado para su inscripción.13
En la Argentina la transferencia de los vehículos automotores es constitutiva,
se utiliza un Formulario seriado y numerado preestablecido de obtención
directa por los contratantes. La función notarial se limita a la certificación de las
firmas. La presentación al registro la efectúa el interesado. El Notario no
protocoliza los formularios de transferencia, pero sí lleva un Registro en donde
anota el nombre de los rogantes, que viene a ser él o los contratantes, porque
se admiten documentos parciales, esto es solo el vendedor declarando su
voluntad de transferir ó sólo el comprador declarando su voluntad de adquirir, la
marca del vehículo, número de motor y chasis, la patente del vehiculo y otras
características más del contrato celebrado.14
En el Perú, el Sistema Nacional de Registros Públicos fue creado con la Ley
26366 (promulgada en el mes de octubre de 1994) con la finalidad de mantener
y preservar la unidad y coherencia del ejercicio de la función registral en todo el
país, orientado a la especialización, simplificación, integración y modernización
de la función, procedimientos y gestión de todos los registros que lo integran,
tal como lo señala la norma en su artículo primero.
En la Cuarta Disposición Transitoria de la citada ley se dispuso que el
Ministerio de Transportes y Comunicaciones transfiera las funciones, personal,
recursos materiales, económicos y financieros y todo el acervo documental de
12
GOMEZ GALLIGO, Javier. “El Registro de Bienes Muebles”. En: Revista Crítica de Derecho Inmobiliario,
Y SSN0210-0444, año Nº 76, Págs. 973-1046.
13
Información proporcionada por el Notario de Chile Francisco Leyva en consulta telefónica realizada a
su oficio notarial al teléfono No. 005625533522, con oficio notarial en Vicuña Maquena 3125 La Florida,
Santiago de Chile.
14
Información proporcionada por el Colegio de Escribanos de Buenos Aires en consulta telefónica
realizada a su teléfono No. 00541148010088.

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los Registros de Propiedad Vehicular y Prenda de Transporte que se
encontraban en el ámbito de la Dirección General de Circulación Terrestre, que
debían ser incorporados al Sistema Nacional de la SUNARP.
Este traslado a las Oficinas Registrales de la SUNARP se llevó a cabo recién
en octubre de 1997 conforme a lo dispuesto en la Resolución Ministerial No.
467-97-MTC/15.02 y las Resoluciones del Gerente General de la
Superintendencia Nacional de los Registros Públicos Nos. 011 y 012
SUNARP/GG en que fueron efectivamente.
Las implicancias de éste cambio, no fueron únicamente de sede sino que
generó otros efectos trascendentes. Es cierto que ambos registros tienen
características administrativas originando implicancias jurídicas
trascendentales, pero su organización, funcionamiento, facultades y efectos
son sustancialmente diferentes.
Los registros administrativos, (como eran los de Propiedad Vehicular y Prenda
de Transporte a cargo de la Dirección General de Circulación Terrestre), eran
registros de archivo de datos útiles para la administración a cargo de esta
dependencia, que les facilitaban el cumplimiento de sus funciones, en los que
se anotaban básicamente las características del bien en su primera inscripción
y las que le permitían circular a nivel nacional. Sin embargo, no cumplían con
satisfacer las necesidades o requerimientos de los usuarios.
El Registro de Propiedad Vehicular a cargo de la SUNARP es un registro
jurídico cuya actividad y principal función es proporcionarles a los usuarios la
publicidad general necesaria para obtener la seguridad y garantía de certeza y
legalidad acerca de las titularidades y las situaciones jurídicas relevantes y
derivadas de tal situación. La seguridad jurídica de este registro otorga las
garantías y el reconocimiento de los principios registrales, tales como la
legitimidad, publicidad, prioridad, fe pública registral, etc.
La diferencia entre ambos registros no los convierte en antagónicos. Antes
bien, se complementan para poder cumplir con sus respectivas funciones. El
registro administrativo que actualmente se encuentra en el ámbito del Ministerio
de Transportes, Comunicaciones, Vivienda y Construcción se encuentra
íntimamente relacionado con el Registro de Propiedad Vehicular a cargo de la
SUNARP, intercambiando información que es registrada por cada uno de ellos,
advirtiéndose que la legislación que regula las situaciones jurídicas relevantes
de los bienes vehiculares, contiene normas para ambos, así como sobre la
actuación de cada uno de ellos y también normas acerca de su vinculación.
A pesar de la relevancia que alcanzó la incorporación de los vehículos al
Registro de Propiedad Vehicular a cargo de la SUNARP, no se establecieron
disposiciones expresas respecto a la naturaleza de los efectos jurídicos de la
inscripción en el Registro de Propiedad Vehicular, así como tampoco se
determinó la aplicación de lo dispuesto en el artículo 2022 del Código Civil 15

15

Actas de Bienes Muebles y Transferencias Vehiculares. 20


que regula de manera exclusiva el derecho de oponibilidad de la inscripción
registral respecto de los terceros.
 DISPOSICIONES LEGALES REFERIDAS A LOS EFECTOS DE LA
INSCRIPCIÓN DE LA TRANSFERENCIA DE PROPIEDAD
VEHICULAR
Las disposiciones legales emitidas para implementar este nuevo Registro de
Propiedad Vehicular, han ido modelando las características tanto jurídicas como
administrativas que en nuestra opinión resultan otorgándole el carácter constitutivo a la
inscripción registral de la propiedad vehicular.

La Ley No. 2718116, denominada “Ley General de Transporte y Tránsito


Terrestre”, que contiene disposiciones de carácter administrativo
especialmente, en el Título VI denominado “Registro Vehicular y otros
Registros”, regula las características de la Placa Única Nacional de Rodaje; Del
Registro de Propiedad y Tarjeta de Identificación Vehicular; De la Transferencia
de propiedad, constitución de garantías y actos modificatorios; y, crea otros
registros administrativos denominado Registro Nacional de Conductores
Capacitados para la prestación de servicios de transporte.
Las disposiciones legales que contienen los artículos 32 al 35 de la Ley 27181
acreditan la estrecha vinculación en materia de inscripción de vehículos de
transporte automotor entre el Ministerio de Transportes, Comunicaciones,
Vivienda y Construcción y la Superintendencia Nacional de Registros Públicos,
SUNARP.
Estas disposiciones establecen que los vehículos de transporte automotor para
circular por vías públicas están obligados a exhibir una placa única nacional de
rodaje cuyos requisitos y características las establece el Ministerio. Además,
para circular se requiere de un conductor con licencia de conducir; el vehículo
debe estar inscrito en el Registro de Propiedad Vehicular, que informa de la
inscripción al Ministerio; la transferencia de la propiedad vehicular se formaliza
con la inscripción en el Registro de Propiedad Vehicular y la constitución de
garantías y sus modificatorias se rige por el Código Civil.
El Ministerio de Transportes, Comunicaciones, Vivienda y Construcción, si bien
dejó de tener a su cargo el Registro de Propiedad Vehicular, es la entidad
encargada de la circulación vial a nivel nacional y como tal mantiene estrecha
vinculación con el Registro de Propiedad Vehicular.
En esta norma encontramos diversas disposiciones de carácter administrativo a
ser verificadas por el Ministerio, así como los canales de información y
vinculación con la SUNARP, pero lo que es más importante tener en cuenta es
que se han establecido de manera expresa y directa los efectos de la
inscripción en el Registro de Propiedad Vehicular.
En el caso de los vehículos nuevos, el artículo 32 denominado “De la Placa
Única Nacional de Rodaje” establece la obligación de obtener la placa única

16
Ley promulgada el 8 de octubre de 1999.

Actas de Bienes Muebles y Transferencias Vehiculares. 20


nacional de rodaje como requisito previo para la circulación del vehículo en las
vías públicas. Entendemos que en el caso de los vehículos de transporte
terrestre la circulación en las vías públicas es el objeto y fin del vehículo no
puede ser cumplido si no se encuentra previamente inscrito en el registro, salvo
algunas excepciones como son los vehículos de colección que no lo requieren.
El cumplimiento de este requisito es verificado por el Ministerio de Transportes,
Comunicaciones, Vivienda y Construcción que ejerce a nivel nacional la acción
estatal en materia de transporte y tránsito terrestre.
Adicionalmente, el artículo 33 de la Ley 27181 establece la obligación del
conductor de exhibir la tarjeta de identificación vehicular que le otorga el
Registro de Propiedad Vehicular al efectuar su inscripción.
Teniendo en cuenta la verificación de la circulación que ejerce el Ministerio de
Transportes, Comunicaciones, Vivienda y Construcción, el artículo 33.2 de la
Ley ha dispuesto la obligación de la SUNARP de poner a disposición del
Ministerio la información que se consigne en el registro de Propiedad Vehicular
y mantener actualizado su registro administrativo.
Respecto a las formalidades de la transferencia de la propiedad vehicular,
estas se encuentran reguladas en el artículo 34.1 de la Ley 27181 que
establece que:
“La transferencia de propiedad y otros actos modificatorios referidos a
vehículos automotores se formaliza mediante su inscripción en el Registro de
Propiedad Vehicular”.
La palabra “formalizar” no tiene un contenido legal unívoco y claro, sin
embargo, las implicancias jurídicas que se originan a partir de ésta norma
merecen especial atención.
Consideramos que debe entenderse que “formalizar” está referido a darle
forma al acto de manera tal que le otorgue efectos jurídicos.
De la lectura y análisis de la Ley 27181, se advierte que es una norma detallista
que específica que establece “los lineamientos generales, económicos,
organizacionales y reglamentarios del transporte y tránsito terrestre y rige en
todo el territorio de la República”, como lo señala en su artículo 1. En
consecuencia, cuando la norma indica que la transferencia de propiedad se
formaliza mediante su inscripción, cabe preguntarnos ¿Qué efectos tiene antes
de su inscripción?, la respuesta es que “No se ha formalizado”. En
consecuencia, los efectos del acto de transferencia que pudieran haber
celebrado las partes en cualquier otra forma de las aceptadas en la ley para
éstos actos, sin haberse obtenido la inscripción sería sólo obligacional y no
tendría efectos frente a terceros, sean estos personas particulares o inclusive el
propio Ministerio de Transportes, Comunicaciones, Vivienda y Construcción
que verifica y controla la circulación terrestre ó el Registro de Propiedad
Vehicular donde se publicita las titularidades de los vehículos de transporte
terrestre. Todo ello con las implicancias que se pudieran derivar, no solo del

Actas de Bienes Muebles y Transferencias Vehiculares. 20


desconocimiento de la propiedad, sino además de las responsabilidades
civiles, penales y administrativas que se pudieran derivar del propio vehículo
conducido por un tercero.
Consideramos que la formalización que obtiene la transferencia de la propiedad
vehicular con la inscripción registral es la única que le otorga los requisitos
legales de validez al acto o negocio jurídico de la transferencia.
Es importante tener en cuenta que, la formalización de la transferencia de
propiedad vehicular mediante la inscripción no elimina el requisito de la
tradición aplicable a los bienes muebles y por tanto a los vehículos
automotores, pero que tal como lo reconoce el artículo 947, la tradición es
suficiente para la transferencia del bien mueble, salvo disposición legal en
contrario. Los vehículos automotores se encuentran, por tanto, entre los bienes
muebles que tienen disposición legal en contrario, que es el requisito de la
inscripción registral para que se formalice el traslado de dominio.
 ACTA NOTARIAL DE TRANSFERENCIA DE BIENES MUEBLES.
Estas actas se extienden en el Registro de Actas de transferencia de bienes
muebles registrables, que pueden ser: de vehículos usados o de otros bienes
muebles identificables que por ley se determine. La presentación de traslados o
partes a los Registros Públicos es cautiva para el Notario, lo que significa que
sólo pueden ser presentados por personal de la Notaría.
La disposición del artículo 1549 del Código Civil, relativo a la obligación del
vendedor de perfeccionar la transferencia de propiedad del bien, no constituye
norma de orden público, pudiendo pactarse en contrario dada su naturaleza
supletoria de la voluntad de las partes. De acuerdo con ello, es válido el pacto
por el cual se establece que los gastos notariales y registrales serán de cargo
de la compradora.
La notaría realizará el proceso de manera profesional y elaborará un acta en el
que se indicarán todos los aspectos de la transferencia, como el monto a
pagar, el dueño anterior y el nuevo, los datos del auto, y el estado del SOAT. El
pago también se realizará en la misma notaría. Lo normal es que, al hacer la
transferencia en una notaría, ésta también se encargue de inscribir en los
Registros Públicos el nuevo cambio de dueño del vehículo. De esta forma la
compra-venta se hará efectiva y serás el propietario del vehículo oficialmente.
La presentación de traslados o partes a los Registros Públicos es cautiva para
el Notario, lo que significa que sólo pueden ser presentados por personal de la
Notaría.
Cabe destacar que solo se inscriben e incorporan al Registro de Propiedad
Vehicular aquellos vehículos que se encuentren destinados a la vía pública o
Sistema Nacional de Transporte Terrestre (SNTT), por lo que debemos señalar
que las maquinarias agrícolas, de minería, vehículos de competencia,
vehículos areneros o tubulares y casi la generalidad de cuatrimotos, entre los

Actas de Bienes Muebles y Transferencias Vehiculares. 20


principales, no se encuentran destinados al SNTT, y por tal motivo no son
objeto de inmatriculación vehicular.
 Requisitos de transferencia vehicular para personas naturales:

- El notario a continuación emitirá dos formularios que deben ser llenados


por el dueño actual y el futuro propietario. Además de llenar Hoja de
datos con generales de ley de los contratantes e información del
vehículo, así como precio de venta, con carácter de declaración jurada;
deberán estar presentes compradores y vendedores conjuntamente, con
sus documentos de identidad originales el cual deberá estar vigente. Si
el vehículo que se va a transferir es propiedad de una sociedad
conyugal, deberán presentarse los dos integrantes en la notaría por
propio derecho o sino deberá adjuntar únicamente la copia del
Documento de Identidad de su cónyuge, mediante poder o si el
comprador está casado bajo el régimen de Separación de Bienes,
deberá adjuntar la Partida Electrónica original. Llenar Hoja de datos con
generales de ley de los contratantes e información del vehículo, así
como precio de venta, con carácter de declaración jurada.
- Tratándose de personas jurídicas o personas naturales que representen
a otras, deberán acreditar los poderes para celebrar este tipo de
contratos mediante la presentación de vigencia de poder expedido por la
Oficina Registral correspondiente. Dicho Certificado no podrá tener una
antigüedad mayor a 30 días naturales.
- Presentar Original y copia de la Tarjeta de Propiedad (llamada
legalmente Tarjeta de Identificación Vehicular - TIV 17). El nuevo dueño
recogerá unos días después la tarjeta que el antiguo propietario deberá
entregar.
- En caso de vehículo con una antigüedad de inmatriculación (fecha de
inscripción a los Registros Públicos) no mayor a 3 años, presentar el
debido comprobante que acredite el pago del impuesto al patrimonio
vehicular.
- Presentar original y copia del Seguro Obligatorio de Accidentes de
Tránsito (SOAT) vigente.
- Medio de pago de la compraventa.
- Llenar el Anexo 5 por cada contratante – UIF.
- Ahora bien, si se solicita registrar un anticipo de legítima, debe
acreditarse la condición de heredero forzoso. Ello debe hacerse
mediante la copia certificada de la partida de nacimiento expedida por el

17
La TIV es un documento que acredita que un vehículo está inscrito en el Registro de Propiedad
Vehicular. Este escrito es expedido por Sunarp, y contiene algunos datos importantes como las
características básicas del vehículo y algunas especificaciones más técnicas.
Así, cuando se compra un nuevo vehículo, se debe hacer su inmatriculación vehicular en el Sistema
Nacional de Transporte Terrestre (SNTT). Una vez se realiza, se emite la llamada TIV, que queda en
manos del propietario del vehículo. Si éste es vendido, SUNARP emitirá una nueva tarjeta para el
comprador y nuevo propietario.

Actas de Bienes Muebles y Transferencias Vehiculares. 20


Registro Civil respectivo, copia legalizada o inserta en el acta notarial
respectiva.

 Requisitos de transferencia vehicular a empresas


Los requisitos para realizar una Transferencia de propiedad Vehicular
entre Empresas son:
Para todo AUTO
- Solicitud oral o escrita de Otorgamiento de Acta de Transferencia
Vehicular.
- Tarjeta de Propiedad o identificación vehicular en original a nombre del
vendedor.
- Certificado del Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT)
vigente.
- Pago del impuesto vehicular, si el auto tiene una antigüedad no mayor a
tres años
Persona juridica
Para el VENDEDOR
- Original y Copia de la Copia Literal que expide SUNARP (no más de 15
días)
- Copia del RUC de la empresa.
- Original y Copia del Documento de Identidad del representante.
Para el COMPRADOR
- Original y Copia de la Copia Literal que expide SUNARP (no más de 15
días)
- Copia del RUC de la empresa.
- Original y Copia del Documento de Identidad del representante.
En el caso que una de las partes ,Vendedor o Comprador , sea una persona
natural aplica los requisitos establecidos para personas.
NOTAS: 
- De otro lado, en caso de primera inscripción, deberá adjuntar DUA,
factura emitida por el importador y cláusula con firmas legalizadas del
comprador y vendedor manifestando el medio de pago.
- Si el comprador quiere hacer una compra segura y no adquirir un auto
con órdenes de captura o papeletas, es recomendable acudir al SAT
para verificar las papeletas y, adicionalmente, solicitar a las Sunarp el
Certificado Registral Vehicular (anteriormente conocido como Certificado
de Gravamen Vehicular) para comprobar la existencia de órdenes de
captura. De esta manera, se dispondrá de todos los antecedentes
legales del vehículo, asegurándose que la compra se realice con total
garantía.

Actas de Bienes Muebles y Transferencias Vehiculares. 20


- En la compraventa puede pactarse que el vendedor se reserva la
propiedad del bien hasta que se haya pagado todo el precio o una parte
determinada de él, aunque el bien haya sido entregado al comprador. Si
no se ha acreditado que el codemandado a la fecha del siniestro habría
cancelado el saldo del precio del vehículo materia de compraventa para
que operara la transferencia a favor de este, se colige que la empresa
codemandada al momento del siniestro conservaba aún la propiedad del
vehículo; por lo tanto, el propietario del vehículo instrumento de un
accidente, asume solidariamente con el conductor, la responsabilidad
civil por los daños personales o materiales que este último hubiere
ocasionado a terceros.

 Transferencia vehicular en la Sunarp.


La Transferencia Vehicular es un acto que, a solicitud de las partes
interesadas, se extiende en el Registro de Propiedad Vehicular, con el fin de
cambiar de titular del derecho de propiedad para un vehículo usado o que ya
cuenta con su primera inscripción del derecho de propiedad llamada
inmatriculación.
El costo de la tasa registral para una transferencia vehicular es de S/ 75.00 (no
se incluyen los gastos notariales) y el plazo de calificación puede ser hasta de
siete (7) días hábiles
 Sistema de Intermediación Digital Vehicular (SID-Vehicular)
Plataforma de servicios que le permite realizar el procedimiento de inscripción
registral a través de la presentación electrónica de documentos con firma digital
del Notario. La Plataforma del SID Sunarp se encuentra disponible para
presentar electrónicamente partes notariales como son las transferencias
vehiculares.
Debido al creciente empleo del SID-Vehicular en la Oficina Registral de Lima, a
partir del 1 de febrero del 2018, el servicio de presentación electrónica para el
acto de compraventa vehicular se amplió a todo el territorio nacional.
Mediante el SID-Vehicular se puede iniciar el procedimiento registral a través
de la generación del parte notarial electrónico -con firma digital del notario
afiliado al sistema-, para su envío electrónico a la Sunarp bajo altos estándares
de seguridad. De esta forma, se suprime el soporte papel en el procedimiento
registral, eliminando las posibilidades que ingresen compraventas de vehículos
falsas al Registro.
Con ello, se simplifican los procedimientos internos relacionados al trámite de
documentos, debido a que el parte con la firma digital se presenta de manera
afectiva, generando el asiento de presentación de forma directa.
 FORMALIDADES DEL ACTA NOTARIAL DE TRANSFERENCIA

Actas de Bienes Muebles y Transferencias Vehiculares. 20


En cuanto a las formalidades del Acta Notarial de Transferencia, el artículo 25
del Reglamento de Inscripciones del Registro de Propiedad Vehicular ha
establecido lo siguiente:
- Toda transferencia se inscribe en mérito al Acta Notarial.
- Debe acreditarse el pago del Impuesto al Patrimonio Vehicular.
- Para efectos registrales se la presume que ha ocurrido la tradición del
vehículo, una vez otorgada el Acta Notarial, salvo declaración expresa
en contrario en el mismo instrumento.
- Obliga al registrador a observar el título que contenga el contrato de
transferencia de propiedad vehicular en donde se desprenda que no ha
ocurrido la tradición del vehículo.
- Quedan exceptuados los casos en que el adquirente ya era poseedor o
cuando se reconoce la posesión de un tercero en el mismo contrato,
esto es, la entrega ficta.
Esta norma ratifica el carácter de formalidad legal que se encuentra revestida la
transferencia de propiedad vehicular, pero también ratifica la obligación de
cumplir con la tradición tal y conforme es la regla general establecida en el
artículo 947 del Código Civil.
 Efectos de la inscripción en la legislación extranjera
En lo que se refiere a la legislación de inscripción de bienes inmuebles y
muebles, encontramos legislación nacional y extranjera que regulan el tema.
Asimismo, encontramos posiciones doctrinarias que han estudiado el
estableciendo principios y características recogidas casi uniformemente.
En lo que respecta a la naturaleza jurídica de la transferencia de la propiedad
mueble, no encontramos un tratamiento doctrinario de similar naturaleza
resultando común la exigencia de la tradición o entrega de la posesión como el
requisito indispensable para que ocurra la transferencia de propiedad mueble
sin que se condicione la transferencia del dominio al acto de inscripción.
El carácter declarativo de la inscripción de los bienes inmuebles es la norma
generalizada en casi todos los sistemas. La inscripción constitutiva de la
transferencia de la propiedad inmueble se reconoce casi exclusivamente en el
sistema alemán. Podríamos decir que es la excepción que confirma la regla.
También es importante mencionar que este sistema con efectos constitutivos
se sustenta en una realidad ideal y poco alcanzada en los demás países, esto
es la existencia de un catastro de todas las unidades inmobiliarias, según
afirman todo el suelo alemán está reconocido y catastrado, lo que permite que
sea identificable cada centímetro de su suelo.
En nuestra legislación la transmisión de la propiedad inmueble se rige por el
principio consensualista recogido en el artículo 949 del Código Civil. 18 Como
consecuencia de ello, la sola voluntad de enajenar, o lo que se conoce como el

18
“La sola obligación de enajenar un inmueble determinado hace al acreedor propietario de él, salvo
disposición legal diferente o pacto en contrario”

Actas de Bienes Muebles y Transferencias Vehiculares. 20


acuerdo de “cosa y precio” entre el propietario y el adquirente es suficiente que
opere la transferencia del dominio.

 Evolución del sistema de transferencia en la legislación nacional


El desarrollo del sistema de transferencia de la propiedad en los diversos
códigos nacionales fue evolucionando, según se detalla a continuación.
El Código Civil de 1852 comprendía dentro del concepto de enajenación tanto
la transferencia de dominio a título oneroso como gratuito. Establecía en su
artículo 574 que “la enajenación se completa por la tradición, que es la entrega
que se hace de una cosa poniéndola a disposición del dueño”. En la
transferencia por donación entre vivos consideraba que había ocurrido la
transferencia con la aceptación del donatario ó con la entrega de la cosa
(aceptación ficta).
El Código Civil de 1936 no dedicó un título especial a las formas de
transferencia de la propiedad al legislar sobre la propiedad inmueble y mueble,
pero en otros libros del código, tales como en el Libro de las Obligaciones,
reguló la transferencia de la propiedad recogiendo la teoría consensualista o
“espiritualista” del influyente Código Francés de 1804 que modificó la teoría
establecida en el Derecho Romano del título y modo referidos a la tradición
causal como requisito para que ocurra la transferencia de la propiedad, Se
eliminó así todo requisito adicional al consentimiento de los contratantes para
que ocurra la transferencia de la propiedad.
El artículo 1172 del Código Civil de 1936 establecía: “La sola obligación de dar
una cosa inmueble determinada hace al acreedor propietario de ella, salvo
pacto en contrario”. Con ello eliminaba la tradición como requisito para la
transferencia de la propiedad inmueble.
Manuel Augusto Olaechea comentando la posición espiritualista asumida por el
Código de 1936 dice “la obligación de entregar se reputa mentalmente
ejecutada, la tradición que viene después del pacto, es un hecho que no tiene
la virtud de transferir el dominio sino únicamente de poner al adquirente en
aptitud de servirse de la cosa. La obligación nace y muere sin solución de
continuidad. Se le considera perfecta y ejecutada en el mismo momento de su
formación”.
El sistema francés que originalmente estableció solo el consentimiento para la
transferencia de la propiedad, fue modificado por Ley de 23 de marzo de 1855
incorporando el valor del derecho inscrito. Reconoció el principio de
oponibilidad del derecho inscrito frente al que no está inscrito. De esta manera,
el Código de 1936 que sólo recogió el sistema consensualista fue criticado por
el mismo Manuel Augusto Olaechea al reconocer que otorgarle la propiedad
absoluta al derecho inscrito, genera en algunos casos una doble realidad, la
inscrita, versus la que se presenta en la realidad, en que por diversas razones

Actas de Bienes Muebles y Transferencias Vehiculares. 20


un título de transferencia de propiedad inmueble no logra ingresar a los
registros.
El artículo 949 del Código Civil vigente si bien parece idéntico a su predecesor
artículo 1172 del Código anterior, tiene una importante modificación al final de
su redacción. En efecto, si bien ambos reconocen que la sola obligación de dar
o enajenar transmite la propiedad inmueble, antes sólo se aceptaba que las
partes establecieran lo contrario, ahora la norma ha incorporado la posibilidad
que el legislador establezca norma en contrario.
La concurrencia de acreedores ha sido de esta manera resuelta en el mismo
Código Civil, en el artículo 1135 otorgándole preferencia al acreedor de buena
fe con título inscrito, o en defecto de inscripción al acreedor de título de fecha
cierta anterior.
En lo que respecta a los bienes muebles, la evolución histórica de la regulación
de la transferencia de propiedad ha reconocido siempre el valor de la tradición
ó entrega de la posesión, hasta el punto inclusive que el propio legislador
confundía la posesión con la propiedad. El Código Civil de 1936 en su artículo
890 disponía: “aquel que de buena fe y como propietario recibe de otro la
posesión de un mueble, adquiere el dominio aún cuando el enajenante de la
posesión carezca de facultad para hacerlo”.
El legislador en el artículo 947 del Código Civil vigente ha establecido
claramente la regulación de la transferencia de propiedad de una cosa mueble,
lo que ocurre “con la tradición a su acreedor, salvo disposición legal diferente”.
Como conclusión de éste recuento histórico podemos señalar:
– En la legislación peruana la tradición fue un requisito indispensable para la
transferencia de propiedad de bienes muebles e inmuebles.
– A partir del Código Civil de 1936 la transferencia de la propiedad inmueble se
entiende que ocurre con el solo consentimiento.
– Actualmente el Código vigente establece la teoría consensualista de la
transmisión de la propiedad inmueble, salvo disposición legal o contractual
diferente, habiéndose incorporado el principio de oponibilidad del derecho
inmueble inscrito y el principio de la buena fe registral.
– En cuanto a los bienes muebles, la tradición es requisito indispensable en la
transferencia de la propiedad de bienes muebles, salvo disposición legal en
contrario.
– Conforme ya hemos adelantado nuestra opinión, existen bienes muebles,
tales como las naves y los buques así como los vehículos de transporte
vehicular que por disposiciones legales expresas y posteriores al Código Civil
de 1984 establecen como requisito especial para la transferencia de la
propiedad de estos bienes la inscripción registral.
 Ventajas de la aplicación de un sistema constitutivo en la transferencia
de propiedad vehicular

Actas de Bienes Muebles y Transferencias Vehiculares. 20


Si bien estamos arraigados al sistema imperante de aplicación del principio
consensualístico de transferencia de propiedad inmueble la utilización de éste
mismo sistema al traslado de dominio de la propiedad vehicular consideramos
que no resulta igual de ventajosa. Más bien resaltaría las desventajas de éste
sistema, las que inclusive ya vienen siendo advertidas en su aplicación en el
Registro de la Propiedad Inmueble y que dejan de manifiesto la conveniencia
de la teoría constitutiva en el Registro de Propiedad Vehicular.
– Los defensores de la teoría consensualista señalan como ventaja que
facilitan el traslado del dominio, eliminando los problemas, demoras y costos de
la inscripción registral. Esta supuesta ventaja, ausente en la teoría constitutiva,
tiene una realidad muy diferente en la propiedad vehicular, cuya circulación en
el mercado es bastante ágil y constante, las formalidades para su inscripción
son mínimas en comparación con el contrato de enajenación de un bien
inmueble, las vicisitudes jurídicas propias de los bienes territoriales no se
presentan en los vehículos automotores y los costos de inscripción resultan
porcentualmente bastante menores a los requeridos para la inscripción
inmobiliaria.
El legislador ha sido generoso en la simplificación del documento requerido
para la presentación de la solicitud de inscripción en los registros públicos en el
caso de los vehículos con el Acta de Transferencia Vehicular otorgada ante el
Notario, de manera directa por los contratantes, sin requerir intervención de
abogado, ni presentación de documento privado previamente suscrito por las
partes.
Como una garantía de seguridad, la norma ha establecido que la presentación
de los partes del Acta de Transferencia Vehicular sólo la pueden efectuar los
notarios o sus empleados previamente inscritos como presentantes ante la
Oficina Registral, consiguiendo de esta manera una mayor garantía que solo
los títulos de transferencia de dominio válidamente otorgados tendrán acceso a
la inscripción registral, facilitando con ello la legitimidad en la exactitud de las
inscripciones y las garantías de la publicidad que otorga.
En materia registral de la propiedad vehicular existen por tanto ventajas
provenientes de la naturaleza jurídica del propio bien. Es más simple identificar
un vehículo que un bien inmueble. Ello simplifica el “estudio de títulos
anteriores” al de traslado de dominio a ser inscrito; se han simplificado los
requisitos para la formalización del acto de traslado de dominio, la inscripción
registral ofrece menos requerimientos y resulta más eficiente. Todo ello permite
que exista una mayor concordancia entre la realidad y los hechos que publicita
el registro.
En conclusión, desde el punto de vista de celeridad en la circulación de los
bienes y facilitación de los intercambios la teoría consensualista no aporta
ninguna ventaja al traslado de dominio de los vehículos automotores, ni resulta
más económica o simplificada.

Actas de Bienes Muebles y Transferencias Vehiculares. 20


Una de las desventajas de la teoría consensualista es la señalada por el Dr.
Gunther Gonzáles Barrón que dice “descarta en principio la utilización de un
instrumento publicitario para dar a conocer las transferencias y, en general,
para dar a conocer el estado jurídico de los inmuebles”. 19
Esta situación de desventaja en la que se encuentra el comprador de un
inmueble que no puede conocer con exactitud de las realidades que han
ocurrido al margen del registro es una situación que se agravaría en el caso de
la propiedad vehicular en que el bien por su propia naturaleza es posible que el
comprador lo reciba de quien teniendo la posesión no es el verdadero
propietario.
La facilidad con que puede un sujeto encontrarse en posesión de un vehículo
no puede asimilarse a las ocasionales situaciones que en el caso de los
inmuebles pueden generar tal discrepancia entre los hechos y la realidad
registral.
En el sistema anterior de transferencia de la propiedad vehicular por
documento privado con firmas legalizadas, la falsificación de las firmas de los
notarios y de los propios contratantes generó un sistema de caos en la
propiedad vehicular y una gran discrepancia entre las titularidades inscritas en
el registro y las transferencias que ocurrían fuera del registro. El perjuicio de
titulares con derecho inscrito y propietarios que habían adquirido al margen del
registro, perjudicó a todos los involucrados. El legislador advirtiendo éste
reclamo y las graves consecuencias que además trajo con las injustas
denuncias penales para los usuarios, los notarios y los registradores motivó el
cambió a la regulación que hoy se aplica en materia registral a la transferencia
de propiedad vehicular.
Pero el reconocimiento del efecto constitutivo de la inscripción no desconoce
los deberes y derechos obligacionales que pudieran presentarse en mérito de
un contrato de transferencia efectuado al margen del registro.
Conociendo los requisitos indispensables para que se lleve a cabo la
transferencia de bien mueble es necesario absolver las siguientes
interrogantes:
 Regulación en el derecho sucesorio

- ¿Cómo se transfiere un bien de la masa hereditaria?


Para la transferencia de un bien comprendido en la masa hereditaria, deben
expresar su manifestación de voluntad todos los coherederos de la causante,
pues dichas personas también tienen derechos de propiedad sobre los bienes
inmuebles. Al realizarse la disposición por uno solo de los herederos, la misma
adolece de nulidad absoluta.

19
Cita de: GUEVARA PEZO, Victor: “Bienes y Cosas”. Instituciones del Derecho Civil.- Derechos Reales
(Visión Histórica) Tomo III. P. 1496. Universidad Femenina del Sagrado Corazón. Editorial Cuzco S.A, julio
de 1996.

Actas de Bienes Muebles y Transferencias Vehiculares. 20


- Si uno de los herederos transmite la propiedad sin el consentimiento de
los otros ¿la transmisión es válida?
Dada la calidad de herederos de la causante, los accionantes también tienen
derechos de propiedad sobre los inmuebles, siendo que la disposición que
realiza el único heredero adolece de nulidad absoluta, puesto que la
manifestación de voluntad de los herederos mencionados, en su calidad de
copropietarios de dichos lotes, no se había exteriorizado a efectos de
configurar una transferencia válida.
- ¿Qué sucede con los bienes transferidos por el heredero aparente?
Los bienes transferidos por el heredero aparente o por uno de los coherederos
a favor de terceros, en el caso de que no se pueda reivindicar los bienes
hereditarios, no son materia de división y partición; sin embargo, el poseedor
de los bienes, dentro de los cuales debe incluirse al sucesor aparente o al
coheredero, está obligado a restituir la totalidad o parte del precio al heredero
perjudicado.
 IMPORTANCIA DEL REGISTRO DE BIENES MUEBLES
El registro reducirá dramáticamente los costos de transacción (información)
acerca de la titularidad de los bienes, posibilitando de esa manera un fluido
tráfico de bienes en el mercado y, con la publicidad que genera, permitirá la
constitución de titularidades erga omnes. Adicionalmente, un bien registrado
evitará todos los costos indirectos generados por la posesión, incentivará la
constitución de varias titularidades concurrentes, posibilitará que el titular no
tenga que desprenderse físicamente de los bienes y, además, generará
información precisa respecto de la titularidad y demás derechos constituidos
sobre dichos bienes

Actas de Bienes Muebles y Transferencias Vehiculares. 20


 CONCLUSIONES

- La concordancia exacta de lo que inscrito con lo que ocurre en la


realidad, es lo único que puede garantizar las ventajas de la publicidad
registral que en el caso de los vehículos automotores no solo es de
interés para el adquirente y los terceros, sino del transferente que
también puede sufrir graves consecuencia para él mismo por la no
inscripción del traslado de dominio que hubiera efectuado.
- El reconocimiento de un sistema declarativo de transferencia de la
propiedad vehicular resultaría riesgoso, costoso y afectaría la teoría de
la responsabilidad del daño ocasionado por el vehículo, por cuanto no
existiría voluntad alguna de acceder al registro a inscribirse como
propietario si las sucesivas transferencias posteriores no se inscriben.
- Los efectos de un sistema declarativo de transferencia de la propiedad
vehicular son mucho mayores en sus implicancias a lo que ocurre en el
caso de los bienes inmuebles, que por su propia naturaleza la falta de
coincidencia entre la realidad registral y la realidad, solo afecta al tercero
interesado en adquirir la propiedad.
- Por tanto, el sistema legal que regula los vehículos automotores y sus
efectos o implicancias en el uso para el cual están destinados requiere
que el sistema de traslado de dominio sea uno constitutivo, como ya lo
reconocen los últimos dispositivos legales.
- Finalmente, la decisión que ha tomado el legislador para los bienes,
distinguiendo el sistema de aplicación entre los bienes inmuebles,
muebles en general, vehículos automotores y naves o buques resulta
siendo perfectamente valida en cada caso con lo podemos concluir
coincidiendo con lo señalado por Gunther Gonzáles Barrón que
comentando los planos de protección registral en su obra “Tratado
Derecho Registral Inmobiliario” dice: “Por tanto, la decisión que se tome
entre la “publicidad necesaria-constitutiva” o la “publicidad necesaria-
declarativa ” es un asunto de política legislativa, en la que se encuentra

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involucrados aspectos de orden social, cultural y económico, no siendo
suficiente ampararse en conceptos o dogmas jurídicos.” 20

 BIBLIOGRAFÍA

- GONZALES BARRÓN, Günther. Introducción al Derecho Registral y


Notarial. Jurista Editores E.I.R.L. 2da. Edición. Lima 2008. 781 pp.
- TORRES SÁNCHEZ, Tito Augusto. Eficacia Constitutiva de la
transferencia de Propiedad Vehicular.
- GOMEZ GALLIGO, Javier. “El Registro de Bienes Muebles”. En: Revista
Crítica de Derecho Inmobiliario, Y SSN0210-0444, año Nº 76, Págs.
973-1046.
- RAVINA SÁNCHEZ, Raúl. El Sistema de Clasificación de los Bienes y su
Importancia para el Derecho Civil Patrimonial.

 ENLACES:

- http://blog.pucp.edu.pe/blog/jaimedavidabantotorres/2012/02/11/efectos-
constitutivos-de-la-inscripcion-de-la-transferencia-de-propiedad-
vehicular/
- http://www.oas.org/juridico/spanish/mesicic3_per_leynotariado.pdf
- https://www.sunarp.gob.pe/seccion/tutor-registral/registro-bienes-
muebles.html
- http://ra-dvb.blogspot.com/2009/09/los-bienes-registrables-y-no.html
- https://www.autofact.pe/blog/comprar-auto/tramites/transferencia-
vehicular

20
GONZALES BARRÓN, Gunther. “Tratado Derecho Registral”. 2da. Edición, Jurista Editores, Lima, 2004.
128 pp

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ANEXO

Actas de Bienes Muebles y Transferencias Vehiculares. 20

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