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Bioética de intervención, interculturalidad y

no-colonialidad
Bioethics of intervention, inter-culturality and non-coloniality

Fábio Rivas-Muñoz Resumen


Universidad Nacional de Colombia. Facultad de medicina. Bogotá,
Colombia. La propuesta de Bioética de Intervención (BI) surgida
Universidad de Brasilia. Programa de Postgrado en Bioética. en los años 1990 como respuesta a la mirada anglo-
Brasilia, DF, Brasil. sajona de la bioética centrada en cuatro principios
E-mail: farivasm@unal.edu.co
pretendidamente universales - que aunque necesa-
Volnei Garrafa rios son insuficientes al contexto latinoamericano -
Cátedra UNESCO ha continuado su proceso de construcción colectiva.
Universidad de Brasilia. Programa de Postgrado en Bioética.
Brasilia, DF, Brasil.
El artículo muestra los puntos comunes entre esta
E-mail: garrafavolnei@gmail.com propuesta y perspectivas regionales latinoamerica-
nas acerca de interculturalidad y no-colonialidad. A
Saulo Ferreira Feitosa
partir de la mirada utilitarista de John Stuart Mill,
Cátedra UNESCO
Universidad de Brasilia. Programa de Postgrado en Bioética. abre posibilidades de aproximación entre el utilita-
Brasilia, DF, Brasil. rismo y los derechos individuales, posturas éticas
E-mail: sauloffeitosa@gmail.com contrarias para muchos autores. Igualmente, mues-
Wanderson Flor de Nascimento tra como la BI está en consonancia con el contenido
Cátedra UNESCO de las tres declaraciones de la Unesco en asuntos
Universidad de Brasilia. Programa de Postgrado en Bioética. relacionados con la cultura, patrimonio genético y
Brasilia, DF, Brasil. derechos humanos. Todos estos elementos permiten
Departamento de Filosofía de la Universidad de Brasilia, Brasil.
avanzar hacia un estatuto epistemológico para la
E-mail: wandersonn@gmail.com
Bioética de Intervención, una de las propuestas más
difundidas en la contextualización latinoamericana
de este territorio interdisciplinar del conocimiento.
Palabras clave: Bioética; Interculturalidad; Colo-
nialidad.

Correspondência
Fabio Rivas-Muñoz
Facultad de Medicina. Departamento de Salud Pública. Universidad
Nacional de Colombia. Carrera 30. Calle 45, Ciudad Universitaria.
Bogotá, Colombia.

DOI 10.1590/S0104-12902015S01012 Saúde Soc. São Paulo, v.24, supl.1, p.141-151, 2015 141
Abstract Introducción
The proposal of Intervention Bioethics (BI), which En uno de sus libros, Noam Chomsky, quizá el
arose in the 1990s as a response to the Anglo-Saxon pensador más importante en los Estados Uni-
perspective of four universally presumed principles, dos hoy, escribió hace algunos años: “El ideal
which though necessary are insufficient in the democrático en nuestro país y en el extranjero
Latin-American context, has continued its collective es simple y honesto: sois libres de hacer lo que
construction process. The article shows the common queráis, siempre y cuando eso sea lo que que-
points between this proposal and Latin-American remos que hagáis.”(Chomsky, 2001, p. 331). La
perspectives of inter-cultural and non-colonial is- perspectiva anglosajona de la bioética, centrada
sues. Simultaneously, the utilitarian perspective en cuatro principios supuestamente universales:
of John Stuart Mill opens the possibilities of ap- Autonomía, Beneficencia, No-maleficencia, y
proximation between utilitarianism and individual Justicia, y en esencia circunscrita a los ámbitos
rights, ethically opposing positions for many au- hospitalarios y de los centros de investigación con
thors. In addition, we show that BI has consonance seres vivos, principalmente humanos, quizá siga
with three Unesco declarations on culture, genetic siendo la más difundida en occidente y la que más
heritage and human rights. All of these elements se practica, es decir, colonizó el mundo al norte y
allow progress towards an epistemological statute al sur. Sin embargo, no es la única. La pretendida
of Intervention Bioethics, one of the more important universalidad de tal mirada, comenzó a ser deba-
proposals towards a Latin-American vision of this tida muy temprano y aun el propio VR Potter, a
new interdisciplinary territory of knowledge. quien se atribuye la introducción del término a
Keywords: Bioethics; Inter-Culturality; Coloniality. comienzo de los años 70 del siglo XX, la criticó por
cuando la amplia perspectiva que él planteó, en la
práctica, terminó siendo reducida a un ejercicio
de democracia comisionada cuyo escenario son
los comités de ética de la asistencia o de la inves-
tigación en salud (Potter, 1998; Pessini, 20131).
Comités estos, sin duda, interdisciplinarios, lo
cual, sin embargo, no significa interculturales,
pues las disciplinas que la integran y dialogan
entre sí en la búsqueda de soluciones a conflictos
éticos en el campo sanitario siguen siendo cono-
cimientos expertos y continúan dejando por fuera
otras formas de conocimiento, otras maneras de
entender la vida en el planeta, otras perspectivas
de la salud o el bienestar, otras maneras posibles
de organización de las sociedades humanas, otras
visiones de democracia.
La Enciclopedia de bioética, en 1995, definió
esta materia como “Estudio sistemático de la
conducta humana en el ámbito de las ciencias de
la vida y la atención en salud, en cuanto se exa-
mina esa conducta a la luz de valores y principios
morales” (Reich, 1995). Volviendo a Chomsky,
se trataría de una mirada simple y honesta de

1 En este texto, Leo Pessini refiere que Potter afirmaba: “my own vision of bioethics demands a much wider vision.”

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la bioética, que sin embargo, intenta tomarse el La Bioética de Intervención (BI) en
mundo mostrándola como la propia Bioética, la
única, la mejor, la universal2. Desde luego, como
el contexto latinoamericano
suele pasar con todo lo enviado o venido desde el Hacia los años 1990, comienzan a ventilarse algunas
centro, encuentra adeptos en la periferia así como propuestas para la bioética desde América Latina, y
también otros que la critican, en lo fundamental, hoy hay tres posturas claras, las cuales, como suele
acudiendo a una realidad que, sin duda, difiere de suceder, poca difusión han tenido en el centro y
la realidad de los países centrales que ven a los pocas probabilidades tienen de difundirse en el
periféricos algo así como sus hijos, quienes, de inmediato futuro. Se trata de la Bioética de Protec-
seguir sus pasos, crecerán y alcanzarán la manera ción cuyos autores sobresalientes son Schramm y
correcta de pensar y de hacer las cosas, pero sin Kottow, con un pensamiento que gira alrededor del
dejar de ser sus hijos y nunca conseguir su ma- concepto de vulnerabilidad; la Bioética centrada
yoría de edad. Se trata, entonces, de que seamos en los Derechos Humanos Universales, con Tealdi
obedientes y veamos la bioética desde el mismo como su representante más conocido y, por último,
la llamada Bioética de Intervención (en adelante
punto de vista que al norte a fin de aplicarla juicio-
BI), centrada en la justicia y la salud pública, cuyos
samente para buscar respuesta a problemas de su
proponentes son Garrafa y Porto.
incumbencia, sólo que al sur, como si los proble-
Puede afirmarse, sin temor a grandes equivoca-
mas fuesen similares y la racionalidad en busca de
ciones, que tanto la protección, como los derechos
solución la misma que allá, por tanto, a problemas
humanos y la intervención, son parte de la historia
similares, racionalidad similar, solución similar,
de la bioética y de su ejercicio, aún en la perspectiva
acá. Una particular forma de democracia; donde
anglosajona de esta llamada por algunos inter-
el centro plantea los problemas que debe tener disciplina científica. No es exagerado afirmar que la
la periferia, cómo abordarlos y a qué soluciones bioética subvirtió el orden de hospitales y centros de
debe llegarse. Si eso es democracia, no hay manera investigación poniendo en el centro a los pacientes
de saber en qué se diferencia del sometimiento, y a los sujetos en quienes se investiga en aras de la
o la obediencia ciega, que se suponía trataba de ciencia. La bioética tuvo y tiene que proteger a los
contrarrestar. vulnerables y hacer valer sus derechos, así como
Lo cierto es que, como sostiene Sotolongo, “(…) la tuvo, y debe seguir haciéndolo, que intervenir cuan-
reflexión y la práctica bioéticas están siendo condi- do se pasó por encima de la dignidad de los seres
cionadas por – y son parte integrante de – una amplia humanos, tanto en la atención como en la investi-
y profunda mutación cualitativa que está teniendo gación. Es su tarea fundamental en esos escenarios.
lugar en el pensamiento y la praxis de nuestra Para la BI, sin embargo, la perspectiva principia-
época (…)” (Sotolongo, 2005, p.95) Habrá necesidad lista de la bioética, resulta
de agregar que, como ha sucedido con las grandes
insuficiente para adelantar un análisis contextuali-
transformaciones científicas, sociales y políticas
zado de los conflictos que exijan flexibilidad y una
en la historia de la humanidad, quienes ejercen y
determinada adecuación cultural”, también para
han ejercido el poder, no van a ceder fácilmente. La
“hacer frente a macroproblemas persistentes o coti-
bioética no es ajena al ejercicio del poder y, aunque
dianos, frecuentes en sociedades con significativos
algunos bioeticistas, muchos o pocos, no gusten de
niveles de exclusión social (Garrafa, 2005, p. 127).
los asuntos políticos, habrá que tocarlos si queremos
avanzar en una perspectiva diferente, y necesaria, Al decir insuficiente se está diciendo que puede
de la bioética desde y para Nuestra América. resultar necesaria para algún tipo de abordajes en los

2 El prefacio a la séptima edición del ya clásico texto de Tom Beauchamp y James Childress, Principles of Biomedical Ethics (2013), comienza
diciendo “La ética biomédica, o bioética,” (p.vii), lo cual pone en evidencia su insistente visión de que hay una sola bioética en el mundo,
cualquier otra que no sea ética biomédica, no es bioética.

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contextos mencionados, pero se queda corta cuando llamado ´fenómeno de la globalización’ – entre los
se trata de problemas que sobrepasan los alcances de países del Norte y del Sur del planeta” (Garrafa,
los comités de ética de la asistencia en salud o ética 2005, p. 130). Tal postura, claramente política, ha
de la investigación en salud. Aun en el campo de la dado pie a muchas críticas desde otras perspectivas
salud, la práctica de salud pública encara problemas de la bioética, aun en Latinoamérica, las cuales, no
que desbordan la capacidad de estos comités pues, obstante, no son objeto central del presente artículo.
sobre todo los asuntos de justicia, resultan por demás Explícitamente, la BI “hace una alianza concreta con
diferentes a los que se presentan en los escenarios ya el lado históricamente más frágil de la sociedad”
mencionados, puesto que ésta aborda, por ejemplo, los (Garrafa, 2005, p. 130). Asume que el Estado tiene
determinantes sociales o determinación social de la una responsabilidad “frente a los ciudadanos, prin-
enfermedad, bastante lejos de la intencionalidad de cipalmente aquellos más frágiles y necesitados…
dichos comités. Los que pudieran llamarse conflictos y frente a la preservación de la biodiversidad y del
éticos en el terreno de la salud pública son diferen- propio ecosistema, patrimonios que deben ser pre-
tes de aquellos en la práctica individualizada de la servados de modo sustentable para las generaciones
medicina, los cuales también son de interés para la futuras” (Garrafa, 2005, p. 132).
BI aunque para su análisis no se acuda (al menos no Cuatro criterios adicionales fundamentan la
exclusivamente) a alguno de los cuatro principios de postura ético-política de la Bioética de Intervención
la bioética clínica anglosajona. Temas como la exclu- (BI): la prudencia frente a los avances científico-
sión, la discriminación, la solidaridad y la coopera- tecnológicos, la prevención de posibles daños e
ción, además de la vulnerabilidad social, son asuntos iatrogenias, la precaución ante lo desconocido y
fundamentales, el centro mismo de interés de la BI. la protección de los excluidos, los frágiles y los no
Estos temas son también los focos de la reflexión atendidos (Garrafa, 2011; Garrafa; Porto, 2003).
en la perspectiva de la Bioética de Protección y de la Aunque se venía gestando desde los años 90
Bioética de los Derechos Humanos. Se trata de los como una proposición epistémica anti-hegemónica
llamados problemas macro, o “persistentes”, comu- que reivindica una identidad política militante, fue
nes en los países latinoamericanos que, desde luego, sólo en 2002, cuando se realizó el Sexto Congreso
requieren atención por parte de una inter-disciplina Mundial de Bioética, que se presentó bajo la deno-
que apunte a la responsabilidad social y la salud de minación específica de Bioética de Intervención.
acuerdo con el artículo 14 de la Declaración Universal Por esta razón, esa fecha se convirtió en el marco
sobre Bioética y Derechos Humanos de la Unesco inaugural de la BI, lo que significa un poco más de
(DUBDH) (UNESCO, 2005) y vea este asunto, el de la una década de existencia concreta.
salud, como un derecho y no simplemente como un Considerando su brevedad existencial, es ne-
bien de consumo al cual se accede por vía del mercado cesario reconocer el significativo impacto de su
y es regido por los vaivenes de la oferta y la demanda, aporte teórico en el ámbito de la coyuntura bioética
como cualquier otra mercancía. regional e internacional. En este sentido, se debe
La BI, también se ocupa de reflexionar y proponer tener en cuenta la influencia ejercida por la BI,
respuestas a problemas o conflictos morales surgi- en colaboración con las demás posturas bioéticas
dos en los últimos tiempos, a los cuales denomina latinoamericanas, en el propio proceso de elabora-
“situaciones emergentes”, asociadas a los avances ción de la DUBDH, ya referida. Aprobada de manera
científico-tecnológicos como la genómica, la uti- unánime por 191 países, no obstante las divergencias
lización de células madre, las nuevas tecnologías manifiestas en el proceso de construcción del texto,
reproductivas, los trasplantes, por sólo citar algu- la referida Declaración es una señal relevante acer-
nos ejemplos. Sin embargo, para esta nueva forma ca de las posibilidades históricas, mejor dicho, un
de interpretar y aplicar la bioética que surge desde ejemplo de un consenso bioético construido históri-
América Latina, “El marco referencial de análisis, camente a partir de la perspectiva de universalidad
con todo, será la creciente desigualdad verificada – de los Derechos Humanos, uno de los paradigmas
principalmente después de la consolidación del sobre el cual se ancla la estructura teórica de la BI.

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La BI y su diálogo con el hagan daño. De ese modo, las morales que protegen
a todos los individuos de los perjuicios causados
utilitarismo y los derechos por otros, ya bien directamente o mediante la
humanos obstaculización de su libertad de buscar su propio
bien, son a un tiempo las más estimadas y las que
Una de las debilidades de la propuesta de BI - aún en
se tiene mayor interés en que gocen de publicidad
construcción, como los reconocen sus iniciadores,
y en que sean sancionadas de palabra y de hecho.
Garrafa y Porto - está en haber puesto juntos el uti-
(Mill, 2012, p. 132).
litarismo y los derechos humanos, posturas éticas
encontradas, aunque el primero asuma la protección Para Mill, por lo tanto, hay un evidente acerca-
y garantía de derechos sociales colectivos sin mini- miento entre las perspectivas de felicidad, justicia
mizar la importancia de los derechos individuales. y dignidad, acercamiento que también se pone en
Vigente aun, John Stuart Mill, uno de los más evidencia cuando afirma que, en materia de felicidad
grandes defensores de la ética utilitarista en la “(…) la desafortunada educación actual, así como las
historia, ofrece una perspectiva del utilitarismo desafortunadas condiciones sociales actuales son
posicionada en los derechos, la cual expone clara- el único obstáculo para que sea patrimonio de todo
mente en su texto titulado El utilitarismo. Dice el mundo” (Mill, 2012, p. 60). Lo cual se hace aun
Mill: “(…) tener derecho, pues, es tener algo cuya más evidente, pero además, vigente, en el siguiente
posesión ha de serme defendida por la sociedad. Si párrafo de El Utilitarismo:
quien presenta objeciones continúa preguntando
por qué debe ser así, no puedo darle otra razón que Todos los pasos llevados a cabo en el progreso po-
la utilidad general” (Mill, 2012, p. 123). Hablando de lítico lo hacen más posible, eliminando las causas
la justicia, aunque en su obra se centra fundamen- de intereses contrapuestos y nivelando aquellas
talmente en el individuo y la moral individual, más desigualdades en los privilegios que la ley ampara
que en los asuntos políticos en el sentido de infringir entre individuos y clases, a causa de los cuales
daño a otro, finalmente un sentimiento y un derecho existen amplios sectores de la humanidad cuya
moral, afirma Mill: felicidad se pasa por alto en la práctica (Mill, 2012,
p. 90).
La justicia es el nombre de ciertas clases de reglas
morales que se refieren a las condiciones esenciales Si se reemplaza la palabra felicidad por dignidad
del bienestar humano de forma más directa y son, o derechos, el sentido del párrafo sigue siendo el mis-
por consiguiente, más absolutamente obligatorias mo. Es precisamente la dignidad uno de los pilares
que ningún otro tipo de reglas que orienten nuestra en que se sustenta la reciente Declaración Universal
vida. De hecho, la idea que hemos averiguado que sobre Bioética y Derechos Humanos: “a) La dignidad
constituye la esencia de la justicia, a saber, un de- humana, los derechos humanos y las libertades fun-
recho que posee un individuo, implica y testimonia damentales deben ser respetados en su totalidad; b)
esa obligación más vinculante. (Mill, 2012, p. 131). Los intereses y el bienestar del individuo deben tener
prioridad sobre el interés exclusivo de la ciencia o
En este pasaje observamos que la noción de
la sociedad” (UNESCO, 2005).
justicia no está conectada con su contenido, sino
La BI entra en sintonía con esta Declaración e
con la utilidad social. Del mismo modo, su visión
igualmente entra en sintonía con la perspectiva
de justicia está vinculada tanto con su mirada
utilitarista de John Stuart Mill. Por tanto, el respeto
de la felicidad como con lo que para la bioética
por los derechos humanos se constituirá en la regla
principialista son los principios de Beneficencia
básica, ese mínimo individual en el que todos pode-
y No-maleficencia. Para evidenciar esta postura
mos caber, en otras palabras, un máximo social. Si el
resulta útil el siguiente fragmento:
mínimo a respetar en cada ser humano dentro de una
Es posible que una persona no necesite jamás sociedad son sus derechos, sería un máximo social
ayuda de nadie, pero siempre precisará que no le por abarcarnos a todos. Tal línea de reflexión permi-

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te afirmar que determinadas posturas utilitaristas, sadas en evaluaciones sociales, la BI se inclina por
en particular la de Mill, pueden estar sustentadas la solidaridad y el compromiso voluntario y crítico
en los derechos humanos, lo cual, a su vez, permite como estrategias que palien las vulnerabilidades
salvar - al menos mientras se encuentra algo mejor - típicas de países llevados a la periferia por la diná-
el aparentemente insuperable conflicto entre estas mica de la colonialidad que se ejerce actualmente
dos éticas. Por su construcción anterior fuertemente no sólo desde el centro. Sève alude a la solidaridad
respaldada en los referentes teóricos ya menciona- social apoyándose en el bien común, el bien de la
dos en este texto y por las discusiones desarrolladas comunidad. Este autor dice:
en el Sexto Congreso Mundial de Bioética, promo-
Así, mutuo por excelencia, el respeto tiene como
vido por la International Association of Bioethics
corolario, no la simple beneficencia para con los
(IAB) realizado en Brasil en 2002 (Garrafa; Pessini,
otros individuos, sino una solidaridad social, que
2003), a partir de los cuales pasó a jugar un papel
incluye la preocupación por el bien común… no
histórico relevante en la elaboración y aceptación
se pueden respetar los derechos de la persona sin
de la Declaración de la Unesco, el hecho de que la
respetarse también el bien de la comunidad a la
BI esté apoyada en el referencial de los Derechos
cual ella pertenece. (Sève, 1994, p. 184)
Humanos es parte de la coherencia de su propuesta
epistemológica y práctica. Implícitamente, en la perspectiva de este autor
Una de las maneras que la BI utiliza para atenuar francés está la necesidad de conjugar los derechos
la tensión entre el utilitarismo y los derechos hu- individuales y los derechos de las colectividades
manos es dirigir el utilitarismo hacia la reducción humanas, las culturas e identidades, que finalmente
de la inequidad, politizando la agenda del cálculo son las fuentes de las variopintas moralidades con que
utilitario de modo que se sustente “una propuesta debe vérselas cualquier visión de la bioética, incluida
que, quebrando los paradigmas vigentes, reinaugure la perspectiva centrada en los cuatro principios.
un utilitarismo orientado a la búsqueda de la equi-
dad entre los segmentos de la sociedad” (Garrafa;
Porto, 2002, p. 14). El encuentro entre utilitarismo La BI y el concepto de Buen Vivir
y equidad ocurre mediante el carácter solidario, En concordancia con lo anterior, una contribución
incorporado por la BI como parámetro para la eva- originada en América Latina y que recupera “viejas
luación. A este respecto el mismo Mill refería que novedades” para el debate sobre el desarrollo es el
“(…) todas las desigualdades sociales que han dejado concepto de Buen Vivir, antigua filosofía de vida de
de considerarse convenientes, asumen el carácter no las sociedades indígenas de la región andina, espe-
simplemente de no convenientes, sino de injustas, cialmente Bolivia, Ecuador y Perú, incluida ya en las
y resulten a la gente tan tiránicas que se pregunten Constituciones de los dos primeros países. Para este
cómo pudieron haber sido toleradas jamás (…)” concepto no cuentan tanto las riquezas materiales, o
(Mill, 2012, p. 137). En este contexto, la solidaridad sea, las cosas que las personas producen, sino lo que
aparece “comprometida, interventiva – que persigue las cosas producidas proporcionan concretamente
la transformación social en la búsqueda de políticas para la vida de las personas. En la formulación de
públicas democráticas y equitativas – y produce cam- la Filosofía del Buen Vivir no son considerados sólo
bios a niveles individual y colectivo” (Selli; Garrafa, los bienes materiales, y sí otros referenciales como
2006, p. 249), con un carácter crítico, que confiere al el conocimiento, el reconocimiento social y cultu-
agente la posibilidad de discernimiento, con crite- ral, los códigos éticos y espirituales de conducta, la
rios capaces de auxiliarlo a asimilar las dimensiones relación con la naturaleza, los valores humanos, la
sociales y políticas en la relación solidaria. Mientras visión de futuro (Garrafa, 2009).
no se resuelva la tensión entre teorías éticas que El Buen Vivir o Sumak Kawsay (Quichua), Suma
procuren lidiar con principios generales ligados con Qamaña (Aymara), TekoPorã (Guaraní) aunque se
la protección y promoción de la dignidad humana y constituya en una propuesta de vida originaria
otras que procuran las mejores consecuencias ba- de los pueblos amerindios, se presenta como una

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alternativa concreta para la humanidad, en oposi- puesta basada en el modelo capitalista que implica
ción al modelo desarrollista neoliberal que somete aumentar el consumo de mercancías que provocan
la naturaleza a los intereses del capital, legitima la el desequilibrio ecológico y social.
dominación de los países considerados centrales El proyecto de vida del Buen Vivir implica una
sobre aquellos considerados periféricos, concentra forma de organización social comunitaria e inter-
la riqueza en las manos de unos pocos y amplía la cultural, sin asimetría de poder, de género y de
brecha social que separa los ricos de los pobres. El ´raza´. Para vivir en armonía es necesario respetar
Buen Vivir promueve un cambio de paradigma a la diferencia. El respeto se extiende a todos los seres
partir de una ruptura epistemológica con el pen- que habitan el planeta (animales, plantas). El respeto
samiento occidental hegemónico. A diferencia del va más allá de la tolerancia. Aceptar la diferencia
capitalismo que impone al capital como centro re- significa también aceptar la semejanza.
ferencial y del socialismo que coloca al ser humano La interculturalidad es una herramienta que
en el centro, el Buen Vivir tiene como referencial garantiza la equidad cultural, posibilitando los pro-
central la vida de todos los seres del planeta, donde cesos dialógicos para la construcción de consensos.
la especie humana es comprendida como parte de la Para solucionar los conflictos se procura llegar a
naturaleza, así como las demás especies. un punto de neutralidad en que todos coincidan. Se
Dentro de esa concepción, la naturaleza (ma- busca profundizar la democracia para que no haya
dre tierra, pacha mama) también se constituye de sumisión. Someter la minoría a la mayoría no es
derechos y pasa a tener esos derechos asegurados Buen Vivir (Suess, 2010). Nuevamente, la perspectiva
por la constitución y legislación ordinaria, como utilitarista de Mill permite avanzar en la búsqueda
actualmente ya ocurre en Ecuador y Bolivia3. Hay de ese encuentro entre la BI y la Filosofía del Buen
así una innovación en el campo del derecho que Vivir cuando afirmaba que el “(…) fundamento de
incorpora una dimensión cósmica, reconociendo toda la felicidad (es) no esperar de la vida más de lo
y legitimando un modelo de vida armonioso entre que la vida pueda dar” (Mill, 2012, p. 60). Para cons-
naturaleza, especie humana y otras especies. “La an- tituirse en una propuesta que pretenda indicar un
gustia global por la crisis ambiental originada en el nuevo paradigma planetario, el Buen Vivir se torna
cambio climático, impone la búsqueda de propuestas en una referencia importante para la reflexión bioé-
jurídicas y políticas innovadoras. El reconocimiento tica, principalmente considerándose la perspectiva
de Derechos a la Naturaleza está a la vanguardia de originaria presentada por Van Rensselaer Potter en
ellas a nivel mundial” (Melo, 2008). Bioethics, bridge to the future (1971).
Las rupturas espistémico-conceptuales se tra- Es por tratarse de una “idea fuerza”, un proyecto
ducen en orientaciones éticas y principios que se en construcción, un concepto abierto que podrá ser
expresan en varias dimensiones: justicia, social siempre re-significado, acrecentado y actualizado,
y económica, justicia democrática participativa, que puede ser fácilmente asimilado e incorporado
justicia intergeneracional e interpersonal, justicia al estatuto epistemológico de la BI por el hecho de
inter-racial e inter-étnica, justicia ambiental, jus- estar siempre abierta a las diversas construcciones
ticia transnacional, justicia como imparcialidad. teóricas que tengan afinidad ideológica con sus pos-
Albó y Galindo llaman la atención al hecho de tulados en razón de su dimensión libertaria y su plu-
que el Buen Vivir “se contrapone al ´vivir mejor´, ralismo epistémico e intelectual. Garrafa, uno de los
entendido en el sentido social de que unos cuantos proponentes de la BI, ya vislumbra la posibilidad de
viven mejor a costa de otros que siguen viviendo utilizar la perspectiva del Buen Vivir en el contexto
peor” (Albó; Galindo, 2013). Vivir mejor es una pro- de la bioética latinoamericana, orientando una rela-

3 Desde el punto de vista teórico (conceptual), es evidente la cercanía entre la comprensión del Buen Vivir ecuatoriano y boliviano, aun-
que hay diferentes formas de aplicación cuando se trata de elaborar e implementar políticas gubernamentales. Las nociones sobre las
dimensiones y aplicación práctica de los valores del Buen Vivir aquí presentadas, fueron sistematizadas a partir de la lectura de docu-
mentos oficiales del gobierno boliviano y del Plan Nacional del Buen Vivir (2009-2013) elaborado por el gobierno ecuatoriano mediante
la consulta a la población.

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ción con la naturaleza que no sea de mera utilización también visiones y saberes no disciplinares, pero
y explotación, redistribuyendo, siendo solidarios y saberes al fin, que pueden aportar sus herramien-
buscando la reciprocidad (Garrafa, 2010). tas y miradas hacia la búsqueda de soluciones a
problemas mucho más allá de los que se ventilan
en aquellos “escenarios naturales” para el diálogo
Modernidad y colonialidad bioético, llamados comités de ética de la atención o
Según Duran, la bioética surge del cruce entre de la investigación en salud. El rumbo al que debe
diversas disciplinas: las tecnociencias como la dirigirse la BI es la interculturalidad, un saber de
medicina o la biología y sus especialidades; las cien- saberes, mucho más cercano a la propuesta inicial
cias humanas como la sociología, el psicoanálisis, de Potter que el definitivamente reduccionista de la
la politología; y otras como el derecho, la ética, la postura centrada en cuatro principios aplicados al
filosofía, la teología, etc (Durand, 1994). Pues bien, estudio de la conducta humana en el ámbito de las
aunque se trate - como lo refiere Duran, entre otros ciencias de la vida y de la atención en salud. No es
autores - de una interdisciplina, no deja de ser un lo mismo un saber inter-disciplinar que uno inter-
saber experto, un saber finalmente moderno, esen- cultural. Un saber intercultural como el planteado,
cialmente colonizador por lo moderno, cuando de persigue acciones interculturales en la mira de
lo que se trata es de la interacción de saberes no solucionar esos macroproblemas con los que se ha
nada más expertos, es decir, que incluya saberes comprometido la BI desde sus comienzos.
ancestrales. Como refiere Acosta: Entre dichos problemas, desde luego, están los
ambientales que hoy ponen en serio peligro todas
Una de las tareas fundamentales recae en el diálogo
las formas de vida en el único planeta vivo del que
permanente y constructivo de saberes y conoci- tenemos noticia. Sin embargo, parece que el asun-
mientos ancestrales con lo más avanzado del pen- to no es simplemente de saberes, también lo es de
samiento universal, en un proceso de continuada ignorancias. En aras de la responsabilidad y la pru-
descolonización de la sociedad. (Acosta, 2010, p. 12). dencia hacia el futuro, las ignorancias de hoy cobran
En ese sentido, importancia. Nos hemos acostumbrado a relevar los
avances del conocimiento experto y desdeñar lo que
(…) la bioética Latinoamericana, sobre todo la paradójicamente pudiera llamarse “enciclopédica
Bioética de Intervención, se colocó en posición de ignorancia” a que nos somete la acelerada carrera
vanguardia en la percepción de la lógica colonial por el conocimiento patentable. Un experto puede
moderna, caminando rumbo a la propuesta de ofre- ser visto como un desconocedor de todo aquello más
cer herramientas descoloniales para la resolución de allá de su experticia, no nada más como un profundo
los problemas bioéticos. (Nascimento, 2012, p. 164). conocedor de aquello que domina. Que en los comi-
tés de ética de diferente tipo se reúnan expertos en
Ella diversas áreas puede estar incrementando no sólo
(…) asumió la tarea de denunciar y desmitificar saberes, también ignorancias, lo cual no necesaria-
la imagen colonizada de la vida, que se afirma mente resultaría en buenas decisiones.
por imperialismos de diversos ordenes (político, Si en la bioética deben dialogar disciplinas funda-
económico, moral, biomédico, etc.) y que optan no mentadas en la razón, la objetividad y el dominio, lo
sólo por estructurar las desigualdades sociales, que podrá conseguirse con la llamada interdiscipli-
sino contribuir para que ellas se mantengan. (Nas- nariedad puede ser que siga el mismo rumbo, el de la
cimento; Garrafa, 2011, p. 188). razón convertida ahora en razones, el de la objetivi-
dad transformada en objetividades y el del dominio
Esto está apuntando a una bioética más que que fue tornado en dominios es decir, colonialidad.
interdisciplinar, intercultural, dado que si bien tras Tras la interdisciplinariedad no hay otra cosa que
las disciplinas existen culturas, estas últimas no el pensamiento colonizador de la modernidad, así
necesariamente son disciplinas, las culturas son pretenda superarlo. Quizá haya otras maneras de

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decidir conjuntamente que no sean los concilios entre inclinado en su corta trayectoria y que se encuentran
expertos, y una bioética que se encierre en comités todavía en permanente proceso de construcción,
puede estar negándose la posibilidad de explorar esas pero requieren hacerse explícitos de aquí hacia el
maneras. América Latina es inmensamente rica en futuro, rumbo a una fundamentación más sólida de
conocimientos no expertos que hemos subestimado sus planteamientos tanto en el campo ético como en
por siglos y que pueden abrir posibilidades si abri- lo político. La segunda de las declaraciones a que
mos nuestras mentes a ellos, si permitimos que se se hace referencia, plantea que el genoma humano
acerquen a nosotros sin tratar de avasallarlos como es un patrimonio común de la humanidad, que en
se ha hecho hasta ahora. Una bioética en perspectiva su estado natural no puede dar lugar a beneficios
Latinoamericana no puede ser simplemente inter- pecuniarios y tampoco justificar la discriminación
disciplinar, debe avanzar a la interculturalidad, de por atentar contra la dignidad de los seres humanos
otra manera, seguirá siendo excluyente aunque siga (UNESCO, 1997). Evidentemente esta declaración
hablando de democracia y de pluralismo. contiene planteamientos que la BI defiende desde
sus inicios en los años 1990.
La BI y las declaraciones
internacionales Consideraciones finales
Hace poco tiempo, la UNESCO produjo otras dos Resumiendo, en materia de derechos y dignidad de
declaraciones importantes, en 2001 la Declaración los seres humanos, la Bioética de Intervención no
Universal de Derechos Culturales y en 1997, la De- sólo entra en consonancia explícita y plenamente
claración Universal sobre el Genoma Humano y los con dos diferentes declaraciones de UNESCO, sino
Derechos Humanos. La primera de ellas menciona que logró introducir su perspectiva social y política
que “…la cultura se encuentra en el centro de los en la Declaración Universal sobre Bioética y De-
debates contemporáneos sobre la identidad, la cohe- rechos Humanos, lo cual muestra su coherencia y
sión social y el desarrollo de una economía fundada compromiso ante un contexto social como el actual,
en el saber” (UNESCO, 2001, p. 1), además de que “el de necesaria pluralidad, es decir, de sociedades don-
respeto de la diversidad de culturas, la tolerancia, el de son varias las moralidades a considerar en los
diálogo y la cooperación, en un clima de confianza procesos deliberativos y de toma de decisiones. Está
y de entendimiento mutuos, son uno de los mejores claro que nuestras sociedades son pluri-morales.
garantes de la paz y la seguridad internacionales” Además, cabe a la BI incorporar la filosofía del Buen
(UNESCO, 2001, p. 1). Enfatiza, también, que: Vivir, a la vez que promover su difusión. Todas las
personas tienen derecho a una vida decente, que les
La cultura adquiere formas diversas a través del
asegure salud, alimentación, agua limpia, oxígeno
tiempo y del espacio. Esta diversidad se manifiesta
puro, vivienda adecuada, saneamiento ambiental,
en la originalidad y la pluralidad de las identidades
educación, trabajo, descanso y ocio, cultura física,
que caracterizan a los grupos y las sociedades que
vestuario, pensión, etc.
componen la humanidad. Fuente de intercambios,
A una bioética latinoamericana, aquella mirada
de innovación y de creatividad, la diversidad cultu-
moderna basada en conocer para someter, nada
ral es tan necesaria para el género humano como la
aporta precisamente por haber sido un continente
diversidad biológica para los organismos vivos. En
sometido tanto tiempo. Se trata de construir una
este sentido, constituye el patrimonio común de la
bioética no sometida y la BI está precisamente
humanidad y debe ser reconocida y consolidada en
en esa línea - de resistencia. Nuestra América es
beneficio de las generaciones presentes y futuras.
un claro ejemplo de que no todo se puede conocer,
(UNESCO, 2001, p. 3).
predecir y manipular. Gran parte del continente
Los puntos señalados arriba y el resto de elemen- africano e igualmente del asiático, donde prevalecen
tos que aporta dicho documento, son posicionamien- problemas compartidos con América Latina, ahora
tos claros por los cuales la propuesta de BI se ha disponen de una perspectiva diferente de la “bioética

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oficial”. La BI abre las posibilidades a perspectivas GARRAFA, V. Da bioética de princípios a uma
de ejercicio de una bioética desde la periferia del bioética interventiva. Revista Bioética, Brasília,
mundo y, al igual que se enriquece con aportes de DF, v. 13, n. 1, p. 125-134, 2005.
nuestras diversas culturas latinoamericanas podrá GARRAFA, V. Redbioética: Programa de
enriquecerse con los aportes de culturas africanas y Educación Permanente en Bioética: bioética y
asiáticas en cuanto a las maneras de ver y entender salud pública: módulo IV, unidad 5. Montevideo:
la vida, las técnicas y las ciencias que la afectan, a Unesco, 2011. p. 7
la luz de sus propios valores y principios morales.
En resumen, más que una propuesta epistemológica GARRAFA, V. Redbioética: a Unesco initiative
for Latin-America and Caribbean. México, DF,
exclusiva para los países latinoamericanos, la BI se
Unesco, 2009. Conferência apresentada na
muestra perfectamente capacitada a servir de mode-
16th Session of the International Bioethics
lo aplicado indistintamente a los países periféricos
Committee of the Unesco. Disponível em: <http://
del hemisferio sur del mundo.
www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/
La bioética que pregona el centro nos ha desco-
HQ/SHS/pdf/garrafa_redbioetica.pdf>. Acesso
nocido pero está lejos de predecir los rumbos por
em: 14 abr. 2015.
los cuales seguiremos caminando, aunque intente
manipularnos. Tenemos muchas posibilidades de GARRAFA, V. RedBioética: uma iniciativa de
construir una bioética que apunte a la emancipa- Unesco para a América Latina e o Caribe. Revista
ción de los individuos y los pueblos, y hacia ella nos RedBioética, Montevideo, v. 1, n. 1, p. 20, 2010.
dirigimos porque no nos es suficiente una bioética GARRAFA, V.; PESSINI, L. (Org.). Bioética: poder e
que centre su teoría y su práctica en asuntos que injustiça. São Paulo: Edições Loyola, 2003.
finalmente están siendo reducidos a unas normas
GARRAFA, V.; PORTO, D. Intervention bioethics: a
de buenas prácticas clínicas y de investigación
proposal for peripheral countries in a context of
con seres vivos, como si esos fueran nuestros más
power and injustice. Bioethics, Oxford, v. 17, n. 5/6,
importantes problemas, aunque los tengamos y nos
p. 399-416, 2003.
debamos ocupar también de ellos.
GARRAFA, V.; PORTO, D. Bioética poder e
injustiça: por uma ética de intervenção. Mundo da
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Contribución de los autores


Rivas-Muñoz y Garrafa participaron en la concepción, organización,
elaboración y revisión final del trabajo. Feitosa participó en parte
de la elaboración del trabajo (concepto de Buen Vivir, culturalidad
y revisión). Nascimento participó en parte de la elaboración del
trabajo (diálogo con el utilitarismo, modernidad y colonialidad
y revisión).

Recibido: 14/10/2013
Aceptado: 07/07/2014

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