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Fuentes del pensamiento medieval : continuidad y divergencias

/ dirigido por Juan José Herrera. - 1a ed. - Tucumán : Universi-


dad del Norte Santo Tomás de Aquino. UNSTA, 2012.
498 p. ; 24x17 cm.

ISBN 978-987-1662-32-6

1. Filosofía. 2. Patrística. I. Herrera, Juan José, dir.


CDD 181

Fecha de catalogación: 04/04/2012

Fuentes del Pensamiento Medieval:


Continuidad y Divergencias

Editor: Juan José Herrera

Primera edición: mayo de 2012

Editorial UNSTA
Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino
editorial@unsta.edu.ar

Tapa y Diagramación: Carla María Passarell

Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723


San Miguel de Tucumán, Tucumán.
Argentina
Fuentes del
Pensamiento Medieval:
Continuidad y Divergencias

Juan José Herrera


Editor

Editorial UNSTA
2012
Prefacio

Prefacio

Lentamente, la Edad Media dejó de signi!car una época de ignorancia, de


subdesarrollo generalizado, de anarquía social, de matanzas, hambrunas y epi-
demias… Pero todavía hoy, cuando en algunos ámbitos se habla de ese período,
hay que enfrentar un mar de prejuicios y franquear una montaña de desinterés.
Esto supone que queda por delante un enorme esfuerzo en el plano cientí!co
para conocer ese milenio de nuestra historia, evitando asentar la investigación
en un vago folklore alimentado por crónicas perdurables e incluso por estudios
anteriores, que se remontan al siglo XVIII, y que son forzosamente incompletos o
de interpretación inexacta. Por momentos, pareciera que la vida del medievalista
podría consumirse corrigiendo errores, pues casi siempre los hechos, los textos
del Medioevo, desmienten las leyendas acumuladas desde el siglo XVI y difun-
didas sobre todo a partir del XIX.
La historia del pensamiento medieval no ha escapado a esta suerte. Aunque
cada vez más se desvanece la idea de que entre Plotino y Descartes hubo un gran
vacío intelectual, sin embargo, las investigaciones eruditas, que vienen realizán-
dose desde hace más de cien años, han llegado escasamente al gran público. Por
eso, por ejemplo, se sigue considerando a Pedro Abelardo como un incrédulo, un
escéptico perdido en un tiempo de ignorancia y de embrutecimiento, sobre todo
por su obra Sic et non. Pero, en realidad, la imagen de Abelardo, tal como aparece
en sus escritos, di!ere de la que han fabricado y difundido los historiadores de
los últimos siglos, época en la que su obra estaba publicada solo en parte.
Además, la Edad Media fue presentada habitualmente como un período de
una tan fuerte unidad intelectual, que se le dio, en cierto modo, apariencia de
pobreza. No obstante, los estudios antes referidos muestran una acentuada di-
versidad o, como dice Paul Vignaux, una “diversidad rebelde” en la que entra en
juego la concepción de la realidad !nita y del primer principio de todo lo que es.
Esa diversidad de pensamiento, sin negar totalmente la continuidad, re"eja con
bastante nitidez la libertad que animaba la especulación medieval.

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Prefacio

Esta libertad se debió también a la forma de trabajo de los autores de aque-


lla época. El comentario constituye una clara muestra, puesto que –como señala
Jean Jolivet– el Medioevo vivió espiritual e intelectualmente de la realidad y de
los textos (los libros eran leídos en contacto y en función de la experiencia). El
comentario, que implicaba una lectura integral, metódica e inteligente, fue el
medio de aprovechar los grandes textos redescubiertos y traducidos, y el mejor
modo de asegurar el progreso del pensamiento, pues ese género no impedía
plasmar las propias ideas ni realizar una obra personal.
Más allá de que cierta tendencia ideológica tildó de oscura a la Edad Media
durante largo tiempo, cabe destacar un paso decisivo que se ha dado y que debe
seguir a!anzándose en orden al adecuado conocimiento de ese período: el estu-
dio de las fuentes. Hay que remontarse a ellas, distinguiendo entre las literarias
y las históricas.
En sintonía con estos señalamientos, el Centro de Estudios Patrísticos y
Medievales de la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino organizó, en
el mes de agosto de 2010, las V Jornadas de Estudio sobre el Pensamiento Pa-
trístico y Medieval, bajo el lema: Fuentes del pensamiento medieval: continuidad y
divergencias. Cabe recordar que estos encuentros bianuales nacieron en 2002 en
san Miguel de Tucumán, con el objetivo de constituir un foro para el cultivo
de los estudios patrísticos y medievales, y concretar un espacio de diálogo, un
lugar dinámico de encuentro en el que la razón y la fe fueran convocadas como
artí!ces de una interlocución de saberes. Continuando con ese propósito, las V
Jornadas procuraron centrar la re"exión en las fuentes del pensamiento !losó!-
co y teológico de la Edad Media.
Los participantes fueron invitados a analizar las fuentes de la especula-
ción medieval y su recepción por espíritus con diversas tendencias doctrinales,
ubicados en una franja histórica bastante amplia: desde los orígenes patrísticos
hasta !nes del siglo XIV. Para ello, debían analizar, por un lado, el in"ujo que
textos precedentes ejercieron sobre un pensador medieval, mostrando cómo ese
material había sido asumido e integrado en su obra, y cómo su doctrina par-
ticipaba de una comunión de ideas preliminares. Podían considerar también
aquellas fuentes rechazadas o duramente criticadas por un autor, que habrían
in"uido en él indirectamente, obligándole a exponer con claridad su teoría. Por
otro lado, debían abordar lo propio del autor en cuestión, destacando la intui-
ción fundamental de la cual se había nutrido su enseñanza, de manera que los
trabajos no se limitaran a reconstruir su pensamiento o producción, sino que,

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Prefacio

poniendo a las fuentes en relación con su tesis personal, ponderaran su nove-


dad. Este modo de proceder permitiría comprobar, desde fuentes comunes, la
continuidad y las divergencias en la historia de la re"exión tanto !losó!ca como
teológica de la Edad Media.
En el umbral de esta obra y teniendo en cuenta las orientaciones arriba
indicadas, es oportuno evocar la actitud receptiva, noble y agradecida que el
mismo Tomás de Aquino alienta a tener con respecto a las fuentes, la cual re-
vela también uno de sus rasgos de !lósofo y teólogo digno de ser imitado.
En efecto, al comentar la Metafísica de Aristóteles, el Aquinate escribe: “En la
consideración de la verdad, alguien puede ser favorecido por otro de manera
directa o indirecta. Uno es ayudado directamente por los que hallaron la ver-
dad, porque […] esas parcelas de verdad que descubrió cada uno de los pre-
decesores, reunidas en un cuerpo, introducen a los continuadores en un gran
conocimiento de la verdad. En cambio, uno es bene!ciado de modo indirecto
por los que erraron acerca de la verdad, pues con ello dieron a los sucesores
la ocasión de mostrarla más claramente a través de un diligente examen. En
consecuencia, es justo que seamos agradecidos con todos los que nos ayudaron
a conquistar ese bien tan grande que es el conocimiento de la verdad. Y por eso
dice [Aristóteles] que es justo dar gracias no solo a quienes, según nuestro pa-
recer, encontraron la verdad, y cuyas opiniones seguimos y transmitimos, sino
también a quienes son convocados super!cialmente al momento de investigar
la verdad, aunque no sigamos sus opiniones, puesto que ellos también nos
aportaron algo. En efecto, nos movieron a realizar cierto ejercicio para descu-
brir la verdad”.
En muchos casos, las fuentes no son adoptadas sino después de que un au-
tor las ha cribado y pasado por el tamiz de su propio pensamiento. Por eso, es
frecuente descubrir que en las obras medievales permanece solamente la letra
de los textos inspiradores, ya que el sentido ha quedado determinado por otros
principios doctrinales que no habían siquiera vislumbrado sus autores. Por eso,
el estudio de lo que un pensador debe a otro tiene que ir acompañado por el
análisis de su propia evolución interna. Cuando los dos aspectos, fuentes y evo-
lución, son tomados en consideración puede veri!carse un enriquecimiento y
una renovación hasta de temáticas creídas agotadas por la investigación anterior.
En !n, es muy útil tener en cuenta estas breves observaciones no solo para la co-
rrecta exégesis de cualquier autor medieval, sino también para determinar la de-
pendencia verbal o doctrinal de su pensamiento con respecto a sus precursores.

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Prefacio

Un retorno a las fuentes del pensamiento no puede tener otro interés cen-
tral que conocer la verdad y satisfacer algunas preguntas como: ¿qué pensaron
realmente aquellos autores?, ¿cómo y en qué ámbitos in"uyeron sus ideas?,
¿de qué modo se plasmaron en la vida personal y de la sociedad de su tiem-
po? El intento por responder a estas cuestiones muestra el anhelo que movió
a los participantes de las V Jornadas, cuya convocatoria recibió una generosa
respuesta que colmó ampliamente las expectativas.
Las ponencias presentadas en esa ocasión son una muestra elocuente de
la unidad y la multiplicidad de posiciones doctrinales, estilos y géneros, y de
la rica gama temática que pueden hallarse en el Medioevo. Este volumen re-
coge los trabajos expuestos en dicho encuentro, y con él deseamos sumarnos a
los esfuerzos nacionales e internacionales en la investigación cientí!ca sobre la
Edad Media y motivar a las nuevas generaciones de !lósofos y teólogos de la
Argentina a seguir explorando la sabiduría cultivada en estos siglos.
Agradecemos cordialmente a todos los que participaron de las V JEPPyM,
de manera particular a los expositores por su disponibilidad y la calidad de sus
trabajos. También agradecemos a los miembros del Comité Cientí!co, quienes
velaron por la orientación de las ponencias, animando a observar los requisitos
pertinentes: Dra. Patricia Ciner, Dr. Guillermo Juárez, Dra. Claudia D’Amico,
Dr. Edgardo Morales, Dr. Rubén Peretó Rivas y Dra. Ruth Ramasco de Mon-
zón. Extendemos nuestro reconocimiento a Fátima Salas, Teresa Lewis y Mar-
tín Gallardo, de la Facultad de Humanidades de la UNSTA, por el apoyo en la
organización del encuentro, a Laura Toledo por la asistencia en la preparación
de los textos para su edición, y a Diego Véliz, Carla Passarell y María Lilia Ro-
dríguez del Busto, de la Editorial UNSTA, por todo el esfuerzo orientado a la
publicación de este libro.

Juan José Herrera


Editor

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Índice

Prefacio ..................................................................................................................... 5

Juan Carlos Alby


En los orígenes de la tradición cristiana:
las fuentes del Adversus haereses de san Ireneo ................................................... 9

Santiago Argüello
Sobre la in"uencia de Juan Damasceno en Tomás de Aquino.
Una investigación suscitada por la Lectura romana ............................................ 23

Victoria Arroche
Causalidad neoplatónica y aristotélica en la obra de
Tomás de Aquino: el comentario a la proposición 1 del Liber de causis ........... 35

Francisco Basti'a Harriet


La teoría de los principios de la tradición platónica
en el pensamiento de Orígenes ............................................................................. 47

Nellibe Judith Bordón


Verdad y Conciencia. Tomás de Aquino, De veritate I - XVII ............................ 59

Hugo Costarelli Brandi


Belleza, placer y objetividad .................................................................................. 67

Laura Corso de Estrada


La Stoa en la aretología del siglo XIII. El Canciller Felipe
y la problemática de la naturaleza de la virtud .................................................. 79

Gerald Cresta
Lux est forma substantialis. Presencia de Grosseteste
en los textos bonaventurianos .................................................................................... 95

495
Emiliano Javier Cuccia
El sujeto de las virtudes morales:
divergencias entre Tomás de Aquino y Juan Duns Escoto
frente a la distinción XXXIII del tercer libro de las Sentencias .......................... 105

Rafael Cúnsulo
La metafísica es sabiduría: Santo Tomás y Aristóteles ...................................... 115

Claudia D’Amico
Nicolás de Cusa y el neoplatonismo ateniense:
lo “no-otro” como superación de lo “uno” ......................................................... 129

Héctor José Delbosco


Una veta agustiniense en la teoría del conocimiento de Santo Tomás ............ 145

Sergio Fabián Falvino


Las “navegaciones del espíritu” y la divina revelación.
Una re"exión acerca del Eros platónico y el Agape cristiano .................................... 157

Silvana Filippi
La intelección de Dios en el pensamiento medieval .......................................... 177

Pablo Santiago Furlo'i


La in"uencia de la obra Los Nombres Divinos de
Dionisio Areopagita en las re"exiones tomasianas sobre el amor................... 197

Francisco García Bazán


Testimonios y fuentes del primer !lósofo proto-ortodoxo: Justino Mártir .... 207

Juan Bautista García Bazán:


La tiniebla y el seno del Padre: gnosticismo
y Clemente de Alejandría en Dionisio Areopagita............................................. 217

Juan José Herrera


Hilario y Agustín: dos fuentes del pensamiento
tomasiano sobre la simplicidad de Dios .............................................................. 237

Olga L. Larre de González


La disputa en torno a la eternidad del mundo en el siglo XIV.
El giro argumentativo de Guillermo de Ockham ............................................... 257

496
Julio César Lastra Sheridan
Rectus ordo nominum. Continuidad y divergencias en la relación
de los nombres “bien” y “ser” en De divinis nominibus del
Pseudo-Dionisio Areopagita y el respectivo comentario de Alberto Magno .... 271

Celina Lértora Mendoza


Margarita Porete y la circulación de los saberes en la Edad Media................. 283

Silvia Magnavacca
Los términos os- pectus- cor en Confesiones, VI ..................................................... 301

Fernando Martín De Blassi


Vinculaciones entre Alcuino de York y Alberto Magno en torno a la justicia....... 315

Ceferino Muñoz - Santiago Gelonch Villarino


Algunas in"exiones en la cuestión si Dios es: santo Tomás, Cayetano y Platón .. 327

José María Nieva


Simbolismo y experiencia espiritual en Máximo El Confesor .......................... 341

Lucas Oro Hershtein


Saadia Gaón como integrante de la familia doctrinal de Ibn Gabirol ............. 355

Rubén Peretó Rivas


Las mutaciones de la acedia. De la Patrística a la Edad Media ........................ 371

Paula Pico Estrada


La noción de “juicio concreado” en Nicolás de Cusa. Continuidad
y divergencias con la noción de “sindéresis” en Tomás de Aquino ................ 387

Ruth Ramasco de Monzón


El justo y el conocimiento de la justicia en san Agustín y el Maestro Eckhart...... 397

Ruth Ramasco de Monzón


Margarita Porete: la negación de la belleza ......................................................... 407

Beatriz Reyes Oribe


La rectitudo voluntatis en Anselmo de Canterbury y en Tomás de Aquino ..... 415

497
Graciela Ritacco de Gayoso
La metafísica de la Luz. De Dionisio del Areópago a Roberto Grosseteste.... 427

Eduardo José Rosaz


O!cio y características del pastor cristiano.
La exégesis teológica de santo Tomás sobre Jn 21 .............................................. 439

Alexia Schmi'
Interioridad agustiniana: una de las fuentes de la gnoseología cusana.......... 457

Amadeo José Tonello


La tradición como síntesis. El tratamiento tomista de las virtudes naturales ....... 471

Autores de este libro ......................................................................................................... 485

498

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