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Mireydy Henao
Sara Torres
Nohemy Mosquera
Luz Karina Salgado
Edinson Arango
Instructor:
Didier Zúñiga
¿Qué es cartera?
La cartera es un grupo de activos que tiene un inversor o una sociedad de inversión.
Los activos de una cartera de inversión pueden ser de varios tipos: por ejemplo,
acciones, bonos, materias primas o derivados.
Por regla general, una cartera reflejará el perfil del inversor que la ha creado, en
cuanto a su tolerancia al riesgo y a los componentes clave de estrategia de inversión
que la forman.
Un inversor que tenga como meta obtener beneficios a largo plazo con poco riesgo
tendrá una cartera formada por acciones de empresas de prestigio, bonos o fondos
de índices y realizará pocas compras y ventas a corto plazo. En cambio, un inversor
en operaciones intradía tendrá una cartera con mucha más actividad, formada por
inversiones en el mercado de divisas o posiciones largas y cortas en derivados con
apalancamiento.
TIPOS DE CARTERA.
Las carteras financieras representan productos compuestos por diferentes valores y
títulos que determinan su rentabilidad y riesgo. Hay que tener muy en cuenta estos
conceptos, ya que cada uno cumple unos objetivos patrimoniales diferentes. En este
sentido, pueden diferenciarse cuatro tipos generales:
CARTERA DE AHORRA.
Las carteras de ahorro suelen estar compuestas por un bajo porcentaje de títulos de
renta variable, en torno al 15%, por lo que hablamos de una cartera mixta, pese a
que gran parte de ellos se centran en la renta fija. Por tanto, pese a su nombre, no
hablamos del producto más conservador.
CARTERA DE INVERSION.
Estas carteras tienen una composición mixta similar a las anteriores, con la
diferencia fundamental de que se aumenta el riesgo al estar compuesto en al menos
un 50% por rentas variables. También aumenta la exposición a las divisas
extranjeras, aunque en cerca del 70% hablamos de títulos en euros.
Cerca al 80% de los títulos que los componen son de deuda pública y privada
(corporativa), siendo importante comprobar que no se incluyan “High Yield”. Estos
representan valores emitidos por países emergentes con cierto riesgo de impago y
que son considerados de grado especulativo.
Aun así, en la mayoría de los casos puede ser más recomendable invertir en la
cartera de inversión ya que el riesgo de pérdida es menor y encaja más con el tipo
medio de ahorrador/inversor. Normalmente la renta variable de estos productos se
basa en el mercado europeo, seguido del americano. El tercero puede variar según el
momento, pero no suele tener un peso mayor al 15%. Actualmente uno de los más
atractivos es el japonés.
Este informe también hace un paréntesis al comparar las cuentas por pagar de las
EPS con las de las IPS, estas indican el documento ascienden a $14.5 billones, de
los cuales $9.2 billones corresponden a IPS privadas, $3.4 billones a IPS públicas, y
$1.9 billones de reservas técnicas por obligaciones conocidas no liquidadas y por
obligaciones no conocidas relacionadas con servicios de salud. Las entidades con
mayor participación respecto a las cuentas por pagar de EPS activas a IPS son
Nueva EPS con 13.7%, Medimás con 7.7%, Coomeva con 7.6% y Salud vida con
6.8%.
Así, las cosas, las cuentas por cobrar de las IPS a EPS activas ascendieron a $18.5
billones en el segundo semestre de 2018, de las cuales Nueva EPS, Coomeva y
Medimás concentran el 16.6%, 9.5% y 8.9% del total, respectivamente.