Está en la página 1de 2

EXPRESION

LECTURA

Las cuentas del campo

n la encuesta que Semana y El Tiempo hicieron Esta guerTa es campesina, se da por el campo y se
Lentre los ricos para saber qué estarían dispues- libra en el campo. Por eso los muertos suelen ser
tos a dar a cambio de la paz -y queda claro en ella campesinos. "Humildes labriegos", como los llaman
que no quieren dar nada: sólo plomo- hay una los periodistas urbanos con desdén condescendien-
curiosa laguna: no encuestaron a los ricos del campo. te. Y por eso los que matan son también campesinos
Y sin embargo es en el campo donde nace la guerra humildes labriegos reclutados por el Ejército, o
colombiana. Y nace allá porque los gobiernos, como labriegos que cansados de ser humildes se han vuel
los redactores de la encuesta, no se acuerdan del to guerrilleros.
campo. La guerra tiene su origen en los contlictos socia-
La guerra, históricamente, nació en el campo. No les del campo, jamás resueltos pacíticamente. Esa
voy a remontarme al despojo de los indios por los reforma agraria de la que se empezó a hablar en los
conquistadores hace 500 años, aunque todo empezó tiempos remotísimos de la Ley de Tierras de López
entonces: pero no hay duda de que la violencia ac- Pumarejo, que se institucionalizó y burocratizó en
tual, que tuvo sus primeros brotes en los años trein- los de Lleras Restrepo y lue enterrada
por Misael
ta, y después se politizó (se partidizó) en los cuarenta Pastrana con el llamado Pacto de Chicoral, sólo fue
y cincuenta, y se volvió "subversiva" en los sesenta y capaz de solucionar el problema de diez mil familias
setenta (y hasta hoy), hunde sus raíces en el conflic- campesinas, repartiéndoles, en veinte años, menos de
to por la propiedad agraria. Hoy sigue siendo así. Los doscientas mil hectáreas. Y esos contlictos han sido
paramilitares surgieron para defender la propiedad agravados por la ruina creciente del campo. Una
de los terralenientes. Y en cuanto a las guerrillas, vale ruina de la que se viene hablando desde los
la pena lijarse seriamente en la queja de Tirofijo
tiempos,
también remotos, de López. Michelsen y su cantale
sobre el robo de sus marranos y sus aves de corral, teado, pero nunca aplicado, plan "para cerrar la bre
que a muchos les parece tan risible: tan campesina. cha" entre la Colombia urbana y la rural. La ruina de!
Si; es que esta guerra es campesina, y se agrava por campo, añiadida a los conflictos agrarios no resueltos,
que a muchos les parecen chistosos sus motivos: ha hecho que en él las fuentes de
ingresos y
cerdos y gallinas. Y cosechas-sean deyuca o de co- empleo se hayan reducido a sólo dos: los cultivos il
ca, da lo mismo: son cosechas que da el campo citos, que por ser ilicitos y combatidos
generan vi
214
ncia propiamente dicha:
encia;y campo en el
ado, humildes labriegos" no hay
para los
otra
ilidad de empleo munerado que la guerrilla o
Otros huyen a las
ramilitarismo.
ciudades, en las
cuales
es,
como
npoco hay empleo, también tiene
vivir de la encia. La violencia
qe ea del campo a los política que
expulsa
campesinos es la causa de la
lencia "apolíti de los
excampesinos en las ciu-
dades.

Porlo cual
ell eelemento primordial de
cualquie polí-
de paz que intenten los gobiernos debería ser el
el campo. Pero no lo es. Porque los
rescate

economistas delas
políticos
ciudades, con sus asesores o
c
jetes del Banco Mundial,
del Fondo
Monetario, del
BID, del BIRF (si es que aún existe), consideran que
colombiano no es rentable.
el campo
No lo es, en el sentido estrecho en que entienden
la rentabilidad los "desarrollistas" y los "neolibera-
les'". que quieren que Colombia sea un país moderno No lo creen? Hagan cuentas, señores ricos en
a COsta de que sea un pais en guerra. Por eso, para cuestados yEl Tiempo. Pero no las
porSemana hagan
ellos, es una estupidez retrógrada subvencionar el ahora mismo, en la paz de sus oficinas. Háganlas
campo. Pero para el sentido común es evidente que cuando, secuestrados por la guerrilla o por la delin-
resulta más rentable subvencionar el campo que cuencia común generadas por la destrucción del
abandonarlo a la ruina, y en consecuencia a la gue- campo, tengan que incluir en esas cuentas el amar-
go precio del rescate.
ra y a la emigración que a su vez traslada la guerra
a las ciudades. Y rentable no sólo en términos de aho- Antonio Caballero
ro en vidas y en padecimientos y en descomposición Tomado de la revista Semana.
moral de la Nación, sino también en téminos de Bogotá, 15 de febrero de 1999.
ganancias medidas en plata. Un campesino que cul-
tiva la tierra a pérdida, y al que hay que subvencio-
nar, es sin embargo más productivo, y mucho menos
destructivo, que un excampesino convertido en gue
rillero secuestradoro en atracador urbano. INFORMACION LITERARIA
Subvencionar el campo consiste, para empezar, en Antonio Caballero (1945). Periodista y
hacer una verdadera reforma agraria. Claro está que novelista colombiano. Inició su carrera
Susresultados serán malos desde el punto de vista de como caricaturista en la revista Cromos y
en el periódico El Tiempo, a comienzos de
la productividad: producen menos riqueza, por ejem- los años 60. En esta última publicación, en
plo, los campesinos invasores que desalambraron la 1968, comenzó a escribir. Durante los años 70, trabajó
celebre hacienda Bellacruz que la rica familia terTa para The Economist, la BBC de Londres, la agencia de noticias
leniente que la alambró antes. Pero los eficientes France Press, la revista española Cambio 16y la revistacolombia
erratenientes destruyen más riqueza, y crean mayor na Alternativa Por otra parte, ha sido columnista de El Espectador
las y ta revista Semana. Además de ser conocido como agudo critico
Pobreza, al esos campesinos por
expulsar a
dmas. Y en segundo lugar, subvencionar el campo de
la vida politica colombiana respe
e internaiona, Caballero es
tado en el medio de la tauromaquia com0 una autorizada pluma.
COnsiste precisamente eso: en darle
subvenciones
en Sus notas taurinas han aparecido en el Diario 16 de España, en El
ser competitivo tren- Espectador, El Tiempoy Seis toros seis, de Madrid. Sus notas perio-
Para que, gracias a ellas, pueda subvencionadas disticas han sido recogidas en varios libros: Paisaje con figuras
d las agroindustrias (por lo demás (1997), Quince años de mal agüero (1996), Toros, toreros y públi-
asta los tuétanos) de Europay Estados Unidos. En
cos (1992)y No
con medidas-sí-proteccionistas,
de la es por aguar la fiesta... (Premio Planeta de perio-
Cger, ul- dismo, 1999). De otro lado, Reflexioné monos (1986) y Este país
petencia desleal de esos campos extranjeros (1998) recogen sus mejores caricaturas. Su primera y única nove
Subvencionar
Sbvencionados y ultraprotegidos. la Sin remedio ha sido editada por las editoriales La
Oveja Negra,
no es un mal negocio: lo que en 1984, Bruguera, en 1985
y Seix Barral, en 1996.
dpo colombiano
pesimo negocio es no subvencionario.
215

También podría gustarte