Tema 1

Contratación informática
[1.1] ¿Cómo estudiar este tema?
[1.2] El contrato informático: concepto, tipología y características
[1.3] Contratos sobre bienes informáticos
[1.4] Contratos sobre servicios informáticos
[1.5] Contratos inteligentes
1 TEMA
Esquema
TEMA 1 – Esquema
Contratación informática
Concepto, tipología Contratos de bienes Contratos de servicios
2
y características informáticos informáticos
Software Análisis de ejemplos
Hardware
Aspectos Legales y Regulatorios
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

Ideas clave
1.1. ¿Cómo estudiar este tema?
Para estudiar este tema lee las Ideas clave que encontrarás a continuación, además de
todos los recursos que te recomendamos.
Este tema aborda el estudio de la contratación informática y no la contratación

electrónica, que se estudia en otro tema. Se trata de dos realidades de contratación
diferentes:
» Por un lado, la contratación informática que pone el énfasis en el objeto del contrato,
que deben de ser bienes como Hw o Sw y/o servicios informáticos como por ejemplo:
mantenimiento, hosting, VPN, etc.
» Y, por otro lado, la contratación electrónica que tiene en cuenta el medio a través del
cual se realiza la contratación. Es decir, contrato llevado a cabo mediante elementos
electrónicos o informáticos cualquiera que sea el objeto. Ejemplo: contratación
electrónica de viajes, música, películas etc.
Obviamente es posible que existan contratos electrónicos (por el medio) que sean
además informáticos (por el objeto).
Sin embargo, aparte de la especificidad propia (derivada del objeto y medio de

contratación respectivamente) la contratación informática y electrónica son ante todo
contratación, y por lo tanto la base para abordar su estudio pasa por conocer los
fundamentos de la Teoría General de la Contratación.
Por último, es una tendencia imparable asociada a la tecnología blockchain y al uso de

las criptomonedas y el crecimiento de los contratos inteligentes, por lo que también se
dedica un apartado en este tema.
TEMA 1 – Ideas clave 3 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

1.2. El contrato informático: concepto, tipología y características
Concepto
Un contrato es un acuerdo entre partes para realizar un intercambio de

bienes o servicios de carácter patrimonial e informáticos; es decir, susceptibles de
valoración económica. Su efecto es la creación, modificación o extinción de obligaciones.
En este sentido el Art. 1254 del Código Civil señala que «existe contrato cuando una o
varias personas consienten en obligarse, respecto de otra u otras a dar alguna cosa o
prestar algún servicio».
Llevado este concepto al campo de los contratos informáticos permite realizar la

siguiente definición:
Contrato informático: contratación cuyo objeto son bienes y servicios informáticos.
Tipología
En cuanto a su tipología y teniendo en cuenta el objeto podemos distinguir entre:
» Bienes informáticos que se pueden dividir a su vez en una doble tipología:
o Aquellos que se refieren a elementos tangibles de un sistema

informático. Todos aquellos dispositivos que forman la parte física del
sistema, también los equipos de comunicaciones u otros elementos auxiliares
para el funcionamiento del sistema que se a implementar, lo que comúnmente se
denomina hardware.
o Aquellos que se refieren a elementos intangibles del sistema. Los bienes

inmateriales que proporcionan las órdenes, datos, procedimientos e instrucciones,
en el tratamiento automático de la información y que, en su conjunto, conforman
el soporte lógico del elemento informático; lo que comúnmente se
denomina software. A diferenciar, si se trata de un software de base o sistema, o
se trata de un software de utilidad, o de una aplicación o usuario. Contratos de
instalación llave en mano:

En los que irán incluidos tanto el hardware como el software, así como
determinados servicios de mantenimiento y de formación del usuario.
» Servicios informáticos: cualquier actividad de carácter patrimonial relacionada

con la actividad que desarrollan los sistemas informáticos y que una persona física o
jurídica desarrolla a favor de otra, siendo su objeto dicho sistema.
Características de los contratos informáticos
Tal y como señala el profesor Miguel Ángel Davara pueden señalarse las siguientes
características específicas de los contratos informáticos:
» Partes que internen en la contratación: generalmente existe un desequilibrio

entre las partes que intervienen en la contratación informática: el proveedor y el
cliente o usuario.
Este desequilibrio lleva, de forma masiva a la creación de contratos de adhesión

en los que el proveedor impone un contrato tipo que minimiza las posibilidades de
negociación por parte del usuario/cliente. El usuario no participa en la negociación
del contrato ni en la redacción de sus cláusulas, sino que se limita a aceptarlo o no.
Distinguimos entre:
o Proveedores: son aquellos encargados de la prestación de dar y hacer y

fundamentalmente constituidos por los constructores, distribuidores y vendedores
de equipos, así como los prestadores de servicios informáticos. Algunas de sus
principales obligaciones y derechos son las siguientes:
- Salvaguardar los intereses de su cliente, así como proporcionarle consejo e

información.
- Cumplir con los términos de entrega o prestación del servicio.
- Garantizar sus productos y servicios.
- Realizar convenientemente el estudio de viabilidad en caso de serle solicitado.
- Actuar con propiedad y buena fe ante los intereses del usuario.
- Recibir el pago por la prestación realizada, etc.

- Cabe mencionar que no todos los proveedores informáticos se sujetan a estos

lineamientos, por lo que en muchas ocasiones se suscitan conflictos con la
contraparte.
o Usuarios: estos son aquellos que reciben la prestación de dar o hacer por parte
de los proveedores, y están constituidos por el sector público y privado en sus
diferentes niveles. Entre sus principales derechos y obligaciones tenemos:
- Informarse adecuadamente respecto de las implicaciones generadas al firmar

este tipo de contratos.
- Determinar de manera precisa sus necesidades susceptibles de automatización,
así como sus objetivos.
- Capacitar apropiadamente a su personal respecto al bien o servicio informático
a recibir.
- Aceptar y recibir la prestación requerida, siempre que esté dentro de los
términos pactados.
- Respetar los requisitos puestos por el proveedor respecto al modo de empleo del
material o los programas de cómputo.
- Pagar el precio convenido según las modalidades convenidas entre las partes.
Existe una protección de los consumidores (que son la parte débil) estableciendo
cláusulas que son indisponibles y también pudiendo solicitar la declaración de nulas de
ciertas cláusulas si son abusivas.
Naturaleza en muchas ocasiones atípica
La naturaleza de los contratos se refiere a su conceptuación como contratos típicos o

atípicos.
Los contratos típicos vienen desarrollados en las disposiciones legales. Por ejemplo,
contratos típicos son el de compraventa, el de arrendamiento de servicios o el de
arrendamiento de obra (por citar algunos ejemplos). Y son típicos porque vienen
regulados en la ley.

Aplicado esto a los contratos informáticos podemos decir que existen algunos contratos
informáticos que son típicos: Por ejemplo: los contratos de compraventa y
arrendamiento (financiero o no) para la transacción de bienes informáticos de
carácter físico; de cesión de derechos de uso (licencias) para bienes informáticos de
naturaleza lógica; y de arrendamiento de servicios y obra para servicios
informáticos. Esta tipología está suficientemente regulada por la legislación civil y
mercantil, por lo que para la redacción, interpretación y gestión de tales contratos habrá
que tomar como base dicha regulación.
Por el contrario, los contratos atípicos no poseen una caracterización unívoca y en

consecuencia es la autonomía de la voluntad de las partes (reflejada en el contrato) la
que configura la relación.
No obstante, y ante un vacío en un contrato que como tal no viene regulado con dicha
denominación en la ley y que no ha sido suficientemente especificado en el contrato
habrá que acudir a la regulación para ver a qué contrato típico se puede asimilar para
interpretar las lagunas o discrepancias.
Un ejemplo de contrato atípico sería el contrato de diseño de página web que no se regula
con dicho nombre en la legislación, pero que se puede asimilar al contrato de
arrendamiento de obra.
Elementos de validez (comunes a cualquier contrato)
Los contratos informáticos operan como cualquier otro tipo de contratación siendo el
régimen general el aplicable en cuanto a la concurrencia de objeto (los bienes y
servicios informáticos), el consentimiento (el acuerdo de voluntades de las partes) y
la causa. Los contratos electrónicos sí presentan peculiaridades respecto al momento en
que se da el consentimiento, es decir, cuando concurren las voluntades de ambas partes.
Las vías o cauces serán la firma electrónica o el clic en el correspondiente box.
Atención a las prestaciones
Otra nota característica de este tipo de contrato es la diversidad de las prestaciones.

Diversidad de prestaciones que se complica en el momento en que la contratación

deja de centrarse en un bien o servicio, para incluir una pluralidad de
prestaciones. Así encontramos no solo la posibilidad, sino la habitual presencia de
múltiples prestaciones englobadas en un solo contrato, o bien múltiples contratos sobre
diversas prestaciones interconectadas.
» Ejemplo 1: diseño web + mantenimiento + posicionamiento etc.

» Ejemplo 2: contrato housing + leasing servidor.
1.3. Contratos sobre bienes informáticos
Los contratos sobre bienes informáticos son aquellos contratos que tienen por objeto
aquellos elementos que integran un sistema informático. Tales elementos se clasifican
típicamente en elementos físicos (hardware) y elementos lógicos (software). Esta
dualidad genera también una diversidad en los modelos de contratación, dando lugar a
dos grupos de contratos: contratos sobre hardware y contratos sobre software.
Contratos sobre bienes informáticos
Elementos físicos (hardware) Elementos lógicos (software)
Contratos sobre hardware Contratos sobre software
Contratos sobre hardware
Tales contratos regulan las transacciones económicas sobre bienes informáticos de

naturaleza física. Para ello típicamente se utilizan tres figuras contractuales:
» Contrato de compraventa: tiene por objeto trasladar la propiedad de este tipo de

bienes informáticos de una parte del contrato (proveedor/vendedor) a la otra parte
del contrato (comprador/cliente). La regulación básica de los contratos de
compraventa está desarrollada en los artículos 1445 y siguientes del Código Civil,
siendo esta la guía básica para la configuración de las obligaciones de comprador y
vendedor.

Los contratos de compraventa de bienes informáticos presentan ciertas

peculiaridades referidas esencialmente a las obligaciones del vendedor:
Dada la complejidad técnica del bien, el vendedor debe dar información detallada
sobre las posibilidades y utilidades del bien.
En la entrega del bien hasta que el equipo no está en funcionamiento o con

posibilidades de estarlo, el comprador no asume ningún riesgo. Para equipamiento de
alta complejidad técnica es aconsejable fijar un período de prueba, tras el cual se
producirá la aceptación definitiva.
Obligación de garantizar la posesión legal y pacífica del objeto vendido: En este

ámbito esto se traduce, esencialmente, en que el vendedor será quien asuma las
responsabilidades legales en el caso de que el equipo contenga alguna infracción de
patentes debiendo dejar al comprador indemne frente a la correspondiente
reclamación.
De nuevo la complejidad técnica del bien implica que el vendedor deberá garantizar
la existencia de un adecuado servicio técnico y el suministro de piezas de repuesto
durante un plazo mínimo de cinco años, a contar desde la fecha en que el producto
deje de fabricarse.
» Contrato de leasing (arrendamiento financiero): el contrato de leasing es un

contrato de arrendamiento (alquiler) financiero, con opción de compra a precio
reducido al término del arrendamiento; en virtud del cual el usuario paga una cuota
mensual a cambio del uso del equipamiento informático. El esquema de los contratos
de leasing se basa en una doble relación jurídica: un contrato de compraventa
existente entre la compañía suministradora del hardware y la compañía de leasing.
Y, en segundo lugar, un contrato de arrendamiento financiero entre la compañía de
leasing y el usuario final. El usuario paga una cuota mensual por el uso del equipo y
si al final del arrendamiento desea adquirir el bien en propiedad deberá pagar una
cuota residual de aproximadamente el 2% del importe del bien, aunque rara vez se
ejercita debido al alto índice de obsolescencia tecnológica que presentan estos bienes.

» Contrato de renting: es un contrato de arrendamiento (alquiler) de un bien mueble

encontrándose su regulación de base en los artículos 1542 y siguientes del Código
Civil. En este tipo de contratación el arrendador adquiere en nombre propio
determinado equipos informáticos, con el fin de (como propietario) alquilárselos al
arrendatario y realizar las prestaciones propias de su mantenimiento, a cambio de un
precio pactado (normalmente una cuota periódica)
Si durante el periodo contractual el cliente quisiese efectuar una renovación

tecnológica pactará una ampliación del renting o un nuevo contrato es obligación de
la compañía de renting asesorar sobre el mejor momento para buscar la renovación.
Generalmente el leasing y el renting son las figuras contractuales que se usan para
suministro a empresas de equipamiento informático mientras que el contrato de
compraventa será el utilizado cuando el destinatario de los equipos es un particular.
Los beneficios para una empresa de adquirir equipamiento informático mediante leasing
o renting son básicamente tres:
» Las cuotas computan como gasto fiscalmente.

» Mejora la liquidez de la empresa.
» No pesa en el balance contable. Figura como pasivo extracontable.
El leasing es una buena solución financiera y fiscal, pues libera recursos económicos al
no tener que inmovilizarlos en la compra. Además, hay un beneficio fiscal porque las
cuotas son deducibles en mayor cantidad que la amortización. Por contra tiene un coste
financiero elevado.
El renting permite agilizar la logística de la empresa pues externaliza la gestión y

mantenimiento de los equipos y permite mantener actualizado un equipamiento que
presenta un alto índice de obsolescencia tecnológica, estabilizando los gastos al ser una
cuota fija. Por el contrario, no se tiene opción de compra.
Contratos sobre software: licencias
Contrato sobre software: regulan las transacciones económicas sobre bienes

informáticos de naturaleza lógica. La figura contractual más utilizada es la
licencia.

La transmisión o cesión de los derechos sobre el software se materializa a través de

contratos que ceden al usuario/cliente un derecho de uso (de ahí la palabra
usuario), pero que no llegan a transmitir la propiedad del bien.
Las licencias suelen limitar el uso y las posibilidades de transferencia prohibir el uso de
la ingeniería inversa y fijar limitaciones de garantía y responsabilidad.
Las licencias pueden clasificarse por amplitud o cantidad de derechos que

conceden al usuario.
Típicamente hay tres grandes grupos de licencias:
» Licencias sobre software propietario: en los orígenes de la informática las

máquinas y sus correspondientes programas constituían un todo
indisociable, de tal manera que hasta los años 60 del pasado siglo el software no
era considerado un activo empresarial autónomo sino una pieza más que precisaban
los grandes computadores de aquella época para desarrollar su funcionalidad.
Sin embargo, a finales de aquella década y comienzos de la siguiente, las compañías

iniciaron un giro copernicano en su política que sacudió los cimientos del mercado de
productos y servicios informáticos. El software comienza a ser considerado un
producto autónomo y se comercializa separadamente del hardware
mediante los denominados acuerdos de licencia.
Los propietarios de estas tecnologías, generalmente por motivos de seguridad,

decidieron bloquear los códigos y blindar sus proyectos en términos de
confidencialidad para evitar la fuga de secretos industriales.
Esta decisión estratégica tuvo su origen en la histórica decisión de la compañía

estadounidense International Business Machine (IBM) de realizar
facturaciones separadas por hardware y software, motivada en gran medida por
las resoluciones adoptadas por el departamento de justicia de los Estados Unidos en
materia de defensa de la competencia.
Puede situarse así en la década de los 70 el surgimiento del modelo de negocio

conocido como de software propietario y, por lo tanto, de las licencias como
vehículo para la transmisión de derechos sobre software.

En virtud de las licencias de software propietario o licencias de uso, el propietario

del producto cede su uso al adquirente sin que llegue a transmitirle la propiedad
del mismo, y ello a cambio del pago de los denominados derechos de licencia.
En definitiva, estas licencias de uso son un contrato de adhesión entre el fabricante o

autor del software y el usuario final del mismo, en las cuales se fija el régimen jurídico
en términos de derechos y obligaciones/restricciones, del usuario en el uso del producto
licenciado.
En cuanto a los derechos, encontramos el derecho de uso sin acceso a la propiedad

del bien.
Entre las restricciones suelen encontrarse las siguientes: prohibición de su

transmisión, cesión o arriendo a terceros; prohibición de la copia o reproducción;
limitaciones a su empleo en dos o más procesadores o equipos simultáneamente;
prohibición o restricción de ingeniería inversa; y además, suelen contener descargos
de responsabilidad por daños derivados de su instalación y uso, y exclusiones o
limitaciones de garantía.
Respecto a la forma de aceptación contractual presentan también ciertas

particularidades derivadas de su forma de presentación. Generalmente este tipo de
licencias acompañan al producto en su empaquetado y se presentan protegidas por
material plástico, la ruptura del envoltorio implica la aceptación del
contrato, de ahí su denominación anglosajona, shrink-wrap licenses,
(literalmente, licencias envueltas en plástico).
Otra forma muy común de presentación es mediante un texto en pantalla que se

despliega al iniciar el proceso de instalación del producto. En este caso la
aceptación se produce mediante la selección mediante clic de la opción Acepto (I
agree), por ello su denominación anglosajona es clic- wrap licenses.
Estas formas de aceptación no son privativas de las licencias de software

propietario, sino que son comunes al resto de licencias, por lo que lo dicho aquí
a este respecto, sirve para los dos siguientes apartados.

» Licencias del modelo de negocio software libre: el modelo de negocio o más

bien el movimiento software libre (free software), pues sus cimientos son más
de carácter filosófico que mercantil, tuvo su origen en 1984 con el denominado
proyecto GNU liderado por Richard Stallman.
Este proyecto consiste en la construcción de un sistema operativo compatible

con UNIX y que presentaba dos particularidades que lo diferenciaban del grueso
de proyectos software que por aquel entonces se desarrollaban: era totalmente
gratuito y su código estaba abierto, de tal forma que permitía a los usuarios
modificarlo de acuerdo con sus necesidades específicas.
Un año más tarde fundó la free software foundation (FSF) dedicada a eliminar las
restricciones sobre el copiado, redistribución, entendimiento y
modificación de software, promocionando el desarrollo y uso del software libre
en todas las áreas de la computación.
El movimiento se asienta en la premisa del beneficio cualitativo del proceso de

desarrollo de software cuando los desarrolladores y usuarios pueden usar, modificar
y redistribuir el código fuente de un programa.
Podría decirse que, en cierta forma, su filosofía apunta a la cultura productiva de

los albores de la informática, momento en el que las restricciones sobre el código
que imponen las actuales licencias resultarían inconcebibles, y desarrolladores y
usuarios compartían, intercambiaran y mejoraban libremente los programas, no en
términos de transacción comercial sino como un intercambio personal.
Para asentar esta filosofía en la industria, Stallman desarrolló un tipo de licencias que
confería a los usuarios las siguientes cuatro libertades: libertad de usar el
programa con cualquier propósito; libertad de estudiar cómo funciona el
programa y adaptarlo a las propias necesidades, el acceso al código fuente como
condición previa para ello; libertad de distribuir copias; y libertad de mejorar
el programa y hacer públicas las mejoras de modo que toda la comunidad se
beneficie.
Para evitar que el software así licenciado fuera utilizado por otros desarrolladores
como base para desarrollar, a su vez, software propietario, desarrolló el concepto
copyleft.

El copyleft consiste en una pieza legal maestra en la que se apoya su proyecto y que
implica que cualquier versión modificada o software derivado herede el mismo tipo
de obligaciones y derechos que tenía el software original. Cualquier software
derivado debe brindar a su vez las cuatro libertades previamente aludidas. Por esta
razón estas licencias reciben el calificativo de víricas.
En la última instancia el objetivo es garantizar que cualquier software derivado continúe

otorgando a los usuarios las libertades que concedía el software original.
Las licencias de este tipo más extendidas son:
GPL Lesser-GPL (LGPL)
Ambas exigen detallar las modificaciones ulteriores introducidas en el

software originario y su autor. Además, incluyen una cláusula limitativa de
responsabilidad, cláusula susceptible de modificación que solo afectará al distribuidor
o desarrollador final.
Finalmente, ambas licencias contemplan cláusulas de exclusión de responsabilidad y

denegación de garantía. Sin embargo, no impiden que el desarrollador posterior o
distribuidor asuma mayores obligaciones al respecto.
» Licencias del modelo de negocio software de código abierto: algunos años

más tarde al nacimiento del movimiento de software libre y tomando como punto de
partida su filosofía, en 1998 surgió un movimiento encabezado por Eric Raymond y
Bruce Perens, que lideraron la denominada Open Source Initiative (OSI) impulsados
por la decisión de Netscape de revelar el código fuente del Navigator.
Esta nueva corriente buscaba dos objetivos principalmente:
1 Aprovechar los beneficios prácticos del compartir el código fuente
2 Adaptar la filosofía de software libre
Opción atractiva para las principales empresas de desarrollo de

softw are y , en general, para la industria tecnológica

Con todo ello en mente, Christine Peterson acuñó el término Open Source
Software (software de código abierto) con el propósito de eludir la ambigüedad
del término inglés free (libertad/gratuidad) en el término software libre.
Este modelo de negocio toma como punto de partida, al igual que el modelo de
software libre, las ventajas que otorgan las aportaciones de la comunidad al hallarse
el código abierto.
Sin embargo, presentan marcadas diferencias, esencialmente en lo relativo a su

enfoque: el movimiento Open Source parte de una motivación pragmática, ve la
excelencia técnica como el objetivo prioritario y así las cuatro libertades
que sustentan la filosofía software libre y en definitiva compartir el código fuente, es
un medio para alcanzar dicho fin.
El movimiento del software libre hace especial énfasis en los aspectos morales
o éticos del software, viendo en la excelencia técnica un resultado derivado de su
estándar ético, resultando esas cuatro libertades un fin en sí mismas.
Las licencias correspondientes al modelo de software de código abierto se

caracterizan porque conceden al usuario disponibilidad absoluta sobre el
software, brindando un acceso total a su código fuente; además y contrariamente al
modelo anterior, no obligan a que el software derivado mantenga condición
alguna en cuanto a la apertura o no de su código.
Este tipo de licencias permiten al usuario copiar, usar, distribuir y modificar

el código libremente imponiendo condiciones mínimas, tales como la inclusión de
información concerniente al copyright del desarrollador inicial y de los
colaboradores, la prohibición de servirse del nombre de estos para avalar o promover
el software generado en desarrollos posteriores y el establecimiento de una cláusula
de exención de responsabilidad respecto de los primeros. Estas condiciones no
impiden que el desarrollador final asuma mayores responsabilidades ni que extienda
garantías sobre su producto.

De este tipo de licencias la más extendida es la licencia BSD (Berkeley Software

Distribution). Esta licencia se caracteriza por ser el tipo de licencia más
permisiva existente en el mercado: autoriza la utilización con cualquier fin,
permite la modificación y consecuente creación de software derivado y su posterior
distribución, bien como software libre o de código abierto, bien como software
propietario, ello siempre y cuando los ejemplares incluyan un tipo determinado de
licencia, además de un aviso sobre el derecho de autor, un descargo de garantía y una
limitación de responsabilidades.
En definitiva, permiten la posibilidad de crear software propietario tomando

como base software de código abierto.
El sistema operativo UNIX es un ejemplo de programa informático distribuido a

través de una licencia BSD, y a su vez el sistema operativo Solaris sirve como ejemplo
de software propietario derivado de una licencia BSD, otro buen ejemplo de software
comercial propietario construido a partir de software de código abierto es Netscape
Directory Server.
La permisividad de sus términos hace que este tipo de licencias sean consideradas
como las más ventajosas desde un punto de vista empresarial pues permiten
reducir costes de desarrollo y a la vez conservar las ventajas competitivas derivadas
de la innovación añadida, y ello debido a que no obligan a la apertura del nuevo código
generado pudiendo así este ser licenciado del modo que más convenga a la empresa
desarrolladora.
Para finalizar, es preciso hacer mención a un nuevo tipo de licenciamiento de

software, son las conocidas como licencias intermedias.
El modelo de licenciamiento dual configura dos conjuntos diferentes de

libertades, restricciones y derechos aplicables según el uso que pretenda hacer el
adquirente. Esta dualidad en los términos dota al modelo de una gran flexibilidad, de tal
forma que la licencia concede acceso total al código fuente, siempre y cuando el usuario
acceda a hacer público el código fuente de las aplicaciones que desarrolle usando este
producto. Por el contrario, si se pretende desarrollar software propietario será preciso
adquirir una licencia tradicional. Las licencias duales más extendidas son la Mozilla
Public License (MPL), la Sun Public License (SPL) y la Artistic License.

1.4. Contratos sobre servicios informáticos
Son aquellos que regulan las transacciones de servicios, como actividades de

contenido patrimonial que una persona desarrolla a favor de otra y cuyo contenido está
relacionado con el desarrollo o actividad de los sistemas informáticos.
Hay muchos tipos de contratos, pero algunos de los más habituales son los que se
analizan a continuación:
El contrato de desarrollo a medida
En este tipo de contratos el proveedor se obliga a realizar y entregar un

programa informático al contratante a cambio de un precio o una contraprestación
determinada.
En estos contratos es de suma importancia:
» Fijar quién será el titular de los derechos sobre el software, si el desarrollador o

el cliente.
» Definir con precisión el objeto y el entorno: DRU y Doc de especificaciones
(descripción del equipo en el que el software va a operar, sistemas operativos, otro
software con los que se interconectará).
» Comprobar la solidez financiera y competencia intelectual y técnica de la
empresa de software, puesto que son contratos de larga duración.
» Fijar plazos de entrega: calendario con fases de ejecución y un sistema de
comprobación de la ejecución de hitos y resolución de errores y defectos.
El contrato de mantenimiento
Contratos mediante los cuales se pacta un servicio para asegurar la perfecta

utilización y funcionamiento del software adquirido (mantenimiento
correctivo), realizar las adaptaciones que sean precisas (mantenimiento adaptativo) e
introducir mejoras (mantenimiento perfectivo).
Deben incluir las formas de actuar en caso de incidencias:

» Desarrollador: hot-line como primer punto de entrada y tiempos de respuesta y

actuaciones (atención remota, desplazamiento al domicilio…) dependiendo de la
urgencia y gravedad de la incidencia o avería.
» Cliente: facilitar acceso al local, hardware, software y la documentación. Utilizar el
material debidamente y seguir las instrucciones que le pudiera dar el desarrollador,
consultándole cualquier modificación que pudiera repercutir en el mantenimiento.
El contrato de Scrow
En virtud de estos contratos el desarrollador depositará el código fuente ante

notario o tercera parte confiable. El licenciatario podrá recuperarlo en caso de:
» Desaparición (quiebra, suspensión de pagos, concurso de acreedores, disolución o

liquidación).
» Incumplimiento de la obligación de mantenimiento.
Se deposita ante notario o tercero un soporte informático (2 copias) con el código, manuales
y documentación que no se haya entregado con el contrato de cesión de uso y deberá fijarse
la obligación de su actualización conforme a las sucesivas versiones del programa.
El contrato de hosting (alojamiento web)
Se trata de un contrato mediante el cual una persona física o jurídica (por lo general
una empresa) almacena, gestiona y realiza el mantenimiento de los archivos y
sitio web de otra que le abona una cantidad de forma periódica.
Ello permite externalizar la estructura en TI, evitando riesgos técnicos y sustituyendo

una cuota mensual por una elevada inversión en activos (servidores, líneas dedicadas...)
Los contratos de hosting pueden clasificarse en dos grandes grupos tomando

como criterio el contenido de la prestación:
» Virtual hosting o hosting en servidor compartido: la empresa de hosting

(web host) proporciona la infraestructura TI pagando a la empresa alojada una
cantidad (cuota) normalmente con carácter mensual. Puede darse el caso de que la
empresa alojada requiera la exclusiva de un servidor, en este caso la modalidad es la
de dedicated server.

» Housing (co-located hosting): la infraestructura física de TI es propiedad de la

empresa alojada teniendo libertad absoluta para su gestión. En este caso el web host
proporciona un espacio físico y el correspondiente ancho de banda pactado.
El SLA
En el SLA o acuerdo de nivel de servicio se estipulan los niveles de un servicio en

función de una serie de parámetros objetivos establecidos de mutuo acuerdo. Los niveles
se miden conforme a parámetros concretos, tales como:
» Tipo de servicio.
» Soporte a clientes y asistencia. (tiempo de respuesta a incidencias).
» Provisiones para seguridad y datos.
» Garantías del sistema y tiempos de respuesta.
» Disponibilidad del sistema.
» Conectividad.
» Multas o penalizaciones por caída del sistema.
1.5. Los contratos inteligentes
Introducción, concepto y problemas que plantean
Según el artículo 1254 del Código Civil «el contrato existe desde que una o varias
personas consienten en obligarse, respecto de una u otras, a dar alguna cosa o prestar
algún servicio». Además, para que exista contrato deben de darse los requisitos que exige
el artículo 1261 y que posteriormente desarrolla el Código Civil: «consentimiento de los
contratantes, objeto cierto que sea materia del contrato, y causa de la obligación que se
establezca».
Por su parte, el artículo 1278 del Código Civil establece el principio de libertad de forma
según el cual «los contratos serán obligatorios, cualquiera que sea la forma en la que se
hayan celebrado, siempre que en ellos concurran las condiciones esenciales para su
validez».

Pero, a continuación, el artículo 1279 atenúa esa libertad de forma y dispone que «si la
ley exige el otorgamiento de escritura u otra forma especial para hacer efectivas las
obligaciones propias de un contrato, los contratantes podrán compelerse recíprocamente
a llenar la forma desde la que hubiese intervenido el consentimiento y demás requisitos
necesarios para su validez». El artículo 1280 dispone de supuestos que deberán constar
en documento público.
Parece común entender que un contrato inteligente es un acuerdo de voluntad entre las
partes que se articula, verifica y ejecuta mediante código informático. Por tanto, se
compone de muchas instrucciones del estilo de: si esto ocurre haz eso; y si no ocurre haz
esto otro.
Puedes ver un ejemplo muy claro de un contrato inteligente a través de la siguiente

dirección web:
http://www.ejemplosbitcoin.com/ej-7-contratos-inteligentes/
No obstante, este ejemplo solo nos vale en referencia a su claridad, porque como ya
veremos, los contratos suelen ser mucho más complejos que en este ejemplo y es esa
complejidad de la realidad que han de plasmar los contratos la que hace que no sean
suficientes soluciones simples.
Por tanto, las diferencias entre un contrato tradicional y un contrato inteligente son las
siguientes:
Articulación Verificación Ejecución
Contrato Lenguaje natural Depende de un tercero Depende de un

tradicional tercero
Contrato Lenguaje El propio contrato toma El propio contrato la

inteligente informático información como ejecuta
input
Estas diferencias no siempre son así de categóricas. Esa pretendida verificación y

ejecución de los contratos por el propio contrato inteligente no es aplicable a todos los
tipos de contratos, porque hay ciertos contratos que requieren de ciertas exigencias
legales que impiden que sean totalmente automatizados. Por ejemplo, ya hemos hecho
referencia a ciertos contratos que requieren constar en documento público.

Un ejemplo claro y conocido es la compraventa de bienes inmuebles. Además, este

documento público será el que tenga acceso al registro de la propiedad.
En el caso de los arrendamientos (excepto en los supuestos del artículo 1280.1º C.c), la
ley se ha modificado (Ley 4/2013, de 4 de junio, de medidas de flexibilización y fomento
del mercado del alquiler de viviendas que reforma profundamente la Ley de
Arrendamientos Urbanos de 1994) precisamente para acentuar dicha exigencia de
registro precisamente porque el registro dota de una mayor seguridad en el tráfico
jurídico.
Anteriormente existía la posibilidad de inscribir los contratos en el Registro de la

Propiedad, pero dicha inscripción no tenía beneficios que compensaran los costes por lo
que no se solía hacer. La reforma hace depender los efectos frente a terceros de que esté
inscrito en el Registro de la Propiedad para lo que previamente deberá haberse otorgado
la correspondiente escritura pública. La inscripción del contrato de arrendamiento en el
Registro de la Propiedad tampoco es obligatoria con la nueva regulación, pero sí que es
aconsejable para ambas partes.
En los supuestos en que la Ley no exige ni contempla la participación de terceros (como

pueden ser notarios) o el acceso a registros y, por tanto, se trata de contratos más simples
parece poco factible que el contrato inteligente sea capaz de reflejar todos los escenarios
posibles como los refleja un contrato tradicional.
Esto es así a pesar de que la tecnología haya cambiado desde que Oliver Hart (Premio
Nobel de Economía en 2016 por sus contribuciones a la teoría del contrato) escribiera en
1995 que:
«En primer lugar, en un mundo complejo e impredecible es difícil que la gente

piense muy lejos por delante y planificar para todas las contingencias que
puedan surgir. En segundo lugar, incluso si se pueden hacer planes individuales
es difícil para las partes contratantes negociar sobre estos planes porque tienen
que encontrar un lenguaje común para describir los estados del mundo y
acciones con respecto a los cuales la experiencia previa no puede proporcionar
gran parte de una guía. En tercer lugar, aunque las partes pueden planificar y
negociar sobre el futuro, puede ser muy difícil para ellos escribir sus planes
hacia debajo de tal manera que, en el caso de una disputa, una autoridad
exterior puede averiguar lo que estos planes significan y hacerlas cumplir».

Tampoco es cierto que la verificación y ejecución del contrato puede quedar siempre o
totalmente en manos del propio contrato inteligente. Podemos ver esto con el siguiente
contrato gráfico de Elaine Ou: si comparamos un contrato de arrendamiento tradicional
con uno inteligente suponiendo que en ambos se prevé que, si el arrendatario no paga la
renta antes del día 5 del mes, el arrendador podrá resolver el contrato. La diferencia se
encuentra en que, en el contrato tradicional, el arrendador deberá comunicar al
arrendatario el incumplimiento y declarar su voluntad de resolver el contrato. En el
contrato inteligente llegado el día 5 sin que se haya comunicado al programa que se ha
pagado la renta, la resolución no requiere de una declaración de voluntad del arrendador
dado que el programa lo hace por él.
Lo único que hace un smart contract es asegurar anticipadamente que la consecuencia

prevista por las partes se aplicará automáticamente porque es una máquina y no un
individuo dotado de capacidad de enjuiciamiento la que tomará la decisión Pero el
contrato inteligente no evitará que haya que notificarle el incumplimiento que haya que
contemplar escenarios de impago por algún motivo justificado tanto.
Además, en ocasiones, las propias partes (especialmente en contratos en los que hay en
juego importantes intereses o que implican grandes cantidades de dinero, lo que
constituye un umbral subjetivo o relativo) serán las que no querrán tener el corsé de un
contrato inteligente. Pongamos un ejemplo: está claro que las partes, cuando pactan un
color similar que incluso piensan que va a ser igual (pongamos un gris), pero el contrato
inteligente no conoce de grises sino de blancos o negros, y la realidad puede ser de tonos.
Y esa gama de tonos ni la puede reflejar un contrato inteligente ni mucho menos es capaz
de ejecutarla.
Origen de los smart contracts y contratos básicos
Este término fue acuñado por el jurista y criptógrafo húngaro Nick Szabo, a principios
de los años 90. En 1996 ya había hablado de ellos en Smart contracts: building blocks
for digital markets y un poco más tarde en Formalizing and securing relationships on
public networks. Pero es en 1997 con The idea of smart contracts donde empieza todo.
Para Szabo, la máquina expendedora de refrescos es seguramente el contrato inteligente

original: un dispositivo diseñado para transmitir la propiedad de un bien (el refresco) a
cambio del input adecuado (las monedas). Como la máquina controla el bien, al estar
asegurado en su interior, es capaz de hacer cumplir los términos del contrato.

Sin embargo, Szabo argumenta que su idea de smart contract va más allá de la máquina
de refrescos. Para él sería posible incrustar un contrato en cualquier objeto de valor que
sea controlado por medios digitales. En su glosario la llega a llamar «propiedad
inteligente». En cualquier caso, el punto de partida es siempre un sistema de seguridad
maduro para el bien/servicio a proteger.
Pero, los contratos inteligentes han tenido importantes limitaciones desde sus orígenes
y esas limitaciones han supuesto que durante todos estos años se haya hecho muy poco
con contratos inteligentes. Entonces apareció la tecnología blockchain. Pero, ¿podría esa
tecnología acabar con los problemas o limitaciones que plantean los smart contracts?
Ahora analizaremos las limitaciones de los contratos inteligentes y si blockchain es capaz
de solucionarlos, pero primero necesitamos disponer de ciertos conocimientos básicos:
¿qué es blockchain?
En palabras de Marc Andreesen: «una cadena de bloques es esencialmente solo un

registro, un libro mayor de acontecimientos digitales que está distribuido o es
compartido entre muchas partes diferentes. Solo puede ser actualizado a partir del
consenso de la mayoría de participantes del sistema y, una vez introducida, la
información nunca puede ser borrada. La cadena de bloques de Bitcoin contiene un
registro certero y verificable de todas las transacciones que se han hecho en su historia».
Fernando Alamillo explica esto con este ejemplo: «es una base de datos distribuida en
millones de ordenadores que almacenan la información. En ella aparece todo el historial
de las transacciones que se han producido y que no se puede modificar, dado que para
hacerlo se necesitaría una potencia de cómputo extraordinaria para cambiar la
información de forma simultánea en toda la red. Es, además, una red descentralizada
porque no tiene ninguna institución que la regule».
El corazón de blockchain reside en la cadena de bloques: el comprador y el vendedor

introducen los datos sobre la transacción en blockchain que cada 10 minutos construye
bloques con esta información. Para validar ese bloque es preciso que los denominados
«mineros» resuelvan un complejo problema de computación, momento en el que se le
enganchan todos los bloques anteriores. Este proceso, que se realiza cada 10 minutos, se
conoce como cadena de bloques.

Una interesante web en la que se muestra mucha información y todo tipo de estadísticas
es:
https://blockchain.info/es/
Hay un aspecto fundamental en los contratos que es la contraprestación que

habitualmente se articula a través de un precio que a su vez suele articularse mediante
una moneda. Aquí entra en juego otro concepto: la moneda virtual.
La moneda virtual (criptomoneda o moneda criptográfica) fue mencionada por primera

vez en 1998 por Wei Dai en la lista de correo electrónico cypherpunks. Pero la primera
especificación del protocolo y prueba de concepto la publicó Satoshi Nakamoto en el
2009. La primera moneda que se puso en marcha fue el Bitcoin en el año 2009.
Aunque hay muchos tipos de monedas virtuales (como se puede ver en

http://tumonedavirtual.com/moneda-virtual/) las más extendidas son Ethereum y
Bitcoin. Esta última es la más conocida y usada. Esto hace que su valor sea mucho mayor
que el resto. Una comparativa del valor se puede ver en el siguiente enlace:
https://coinmarketcap.com/.
Estas monedas comparten una tecnología que constituyen esa especie de contabilidad
pública que hemos descrito y que se denomina blockchain.
A diferencia de las monedas tradicionales, no están sujetas a la supervisión y control de

ningún gobierno o emisor central, como el Banco Central Europeo, en el caso del euro o
el dólar por la Reserva Federal de los EE.UU.
Entre las ventajas destacan:
» Su carácter descentralizado lo que supone que no es controlado por ningún estado,

banco, institución financiera o empresa.
» Se pueden cambiar a euros u otras divisas y viceversa como cualquier moneda.
» No hay intermediarios porque las transacciones se hacen directamente de persona a
persona.
» Libertad de pagos: se puede enviar y recibir cualquier cantidad de dinero
instantáneamente desde y hacia cualquier lugar del mundo, en cualquier momento
porque el usuario tiene el control total.

» Tasas muy bajas que las que ofrecen las tarjetas bancarias o PayPal.
» Seguridad, pues no se pueden producir cargos no deseados y es prácticamente
imposible su falsificación o duplicación gracias a un sofisticado sistema criptográfico.
» Transparente, porque está disponible a todo el mundo.
» Controlado, pues es muy complicado que alguien pueda tomar el control porque
debería disponer de más de la mayoría de los ordenadores de la red.
Entre los inconvenientes destacan:
» El grado de aceptación es aún bajo y no hay muchos servicios/productos que se

puedan adquirir por esta vía, aunque cada día hay más.
» Dada su novedad e incertidumbre se trata de una moneda muy volátil.
» Se trata de un sistema en desarrollo por lo que hay aspectos aún no maduros o que
están en desarrollo.
Limitaciones de los contratos inteligentes
Los contratos inteligentes pueden tener muchas limitaciones. Vamos a ver solo algunas
de ellas y las posibles soluciones que la tecnología blockchain podría aportar:
» Control de los elementos del contrato: en ejemplos simples de contratos

inteligentes no hay problemas para controlar los elementos del mismo (el objeto y el
pago del precio) como sucede con la máquina expendedora de refrescos porque los
elementos (el refresco y la moneda) son fáciles de controlar. En otros casos se
complicaría y ¿sería blockchain la solución para dichos supuestos más complejos?
Blockchain permite la existencia de activos completamente digitales como dinero,

acciones, bonos, registros y demás que puedan ser controlados por el código
informático del contrato inteligente. La cadena de bloques no controla el activo
propiamente pero sí la clave criptográfica que puede asociarse al mismo. Y, como esa
clave no podrá alterarse, sabemos que ese bitcoin es ese y no otro. Además, la
tremenda digitalización de la economía y la sociedad, junto a la llegada del Internet
de las Cosas (que permite conectar a Internet hasta la mesa en la que comemos)
elimina el problema incluso en relación con los objetos físicos.

» Confianza en el ordenador que lidere el sistema: de lo dicho hasta ahora se

deriva el tercero de los problemas. Si todo está automatizado y se confía a un sistema
inteligente (un ordenador que lidere el sistema), la pregunta lógica que se plantea es:
¿qué ordenador sería ese tercero confiable? Las partes deben de ponerse de acuerdo
en cuál es y este debe ser seguro. La blockchain parece haber resuelto también este
problema porque no se trataría de un único ordenador que garantice que no se
modifican los términos del contrato y que ejecuta lo que se ha pactado en el mismo,
sino los innumerables ordenadores sincronizados que componen la blockchain y que
supone que será la mayoría más uno de los mismos los que gobiernan el sistema. Esa
mayoría que garantiza el código del smart contract es la propia blockchain. Es decir,
que el contrato no podrá ser modificado y se ejecutará como se le ha indicado.
» Algunos temas o problemas técnicos: la lentitud tarda unos 10 minutos en

incorporar una transacción. Es limitado porque en una transacción solo se pueden
meter 80 bytes de información. Además, al llevar poco tiempo pueden aparecer
defectos de código en los smart contracts, es complejo de programar, etc.
» Adicionalmente se plantean muchos problemas jurídicos.
Ejemplos
A partir del ejemplo original de Szabo, se han construido muchos posteriores. Algunos
simples y pacíficos y otros más complejos y controvertidos:
» Entre los ejemplos más simples podemos encontrar un sistema instalado en la nevera
de una habitación de hotel que si detecta que se retira un producto ejecuta una orden
de cobro del precio.
» Un ejemplo muy recurrente es su aplicación en ofertas deportivas. El proceso también

es simple en este caso. No obstante, en un ejemplo tan aparentemente simple como
este existen complicaciones. Tengamos en cuenta que hay que acudir a un tercero que
verifique que el resultado que condiciona la apuesta es uno u otro.
» También podríamos encajar dentro de los contratos inteligentes múltiples supuestos

de contratos electrónicos (particularmente los contratos de compraventa de
productos online) en los que en principio todo el proceso desde su perfección hasta su
ejecución se controle por el propio sistema inteligente.

Por ejemplo, para comprar un libro de Amazon, si pagamos con bitcoins y

estableciésemos un contrato inteligente, se inscribiría nuestro acuerdo con Amazon
en blockchain. Una vez se constatase la entrega del libro en mi domicilio (por ejemplo,
por firmar en la Tablet del repartidor de la empresa de mensajería con mi DNI
electrónico) se ejecutaría el traspaso de los bitcoins acordados como precio a favor de
Amazon.
» Los ejemplos se van complicando a medida que se van introduciendo variables como
puede ser el pago aplazado. Imaginemos que se vende a través de un contrato
inteligente un electrodoméstico con pago a plazos. En este caso y ante el impago de
alguna cuota, el propio sistema podría ejecutar la consecuencia a través de Internet
dando una orden de ejecución que supondría que el producto dejaría de funcionar
mientras no se abonase la cuota adeudada. Pero eso requeriría una conexión con la
cosa (en este caso con el frigorífico). La evolución del llamado Internet of things o
«Internet de las cosas» ayudará a que se puedan hacer realidad estos contratos de
tracto sucesivo y asegurar la ejecución de los mismos.
» En el caso de la compraventa de un inmueble, si se puede anotar en blockchain junto

con la transacción de bitcoins un bloque con la información del bien objeto del
contrato y la identificación de su nuevo titular, el registro a favor del nuevo propietario
quedaría inscrito de manera fehaciente, pública e incorruptible. Otra cosa son los
problemas legales derivados de que actualmente para poder inscribir un bien
inmueble hay que hacerlo en el registro de la propiedad.
» Otro ejemplo de contratos inteligentes muy extendido son los sistemas digital rights
management (o DRM) para gestionar licencias sobre contenido digital.
» Una de las mayores aplicaciones de los contratos inteligentes se encuentra en el

mundo financiero. Algunos ejemplos son recogidos de forma magnífica en este
documento elaborado por el BBVA:
https://www.bbva.com/es/data/8663112016/Situacion_Ec_Digital_Oct15_Cap1.pd
f

Estos son:
o Préstamos: podrían almacenarse como smart contracts en el blockchain junto

con la información de las garantías de la propiedad. Si el deudor no efectúa un
pago, el smart contract podría revocar automáticamente las claves digitales que le
dan acceso a las garantías.
o Herencias: podrían automatizarse estableciendo la asignación de activos tras el
fallecimiento. Podría ser tan sencillo como mover un control deslizante que
determina quién obtiene cuánto. Una vez que el smart contract puede verificar la
condición de activación, en este caso el fallecimiento, el contrato entra en vigor y
los activos se reparten.
o Depósito en garantía: los smart contracts se pueden configurar fácilmente
como cuentas de depósito en garantía que hacen un seguimiento del intercambio
entre dos partes. El comprador de bienes o servicios transferiría el pago a la cuenta
del contrato. El contrato supervisaría los servicios externos (localización vía GPS,
por ejemplo) y, una vez transferida la propiedad del vendedor al comprador, el
contrato liberaría automáticamente los fondos al vendedor.
o Controles de monederos de criptomonedas: los monederos controlados por
contratos podrían incluir muchos tipos diferentes de controles complejos, desde
límites de reintegros diarios hasta la concesión o la rescisión del acceso a entidades
específicas. La generalización de este fenómeno llevaría a la noción de dinero
programable un tipo de dinero que puede establecerse de modo que se gaste
únicamente en determinados tipos de activos en una zona geográfica, entre dos
fechas, etc.

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Real Decreto de 24 de julio de 1889, por el que se publica el Código Civil
Real Decreto de 24 de julio de 1889, texto de la edición del Código Civil mandada
publicar en cumplimiento de la Ley de 26 de mayo último. Boletín Oficial del Estado,
núm. 206, de 25 de julio de 1889. Revisión vigente desde el 5 de agosto de 2018.
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Real Decreto de 22 de agosto de 1885, por el que se publica el Código de

Comercio
Real Decreto de 22 de agosto de 1885, por el que se publica el Código de Comercio.

Boletín Oficial del Estado, núm. 289, de 16 de octubre de 1885. Revisión vigente desde
30 de diciembre de 2018.
A continuación, puedes consultar el Código de Comercio.
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Bibliografía
Davara, M. A. (2008). Manual de Derecho informático. Pamplona: Editorial Aranzadi.
Del Peso, E. (2003). Manual de outsourcing informático: análisis y contratación.

Madrid: Ediciones Díaz de Santos.
Rogel, C. (2005). Contratos electrónicos y la protección de los consumidores. Madrid:

Editorial Reus.
Soler, P. y Piattini, M. (2005). Manual de gestión y contratación informática.

Pamplona: Editorial Aranzadi.
TEMA 1 – + Información 31 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

Test
1. Un contrato informático es:

A. Cualquier contrato cuyo objeto son bienes y servicios informáticos o que siendo
otro su objeto se ha celebrado por vía electrónica.
B. Cualquier contrato cuyo objeto son bienes y servicios informáticos.
C. Cualquier contrato que, con independencia de su objeto, se ha celebrado por vía
electrónica.
D. Cualquier contrato siempre que su objeto sea un servicio.
2. Las licencias software virales o con copyleft:

A. Son licencias permisivas que permiten al usuario desarrollar software y a su vez
licenciarlo como software propietario.
B. Son licencias duales.
C. Son licencias restrictivas que no permiten al usuario desarrollar software y a su
vez licenciarlo como software propietario.
D. Se aplican en los desarrollos a medida.
3. En un contrato de desarrollo de software a medida se debe fijar:

A. Quién será el titular de los derechos sobre el software, si el desarrollador o el
cliente.
B. Definir con precisión el objeto y el entorno: DRU y Doc de especificaciones
(descripción del equipo en el que el software va a operar, sistemas operativos, otro
software con los que se interconectará).
C. Fijar plazos de entrega: calendario con fases de ejecución y un sistema de
comprobación de la ejecución de hitos y resolución de errores y defectos.
D. Todas las anteriores son correctas.
4. ¿Cuál de las siguientes no es una libertad del software libre?

A. Libertad de usar el programa, con cualquier propósito.
B. Libertad de estudiar cómo funciona el programa y adaptarlo a las propias
necesidades, el acceso al código fuente como condición previa para ello.
C. Libertad para fijar los derechos morales.
D. Libertad de mejorar el programa y hacer públicas las mejoras, de modo que toda
la comunidad se beneficie.
TEMA 1 – Test 32 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

5. En el contrato de leasing de equipamiento hardware:

A. El cliente adquiere los equipos obteniendo su propiedad.
B. El cliente no adquiere los equipos, sino que los alquila, pero sin la posibilidad de
adquirirlos al término del contrato.
C. El cliente no adquiere los equipos, sino que los alquila, pero con la posibilidad
de adquirirlos al término del contrato pagando una cuota residual.
D. El cliente adquiere los equipos pagando la mitad al inicio y la mitad al final.
6. En el contrato de housing (co-located hosting):

A. La infraestructura física de TI es propiedad de la empresa alojada teniendo
libertad absoluta para su gestión.
B. La infraestructura física de TI es propiedad del ISP.
C. La infraestructura física de TI es propiedad del operador de telecomunicaciones.
D. La infraestructura física de TI es compartida.
7. Mediante el contrato de renting:

A. El arrendador adquiere en nombre propio determinado equipos informáticos
con el fin de alquilárselos al arrendatario y realizar las prestaciones propias de su
mantenimiento, a cambio de un precio pactado (normalmente una cuota
periódica), pero con precio de compra final.
B. El arrendador adquiere en nombre propio determinado equipos informáticos
con el fin de alquilárselos al arrendatario y realizar las prestaciones propias de su
mantenimiento, a cambio de un precio pactado (normalmente una cuota
periódica), pero sin precio de compra final.
C. El arrendatario adquiere en nombre del arrendador equipos informáticos con el
fin de comprarlos.
D. El arrendador adquiere en nombre de su cliente equipos informáticos para
después vendérselos al final del periodo pactado.
8. Entre las restricciones del software propietario no se encuentra:

A. Prohibición de su transmisión, cesión o arriendo a terceros.
B. Prohibición de la copia o reproducción.
C. Prohibición o restricción de ingeniería inversa.
D. Prohibición de exhibición en entornos educativos.

9. El siguiente no es un ejemplo de contrato típico:

A. Contrato de compraventa.
B. Contrato de arrendamiento financiero.
C. Contrato de arrendamiento de servicios.
D. Contrato de diseño de página web.
10. Los contratos atípicos:

A. No poseen una característica unívoca y en consecuencia es la autonomía de la
voluntad de las partes (reflejada en el contrato) la que configura la relación.
B. Están definidos como talen en la ley.
C. Se llaman atípicos porque las partes pactan siempre lo que quieren.
D. Siempre se suscriben vía electrónica.

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Contratación informática

[1.1] ¿Cómo estudiar este tema?

[1.2] El contrato informático: concepto, tipología y características

[1.3] Contratos sobre bienes informáticos

[1.4] Contratos sobre servicios informáticos

[1.5] Contratos inteligentes

Concepto, tipología Contratos de bienes Contratos de servicios

Software Análisis de ejemplos

© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

1.1. ¿Cómo estudiar este tema?

Este tema aborda el estudio de la contratación informática y no la contratación

Sin embargo, aparte de la especificidad propia (derivada del objeto y medio de

Por último, es una tendencia imparable asociada a la tecnología blockchain y al uso de

TEMA 1 – Ideas clave 3 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

1.2. El contrato informático: concepto, tipología y características

Un contrato es un acuerdo entre partes para realizar un intercambio de

Llevado este concepto al campo de los contratos informáticos permite realizar la

Contrato informático: contratación cuyo objeto son bienes y servicios informáticos.

En cuanto a su tipología y teniendo en cuenta el objeto podemos distinguir entre:

» Bienes informáticos que se pueden dividir a su vez en una doble tipología:

o Aquellos que se refieren a elementos tangibles de un sistema

o Aquellos que se refieren a elementos intangibles del sistema. Los bienes

TEMA 1 – Ideas clave 4 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

» Servicios informáticos: cualquier actividad de carácter patrimonial relacionada

Características de los contratos informáticos

» Partes que internen en la contratación: generalmente existe un desequilibrio

Este desequilibrio lleva, de forma masiva a la creación de contratos de adhesión

o Proveedores: son aquellos encargados de la prestación de dar y hacer y

- Salvaguardar los intereses de su cliente, así como proporcionarle consejo e

TEMA 1 – Ideas clave 5 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

- Cabe mencionar que no todos los proveedores informáticos se sujetan a estos

- Informarse adecuadamente respecto de las implicaciones generadas al firmar

Naturaleza en muchas ocasiones atípica

La naturaleza de los contratos se refiere a su conceptuación como contratos típicos o

TEMA 1 – Ideas clave 6 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

Por el contrario, los contratos atípicos no poseen una caracterización unívoca y en

Elementos de validez (comunes a cualquier contrato)

Las vías o cauces serán la firma electrónica o el clic en el correspondiente box.

Atención a las prestaciones

Otra nota característica de este tipo de contrato es la diversidad de las prestaciones.

TEMA 1 – Ideas clave 7 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

Diversidad de prestaciones que se complica en el momento en que la contratación

» Ejemplo 1: diseño web + mantenimiento + posicionamiento etc.

1.3. Contratos sobre bienes informáticos

Contratos sobre bienes informáticos

Elementos físicos (hardware) Elementos lógicos (software)

Contratos sobre hardware Contratos sobre software

Contratos sobre hardware

Tales contratos regulan las transacciones económicas sobre bienes informáticos de

» Contrato de compraventa: tiene por objeto trasladar la propiedad de este tipo de

TEMA 1 – Ideas clave 8 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

Los contratos de compraventa de bienes informáticos presentan ciertas

En la entrega del bien hasta que el equipo no está en funcionamiento o con

Obligación de garantizar la posesión legal y pacífica del objeto vendido: En este

» Contrato de leasing (arrendamiento financiero): el contrato de leasing es un

TEMA 1 – Ideas clave 9 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

» Contrato de renting: es un contrato de arrendamiento (alquiler) de un bien mueble

Si durante el periodo contractual el cliente quisiese efectuar una renovación

» Las cuotas computan como gasto fiscalmente.

El renting permite agilizar la logística de la empresa pues externaliza la gestión y

Contratos sobre software: licencias

Contrato sobre software: regulan las transacciones económicas sobre bienes

TEMA 1 – Ideas clave 10 © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)