Competitividad, madre de la innovación

urante mucho tiempo en Colombia, no existieron gran cantidad de empresas, y las

empresas que habían eran de carácter familiar especializadas en actividades de larga
tradición en el sector manufacturero, minero, agroindustrial, y comercial
concentradas en su mayoría en Bogotá, en estas empresas los procesos de
fabricación se realizaban de forma artesanal con primitivas ruedas hidráulicas o
máquinas de vapor. La rivalidad era poca por no decir que nula y la demanda era visiblemente
gobernada por la oferta de esta pequeña red de empresas. Por otro lado el campo tenía una gran
participación en la economía del país, como por ejemplo el café. Con la llegada de un nuevo
contexto de mundialización, una revolución tecnológica acelerada, una agresiva liberación del
mercado y una voraz globalización excluyente se originó la llegada de nuevas empresas lo que
provoco que las ya existentes vivieran una rápida mutación del entorno en el que se desenvolvían
lo que las obligo a una veloz adaptación al cambio.

En unos pocos meses el mercado exigía la búsqueda y aprovechamiento de nuevas oportunidades

con la cuales diferenciarse y captar un mayor número de consumidores, en ese preciso momento
sale a flote la palabra competitividad, nace de la lucha constante por obtener ventajas de índole
competitivo, sobre las demás. El desarrollo empresarial era una locomotora fuera de control,
alimentada de una creciente inversión extranjera, llena de consumidores cada vez más difíciles
de satisfacer, más exigentes y con miles de ofertas moldeadas a cualquier tipo de necesidad.

Como medio para explotar de forma beneficiosa ese cambio que se estaba viviendo o sufriendo
se buscan herramientas específicas que permitan crear nuevos mercados y con esto escapar de
una salvaje guerra entre empresas, con este fin germina la innovación; un instrumento que
mejora el funcionamiento de las actividades economías, la creación de productos a necesidades
hasta ese momento inexistentes, un efecto multiplicador de ganancias, una respuesta a la
necesidad de incorporar conocimiento a las labores que brinde una mejoría en las mismas. La
globalización trajo consigo cantidades inmensas de información, información que permitía
abastecerse de conocimiento para sacar provecho en cualquier actividad, y así se hizo, los
empresarios se convirtieron en emprendedores y el consumismo en un animal hambriento, las
pequeñas empresas solo tenían dos opciones adaptarse al cambio y renovarse por completo o
desaparecer. Como primera medida debían informarse de los avances tecnológicos que les
permitieran responder de forma rápida y efectiva a los requerimientos del mercado con esto
pasaron de las ruedas hidráulicas a los motores y a la maquinaria eléctrica, en segunda medida
buscaron perfeccionar los servicios o productos con el fin de sostener los consumidores que
tenían y por ultimo crear nuevos productos o servicios que generaran nuevas necesidades, nuevos
mercados, nuevas oportunidades de ingresos las cuales originen ventajas competitivas sobre su
competencia directa. Las empresas ya no eran creadas como fruto de la especulación o la
aventura sino en base a un estudio previo del entorno.
La innovación nunca hubiera nacido sin que primero se hubiera originado la competitividad, sin
la necesidad de destacarse en un mercado cada vez más agresivo, y la innovación no germina en
cualquier entorno, la innovación requiere de territorios con aspectos socioeconómicos y
culturales específicos, con recursos suficientes y de calidad en espacios receptivos a la novedad y
al cambio.
 Bibliografía

Innovación y redes de cooperación para el Desarrollo Local. pdf