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La tortura en Grecia recibía el nombre de basanos. Era un procedimiento que, por ejemplo,
se utilizaba cuando un ciudadano acusado de un delito pedía que sus esclavos testificasen
para demostrar que era inocente, y cuando pedía que testificaran los esclavos de otro,
debía conseguir el permiso de su propietario. Hay indicios de que la tortura fue más
utilizada en los casos políticos que en los litigios civiles o penales comunes.[3]
Las formas de tortura en Grecia están descritas en una escena de la obra de teatro Las
Ranas de Aristófanes. Jantia, uno de los personajes es acusado de robo –en realidad se
trata de un esclavo que ha intercambiado su papel con su amo, que ha pasado a ser su
esclavo- y le dice a su denunciante:[4]
Roma Editar
En la República, como en Grecia, sólo los esclavos podían
ser torturados, pero únicamente en los procesos
criminales, no en los civiles –en el siglo II d.C. también se
extendió a este ámbito-.[5] Existía la prohibición de que
los esclavos fueran torturados para conseguir pruebas
contra sus amos. Hasta una fecha tan tardía como el año
240 d.C. se mantuvo el derecho del propietario a castigar y
a torturar a sus esclavos, cuando sospechaban que habían
cometido un delito contra ellos dentro de sus
propiedades.[6]
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El ciudadano nacido libre gozaba de inviolabilidad y no
podía ser sometido a tortura, pero durante el primer siglo
del Imperio se introdujo la tortura judicial y extrajudicial
en los casos de traición (crimen laesa maiestatis) por
orden del emperador. "La idea de majestad que antes
residía colectivamente en el pueblo romano ahora residía
en la persona del emperador. El emperador no podía hacer
la ley, pero podía establecer excepciones a la ley que no
reconocían necesariamente los viejos privilegios del
hombre libre, particularmente cuando estaba en peligro la
seguridad imperial (o se imaginaba que lo estaba)".
Suetonio relata que "mientras Calígula almorzaba o se
divertía, a menudo se hacían en su presencia
interrogatorios mediante tortura", Claudio, " siempre
exigía el interrogatorio mediante la tortura", y Domiciano,
"para descubrir conspiradores ocultos, torturaba a
muchos del partido opositor mediante una forma de
indagatoria, insertando fuego en sus pudendas, y también
les cortaba las manos a algunos de ellos".[7] El jurista
romano Arcadio Carisio proclamó:[8]
Pero cuando la acusación es de traición, que concierne a la
vida de los emperadores, todos sin excepción han de ser
torturados, si son llamados a dar testimonio, y cuando el
caso lo requiera
A partir del siglo III d.C. la tortura judicial se aplicó a una
categoría de hombres libres, los inferiores o humiliores,
quedando exenta la minoría de los honestiores –a
excepción de los delitos de traición-. No "fue la tortura la
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única carga que implicaba el estatus de humiliores.
Ciertos tipos de castigo, como el castigo corporal de ser
arrojados a las bestias feroces o de ser crucificados, eran
el destino de los humiliores convictos. La clase más baja
de los ciudadanos libres del Imperio, sujetos a los
interrogatorios y castigos que antaño sólo habían sido
aplicables a los esclavos y a los ciudadanos libres en casos
de traición, ahora había descendido jurídicamente a ese
mismo nivel. La ciudadanía ya no ofrecía a todos los
ciudadanos la protección que antes brindaba".[9] También
se aplican a los humiliores formas de pena de muerte
antes reservadas a los esclavos, como la "muerte por
fuego".[5]
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dignitas sólo correspondía a los honestiores y así lo
recordaron los emperadores Diocleciano y Domiciano
cuando volvieron a publicar un rescripto del Marco Aurelio
del siglo II:[10]
El Divino Marco decidió que los descendientes de hombres
que son llamados "Muy Eminentes y Muy Pefectos" hasta
sus bisnietos no estén sujetos a las penalidades de las
torturas infligidas a los plebeyos…
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carne; la tortura con metales calientes al rojo; la
flagelación; la mala mansio (o 'mala casa') que consistía en
poner al reo en un espacio estrecho. También diversas
formas de pena corporal fuero utilizadas como métodos
de tortura, como "el castigo con barras, los azotes y los
golpes con cadenas"