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1. Vitamina C.
Tiene una función antioxidante, por lo que ayuda a mantener la piel en
buen estado; fortalece los vasos sanguíneos, facilita la absorción de
hierro y por supuesto, mejora el sistema inmunológico.
2. Vitamina D.
Elemental para mantener los huesos fuertes, pues regula los niveles de
calcio y de fósforo en el cuerpo.
3. Vitamina K.
Ayuda a la correcta coagulación, algo que deben considerar las
personas con predisposición a la diabetes. Además, disminuye riesgos
de sangrados internos y mejora el funcionamiento del hígado. En el
caso de las mujeres, también reduce el cólico menstrual.
4. Vitamina E.
Previene o retrasa la aparición de enfermedades del corazón porque
ayuda a la circulación sanguínea y a eliminar coágulos que pueden
provocar ataques cardiacos. La vitamina E actúa en contra de los
radicales libres, por lo que también podría ayudar en la prevención de
cáncer.
Shutterstock / marilyn barbone
-Calcio
Es necesario para mantener los huesos y dientes en buen estado,
también es indispensable para el funcionamiento adecuado de las
enzimas del cuerpo. Recuerda que los lácteos no son la única fuente
de calcio. Boost es ideal para las personas que tienen intolerancia a la
lactosa.
-Fósforo
Este mineral es básico para la absorción de calcio, (¡así de interesante
es nuestro cuerpo!), y también para aprovechar la energía y hacer a
las proteínas útiles para el organismo.
-Magnesio
El magnesio ayuda al cuerpo a llevar a cabo más de 300 reacciones
bioquímicas, entre ellas activar enzimas, desarrollar las funciones
musculares y nerviosas, y mejorar el sistema inmunológico.