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Durante el mes de febrero ya se notaban los días, y los hombres ya salíamos a hacer labores en los prados que estaban
todos cerrados a base de sebes con chopos, fresnos y paleras de éstos, y había que podar y limpiar esas sebes, cerrar
lo que se había estropeado con buenos cinchos y espinos. Una vez bien arregladas las sebes se hacían o limpiaban las
presas, que había bastantes.
Adolfo Fernández López, La Mata de Curueño (León)
LAS SEBES, SÍMBOLO DEL PAISAJE RURAL LEONÉS ser de palera (Salix alba), y se clavaban en el suelo del
práu a modo de estacas, siendo frecuente que agarrasen y
Sebes, bardales, cierros, ribazos, setos vivos, bocages… se convirtieran en nuevos árboles, gracias a la capacidad
todas estas palabras describen un tipo de formaciones ve- de rebrote vegetativo de la familia de los sauces. Poste-
getales, normalmente lineales, frecuentes en el pasado en riormente, y de forma natural, se iban incorporando a la
nuestros campos, y hoy en día casi desaparecidas. sebe otras especies típicas de la vegetación riparia, como
Se trata de las típicas delimitaciones de las parcelas y zarzas, amayotines (majuelos), andrines (endrinos),
huertas de los pueblos, que en León han venido denomi- agavanzas o escaramujos (rosal silvestre), saltasebes (ma-
nándose sebes, del latín saepes, cercado. dreselva de soto), sabuguerus (saúcos) o incluso negrillos
Hasta bien entrado el siglo pasado, estos cerramientos (chopos), convirtiéndose entonces en verdaderos sotos flu-
naturales fueron habituales en nuestra tierra, especialmen- viales. Éstos contaban con una suerte de aberturas o porti-
te en las tierras de Ribera, (Martín Martínez, 1985). llos llamadas auseras en Omaña, por las que se entraba a
Y es precisamente en algunos pueblos como Llamas o las fincas. En esta comarca tradicional, que por cierto aún
Quintanilla de Sollamas, en el Órbigo; en el fondo de valle conserva algunas sebes interesantes en uno de sus valles,
de Valdesamario; o en el tramo medio de la margen dere- Vallegordo, la materia prima para hacer las bayunas, que
cha del Torío1, donde es posible aún contemplar cómo era así llaman por aquellas tierras a las sebes, eran las ramas
la provincia leonesa hace apenas medio siglo. de piorno (Genista florida). Bajo su protección se congre-
El término bocage (campo cerrado, delimitado) se opo- gaba gran parte de la parroquia animada de las riberas:
ne al anglosajón openfield, que designa un terreno abierto léanse erizos, tejones, topillos, raposas, tordos, currucas,
sin solución de continuidad, típico de muchas regiones eslizones, chochines y un largo etcétera2 .
europeas. Con ello, el dueño de las fincas mantenía a raya a las
Pero es el de sebe, el utilizado por nuestro rico léxico posibles plagas que amenazan los sembrados, incluido el
leonés para referirse a esa suerte de «vallado vivo», colin- ganado que campaba por las tierras colindantes, y de paso
dante muchas de las veces con el cauce de los ríos, allá ponía una discreta cortina natural a las miradas curiosas
donde la fértil tierra aluvial favorecía la proliferación de del vecino. Pero a cambio se imponía un mantenimiento
huertos y praderas. anual, necesario para que no se desmandase esta compleja
La especie preferida por los lugareños para construir estructura vegetal, y que solía realizarse en invierno, cuando
estos cerramientos era la salguera (Salix atrocinerea), de- el campo duerme, y los arbustos, desnudos de follaje, se
bido a la maleabilidad de sus ramas jóvenes y a sus fibras dejan domeñar mejor. Así, «con una poda por aquí y otra
resistentes. Con ellas se elaboraban los cimbros (palabra por allá», un «pongo aquí esta estaquina y quito de este
utilizada sobre todo en algunas zonas de El Bierzo), latas otro lao este ramo de palera que se me está metiendo en la
y vilortos -término por cierto éste último con el que se de- cancilla», conseguía el paisano conservar en buen estado
signa coloquialmente a los vecinos de Villarmeriel, en La de revista el cercado de su práu y su huertín, al tiempo
Cepeda- largas y finas, que se entrelazaban entre sí ha- que, intuyo que sin ser consciente de ello, contribuía al
ciéndolas pasar por entre várganos (palos finos verticales) mantenimiento de los ecotonos (espacios de alto valor
y varas más gruesas. Estas varas más fuertes, denomina- ambiental por su gran biodiversidad) que eran, y conti-
das palancones, que servían de base a los gordones, solían núan siendo, las sebes.
1er SEMESTRE 2009 ARGUTORIO nº 22/23
EVOLUCIÓN Y DECADENCIA DE LOS CERRAMIENTOS VEGETALES Pero no mucho después, el aumento de población pro-
voca la roturación y deforestación de grandes áreas de pas-
El desarrollismo agrario llevó a España en los años 70 a tizal para reconvertirlas en tierras cultivables, producién-
una catástrofe rural ecológica, de la que todavía se ha to- dose también un éxodo rural hacia las ciudades, motivado
mado muy poca conciencia. A cuenta de ampliar y por la industrialización. El consiguiente efecto negativo
rentabilizar los regadíos se produjeron las concentracio- sobre la ganadería desemboca en una crisis del sistema,
nes parcelarias. El paisaje campesino cambió drásticamente. que hacia 1950 es sustituido por otro de producción gana-
Se eliminaron los árboles, sebes y sotobosques que cir-
dera mucho más intensivo. Además, es por esas fechas
cundaban las tierras de cultivo, con las ventajas económi-
cas y funcionales de lo que de ello se derivó, sin dar valor cuando aparece un proceso que cambiaría por completo la
a criterios medioambientales. Se taparon arroyos y se de- fisonomía de nuestros campos: la concentración parcelaria.
secaron pequeñas lagunas, lo que afectó al paso de las aves Con él se pretendía aumentar la rentabilidad de los terre-
migratorias. Pero curiosamente, el factor humano que de- nos, reagrupando las pequeñas propiedades múltiples de
gradó el medio rural, desde el punto de vista ecológico, es un mismo dueño, y entregándole un número menor de és-
el mismo al que es preciso acudir para mantener el tas pero con mayor superficie, en base a unos criterios es-
medioambiente que aún queda. tablecidos. De las algo más de 40 millones de parcelas que
existían en España antes del inicio de la concentración,
Agricultura y Renta Básica. Ramiro Pinto Cañón. 2.652.469 correspondían según el registro a la provincia
(Publicado en Diario de León, mayo de 2000) leonesa, con una superficie media de tan sólo 0’353 ha
(García Badeli, Abadía, 1960).
Durante el segundo tercio del siglo XIX, en el marco de Pero el Plan General de Concentración Parcelaria pues-
una trashumancia en declive y con el cambio de propiedad to en marcha por el Gobierno redujo en una proporción
de las tierras (hasta entonces de la nobleza y el clero) lle- media de 7’41 a 1 el número de parcelas.
vado a cabo por las desamortizaciones, se produce la apa- Hoy en día, además de los desajustes motivados por el
rición de un enorme número de pequeños propietarios. Las proceso de concentración parcelaria (aún en marcha en
tierras, otrora de los grandes terratenientes, pasan a ser de muchos municipios castellanos y leoneses), hay que su-
modestos agricultores y de ganaderos. Éstos desarrollan mar la pérdida poblacional de muchos núcleos rurales, y
un nuevo modelo de ganadería extensiva y estante, basado el envejecimiento progresivo de los pocos habitantes que
en una economía autárquica y de subsistencia. El ganado aún resisten en los pueblos. Todo ello juega en contra de
se mantenía en libertad, pero proliferaban los terrenos de las sebes, poniéndolas en auténtico peligro de continui-
pequeña extensión donde se cuidaban los prados necesa- dad, al no existir ya prácticamente paisanos que sepan ri-
rios para alimentarlo. En otras ocasiones se cercaban las piar, que así se llamaba el arte de (re) construir los cierrus3 .
parcelas para, de esta forma, excluirlas del aprovechamien-
to comunal. Y de paso, además de impedir el paso de ga-
¿QUÉ SE PUEDE HACER?
nado ajeno, se permitía el crecimiento de otro pelo (turno
de siega de la hierba) para ser aprovechado en el otoño.
He aquí algunas fórmulas que se me ocurren, para in-
tentar volver a esa España tan sumamente variada y rica
Efectos protectores de los setos sobre ciertos factores climáticos que influyen sobre los cultivos.
Elaboración: Enrique de la Puente. Fuente: Banco Central Hispano, 1998
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En La Flecha de Torío, muy cerca de la capital leonesa,aún es po- El paisaje de los setos vivos, una estampa aún frecuente en la España atlántica.
sible ver el puzzle natural de sebes y prados. Foto: Emgorrio Foto: J. M. Borrero
ecológicamente hablando, cuyo futuro hoy parece aboca- - Gravámenes fiscales progresivos para las alambradas y
do al más estrepitoso final. cualquier medio artificial de delimitación de fincas, y por
el contrario, primas a la creación/mantenimiento de
- Paralización del proceso de concentración parcelaria en cerramientos naturales, con base a Fondos Estructurales
aquellas zonas de gran valor ecológico o paisajístico, o Comunitarios8 .
aquellas en las que por su fragilidad se deba fomentar la - Recuperación de los huertos tradicionales, fomento del
presencia de «setos vivos» para su estabilización y/o me- cultivo de variedades locales de frutas y hortalizas, mejor
jora. adaptadas a las condiciones climáticas, edáficas y biológi-
- Someter a Evaluación de Impacto Ambiental Estratégica cas locales.
previa todos los procesos nuevos de concentración de par-
celas4 . Sirvan como epílogo a este artículo, las palabras de
- Fomentar desde las Administraciones un nuevo modelo Pascual Riesco Chueca, (Universidad de Sevilla) en Los
de «agricultura sostenible», que tenga en cuenta no sólo paisajes borrados del agua: hidrografía menor del valle
factores económicos, sino también ecológicos y cultura- del Duero y la concentración parcelaria.
les, y en el que la presencia de sebes sea una prioridad por
los beneficios que hemos visto anteriormente. Asistimos a un proceso de desencantamiento en el sentido
- Identificar de los valores ambientales asociados a la red que introdujo Max Weber: las opciones vitales se banalizan,
lo sagrado se extingue. Las marcas que superponen su grafía,
hidrográfica no principal, acometiendo la restauración de
densa de minuciosa historia, sobre el terreno, pueden ser
cauces secundarios y sus ecosistemas asociados. borradas con un solo gesto por la soberanía otorgada al po-
- Acercar a la población, rural y no rural, la información der de los técnicos. En su lugar se instala la pobreza del
necesaria para la re-valorización de las lindes, ribazos y campo rasurado, poligonal, monofuncional.
setos5 . El tablero vacío sobre el que mueven sus piezas los juga-
- Proporcionar así mismo a los particulares interesados los dores de la agroindustria ha desalojado todos los espectros
medios materiales para su rehabilitación, como es el caso que poblaban el paisaje: memorias, lenguas, pájaros, vesti-
de la Campaña para la Conservación y Recuperación de gios e indecisiones. La nueva instalación aspira a ser total,
los Setos Vivos en Andalucía, promovida desde esa Co- sin resquicios. Ninguna disciplina de humanidades ha sido
consultada en las deliberaciones para cambiar de raíz el sem-
munidad Autónoma en colaboración con el Comité Anda-
blante del territorio. El resultado es un territorio vaciado de
luz de Agricultura Ecológica6 . sus signos, en el que la variada escritura de la historia ha
- Incluir la restauración de estos ecosistemas en los Pro- sido tachada por los trazos cuadriculados de la planifica-
gramas de Voluntariado Ambiental, dotándolos de los me- ción. En la historia, sin embargo, la creación brota a veces
dios materiales necesarios para su puesta en marcha. de la propia pérdida, y por ello, cabría explorar en qué me-
- Iniciar, por parte de la Administración Local, procesos dida el presente está alumbrando rituales y valores aptos
de catalogación y localización cartográfica de las sebes y para generar una dinámica opuesta, de reencantamiento del
sotos fluviales que se conserven en el municipio, como Mundo. A este respecto, Marx abogó por una poesía cuyas
paso previo a actuaciones tendentes a la protección, o al fuentes no están en el pasado sino en el futuro. La tarea, en
cualquier caso, no parece fácil, pues las prácticas actuales
menos mantenimiento, de éstos7 .
de uso del suelo determinan una estandarización de los com-
A este respecto sería muy interesante realizar un censo ponentes del paisaje, propiciando el divorcio de formas y
de los existentes en la provincia de León por parte del Ór- sitios, de historia y expresión.
gano competente en materia de Medio Natural.
- Devolver a la sociedad aquellos caminos perdidos de va-
lor patrimonial. Llegar a acuerdos con propietarios para el * Juan Manuel Sandín Pérez (Astorga, 1978) es Técnico
libre tránsito de peatones y ciclistas por el interior de las S. en Gestión de Recursos Naturales y Paisajísticos. Ac-
tierras afectadas, a cambio de ventajas fiscales compensa- tualmente trabaja en un Centro de educación ambiental
das por nuevas fuentes de ingresos, como el desarrollo de de la Comunidad de Madrid.
nuevas formas de turismo respetuosas con el medio. Contacto: juanmanuelsandinperez@gmail.com
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