Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Los Villancicos Anónimos, Un Estudio Filológico
Los Villancicos Anónimos, Un Estudio Filológico
Los Villancicos Anónimos, Un Estudio Filológico
A00817167
LLE
Filología Hispánica
I. Introducción
siguiendo los pasos estipulados por Francisco Marcos Marín (2005), esto con ánimos de saber
qué es un análisis filológico y qué pasos deben seguirse para hacerlo. La primera etapa es una
atenta lectura del texto, seguida por una descripción del mismo para poder localizarlo con el
criterio métrico y ejemplos que se le asemejen, así como la descripción de su número de versos y
qué tipo de rimas maneja. Después se localiza en el periodo de la lengua, con qué sistema gráfico
y sus características lingüísticas generales, esto es, conocer si hay restos de formas latinas o
dialectalismos.
Hay siete niveles en un comentario filológico afín a los criterios de Francisco Marcos Marín,
aunque no todos sean pertinentes en todos los casos. El primero es el análisis fonético-
fonológico, en el cual se estudian las desviaciones sufritas por el latín. Las grafías nos permiten
sintagma nominal, sintagma verbal y sus nexos. En el sintagma nominal se analizan los
problemas planteados por la evolución de los tres morfemas nominales latinos, que son el caso,
género y número.
aspecto y formas no personales del verbo. En general obtener información sobre si la morfología
del texto muestra un sistema diferente del latino y distinto del castellano actual, si el sistema es
El tercer nivel es el análisis sintáctico, el cual es encontrar rasgos que ayuden a fechar el
semánticas, que se deducen de la estructura oracional, como lo son las partes del texto, la
especializados para ver si las observaciones léxicas coinciden con los puntos pasados.
El sexto son los resultados semánticos a partir del léxico y la última es integrar las
Datación: 1648-1680
Tamaño: 14 x 20.5 cm
Estado de conservación
Hojas delgadas, un poco cortado en la parte inferior de la primera serie de villancicos por lo que
no se identifica el autor. La mayoría de las hojas están maltratadas a excepción de las últimas,
por lo que se podría inferir que se ordenaron los villancicos desde lo más antiguos hasta los más
El libro se divide en 15 series de villancicos con 3 o 4 nocturnos cada serie. Algunos tienen
dedicatoria. Los villancicos están coleccionados en un libro con cubiertas de madera forrada.
Letras color doradas y con ornamentos dorados similares a los que se incluyen en los villancicos.
Escritura
Cada serie de villancicos se imprimió con una tipografía diferente. Las páginas están, en su
mayoría, numeradas.
Ornamentos
Cada serie de villancicos cuenta con una portada donde se incluye una breve descripción y el
autor (solo en algunos) y tiene ornamentos que adornan los márgenes. Igualmente, las portadas
de sección tienen imágenes de algún santo. Solamente dos conjuntos de villancicos, el 5to y el
6to, tienen ornamentos en los bordes de todas las hojas que los conforman. El título y la letra
impresa de estas dos series de villancicos son más pequeños. Los ornamentos de las páginas
Contexto de la obra
Parte de los primeros encuentros con la lírica hispánica popular se tuvo en 1919, en el
curso llamado “La primitiva poesía lírica española” por Don Ramón Menéndez Pidal,
breves que servían de cabeza o estribillo en canciones que los glosaban, y se repetían enteros o
en parte al final de cada estrofa; entre sus temas se hablaba de un vivir primario, sencillo y
fundamental, auroral y eterno: de la naturaleza, el amor, pastoreo, labranza y montería,
encuentros de viajeros y serranas, fiestas y romerías. Estos textos eran parte de la colección que
el Marqués de Santillana consideraba de ínfimo grado (Lapesa, 1990), siendo textos escritos
que por muchos años fueron meramente de tradición oral. La tradición de la lírica hispánica tiene
relevancia histórica ya que refleja la estilística popular y las temáticas comunes de la época.
El Marqués de Santillana se inspiró en estos textos libres para crear su propia obra, parte
composiciones que en la segunda mitad del siglo XV fueron recogidas por cancioneros áulicos y
que también estuvieron inspirados en la lírica tradicional anónima. Sin embargo, el consumo de
estos villancicos no llegó hasta la clase señorial hasta la época de los Reyes Católicos: está la
existencia del Cancionero musical de Palacio que fue entonces reunido y que prueba que mujeres
parecían “haber nacido espontáneamente de entre los trigos” (Lope de Vega lo dijo de los
romances un siglo más tarde). Estas obras parecían salidas de la naturaleza y se les ofrecía tan
perfecta en su simplicidad como las flores silvestres. Tras el Cancionero musical de Palacio se
registraron abundantes muestras de lírica tradicional junto con otros cancioneros cortesanos y
pliegos sueltos de difusión popular, acompañadas muchas veces por glosas de autoría de poetas
de varios niveles. Esta corriente se acrecienta a lo largo del siglo XVI y sigue en el XVII: líricos,
novelistas y dramaturgos -algunos tan legendarios como Cervantes, Góngora y Lope de Vega -
intercalan, retocan, refunden e imitan cantares de la herencia tradicional y oral. Igual entusiasmo.
Gracias a esta tradición se piensa que los villancicos no fueron espontáneamente en el
siglo XV, que es de donde datan sus más tempranos manuscritos. Se sospecha que estas piezas se
pasaron de boca en boca durante muchísimos años antes de que alguien intentara registrarlas en
grafía. Es imposible, por tanto, aislar cuáles textos permanecen fieles a sus cantos populares y
cuáles fueron creados después de la época auge. Se ha encontrado que el estudio de varios
conjuntos de villancicos permite comprender la temática de estos textos, y es por medio de las
La tradición de los villancicos, se puede dividir en cuatro etapas: las canciones de tipo
popular, el villancico, glosas, y los temas que tratan cada una. Estos niveles, dice el autor
Fernando Baños Vallejo, son inspirados en los teóricos Frenk, Alín, y Romeralo. Nos permiten,
entonces, observar a qué cosas coinciden y que cosas de la lírica difieren con las
Algo que se puede rescatar, sin embargo, de los villancicos, es que el sentido dramático
de muchos de ellos es que van dirigidos a un interlocutor, sea ausente o presente, y se utiliza la
segunda persona, en vocativos. Múltiples veces aparece la figura de la mujer, se habla sobre ella.
Se habla de la madre, de la niña, de la morena, a veces del caballero en función a la mujer, del
Lo que se puede recolectar de estas formas líricas es la temática romancil. Todas ellas se
española popular, cuya primera parte expone los testimonios más antiguos de jarchas mozárabes,
canciones de amigo gallego-portuguesas y cantares catalanes y castellanos; la segunda parte,
composiciones según los diversos temas; y la tercera parte contiene poemas sefardíes de
tradición medieval. Frenk, como ya sabemos, tenía estudios previos sobre las jarchas y sus
paralelos con la lírica medieval francesa y preparaba con Ivette Jiménez de Báez una colección
del folklore mexicano, muchos de estos textos cantados en La Montaña, Asturias y otras regiones
mutuamente, así como se ha ido adaptando mutuamente. El trabajo de teoristas como Frenk nos
La obra a analizar es una antología de villancicos que fueron impresos en Puebla entre
1648 y 1680. Estos villancicos parecen ser pequeños folletos impresos en el momento indicado
papel y con un mismo formato, comparten ornamentos y estructura, pero tienen distintos grados
El primer texto está datado en Navidad de 1651. En esta época había mucha trata
esclavista por parte de los portugueses hacia las Américas, especialmente Latinoamérica, porque
ese era el lugar en donde se trabajaba la tierra con mayor frecuencia. El idioma portugués formó
parte importante de este intercambio de personas ya que se juntaba con el español y creaba un
idioma criollo: se podrá ver más adelante en la transcripción del villancico, es evidente el intento
por retratar esta mezcla de idioma natal, idioma de transición (portugués) e idioma de destino
(español). Dentro de la tradición de los villancicos encontramos en los dos textos a analizar la
mención de distintos símbolos naturales. En el primero, contamos con muchas menciones de
tierra y de la misericordia de María, así como hace a la salvación que conlleva el nacimiento de
y políticos, así como utiliza imágenes de furia en contra de los enemigos de San Laurencio. Se
pide a Dios el poder para poder vengarlos. Este villancico es hacia San Laurencio y donado por
Juan de Palafox y Mendoza (en el villancico escrito como Medosa). Este villancico abre
hablándole a los soldados saliendo a batalla. También cuenta con negrillas que si bien no tienen
mucho sentido con el español en su grafía, la fonología es muy parecida al español hablando con
acento afrohispánico.
Análisis filológico
La antología tiene varios autores, la mayoría de ellos anónimos. Los dos textos que
se están analizando son de autoría anónima y uno hace referencia al Obispo de Puebla Juan de
Palafox y Mendoza, quien en 1626 fue nombrado fiscal del Consejo de Guerra y el villancico en
el que es mencionado tiene como temática la guerra y varias figuras bélicas y de fuego y
venganza.
Una caractéristica muy importante de ambos villancicos es el uso de las negrillas, las
cuales pretenden imitar la manera de hablar en español de personas cuyo primer lenguaje
claramente no lo es. Aunque ahora puede parecer reprobable, autores como Sor Juana Inés de la
Cruz lo utilizaron como un recurso de inclusión. Pareciera que es imposible modernizar la grafía
de algo que se creó para seguirlo al pie de la letra, e imitar sonidos específicos en ánimos de
parecerse a un acento. La manera de retratar un acento tan peculiar en la era medieval y en textos
como lo son los villancicos resulta interesante al ver el impacto que los esclavos negros tienen y
entrever no sólo las varias fuentes subsaháricas sino el resultado de todo este tránsito de esclavos
a México. Algo muy notorio es el cambio drástico del léxico entre las negrillas y las coplas. En
las coplas está bien articulada la mayoría de la grafía, es más sencillo identificarla con el español
actual, sin embargo, en las negrillas, el español parecería mucho menos integrado, incluso en el
texto se introducen las negrillas como un español a medias: “Atentos al baile, / la nación Morena,
/ también se convida y / todos se alegran. / Esdrújulos cantan en sus / medias lenguas, / que ni
En el texto bélico se encuentra la tradición de los Tocotines, que también intentan simular
Venid Mexicanos
polando venid
maguistic Chrisliano
il fuego sofrir
yl coerpo quimado
moquepas dezis
si piensa se quema
ixca para ti,
amo ti pinagua
vos Decio roin
impapa sois bueno
omichidecis,
yl da so limosna
no queré tomin
Es en estos ejemplares del texto que nos damos cuenta de la importancia de la mezcla de
III. Conclusiones
La obra es muy valiosa ya que representa varias etapas de la lengua hispánica en una
época en la que había trata de esclavos y también se hispanizaba a los indígenas. Sor Juana Inés
de la Cruz es una de las autoras que siguieron y honraron la tradición de los Tocotines, los cuales
Aunque el español puede parecer muy parecido al modernizar la grafía, aún hay palabras
y sintáxis que hacen más difícil la lectura clara de los villancicos anónimos. Algo que fue
sorprendente fue toparse con las implicaciones de estructura social evidentes en los adjetivos
Las grafías son consistentes, lo que nos permite establecer criterios editoriales fácilmente.
Las u que iban a lado de una Q se pasaron a v, y todas cuya fonética iban conforme al sonido de
la u. La H se tuvo que agregar en algunos lugares para que tuviera una grafía moderna. A veces
parecía defte y esto se cambió a de este junto con otras pocas palabras compuestas como quel.
Hubo sólo una palabra que me fue imposible describir en el villancico segundo. Se mantuvieron
las mayúsculas y la mayoría de comas. Se agregaron “¿” a las preguntas en donde me pareció
pertinente (antes de la pregunta, usualmente antes de un cómo o un cuándo). Hay varias palabras
que tuve que transcribir directamente porque en el Corpus Diacrónico sólo venían así.
Otros estudios que podrían resultar fructíferos del texto son religiosos, dado su valor por
ser utilizados en las misas en distintas festividades, por lo cual su valor teológico en la historia de
México es importante.
IV. Referencias
Amar, A. O. (2013). Las jarchas y las moaxajas en la españa musulmana (Order No. 1534951).
Available from ProQuest Dissertations & Theses Global. (1324078816). Retrieved from
http://0-search.proquest.com.millenium.itesm.mx/docview/1324078816?
accountid=41938
Garribba, Aviva. "El viento como expresión de añoranza en la lírica hispánica de tipo
tradicional." Lyra mínima oral (2001): 531-539.
Gómez, Emilio García. Lírica popular, lírica tradicional: lecciones en homenaje a Don Emilio
García Gómez. Ed. Pedro M. Piñero Ramírez. No. 37. Universidad de Sevilla, 1998.
Marín, F. M. (1996). El comentario filológico con apoyo informático (Vol. 17). Síntesis.
Vallejo, Fernando Juan Baños. "La más antigua lírica popular castellana: otra tipología."
Archivum: Revista de la Facultad de Filología 41 (1991): 33-64.